Educación y Pedagogía


Comunicación y la escucha


LA ESCUCHA

*ACTIVA*

Escuchar es un proceso psicológico que, partiendo de la audición, implica otras variables del sujeto: atención, interés, motivación, etc. Es un proceso mucho más complejo que la simple pasividad que asociamos al "dejar de hablar".

Significado de la escucha

Escuchar implica observar.

Usar la mirada para "escuchar": puede comunicar acogida, interés, envolver al otro, inspirar serenidad o herir violentamente con ojos de juicio, amenaza, sospecha, humillación...

Escuchar significa atender, interesarse por el otro, estar disponible para el otro, aceptándolo como es, distinto. Para ello se requiere auto aceptación.

Escuchar significa centrase en el otro pacientemente. Es él quien comunica. Además de "atender", "ponerse en disposición de", es necesario "acompañar", es decir, seguir con familiaridad tratando de conocer y comprender cada vez mejor, ayudando a hablar, comunicando confianza, dejándole "paso libre" mientras se expresa...

Escuchar supone un cierto "vacío de sí", de las cosas propias y de los prejuicios (aceptándolos se neutraliza su fuerza negativa). Escuchar es "hospedar" sin condiciones y sin cobrar el precio del "estar de acuerdo" o "someterse" al propio criterio o a las propias pautas en torno a la situación que se expone.

La escucha no es percibida por quien comunica si no hay respuesta comprensiva, reflexiva, que nazca del eco del mensaje global percibido.

El receptor u oyente perfecto se caracteriza por:

Adoptar una actitud activa. Y tener curiosidad.

Mirar al emisor.

Despejar la mente y valorar el mensaje escuchado.

Sentir el estado de ánimo de la persona que nos habla.

Descubrir los objetivos y propósito del emisor.

Ser objetivo. Y escuchar lo que dice una persona distinta de nosotros mismos.

Conectar con la onda del receptor. Y comprender su mensaje y su manera de ver

las cosas.

Concentrarse para obtener una recepción constante.

Pensar en la información y repetirla interiormente, así como construir una imagen

mental de lo que se nos dice.

Descubrir en primer lugar la idea principal, y a continuación las ideas secundarias.

Hablar cuando el orador haya terminado.

Obstáculos ¨basicos¨ para la Escucha

 

Propios del ambiente físico:

Cansancio, "ecología de la comunicación" (formas naturales de estar físicamente), distracciones físicas (ruidos...). 

Propios del área emocional:

Los propios sentimientos (ansiedad, agresividad, temor...), el contagio de las emociones... 

Propios del área cognitiva o mental:

Prejuicios morales, culturales, primeras impresiones.

Ocupaciones de la mente: ocupación del "tiempo libre mental".

Obstáculos Para La Escucha

Escuchar activamente no es fácil. Existen numerosos impedimentos que dificultan el ejercicio de una escucha activa. La resistencia a la escucha, en el fondo, es una forma confusa de saber los peligros que se presentan si nos abrimos de verdad, porque la verdadera escucha reside más en el corazón del hombre que en las circunstancias.

Pero existen numerosos obstáculos más concretos a la escucha:

El obstáculo de la ansiedad, que tiene lugar siempre que el ayudante está preocupado por sí mismo, por cómo es recibido y por cómo tiene que responder y quizá también por el miedo a que otro despierte en él alguna de sus zonas capaces de "sangrar" porque están heridas.

El obstáculo de la superficialidad, manifestado sobre todo en la dificultad a pararse en los sentimientos de los demás. Se tiende a generalizar o a huir de los temas más comprometidos a nivel emotivo. No se personaliza la conversación.

La tendencia a juzgar, a imponer inmediatamente las propias ideas y decir lo que es justo y lo que no lo es. Es propio de quien dirige su mirada inmediatamente a normas o esquemas personales, a sus ideas religiosas, políticas, éticas, etc., en lugar de centrase en cuanto la otra persona expone.

