Tecnología


Comercio Electrónico


A.- EFECTOS MACROECONOMICOS

La introducción y masificación de las tecnologías de la información (TI) está produciendo

una revolución sin precedentes que afecta completamente la forma en que hasta hace

muy poco se realizaban las transacciones económicas, la producción de los bienes y

servicios y la gestión de las empresas, así como los hábitos de consumo de las personas.

Los efectos de esta transformación son múltiples, variados y complejos para la economía

de los países. Muchos de éstos son beneficiosos, sin embargo, este cambio no está

ajeno a costos importantes.

Se estima que la revolución de las TI ayudará a incrementar significativamente el

producto potencial al generar cambios permanentes tanto en la estructura productiva y

en las cadenas de distribución de los bienes y servicios, como en la gestión de las

empresas y en la forma que éstas realizan sus negocios. Lo anterior se traduce en una

reducción de costos y una mayor eficiencia de la economía, que afecta tanto a los

sectores directamente relacionados con la producción y comercialización de las TI, como

al resto de la economía. Un mayor producto potencial implica que los países pueden

crecer en forma más acelerada sin generar presiones inflacionarias.

Adicionalmente, la reducción permanente de los precios de esta industria ha contribuido

en forma creciente a la reducción de la inflación.

  • Efecto Directo sobre el crecimiento

El primer efecto de la introducción de las Tecnologías de la Información lo constituye la

creación o ampliación de la industria asociada al propio sector de las TI que aporta valor

agregado y, por tanto, participa del Producto Interno Bruto. La constante y creciente

mejoría de las capacidades tecnológicas y de procesamiento de datos, junto a la baja

sostenida con que han evolucionado los precios de sus productos, ha permitido a este

sector ingresar a una etapa de explosivo crecimiento en términos de su difusión y valor

agregado.

Estados Unidos, país líder en la introducción y masificación de las TI, ha mostrado un

constante aumento de la participación de este sector industrial en el PIB. Desde la última

parte de la década de los 60 hasta mediados de los 80, este sector representó entre un 4

y 5% del PIB. Con la entrada del computador personal a los negocios y el hogar, la

participación aumentó 1,2% entre 1985 y 1990 hasta alcanzar 6,1% del PIB. La apertura

comercial de Internet propició un salto aún mayor en la importancia de este sector en la

economía, pasando de un 6,4% en 1993 hasta cifras superiores al 8% a fines de la

década.

En otras palabras, la mayor capacidad y calidad de los equipos para resolver problemas,

y los menores precios han inducido al crecimiento de la demanda y la producción real a

tasas mayores a las del resto de los sectores económicos.

Sin embargo, estas cifras subestiman los valores reales de la contribución al crecimiento,

pues no incluyen los significativos aumentos de productividad en algunas industrias de TI.

Grandes ganancias en la calidad, particularmente en el área de los computadores y

semiconductores, se han realizado sin incrementos comparables en costos.

  • Efectos Indirectos sobre el crecimiento

Los efectos indirectos de la introducción de las TI afectan a la mayoría de los sectores

económicos, son múltiples y difíciles de cuantificar. Los sectores inmediatamente

beneficiados son los de las telecomunicaciones, los servicios financieros y no financieros,

y el comercio. Sin embargo, los demás sectores, inclusive los más tradicionales y menos

intensivos en información como la agricultura, pueden mediante el buen uso de las TI

mejorar la calidad y el valor agregado de la producción mejorando su aporte al PIB.

  • Las empresas

  • La introducción de las TI a nivel de las empresas aumenta drásticamente su

    productividad. Los procesos de informatización permiten mejorar su gestión en áreas de

    ventas, control de bodegas e inventarios, remuneraciones, pedidos de mercadería,

    contabilidad y finanzas, entre otros. Adicionalmente, el acceso a un mayor volumen y

    calidad de información mejora la toma de decisiones. Esto último le permite a la empresa

    fuertes ahorros en tiempo y personal. La utilización de TI también permite mejorar la

    calidad de los productos destinados a la venta. En resumen, es posible potenciar

    significativas reducciones de costos monetarios y de tiempo, junto con favorecer una

    mayor venta, lo que finalmente lleva a un mayor valor agregado de su producción.

    El acceso de las empresas al comercio electrónico, situación que va unida a la

    incorporación de las TI y la ampliación de la infraestructura de redes, produce un salto

    cualitativo en las transacciones económicas. Por un lado permite a las empresas generar

    ahorros de costos en el área de la fuerza de ventas, en infraestructura física para la venta

    y en duplicación de inventarios. Por otro, permite un manejo más racional y monitoreable

    de las compras a los proveedores.

    A nivel de pequeñas y medianas empresas, las TI y el comercio electrónico tienen la

    capacidad de potenciar una mejor inserción en el mercado, ampliando su demanda

    potencial y permitiéndoles acceder a tecnologías que antiguamente sólo estaban

    disponibles para las grandes empresas, debido a su alto costo.

  • El gobierno y las políticas públicas

  • El uso de las TI permite un mayor control sobre la evasión fiscal, lo que eventualmente

    permitiría disminuir las tasas impositivas sin afectar los niveles objetivo de recaudación

    de impuestos. Esto último, a su vez, genera impactos positivos sobre la inversión y el

    consumo.

    Pero las eficiencias para el fisco no se producen en su recaudación de ingresos, sino

    también en la ejecución de su gasto. La utilización de TI en esta etapa reduce los montos

    requeridos de recursos fiscales para lograr determinados objetivos. Por ejemplo, un

    sistema electrónico de compras de gobierno permite obtener precios más bajos,

    reduciendo el gasto fiscal en su adquisición de insumos. De forma similar, sistemas de

    información que racionalicen los recursos que utiliza el aparato estatal se traduce en

    ahorros de los gastos corrientes.

    Un menor gasto fiscal puede inducir a una menor tasa de interés en la economía, con los

    positivos efectos que ello tiene sobre la inversión, el consumo y el crecimiento.

    El uso de las tecnologías de la información también mejora la eficiencia en la gestión de

    los servicios públicos. La sola disminución del tiempo para los trámites de personas y

    empresas genera ahorros cuantiosos, es decir, reducciones de costos, lo que implica

    mayor valor agregado y por ende una mayor generación de PIB.

    Adicionalmente, el utilización de TI en áreas sociales puede derivar en mejoras

    macroeconómicas de largo plazo. En el área de la educación, el acceso a Internet en la

    educación primaria puede ayudar a la mejoría en la calidad de la educación y en la

    productividad laboral, además de ser una poderosa herramienta de equidad social. En el

    área de la salud, una buena administración de los hospitales públicos, un sistema

    computacional de administración de las consultas eficiente que termine con las listas de

    espera puede favorecer a una atención oportuna y de mejor calidad, redundando en una

    vida laboral más larga y productiva y previniendo futuros gastos en salud. El uso de las TI

    en el sector judicial puede favorecer la agilización de las causas y la desburocratización

    del sistema, descongestionando en general la administración procesal.

    • Inflación

    Las TI ayudan al control de los precios. A partir de los años 60, la capacidad de los

    microprocesadores se ha duplicado en promedio cada 18 meses, y en ese tiempo sus

    precios han caído en seis órdenes de magnitud. Este fenómeno origina un impacto

    directo sobre la inflación del rubro computacional, e impactos indirectos sobre todos

    aquellos sectores que utilizan TI como insumos para sus procesos.

    La contribución precisa al control inflacionario depende de cuan intensivo sea el país en

    el uso de estas tecnologías. Por ende, la contribución es mayor en los países

    desarrollados en comparación a los países en vías de desarrollo. Sin embargo, dado que

    el proceso de introducción de las TI a la industria y el consumo parece ser un fenómeno

    irreversible, se espera que la contribución a la reducción inflacionaria sea fuertemente

    creciente en los países en vías en desarrollo.

    Para cuantificar la contribución al control de la inflación, mediciones hechas en los

    Estados Unidos apuntan a que la variación del IPC de ese país durante 1996 hubiese

    sido 0,9% mayor sin la declinación de precios de las industrias de las TI. En 1997, en

    tanto, sin este aporte la inflación habría llegado a 3,1%, en lugar del 2% efectivo.

    En el caso de Chile, este efecto directo sobre la inflación es insignificante, debido a la

    baja ponderación de los productos computacionales (0,4%) en la canasta que mide el

    IPC.

    B.- IMPACTO EN EL MERCADO LABORAL

    El impacto en el comportamiento del empleo de un país producto de la incorporación de

    las TI es un tema aún en estudio. Como suele ocurrir cuando las economías enfrentan

    procesos de transformación acelerada, es previsible que se produzcan cambios

    importantes en el mercado laboral, que incluirán la creación y eliminación de empleos, así

    como la alteración del perfil de la fuerza laboral.

    Estudios realizados en Japón sugieren que la introducción de las TI creará empleos por

    una magnitud del 4% de su fuerza de trabajo entre el año 2000 y el 2004, lo que equivale

    a 2 millones y medio de nuevas plazas laborales. De ellas, un 31% será creado

    directamente por la industria de la información y comunicaciones, un 27% se originará en

    nuevos productos y servicios en los cuales se utilizan las TI, y un 42% provendrá de la

    introducción del comercio electrónico.

    Como contrapartida, se prevé una pérdida de empleos del orden del 2,6% de la fuerza de

    trabajo. Poco más de la mitad de dicha pérdida se deberá a empleos cuyo contenido se

    verá afectado por la introducción del comercio electrónico, un 33% serán empleos

    desplazados por los procesos de informatización interna de las empresas, un 10% por la

    disminución de las operaciones de intermediación y un 6% por el sobre empleo asociado

    a la mayor eficiencia laboral que deriva del CE.

    El efecto neto sería un aumento del empleo por una magnitud cercana al 1,4% de la

    fuerza de trabajo en un período de cinco años.

    Si bien los efectos de corto plazo sobre el mercado laboral pueden llegar a ser

    significativos, todo indica que los de largo plazo serán más determinantes. En parte, ello

    se debe a que el uso del comercio electrónico altera dentro de la empresa los procesos

    de información y comunicación, afectando la organización interna y la posición

    competitiva respecto de otras empresas, lo que finalmente redunda sobre el mercado

    laboral.

    El resultado final será la combinación de los nuevos trabajos que surgirán producto de

    este nuevo medio de interacción- y los que desaparecerán a consecuencia del reemplazo

    de intermediarios y otros agentes en la cadena de distribución.

    Debido a lo anterior, entender el impacto del comercio electrónico sobre el

    funcionamiento del mercado laboral supone entender qué industrias lo usarán de forma

    intensiva, qué tipo de empleos dejará de ser necesario y qué habilidades requiere un

    trabajador inserto en un nuevo escenario en el que la administración eficiente de la

    información juega un rol preponderante.

    A nivel de sectores industriales, se debe considerar que la proliferación del comercio

    electrónico está estrictamente vinculada al desarrollo del sector de la Internet, cuya

    medición en términos de importancia laboral es aún difícil de precisar. En el caso de

    Estados Unidos, cerca del 1% de la fuerza laboral se encuentra empleada en la industria

    de Internet. El impacto directo sobre el empleo, sin embargo, podría no ser proporcional

    al crecimiento de esta industria, debido a su baja intensidad en el uso de mano de obra.

    Sus impactos indirectos, en cambio, pueden llegar a ser considerables, teniendo en

    cuenta que afectan transversalmente al resto de la economía.

    Respecto del perfil y habilidades de la mano de obra en la nueva economía, queda claro

    que la cantidad demandada por profesionales con formación en TI es cada vez mayor.

    Sin embargo, habilidades para conducir empresas en este escenario nuevo y dinámico

    son también requeridas. Es decir, en la medida en que el comercio electrónico se

    masifique la fuerza laboral deberá ser flexible y con múltiples capacidades, las cuales

    deberán ser mantenidas en el largo plazo.

    C.- POLITICAS DE DESARROLLO DE LAS TI A NIVEL MUNDIAL

    Los países de altos ingresos son los que han mostrado el mayor nivel de desarrollo de las

    TI. Sin embargo, esta circunstancia no ha ocurrido únicamente como consecuencia de

    sus mayores recursos ni por el hecho de que hayan operado libremente los mercados de

    las TI. Son muchos los factores que han influido en el éxito de este desarrollo, pero el

    componente principal es la generación de una clara convicción política de que el

    desarrollo de las TI es una herramienta vital e ineludible para la generación de fuertes

    avances tecnológicos, una mayor eficiencia y crecimiento económico, junto con una

    mayor equidad social.

    A partir de esta convicción política, los países exitosos han diseñado una estrategia

    nacional de desarrollo basada en las TI que se ha traducido en programas de gobierno y

    en líneas de acción específicas. Esta estrategia ha consistido en una voluntad manifiesta

    de implementar una estructura nacional de información. Sin embargo, la estrategia

    nacional diseñada por estos países ha tenido un claro componente social adicional,

    consistente en que la nueva infraestructura nacional de información debe incluir a todos

    los ciudadanos. En esas circunstancias la labor de los Estados ha sido proactiva y en

    ningún caso neutral.

