Tecnología
Comercio Electrónico
A.- EFECTOS MACROECONOMICOS
La introducción y masificación de las tecnologías de la información (TI) está produciendo
una revolución sin precedentes que afecta completamente la forma en que hasta hace
muy poco se realizaban las transacciones económicas, la producción de los bienes y
servicios y la gestión de las empresas, así como los hábitos de consumo de las personas.
Los efectos de esta transformación son múltiples, variados y complejos para la economía
de los países. Muchos de éstos son beneficiosos, sin embargo, este cambio no está
ajeno a costos importantes.
Se estima que la revolución de las TI ayudará a incrementar significativamente el
producto potencial al generar cambios permanentes tanto en la estructura productiva y
en las cadenas de distribución de los bienes y servicios, como en la gestión de las
empresas y en la forma que éstas realizan sus negocios. Lo anterior se traduce en una
reducción de costos y una mayor eficiencia de la economía, que afecta tanto a los
sectores directamente relacionados con la producción y comercialización de las TI, como
al resto de la economía. Un mayor producto potencial implica que los países pueden
crecer en forma más acelerada sin generar presiones inflacionarias.
Adicionalmente, la reducción permanente de los precios de esta industria ha contribuido
en forma creciente a la reducción de la inflación.
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Efecto Directo sobre el crecimiento
El primer efecto de la introducción de las Tecnologías de la Información lo constituye la
creación o ampliación de la industria asociada al propio sector de las TI que aporta valor
agregado y, por tanto, participa del Producto Interno Bruto. La constante y creciente
mejoría de las capacidades tecnológicas y de procesamiento de datos, junto a la baja
sostenida con que han evolucionado los precios de sus productos, ha permitido a este
sector ingresar a una etapa de explosivo crecimiento en términos de su difusión y valor
agregado.
Estados Unidos, país líder en la introducción y masificación de las TI, ha mostrado un
constante aumento de la participación de este sector industrial en el PIB. Desde la última
parte de la década de los 60 hasta mediados de los 80, este sector representó entre un 4
y 5% del PIB. Con la entrada del computador personal a los negocios y el hogar, la
participación aumentó 1,2% entre 1985 y 1990 hasta alcanzar 6,1% del PIB. La apertura
comercial de Internet propició un salto aún mayor en la importancia de este sector en la
economía, pasando de un 6,4% en 1993 hasta cifras superiores al 8% a fines de la
década.
En otras palabras, la mayor capacidad y calidad de los equipos para resolver problemas,
y los menores precios han inducido al crecimiento de la demanda y la producción real a
tasas mayores a las del resto de los sectores económicos.
Sin embargo, estas cifras subestiman los valores reales de la contribución al crecimiento,
pues no incluyen los significativos aumentos de productividad en algunas industrias de TI.
Grandes ganancias en la calidad, particularmente en el área de los computadores y
semiconductores, se han realizado sin incrementos comparables en costos.
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Efectos Indirectos sobre el crecimiento
Los efectos indirectos de la introducción de las TI afectan a la mayoría de los sectores
económicos, son múltiples y difíciles de cuantificar. Los sectores inmediatamente
beneficiados son los de las telecomunicaciones, los servicios financieros y no financieros,
y el comercio. Sin embargo, los demás sectores, inclusive los más tradicionales y menos
intensivos en información como la agricultura, pueden mediante el buen uso de las TI
mejorar la calidad y el valor agregado de la producción mejorando su aporte al PIB.
Las empresas
La introducción de las TI a nivel de las empresas aumenta drásticamente su
productividad. Los procesos de informatización permiten mejorar su gestión en áreas de
ventas, control de bodegas e inventarios, remuneraciones, pedidos de mercadería,
contabilidad y finanzas, entre otros. Adicionalmente, el acceso a un mayor volumen y
calidad de información mejora la toma de decisiones. Esto último le permite a la empresa
fuertes ahorros en tiempo y personal. La utilización de TI también permite mejorar la
calidad de los productos destinados a la venta. En resumen, es posible potenciar
significativas reducciones de costos monetarios y de tiempo, junto con favorecer una
mayor venta, lo que finalmente lleva a un mayor valor agregado de su producción.
El acceso de las empresas al comercio electrónico, situación que va unida a la
incorporación de las TI y la ampliación de la infraestructura de redes, produce un salto
cualitativo en las transacciones económicas. Por un lado permite a las empresas generar
ahorros de costos en el área de la fuerza de ventas, en infraestructura física para la venta
y en duplicación de inventarios. Por otro, permite un manejo más racional y monitoreable
de las compras a los proveedores.
A nivel de pequeñas y medianas empresas, las TI y el comercio electrónico tienen la
capacidad de potenciar una mejor inserción en el mercado, ampliando su demanda
potencial y permitiéndoles acceder a tecnologías que antiguamente sólo estaban
disponibles para las grandes empresas, debido a su alto costo.
El gobierno y las políticas públicas
El uso de las TI permite un mayor control sobre la evasión fiscal, lo que eventualmente
permitiría disminuir las tasas impositivas sin afectar los niveles objetivo de recaudación
de impuestos. Esto último, a su vez, genera impactos positivos sobre la inversión y el
consumo.
Pero las eficiencias para el fisco no se producen en su recaudación de ingresos, sino
también en la ejecución de su gasto. La utilización de TI en esta etapa reduce los montos
requeridos de recursos fiscales para lograr determinados objetivos. Por ejemplo, un
sistema electrónico de compras de gobierno permite obtener precios más bajos,
reduciendo el gasto fiscal en su adquisición de insumos. De forma similar, sistemas de
información que racionalicen los recursos que utiliza el aparato estatal se traduce en
ahorros de los gastos corrientes.
Un menor gasto fiscal puede inducir a una menor tasa de interés en la economía, con los
positivos efectos que ello tiene sobre la inversión, el consumo y el crecimiento.
El uso de las tecnologías de la información también mejora la eficiencia en la gestión de
los servicios públicos. La sola disminución del tiempo para los trámites de personas y
empresas genera ahorros cuantiosos, es decir, reducciones de costos, lo que implica
mayor valor agregado y por ende una mayor generación de PIB.
Adicionalmente, el utilización de TI en áreas sociales puede derivar en mejoras
macroeconómicas de largo plazo. En el área de la educación, el acceso a Internet en la
educación primaria puede ayudar a la mejoría en la calidad de la educación y en la
productividad laboral, además de ser una poderosa herramienta de equidad social. En el
área de la salud, una buena administración de los hospitales públicos, un sistema
computacional de administración de las consultas eficiente que termine con las listas de
espera puede favorecer a una atención oportuna y de mejor calidad, redundando en una
vida laboral más larga y productiva y previniendo futuros gastos en salud. El uso de las TI
en el sector judicial puede favorecer la agilización de las causas y la desburocratización
del sistema, descongestionando en general la administración procesal.
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Inflación
Las TI ayudan al control de los precios. A partir de los años 60, la capacidad de los
microprocesadores se ha duplicado en promedio cada 18 meses, y en ese tiempo sus
precios han caído en seis órdenes de magnitud. Este fenómeno origina un impacto
directo sobre la inflación del rubro computacional, e impactos indirectos sobre todos
aquellos sectores que utilizan TI como insumos para sus procesos.
La contribución precisa al control inflacionario depende de cuan intensivo sea el país en
el uso de estas tecnologías. Por ende, la contribución es mayor en los países
desarrollados en comparación a los países en vías de desarrollo. Sin embargo, dado que
el proceso de introducción de las TI a la industria y el consumo parece ser un fenómeno
irreversible, se espera que la contribución a la reducción inflacionaria sea fuertemente
creciente en los países en vías en desarrollo.
Para cuantificar la contribución al control de la inflación, mediciones hechas en los
Estados Unidos apuntan a que la variación del IPC de ese país durante 1996 hubiese
sido 0,9% mayor sin la declinación de precios de las industrias de las TI. En 1997, en
tanto, sin este aporte la inflación habría llegado a 3,1%, en lugar del 2% efectivo.
En el caso de Chile, este efecto directo sobre la inflación es insignificante, debido a la
baja ponderación de los productos computacionales (0,4%) en la canasta que mide el
IPC.
B.- IMPACTO EN EL MERCADO LABORAL
El impacto en el comportamiento del empleo de un país producto de la incorporación de
las TI es un tema aún en estudio. Como suele ocurrir cuando las economías enfrentan
procesos de transformación acelerada, es previsible que se produzcan cambios
importantes en el mercado laboral, que incluirán la creación y eliminación de empleos, así
como la alteración del perfil de la fuerza laboral.
Estudios realizados en Japón sugieren que la introducción de las TI creará empleos por
una magnitud del 4% de su fuerza de trabajo entre el año 2000 y el 2004, lo que equivale
a 2 millones y medio de nuevas plazas laborales. De ellas, un 31% será creado
directamente por la industria de la información y comunicaciones, un 27% se originará en
nuevos productos y servicios en los cuales se utilizan las TI, y un 42% provendrá de la
introducción del comercio electrónico.
Como contrapartida, se prevé una pérdida de empleos del orden del 2,6% de la fuerza de
trabajo. Poco más de la mitad de dicha pérdida se deberá a empleos cuyo contenido se
verá afectado por la introducción del comercio electrónico, un 33% serán empleos
desplazados por los procesos de informatización interna de las empresas, un 10% por la
disminución de las operaciones de intermediación y un 6% por el sobre empleo asociado
a la mayor eficiencia laboral que deriva del CE.
El efecto neto sería un aumento del empleo por una magnitud cercana al 1,4% de la
fuerza de trabajo en un período de cinco años.
Si bien los efectos de corto plazo sobre el mercado laboral pueden llegar a ser
significativos, todo indica que los de largo plazo serán más determinantes. En parte, ello
se debe a que el uso del comercio electrónico altera dentro de la empresa los procesos
de información y comunicación, afectando la organización interna y la posición
competitiva respecto de otras empresas, lo que finalmente redunda sobre el mercado
laboral.
El resultado final será la combinación de los nuevos trabajos que surgirán producto de
este nuevo medio de interacción- y los que desaparecerán a consecuencia del reemplazo
de intermediarios y otros agentes en la cadena de distribución.
Debido a lo anterior, entender el impacto del comercio electrónico sobre el
funcionamiento del mercado laboral supone entender qué industrias lo usarán de forma
intensiva, qué tipo de empleos dejará de ser necesario y qué habilidades requiere un
trabajador inserto en un nuevo escenario en el que la administración eficiente de la
información juega un rol preponderante.
A nivel de sectores industriales, se debe considerar que la proliferación del comercio
electrónico está estrictamente vinculada al desarrollo del sector de la Internet, cuya
medición en términos de importancia laboral es aún difícil de precisar. En el caso de
Estados Unidos, cerca del 1% de la fuerza laboral se encuentra empleada en la industria
de Internet. El impacto directo sobre el empleo, sin embargo, podría no ser proporcional
al crecimiento de esta industria, debido a su baja intensidad en el uso de mano de obra.
Sus impactos indirectos, en cambio, pueden llegar a ser considerables, teniendo en
cuenta que afectan transversalmente al resto de la economía.
Respecto del perfil y habilidades de la mano de obra en la nueva economía, queda claro
que la cantidad demandada por profesionales con formación en TI es cada vez mayor.
Sin embargo, habilidades para conducir empresas en este escenario nuevo y dinámico
son también requeridas. Es decir, en la medida en que el comercio electrónico se
masifique la fuerza laboral deberá ser flexible y con múltiples capacidades, las cuales
deberán ser mantenidas en el largo plazo.
C.- POLITICAS DE DESARROLLO DE LAS TI A NIVEL MUNDIAL
Los países de altos ingresos son los que han mostrado el mayor nivel de desarrollo de las
TI. Sin embargo, esta circunstancia no ha ocurrido únicamente como consecuencia de
sus mayores recursos ni por el hecho de que hayan operado libremente los mercados de
las TI. Son muchos los factores que han influido en el éxito de este desarrollo, pero el
componente principal es la generación de una clara convicción política de que el
desarrollo de las TI es una herramienta vital e ineludible para la generación de fuertes
avances tecnológicos, una mayor eficiencia y crecimiento económico, junto con una
mayor equidad social.
A partir de esta convicción política, los países exitosos han diseñado una estrategia
nacional de desarrollo basada en las TI que se ha traducido en programas de gobierno y
en líneas de acción específicas. Esta estrategia ha consistido en una voluntad manifiesta
de implementar una estructura nacional de información. Sin embargo, la estrategia
nacional diseñada por estos países ha tenido un claro componente social adicional,
consistente en que la nueva infraestructura nacional de información debe incluir a todos
los ciudadanos. En esas circunstancias la labor de los Estados ha sido proactiva y en
ningún caso neutral.
De la experiencia internacional se desprende que las líneas de acción más características
de los países que han requerido de un proceso de informatización gubernamental, ha
sido la creación de un organismo coordinador, la implementación de políticas de fomento
a las TI, a la educación y capacitación, y finalmente al fomento de la investigación y
desarrollo.
Estados Unidos ha sido el país líder e impulsor en el desarrollo de las TI, como
consecuencia de sus actividades relacionadas a la carrera espacial, académicas y de
defensa. Los volúmenes de recursos aportados por el Estado a estas actividades, en el
transcurso de los años, ha sido enorme, en concordancia con la riqueza del país, y con la
decisión política de promover tales actividades. Una vez concluida la guerra fría, que
motivó muchos adelantos en la materia, y dado el creciente número de aplicaciones
comerciales de las TI, Estados Unidos capitalizó su ventaja adquirida, lo que significó dar
un gran impulso al crecimiento económico a través del aporte directo al PIB del propio
sector y del aporte indirecto a través de las mejoras en productividad inducidas en el
resto de los sectores económicos.
El sector de las TI ha crecido como proporción del PIB del 4,9% en 1985 a más de un 8%
en 1999, siendo responsable de al menos la tercera parte del crecimiento económico de
Estados Unidos. Actualmente las grandes inversiones en TI corresponden al sector
privado, el que, con el objetivo de aumentar la productividad y la eficiencia, aumentó su
proporción respecto de sus inversiones totales desde un 3% en 1960 a un 45% en 1996.
Para algunos sectores como los servicios financieros y telecomunicaciones los niveles
alcanzan al 75%. La apuesta se concentra en el desarrollo de las TI, especialmente de
Internet y sus derivados. La inversión en TI ha alcanzado casi un 3% del PIB, siendo por
lejos los volúmenes más importantes del mundo.