La impaciencia, la impulsividad que lleva a algunos a no permitir que el otro se exprese, termine a su ritmo sus frases.

El obstáculo de la pasividad, experimentado por aquellos que tienden a dar siempre la razón al enfermo por el hecho de serlo y faltos por tanto de una capacidad de intervención activa y confrontadora en el momento oportuno.

La tendencia a predicar, a proponer en seguida pequeños "sermones" que deberían dar razón de lo que el otro está experimentando, según el propio criterio.

Uso del "tiempo libre mental"

El "tiempo libre mental" o "vacío intrapsíquico" lo llenamos en ir y venir a otros pensamientos, hacer planes, acordarnos de asuntos pendientes, prejuicios, respuestas hechas, lectura del propio mundo emotivo...

Somos capaces de percibir, elaborar, comprender el mensaje contenido en 600 palabras por minuto, mientras que emitimos normalmente entre 100 y 140.

Un uso correcto del "tiempo libre mental" debería centrase en observar el lenguaje no verbal, elaborar el contenido de las palabras, esforzarse por comprender significados, interpretar leyendo sencillamente detrás de las palabras, con especial atención al mundo emotivo.

Estrategias de Comprensión:

Reconocer:

Reconocer todos los sonidos que te llegan durante la conversación. Hay que segmentar, discriminar y reconocer.

Seleccionar:

Seleccionar entre todo aquello que se nos dice, lo más relevante. Lo verdaderamente importante lo agrupamos en unidades coherentes superiores y significativas.

Interpretar:

Es atribuir un sentido a la forma que hemos seleccionado. Siempre será en base a los conocimientos gramaticales y del mundo en general. Para ello, lógicamente necesitaremos unas micro habilidades que se basarán en:

-Comprender desde el contenido del discurso: intención, ideas principales y secundarias, discriminar lo que no sea relevante...

-Comprender desde la forma: estructura, partes, nexos, tono y variante dialectal...

Anticipar:

En función de la entonación vamos a prever instintivamente lo que el emisor nos va diciendo. También activamos la información que tenemos en nuestra memoria del emisor, sobre el tema o el estilo...en función de lo que ya se ha dicho.

Inferir:

Fuentes de información no verbales como son el contexto situacional (si estamos andando, haciendo...) y el contexto del propio hablante (gestos, cara, movimiento, vestir...) Esto nos exige por lo tanto saber interpretar tanto los gestos como la situación.

Retener:

Vamos guardando todos los datos en la memoria a corto plazo. Pero una vez finalizada la conversación, pasamos a nuestra memoria a largo plazo aquellos beneficios de cultura general y demás que guardaremos durante mucho tiempo.

*En el Aula de Clases*

Se consideraba que la habilidad de escuchar, era algo que los alumnos ya tenían aprendido. Actualmente, en la enseñanza de la Lengua se plantea el desarrollo de esta habilidad como un objetivo fundamental a conseguir en las aulas.

Por todo ello, a la hora de plantear ejercicios de comprensión oral, tendremos que tener en cuenta una serie de consideraciones generales:

- Deben ser específicos y calculados

- Frecuentes, breves e intensos

- Estar preparados para practicar las estrategias variadas del proceso y para incidir

en los aspectos que resulten más difíciles para el alumno

- Deben poner el énfasis en la comprensión y no en el resultado final

- Tienen que mostrar diferentes variantes dialectales, de registro y de todo tipo de

textos y temática

- Tienen que trabajar situaciones en las que no han participado los alumnos:

situaciones académicas (exámenes orales) y comunicaciones de ámbito social

(debates, reuniones...)

INSTITUTO ACADÉMICO BOSA

GRADO: NOVENO

MATERIA: ÉTICA Y VALORES

TEMA: LA ESCUCHA

EDUCACIÓN BÁSICA SECUNDARIA

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Enviado por:Danibonxbox
Idioma: castellano
País: Colombia

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