    De la experiencia internacional se desprende que las líneas de acción más características

    de los países que han requerido de un proceso de informatización gubernamental, ha

    sido la creación de un organismo coordinador, la implementación de políticas de fomento

    a las TI, a la educación y capacitación, y finalmente al fomento de la investigación y

    desarrollo.

    Estados Unidos ha sido el país líder e impulsor en el desarrollo de las TI, como

    consecuencia de sus actividades relacionadas a la carrera espacial, académicas y de

    defensa. Los volúmenes de recursos aportados por el Estado a estas actividades, en el

    transcurso de los años, ha sido enorme, en concordancia con la riqueza del país, y con la

    decisión política de promover tales actividades. Una vez concluida la guerra fría, que

    motivó muchos adelantos en la materia, y dado el creciente número de aplicaciones

    comerciales de las TI, Estados Unidos capitalizó su ventaja adquirida, lo que significó dar

    un gran impulso al crecimiento económico a través del aporte directo al PIB del propio

    sector y del aporte indirecto a través de las mejoras en productividad inducidas en el

    resto de los sectores económicos.

    El sector de las TI ha crecido como proporción del PIB del 4,9% en 1985 a más de un 8%

    en 1999, siendo responsable de al menos la tercera parte del crecimiento económico de

    Estados Unidos. Actualmente las grandes inversiones en TI corresponden al sector

    privado, el que, con el objetivo de aumentar la productividad y la eficiencia, aumentó su

    proporción respecto de sus inversiones totales desde un 3% en 1960 a un 45% en 1996.

    Para algunos sectores como los servicios financieros y telecomunicaciones los niveles

    alcanzan al 75%. La apuesta se concentra en el desarrollo de las TI, especialmente de

    Internet y sus derivados. La inversión en TI ha alcanzado casi un 3% del PIB, siendo por

    lejos los volúmenes más importantes del mundo.

    Singapur comenzó su estrategia basada en las TI en 1980, cuando sólo existían 850

    profesionales en el área, la informatización era mínima y la industria de las TI

    prácticamente no existía. Seis años después contaba con 5.500 profesionales, todo el

    sector público estaba informatizado y la industria del sector llegaba a los US$ 650

    millones. La estrategia nacional llamada “isla inteligente” propuso estimular 7 áreas de las

    TI: promoción de la industria, aplicaciones, personal, cultura, infraestructura de

    comunicación e información, clima favorable para la creatividad y la iniciativa empresarial, y finalmente la coordinación y colaboración. En 1996 ya se contaba con 21.000

    profesionales calificados, la industria del hardware vendía US$ 11.000 millones y la

    infraestructura lograba una penetración de los computadores a nivel país del orden del

    36% de los hogares y del 90% de las organizaciones. El país alcanzó el quinto lugar en

    términos del PIB per cápita superando a todos los países del G-7 con la excepción de

    Japón, y el segundo lugar en el ranking mundial de competitividad.

    La estrategia de Canadá ha consistido en convertirse en la nación más conectada del

    mundo. Los principios básicos que sustentan el proyecto sitúan a las personas como ejes

    centrales de sus políticas. Las metas propuestas han sido: igualdad de acceso a la

    carretera de la información para todos los canadienses, rápido desarrollo de una

    sociedad letrada en computación, desarrollo económico y social de las comunidades,

    transferencia tecnológica más veloz, gobierno más sensible, y liderazgo global

    canadiense. El plan de conectar a Canadá incluye 6 programas: Canadá en Línea,

    Comunidades Inteligentes, Contenido en Línea, Comercio Electrónico, Gobierno en

    Línea, y Canadá Conectado al Mundo. Uno de los instrumentos desarrollados es

    Schoolnet, un programa para conectar a todas las escuelas del país a una red nacional

    vía Internet. Una de sus metas es proveer 250.000 computadoras para las salas de

    clases del país. Junto a eso se han desarrollado 5.000 centros comunitarios en lugares

    apartados y la meta es llegar a los 10.000.

    En conclusión, el desarrollo de las tecnologías de la información no siempre se ha

    producido a consecuencia de la iniciativa privada, sino que en muchos casos ésta ha sido

    inducida y fortalecida por decisiones políticas. Estas decisiones han derivado en la

    implementación de programas destinados al desarrollo de las TI, y cuyo fin no sólo ha

    sido fomentar la eficiencia económica y el crecimiento, sino que también la equidad

    social.

    • LA DIVISION DIGITAL

    Usualmente se otorga a las nuevas tecnologías de la información (y, particularmente, al

    comercio electrónico) el apelativo de `el gran igualador'. Esto se debe a que, en teoría, a

    través de su utilización los países de menores ingresos podrían reducir en forma

    sustancial su brecha de desarrollo con los más avanzados, las pequeñas empresas

    podrían competir en igualdad de condiciones con los grandes conglomerados, y las

    familias de escasos recursos tendrían un mayor acceso a las oportunidades para superar

    su condición.

    Durante los primeros años de la explosión de la nueva economía, sin embargo, los

    resultados observados en estos tres frentes (países, empresas y personas) han llevado a

    acuñar un nuevo término: `La División Digital'. Ello se debe a que las nuevas

    herramientas tecnológicas, en lugar de reducir las brechas, hasta ahora las han ampliado.

    Debido a que se trata de una nueva tecnología, sus costos de adopción inicialmente son

    altos en relación a los niveles que alcanzarán en su etapa madura, por lo que los

    primeros en incorporarlas son las economías avanzadas, las grandes empresas y las

    familias de mayores ingresos. Esto lleva a la configuración de una etapa inicial de alto

    riesgo para los países menos desarrollados y las empresas más pequeñas. Durante esta

    etapa, la competitividad de ambos se ve seriamente lesionada.

    En el caso de las empresas, por ejemplo, la adopción de las TI induce un potencial de

    ahorro de costos operacionales significativo (estimado en promedio en torno al 10%), al

    tiempo que el acceso a una demanda ampliada mejora las perspectivas de ventas. En

    estas circunstancias, un grupo de adelantados que accede a estos beneficios puede

    hacer peligrar seriamente la posición de los competidores que no lo hacen, e incluso, su

    viabilidad como proyecto empresarial.

    Más grave aún, la impresionante reducción en los costos por operación devuelve

    atractivo para grandes empresas de nichos que antiguamente les resultaba demasiado

    costoso explotar (por ejemplo, aquellos de bajo volumen unitario). Muchas pequeñas

    empresas viven de la explotación de esos nichos abandonados por los grandes

    operadores, pero en el nuevo escenario se verán obligadas a luchar por retenerlos

    arriesgando incluso su continuidad.

    A nivel de países, los indicadores disponibles indican que se ha generado una importante

    brecha en la incorporación de las nuevas tecnologías.

    Así, por ejemplo, Estados Unidos y los países nórdicos lideran la penetración de

    computadores, con rangos sobre 300 equipos por cada mil habitantes. Los países de la

    Unión Europea y del Asia-Pacífico se ubican más abajo, con niveles entre 100 y 300. A

    gran distancia, la mayoría de los países latinoamericanos presenta menos de 40

    computadores por cada mil habitantes, excepto en el caso de Chile, que se sitúa

    levemente sobre los 50.

    La brecha entre los países más avanzados y el resto se hace más evidente si se

    considera indicadores específicos de penetración de Internet. El número de hosts o

    anfitriones de Internet en países como Estados Unidos y Finlandia es 60 veces superior

    a los de las economías latinoamericanas más desarrolladas en la materia, como

    Argentina, Brasil y Chile.

    Lo mismo ocurre con la penetración de Internet medida como el porcentaje de la

    población con acceso a la red: en Estados Unidos, Finlandia y Suecia aproximadamente

    un tercio de la población navega en el ciberespacio, mientras en Latinoamérica poco más

    del 1% se encuentra conectado.

    En los países desarrollados, como conjunto, un 17% de la población tiene acceso a

    Internet, mientras dicha relación baja a un 0,4% en los países en desarrollo. Estos

    últimos, que albergan a más del 90% de la población mundial, sólo generan la tercera

    parte del PIB, aportan menos del 10% de la población mundial de Internet y el 4% del

    comercio electrónico.

    América Latina, en tanto, tiene el 8% de la población mundial, el 7% del PIB, el 5% de los

    internautas y menos del 1% del comercio electrónico.

    D.- Comercio Electrónico y e-business

  • E - business

  • Se entiende por e-business (e-biz) o negocio electrónico el conjunto de aspectos

    relacionados con la gestión de negocios de las empresas que utilizan las Tecnologías de

    la Información (T.I.) a través de Internet para mejorar la eficiencia de sus áreas. Si bien el

    aspecto más visible del e-business es el comercio electrónico (es decir, la compra o

    venta de bienes y servicios a través de Internet), su incorporación atraviesa toda la

    cadena de valor, abarcando desde el diseño de un producto hasta el servicio de posventa, pasando por elementos como la gestión de inventarios y recursos humanos, las

    finanzas corporativas, la publicidad, el marketing y la comercialización, entre otros.

    Aun cuando una empresa tome la opción de no participar del comercio electrónico, sus

    modelos de negocios invariablemente se verán afectados por las T.I., ya sea en la forma

    en que organizan su trabajo, en su relación con sus proveedores o clientes, o en las

    múltiples facetas en las que la nueva era digital terminará por reemplazar casi

    completamente las formas tradicionales de capturar, procesar y utilizar la información.

    Mantenerse al margen del comercio electrónico en los próximos años será, de cualquier

    forma, casi imposible para la mayoría de las empresas, debido simplemente a que las

    ventajas de costos involucrados en el proceso de compra electrónica forzará a las firmas

    a migrar, tarde o temprano, gran parte de su logística hacia Internet. Esto les permitirá

    mejorar su gestión de negocios, aumentar la productividad de sus factores y/o reducir

    sus costos.

    Por ello, un área clave para la aplicación de las nuevas T.I. es el departamento de

    adquisiciones. La existencia de portales horizontales y verticales de comercio entre

    empresas (business-to-business o B2B) está permitiendo a las firmas comparar precios

    de insumos y distribución para poder reducir sus costos, algo que sin estas tecnologías

    es muy costoso o imposible de realizar. Aún en ausencia de estos mercados electrónicos

    que organizan oferta y demanda, las empresas pueden trasladar individualmente sus

    actuales relaciones de negocios con sus proveedores al ambiente digital, recortando el

    exceso de costos que genera la mantención de inventarios excesivos, el uso del papel y

    las horas-hombre dedicadas a efectuar y controlar el proceso, entre otros.

    En la situación extrema, la gestión de inventarios puede llegar a ser completamente

    automatizada, generando una relación entre el área de adquisiciones y los proveedores

    basada íntegramente en tecnologías de la información.

    Pero las soluciones de logística no constituyen la única aplicación. En el caso de los

    servicios empresariales, por ejemplo, la reducción de tiempos de búsqueda debido a la

    mayor cantidad de información disponible en la red, es un insumo que permite mejorar los

    servicios ofrecidos y entregados.

    Asimismo, actividades completamente digitales, como el procesamiento de datos, rompen

    la dependencia geográfica que caracteriza a los mercados tradicionales, transformándose

    en servicios que pueden contratarse en cualquier lugar del mundo.

    En el área de la información de gestión, recientemente ha surgido una nueva generación

    de portales electrónicos, los denominados de información de empresas. Su misión central

    es organizar y personalizar en la computadora del usuario la información procedente de

    las más diversas fuentes: páginas de Internet, programas de administración empresarial, servidores de noticias, bases de datos, archivos de texto del disco duro, correo

    electrónico, señal de vídeo, etc.

    Claramente las T.I. pueden aumentar la productividad de los trabajadores, pero también

    pueden aumentar los sistemas de seguridad de los bienes inmuebles, aumentar la

    eficiencia de la maquinaria, reducir la pérdida de insumos, etc. La explotación de estas

    ventajas requiere de claridad y conocimiento en relación a la forma en que las T.I. pueden

    ser aprovechadas por la empresa y en qué áreas y funciones.

  • Comercio Electrónico

  • El Comercio Electrónico es la nueva forma que adquieren los actos de comercio gracias

    a la convergencia de las tecnologías de informática y de telecomunicaciones, acelerada

    a partir de la década de los noventa. Su principio fundamental es el intercambio de

    información a través de redes de telecomunicaciones que vinculan millones de

    computadores personales a través del mundo. Esta relación comercial puede tomar una

    forma completamente digital, en la medida en que el bien o servicio comprado (y el

    medio de pago) tenga un soporte 100% electrónico, o bien dar lugar a un desplazamiento

    físico de mercaderías y dinero desde el oferente hacia al comprador, y viceversa.