Singapur comenzó su estrategia basada en las TI en 1980, cuando sólo existían 850
profesionales en el área, la informatización era mínima y la industria de las TI
prácticamente no existía. Seis años después contaba con 5.500 profesionales, todo el
sector público estaba informatizado y la industria del sector llegaba a los US$ 650
millones. La estrategia nacional llamada “isla inteligente” propuso estimular 7 áreas de las
TI: promoción de la industria, aplicaciones, personal, cultura, infraestructura de
comunicación e información, clima favorable para la creatividad y la iniciativa empresarial, y finalmente la coordinación y colaboración. En 1996 ya se contaba con 21.000
profesionales calificados, la industria del hardware vendía US$ 11.000 millones y la
infraestructura lograba una penetración de los computadores a nivel país del orden del
36% de los hogares y del 90% de las organizaciones. El país alcanzó el quinto lugar en
términos del PIB per cápita superando a todos los países del G-7 con la excepción de
Japón, y el segundo lugar en el ranking mundial de competitividad.
La estrategia de Canadá ha consistido en convertirse en la nación más conectada del
mundo. Los principios básicos que sustentan el proyecto sitúan a las personas como ejes
centrales de sus políticas. Las metas propuestas han sido: igualdad de acceso a la
carretera de la información para todos los canadienses, rápido desarrollo de una
sociedad letrada en computación, desarrollo económico y social de las comunidades,
transferencia tecnológica más veloz, gobierno más sensible, y liderazgo global
canadiense. El plan de conectar a Canadá incluye 6 programas: Canadá en Línea,
Comunidades Inteligentes, Contenido en Línea, Comercio Electrónico, Gobierno en
Línea, y Canadá Conectado al Mundo. Uno de los instrumentos desarrollados es
Schoolnet, un programa para conectar a todas las escuelas del país a una red nacional
vía Internet. Una de sus metas es proveer 250.000 computadoras para las salas de
clases del país. Junto a eso se han desarrollado 5.000 centros comunitarios en lugares
apartados y la meta es llegar a los 10.000.
En conclusión, el desarrollo de las tecnologías de la información no siempre se ha
producido a consecuencia de la iniciativa privada, sino que en muchos casos ésta ha sido
inducida y fortalecida por decisiones políticas. Estas decisiones han derivado en la
implementación de programas destinados al desarrollo de las TI, y cuyo fin no sólo ha
sido fomentar la eficiencia económica y el crecimiento, sino que también la equidad
social.
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LA DIVISION DIGITAL
Usualmente se otorga a las nuevas tecnologías de la información (y, particularmente, al
comercio electrónico) el apelativo de `el gran igualador'. Esto se debe a que, en teoría, a
través de su utilización los países de menores ingresos podrían reducir en forma
sustancial su brecha de desarrollo con los más avanzados, las pequeñas empresas
podrían competir en igualdad de condiciones con los grandes conglomerados, y las
familias de escasos recursos tendrían un mayor acceso a las oportunidades para superar
su condición.
Durante los primeros años de la explosión de la nueva economía, sin embargo, los
resultados observados en estos tres frentes (países, empresas y personas) han llevado a
acuñar un nuevo término: `La División Digital'. Ello se debe a que las nuevas
herramientas tecnológicas, en lugar de reducir las brechas, hasta ahora las han ampliado.
Debido a que se trata de una nueva tecnología, sus costos de adopción inicialmente son
altos en relación a los niveles que alcanzarán en su etapa madura, por lo que los
primeros en incorporarlas son las economías avanzadas, las grandes empresas y las
familias de mayores ingresos. Esto lleva a la configuración de una etapa inicial de alto
riesgo para los países menos desarrollados y las empresas más pequeñas. Durante esta
etapa, la competitividad de ambos se ve seriamente lesionada.
En el caso de las empresas, por ejemplo, la adopción de las TI induce un potencial de
ahorro de costos operacionales significativo (estimado en promedio en torno al 10%), al
tiempo que el acceso a una demanda ampliada mejora las perspectivas de ventas. En
estas circunstancias, un grupo de adelantados que accede a estos beneficios puede
hacer peligrar seriamente la posición de los competidores que no lo hacen, e incluso, su
viabilidad como proyecto empresarial.
Más grave aún, la impresionante reducción en los costos por operación devuelve
atractivo para grandes empresas de nichos que antiguamente les resultaba demasiado
costoso explotar (por ejemplo, aquellos de bajo volumen unitario). Muchas pequeñas
empresas viven de la explotación de esos nichos abandonados por los grandes
operadores, pero en el nuevo escenario se verán obligadas a luchar por retenerlos
arriesgando incluso su continuidad.
A nivel de países, los indicadores disponibles indican que se ha generado una importante
brecha en la incorporación de las nuevas tecnologías.
Así, por ejemplo, Estados Unidos y los países nórdicos lideran la penetración de
computadores, con rangos sobre 300 equipos por cada mil habitantes. Los países de la
Unión Europea y del Asia-Pacífico se ubican más abajo, con niveles entre 100 y 300. A
gran distancia, la mayoría de los países latinoamericanos presenta menos de 40
computadores por cada mil habitantes, excepto en el caso de Chile, que se sitúa
levemente sobre los 50.
La brecha entre los países más avanzados y el resto se hace más evidente si se
considera indicadores específicos de penetración de Internet. El número de hosts o
anfitriones de Internet en países como Estados Unidos y Finlandia es 60 veces superior
a los de las economías latinoamericanas más desarrolladas en la materia, como
Argentina, Brasil y Chile.
Lo mismo ocurre con la penetración de Internet medida como el porcentaje de la
población con acceso a la red: en Estados Unidos, Finlandia y Suecia aproximadamente
un tercio de la población navega en el ciberespacio, mientras en Latinoamérica poco más
del 1% se encuentra conectado.
En los países desarrollados, como conjunto, un 17% de la población tiene acceso a
Internet, mientras dicha relación baja a un 0,4% en los países en desarrollo. Estos
últimos, que albergan a más del 90% de la población mundial, sólo generan la tercera
parte del PIB, aportan menos del 10% de la población mundial de Internet y el 4% del
comercio electrónico.
América Latina, en tanto, tiene el 8% de la población mundial, el 7% del PIB, el 5% de los
internautas y menos del 1% del comercio electrónico.
D.- Comercio Electrónico y e-business
E - business
Se entiende por e-business (e-biz) o negocio electrónico el conjunto de aspectos
relacionados con la gestión de negocios de las empresas que utilizan las Tecnologías de
la Información (T.I.) a través de Internet para mejorar la eficiencia de sus áreas. Si bien el
aspecto más visible del e-business es el comercio electrónico (es decir, la compra o
venta de bienes y servicios a través de Internet), su incorporación atraviesa toda la
cadena de valor, abarcando desde el diseño de un producto hasta el servicio de posventa, pasando por elementos como la gestión de inventarios y recursos humanos, las
finanzas corporativas, la publicidad, el marketing y la comercialización, entre otros.
Aun cuando una empresa tome la opción de no participar del comercio electrónico, sus
modelos de negocios invariablemente se verán afectados por las T.I., ya sea en la forma
en que organizan su trabajo, en su relación con sus proveedores o clientes, o en las
múltiples facetas en las que la nueva era digital terminará por reemplazar casi
completamente las formas tradicionales de capturar, procesar y utilizar la información.
Mantenerse al margen del comercio electrónico en los próximos años será, de cualquier
forma, casi imposible para la mayoría de las empresas, debido simplemente a que las
ventajas de costos involucrados en el proceso de compra electrónica forzará a las firmas
a migrar, tarde o temprano, gran parte de su logística hacia Internet. Esto les permitirá
mejorar su gestión de negocios, aumentar la productividad de sus factores y/o reducir
sus costos.
Por ello, un área clave para la aplicación de las nuevas T.I. es el departamento de
adquisiciones. La existencia de portales horizontales y verticales de comercio entre
empresas (business-to-business o B2B) está permitiendo a las firmas comparar precios
de insumos y distribución para poder reducir sus costos, algo que sin estas tecnologías
es muy costoso o imposible de realizar. Aún en ausencia de estos mercados electrónicos
que organizan oferta y demanda, las empresas pueden trasladar individualmente sus
actuales relaciones de negocios con sus proveedores al ambiente digital, recortando el
exceso de costos que genera la mantención de inventarios excesivos, el uso del papel y
las horas-hombre dedicadas a efectuar y controlar el proceso, entre otros.
En la situación extrema, la gestión de inventarios puede llegar a ser completamente
automatizada, generando una relación entre el área de adquisiciones y los proveedores
basada íntegramente en tecnologías de la información.
Pero las soluciones de logística no constituyen la única aplicación. En el caso de los
servicios empresariales, por ejemplo, la reducción de tiempos de búsqueda debido a la
mayor cantidad de información disponible en la red, es un insumo que permite mejorar los
servicios ofrecidos y entregados.
Asimismo, actividades completamente digitales, como el procesamiento de datos, rompen
la dependencia geográfica que caracteriza a los mercados tradicionales, transformándose
en servicios que pueden contratarse en cualquier lugar del mundo.
En el área de la información de gestión, recientemente ha surgido una nueva generación
de portales electrónicos, los denominados de información de empresas. Su misión central
es organizar y personalizar en la computadora del usuario la información procedente de
las más diversas fuentes: páginas de Internet, programas de administración empresarial, servidores de noticias, bases de datos, archivos de texto del disco duro, correo
electrónico, señal de vídeo, etc.
Claramente las T.I. pueden aumentar la productividad de los trabajadores, pero también
pueden aumentar los sistemas de seguridad de los bienes inmuebles, aumentar la
eficiencia de la maquinaria, reducir la pérdida de insumos, etc. La explotación de estas
ventajas requiere de claridad y conocimiento en relación a la forma en que las T.I. pueden
ser aprovechadas por la empresa y en qué áreas y funciones.
Comercio Electrónico
El Comercio Electrónico es la nueva forma que adquieren los actos de comercio gracias
a la convergencia de las tecnologías de informática y de telecomunicaciones, acelerada
a partir de la década de los noventa. Su principio fundamental es el intercambio de
información a través de redes de telecomunicaciones que vinculan millones de
computadores personales a través del mundo. Esta relación comercial puede tomar una
forma completamente digital, en la medida en que el bien o servicio comprado (y el
medio de pago) tenga un soporte 100% electrónico, o bien dar lugar a un desplazamiento
físico de mercaderías y dinero desde el oferente hacia al comprador, y viceversa.
Una característica fundamental que distingue el comercio electrónico actual es que éste
se realiza en base a una plataforma completamente abierta, descentralizada y
democrática, a diferencia de las anteriores formas de intercambio a través de redes
digitales (EDI, TEF, etc.), que requerían complejos y costosos softwares propietarios,
relaciones comerciales preestablecidas y conexiones de telecomunicaciones de
dedicación exclusiva.
El auge de Internet tal como hoy se la conoce se debe a la convergencia de una serie de
factores que incluyen el desarrollo, a comienzos de los noventa, del protocolo TCP/IP 1 , la
expansión a partir de 1994-95 de la World Wide Web gracias al sistema de codificación
HTML y al desarrollo y difusión de browsers o instrumentos de navegación sencillos,
eficientes y de libre disposición tales como Mosaic, Netscape y Microsoft Explorer.
A ello se debe agregar el proceso de desregulación de las telecomunicaciones que ha
tenido lugar en muchos países desarrollados y en vías de desarrollo, el cual ha
erosionado las fronteras que separaban los mercados de la telefonía, la televisión por
cable y los sistemas informáticos. Ello ha permitido una fuerte competencia entre
proveedores y dando lugar a una drástica caída en los costos de acceso para el usuario,
en una suerte de círculo virtuoso que continúa incentivando tanto la demanda como la
innovación.
La infraestructura que dio lugar al esquema de comercio electrónico desarrollado a partir
de los noventa consta de seis actores fundamentales:
ð Proveedores de hardware: Se relacionan al soporte físico de Internet, a nivel de los puntos de origen y destino de la red: fabricantes y ensambladores de PCs, módems,
routers, proveedores de hosting (hospedaje) y hardware informático en general.
ð Proveedores de red: básicamente un negocio vinculado a las telecomunicaciones,
compuesto por proveedores de conectividad, transporte y distribución de contenidos y
acceso final (ISP, Internet Service Providers).
** Protocolo de Acceso a Internet que permite enviar paquetes de datos entre computadoras de distinta marca
o tecnología.
ð Proveedores de software y diseño: relacionados con todo el espectro de programas orientados a la navegación (browsers), compresión y/o encriptación de datos y el diseño de páginas web (HTML, XML, Java) o paquetes de comercio electrónico como
Ariba, Intelsys y Commerce One.
ð Proveedores de servicios complementarios. Comprende todos los servicios de gestión necesarios para el comercio propiamente tal, como pagos electrónicos,
certificación/autentificación de firmas de clientes y proveedores, almacenaje y
distribución de productos, etc.
ð Proveedores de Contenido: Incluye a todos los proveedores de información,
entretención y servicios interactivos en línea, incluyendo buscadores y portales
temáticos, tiendas virtuales e e-tailers (minoristas que venden a través de Internet).
ð Proveedores de Capital: Gran parte de las nuevas empresas de comercio
electrónico han sido financiadas por fondos especializados, inversionistas de riesgo
(venture capital) y capitalistas populares que han suscrito las primeras emisiones
bursátiles.
Principales Formas de Comercio Electrónico
Hasta 1991 no estaba permitido realizar transacciones comerciales a través de Internet.
Las Políticas de Uso Aceptable de la National Science Foundation, que administraba en
ese entonces el troncal principal (backbone) de Internet, lo prohibían explícitamente. Ese
año se creó la CIX Association (Commercial Internet Exchange), una organización que
se dedicó a estudiar y promover los posibles usos comerciales de la naciente
infraestructura. Las primeras transacciones comerciales en Internet surgieron recién en
los años 1993-94 en Estados Unidos. Ya entonces era posible adquirir software y
servicios informáticos a través de la red, aunque las compras de productos propiamente
tales empezaron tímidamente, con flores y regalos de poco valor. En poco más de dos
años, las transacciones habían aumentado de US$ 8 millones en 1994 a US$ 2.900
millones en 1996.
La principal distinción que habitualmente se hace en materia de comercio electrónico se
refiere a los actores que intervienen en las transacciones. Estos pueden ser empresas,
personas u organismos estatales. Si la interacción tiene como destino u origen una
persona natural, se habla de comercio electrónico de tipo B-to-C (Business to Consumer
o B2C), es decir, Empresa-Persona. Una derivación serían los mercados de subastas
virtuales entre personas, tales como e-Bay y DeRemate.com (que darían lugar a la
definición C2C).
Si por el contrario, se trata de una transacción entre empresas, se habla de B-to-B
(Business-to-Business o B2B) Empresa-Empresa. Finalmente, si el demandante o
proveedor de servicios es una agencia gubernamental, se habla de B-to-G (Business to
Government) o Empresa-Gobierno, cuyo componente de compraventa de bienes y
servicios no se diferencia de las transacciones entre empresas, a diferencia de lo que
ocurre, por ejemplo, con pagos al Fisco por concepto de impuestos.
