Administración y Dirección de Empresas


Comercio


INTRODUCCIÓN

El presente trabajo tiene como finalidad de dar a conocer un poco acerca de la actualidad económica y política del nuevo orden mundial y del proceso histórico internacional que se han ido desarrollando conforme a los tratados de libre comercio en todo el mundo y en especial en América Latina, ante las transformaciones que se han dado a lo largo de la ultima década, es la oportunidad de analizar los por qué de las necesidades y futuras adecuaciones que implica el pretender estar acorde a los tiempos que corren, de una forma importante de mirar hacia atrás para el entendimiento de lo actual y así conocer globalizadamente todo al respecto.

Emitir un juicio definitivo de lo positivo o lo negativo que es el libre mercado, resulta demasiado aventurado, para ello se tendrá que esperar una década para ver los resultados mas firmes; todavía no se puede hablar de victorias o derrotas definitivas. Por ahora se puede emitir juicios hipotéticos respecto de lo que esta sucediendo.

EL PROCESO HISTÓRICO INTERNACIONAL

El contexto de los tratados de libre comercio que se están desarrollando en todo el mundo, y con especial énfasis en América Latina, es la repercusión lógica e inmediata ante las transformaciones que se han dado a lo largo de la última década. Por consiguiente, es la oportunidad para analizar los por qués de la necesidades y futuras adecuaciones que implica el pretender estar acorde a los tiempos que corren. La perspectiva debe ser interdisciplinaria, ya que convergen una serie de materias, todas ellas de primer orden. Destaca de una forma importante la necesidad de mirar hacia atrás: la retrospectiva es el medio idóneo para el entendimiento de lo actual. De igual modo intervienen la materia jurídica, lo cultural, lo económico, lo político y por supuesto algunos otros factores individuales de cada sociedad. De tal suerte que para el enriquecimiento del estudio contemporáneo es menester conocer globalizadamente todos los entes convergentes.

Hace tan sólo unos lustros hubiera parecido utópico pretender implantar un sistema económico global, fundado sobre todo por la separación económica, militar e ideológica en la que se encontraba dividido el panorama mundial. La caída de la Unión Soviética, y por ende del bastión del bloque comunista, fue el punto coyuntural para que resurgiera un interés en todo ejercicio comercial1. Si bien desde hacía varias décadas existían organismos económicos integradores, como el GATT, la práctica había demostrado que los países, al estar divididos, era imposible que comerciaran entre sí sin limitación alguna. Los países comunistas permitían la entrada de productos extranjeros únicamente en contadas excepciones, y se limitaban a insumos de primera necesidad y que no se producían dentro de sus fronteras. Por consiguiente, prácticamente los únicos bienes susceptibles de internacionalización eran los alimentos y algunos otros de la rama industrial. Los servicios quedaron relegados a que su flujo fuera minoritario e incluso nulo. A partir de 1989, año determinante en la caída del Sistema Comunista, también empezaron a caer una serie de prácticas y costumbres que se habían dado desde hacía mucho tiempo.

1 MUÑÓZ CIDAD, Cándido; Estructura Económica Internacional. Introducción al crecimiento económico moderno, 1era ed. Madrid; 1992, pp. 381.

Entre toda la renovación por la que atravesaron, y que aún están viviendo los países del exrégimen comunista -muy en especial la Federación Rusa-, el cambio más importante fue sin duda la apertura al comercio internacional. Prueba de ello son las miles de industrias y comercios que en estos países encontraron una opción de mercadeo muy rentable. Varias cadenas de restaurantes, las principales firmas de ropa, las compañías de automóviles y los servicios descubrieron en estos países en estos países a una clientela ávida de consumir casi cualquier cosa. Incluso la calidad de los productos a ofrecer no necesariamente tenía que ser la mejor. Los compradores, aun con salarios bajos y por ende poco poder adquisitivo, resultaron excelentes clientes. En principio, la novedad de descubrir un mundo diverso y variado que en nada se parecía al que conocían, les resultó fascinante. Luego, y casi sin darse cuenta, se tornaron en desenfrenados consumidores de todo lo occidental. Los productos nacionales perdieron terreno a pasos agigantados toda vez que les resultaba imposible hacer frente a los extranjeros. La consecuencia inmediata fue lógica: todos aquellos trabajadores que contaban con un empleo seguro en las plantas productoras, de la noche a la mañana se vieron en la calle. Era imposible equipararse a los nuevos intrusos; ellos contaban con recursos prácticamente ilimitados, con tecnología más desarrollada, con mano de obra dispuesta a trabajar a bajo costo, con incentivos del gobierno para que siguieran instalando más empresas, en suma, tenían todo a su favor 2. Sin embargo, este cambio sustancial representó, cuando menos en primero intención, una metamorfosis tendiente a lograr un sistema democrático en cada uno de los países. Por ello, el mundo se encaminaba hacia una corriente globalizadora de la economía: al libre mercado mundial.