    Una característica fundamental que distingue el comercio electrónico actual es que éste

    se realiza en base a una plataforma completamente abierta, descentralizada y

    democrática, a diferencia de las anteriores formas de intercambio a través de redes

    digitales (EDI, TEF, etc.), que requerían complejos y costosos softwares propietarios,

    relaciones comerciales preestablecidas y conexiones de telecomunicaciones de

    dedicación exclusiva.

    El auge de Internet tal como hoy se la conoce se debe a la convergencia de una serie de

    factores que incluyen el desarrollo, a comienzos de los noventa, del protocolo TCP/IP 1 , la

    expansión a partir de 1994-95 de la World Wide Web gracias al sistema de codificación

    HTML y al desarrollo y difusión de browsers o instrumentos de navegación sencillos,

    eficientes y de libre disposición tales como Mosaic, Netscape y Microsoft Explorer.

    A ello se debe agregar el proceso de desregulación de las telecomunicaciones que ha

    tenido lugar en muchos países desarrollados y en vías de desarrollo, el cual ha

    erosionado las fronteras que separaban los mercados de la telefonía, la televisión por

    cable y los sistemas informáticos. Ello ha permitido una fuerte competencia entre

    proveedores y dando lugar a una drástica caída en los costos de acceso para el usuario,

    en una suerte de círculo virtuoso que continúa incentivando tanto la demanda como la

    innovación.

    La infraestructura que dio lugar al esquema de comercio electrónico desarrollado a partir

    de los noventa consta de seis actores fundamentales:

    ð Proveedores de hardware: Se relacionan al soporte físico de Internet, a nivel de los puntos de origen y destino de la red: fabricantes y ensambladores de PCs, módems,

    routers, proveedores de hosting (hospedaje) y hardware informático en general.

    ð Proveedores de red: básicamente un negocio vinculado a las telecomunicaciones,

    compuesto por proveedores de conectividad, transporte y distribución de contenidos y

    acceso final (ISP, Internet Service Providers).

    ** Protocolo de Acceso a Internet que permite enviar paquetes de datos entre computadoras de distinta marca

    o tecnología.

    ð Proveedores de software y diseño: relacionados con todo el espectro de programas orientados a la navegación (browsers), compresión y/o encriptación de datos y el diseño de páginas web (HTML, XML, Java) o paquetes de comercio electrónico como

    Ariba, Intelsys y Commerce One.

    ð Proveedores de servicios complementarios. Comprende todos los servicios de gestión necesarios para el comercio propiamente tal, como pagos electrónicos,

    certificación/autentificación de firmas de clientes y proveedores, almacenaje y

    distribución de productos, etc.

    ð Proveedores de Contenido: Incluye a todos los proveedores de información,

    entretención y servicios interactivos en línea, incluyendo buscadores y portales

    temáticos, tiendas virtuales e e-tailers (minoristas que venden a través de Internet).

    ð Proveedores de Capital: Gran parte de las nuevas empresas de comercio

    electrónico han sido financiadas por fondos especializados, inversionistas de riesgo

    (venture capital) y capitalistas populares que han suscrito las primeras emisiones

    bursátiles.

  • Principales Formas de Comercio Electrónico

  • Hasta 1991 no estaba permitido realizar transacciones comerciales a través de Internet.

    Las Políticas de Uso Aceptable de la National Science Foundation, que administraba en

    ese entonces el troncal principal (backbone) de Internet, lo prohibían explícitamente. Ese

    año se creó la CIX Association (Commercial Internet Exchange), una organización que

    se dedicó a estudiar y promover los posibles usos comerciales de la naciente

    infraestructura. Las primeras transacciones comerciales en Internet surgieron recién en

    los años 1993-94 en Estados Unidos. Ya entonces era posible adquirir software y

    servicios informáticos a través de la red, aunque las compras de productos propiamente

    tales empezaron tímidamente, con flores y regalos de poco valor. En poco más de dos

    años, las transacciones habían aumentado de US$ 8 millones en 1994 a US$ 2.900

    millones en 1996.

    La principal distinción que habitualmente se hace en materia de comercio electrónico se

    refiere a los actores que intervienen en las transacciones. Estos pueden ser empresas,

    personas u organismos estatales. Si la interacción tiene como destino u origen una

    persona natural, se habla de comercio electrónico de tipo B-to-C (Business to Consumer

    o B2C), es decir, Empresa-Persona. Una derivación serían los mercados de subastas

    virtuales entre personas, tales como e-Bay y DeRemate.com (que darían lugar a la

    definición C2C).

    Si por el contrario, se trata de una transacción entre empresas, se habla de B-to-B

    (Business-to-Business o B2B) Empresa-Empresa. Finalmente, si el demandante o

    proveedor de servicios es una agencia gubernamental, se habla de B-to-G (Business to

    Government) o Empresa-Gobierno, cuyo componente de compraventa de bienes y

    servicios no se diferencia de las transacciones entre empresas, a diferencia de lo que

    ocurre, por ejemplo, con pagos al Fisco por concepto de impuestos.

    Menos relevantes como volumen de comercio, también se identifican transacciones entre

    las empresas y el sector educacional y entre éste y los consumidores y el gobierno.

    3.1 El Comercio Electrónico Empresa-Persona (B2C)

    El acceso al consumidor final a través de la red es una de las grandes perspectivas del

    comercio detallista en la actualidad. Las primeras tiendas virtuales como CD-Now y

    Amazon.com surgieron en los años 1994-95, cuando las posibilidades de transacción

    estaban todavía severamente limitadas por la menor capacidad de transmisión de

    contenidos y la menor disponibilidad de mecanismos de seguridad en el pago.

    Con la explosión de Internet a nivel mundial, estos pequeños “garajes” se han

    transformado en grandes corporaciones con capitalizaciones millonarias y ventas a nivel

    mundial, mientras que decenas de grandes cadenas tradicionales de supermercados,

    tiendas por departamentos y de especialidades están dedicadas a crear versiones

    virtuales de sus salas de venta.

    En su calidad de nuevo medio de comunicación, una página web combina elementos de

    una tienda, un catálogo, una revista interactiva y un teléfono con capacidades de radio y

    televisión. De esta manera, para tener éxito los comerciantes y tiendas virtuales deben

    poseer un conjunto de habilidades que incluya un cierto grado de expertise en marketing

    directo y desarrollo de contenidos.

    Sin embargo, no todos los bienes y servicios exhiben el mismo potencial de

    comercialización. Ni aún mediante un formato sofisticado se puede obviar el hecho de

    que existen productos que, tanto por su naturaleza como por la de sus compradores, son

    más propicios que otros para la venta en línea.

    Actualmente, la prensa y los medios de comunicación se han enfocado principalmente en

    aquellas formas de comercio electrónico B2C que intercambian bienes tangibles (libros,

    vinos, flores, Pcs). Sin embargo, en los mercados desarrollados la mayor proporción

    corresponde a intangibles (entretención y software). Una de las primeras formas de

    comercio electrónico en el mundo, el sistema Minitel en Francia (1981) se caracteriza por

    la contratación de diversos servicios intangibles físicamente, pero en los cuales la

    decisión de compra pasa por la información. En esta categoría caben las diversas formas

    de entretención electrónica (juegos), diarios y revistas digitales, servicios financieros,

    servicios de viajes, seguros, etc.

    A nivel de los tangibles, destacan la electrónica (incluyendo Pcs), libros, ropa y

    alimentación. En muchas de estas categorías los retailers tradicionales han ingresando

    de manera acelerada.

    Entre los criterios que permiten clarificar la idoneidad de un producto o servicio para ser

    vendido a través de la red figuran:

    ð El grado de personalización exigida (muebles, ropa),

    ð Si se trata de un bien orientado hacia el regalo (flores, electrodomésticos para recién

    casados),

    ð Si constituye un insumo estandarizable y de alta rotación (artículos de oficina),

    ð Si exige o no gratificación inmediata (libros, discos),

    ð Si en la decisión de compra prima lo táctil o la información digitalizable a través de la

    propia página web (todas las anteriores).

    Los productos intensivos en información, como vehículos, computadores y artículos

    electrónicos pueden ser comercializados con mayor facilidad, dadas las potencialidades

    de la tecnología para reunir de modo amigable información actualizada de cada uno de

    ellos. En comparación, una fuerza de ventas tradicional rara vez logra satisfacer a un

    comprador exigente en información.

    La interactividad permite además vender productos personalizables de manera más

    eficiente que en el comercio tradicional, al disponer de una mayor variedad y capacidad

    de exhibición de las distintas combinaciones de un determinado producto. Lo mismo es

    válido para los productos regalables como flores, juguetes, vajilla y herramientas de

    cocina, incluyendo todos aquellos que puedan formar parte de una lista de matrimonio.

    Estas últimas pueden ser administradas electrónicamente con mayor eficiencia que en el

    comercio tradicional.

    Los productos estandarizados y de rápida reposición, como artículos de oficina,

    detergentes, pañales, determinados medicamentos y útiles de aseo pueden ser

    colocados en listas personalizadas, incluyendo fecha y monto de la reposición.

    La gratificación postergada es el principal handicap del comercio electrónico. Se

    entiende por ello a la ansiedad vinculada a no poder disfrutar del producto en forma

    inmediata, dado que por la vía electrónica se debe esperar el tiempo que dura el

    despacho. Los artículos de línea blanca y electrónicos en general son los menos

    afectados, ya que de por sí implican un despacho a domicilio. Existen también servicios

    en los cuales la gratificación nunca es inmediata, como un pasaje de avión o entradas

    para un espectáculo.

    También son relevantes para evaluar el potencial de un producto en la red la relativa

    comodidad o incomodidad de las tiendas físicas, así como algunas características

    financieras del producto en relación a sus costos de distribución y almacenamiento. La

    estrechez de pasillos y locales, o la atención deficiente de los vendedores puede

    incentivar la migración a la compra en línea. Por otra parte existen productos cuyos

    costos de distribución son bajos en relación al margen de utilidad bruta, o bien exhiben

    una baja rotación y una demanda de nicho, como por ejemplo instrumentos musicales y

    árboles bonsai, que pueden ser comercializados más eficientemente a través de una

    tienda virtual que en una tienda física.

    Como marco de referencia, el comercio empresa-persona tiene como canal comparable

    el grado de penetración alcanzado en los mercados desarrollados por las ventas por

    catálogo. En el caso de Estados Unidos esta penetración asciende a un 15% de las

    ventas detallistas totales .

    Adicionalmente, se deben agregar a este segmento todas las ventas de productos

    realizadas entre personas a través de los sitios de subastas, modalidad que se ha

    difundido rápidamente entre los países más desarrollados en comercio electrónico.

  • Comercio electrónico Empresa - Empresa (B2B)

  • Desde los tiempos del telégrafo (1832) existe un ciclo relativamente regular de adopción

    de nuevas tecnológicas por parte de los sectores productivos y de servicios. Estos ciclos

    se caracterizan por la existencia de un puñado empresas vanguardistas, al que se

    suman usuarios adelantados; luego, tras un lapso que puede durar varios años, surge

    una primera mayoría que proporciona la masa crítica para que dicha tecnología se

    masifique. Finalmente, se constituye una mayoría de usuarios tardíos, y queda una

    minoría de rezagados, que suelen ser las primeras víctimas del ciclo económico.

    En la actualidad este tipo de comercio electrónico se encuentra en la etapa de los

    usuarios adelantados. Poco menos del 1% de las compras realizadas por empresas

    estadounidenses, sea en bienes o en servicios, se realizaron por la red, lo que involucra

    transacciones electrónicas por más de US$ 100 mil millones. Se estima que más de un

    31% de las PYMEs estadounidenses utilizaron Internet para abastecerse de insumos,

    mientras que un 11% la utilizó como plataforma de ventas 3 . Al mismo tiempo, la mayoría

    de los observadores sindican al comercio electrónico entre empresas como la categoría

    más promisoria de comercio electrónico en los próximos años. Se espera que la

    participación de este segmento en el total de transacciones electrónicas aumente desde

    poco más del 70% a cerca de un 90% a nivel mundial entre 1999 y el año 2004.

    Lo anterior se basa en dos aspectos esenciales:

    1. La penetración de la informática y del uso de redes está mucho más difundida entre

    las empresas que entre las personas. Mientras un 48% de los hogares

    estadounidenses dispone de un PC, en las empresas este índice asciende a un 66%.

    Lo mismo ocurre con las redes (29% versus 59%).

    2. La migración de las empresas hacia el comercio electrónico involucra ahorros

    significativos y conocidos en las áreas operacionales, por lo que constituye un

    imperativo de competitividad. Las personas, en cambio, enfrentan la opción de

    realizar compras a través de Internet, la cual constituye un canal adicional a sus

    hábitos regulares.

    3. Tanto el precio como el valor promedio (en dinero) de cada compra es sensiblemente

    superior en el segmento de empresas que en el de personas.