Menos relevantes como volumen de comercio, también se identifican transacciones entre
las empresas y el sector educacional y entre éste y los consumidores y el gobierno.
3.1 El Comercio Electrónico Empresa-Persona (B2C)
El acceso al consumidor final a través de la red es una de las grandes perspectivas del
comercio detallista en la actualidad. Las primeras tiendas virtuales como CD-Now y
Amazon.com surgieron en los años 1994-95, cuando las posibilidades de transacción
estaban todavía severamente limitadas por la menor capacidad de transmisión de
contenidos y la menor disponibilidad de mecanismos de seguridad en el pago.
Con la explosión de Internet a nivel mundial, estos pequeños “garajes” se han
transformado en grandes corporaciones con capitalizaciones millonarias y ventas a nivel
mundial, mientras que decenas de grandes cadenas tradicionales de supermercados,
tiendas por departamentos y de especialidades están dedicadas a crear versiones
virtuales de sus salas de venta.
En su calidad de nuevo medio de comunicación, una página web combina elementos de
una tienda, un catálogo, una revista interactiva y un teléfono con capacidades de radio y
televisión. De esta manera, para tener éxito los comerciantes y tiendas virtuales deben
poseer un conjunto de habilidades que incluya un cierto grado de expertise en marketing
directo y desarrollo de contenidos.
Sin embargo, no todos los bienes y servicios exhiben el mismo potencial de
comercialización. Ni aún mediante un formato sofisticado se puede obviar el hecho de
que existen productos que, tanto por su naturaleza como por la de sus compradores, son
más propicios que otros para la venta en línea.
Actualmente, la prensa y los medios de comunicación se han enfocado principalmente en
aquellas formas de comercio electrónico B2C que intercambian bienes tangibles (libros,
vinos, flores, Pcs). Sin embargo, en los mercados desarrollados la mayor proporción
corresponde a intangibles (entretención y software). Una de las primeras formas de
comercio electrónico en el mundo, el sistema Minitel en Francia (1981) se caracteriza por
la contratación de diversos servicios intangibles físicamente, pero en los cuales la
decisión de compra pasa por la información. En esta categoría caben las diversas formas
de entretención electrónica (juegos), diarios y revistas digitales, servicios financieros,
servicios de viajes, seguros, etc.
A nivel de los tangibles, destacan la electrónica (incluyendo Pcs), libros, ropa y
alimentación. En muchas de estas categorías los retailers tradicionales han ingresando
de manera acelerada.
Entre los criterios que permiten clarificar la idoneidad de un producto o servicio para ser
vendido a través de la red figuran:
ð El grado de personalización exigida (muebles, ropa),
ð Si se trata de un bien orientado hacia el regalo (flores, electrodomésticos para recién
casados),
ð Si constituye un insumo estandarizable y de alta rotación (artículos de oficina),
ð Si exige o no gratificación inmediata (libros, discos),
ð Si en la decisión de compra prima lo táctil o la información digitalizable a través de la
propia página web (todas las anteriores).
Los productos intensivos en información, como vehículos, computadores y artículos
electrónicos pueden ser comercializados con mayor facilidad, dadas las potencialidades
de la tecnología para reunir de modo amigable información actualizada de cada uno de
ellos. En comparación, una fuerza de ventas tradicional rara vez logra satisfacer a un
comprador exigente en información.
La interactividad permite además vender productos personalizables de manera más
eficiente que en el comercio tradicional, al disponer de una mayor variedad y capacidad
de exhibición de las distintas combinaciones de un determinado producto. Lo mismo es
válido para los productos regalables como flores, juguetes, vajilla y herramientas de
cocina, incluyendo todos aquellos que puedan formar parte de una lista de matrimonio.
Estas últimas pueden ser administradas electrónicamente con mayor eficiencia que en el
comercio tradicional.
Los productos estandarizados y de rápida reposición, como artículos de oficina,
detergentes, pañales, determinados medicamentos y útiles de aseo pueden ser
colocados en listas personalizadas, incluyendo fecha y monto de la reposición.
La gratificación postergada es el principal handicap del comercio electrónico. Se
entiende por ello a la ansiedad vinculada a no poder disfrutar del producto en forma
inmediata, dado que por la vía electrónica se debe esperar el tiempo que dura el
despacho. Los artículos de línea blanca y electrónicos en general son los menos
afectados, ya que de por sí implican un despacho a domicilio. Existen también servicios
en los cuales la gratificación nunca es inmediata, como un pasaje de avión o entradas
para un espectáculo.
También son relevantes para evaluar el potencial de un producto en la red la relativa
comodidad o incomodidad de las tiendas físicas, así como algunas características
financieras del producto en relación a sus costos de distribución y almacenamiento. La
estrechez de pasillos y locales, o la atención deficiente de los vendedores puede
incentivar la migración a la compra en línea. Por otra parte existen productos cuyos
costos de distribución son bajos en relación al margen de utilidad bruta, o bien exhiben
una baja rotación y una demanda de nicho, como por ejemplo instrumentos musicales y
árboles bonsai, que pueden ser comercializados más eficientemente a través de una
tienda virtual que en una tienda física.
Como marco de referencia, el comercio empresa-persona tiene como canal comparable
el grado de penetración alcanzado en los mercados desarrollados por las ventas por
catálogo. En el caso de Estados Unidos esta penetración asciende a un 15% de las
ventas detallistas totales .
Adicionalmente, se deben agregar a este segmento todas las ventas de productos
realizadas entre personas a través de los sitios de subastas, modalidad que se ha
difundido rápidamente entre los países más desarrollados en comercio electrónico.
Comercio electrónico Empresa - Empresa (B2B)
Desde los tiempos del telégrafo (1832) existe un ciclo relativamente regular de adopción
de nuevas tecnológicas por parte de los sectores productivos y de servicios. Estos ciclos
se caracterizan por la existencia de un puñado empresas vanguardistas, al que se
suman usuarios adelantados; luego, tras un lapso que puede durar varios años, surge
una primera mayoría que proporciona la masa crítica para que dicha tecnología se
masifique. Finalmente, se constituye una mayoría de usuarios tardíos, y queda una
minoría de rezagados, que suelen ser las primeras víctimas del ciclo económico.
En la actualidad este tipo de comercio electrónico se encuentra en la etapa de los
usuarios adelantados. Poco menos del 1% de las compras realizadas por empresas
estadounidenses, sea en bienes o en servicios, se realizaron por la red, lo que involucra
transacciones electrónicas por más de US$ 100 mil millones. Se estima que más de un
31% de las PYMEs estadounidenses utilizaron Internet para abastecerse de insumos,
mientras que un 11% la utilizó como plataforma de ventas 3 . Al mismo tiempo, la mayoría
de los observadores sindican al comercio electrónico entre empresas como la categoría
más promisoria de comercio electrónico en los próximos años. Se espera que la
participación de este segmento en el total de transacciones electrónicas aumente desde
poco más del 70% a cerca de un 90% a nivel mundial entre 1999 y el año 2004.
Lo anterior se basa en dos aspectos esenciales:
1. La penetración de la informática y del uso de redes está mucho más difundida entre
las empresas que entre las personas. Mientras un 48% de los hogares
estadounidenses dispone de un PC, en las empresas este índice asciende a un 66%.
Lo mismo ocurre con las redes (29% versus 59%).
2. La migración de las empresas hacia el comercio electrónico involucra ahorros
significativos y conocidos en las áreas operacionales, por lo que constituye un
imperativo de competitividad. Las personas, en cambio, enfrentan la opción de
realizar compras a través de Internet, la cual constituye un canal adicional a sus
hábitos regulares.
3. Tanto el precio como el valor promedio (en dinero) de cada compra es sensiblemente
superior en el segmento de empresas que en el de personas.
Las grandes empresas estatales y privadas de los países desarrollados habían
ingresado a la revolución informática ya en los años setenta, y a fines de la década de
los ochenta muchas comenzaron a instalar redes de valor agregado (VAN) y sistemas de
intercambio electrónico de documentos (EDI) para vincularse con proveedores o clientes,
como es el caso de General Electric, Cisco Systems e Intel. Durante los noventa, la gran
tendencia fue la automatización de procesos internos mediante los softwares tipo ERP 5 .
La extensión lógica de todas estas inversiones es el comercio electrónico entre
empresas.
Hasta la fecha la adopción masiva de tecnologías de la información en las empresas ha
estado bloqueada por el costo de las soluciones. Tanto los sistema EDI como los ERP
pueden costar varios millones de dólares e involucrar un período relativamente largo de
desarrollo. Sin embargo, con la creciente penetración de Internet, se ha producido una
rápida consolidación entre estándares y tecnologías aplicadas, surgiendo una plataforma
transaccional de gran poder y a bajo costo, vinculando empresas de todos los tamaños y
localizaciones geográficas.
Desde esta perspectiva es posible vislumbrar una fuerte y profunda reestructuración en
la manera en que se seguirá produciendo valor en las cadenas de producción y
distribución a lo largo de la economía mundial. Tanto los insumos que una empresa
requiere como el output generado pueden ser intercambiados a través de Internet.
Goldman Sachs estima que entre el 50 y el 70% de los costos de un producto
corresponden al costo de adquisición de bienes intermedios, mientras que el proceso
de elaboración representa el restante 50%-30%. Adoptar un modelo de comercio
electrónico tipo empresa-empresa (B2B) puede reportar ahorros de hasta un 20% en la adquisición de productos 6 y entre un 10% y un 25% mediante la racionalización de los
procesos.
Estos ahorros, junto con permitir la reducción de inventarios a niveles de eficiencia o just
in time, reducen a su vez las necesidades de capital de trabajo. Los más entusiastas
hablan de una “cadena de valor plenamente integrada”, y de un proceso de colaboración
que optimiza las actividades y permite entregar un mayor valor al usuario final. Sin
embargo, ello depende de una serie de factores, entre los cuales se puede mencionar la
complejidad y número de actores de la cadena de abastecimiento, la cultura
organizacional más o menos familiarizada con las nuevas tecnologías y las presiones por
reducir gastos. Industrias como la electrónica, la química, la automotriz y los equipos
médicos, por ejemplo, reúnen estas características y son las que exhiben los mayores
niveles de penetración del comercio electrónico entre empresas en Estados Unidos.
Para las Pymes, en tanto, el comercio electrónico B2B representa la posibilidad de abrir
nuevos mercados geográficos y establecer relaciones comerciales con grandes
empresas hasta la fecha inaccesibles por la distancia geográfica y el costo de los
sistemas EDI. Muchas empresas de comercio electrónico están ofreciendo servicios
especiales para PYMEs, incluyendo desarrollo, mantención y promoción de sitios
transaccionales. De este modo, el comercial difundido por una cadena internacional de
noticias, en el que un pequeño industrial venezolano recibe por e-mail una solicitud de
cotización de parte de una gran multinacional japonesa, corresponde a la realidad creada
por el comercio electrónico global.
Las estimaciones varían en cuanto a la magnitud que ha adquirido el comercio
electrónico entre empresas. IDC estima que durante 1999 las empresas estadounidenses realizaron compras por US$ 50 mil millones, mientras que las cifras de
Forrester y Goldman Sachs ascienden al doble (US$ 109 y US$ 115 millones,
respectivamente). En América Latina IDC estima negocios por US$ 252 millones durante
1999.
E.- Actores y Tendencias de la Nueva Economía
En la nueva economía que se está desarrollando gracias a Internet el principal
protagonista es la información. Así como los ferrocarriles y las tecnologías del vapor
revolucionaron la manera de transportar personas y mercancías a través de los
continentes, la Internet implica un salto cuántico en la manera de reunir, transportar y
generar valor económico a partir de la información. Esta se ha estado distribuyendo en el
último siglo a través de formatos de texto (telegrafía, correo tradicional, facsímil), audio
(radiotelefonía) e imagen (televisión). Después de muchas décadas de investigación y
desarrollo, todas estas tecnologías convergen en una herramienta de gran poder de
contenido y extraordinaria velocidad de propagación.
En torno a Internet se congregan numerosos actores que se hacen cargo de alguno de
los nodos de su funcionamiento: proveedores de hardware, proveedores de acceso y
conectividad, proveedores de software y contenido, servicios complementarios y
financiamiento. La rapidez de los desarrollos a partir de 1995 hace que todos ellos estén
en un constante proceso de reestructuraciones, alianzas, fusiones y reformulaciones de
gran impacto en la generación de riqueza.
Proveedores de Infraestructura y Acceso
El acceso y la conectividad son servicios relacionados con la industria de las
telecomunicaciones. La primera y más utilizada forma de conectividad es a través de las
líneas telefónicas locales y el módem, aunque es posible hacerlo a través del cable
coaxial que utiliza la televisión por cable, así como por las redes de telefonía celular,
hecho que se está dando con fuerza en Japón y algunos países escandinavos. Los
proveedores de acceso (ISP, Internet Service Providers) son por tanto empresas
telefónicas, celulares y de TV cable, que inicialmente cobraban algún tipo de tarifa fija o
variable por conectar a los usuarios con los troncales locales de Internet. A partir de
1999, un número creciente de proveedores de acceso ha migrado hacia un sistema de
gratuidad en la conexión, apostando a los ingresos provenientes de servicios
relacionados a su masa de suscriptores (como la publicidad).
Para el mejor aprovechamiento del ancho de banda y un traslado más eficiente de los
contenidos audiovisuales, imprescindibles para capturar la atención del usuario, la
infraestructura de redes ha debido recurrir a complejas tecnologías de almacenamiento y
distribución de los contenidos (caching) a través de los troncales centrales de la red.
Estas reconocen el origen de una demanda determinada de contenido (por ejemplo, un
sitio de subastas como e-Bay) y lo alojan en el servidor más cercano al ISP de destino,
evitando transferencias cada vez que el usuario visita el sitio de interés.
Para que los usuarios naveguen debe existir además toda una infraestructura de
hardware y de software instalada en sus terminales. Una nueva generación de
procesadores, módems, tarjetas de video y sonido y computadoras personales han sido
diseñadas para usuarios de Internet. Lenguajes de programación como HTML y Java y
browsers como Netscape y Explorer lograron expandir la red más allá de la comunidad
científica, siendo hoy responsables de la funcionalidad de los sitios web para efectos del
comercio entre personas y empresas, así como de la posibilidad de “visualizar” los
contenidos de manera ágil y atractiva.
Esta infraestructura es hasta la fecha un negocio reservado mayoritariamente a grandes
multinacionales, en su mayoría estadounidenses (especialmente en hardware y software)
y europeas (telecomunicaciones y acceso).
