Historia


Constitución de Cádiz de 1812


Constitución de Cádiz de 1812

El texto que nos han proporcionado para la composición hace referencia a la constitución de 1812, aportándonos información sobre la introducción a dicha constitución, 4 de los 384 artículos que contiene y una gráfica de barras con los miembros que participaron en ésta.

La situación económica, política y social en España a finales del año 1807 era lamentable. Las continuas guerras provocaron hambrunas, epidemias, el alza de precios de los productos de primera necesidad, el colapso del comercio colonial, la bancarrota del estado y por tanto el descontento e indignación del pueblo español contra el rey Carlos IV y su ministro Godoy.

Debido a esto Fernando VII, hijo de Carlos IV, intentó conspirar contra Godoy para hacerse con el poder, pero el rey descubrió sus planes y toda esta situación terminó en el Proceso del Escorial (1807) donde los reyes reconocieron a Fernando como inocente y condenaron a sus partidarios que eran los que dirigían el complot.

Por otro lado, Carlos IV firmó el Tratado de Fontainebleau (octubre de 1807) con el que autorizó al ejército napoleónico pasar por territorio español hasta Portugal que se mostró contrariada a la decisión de Francia de bloquear el comercio británico. Tras esto, las tropas francesas se establecieron en distintas ciudades españolas apartadas de la ruta hacia Portugal con el objetivo de comenzar una completa invasión de la Península Ibérica, ya que España no era considerada como un país que mostrara una resistencia seria al ejército de Napoleón.

Tras el aglutinamiento de los franceses en las distintas ciudades de España, se produjo un descontento generalizado entre el pueblo que terminó en el Motín de Aranjuez (marzo de 1808) suceso el cual terminó con la expulsión de Godoy y la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando VII.

Una vez con Fernando en el poder, Napoleón invitó a la familia real a Francia, donde se reunieron en Bayona. Allí tuvieron lugar las Abdicaciones de Bayona (mayo de 1808) donde Napoleón consiguió convencer a Fernando VII en que abdicara en Carlos IV y posteriormente convenció a Carlos IV para que confiara la corona española en el mismo Napoleón.

En Madrid, una vez llegó la noticia de que los reyes abandonaron España y que ésta se encontraba bajo dominio francés, comenzó un conflicto armado que se cobró la vida de centenares de personas que murieron fusiladas a manos del ejército francés, por lo que esta revuelta se extendió a todas las ciudades del país (fusilamientos del 2 de mayo).

Por otro lado, Napoleón nombró a su cuñado José I Bonaparte rey de España, pero solo una pequeñísima parte del pueblo lo reconoció como tal y lo apoyó, estos eran los llamados afrancesados. Por este motivo se crearon en principio juntas locales que se encargaban de dirigir la guerra desde la sobra, convertida ya en una guerra de desgaste o guerrilla, pero con el avance de las tropas francesas por la península, estas juntas locales pasaron a ser provinciales y más tarde se formó una única junta central que se tuvo que refugiar en Cádiz al ser ésta la única ciudad que aguantó el asedio francés debido a su reducido contacto con tierra y su estrecho paso, aunque también fue indispensable la ayuda que brindó Inglaterra tanto por tierra como por mar.

Una vez instalada en Cádiz la junta central, ésta dio paso a un Consejo de Regencia que le dio el poder a las Cortes mediante unas elecciones celebradas por sufragio universal masculino (1810).

Muchos de los miembros de las Cortes sufrieron muchísimas dificultades para poder llegar a Cádiz debido a la vigilancia del ejército francés, por lo que la mayoría tuvieron que ser sustituidos.

Tal como refleja la gráfica que se nos adjunta en el texto, la mayoría de los miembros procedían de la burguesía, y la otra parte de la nobleza, todos personas con altos cargos y suficientes conocimientos como para formar parte de esta cámara.

Influidos por los principios liberales de las revoluciones americana y francesa, los diputados de las Cortes de Cádiz comenzaron a redactar una serie de leyes que tenían el objetivo de modernizar el país una vez que Fernando VII volviera de su “cautiverio” en los territorios enemigos, por lo que se da la primera constitución en España. Ésta, una vez terminada se componía en su totalidad, de 386 artículos, de los cuales se nos proporciona aquí los 4 primeros.