    Las grandes empresas estatales y privadas de los países desarrollados habían

    ingresado a la revolución informática ya en los años setenta, y a fines de la década de

    los ochenta muchas comenzaron a instalar redes de valor agregado (VAN) y sistemas de

    intercambio electrónico de documentos (EDI) para vincularse con proveedores o clientes,

    como es el caso de General Electric, Cisco Systems e Intel. Durante los noventa, la gran

    tendencia fue la automatización de procesos internos mediante los softwares tipo ERP 5 .

    La extensión lógica de todas estas inversiones es el comercio electrónico entre

    empresas.

    Hasta la fecha la adopción masiva de tecnologías de la información en las empresas ha

    estado bloqueada por el costo de las soluciones. Tanto los sistema EDI como los ERP

    pueden costar varios millones de dólares e involucrar un período relativamente largo de

    desarrollo. Sin embargo, con la creciente penetración de Internet, se ha producido una

    rápida consolidación entre estándares y tecnologías aplicadas, surgiendo una plataforma

    transaccional de gran poder y a bajo costo, vinculando empresas de todos los tamaños y

    localizaciones geográficas.

    Desde esta perspectiva es posible vislumbrar una fuerte y profunda reestructuración en

    la manera en que se seguirá produciendo valor en las cadenas de producción y

    distribución a lo largo de la economía mundial. Tanto los insumos que una empresa

    requiere como el output generado pueden ser intercambiados a través de Internet.

    Goldman Sachs estima que entre el 50 y el 70% de los costos de un producto

    corresponden al costo de adquisición de bienes intermedios, mientras que el proceso

    de elaboración representa el restante 50%-30%. Adoptar un modelo de comercio

    electrónico tipo empresa-empresa (B2B) puede reportar ahorros de hasta un 20% en la adquisición de productos 6 y entre un 10% y un 25% mediante la racionalización de los

    procesos.

    Estos ahorros, junto con permitir la reducción de inventarios a niveles de eficiencia o just

    in time, reducen a su vez las necesidades de capital de trabajo. Los más entusiastas

    hablan de una “cadena de valor plenamente integrada”, y de un proceso de colaboración

    que optimiza las actividades y permite entregar un mayor valor al usuario final. Sin

    embargo, ello depende de una serie de factores, entre los cuales se puede mencionar la

    complejidad y número de actores de la cadena de abastecimiento, la cultura

    organizacional más o menos familiarizada con las nuevas tecnologías y las presiones por

    reducir gastos. Industrias como la electrónica, la química, la automotriz y los equipos

    médicos, por ejemplo, reúnen estas características y son las que exhiben los mayores

    niveles de penetración del comercio electrónico entre empresas en Estados Unidos.

    Para las Pymes, en tanto, el comercio electrónico B2B representa la posibilidad de abrir

    nuevos mercados geográficos y establecer relaciones comerciales con grandes

    empresas hasta la fecha inaccesibles por la distancia geográfica y el costo de los

    sistemas EDI. Muchas empresas de comercio electrónico están ofreciendo servicios

    especiales para PYMEs, incluyendo desarrollo, mantención y promoción de sitios

    transaccionales. De este modo, el comercial difundido por una cadena internacional de

    noticias, en el que un pequeño industrial venezolano recibe por e-mail una solicitud de

    cotización de parte de una gran multinacional japonesa, corresponde a la realidad creada

    por el comercio electrónico global.

    Las estimaciones varían en cuanto a la magnitud que ha adquirido el comercio

    electrónico entre empresas. IDC estima que durante 1999 las empresas estadounidenses realizaron compras por US$ 50 mil millones, mientras que las cifras de

    Forrester y Goldman Sachs ascienden al doble (US$ 109 y US$ 115 millones,

    respectivamente). En América Latina IDC estima negocios por US$ 252 millones durante

    1999.

    E.- Actores y Tendencias de la Nueva Economía

    En la nueva economía que se está desarrollando gracias a Internet el principal

    protagonista es la información. Así como los ferrocarriles y las tecnologías del vapor

    revolucionaron la manera de transportar personas y mercancías a través de los

    continentes, la Internet implica un salto cuántico en la manera de reunir, transportar y

    generar valor económico a partir de la información. Esta se ha estado distribuyendo en el

    último siglo a través de formatos de texto (telegrafía, correo tradicional, facsímil), audio

    (radiotelefonía) e imagen (televisión). Después de muchas décadas de investigación y

    desarrollo, todas estas tecnologías convergen en una herramienta de gran poder de

    contenido y extraordinaria velocidad de propagación.

    En torno a Internet se congregan numerosos actores que se hacen cargo de alguno de

    los nodos de su funcionamiento: proveedores de hardware, proveedores de acceso y

    conectividad, proveedores de software y contenido, servicios complementarios y

    financiamiento. La rapidez de los desarrollos a partir de 1995 hace que todos ellos estén

    en un constante proceso de reestructuraciones, alianzas, fusiones y reformulaciones de

    gran impacto en la generación de riqueza.

  • Proveedores de Infraestructura y Acceso

  • El acceso y la conectividad son servicios relacionados con la industria de las

    telecomunicaciones. La primera y más utilizada forma de conectividad es a través de las

    líneas telefónicas locales y el módem, aunque es posible hacerlo a través del cable

    coaxial que utiliza la televisión por cable, así como por las redes de telefonía celular,

    hecho que se está dando con fuerza en Japón y algunos países escandinavos. Los

    proveedores de acceso (ISP, Internet Service Providers) son por tanto empresas

    telefónicas, celulares y de TV cable, que inicialmente cobraban algún tipo de tarifa fija o

    variable por conectar a los usuarios con los troncales locales de Internet. A partir de

    1999, un número creciente de proveedores de acceso ha migrado hacia un sistema de

    gratuidad en la conexión, apostando a los ingresos provenientes de servicios

    relacionados a su masa de suscriptores (como la publicidad).

    Para el mejor aprovechamiento del ancho de banda y un traslado más eficiente de los

    contenidos audiovisuales, imprescindibles para capturar la atención del usuario, la

    infraestructura de redes ha debido recurrir a complejas tecnologías de almacenamiento y

    distribución de los contenidos (caching) a través de los troncales centrales de la red.

    Estas reconocen el origen de una demanda determinada de contenido (por ejemplo, un

    sitio de subastas como e-Bay) y lo alojan en el servidor más cercano al ISP de destino,

    evitando transferencias cada vez que el usuario visita el sitio de interés.

    Para que los usuarios naveguen debe existir además toda una infraestructura de

    hardware y de software instalada en sus terminales. Una nueva generación de

    procesadores, módems, tarjetas de video y sonido y computadoras personales han sido

    diseñadas para usuarios de Internet. Lenguajes de programación como HTML y Java y

    browsers como Netscape y Explorer lograron expandir la red más allá de la comunidad

    científica, siendo hoy responsables de la funcionalidad de los sitios web para efectos del

    comercio entre personas y empresas, así como de la posibilidad de “visualizar” los

    contenidos de manera ágil y atractiva.

    Esta infraestructura es hasta la fecha un negocio reservado mayoritariamente a grandes

    multinacionales, en su mayoría estadounidenses (especialmente en hardware y software)

    y europeas (telecomunicaciones y acceso).

    Al margen de las empresas relacionadas a la infraestructura y el acceso, un número

    creciente de actores se ha incorporado al emergente desarrollo de modelos de negocios

    a nivel local. Se trata de los proveedores de contenido y de mercados virtuales, que

    incluyen a los operadores de portales, e-tailers (minoristas en Internet) y e-marketeers

    (empresas de marketing especializadas en el segmento), y a los infomediarios o

    creadores de nuevos mercados en línea.

  • Los portales

  • Una vez que el usuario se ha conectado con su proveedor de acceso, hace falta una

    herramienta que ordene y facilite la navegación. Es aquí donde entran los llamados

    “portales”.

    Tal como su nombre lo indica, se trata de un umbral o pasadizo donde al usuario se le

    presentan distintas opciones temáticas o funcionales, a partir de las cuales puede elegir

    distintas “destinaciones” en la red. Algunos portales vienen configurados en el disco de

    instalación del proveedor de acceso (AOL, Terra, IFX), otros vienen como página de

    inicio en los browsers (Netscape, Microsoft Explorer), o de lo contrario deben ser

    seleccionados por el propio usuario (Yahoo!, StarMedia) e ingresados por éste en sus

    bookmarks.

    El modelo de negocios de un portal se basa en la capacidad de convocar grandes

    volúmenes de usuarios, los que a su vez justificarían el pago de tarifas por parte de

    páginas web individuales (a cambio de un lugar prominente dentro de las destinaciones y

    vínculos del portal) y avisadores que pueden desplegar letreros e insertos publicitarios en

    las distintas vías de acceso, con el objetivo de capturar la atención de los usuarios

    durante los tiempos de espera. Sin embargo, la lucha entre los portales parece

    desarrollarse más a nivel de hardware y de ISPs que en la propia red, puesto que son

    pocos los usuarios que modifican la configuración inicial de sus browsers una vez

    instalados. Ello explica la tendencia de los portales puros a ingresar al negocio de

    acceso, forjar alianzas con empresas de telefonía fija o inalámbrica o con proveedores

    de hardware.

    En general los portales no desarrollan contenidos propios, salvo información básica

    (tiempo, bolsa, resultados deportivos); suelen ofrecer correo electrónico en forma

    gratuita, páginas financieras personalizadas, chatrooms, zonas de subastas y grupos de

    discusión. Pueden además ser clasificados en horizontales (o multitemáticos) y verticales

    (o temáticos) según su cobertura.

    Los portales horizontales como AOL, Yahoo!, MSN, AltaVista, Excite y Lycos son de

    alcance general; pre-clasifican algunos tópicos (noticias, deporte, compras, etc.),

    destacan sitios de interés comercial y ofrecen, además, mecanismos de búsqueda de

    alta capacidad. Por ello los principales portales canalizan la mayor parte del tráfico en

    Internet y, en base a ello, reciben la mayor parte de la torta publicitaria. Según Forrester

    Research, con un 15% del tráfico, AOL, Yahoo! y MSN representaban en 1999 un 45%

    de todo el avisaje en Internet a nivel mundial, en la forma de banners o insertos

    interactivos por pantalla.

    Los portales verticales, en cambio, se especializan en un tema (Garden.com, Viajo.com);

    una región o área geográfica (StarMedia, Terra, UOL); o una combinación de ambas

    (SportsYa.com, planetavida.com). La publicidad también constituye la principal fuente de

    ingresos.

    Según una encuesta realizada por la agencia publicitaria Nazca Saatchi & Saatchi, los

    portales más utilizados en América Latina a comienzos de 1999 eran Yahoo!, AltaVista y

    el brasileño Cadê (comprado luego por StarMedia), con un 55%, 52% y 46% de las

    preferencias. StarMedia figuraba en quinto lugar, después de UOL, con un 13%. De

    acuerdo a una encuesta de la Universidad de Chile, los sitios más visitados por los

    internautas chilenos en 1999 eran precisamente Yahoo! y AltaVista, acaparando entre

    ambos casi un 60% de las menciones. La agresiva política de expansión seguida desde

    fines de 1999 por los portales latinoamericanos (y el surgimiento de nuevos portales)

    podría significar un cambio de patrón hacia los contenidos locales, si bien operadores

    como Yahoo! han construido portales específicos para algunos mercados regionales,

    como México, Argentina y Brasil.

    Los portales están desempeñando un papel crucial en el desarrollo del comercio

    electrónico en la región latinoamericana, no sólo como generadores de tráfico, sino por el

    hecho de ser prácticamente los únicos agentes que disponen de recursos financieros

    para invertir en la creación de marcas fuertes (publicidad) y servicios de apoyo tales

    como hosting, construcción de sitios y mecanismos de seguridad y pago. Por ejemplo,

    aquellos portales que además son ISPs, como Ciudad Internet en Argentina, pueden

    debitar las transacciones de comercio electrónico en las cuentas de sus abonados. Con

    ello generan un paraguas que da credibilidad y eficiencia a los entrepreneurs que desean

    instalarse en la red, así como facilidad de navegación para los nuevos y menos

    experimentados usuarios que se integran a Internet.

    Sin embargo, no es arriesgado afirmar que hacia comienzos del 2000 se había

    configurado una sobreoferta de portales en la región, y que no todos podrán sostener las

    fuertes pérdidas que significa asentar la marca entre los internautas latinos. StarMedia,

    El Sitio y QuePasa, perdieron en conjunto más de US$ 73 millones durante 1999, y se

    estima que no generarán utilidades durante varios años, aun cuando sus pérdidas irán

    disminuyendo conforme decrece la intensidad de la guerra publicitaria que hoy

    mantienen.

  • Creadores de Nuevos Mercados (e-Market Makers)

  • Internet ha permitido el surgimiento de comunidades y mercados completamente nuevos

    a partir del encuentro en línea de oferentes y demandantes de determinados bienes y

    servicios. Ello es obra de empresarios visionarios, entrepreneurs no necesariamente

    vinculados a las tecnologías de la información, pero con cercanía a ella.