Al margen de las empresas relacionadas a la infraestructura y el acceso, un número
creciente de actores se ha incorporado al emergente desarrollo de modelos de negocios
a nivel local. Se trata de los proveedores de contenido y de mercados virtuales, que
incluyen a los operadores de portales, e-tailers (minoristas en Internet) y e-marketeers
(empresas de marketing especializadas en el segmento), y a los infomediarios o
creadores de nuevos mercados en línea.
Los portales
Una vez que el usuario se ha conectado con su proveedor de acceso, hace falta una
herramienta que ordene y facilite la navegación. Es aquí donde entran los llamados
“portales”.
Tal como su nombre lo indica, se trata de un umbral o pasadizo donde al usuario se le
presentan distintas opciones temáticas o funcionales, a partir de las cuales puede elegir
distintas “destinaciones” en la red. Algunos portales vienen configurados en el disco de
instalación del proveedor de acceso (AOL, Terra, IFX), otros vienen como página de
inicio en los browsers (Netscape, Microsoft Explorer), o de lo contrario deben ser
seleccionados por el propio usuario (Yahoo!, StarMedia) e ingresados por éste en sus
bookmarks.
El modelo de negocios de un portal se basa en la capacidad de convocar grandes
volúmenes de usuarios, los que a su vez justificarían el pago de tarifas por parte de
páginas web individuales (a cambio de un lugar prominente dentro de las destinaciones y
vínculos del portal) y avisadores que pueden desplegar letreros e insertos publicitarios en
las distintas vías de acceso, con el objetivo de capturar la atención de los usuarios
durante los tiempos de espera. Sin embargo, la lucha entre los portales parece
desarrollarse más a nivel de hardware y de ISPs que en la propia red, puesto que son
pocos los usuarios que modifican la configuración inicial de sus browsers una vez
instalados. Ello explica la tendencia de los portales puros a ingresar al negocio de
acceso, forjar alianzas con empresas de telefonía fija o inalámbrica o con proveedores
de hardware.
En general los portales no desarrollan contenidos propios, salvo información básica
(tiempo, bolsa, resultados deportivos); suelen ofrecer correo electrónico en forma
gratuita, páginas financieras personalizadas, chatrooms, zonas de subastas y grupos de
discusión. Pueden además ser clasificados en horizontales (o multitemáticos) y verticales
(o temáticos) según su cobertura.
Los portales horizontales como AOL, Yahoo!, MSN, AltaVista, Excite y Lycos son de
alcance general; pre-clasifican algunos tópicos (noticias, deporte, compras, etc.),
destacan sitios de interés comercial y ofrecen, además, mecanismos de búsqueda de
alta capacidad. Por ello los principales portales canalizan la mayor parte del tráfico en
Internet y, en base a ello, reciben la mayor parte de la torta publicitaria. Según Forrester
Research, con un 15% del tráfico, AOL, Yahoo! y MSN representaban en 1999 un 45%
de todo el avisaje en Internet a nivel mundial, en la forma de banners o insertos
interactivos por pantalla.
Los portales verticales, en cambio, se especializan en un tema (Garden.com, Viajo.com);
una región o área geográfica (StarMedia, Terra, UOL); o una combinación de ambas
(SportsYa.com, planetavida.com). La publicidad también constituye la principal fuente de
ingresos.
Según una encuesta realizada por la agencia publicitaria Nazca Saatchi & Saatchi, los
portales más utilizados en América Latina a comienzos de 1999 eran Yahoo!, AltaVista y
el brasileño Cadê (comprado luego por StarMedia), con un 55%, 52% y 46% de las
preferencias. StarMedia figuraba en quinto lugar, después de UOL, con un 13%. De
acuerdo a una encuesta de la Universidad de Chile, los sitios más visitados por los
internautas chilenos en 1999 eran precisamente Yahoo! y AltaVista, acaparando entre
ambos casi un 60% de las menciones. La agresiva política de expansión seguida desde
fines de 1999 por los portales latinoamericanos (y el surgimiento de nuevos portales)
podría significar un cambio de patrón hacia los contenidos locales, si bien operadores
como Yahoo! han construido portales específicos para algunos mercados regionales,
como México, Argentina y Brasil.
Los portales están desempeñando un papel crucial en el desarrollo del comercio
electrónico en la región latinoamericana, no sólo como generadores de tráfico, sino por el
hecho de ser prácticamente los únicos agentes que disponen de recursos financieros
para invertir en la creación de marcas fuertes (publicidad) y servicios de apoyo tales
como hosting, construcción de sitios y mecanismos de seguridad y pago. Por ejemplo,
aquellos portales que además son ISPs, como Ciudad Internet en Argentina, pueden
debitar las transacciones de comercio electrónico en las cuentas de sus abonados. Con
ello generan un paraguas que da credibilidad y eficiencia a los entrepreneurs que desean
instalarse en la red, así como facilidad de navegación para los nuevos y menos
experimentados usuarios que se integran a Internet.
Sin embargo, no es arriesgado afirmar que hacia comienzos del 2000 se había
configurado una sobreoferta de portales en la región, y que no todos podrán sostener las
fuertes pérdidas que significa asentar la marca entre los internautas latinos. StarMedia,
El Sitio y QuePasa, perdieron en conjunto más de US$ 73 millones durante 1999, y se
estima que no generarán utilidades durante varios años, aun cuando sus pérdidas irán
disminuyendo conforme decrece la intensidad de la guerra publicitaria que hoy
mantienen.
Creadores de Nuevos Mercados (e-Market Makers)
Internet ha permitido el surgimiento de comunidades y mercados completamente nuevos
a partir del encuentro en línea de oferentes y demandantes de determinados bienes y
servicios. Ello es obra de empresarios visionarios, entrepreneurs no necesariamente
vinculados a las tecnologías de la información, pero con cercanía a ella.
Entre las tareas emprendidas por estos verdaderos “creadores de mercados
electrónicos” (e-Market Makers) están las de generar masa crítica de usuarios, ofrecer
servicios relevantes (valor), crear marcas reconocibles, crear una infraestructura
funcional y, en suma, promover la adopción del comercio electrónico por parte de
grandes sectores demográficos unidos por un interés común.
Si bien existen casos destacables en el segmento de personas como los sitios de
subastas (DeRemate.com), la labor de estos pioneros puede alcanzar de hecho escalas
asombrosas en el comercio electrónico entre empresas.
La primera oleada de comercio electrónico entre empresas estuvo dominada por las
extranets que automatizaban procesos de compra-venta entre socios o proveedores,
como fue el caso seminal de General Electric, General Motors y Cisco Systems, entre
otras. Sin embargo, durante 1999 se vio nacer nuevos modelos de negocio basados en
la interacción de múltiples compradores y vendedores, dando lugar a lo que se conoce
como “mercados virtuales” o electrónicos (eMarketplaces).
Los mercados virtuales son plataformas electrónicas que reúnen verticalmente y en un
solo “espacio” a compradores y vendedores de un determinado sector, por ejemplo,
insumos farmacéuticos, metales y productos agropecuarios. Los mercados de este tipo
de productos son aptos para su migración a la nueva economía, dado el costo y tiempo
que implica realizar sus transacciones habituales a través de medios tradicionales como
teléfono o fax. Las nuevas herramientas tecnológicas permiten reunir todos los pasos,
desde las cotizaciones de los distintos oferentes hasta concretar la compra individual o
colectiva, proporcionando transparencia y una mayor eficiencia sistémica.
Estos mercados virtuales pueden funcionar tanto como sitios de subastas
especializadas, o bien como centrales de compra en las cuales diversos actores de un
mismo sector pueden consolidar sus adquisiciones de determinados insumos. En
América Latina se destacan la argentina Agrositio.com y la colombiana ganabolsa.com.
La primera funciona por agregación, esto es, las compras de insumos de varios
agricultores reunidos en un solo pedido, de manera de generar un poder de compra
capaz de obtener condiciones ventajosas de precio. La segunda, en cambio, es una
bolsa en la que compradores y vendedores de ganado cruzan sus ofertas hasta producir
calces individuales (matching) entre ambos. Este modelo no difiere substancialmente de
un mercado bursátil tradicional, en cuando a la existencia de oferentes y demandantes
de valores y un tercero que no participa en el mercado, pero que asume la
responsabilidad de facilitar la liquidez y la compensación, esta vez en un entorno
electrónico.
Otras formas de e-markets son los catálogos y las subastas. En el modelo de catálogo,
un determinado vendedor entrega su catálogo de productos, con sus respectivos precios,
especificaciones y términos de entrega, a un portal que se encarga de compendiar
catálogos similares dentro de una industria determinada como es el caso de
www.chemdex.com (química). El modelo de subasta se basa en la necesidad de las
empresas de rematar excesos de inventario, saldos de temporada u otros a través de un
mecanismo electrónico (www.auction.com).
Estas soluciones implican una reducción significativa de los costos de búsqueda, análisis
y transacción para quienes toman parte en ellas. La compleja trama de compradores y
vendedores se reduce a una plataforma común que proporciona el precio más
conveniente en el menor tiempo posible.
Aunque las comisiones por transacción son la principal fuente de ingresos de estos
mercados virtuales, varios explotan además la publicidad y el procesamiento de
información recogida de los propios clientes, así como una oferta completa de servicios
relacionados, como por ejemplo, transporte de los productos adquiridos y medios de
pago, entre otros.
Marketing Personalizado (e-Marketeers)
Internet ha resultado ser el medio de más rápido crecimiento en la historia del hombre, a
partir de su introducción comercial. Limitados por la baja alfabetización, los primeros
medios escritos tardaron más de un siglo en alcanzar una población de 50 millones de
usuarios. La radio (1922) tardó 38 años, la televisión abierta (1948) 13 y la televisión por
cable (1972) 10. A partir de la creación y difusión de la www, Internet redujo este lapso a
tan sólo 5 años.
En muchos aspectos esto representa un punto de inflexión en la era de los medios de
comunicación masiva, incluyendo el modelo hasta ahora vigente de marketing y
publicidad. Este se basa en la cancelación de una tarifa por parte del avisador por
acceder a los minutos de atención pasiva volcados por un
lector/televidente/radioescucha hacia el medio en cuestión. Los contenidos del medio
(artículos, programas, línea editorial, etc.) permiten deducir sólo en términos generales a
qué estrato demográfico, socioeconómico o cultural se está apuntando.
Con Internet la capacidad de segmentar y diseñar estrategias de marketing específicas
da un salto cualitativo y cuantitativo. Tanto es así que una encuesta de Forrester
Research levantada en Estados Unidos reveló que un 33% de los avisadores han
decidido reducir sus presupuestos de publicidad televisiva en favor de publicidad en
línea, mientras que más de la mitad ha colocado a ésta al tope de sus presupuestos.
Según esta misma consultora, los avisadores latinoamericanos gastaron en total US$ 51
millones en Internet durante 1999, todavía una cifra marginal en relación a los US$ 2.340
millones gastados en Norteamérica en el mismo año, pero con niveles de crecimiento
prometedores: en los próximos cinco años el gasto publicitario en línea debiera crecer a
un promedio anual de un 100% entre 1999 y el 2005, hasta alcanzar un total de US$
1.646 millones.
Este fenómeno se basa en las particularidades de Internet como medio y de los
internautas como grupo sociodemográfico. La interactividad y la capacidad de reunir,
almacenar y procesar datos provenientes de transacciones comerciales es uno de los
mayores atractivos del comercio electrónico. Ello, unido al hecho de que la población de
Internet corresponde a estratos socioeconómicos y culturales más aventajados, explica
el creciente interés de agencias y avisadores por acercarse al fenómeno on-line.
Las bases de datos de clientes, cuya utilización antecede al comercio electrónico, se han
transformado en herramientas fundamentales del actual modelo de negocios, dando
origen a la personalización extrema del marketing, denominada marketing-to-one. Los
nuevos e-tailers y portales temáticos usan la información obtenida para generar
sugerencias e interfases personalizadas como herramientas de marketing a nivel micro.
Amazon.com, por ejemplo, utiliza filtros para perfilar a sus clientes y determinar sus
patrones de compra. Amazon.com sugiere listas y reseñas de libros que pudieran
interesar a un determinado cliente a partir de los patrones de compra de otros que han
comprado libros similares a éste.
La llamada “minería de datos” (metáfora de la extracción de metales preciosos del
subsuelo) se ha transformado en toda una industria, como lo ejemplifica la compañía
canadiense Air Miles, que se especializa en obtener información sobre hábitos de
compra ofreciendo en el punto de venta bonos que los clientes acumulan y pueden
canjear por pasajes de avión, minutos de larga distancia, etc.
Sin embargo, para que el potencial publicitario de Internet resulte atractivo para los
avisadores de un mercado en particular deben cumplirse a lo menos tres condiciones.
1. Que existan contenidos locales tales como canales de noticias y versiones on-line de
medios tradicionales, que retengan la atención activa del usuario.
2. Que se cuente con herramientas de verificación de visitas y tiempos de atención, de
manera de validar la inversión publicitaria.
3. Superar las aprensiones del público en materia de privacidad. Al igual que con otras
formas de marketing directo, existe la amenaza de abuso, el envío indiscriminado de
cookies y mensajes indeseados con el consiguiente desprestigio del canal.
Proveedores de Capital
En sus comienzos la infraestructura de Internet fue desarrollada por agencias estatales y
universidades. En la era recién inaugurada del comercio electrónico, el capital privado ha
hecho su aparición en la forma de Fondos de Inversión y Venture Capital especializados
en Internet, los cuales dieron el financiamiento inicial para los nuevos modelos de
negocio empresa-consumidor y empresa-empresa. Una vez alcanzada una cierta masa
crítica, el siguiente paso ha sido Wall Street y Nasdaq, la bolsa electrónica intensiva en
valores de la nueva economía.
La primera acción de Internet en debutar en los mercados bursátiles fue Netscape, en
1995. Desde entonces el flujo de nuevas emisiones (IPO, Initial Public Offer) no ha
cesado, incluyendo los bullados casos de Amazon.com y eBay. En 1998 los fondos de
inversión canalizaron en Estados Unidos más de US$ 14.400 millones hacia empresas
vinculadas a Internet. Al primer semestre de 1999, más de 650 empresas prácticamente
desconocidas, pero con algún tipo de modelo de negocios orientado hacia la red, habían
recibido inversiones por varios cientos de millones de dólares. En Europa, donde la
propagación de la economía digital ha sido más lenta, el Venture Capital canalizó más de
US$ 4.400 millones en nuevos portales, e-tailers, proveedores de diseño y contenido
para la red.