Al ser la primera constitución española, recoge una gran cantidad de artículos que el rey debía de respetar una vez llegara de nuevo al trono español, y también se puso mucho cuidado en no descuidar ni un solo detalle para que las leyes de la Carta Magna no pudieran ser incumplidas de ninguna manera.

Esta constitución comienza con un prólogo que va dirigido al “deseado” rey Fernando VII y que es una introducción de los artículos que posteriormente se exponen. Ya en esta introducción se deja claro que la Nación española deroga el absolutismo y apoya el liberalismo, reconociendo a Fernando VII como rey de la corona española por la gracia de Dios y por la misma constitución.

Tal como nos dice el primer artículo del segundo texto, la Nación española no podía pertenecerle a nadie, era exclusivamente de todos los españoles de la Península y sus colonias.

También se basaba en la soberanía nacional la cual reconocía que el pueblo era el que votaba, por medio de sufragio censitario, a la persona que le gobernaba, tal como menciona el artículo tres de la constitución.

Recogía los principios ilustrados de la división de poderes de Rousseau y Montesquieu que apoyaban la idea de dividir poder en legislativo (redacta las leyes), ejecutivo (aprueba las leyes) y judicial (castigas a aquellos que no las cumplan).

Agregaba la idea de la existencia de un parlamento unicameral que ejercía el poder legislativo junto al rey.

Por otro lado, se menciona en el artículo cuarto que en el caso de que se anule la constitución, es el propio pueblo español el que está obligado a defenderla, dejándose influir aquí en la teoría de la obra República del filósofo griego Platón. Hace referencia también a los demás principios liberales que, por supuesto, están recogidos mas adelante por la Carta Magna. Estos principios liberales son: la propiedad privada (que se conoció en España tras a desamortización llevada a cabo por Godoy, 1798), los derechos del individuo, libertad de expresión, igualdad ante la ley, derecho a reunión, libertad de trabajo, libre contratación y comercio, abolición al derecho a tortura, etc.

Aunque era confesional al reconocer la religión católica como oficial, abolió la Santa Inquisición, eliminó los mayorazgos y el régimen jurisdiccional, se suprimieron los gremios, despojaron de algunos bienes y baldíos al clero y nobleza con el fin de llenar las arcas del estado, etc.

Por último, una vez terminada la Constitución de Cádiz (1812) estuvo vigente hasta 1814, año en que la guerra contra los franceses es ganada, José I es depuesto del trono y Fernando VII vuelve a tomar el poder.

Una vez que Fernando llega a España ya desobedecía a las Cortes de Cádiz, ya que le aconsejaron que fuera a Madrid y éste se dirigió a Valencia donde comenzó el golpe de estado.

Suprimió las Cortes y anuló la constitución. Así Fernando VII firmó el Manifiesto de los Persas en el que reconocía una vuelta al Antiguo Régimen, por lo que todos los principios liberales de la constitución fueron invalidados a excepción de la abolición al derecho a la tortura, sien embargo esto no impidió que se continuara utilizando.

Más tarde, Fernando VII jura la constitución de Cádiz tras un golpe de estado iniciado por el comandante Riego, debido a que él junto a sus tropas estaban concentrados en Cabezas de San Juan preparándose para embarcar y marchar hacia las colonias Españolas de América con el fin de sofocar los movimientos independentistas que estaban sucediendo allí (1820).

Este periodo de vigencia es conocido como el Trienio Constitucional que empieza en 1820 y termina en 1823 a consecuencia de que Fernando VII pide ayuda a la Santa Alianza, la cual estaba compuesta por los principales vencedores de Napoleón (Austria, Rusia, Prusia y Francia) y se encargaban de mantener el absolutismo en Europa, por lo que llegan a España los 100.000 Hijos de San Luis, que aplastaron el gobierno liberal y ejecutaron al comandante Riego.

De esta manera, comienza la Década Ominosa (1823 - 1833) que consistió en diez años de absolutismo y terminó con la muerte de Fernando VII y el comienzo de la Regencia de María Cristina.

M.B.B




Descargar
Enviado por:Kalas
Idioma: castellano
País: España

Te va a interesar