    Entre las tareas emprendidas por estos verdaderos “creadores de mercados

    electrónicos” (e-Market Makers) están las de generar masa crítica de usuarios, ofrecer

    servicios relevantes (valor), crear marcas reconocibles, crear una infraestructura

    funcional y, en suma, promover la adopción del comercio electrónico por parte de

    grandes sectores demográficos unidos por un interés común.

    Si bien existen casos destacables en el segmento de personas como los sitios de

    subastas (DeRemate.com), la labor de estos pioneros puede alcanzar de hecho escalas

    asombrosas en el comercio electrónico entre empresas.

    La primera oleada de comercio electrónico entre empresas estuvo dominada por las

    extranets que automatizaban procesos de compra-venta entre socios o proveedores,

    como fue el caso seminal de General Electric, General Motors y Cisco Systems, entre

    otras. Sin embargo, durante 1999 se vio nacer nuevos modelos de negocio basados en

    la interacción de múltiples compradores y vendedores, dando lugar a lo que se conoce

    como “mercados virtuales” o electrónicos (eMarketplaces).

    Los mercados virtuales son plataformas electrónicas que reúnen verticalmente y en un

    solo “espacio” a compradores y vendedores de un determinado sector, por ejemplo,

    insumos farmacéuticos, metales y productos agropecuarios. Los mercados de este tipo

    de productos son aptos para su migración a la nueva economía, dado el costo y tiempo

    que implica realizar sus transacciones habituales a través de medios tradicionales como

    teléfono o fax. Las nuevas herramientas tecnológicas permiten reunir todos los pasos,

    desde las cotizaciones de los distintos oferentes hasta concretar la compra individual o

    colectiva, proporcionando transparencia y una mayor eficiencia sistémica.

    Estos mercados virtuales pueden funcionar tanto como sitios de subastas

    especializadas, o bien como centrales de compra en las cuales diversos actores de un

    mismo sector pueden consolidar sus adquisiciones de determinados insumos. En

    América Latina se destacan la argentina Agrositio.com y la colombiana ganabolsa.com.

    La primera funciona por agregación, esto es, las compras de insumos de varios

    agricultores reunidos en un solo pedido, de manera de generar un poder de compra

    capaz de obtener condiciones ventajosas de precio. La segunda, en cambio, es una

    bolsa en la que compradores y vendedores de ganado cruzan sus ofertas hasta producir

    calces individuales (matching) entre ambos. Este modelo no difiere substancialmente de

    un mercado bursátil tradicional, en cuando a la existencia de oferentes y demandantes

    de valores y un tercero que no participa en el mercado, pero que asume la

    responsabilidad de facilitar la liquidez y la compensación, esta vez en un entorno

    electrónico.

    Otras formas de e-markets son los catálogos y las subastas. En el modelo de catálogo,

    un determinado vendedor entrega su catálogo de productos, con sus respectivos precios,

    especificaciones y términos de entrega, a un portal que se encarga de compendiar

    catálogos similares dentro de una industria determinada como es el caso de

    www.chemdex.com (química). El modelo de subasta se basa en la necesidad de las

    empresas de rematar excesos de inventario, saldos de temporada u otros a través de un

    mecanismo electrónico (www.auction.com).

    Estas soluciones implican una reducción significativa de los costos de búsqueda, análisis

    y transacción para quienes toman parte en ellas. La compleja trama de compradores y

    vendedores se reduce a una plataforma común que proporciona el precio más

    conveniente en el menor tiempo posible.

    Aunque las comisiones por transacción son la principal fuente de ingresos de estos

    mercados virtuales, varios explotan además la publicidad y el procesamiento de

    información recogida de los propios clientes, así como una oferta completa de servicios

    relacionados, como por ejemplo, transporte de los productos adquiridos y medios de

    pago, entre otros.

  • Marketing Personalizado (e-Marketeers)

  • Internet ha resultado ser el medio de más rápido crecimiento en la historia del hombre, a

    partir de su introducción comercial. Limitados por la baja alfabetización, los primeros

    medios escritos tardaron más de un siglo en alcanzar una población de 50 millones de

    usuarios. La radio (1922) tardó 38 años, la televisión abierta (1948) 13 y la televisión por

    cable (1972) 10. A partir de la creación y difusión de la www, Internet redujo este lapso a

    tan sólo 5 años.

    En muchos aspectos esto representa un punto de inflexión en la era de los medios de

    comunicación masiva, incluyendo el modelo hasta ahora vigente de marketing y

    publicidad. Este se basa en la cancelación de una tarifa por parte del avisador por

    acceder a los minutos de atención pasiva volcados por un

    lector/televidente/radioescucha hacia el medio en cuestión. Los contenidos del medio

    (artículos, programas, línea editorial, etc.) permiten deducir sólo en términos generales a

    qué estrato demográfico, socioeconómico o cultural se está apuntando.

    Con Internet la capacidad de segmentar y diseñar estrategias de marketing específicas

    da un salto cualitativo y cuantitativo. Tanto es así que una encuesta de Forrester

    Research levantada en Estados Unidos reveló que un 33% de los avisadores han

    decidido reducir sus presupuestos de publicidad televisiva en favor de publicidad en

    línea, mientras que más de la mitad ha colocado a ésta al tope de sus presupuestos.

    Según esta misma consultora, los avisadores latinoamericanos gastaron en total US$ 51

    millones en Internet durante 1999, todavía una cifra marginal en relación a los US$ 2.340

    millones gastados en Norteamérica en el mismo año, pero con niveles de crecimiento

    prometedores: en los próximos cinco años el gasto publicitario en línea debiera crecer a

    un promedio anual de un 100% entre 1999 y el 2005, hasta alcanzar un total de US$

    1.646 millones.

    Este fenómeno se basa en las particularidades de Internet como medio y de los

    internautas como grupo sociodemográfico. La interactividad y la capacidad de reunir,

    almacenar y procesar datos provenientes de transacciones comerciales es uno de los

    mayores atractivos del comercio electrónico. Ello, unido al hecho de que la población de

    Internet corresponde a estratos socioeconómicos y culturales más aventajados, explica

    el creciente interés de agencias y avisadores por acercarse al fenómeno on-line.

    Las bases de datos de clientes, cuya utilización antecede al comercio electrónico, se han

    transformado en herramientas fundamentales del actual modelo de negocios, dando

    origen a la personalización extrema del marketing, denominada marketing-to-one. Los

    nuevos e-tailers y portales temáticos usan la información obtenida para generar

    sugerencias e interfases personalizadas como herramientas de marketing a nivel micro.

    Amazon.com, por ejemplo, utiliza filtros para perfilar a sus clientes y determinar sus

    patrones de compra. Amazon.com sugiere listas y reseñas de libros que pudieran

    interesar a un determinado cliente a partir de los patrones de compra de otros que han

    comprado libros similares a éste.

    La llamada “minería de datos” (metáfora de la extracción de metales preciosos del

    subsuelo) se ha transformado en toda una industria, como lo ejemplifica la compañía

    canadiense Air Miles, que se especializa en obtener información sobre hábitos de

    compra ofreciendo en el punto de venta bonos que los clientes acumulan y pueden

    canjear por pasajes de avión, minutos de larga distancia, etc.

    Sin embargo, para que el potencial publicitario de Internet resulte atractivo para los

    avisadores de un mercado en particular deben cumplirse a lo menos tres condiciones.

    1. Que existan contenidos locales tales como canales de noticias y versiones on-line de

    medios tradicionales, que retengan la atención activa del usuario.

    2. Que se cuente con herramientas de verificación de visitas y tiempos de atención, de

    manera de validar la inversión publicitaria.

    3. Superar las aprensiones del público en materia de privacidad. Al igual que con otras

    formas de marketing directo, existe la amenaza de abuso, el envío indiscriminado de

    cookies y mensajes indeseados con el consiguiente desprestigio del canal.

  • Proveedores de Capital

  • En sus comienzos la infraestructura de Internet fue desarrollada por agencias estatales y

    universidades. En la era recién inaugurada del comercio electrónico, el capital privado ha

    hecho su aparición en la forma de Fondos de Inversión y Venture Capital especializados

    en Internet, los cuales dieron el financiamiento inicial para los nuevos modelos de

    negocio empresa-consumidor y empresa-empresa. Una vez alcanzada una cierta masa

    crítica, el siguiente paso ha sido Wall Street y Nasdaq, la bolsa electrónica intensiva en

    valores de la nueva economía.

    La primera acción de Internet en debutar en los mercados bursátiles fue Netscape, en

    1995. Desde entonces el flujo de nuevas emisiones (IPO, Initial Public Offer) no ha

    cesado, incluyendo los bullados casos de Amazon.com y eBay. En 1998 los fondos de

    inversión canalizaron en Estados Unidos más de US$ 14.400 millones hacia empresas

    vinculadas a Internet. Al primer semestre de 1999, más de 650 empresas prácticamente

    desconocidas, pero con algún tipo de modelo de negocios orientado hacia la red, habían

    recibido inversiones por varios cientos de millones de dólares. En Europa, donde la

    propagación de la economía digital ha sido más lenta, el Venture Capital canalizó más de

    US$ 4.400 millones en nuevos portales, e-tailers, proveedores de diseño y contenido

    para la red.

    Desde entonces, en la mayoría de los mercados accionarios del mundo, incluyendo

    Norteamérica, Europa Occidental y Asia, se observa el fenómeno de una drástica

    recomposición de carteras en beneficio de empresas de la nueva economía. El índice

    CAC 40 de la bolsa de París, por ejemplo, aumentó casi un 10% durante el primer

    trimestre del 2000 empujado por 14 empresas de las cuales 9 son puramente

    tecnológicas. En Hong Kong el volumen transado en títulos tradicionales como bancos y

    empresas de bienes raíces se redujo desde 2/3 del total diario a tan sólo 1/3, mientras

    que las acciones de tecnología y telecomunicaciones hicieron posible un alza cercana al

    30% en tres meses.

    Los proveedores de capital no son necesariamente sólo inversionistas estadounidenses.

    Notoria es la presencia de grupos locales como los brasileños GP Investimentos (São

    Paulo), Grupo Opportunity (Río de Janeiro) y Banco Bozano Simonsen, o el grupo

    argentino Exxel, junto al Chase Capital Partners, BancBoston, Southern Cross y otros

    fondos estadounidenses, en el financiamiento de las empresas punto com

    latinoamericanas.

  • Las tres Etapas de los e-capitales

  • La nueva economía está siendo protagonizada en gran medida por empresas

    completamente nuevas, surgidas del talento y visión de jóvenes entrepreneurs que

    deben pasar por varias etapas en la búsqueda y obtención de financiamiento de mediano

    y largo plazo.

    La primera de estas etapas es el encuentro con lo que se denomina como un “Angel”,

    especie de “socio iniciático” con un conocimiento acabado de Internet y las nuevas

    tecnologías, que aporta una primera remesa de recursos (“seed capital”) con el fin de

    depurar el modelo de negocios, diseñar la imagen corporativa, la folletería, logos y

    primeros road shows, etc.

    A continuación viene la búsqueda de un socio estratégico que aporte recursos frescos y

    más cuantiosos, destinados por lo general a cubrir los costos operativos de uno o dos

    años, incluyendo la batalla crítica por la publicidad. Este rol lo desempeñan los

    inversionistas de riesgo, o “venture capitalists”, que suelen ser fondos especializados

    cuyo giro es descubrir empresas promisorias, ayudar a valorizarlas y finalmente a que

    accedan a los mercados bursátiles, de una forma muy similar a un "buscatalentos" que

    descubre, potencia y proyecta a una estrella del espectáculo.

    La manera de seducir a estos fondos pasa por mostrar cuatro puntos fundamentales: (1)

    una idea innovadora, (2) una administración competente, (3) una proyección de ingresos

    basada en una tasa de retorno bien fundamentada y (4) la posibilidad de recuperar la

    inversión mediante un aumento en el valor patrimonial de la nueva empresa.

    Una vez que el capital de riesgo ha entrado en una “empresa.com” el paso siguiente

    consiste en expandir el negocio, tanto en cobertura geográfica como en el volumen de

    ventas. Esto conduce a la joven empresa a la etapa final, que es la oferta pública de

    acciones, lo que en el mercado financiero estadounidense se conoce como OPI, en

    inglés Initial Public Offer o IPO.

    Existen tres tipos de OPI: primarias, secundarias y mixtas. En el primer caso se trata de

    la emisión de nuevas acciones que aumentan el capital de la empresa. La secundaria

    consiste en la venta de acciones ya emitidas. El tercer caso combina los anteriores y

    suele ser bastante común.