Desde entonces, en la mayoría de los mercados accionarios del mundo, incluyendo
Norteamérica, Europa Occidental y Asia, se observa el fenómeno de una drástica
recomposición de carteras en beneficio de empresas de la nueva economía. El índice
CAC 40 de la bolsa de París, por ejemplo, aumentó casi un 10% durante el primer
trimestre del 2000 empujado por 14 empresas de las cuales 9 son puramente
tecnológicas. En Hong Kong el volumen transado en títulos tradicionales como bancos y
empresas de bienes raíces se redujo desde 2/3 del total diario a tan sólo 1/3, mientras
que las acciones de tecnología y telecomunicaciones hicieron posible un alza cercana al
30% en tres meses.
Los proveedores de capital no son necesariamente sólo inversionistas estadounidenses.
Notoria es la presencia de grupos locales como los brasileños GP Investimentos (São
Paulo), Grupo Opportunity (Río de Janeiro) y Banco Bozano Simonsen, o el grupo
argentino Exxel, junto al Chase Capital Partners, BancBoston, Southern Cross y otros
fondos estadounidenses, en el financiamiento de las empresas punto com
latinoamericanas.
Las tres Etapas de los e-capitales
La nueva economía está siendo protagonizada en gran medida por empresas
completamente nuevas, surgidas del talento y visión de jóvenes entrepreneurs que
deben pasar por varias etapas en la búsqueda y obtención de financiamiento de mediano
y largo plazo.
La primera de estas etapas es el encuentro con lo que se denomina como un “Angel”,
especie de “socio iniciático” con un conocimiento acabado de Internet y las nuevas
tecnologías, que aporta una primera remesa de recursos (“seed capital”) con el fin de
depurar el modelo de negocios, diseñar la imagen corporativa, la folletería, logos y
primeros road shows, etc.
A continuación viene la búsqueda de un socio estratégico que aporte recursos frescos y
más cuantiosos, destinados por lo general a cubrir los costos operativos de uno o dos
años, incluyendo la batalla crítica por la publicidad. Este rol lo desempeñan los
inversionistas de riesgo, o “venture capitalists”, que suelen ser fondos especializados
cuyo giro es descubrir empresas promisorias, ayudar a valorizarlas y finalmente a que
accedan a los mercados bursátiles, de una forma muy similar a un "buscatalentos" que
descubre, potencia y proyecta a una estrella del espectáculo.
La manera de seducir a estos fondos pasa por mostrar cuatro puntos fundamentales: (1)
una idea innovadora, (2) una administración competente, (3) una proyección de ingresos
basada en una tasa de retorno bien fundamentada y (4) la posibilidad de recuperar la
inversión mediante un aumento en el valor patrimonial de la nueva empresa.
Una vez que el capital de riesgo ha entrado en una “empresa.com” el paso siguiente
consiste en expandir el negocio, tanto en cobertura geográfica como en el volumen de
ventas. Esto conduce a la joven empresa a la etapa final, que es la oferta pública de
acciones, lo que en el mercado financiero estadounidense se conoce como OPI, en
inglés Initial Public Offer o IPO.
Existen tres tipos de OPI: primarias, secundarias y mixtas. En el primer caso se trata de
la emisión de nuevas acciones que aumentan el capital de la empresa. La secundaria
consiste en la venta de acciones ya emitidas. El tercer caso combina los anteriores y
suele ser bastante común.
Las OPI's son un procedimiento relativamente complejo, que contempla una completa
auditoría de las cuentas y un escrutinio minucioso de las personas, procesos y
perspectivas de la empresa en cuestión por parte de los organismos estatales vinculados
al mercado de valores. El fenómeno de Internet ha enriquecido el anecdotario financiero
en términos de la asombrosa velocidad con que empresas prácticamente sin mayor
trayectoria ingresan al mercado bursátil, una vez pasadas las etapas del Angel y del
Capital de Riesgo.
El paso siguiente es la repartición de las nuevas acciones. Lo usual es que el Fondo de
Capital de Riesgo solicite alrededor de un 40%, además de varios puestos dentro del
directorio. También suele ocurrir que los fondos soliciten un porcentaje de acciones para
los empleados de la compañía (conocido como equity pool), que suele bordear el 15%.
La razón de esta repartición se basa en que el Fondo desea un controlador interno con
conocimiento y motivación suficientes para empujar el negocio más allá de su fase de
entusiasmo inicial.
En Chile, aún no se ha difundido el uso de estos mecanismos para financiar una
expansión internacional de empresas relacionadas a Internet. De hecho, los ejemplos
más destacados de innovación empresarial en América Latina relacionados con la nueva
economía han debido recurrir al mercado financiero estadounidense, a consecuencia de
la poca liquidez de las bolsas locales, su escasa familiaridad con el fenómeno de Internet
y su marcada aversión al riesgo, fundamentada en todo lo anterior.
Sería muy alentador que jóvenes emprendedores chilenos pudiesen exhibir el sufijo “.cl”
como garantía de éxito comercial. Existe evidencia del surgimiento de los primeros
fondos de capital de riesgo locales, pero aún no se vislumbran ejemplos como los de
Patagon.com, El Sitio.com o StarMedia Networks, todos ellos gestados por empresarios
Argentinos y Uruguayos.
El fenómeno de las acciones tecnológicas
Nasdaq es un mercado electrónico en el que se transan las acciones de empresas
tecnológicas en EE.UU. El Nasdaq Computer, en tanto, es el índice de las acciones del
mercado de las tecnologías de la información y barómetro fundamental de la nueva
economía, desde el punto de vista bursátil.
Dentro de las empresas que lo componen, se distinguen las productoras de tecnologías
de la información y las radicadas en Internet, como Amazon.com. Un gran número de
las compañías productoras de T.I., sin embargo, cuenta con firmas relacionadas
dedicadas a Internet, como por ejemplo Microsoft, a través de los portales hotmail.com y
msn.com. Las principales acciones que componen el Nasdaq Computer son Cisco
System (la compañía con mayor capitalización de mercado, superando a Microsoft),
Veritas, Intel, Oracle, MCI Worldcom, Microsoft Dell, JDS Uniphase, Sun Microsystems y
Qualcom.
La evolución de este indicador durante la segunda mitad de los noventa ha sido un
reflejo del avasallador avance de las tecnologías de la información en la economía
norteamericana y de las apuestas sobre su valorización a futuro que hacen los
inversionistas. La rápida expansión de las T.I. en dicho lapso las llevó a aportar la tercera
parte del crecimiento del PIB de Estados Unidos en 1998. La apreciación que han hecho
los mercados sobre el potencial de generar ganancias futuras de las empresas del sector
ha alimentado una ávida demanda de títulos, con su consiguiente efecto en las
valoraciones bursátiles.
Entre 1998 y 1999 los precios de las acciones del índice Nasdaq (al igual que su
componente Computer) casi se cuadruplicaron, anotando para la historia dos períodos
que constituyen hitos bursátiles en el mercado norteamericano: el primero entre octubre
de 1998 y febrero de 1999, con un alza de casi un 90% en cuatro meses; el segundo
entre fines de octubre de 1999 y comienzos de enero del 2000, con un alza cercana al
65% en poco más de dos meses.
Durante el primer trimestre del 2000 el índice acumuló un alza del 23%, aunque con
claros altibajos. En marzo se produjeron fuertes alzas y bajas reflejando cierta
incertidumbre del mercado respecto a su sobrevaloración. La última semana de ese mes
el Nasdaq cayó fuertemente durante los cuatro primeros días (Composite -10,2% y
Computer -10,9%).
Existen elementos tanto especulativos como racionales que explican el auge de los
valores tecnológicos. En los últimos dos años ha habido una clara recomposición de
cartera a favor de estos títulos, a partir del colapso de los mercados emergentes,
además de las proyecciones de crecimiento de Internet y del comercio electrónico en
todas sus formas.
Las oleadas de bajas que cada cierto tiempo amenazan el boom tecnológico constituyen
un reflejo de los temores de los inversionistas frente a un mercado de tan rápido
crecimiento, y son provocadas usualmente por recomposiciones de cartera hacia
acciones de empresas `tradicionales' (cuyos valores no han crecido en la misma
proporción que las tecnológicas) y activos más líquidos. Muchas de las acciones de las
empresas tecnológicas no entregarán dividendos hasta dentro de unos años, lo que las
hace vulnerables en momentos de poca liquidez en el mercado financiero internacional,
haciendo que los inversionistas vendan parte de sus acciones.
Una eventual caída de los títulos vinculados a las TI no debe ser interpretada como
pérdida de confianza en los beneficios de la nueva economía, sino más bien como una
corrección de precios ante un mercado que ha crecido mucho más rápidamente que las
utilidades esperadas de las empresas que lo componen.
Es importante notar que en este mercado se gestiona una gran parte del financiamiento
de las empresas ligadas al comercio electrónico y las tecnologías de la información. De
esta forma, es posible tomarle el pulso con cierta anticipación a lo que podría llegar a
ocurrir en los mercados latinoamericanos ligados a este sector, aun cuando en
Latinoamérica sólo se encuentran empresas ligadas al comercio electrónico y los
portales regionales como StarMedia y ElSitio.com.
En las bolsas latinoamericanas no se observa aún nada parecido, pero se espera que en
la medida en que surjan nuevas empresas dedicadas a explotar el comercio electrónico y
sus negocios relacionados, los mercados de financiamiento deberán desarrollar
instrumentos adecuados para la capitalización de proyectos innovadores y sin historia.
F.- Evolución del Comercio Electrónico a Nivel Internacional
-
América Latina
Al igual que los demás medios de comunicación masiva que le han precedido, Internet
tiene una prehistoria de más de veinte años, que va desde la creación en 1969 de
ARPANET, la primera red de computadoras, hasta el asentamiento de la word wide web
(1989-93), pasando por el largo proceso de desarrollo de protocolos, browsers, módems
y el hardware requerido actualmente por los distintos actores para participar en el
comercio electrónico.
En su calidad de importador neto de tecnología, América Latina no participó de esta
prehistoria. Sin embargo, al establecer una cronología básica del camino andado por
Internet en la región, se pueden diferenciar claramente tres etapas separadas por los
cambios en la oferta de acceso y contenido local, así como en el número y composición
de los usuarios. Una primera etapa se centra en la expansión del acceso a través de
conexiones vinculadas al mundo académico. La segunda se relaciona con el desarrollo
de contenido local por parte de los principales medios de comunicación tradicionales, y la
tercera, con la llegada del comercio electrónico y el desarrollo de los portales y redes
integradas de acceso regional.
-
Primera Etapa: Acceso (1990-95)
Al igual que en Estados Unidos, los primeros ISPs latinoamericanos eran centros
académicos y de estudio. En 1989 la Universidad Autónoma de México y el Instituto
Tecnológico de Monterrey fueron las primeras instituciones latinoamericanas en
conectarse hacia fines de la década de los ochenta con la NSFnet, el entonces principal
“backbone”10 de Internet en Estados Unidos. Los servicios ofrecidos eran básicamente e-mail y el entonces existente servicio noticioso USNet News.
En 1990 había ya conexiones en Argentina, Brasil y Chile. Al igual que con la televisión
en los años sesenta, los primeros en dar acceso en Chile fueron la Universidad de Chile
(Reuna) y la Universidad Católica (Rdc). En 1993 se habían conectado Venezuela, Perú,
Ecuador, Costa Rica, y al año siguiente lo hizo Colombia.
Durante este período, la población de usuarios se restringía a la comunidad científica y
universitaria, y los contenidos estaban fuertemente limitados por la menor capacidad
tanto de las redes de telecomunicaciones locales como de los PCs de la época, así como
por la estructura monopólica de los servicios de larga distancia. En algunos países como
Brasil o Argentina los cargos de acceso eran prohibitivos, mientras que los distintos ISPs
locales y regionales no estaban conectados entre sí, debiendo canalizar sus flujos de
datos a través de los troncales estadounidenses.
A pesar de las dificultades, la red crecía superando sistemáticamente los pronósticos
especializados. En diciembre de 1993 la revista América Economía publicó su primer
artículo sobre Internet. Durante 1994 los medios de comunicación locales comenzaron a
seguir el fenómeno en sus secciones de ciencia y tecnología. En 1995 hizo su aparición
AT&T Hola, la primera marca regional de Internet. Según la Internet Society, a mediados
de 1995 habían tan sólo 15.000 conexiones en la región, de las cuales 4.000, es decir el
27%, estaban ubicadas en Chile.
-
Segunda Etapa: Contenido Local (1995-97)
El acceso siguió siendo un problema durante los años posteriores. Si bien las telefónicas
ingresaron al mercado a partir de 1996 (en Chile Reuna fue adquirida por CTC y Rdc por
First Com), el hecho que privilegiasen enlaces internacionales no permitió un desarrollo
de redes locales y se tradujo en una conexión todavía lenta y costosa, especialmente en
el caso de países como Brasil, donde la telefonía básica no se privatizó sino hasta 1998.
Sin embargo, empezó a desarrollarse el contenido local a través del ingreso de
numerosos grupos de medios tradicionales como Reforma en México, Clarín en
Argentina y Globo en Brasil. A fines de 1995 había un total de 15 diarios en línea en toda
Latinoamérica. Un año después el número había aumentado a 80 y se calculaba en
58.000 el número de lectores.
La importancia del contenido local demostró en este período ser crucial. Junto con atraer
nuevos internautas más allá del mundo académico, despertó el incipiente interés de los
avisadores y con ello los primeros ingresos financieros provenientes de la publicidad. Los
nuevos cyberdiarios empezaron a desarrollar sus primeros modelos de infomediación,
agregando servicios tales como bolsas de trabajo y avisos clasificados.
A fines de este período ya había más de 162.000 hosts y 2,5 millones de usuarios en la
región, de los cuales un 51% se encontraba en Brasil, un 20% en México, un 10% en
Argentina y sólo un 5% en Chile.
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Tercera Etapa: Masificación (1998-1999)
Esta tercera etapa está marcada por la masificación del acceso a través de una fuerte
competencia entre ISPs, baja en las tarifas de acceso y una creciente sofisticación de la
oferta de contenidos, incluyendo los primeros sitios transaccionales regionales. Esto
último resalta la velocidad de transmisión de los desarrollos de Internet, ya que las
primeras transacciones en Estados Unidos datan de 1994.
En esta etapa comienzan a perfilarse los primeros e-entrepreneurs latinoamericanos,
como el caso del uruguayo Fernando Espuelas (StarMedia), los argentinos Wenceslao
Casares (Patagon.com), Marcos y Marcelo Galperin (Mercado Libre) y Alejandro
Oxenford (DeRemate.com). Todos ellos crean portales horizontales o temáticos y sitios
transaccionales que abren definitivamente el espacio de Internet en América Latina al
comercio.