Emitir un juicio definitivo de lo positivo o negativo que es el libre mercado resulta demasiado aventurado, por que para ello se tendrá que esperar cuando menos una década para ver los resultados más firmas, con todo y que los cambios han sido sustanciales y determinantes; por consiguiente, todavía no se puede hablar de victorias o de derrotas definitivas y permanentes. Por ahora, simplemente se pueden emitir juicios hipotéticos respecto de lo que está sucediendo. Empeoro, una cosa no es cuestionable: el mundo ya no es el mismo que el que existía a mediados de la década de los 80s.

2 El Laberinto ruso; El País Semanal, Madrid 12 de diciembre de 1993, pp.27 y sig.

Las transformaciones por las que está atravesando el planeta son contundentes, de ahí que es valido señalar que las nuevas tendencias económicas y políticas deberán estar encaminadas de una forma distinta, no únicamente considerando a aquellas personas con poder adquisitivo o a países con un Producto Interno Bruto Alto. Norteamérica, Europa Occidental y el Sureste de Asia, tan pronto se recupere de la severa crisis en la que están inmersos varios países, sobre todo indonesia, es probable que sigan siendo las regiones que impongan las pautas económicas, y en cierto modo también las políticas; por ello, en buena medida le corresponde a estas zonas geoeconomicas el buscar dar cabida a un equilibrio mundial más equitativo. De lograrse esta vertiente se tendrá a hacer del mundo una economía más dinámica, con mayores compradores y de más alto poder adquisitivo, y con productores mejores. El fin consiste en consolidar un sistema global más equitativo y más exitoso.

El legado que el viejo orden mundial heredó es la cotidianeidad con la que se dan los cambios actuales que tienen por su característica especial ser muy intensos y profundos. Sin embargo, también se dejó la costumbre de análisis, fundamentalmente para detectar las tendencias del futuro y en que o cuales escenarios se desenvolverá el mundo. Esta necesidad de comprensión del análisis critico obliga a aventurarse en la toma de decisiones, de ahí en la prospectiva ayuda a determinar hasta qué punto son congruentes las acciones a seguir con relación al comportamiento global. El orden mundial que ahora es victima de cambios radicales es, en cierto modo, la secuela de hechos que tuvieron origen a mediados del siglo XX3.

APPENDINI, Ida y ZABALA, Silvio; Historia Universal Moderna y Contemporánea, 1era ed.., México; Porrúa, 1988, pp. 456 y sig.

CONCLUCIONES

En este tema se trata de dar a conocer un poco de las viejas tradiciones de economía y las nuevas perspectivas. Una de las características es la enorme diversidad de factores que han intervenido en los sucesos de los últimos años, han sido determinantes que están marcando las pautas a seguir de ahora en adelante. Es casi imperceptible la apreciación detallada de todos estos hechos demarcadores del tiempo actual, ya que desarrollan a una velocidad poco convencional. Pareciera como si la película internacional en la que se proyecta el proceder del mundo, pretendiera abarcar cada vez a más objetos en los cuales centrar la atención.

En la actualidad los fenómenos que están imperando son:

  • LA GLOBALIZACIÓN.

  • LA DISTENSIÓN.

  • LA MULTIPOLARIDAD DE POLOS.

  • LA POBREZA EXTREMA.




Descargar
Enviado por:Luis Raul Ramos Carreon
Idioma: castellano
País: México

Te va a interesar