    Las OPI's son un procedimiento relativamente complejo, que contempla una completa

    auditoría de las cuentas y un escrutinio minucioso de las personas, procesos y

    perspectivas de la empresa en cuestión por parte de los organismos estatales vinculados

    al mercado de valores. El fenómeno de Internet ha enriquecido el anecdotario financiero

    en términos de la asombrosa velocidad con que empresas prácticamente sin mayor

    trayectoria ingresan al mercado bursátil, una vez pasadas las etapas del Angel y del

    Capital de Riesgo.

    El paso siguiente es la repartición de las nuevas acciones. Lo usual es que el Fondo de

    Capital de Riesgo solicite alrededor de un 40%, además de varios puestos dentro del

    directorio. También suele ocurrir que los fondos soliciten un porcentaje de acciones para

    los empleados de la compañía (conocido como equity pool), que suele bordear el 15%.

    La razón de esta repartición se basa en que el Fondo desea un controlador interno con

    conocimiento y motivación suficientes para empujar el negocio más allá de su fase de

    entusiasmo inicial.

    En Chile, aún no se ha difundido el uso de estos mecanismos para financiar una

    expansión internacional de empresas relacionadas a Internet. De hecho, los ejemplos

    más destacados de innovación empresarial en América Latina relacionados con la nueva

    economía han debido recurrir al mercado financiero estadounidense, a consecuencia de

    la poca liquidez de las bolsas locales, su escasa familiaridad con el fenómeno de Internet

    y su marcada aversión al riesgo, fundamentada en todo lo anterior.

    Sería muy alentador que jóvenes emprendedores chilenos pudiesen exhibir el sufijo “.cl”

    como garantía de éxito comercial. Existe evidencia del surgimiento de los primeros

    fondos de capital de riesgo locales, pero aún no se vislumbran ejemplos como los de

    Patagon.com, El Sitio.com o StarMedia Networks, todos ellos gestados por empresarios

    Argentinos y Uruguayos.

  • El fenómeno de las acciones tecnológicas

  • Nasdaq es un mercado electrónico en el que se transan las acciones de empresas

    tecnológicas en EE.UU. El Nasdaq Computer, en tanto, es el índice de las acciones del

    mercado de las tecnologías de la información y barómetro fundamental de la nueva

    economía, desde el punto de vista bursátil.

    Dentro de las empresas que lo componen, se distinguen las productoras de tecnologías

    de la información y las radicadas en Internet, como Amazon.com. Un gran número de

    las compañías productoras de T.I., sin embargo, cuenta con firmas relacionadas

    dedicadas a Internet, como por ejemplo Microsoft, a través de los portales hotmail.com y

    msn.com. Las principales acciones que componen el Nasdaq Computer son Cisco

    System (la compañía con mayor capitalización de mercado, superando a Microsoft),

    Veritas, Intel, Oracle, MCI Worldcom, Microsoft Dell, JDS Uniphase, Sun Microsystems y

    Qualcom.

    La evolución de este indicador durante la segunda mitad de los noventa ha sido un

    reflejo del avasallador avance de las tecnologías de la información en la economía

    norteamericana y de las apuestas sobre su valorización a futuro que hacen los

    inversionistas. La rápida expansión de las T.I. en dicho lapso las llevó a aportar la tercera

    parte del crecimiento del PIB de Estados Unidos en 1998. La apreciación que han hecho

    los mercados sobre el potencial de generar ganancias futuras de las empresas del sector

    ha alimentado una ávida demanda de títulos, con su consiguiente efecto en las

    valoraciones bursátiles.

    Entre 1998 y 1999 los precios de las acciones del índice Nasdaq (al igual que su

    componente Computer) casi se cuadruplicaron, anotando para la historia dos períodos

    que constituyen hitos bursátiles en el mercado norteamericano: el primero entre octubre

    de 1998 y febrero de 1999, con un alza de casi un 90% en cuatro meses; el segundo

    entre fines de octubre de 1999 y comienzos de enero del 2000, con un alza cercana al

    65% en poco más de dos meses.

    Durante el primer trimestre del 2000 el índice acumuló un alza del 23%, aunque con

    claros altibajos. En marzo se produjeron fuertes alzas y bajas reflejando cierta

    incertidumbre del mercado respecto a su sobrevaloración. La última semana de ese mes

    el Nasdaq cayó fuertemente durante los cuatro primeros días (Composite -10,2% y

    Computer -10,9%).

    Existen elementos tanto especulativos como racionales que explican el auge de los

    valores tecnológicos. En los últimos dos años ha habido una clara recomposición de

    cartera a favor de estos títulos, a partir del colapso de los mercados emergentes,

    además de las proyecciones de crecimiento de Internet y del comercio electrónico en

    todas sus formas.

    Las oleadas de bajas que cada cierto tiempo amenazan el boom tecnológico constituyen

    un reflejo de los temores de los inversionistas frente a un mercado de tan rápido

    crecimiento, y son provocadas usualmente por recomposiciones de cartera hacia

    acciones de empresas `tradicionales' (cuyos valores no han crecido en la misma

    proporción que las tecnológicas) y activos más líquidos. Muchas de las acciones de las

    empresas tecnológicas no entregarán dividendos hasta dentro de unos años, lo que las

    hace vulnerables en momentos de poca liquidez en el mercado financiero internacional,

    haciendo que los inversionistas vendan parte de sus acciones.

    Una eventual caída de los títulos vinculados a las TI no debe ser interpretada como

    pérdida de confianza en los beneficios de la nueva economía, sino más bien como una

    corrección de precios ante un mercado que ha crecido mucho más rápidamente que las

    utilidades esperadas de las empresas que lo componen.

    Es importante notar que en este mercado se gestiona una gran parte del financiamiento

    de las empresas ligadas al comercio electrónico y las tecnologías de la información. De

    esta forma, es posible tomarle el pulso con cierta anticipación a lo que podría llegar a

    ocurrir en los mercados latinoamericanos ligados a este sector, aun cuando en

    Latinoamérica sólo se encuentran empresas ligadas al comercio electrónico y los

    portales regionales como StarMedia y ElSitio.com.

    En las bolsas latinoamericanas no se observa aún nada parecido, pero se espera que en

    la medida en que surjan nuevas empresas dedicadas a explotar el comercio electrónico y

    sus negocios relacionados, los mercados de financiamiento deberán desarrollar

    instrumentos adecuados para la capitalización de proyectos innovadores y sin historia.

    F.- Evolución del Comercio Electrónico a Nivel Internacional

    • América Latina

    Al igual que los demás medios de comunicación masiva que le han precedido, Internet

    tiene una prehistoria de más de veinte años, que va desde la creación en 1969 de

    ARPANET, la primera red de computadoras, hasta el asentamiento de la word wide web

    (1989-93), pasando por el largo proceso de desarrollo de protocolos, browsers, módems

    y el hardware requerido actualmente por los distintos actores para participar en el

    comercio electrónico.

    En su calidad de importador neto de tecnología, América Latina no participó de esta

    prehistoria. Sin embargo, al establecer una cronología básica del camino andado por

    Internet en la región, se pueden diferenciar claramente tres etapas separadas por los

    cambios en la oferta de acceso y contenido local, así como en el número y composición

    de los usuarios. Una primera etapa se centra en la expansión del acceso a través de

    conexiones vinculadas al mundo académico. La segunda se relaciona con el desarrollo

    de contenido local por parte de los principales medios de comunicación tradicionales, y la

    tercera, con la llegada del comercio electrónico y el desarrollo de los portales y redes

    integradas de acceso regional.

    • Primera Etapa: Acceso (1990-95)

    Al igual que en Estados Unidos, los primeros ISPs latinoamericanos eran centros

    académicos y de estudio. En 1989 la Universidad Autónoma de México y el Instituto

    Tecnológico de Monterrey fueron las primeras instituciones latinoamericanas en

    conectarse hacia fines de la década de los ochenta con la NSFnet, el entonces principal

    “backbone”10 de Internet en Estados Unidos. Los servicios ofrecidos eran básicamente e-mail y el entonces existente servicio noticioso USNet News.

    En 1990 había ya conexiones en Argentina, Brasil y Chile. Al igual que con la televisión

    en los años sesenta, los primeros en dar acceso en Chile fueron la Universidad de Chile

    (Reuna) y la Universidad Católica (Rdc). En 1993 se habían conectado Venezuela, Perú,

    Ecuador, Costa Rica, y al año siguiente lo hizo Colombia.

    Durante este período, la población de usuarios se restringía a la comunidad científica y

    universitaria, y los contenidos estaban fuertemente limitados por la menor capacidad

    tanto de las redes de telecomunicaciones locales como de los PCs de la época, así como

    por la estructura monopólica de los servicios de larga distancia. En algunos países como

    Brasil o Argentina los cargos de acceso eran prohibitivos, mientras que los distintos ISPs

    locales y regionales no estaban conectados entre sí, debiendo canalizar sus flujos de

    datos a través de los troncales estadounidenses.

    A pesar de las dificultades, la red crecía superando sistemáticamente los pronósticos

    especializados. En diciembre de 1993 la revista América Economía publicó su primer

    artículo sobre Internet. Durante 1994 los medios de comunicación locales comenzaron a

    seguir el fenómeno en sus secciones de ciencia y tecnología. En 1995 hizo su aparición

    AT&T Hola, la primera marca regional de Internet. Según la Internet Society, a mediados

    de 1995 habían tan sólo 15.000 conexiones en la región, de las cuales 4.000, es decir el

    27%, estaban ubicadas en Chile.

    • Segunda Etapa: Contenido Local (1995-97)

    El acceso siguió siendo un problema durante los años posteriores. Si bien las telefónicas

    ingresaron al mercado a partir de 1996 (en Chile Reuna fue adquirida por CTC y Rdc por

    First Com), el hecho que privilegiasen enlaces internacionales no permitió un desarrollo

    de redes locales y se tradujo en una conexión todavía lenta y costosa, especialmente en

    el caso de países como Brasil, donde la telefonía básica no se privatizó sino hasta 1998.

    Sin embargo, empezó a desarrollarse el contenido local a través del ingreso de

    numerosos grupos de medios tradicionales como Reforma en México, Clarín en

    Argentina y Globo en Brasil. A fines de 1995 había un total de 15 diarios en línea en toda

    Latinoamérica. Un año después el número había aumentado a 80 y se calculaba en

    58.000 el número de lectores.

    La importancia del contenido local demostró en este período ser crucial. Junto con atraer

    nuevos internautas más allá del mundo académico, despertó el incipiente interés de los

    avisadores y con ello los primeros ingresos financieros provenientes de la publicidad. Los

    nuevos cyberdiarios empezaron a desarrollar sus primeros modelos de infomediación,

    agregando servicios tales como bolsas de trabajo y avisos clasificados.

    A fines de este período ya había más de 162.000 hosts y 2,5 millones de usuarios en la

    región, de los cuales un 51% se encontraba en Brasil, un 20% en México, un 10% en

    Argentina y sólo un 5% en Chile.

    • Tercera Etapa: Masificación (1998-1999)

    Esta tercera etapa está marcada por la masificación del acceso a través de una fuerte

    competencia entre ISPs, baja en las tarifas de acceso y una creciente sofisticación de la

    oferta de contenidos, incluyendo los primeros sitios transaccionales regionales. Esto

    último resalta la velocidad de transmisión de los desarrollos de Internet, ya que las

    primeras transacciones en Estados Unidos datan de 1994.

    En esta etapa comienzan a perfilarse los primeros e-entrepreneurs latinoamericanos,

    como el caso del uruguayo Fernando Espuelas (StarMedia), los argentinos Wenceslao

    Casares (Patagon.com), Marcos y Marcelo Galperin (Mercado Libre) y Alejandro

    Oxenford (DeRemate.com). Todos ellos crean portales horizontales o temáticos y sitios

    transaccionales que abren definitivamente el espacio de Internet en América Latina al

    comercio.

    La tercera etapa marca también la llegada de estos entrepreneurs a Wall Street y al

    mundo del venture capital. En mayo de 1999, tres años después de que Netscape

    realizara la primera IPO 11 de una empresa de Internet, el portal latinoamericano

    StarMedia se abre a la bolsa electrónica en Nueva York (Nasdaq), recaudando US$ 96

    millones. En diciembre del mismo año se le une el portal argentino ElSitio.com, que

    recauda US$ 150 millones para una expansión centrada básicamente en el Cono Sur.

    Los grandes portales e ISPs internacionales como AOL, Yahoo!, PSINet e IFX

    comienzan a mirar hacia la región y a tomar posiciones en empresas locales. Business

    Week calcula que más de US$ 500 millones en fondos especializados tienen por destino

    empresas latinoamericanas.