La tercera etapa marca también la llegada de estos entrepreneurs a Wall Street y al
mundo del venture capital. En mayo de 1999, tres años después de que Netscape
realizara la primera IPO 11 de una empresa de Internet, el portal latinoamericano
StarMedia se abre a la bolsa electrónica en Nueva York (Nasdaq), recaudando US$ 96
millones. En diciembre del mismo año se le une el portal argentino ElSitio.com, que
recauda US$ 150 millones para una expansión centrada básicamente en el Cono Sur.
Los grandes portales e ISPs internacionales como AOL, Yahoo!, PSINet e IFX
comienzan a mirar hacia la región y a tomar posiciones en empresas locales. Business
Week calcula que más de US$ 500 millones en fondos especializados tienen por destino
empresas latinoamericanas.
Mientras el número de usuarios sigue en expansión (más de 10 millones a fines de
1999), los nuevos modelos de negocios enfocados al e-business, incluyendo sitios de
comercio electrónico empresa-empresa, comienzan a monetizar las interacciones en
Internet. Al mismo tiempo, empresas tradicionales comienzan a privilegiar a Internet
dentro de sus planes de expansión. Es el caso latinoamericano tiendas virtuales de
Almacenes Paris y Falabella en Chile, Disco en Argentina o Pão de Açucar en Brasil. Los
bancos brasileños Bradesco e Itaú lanzan sitios que, además de ofrecer servicios
financieros a sus clientes, se transforman en verdaderos portales temáticos que ofrecen
información clasificada, vínculos especializados y conexión gratuita.
Numerosos Estados latinoamericanos como el chileno, el argentino, el brasileño y el
mexicano deciden trasladar su función de compras hacia la red, actuando como e-market
makers atraídos por la transparencia y los ahorros de costos de la red. En total se calcula
que las transacciones a través de la red sumaron en Latinoamérica unos US$ 460
millones durante 1999, de los cuales aproximadamente US$ 250 millones
correspondieron a comercio electrónico entre empresas.
Sin embargo, el fenómeno que más vivamente ilustra la nueva etapa de Internet en
América Latina es el auge de las fusiones, adquisiciones y alianzas estratégicas que
involucran a las nuevas empresas vinculadas al sector.
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El Proceso de Capitalización de las Empresas Regionales
La explosión de las alianzas estratégicas y fusiones y adquisiciones de empresas
latinoamericanas vinculadas a Internet demuestra que la nueva economía se afianza en
la región. La compra del ISP estadounidense Prodigy por la telefónica mexicana Telmex
y las capitalizaciones pioneras de los portales StarMedia y Patagon en 1998 eran las
únicas operaciones de relevancia, hasta que en 1999 comenzó a producirse una
verdadera avalancha que registraba un total de 79 operaciones a marzo del año 2000.
Brasil y Argentina han sido los principales escenarios de este posicionamiento
estratégico. Ambos países concentran más del 54% de todas las fusiones y
adquisiciones de este tipo. Un elemento importante, aparte del demográfico, es el hecho
de que las telefónicas estén prohibidas por ley de ofrecer el servicio de acceso, lo que ha
dado lugar a un mercado de ISPs muy fragmentado. En el caso de Argentina, un factor a
destacar es el número de portales temáticos con despliegue regional desarrollados por
entrepreneurs locales, como es el caso de MercadoLibre.com, DeRemate.com,
ElSitio.com y Patagon.com, adquirida en marzo del 2000 por el Banco Santander Central
Hispano en US$ 585 millones en lo que constituye la mayor operación de este tipo en
América Latina.
Luego de Brasil y Argentina se ubica México, con 16 operaciones correspondientes a 10
ISPs, 3 portales temáticos, 2 sitios de comercio electrónico y un buscador especializado.
Las empresas chilenas ocupan el cuarto puesto, con 6 operaciones (3 portales y 3 ISPs),
y Estados Unidos el quinto con 6 empresas con sede en dicho país pero desarrolladas
por empresarios latinoamericanos y enfocadas exclusivamente a la región, tales como
StarMedia y Viajo.com.
A nivel de los servicios específicos, un 42% de las operaciones correspondió a ISPs, o
proveedores de acceso; un 29% a portales temáticos o especializados y un 14% a
portales horizontales. Buscadores y sitios de comercio electrónico representaron un 6% y
9%, respectivamente.
En cuanto al origen de los recursos, el predominio absoluto corresponde a Estados
Unidos, que protagonizó 53 de las 79 operaciones del período. Los principales cyber-inversionistas de esa nacionalidad son ISPs como IFX y PSINet, fondos como el Chase
Capital Partners, que ha inyectado capital a los principales portales de negocios
desarrollados en el último tiempo, o los inversionistas bursátiles que suscribieron las
IPOs de StarMedia y ElSitio.com, ambas por un total de US$ 255 millones. Muy atrás
vienen los entrepreneurs argentinos, responsables de 11 operaciones, y los grandes
consorcios españoles, con 6, de las cuales 4 corresponden al portal horizontal Terra
Networks de Telefónica de España, y una al Banco Santander Central Hispano, que hizo
su debut en Internet mediante su adquisición de Patagon.com.
A todo lo anterior se debe agregar 23 alianzas estratégicas firmadas en el último tiempo
con el objetivo de consolidar los servicios ofrecidos por portales y sitios especializados
en el consumidor latinoamericano. Las de mayor proyección, en cuanto a la promoción
de la economía digital, son las alianzas firmadas por AOL, Microsoft y StarMedia
Networks. AOL, el mayor ISP del mundo se alió a comienzos de 1999 con el grupo
venezolano Cisneros, dueño de una importante red latinoamericana de medios de
comunicación tradicionales. Microsoft firmó una alianza con Telmex, el gigante telefónico,
para desarrollar un portal horizontal; con VISA Latin America para desarrollar
aplicaciones de comercio electrónico, y con la brasileña Globo para brindar acceso a
través del servicio de TV cable. StarMedia, entre tanto, ha firmado alianzas con
operadores de TV cable, empresas de telefonía celular, retailers, agencias de publicidad
y con multinacionales de la talla de Hewlett-Packard y AT&T.
Todo ello confirma que la etapa “pionera” de Internet en la región comienza a quedar
atrás y que, a partir del presente año, los servicios disponibles para los consumidores
latinoamericanos experimentarán un salto cualitativo y cuantitativo ofrecido por grandes
consorcios integrados.
G.- Evolución del Comercio Electrónico en Chile
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Potencial
Los países latinoamericanos disponen en la actualidad de una poderosa herramienta
para acortar la brecha que los separa de la modernidad. Prácticamente todos,
independientemente de su tamaño, están avanzando en algunas de las áreas que los
especialistas identifican como críticas en su acercamiento a la economía digital que hoy
se expande por el mundo.
Chile es una economía de tamaño reducido, con un grado de desarrollo intermedio y,
desde los años 80, con un importante nivel de integración comercial y financiera al resto
del mundo. De mantener su desempeño económico de los últimos quince años, el
ingreso per cápita de los chilenos debiera alcanzar el nivel de los países desarrollados
en aproximadamente dos décadas.
En materia de comercio electrónico, es posible resumir sus oportunidades de desarrollo
en tres determinantes claves: En primer lugar, la existencia de una moderna
infraestructura técnica y grandes actores del área de las telecomunicaciones decididos a
invertir en el sector.
En segundo lugar, una distribución demográfica de la población chilena proclive a las
tecnologías de la información. La pirámide demográfica sigue invertida en los sectores
jóvenes, la llamada generación del Nintendo, para los cuales el PC es un elemento del
paisaje.
Finalmente, se estima que con una adecuada cuota de creatividad y capacidad de
gestión, Chile es capaz de ubicarse en el grupo de los países de avanzada en materias
de tecnologías de la información e Internet.
Según estudios de la Cámara de Comercio de Santiago, Chile cuenta con un interesante
potencial de absorción de nuevas tecnologías de la información (T.I.), ubicándose entre
los países de desarrollo tecnológico intermedio, junto con Argentina, Croacia, República
Checa, Malasia y Costa Rica, entre un total de 43 países con distintos grados de
desarrollo socio-económico y tecnológico. El potencial de absorción de las tecnologías
de la información viene dado por un stock importante de equipos computacionales, una
amplia infraestructura de telecomunicaciones a costos razonables, y por un porcentaje
de la población relevante al sistema de educación-técnico-universitaria que supera al de
otros países de desarrollo económico similar.
Estados Unidos, con más de un tercio de su población conectada a Internet y ventas
electrónicas en torno a los US$ 150 mil millones en 1999, lidera el índice mundial de
capacidad de absorción de T.I. elaborado por la CCS. Este índice considera indicadores
de acceso a educación técnico-universitaria, disponibilidad y costo de la infraestructura
de comunicaciones, densidad de computadores personales, hosts y usuarios de Internet,
entre otros.
Luego de Estados Unidos se ubican países como Canadá, Finlandia, Suecia, Holanda y
Dinamarca, donde el uso de Internet, la telefonía móvil y la televisión por cable (cuyo
medio de transmisión, el cable coaxial, también se utiliza como soporte de transmisión de
datos) ha alcanzado un gran impacto. Les siguen un grupo de economías desarrolladas
del Asia-Pacífico, compuesto por Singapur, Japón, Australia y Nueva Zelandia, estas dos
últimas favorecidas por una significativa población joven 'informatizada'.
La extraordinaria capacidad de penetración y crecimiento del comercio electrónico está
asociada a su enorme potencial para ahorrar costos al ciclo de negocios y para mejorar
la productividad, logística y servicio al cliente.
Las significativas mejorías de las cadenas de distribución, por ejemplo, permitirían
reducir en una cuarta parte los inventarios de las empresas que comercializan productos
físicos.
En algunas actividades, los ahorros en costos de distribución resultan dramáticos: la
venta de pasajes aéreos vía Internet reduce en un 87% los costos de distribución,
mientras las transacciones bancarias ahorran casi un 90% por este concepto, el pago de
cuentas un 68% y la distribución de software se abarata un 98%.
De acuerdo a datos compilados por la OECD, hacia el año 2005 un 60% de la venta al
por menor de acciones se realizará por vía electrónica, un 36% de las cuentas regulares
serán pagadas por Internet, mientras los canales electrónicos explicarán un tercio de las
ventas de software, la cuarta parte del correo entre empresas, y el 20% de las compras
de libros, videos y automóviles.
A nivel macroeconómico, en tanto, los menores costos disminuyen los precios al
consumidor y los aumentos de productividad inducen un mayor crecimiento económico,
mientras las pequeñas y medianas empresas mejoran su competitividad y los procesos
de integración internacional se tornan más rápidos y eficientes.
EL MERCADO DE LAS TI EN CHILE
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Ventas de la Industria de TI
El mercado de las tecnologías de la Información está compuesto por todas las empresas
dedicadas a la venta de hardware y software, incluyendo dentro del primero a los
computadores, impresoras y todo tipo de componentes y accesorios.
De acuerdo a antecedentes de la ACTI, en los últimos diez años las ventas anuales en
este mercado se han casi triplicado, pasando desde los US $362 millones de 1989 hasta
poco más de US$ 1.000 millones en 1999. Estas cifras son un reflejo de la paulatina
incorporación de tales herramientas a las empresas y los hogares. Al tercer trimestre de
1999, el número de personas empleadas en la industria de las TI alcanzó a las 6.130
personas.
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Parque de Computadores
De acuerdo a cifras de IDC, el parque de computadores personales en Chile alcanzó a
unas 790 mil unidades en 1999, lo que equivale a poco más de 50 PC's por cada 1.000
habitantes, en relación a 31 PC's por cada 1000 habitantes registrados en 1996.
Respecto a los demás países sudamericanos, Chile presenta una elevada penetración
de computadores, por encima de países como Argentina, México, Venezuela, Colombia y
Brasil. Sin embargo, estas cifras se ubican muy por debajo de las que se observan en los
países con mayor desarrollo en tecnologías de la información. A modo de ejemplo,
Finlandia presenta una densidad de 354 computadores personales por cada 1.000
habitantes, Nueva Zelandia 320, y Singapur 316.
El parque de computadores personales en Chile se encuentra localizado en un 30% en
los hogares y en un 70% en empresas y entidades educacionales y gubernamentales.
De la mano de obra ocupada sólo un 19% trabaja con computadores y un 10% dispone
de computador en su hogar.
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Inversión en TI
La inversión per cápita en TI incluyendo al sector de comunicaciones (TIC) alcanza a
US$ 58, superior al promedio latinoamericano de US$ 45, pero muy inferior a los US$
118 del promedio mundial.
Esta misma relación se cumple en el caso del porcentaje del PIB invertido en TI.
En Latinoamérica, Brasil presenta el mayor nivel de inversión sobre su PIB, con 1,17%,
Chile alcanza al 1,06%, Colombia el 1,04%, México un 0,85%, Argentina un 0,68% y
Venezuela con un 0,53%. Estos niveles se encuentran lejos de los exhibidos por países
como EEUU (2,8%), Nueva Zelandia (2.7%), Inglaterra (2,3%) y Singapur (2,2%), lo que
sugiere una falta de convicción o conocimiento por parte de los países latinoamericanos
respecto de los beneficios de las TI como instrumento de generación de mayor riqueza.
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Gasto Público
La participación de las TI en el gasto público constituye un indicador de la importancia
que el gobierno de un país asigna a la inversión en nuevas tecnologías en función de
mejorar la eficiencia de los servicios que presta. En Chile, aunque esta cifra aumentó
fuertemente de 1993 a 1996, se sitúa en valores inferiores al 8%, que es similar a la
proporción de México, pero bastante inferior a la participación de Brasil y Argentina
cuyos niveles se ubican del orden de un 10% para el primero y entre 15 y 18% para el
segundo. Con países desarrollados la diferencia es aún mayor. Sólo Canadá y Estados
Unidos tienen un gasto en TI como porcentaje del gasto público total que se sitúa en
torno al 30%.
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Sector Privado
El sector privado y el sector autónomo del Estado representan el 93% gasto en TI del
país. Mayoritariamente las empresas dedican estas tecnologías a la administración
general, el sistema contable, la facturación de compras e inventario, la gestión del
personal, la gestión financiera, el control de sistemas productivos y la creación de base
de datos.
Los principales sectores intensivos en TI son los servicios financieros, seguros, AFP e
Isapres.
A nivel general, se observa que una baja proporción de las empresas utiliza
intensivamente las TI en actividades críticas para sus negocios.
Una muestra de aquello es la baja cantidad de computadores conectados en red y la
baja cantidad de empleados que utilizan e-mail en sus empresas respecto de la realidad
latinoamericana. Brasil tiene un 85% de los computadores conectados en red, Argentina
el 84%, Colombia el 80%, Venezuela el 73%, Chile el 66% y México el 63%. En términos
del porcentaje de empleados que usan e-mail, Chile tiene el nivel más bajo entre los
principales países de la región. Argentina alcanza un 67%, Colombia un 60%, Brasil y
Venezuela un 59%, México un 53% y Chile un 42%.