    Mientras el número de usuarios sigue en expansión (más de 10 millones a fines de

    1999), los nuevos modelos de negocios enfocados al e-business, incluyendo sitios de

    comercio electrónico empresa-empresa, comienzan a monetizar las interacciones en

    Internet. Al mismo tiempo, empresas tradicionales comienzan a privilegiar a Internet

    dentro de sus planes de expansión. Es el caso latinoamericano tiendas virtuales de

    Almacenes Paris y Falabella en Chile, Disco en Argentina o Pão de Açucar en Brasil. Los

    bancos brasileños Bradesco e Itaú lanzan sitios que, además de ofrecer servicios

    financieros a sus clientes, se transforman en verdaderos portales temáticos que ofrecen

    información clasificada, vínculos especializados y conexión gratuita.

    Numerosos Estados latinoamericanos como el chileno, el argentino, el brasileño y el

    mexicano deciden trasladar su función de compras hacia la red, actuando como e-market

    makers atraídos por la transparencia y los ahorros de costos de la red. En total se calcula

    que las transacciones a través de la red sumaron en Latinoamérica unos US$ 460

    millones durante 1999, de los cuales aproximadamente US$ 250 millones

    correspondieron a comercio electrónico entre empresas.

    Sin embargo, el fenómeno que más vivamente ilustra la nueva etapa de Internet en

    América Latina es el auge de las fusiones, adquisiciones y alianzas estratégicas que

    involucran a las nuevas empresas vinculadas al sector.

    • El Proceso de Capitalización de las Empresas Regionales

    La explosión de las alianzas estratégicas y fusiones y adquisiciones de empresas

    latinoamericanas vinculadas a Internet demuestra que la nueva economía se afianza en

    la región. La compra del ISP estadounidense Prodigy por la telefónica mexicana Telmex

    y las capitalizaciones pioneras de los portales StarMedia y Patagon en 1998 eran las

    únicas operaciones de relevancia, hasta que en 1999 comenzó a producirse una

    verdadera avalancha que registraba un total de 79 operaciones a marzo del año 2000.

    Brasil y Argentina han sido los principales escenarios de este posicionamiento

    estratégico. Ambos países concentran más del 54% de todas las fusiones y

    adquisiciones de este tipo. Un elemento importante, aparte del demográfico, es el hecho

    de que las telefónicas estén prohibidas por ley de ofrecer el servicio de acceso, lo que ha

    dado lugar a un mercado de ISPs muy fragmentado. En el caso de Argentina, un factor a

    destacar es el número de portales temáticos con despliegue regional desarrollados por

    entrepreneurs locales, como es el caso de MercadoLibre.com, DeRemate.com,

    ElSitio.com y Patagon.com, adquirida en marzo del 2000 por el Banco Santander Central

    Hispano en US$ 585 millones en lo que constituye la mayor operación de este tipo en

    América Latina.

    Luego de Brasil y Argentina se ubica México, con 16 operaciones correspondientes a 10

    ISPs, 3 portales temáticos, 2 sitios de comercio electrónico y un buscador especializado.

    Las empresas chilenas ocupan el cuarto puesto, con 6 operaciones (3 portales y 3 ISPs),

    y Estados Unidos el quinto con 6 empresas con sede en dicho país pero desarrolladas

    por empresarios latinoamericanos y enfocadas exclusivamente a la región, tales como

    StarMedia y Viajo.com.

    A nivel de los servicios específicos, un 42% de las operaciones correspondió a ISPs, o

    proveedores de acceso; un 29% a portales temáticos o especializados y un 14% a

    portales horizontales. Buscadores y sitios de comercio electrónico representaron un 6% y

    9%, respectivamente.

    En cuanto al origen de los recursos, el predominio absoluto corresponde a Estados

    Unidos, que protagonizó 53 de las 79 operaciones del período. Los principales cyber-inversionistas de esa nacionalidad son ISPs como IFX y PSINet, fondos como el Chase

    Capital Partners, que ha inyectado capital a los principales portales de negocios

    desarrollados en el último tiempo, o los inversionistas bursátiles que suscribieron las

    IPOs de StarMedia y ElSitio.com, ambas por un total de US$ 255 millones. Muy atrás

    vienen los entrepreneurs argentinos, responsables de 11 operaciones, y los grandes

    consorcios españoles, con 6, de las cuales 4 corresponden al portal horizontal Terra

    Networks de Telefónica de España, y una al Banco Santander Central Hispano, que hizo

    su debut en Internet mediante su adquisición de Patagon.com.

    A todo lo anterior se debe agregar 23 alianzas estratégicas firmadas en el último tiempo

    con el objetivo de consolidar los servicios ofrecidos por portales y sitios especializados

    en el consumidor latinoamericano. Las de mayor proyección, en cuanto a la promoción

    de la economía digital, son las alianzas firmadas por AOL, Microsoft y StarMedia

    Networks. AOL, el mayor ISP del mundo se alió a comienzos de 1999 con el grupo

    venezolano Cisneros, dueño de una importante red latinoamericana de medios de

    comunicación tradicionales. Microsoft firmó una alianza con Telmex, el gigante telefónico,

    para desarrollar un portal horizontal; con VISA Latin America para desarrollar

    aplicaciones de comercio electrónico, y con la brasileña Globo para brindar acceso a

    través del servicio de TV cable. StarMedia, entre tanto, ha firmado alianzas con

    operadores de TV cable, empresas de telefonía celular, retailers, agencias de publicidad

    y con multinacionales de la talla de Hewlett-Packard y AT&T.

    Todo ello confirma que la etapa “pionera” de Internet en la región comienza a quedar

    atrás y que, a partir del presente año, los servicios disponibles para los consumidores

    latinoamericanos experimentarán un salto cualitativo y cuantitativo ofrecido por grandes

    consorcios integrados.

    G.- Evolución del Comercio Electrónico en Chile

    • Potencial

    Los países latinoamericanos disponen en la actualidad de una poderosa herramienta

    para acortar la brecha que los separa de la modernidad. Prácticamente todos,

    independientemente de su tamaño, están avanzando en algunas de las áreas que los

    especialistas identifican como críticas en su acercamiento a la economía digital que hoy

    se expande por el mundo.

    Chile es una economía de tamaño reducido, con un grado de desarrollo intermedio y,

    desde los años 80, con un importante nivel de integración comercial y financiera al resto

    del mundo. De mantener su desempeño económico de los últimos quince años, el

    ingreso per cápita de los chilenos debiera alcanzar el nivel de los países desarrollados

    en aproximadamente dos décadas.

    En materia de comercio electrónico, es posible resumir sus oportunidades de desarrollo

    en tres determinantes claves: En primer lugar, la existencia de una moderna

    infraestructura técnica y grandes actores del área de las telecomunicaciones decididos a

    invertir en el sector.

    En segundo lugar, una distribución demográfica de la población chilena proclive a las

    tecnologías de la información. La pirámide demográfica sigue invertida en los sectores

    jóvenes, la llamada generación del Nintendo, para los cuales el PC es un elemento del

    paisaje.

    Finalmente, se estima que con una adecuada cuota de creatividad y capacidad de

    gestión, Chile es capaz de ubicarse en el grupo de los países de avanzada en materias

    de tecnologías de la información e Internet.

    Según estudios de la Cámara de Comercio de Santiago, Chile cuenta con un interesante

    potencial de absorción de nuevas tecnologías de la información (T.I.), ubicándose entre

    los países de desarrollo tecnológico intermedio, junto con Argentina, Croacia, República

    Checa, Malasia y Costa Rica, entre un total de 43 países con distintos grados de

    desarrollo socio-económico y tecnológico. El potencial de absorción de las tecnologías

    de la información viene dado por un stock importante de equipos computacionales, una

    amplia infraestructura de telecomunicaciones a costos razonables, y por un porcentaje

    de la población relevante al sistema de educación-técnico-universitaria que supera al de

    otros países de desarrollo económico similar.

    Estados Unidos, con más de un tercio de su población conectada a Internet y ventas

    electrónicas en torno a los US$ 150 mil millones en 1999, lidera el índice mundial de

    capacidad de absorción de T.I. elaborado por la CCS. Este índice considera indicadores

    de acceso a educación técnico-universitaria, disponibilidad y costo de la infraestructura

    de comunicaciones, densidad de computadores personales, hosts y usuarios de Internet,

    entre otros.

    Luego de Estados Unidos se ubican países como Canadá, Finlandia, Suecia, Holanda y

    Dinamarca, donde el uso de Internet, la telefonía móvil y la televisión por cable (cuyo

    medio de transmisión, el cable coaxial, también se utiliza como soporte de transmisión de

    datos) ha alcanzado un gran impacto. Les siguen un grupo de economías desarrolladas

    del Asia-Pacífico, compuesto por Singapur, Japón, Australia y Nueva Zelandia, estas dos

    últimas favorecidas por una significativa población joven 'informatizada'.

    La extraordinaria capacidad de penetración y crecimiento del comercio electrónico está

    asociada a su enorme potencial para ahorrar costos al ciclo de negocios y para mejorar

    la productividad, logística y servicio al cliente.

    Las significativas mejorías de las cadenas de distribución, por ejemplo, permitirían

    reducir en una cuarta parte los inventarios de las empresas que comercializan productos

    físicos.

    En algunas actividades, los ahorros en costos de distribución resultan dramáticos: la

    venta de pasajes aéreos vía Internet reduce en un 87% los costos de distribución,

    mientras las transacciones bancarias ahorran casi un 90% por este concepto, el pago de

    cuentas un 68% y la distribución de software se abarata un 98%.

    De acuerdo a datos compilados por la OECD, hacia el año 2005 un 60% de la venta al

    por menor de acciones se realizará por vía electrónica, un 36% de las cuentas regulares

    serán pagadas por Internet, mientras los canales electrónicos explicarán un tercio de las

    ventas de software, la cuarta parte del correo entre empresas, y el 20% de las compras

    de libros, videos y automóviles.

    A nivel macroeconómico, en tanto, los menores costos disminuyen los precios al

    consumidor y los aumentos de productividad inducen un mayor crecimiento económico,

    mientras las pequeñas y medianas empresas mejoran su competitividad y los procesos

    de integración internacional se tornan más rápidos y eficientes.

    EL MERCADO DE LAS TI EN CHILE

    • Ventas de la Industria de TI

    El mercado de las tecnologías de la Información está compuesto por todas las empresas

    dedicadas a la venta de hardware y software, incluyendo dentro del primero a los

    computadores, impresoras y todo tipo de componentes y accesorios.

    De acuerdo a antecedentes de la ACTI, en los últimos diez años las ventas anuales en

    este mercado se han casi triplicado, pasando desde los US $362 millones de 1989 hasta

    poco más de US$ 1.000 millones en 1999. Estas cifras son un reflejo de la paulatina

    incorporación de tales herramientas a las empresas y los hogares. Al tercer trimestre de

    1999, el número de personas empleadas en la industria de las TI alcanzó a las 6.130

    personas.

    • Parque de Computadores

    De acuerdo a cifras de IDC, el parque de computadores personales en Chile alcanzó a

    unas 790 mil unidades en 1999, lo que equivale a poco más de 50 PC's por cada 1.000

    habitantes, en relación a 31 PC's por cada 1000 habitantes registrados en 1996.

    Respecto a los demás países sudamericanos, Chile presenta una elevada penetración

    de computadores, por encima de países como Argentina, México, Venezuela, Colombia y

    Brasil. Sin embargo, estas cifras se ubican muy por debajo de las que se observan en los

    países con mayor desarrollo en tecnologías de la información. A modo de ejemplo,

    Finlandia presenta una densidad de 354 computadores personales por cada 1.000

    habitantes, Nueva Zelandia 320, y Singapur 316.

    El parque de computadores personales en Chile se encuentra localizado en un 30% en

    los hogares y en un 70% en empresas y entidades educacionales y gubernamentales.

    De la mano de obra ocupada sólo un 19% trabaja con computadores y un 10% dispone

    de computador en su hogar.

    • Inversión en TI

    La inversión per cápita en TI incluyendo al sector de comunicaciones (TIC) alcanza a

    US$ 58, superior al promedio latinoamericano de US$ 45, pero muy inferior a los US$

    118 del promedio mundial.

    Esta misma relación se cumple en el caso del porcentaje del PIB invertido en TI.

    En Latinoamérica, Brasil presenta el mayor nivel de inversión sobre su PIB, con 1,17%,

    Chile alcanza al 1,06%, Colombia el 1,04%, México un 0,85%, Argentina un 0,68% y

    Venezuela con un 0,53%. Estos niveles se encuentran lejos de los exhibidos por países

    como EEUU (2,8%), Nueva Zelandia (2.7%), Inglaterra (2,3%) y Singapur (2,2%), lo que

    sugiere una falta de convicción o conocimiento por parte de los países latinoamericanos

    respecto de los beneficios de las TI como instrumento de generación de mayor riqueza.