Infraestructura
En Chile se observa una rápido aumento en la cobertura de las redes digitales. A
comienzos del 2000 ya existían al menos 10 redes corporativas que conectan a los
servicios públicos (Impuestos Internos, Aduanas, Registro Civil y Ministerio del Interior)
con las redes digitales propietarias del sector financiero, las que han tenido un
crecimiento progresivo a comienzos de década y explosivo a partir de 1998, gracias al
acceso a Internet.
En el ámbito privado, según Reuna existen 23 proveedores de servicio de acceso a
Internet (ISP) incluyendo a independientes, operadores telefónicos tradicionales, y
portadores de larga distancia e ISP's que operan en Chile desde el extranjero gracias a
convenios con portadores.
Dado que las conexiones a Internet se pueden realizar desde línea de telefonía fija e
inalámbrica, resulta relevante el hecho de que la telefonía fija del país cuente con una
tasa de cobertura de 200 líneas por cada 1.000 habitantes, mientras en el ámbito de la
telefonía inalámbrica la cobertura alcanzaba a 2 millones 260 mil aparatos a diciembre
de 1999.
Por otra parte, Santiago cuenta con 4 anillos de fibra óptica que alcanzan a atender
todas las necesidades de telecomunicaciones de la ciudad. Asimismo, existen dos redes
de fibra óptica que atraviesan todo el país, cuyos servicios se arriendan a quien los
requiera, entre ellos, los ISP.
A lo anterior se debe agregar la infraestructura generada por proyectos de alto impacto,
como la red educacional Enlaces del Ministerio de Educación, que contempla la
introducción masiva de computadoras de última generación, redes, Internet, multimedia y
software educativo en los establecimientos escolares.
El Costo de Acceso
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Definiciones
Se conoce por ISP (Internet Service Provider) a las empresas prestadoras de servicios
de conexión a la Web. El acceso a Internet se puede realizar a través de dos vías. Una
línea telefónica conmutada (puede ser de telefonía fija o celular) o una línea dedicada
(telefónica o cable).
Las señales conmutadas van desde el cable telefónico a la central, de ahí al proveedor
de Internet y de éste a la Web. Las señales dedicadas, en cambio, van directamente
desde el cable telefónico al proveedor de Internet y de éste a la Web. En términos
técnicos, la línea dedicada es más expedita que la conmutada y suele tener mayor
rapidez. En términos económicos, si bien la línea dedicada tiene un costo más alto, está
eximida del pago de Servicio Local Medido (SLM), por lo tanto el tiempo de conexión
deja de ser una variable económica relevante.
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Proveedores de acceso
El mercado de ISP en Chile estaba constituido por 23 operadores en marzo del 2000,
entre las más importantes destacan: Cybercenter, CMET, Entel Internet, FirstComNet
(antes RDC), Imaginativa, Manquehue , NetExpress, NetUp, PSINetline, Qualcom (antes
Chilesat), Terra Networks (antes Reuna, CTC Reuna, CTC Internet), IFX (Únete y
Tutopia), y VTR Internet.
El mercado chileno de servicios de conexión a Internet se caracteriza por ser complejo y
variado en términos de configuraciones y planes tarifarios. Existen soluciones para las
familias, económicas para quienes puedan navegar de noche, para pequeñas, medianas
y grandes empresas. Todos los planes incluyen e-mail y los softwares de navegación
respectivos. Algunos incluyen más de una casilla e-mail, otros diferencian su producto
ofreciendo mayor espacio en disco para almacenar los e-mail o la posibilidad de construir
páginas propias con su correspondiente espacio en disco. Algunos ofrecen mayor
velocidad de conexión o planes de pago por adelantado, contratos a plazo fijo, pago
automático de cuentas, soporte en línea las 24 horas del día todos los días del año, etc.
Por lo tanto un análisis de tarifas para el acceso a Internet requiere de un minucioso
análisis previo.
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Decreto 187
La publicación del Decreto 187 de la Subtel de 4 de mayo de 1999 (D.O. 21.08.99),
estableció tres puntos centrales respecto de las tarifas cobradas a los usuarios de
Telefonía e Internet.
En primer lugar, el decreto fijó las tarifas máximas que cada compañía puede cobrar por
sus servicios. En segundo, se creó el concepto de Tramo Local, el cual fijó las tarifas de
acceso que las compañías de telefonía móvil y rural deben cobrar a las demás
compañías telefónicas. Adicionalmente, estableció el cobro de dicho Tramo Local por
parte de las compañías telefónicas a los ISP. Los valores del Tramo Local son también
conocidos como SLM IP y corresponden al 50% del SLM, ya sea en horario normal o
económico. El tercer punto central del Decreto 187, es que a partir del 1 de febrero de
2000 las compañías deben efectuar sus cobros en segundos.
Los cambios en la normativa tarifaria tuvieron por dar un fuerte impulso al uso de Internet
en Chile.
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Costo de acceso
El mercado de acceso a Internet experimentó dos eventos decisivos entre 1999 y
comienzos del 2000, y que significaron cambios fundamentales en su estructura
competitiva. El primero es la publicación del Decreto 187 y el segundo es la aparición de
ofertas de Internet gratis. Ambos factores afectaron drásticamente los costos de acceso.
Antes del Decreto 187 los cobros se hacían en minutos y eran más elevados, como se
aprecia en el gráfico. Para un estándar de navegación mensual de 20 horas en horario
normal, el costo de una alternativa promedio en Marzo de 1999 era de $ 26.400,
correspondiente en un 47% a cargos de telefonía local y en un 53% al pago a los ISP. En
septiembre del mismo año, con el decreto vigente, el costo promedio disminuyó a
$ 16.706 (con una relación entre telefonía e ISP similar a la anterior), mientras que a
partir de febrero el costo bajó a $ 7.706 en aquellas alternativas que incluyen Internet
gratis. En este último caso, el costo total corresponde a los cargos de telefonía local.
Hora existen los planes llamados de “Tarifa Plana” que consisten en un plan con conexión ilimitada a internet, con el SLM incluido. Existen dos tipos tarifa plana, en horario economico y en todo horario fluctuando sus precios entre los $ 9.900 (Entel) y $ 15.900 (Chilesat).
Recientemente la empresa Terra lanzo un plan de $ 18.000 que trae una linea telefonica solamente para internet, con tarifa plana ilimitada.
*** Para todos los cálculos se usó el menor valor de SLM IP según Decreto 187 de la Subtel, que corresponde al valor de Telefónica CTC Chile.
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Hogares
Como los usuarios y las necesidades de navegación son variadas, el mercado también
se ha ajustado a esta realidad, haciendo que cada ISP se posicione en ciertos nichos
específicos de mercado.
Si bien el mercado de empresas aparece con el mayor potencial a futuro, en el mercado
de las personas o las familias se identifica un interesante nicho de negocios, sobre todo
para aquellos sitios o portales que basan su fuente de negocios en el volumen de visitas.
En este segmento la nueva modalidad de conexiones gratuitas por parte de los ISP
adquiere un gran atractivo, en especial si las conexiones son hechas en horario
económico.
En el mismo caso, si una familia se conecta 20 horas mensuales en horario normal, el
costo mensual a pagar varía entre $ 6.480 y poco más de $ 24 mil.
Algunas diferencias de precios pueden reflejar distintas velocidades de acceso a Internet.
En otros casos las diferencias de precios se pueden deber a convenios entre un ISP y
una telefónica local, como es el caso de Tutopia, que mantiene un convenio con
Telefónica CTC Chile para cobrar SLM IP, es decir, aquellas conexiones que se hagan
desde la red fija de CTC pagan SLM IP, en cambio si la conexión es hecha desde otra
red fija, el cobro de conexión telefónica se hace a valor SLM. Esto se debe a que Tutopia
es un ISP con base en EE.UU. y por ende no rige para él la normativa de la Subtel, ya
que la conexión a Internet se hace fuera del territorio nacional. Caso similar es el del ISP
Surfree.
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PyME
Para efectos de determinar el costo de acceso de la PyME se consideran aquellos
planes que no requieren grandes pagos mensuales, que están diseñados para menos de
seis usuarios y que usan el sistema de telefonía conmutada.
Se observa que los costos típicos van desde $ 9.900 a $ 32.694, dependiendo de las
modalidades de pago, del número de usuarios, del cobro del tramo local, de limitaciones
horarias dentro del horario normal, de la restricción de acceso a contenidos
internacionales y de la velocidad de respuesta, ligada al ancho de banda.
Los dos sistemas más caros ofrecen un ancho de banda mucho mayor para sus
conexiones y por ende una velocidad de respuesta significativamente superior.
En promedio, los planes que incluyen una porción de costo variable tenían un costo
mensual levemente superior a los $ 27.500 a marzo del 2000, mientras los planes
ilimitados promediaron $ 17.400 y aquellos que incluyen restricciones horarias (dentro
del horario normal) se situaban en poco más de $ 16.000.
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Grandes Empresas
Para las empresas de mayor tamaño (grandes, medianas-grandes), las ofertas de
conexión dedicada son las más convenientes. En este mercado la oferta de mejor
relación costo/velocidad de acceso se encontraba disponible sólo en la comuna de La
Florida a marzo del 2000. Se trata de un servicio a través del cable de televisión de gran
ancho de banda.
Nuevamente las diferencias de precio se explican por los mismos factores que afectan el
costo para la PyME, como la velocidad de respuesta y el número de conexiones. Todas
las alternativas consideradas soportan más de 20 usuarios.
También existen diferencias en los valores mensuales que se deben pagar al ISP.
Algunos de los planes más eficientes requieren de mayores pagos mensuales.
Si se comparan los precios de acceso a Internet por segmento de mercado, se observa
las grandes empresas enfrentan los precios más bajos por usuario, teniendo además
mejores planes. Estos últimos ofrecen servicios anexos, como espacio para página web,
pero además entregan un mayor ancho de banda para las comunicaciones, lo que se
traduce en una mayor rapidez de respuesta en la Web.
Midiendo a los tres segmentos de mercado con la misma vara, es decir, estandarizando
todos los precios a pagos de un mes, por un usuario, para veinte horas de conexión al
mes y considerando en todos los casos el menor valor disponible, se concluye que la
gran empresa tiene acceso a Internet a costos considerablemente bajos en relación a la
PyME, cuyas condiciones no difieren significativamente de las de los hogares. Este
último segmento, sin embargo, tiene la opción de conectarse en horario económico, al
costo más bajo disponible en el mercado.
Iniciativas Legales
Un enorme debate valórico y técnico se está desarrollando en todo el mundo, en
relación a los deberes y derechos de los internautas. Durante su primera etapa de
introducción a las nuevas tecnologías, los países enfrentan una serie de situaciones
que perjudican y retrasan la su incorporación plena a la economía digital: la
distribución desigual de la infraestructura de información; los elevados costos de
acceso; la falta de garantías para el usuario individual en materia de seguridad,
privacidad y confiabilidad de las transacciones electrónicas.
Algunas de estas situaciones se relacionan con el marco regulatorio del sector de
telecomunicaciones, contenido en el caso de Chile en la Ley General de
Telecomunicaciones y las distintas ordenanzas y normas técnicas complementarias.
Otras, con la necesidad de adecuaciones legales que sancionen los derechos y deberes
en una transacción electrónica, en el marco del Código de Comercio y del Código Civil,
entre otros
A continuación se hace un repaso a cada uno de estos temas, analizándolos de manera
comparativa con la experiencia de otros países:
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Economía Digital: el derecho y las transacciones electrónicas
El referente básico en materia de legislación ad hoc para el comercio electrónico es el
proyecto UNCITRAL de las Naciones Unidas, cuya finalidad es otorgar los principios
generales y básicos para un marco legal que ampare las operaciones comerciales
realizadas digital o electrónicamente. Dado este propósito, de por sí complejo, sus 15
artículos generales y 2 referidos al transporte de bienes son lo suficientemente neutros y
flexibles como para facilitar su incorporación a las legislaciones nacionales. En América
Latina el único que lo ha hecho es Colombia, que dispone de un proyecto de ley de
comercio electrónico basado en UNCITRAL y adaptado a la legislación local, el que se
encuentra en avanzado estado de discusión parlamentaria. Otros países que exhiben
algún grado de avance en relación a la adecuación jurídica en pro del comercio
electrónico son Argentina y México.
Si consideramos los casos de Argentina, Chile, Colombia y México, encontramos que la
mayoría ha implementado leyes o reglamentos dirigidos a resguardar la privacidad en las
transacciones electrónicas, la protección del consumidor y la propiedad intelectual. Un
menor avance se aprecia en materia de disposiciones orientadas a la promoción del uso
de estas nuevas herramientas y la validez del documento electrónico, lo que involucra
aspectos de seguridad y certificación de los actores y sus transacciones.
Entre los países desarrollados, se observa una clara frontera entre la conceptualización
de la problemática digital en el derecho románico-napoléonico imperante en Europa
Continental, y el derecho anglosajón (common law). Ambas adoptan posturas
encontradas, pudiendo caracterizarse la visión europea como más proclive a la
articulación de complejos sistemas de sanción y monitoreo directo de la autoridad
estatal, y la postura sajona a la autorregulación y la promoción de prácticas
empresariales aceptables y consensuadas.
Esto podría ser especialmente válido para países como Chile, que han ingresado a la
modernidad económica básicamente a través del protagonismo del sector privado y un
rol subsidiario para el Estado, que necesitan solidificar la capacidad innovadora de los
individuos y los mecanismos de transferencia tecnológica en un contexto de relativo
retraso respecto de los países líderes.
Adicionalmente, la naturaleza misma de la nueva economía plantea el desafío de
desarrollar una coordinación efectiva de los sistemas legales nacionales, a fin de que
éstos tengan alguna validez y viabilidad en un entorno que es esencialmente global. Es
la duda que sacude a todos los cyberconsumidores que ingresan a un sitio comercial
ubicado en el extranjero. ¿Quién me protege en caso de una falla en el sistema? ¿Qué
mecanismos de arbitraje o mediación rigen en este entorno?
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Los contratos y los derechos individuales en la era digital
El denominador común en cualquier transacción comercial es la existencia de un
contrato, de un acto jurídico bilateral que crea obligaciones y derechos. El contrato
tradicional debe cumplir con requisitos tales como voluntad (o consentimiento) de las
partes, objeto del contrato, causa del mismo y, en algunos casos, la inclusión de ciertas
solemnidades como la escrituración y firma autentificada.
Existe una importante discusión sobre la validación de los contratos electrónicos. En
líneas generales éstos cumplen con la mayoría de los requisitos de validez que rigen
para los contratos estándares, si bien contienen algunas áreas grises que plantean
desafíos importantes a la tarea legislativa.
En primer lugar, tratándose de una comunicación a distancia, a través de un medio
especialmente ambiguo en materia de territorialidad, identidad de los participantes y
duración de la transacción, existe todo un debate en torno a cuándo y cómo surge el
consentimiento.
Respecto de las solemnidades, en el caso de la legislación chilena se exige para los
actos patrimoniales, particularmente la venta de inmuebles, escritura pública ratificada
ante notario. Para que los contratos electrónicos pudiesen abarcar este tipo de
transacciones se debe contar con una autoridad certificadora encargada de autentificar
su veracidad y exactitud, y que funcionarían utilizando los poderosos medios de
encriptación disponibles.
Adicionalmente, gracias a los avances electrónicos, existen firmas digitales, es decir,
mecanismos que permiten atribuir la autoría de un documento a cierta persona a través
de claves que los computadores comparan matemáticamente con llaves de tipo digital,
los que pueden ser incorporados mediante meras inserciones en la legislación probatoria
nacional. Ello permitirá dar las garantías contractuales a las prestaciones estipuladas en
una transacción electrónica.
Cabe precisar que un número importante de las transacciones que tienen lugar en
Internet son contratos de adhesión, es decir, el oferente establece las condiciones y
términos del contrato en su página web, de manera que los interesados se limitan a
aceptarlos incondicionalmente mediante un e-mail, sin que exista una verdadera
negociación. Los contratos de adhesión son cada vez más comunes debido a su facilidad
de utilización, que agiliza y simplifica las transacciones.
Sin embargo, no es sólo frente al tema contractual donde los internautas enfrentan
grados importantes de incertidumbre. Al ingresar en cualquier sitio web, tenga o no fines
comerciales, es común que se invite al visitante a ingresar datos de tipo personal, con el
consiguiente problema de que esta información se almacena en bases de datos que
técnicamente no están bajo control de autoridad alguna.
La proliferación de bases de datos personales puede entrañar un daño importante a la
privacidad de las personas, un valor central en las sociedades liberales, por lo cual
numerosos países han adoptado ya cuerpos legales que regulan el funcionamiento de
éstas. La tendencia es a considerar a la persona como titular de sus datos e información
personal, de forma que sólo su consentimiento explícito permita recolectarlos y
procesarlos con fines comerciales o de otro tipo.
Finalmente, la naturaleza de la economía digital conlleva a una nueva conceptualización
de lo que es propiedad intelectual e industrial. El hecho de que el componente
elemental de la red (la información digitalizada) sea fácilmente copiable, replicable y re-transmitible
a través del planeta plantea un duro desafío a industrias tales como la editorial, la discográfica o la de software. Existe un saludable debate en torno a si la
difusión del formato MP3 favorece (y democratiza, según sus promotores) la creación
artística o por el contrario supone un golpe letal a la industria discográfica. La ley de
Derechos de Autor estadounidense se basa en la doctrina del uso adecuado (fair use
doctrine). Esta consiste básicamente en la libre disponibilidad y uso de información bajo
un cierto número de circunstancias, mucho más numerosas de las que serían
permisibles bajo un régimen legal basado sólo en la propiedad intelectual o los derechos
autorales.
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Marco Regulatorio y garantías legales para el comercio electrónico: el caso chileno
En Chile existen alrededor de 20 proveedores de servicio de acceso a Internet (ISP),
incluyendo a independientes y operadores telefónicos tradicionales, y una población
estimada en torno al millón de usuarios a marzo del 2000, cuatro veces más que en igual
mes del año anterior.
Este aumento reciente da cuenta de los esfuerzos del gobierno y de la autoridad
reguladora por crear un marco que promueva el acceso masivo a Internet, así como la
existencia de un mercado competitivo y moderno de proveedores de acceso. Conviene
recordar que, dentro del marco regulatorio de las telecomunicaciones, el acceso a
Internet tiene un componente desregulado y otro regulado, este último dado por la relevancia que todavía tiene la red telefónica local para los ISPs. Si bien el mercado de
Internet en Chile no es monopólico ni existen barreras naturales o legales al ingreso de
nuevos operadores, es en el acceso al usuario final donde se observan limitaciones
dadas fundamentalmente por la concentración de la infraestructura de las redes de
telefonía básica, insumo fundamental para los ISPs. Existe por tanto un espacio para
posibles distorsiones y un área potencial de intervención reguladora.
Un hito fundamental en materia de costos de acceso lo constituye la dictación del
decreto tarifario de la Compañía de Telecomunicaciones de Chile, que introdujo el
concepto de Tramo Local, disminuyendo en más de un 60% el costo de uso de red en el
caso del servicio de acceso conmutado.
La dictación de Norma Técnica de Intercambio Nacional de tráfico Internet corrigió otra
distorsión que impedía el desarrollo eficiente del servicio, debido a la ausencia de un
sistema de conexión eficiente entre los distintos ISPs. A ello se le agrega la nueva
norma de transmisión, que permitirá a las empresas ampliar el conjunto de tecnologías
para prestar servicios de transferencia de datos, en particular lo relativo a los nuevos
protocolos de comunicación.
Por último, se debe mencionar el proyecto de ley que modifica el Fondo de Desarrollo
de las Telecomunicaciones para que éste pueda facilitar la instalación de Telecentros
Comunitarios de Internet. Este programa, existe desde 1994, ha permitido dotar de
telefonía pública a localidades apartadas y de bajos ingresos, mediante el otorgamiento
de subsidios fiscales. Una vez aprobada la ley, se podrá llamar a concurso a empresas
interesadas en instalar los Telecentros.
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Avances jurídicos y promoción del Comercio Electrónico en Chile
Más allá de evaluar la necesidad de regulaciones y leyes de incentivo a la prestación de
servicios de acceso, es evidente la necesidad de evaluar el estado de avance en las
adecuaciones jurídicas para promover el uso de Internet en la población.
En Chile ya existe normativa relativa al documento electrónico en ciertas áreas,
algunas vinculadas directamente al comercio electrónico. Estas han sido creadas
principalmente mediante la facultad reguladora de las autoridades administrativas, sin
perjuicio de algunas leyes existentes. De esta forma, la planilla de los fondos de pensión,
la cotización de los seguros de salud, los pagos electrónicos bancarios, las declaraciones
de importación y exportación y los pagos de derechos aduaneros y, por último, las
declaraciones de impuesto a la renta, han iniciado un proceso de validación en formato
digital que se ha acelerado a partir de junio de 1999, fecha en que el gobierno chileno
emitió un Decreto que regula la utilización de la firma digital por los órganos de la
administración pública.
Otro paso importante fue la publicación de la Ley de Protección de Datos Personales a
fines de 1999. Entre otras cosas, la ley establece la necesidad del consentimiento de las
personas para que se haga uso de sus datos personales, así como la obligación, por
parte de las empresas de venta directa, de implementar sistemas destinados a entregar
al titular de los datos la información que éste requiera. No dispone, como en Estados
Unidos, de un mecanismo de lista postal a la cual las personas se pueden inscribir para
ser retiradas de las listas de distribución de material de venta directa.
Pese a que existe una aparente urgencia por legislar el Comercio Electrónico, el sentido
común lleva a pensar que un excesivo entusiasmo puede ser perjudicial para la
innovación y la iniciativa privada.
Un área central para que las iniciativas legales relacionadas con la economía digital
tengan validez práctica es la capacitación y equipamiento del Poder Judicial en materia
de informática. Este es un problema que afecta prácticamente a todas las naciones.
Chile se encuentra a medio camino de una reforma procesal penal de gran envergadura,
cuyo éxito depende en un grado importante de su adecuación a las nuevas tecnologías
de la información.
H.- Consideraciones Personales
Tal como hoy se conoce, la economía digital (e-business o la nueva economía) y su cara más visible, Internet, son el resultado de una larga revolución tecnológica que comenzó el siglo pasado con la transistorizacion de componentes.
Internet hoy en día es un resumen de todos los medios de comunicación que hasta hoy el hombre ha creado, es banco, tienda, diario, revista, un mercado con un sin numero de clientes constituido por una inmensidad de bienes y servicios. Todo esto en constante expansión, derribando las barreras de tiempo y lugar, generando una globalización cada vez más amplia y traspasando todo tipo de actividades entre las naciones en forma integral.
Hasta hace poco nuestro país ha seguido estos avances desde un punto de vista más observador que participante, lo que esta cambiando drásticamente gracias a la accesibilidad que se le esta dando a Internet en este momento, esto, eso si adaptando las tecnologías a nuestras propias formas dado el ciclo económico y el nivel de infraestructura con que contamos. A pesar de esto se puede ya medir la inserción que tiene Chile en este campo, ya sea por la competitividad de sus empresas o por el grado de acceso de las personas a esta.
Por lo que esta década será para nosotros critica ya que las formas clásicas de hacer negocio, tanto interna como internacional, serán cambiadas en 180º destruyendo los paradigmas tradicionales. La creación de redes de empresas en Internet, la facilidad para adquirir productos mas baratos por la red, la forma en que clientes y proveedores se encontraran mas rápida y fácilmente en Internet a través de portales especialmente diseñados para eso, cotizaciones presupuestos, traspasos, la gradual eliminación del papel moneda, la accesibilidad que tendrán los gobiernos gracias a la modernización del aparato publico, la redefinición de los conceptos local y global, etc., etc.
El grado de avance que ahora tiene Internet es solo una muestra de lo que va a legar a ser, transformándose en el territorio para la globalización, creando nuevos nichos de negocios, así como también será un lugar donde caerán empresas habrán perdedores y bajas de empleo.
Centrándonos en Chile yo creo que todavía falta una cultura WEB, o sea eliminar el pensamiento de “ Hay que estar en Internet, no se porque, pero hay que estar “, ya que el hecho de “estar” no garantiza en lo absoluto ni mayores, ventas ni nada parecido. Es mas, a veces se transforma en un gasto mas que podría ser obviado, existe una estadística que dice que para el 2002 el 95% de las empresas nuevas en Internet habrán quebrado, lo que confirma lo anteriormente dicho.
A mi parecer para poner un negocio virtual hay que encontrar una necesidad (igual que en la forma clásica) que se pueda satisfacer en mejor forma a través de la red, con esto no me refiero a negocios ya montados que además comercialicen sus productos por Internet (como Fallabella o similares), sino que a nuevos negocios como por ejemplo Bazuka.com que ha tenido un gran auge ya que es una idea innovadora y muy bien gestionada ( ellos llevan películas, DVD, comida, bebidas, bebidas alcohólicas, cigarros, etc, a la casa en menos de 1 hora y además retiran el producto después), o también otro ejemplo seria Amazon.com que es la mayor empresa de venta de libros por Internet, y además una de las mas rentables entre todos los e- Business. Mirando en América Latina y mas cerca aun, en Argentina encontramos a Patagon.com que es un portal de finanzas que inicio un joven y que ahora esta valorado en varios millones de dólares y operando en toda América Latina. Esto muestra que este tipo de ideas innovadoras tienen un gran potencial si son explotadas por Internet, ya que cubren un mercado todavía en pañales y si logran posicionarse de manera efectiva tendrá un éxito casi asegurado.
Otra consideración que puedo hacer es acerca del proceso de globalización que si bien por un lado achica las brechas entre naciones, personas, empresas o lo que sea; por el otro lado la accesibilidad a las tecnologías privilegia a las naciones mas desarrolladas, a las familias de mayores ingresos y a las empresas más grandes. Esto lleva un alto riesgo a cuestas ya que la competitividad se ve seriamente dañada.
Por las características geográficas de nuestro país, en la que los proveedores pueden estar en Arica y los clientes en Chiloe, este medio de comunicación facilita en gran medida el acercamiento de estos, siendo más barata, rápida y eficiente la comunicación de ambos.
Para bien nuestro estamos en una etapa de masificación, lo que trae consigo una guerra entre los proveedores de ISP trayendo un beneficio para los usuarios ya que las tarifas son cada vez mas bajas, lo que contribuye a que cada vez se “conecte” mas gente.
Desde el punto de vista de mi carrera el comercio electrónico va a jugar un papel fundamental ya que seremos nosotros los que estaremos ahí, trabajando con estas tecnologías, muy posiblemente trabajando en empresas que estén en línea, por lo que todo lo aprendido hasta ahora habrá que aplicarlo a este tipo de comercio, ya sea marketing, en el futuro las e-leyes, y todo lo demás. Al ir el comercio electrónico de la mano con la globalización, los niveles de perfeccionamiento que tendremos que ir haciendo durante nuestra vida serán muchos, por el hecho de comerciar con otras naciones con sus diferentes culturas y formas de hacer las cosas.
Otra apreciación de nuestra carrera es que al ser ingenieros de ejecución, nos vamos a desempeñar en el nivel “practico” del mundo de los negocios por lo que la influencia de este nuevo tipo de economía nos llega en forma directa y si no seguimos las tendencias y adaptamos nuestros conocimientos a este paradigma, quedaremos obsoletos antes, incluso, de entrar al juego.
Es tan importante este cambio que los economistas lo comparan con el cambio que produjo la revolución industrial, y yo personalmente creo que es mas importante porque si bien la revolución industrial trajo cambios tecnológicos fundamentales como la mecanización, esta revolución ha sido mucho mas dinámica, batiendo cada vez mas rápido las barreras tecnológicas, uno no alcanza a tener un tipo de tecnología sin que ya aparezca otra que deje a la anterior obsoleta.
Por ultimo quisiera decir que este es un tema que tiene para mucho debate y divisar los alcances y las implicancias que tiene en la vida diaria de una persona, una empresa, un profesor o un estudiante, es muy complejo para ser analizado en un solo trabajo.
Indice
A.- Efectos Macroeconómicos.
B.- Impacto en el Mercado Laboral.
C.- Políticas de Desarrollo de las Tecnologías de Información (TI) a nivel mundial.
D.- Comercio Electrónico, E- Business.
E.- Actores y Tendencias de la Nueva Economía.
F.- Evolución del Comercio Electrónico a Nivel Internacional.
G.- Evolución del Comercio Electrónico en Chile.
H.- Consideraciones Personales.
I.- Bibliografía.
Bibliografía
-
Neoplanet: www.neoplanet.com
-
Club Empresa: www.clubempresa.com
-
Cámara de Comercio de Chile: www.ccs.cl
-
Entel Chile: www.entelchile.net
-
Terra: www.terra.net
-
Chilesat: www.chilesat.cl
-
Diario Estrategia: www.estrategia.cl
-
Patagon: www.patagon.cl
-
Altavista: www.altavista.com
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Enviado por: | Rodrigo Stagnaro Calcagni |
Idioma: | castellano |
País: | Chile |