    • Gasto Público

    La participación de las TI en el gasto público constituye un indicador de la importancia

    que el gobierno de un país asigna a la inversión en nuevas tecnologías en función de

    mejorar la eficiencia de los servicios que presta. En Chile, aunque esta cifra aumentó

    fuertemente de 1993 a 1996, se sitúa en valores inferiores al 8%, que es similar a la

    proporción de México, pero bastante inferior a la participación de Brasil y Argentina

    cuyos niveles se ubican del orden de un 10% para el primero y entre 15 y 18% para el

    segundo. Con países desarrollados la diferencia es aún mayor. Sólo Canadá y Estados

    Unidos tienen un gasto en TI como porcentaje del gasto público total que se sitúa en

    torno al 30%.

    • Sector Privado

    El sector privado y el sector autónomo del Estado representan el 93% gasto en TI del

    país. Mayoritariamente las empresas dedican estas tecnologías a la administración

    general, el sistema contable, la facturación de compras e inventario, la gestión del

    personal, la gestión financiera, el control de sistemas productivos y la creación de base

    de datos.

    Los principales sectores intensivos en TI son los servicios financieros, seguros, AFP e

    Isapres.

    A nivel general, se observa que una baja proporción de las empresas utiliza

    intensivamente las TI en actividades críticas para sus negocios.

    Una muestra de aquello es la baja cantidad de computadores conectados en red y la

    baja cantidad de empleados que utilizan e-mail en sus empresas respecto de la realidad

    latinoamericana. Brasil tiene un 85% de los computadores conectados en red, Argentina

    el 84%, Colombia el 80%, Venezuela el 73%, Chile el 66% y México el 63%. En términos

    del porcentaje de empleados que usan e-mail, Chile tiene el nivel más bajo entre los

    principales países de la región. Argentina alcanza un 67%, Colombia un 60%, Brasil y

    Venezuela un 59%, México un 53% y Chile un 42%.

    Infraestructura

    En Chile se observa una rápido aumento en la cobertura de las redes digitales. A

    comienzos del 2000 ya existían al menos 10 redes corporativas que conectan a los

    servicios públicos (Impuestos Internos, Aduanas, Registro Civil y Ministerio del Interior)

    con las redes digitales propietarias del sector financiero, las que han tenido un

    crecimiento progresivo a comienzos de década y explosivo a partir de 1998, gracias al

    acceso a Internet.

    En el ámbito privado, según Reuna existen 23 proveedores de servicio de acceso a

    Internet (ISP) incluyendo a independientes, operadores telefónicos tradicionales, y

    portadores de larga distancia e ISP's que operan en Chile desde el extranjero gracias a

    convenios con portadores.

    Dado que las conexiones a Internet se pueden realizar desde línea de telefonía fija e

    inalámbrica, resulta relevante el hecho de que la telefonía fija del país cuente con una

    tasa de cobertura de 200 líneas por cada 1.000 habitantes, mientras en el ámbito de la

    telefonía inalámbrica la cobertura alcanzaba a 2 millones 260 mil aparatos a diciembre

    de 1999.

    Por otra parte, Santiago cuenta con 4 anillos de fibra óptica que alcanzan a atender

    todas las necesidades de telecomunicaciones de la ciudad. Asimismo, existen dos redes

    de fibra óptica que atraviesan todo el país, cuyos servicios se arriendan a quien los

    requiera, entre ellos, los ISP.

    A lo anterior se debe agregar la infraestructura generada por proyectos de alto impacto,

    como la red educacional Enlaces del Ministerio de Educación, que contempla la

    introducción masiva de computadoras de última generación, redes, Internet, multimedia y

    software educativo en los establecimientos escolares.

    El Costo de Acceso

    • Definiciones

    Se conoce por ISP (Internet Service Provider) a las empresas prestadoras de servicios

    de conexión a la Web. El acceso a Internet se puede realizar a través de dos vías. Una

    línea telefónica conmutada (puede ser de telefonía fija o celular) o una línea dedicada

    (telefónica o cable).

    Las señales conmutadas van desde el cable telefónico a la central, de ahí al proveedor

    de Internet y de éste a la Web. Las señales dedicadas, en cambio, van directamente

    desde el cable telefónico al proveedor de Internet y de éste a la Web. En términos

    técnicos, la línea dedicada es más expedita que la conmutada y suele tener mayor

    rapidez. En términos económicos, si bien la línea dedicada tiene un costo más alto, está

    eximida del pago de Servicio Local Medido (SLM), por lo tanto el tiempo de conexión

    deja de ser una variable económica relevante.

    • Proveedores de acceso

    El mercado de ISP en Chile estaba constituido por 23 operadores en marzo del 2000,

    entre las más importantes destacan: Cybercenter, CMET, Entel Internet, FirstComNet

    (antes RDC), Imaginativa, Manquehue , NetExpress, NetUp, PSINetline, Qualcom (antes

    Chilesat), Terra Networks (antes Reuna, CTC Reuna, CTC Internet), IFX (Únete y

    Tutopia), y VTR Internet.

    El mercado chileno de servicios de conexión a Internet se caracteriza por ser complejo y

    variado en términos de configuraciones y planes tarifarios. Existen soluciones para las

    familias, económicas para quienes puedan navegar de noche, para pequeñas, medianas

    y grandes empresas. Todos los planes incluyen e-mail y los softwares de navegación

    respectivos. Algunos incluyen más de una casilla e-mail, otros diferencian su producto

    ofreciendo mayor espacio en disco para almacenar los e-mail o la posibilidad de construir

    páginas propias con su correspondiente espacio en disco. Algunos ofrecen mayor

    velocidad de conexión o planes de pago por adelantado, contratos a plazo fijo, pago

    automático de cuentas, soporte en línea las 24 horas del día todos los días del año, etc.

    Por lo tanto un análisis de tarifas para el acceso a Internet requiere de un minucioso

    análisis previo.

    • Decreto 187

    La publicación del Decreto 187 de la Subtel de 4 de mayo de 1999 (D.O. 21.08.99),

    estableció tres puntos centrales respecto de las tarifas cobradas a los usuarios de

    Telefonía e Internet.

    En primer lugar, el decreto fijó las tarifas máximas que cada compañía puede cobrar por

    sus servicios. En segundo, se creó el concepto de Tramo Local, el cual fijó las tarifas de

    acceso que las compañías de telefonía móvil y rural deben cobrar a las demás

    compañías telefónicas. Adicionalmente, estableció el cobro de dicho Tramo Local por

    parte de las compañías telefónicas a los ISP. Los valores del Tramo Local son también

    conocidos como SLM IP y corresponden al 50% del SLM, ya sea en horario normal o

    económico. El tercer punto central del Decreto 187, es que a partir del 1 de febrero de

    2000 las compañías deben efectuar sus cobros en segundos.

    Los cambios en la normativa tarifaria tuvieron por dar un fuerte impulso al uso de Internet

    en Chile.

    • Costo de acceso

    El mercado de acceso a Internet experimentó dos eventos decisivos entre 1999 y

    comienzos del 2000, y que significaron cambios fundamentales en su estructura

    competitiva. El primero es la publicación del Decreto 187 y el segundo es la aparición de

    ofertas de Internet gratis. Ambos factores afectaron drásticamente los costos de acceso.

    Antes del Decreto 187 los cobros se hacían en minutos y eran más elevados, como se

    aprecia en el gráfico. Para un estándar de navegación mensual de 20 horas en horario

    normal, el costo de una alternativa promedio en Marzo de 1999 era de $ 26.400,

    correspondiente en un 47% a cargos de telefonía local y en un 53% al pago a los ISP. En

    septiembre del mismo año, con el decreto vigente, el costo promedio disminuyó a

    $ 16.706 (con una relación entre telefonía e ISP similar a la anterior), mientras que a

    partir de febrero el costo bajó a $ 7.706 en aquellas alternativas que incluyen Internet

    gratis. En este último caso, el costo total corresponde a los cargos de telefonía local.

    Hora existen los planes llamados de “Tarifa Plana” que consisten en un plan con conexión ilimitada a internet, con el SLM incluido. Existen dos tipos tarifa plana, en horario economico y en todo horario fluctuando sus precios entre los $ 9.900 (Entel) y $ 15.900 (Chilesat).

    Recientemente la empresa Terra lanzo un plan de $ 18.000 que trae una linea telefonica solamente para internet, con tarifa plana ilimitada.

    *** Para todos los cálculos se usó el menor valor de SLM IP según Decreto 187 de la Subtel, que corresponde al valor de Telefónica CTC Chile.

    • Hogares

    Como los usuarios y las necesidades de navegación son variadas, el mercado también

    se ha ajustado a esta realidad, haciendo que cada ISP se posicione en ciertos nichos

    específicos de mercado.

    Si bien el mercado de empresas aparece con el mayor potencial a futuro, en el mercado

    de las personas o las familias se identifica un interesante nicho de negocios, sobre todo

    para aquellos sitios o portales que basan su fuente de negocios en el volumen de visitas.

    En este segmento la nueva modalidad de conexiones gratuitas por parte de los ISP

    adquiere un gran atractivo, en especial si las conexiones son hechas en horario

    económico.

    En el mismo caso, si una familia se conecta 20 horas mensuales en horario normal, el

    costo mensual a pagar varía entre $ 6.480 y poco más de $ 24 mil.

    Algunas diferencias de precios pueden reflejar distintas velocidades de acceso a Internet.

    En otros casos las diferencias de precios se pueden deber a convenios entre un ISP y

    una telefónica local, como es el caso de Tutopia, que mantiene un convenio con

    Telefónica CTC Chile para cobrar SLM IP, es decir, aquellas conexiones que se hagan

    desde la red fija de CTC pagan SLM IP, en cambio si la conexión es hecha desde otra

    red fija, el cobro de conexión telefónica se hace a valor SLM. Esto se debe a que Tutopia

    es un ISP con base en EE.UU. y por ende no rige para él la normativa de la Subtel, ya

    que la conexión a Internet se hace fuera del territorio nacional. Caso similar es el del ISP

    Surfree.

    • PyME

    Para efectos de determinar el costo de acceso de la PyME se consideran aquellos

    planes que no requieren grandes pagos mensuales, que están diseñados para menos de

    seis usuarios y que usan el sistema de telefonía conmutada.

    Se observa que los costos típicos van desde $ 9.900 a $ 32.694, dependiendo de las

    modalidades de pago, del número de usuarios, del cobro del tramo local, de limitaciones

    horarias dentro del horario normal, de la restricción de acceso a contenidos

    internacionales y de la velocidad de respuesta, ligada al ancho de banda.

    Los dos sistemas más caros ofrecen un ancho de banda mucho mayor para sus

    conexiones y por ende una velocidad de respuesta significativamente superior.

    En promedio, los planes que incluyen una porción de costo variable tenían un costo

    mensual levemente superior a los $ 27.500 a marzo del 2000, mientras los planes

    ilimitados promediaron $ 17.400 y aquellos que incluyen restricciones horarias (dentro

    del horario normal) se situaban en poco más de $ 16.000.

    • Grandes Empresas

    Para las empresas de mayor tamaño (grandes, medianas-grandes), las ofertas de

    conexión dedicada son las más convenientes. En este mercado la oferta de mejor

    relación costo/velocidad de acceso se encontraba disponible sólo en la comuna de La

    Florida a marzo del 2000. Se trata de un servicio a través del cable de televisión de gran

    ancho de banda.

    Nuevamente las diferencias de precio se explican por los mismos factores que afectan el

    costo para la PyME, como la velocidad de respuesta y el número de conexiones. Todas

    las alternativas consideradas soportan más de 20 usuarios.

    También existen diferencias en los valores mensuales que se deben pagar al ISP.

    Algunos de los planes más eficientes requieren de mayores pagos mensuales.

    Si se comparan los precios de acceso a Internet por segmento de mercado, se observa

    las grandes empresas enfrentan los precios más bajos por usuario, teniendo además

    mejores planes. Estos últimos ofrecen servicios anexos, como espacio para página web,

    pero además entregan un mayor ancho de banda para las comunicaciones, lo que se

    traduce en una mayor rapidez de respuesta en la Web.

    Midiendo a los tres segmentos de mercado con la misma vara, es decir, estandarizando

    todos los precios a pagos de un mes, por un usuario, para veinte horas de conexión al

    mes y considerando en todos los casos el menor valor disponible, se concluye que la

    gran empresa tiene acceso a Internet a costos considerablemente bajos en relación a la

    PyME, cuyas condiciones no difieren significativamente de las de los hogares. Este

    último segmento, sin embargo, tiene la opción de conectarse en horario económico, al

    costo más bajo disponible en el mercado.

    Iniciativas Legales

    Un enorme debate valórico y técnico se está desarrollando en todo el mundo, en

    relación a los deberes y derechos de los internautas. Durante su primera etapa de

    introducción a las nuevas tecnologías, los países enfrentan una serie de situaciones

    que perjudican y retrasan la su incorporación plena a la economía digital: la

    distribución desigual de la infraestructura de información; los elevados costos de

    acceso; la falta de garantías para el usuario individual en materia de seguridad,

    privacidad y confiabilidad de las transacciones electrónicas.

    Algunas de estas situaciones se relacionan con el marco regulatorio del sector de

    telecomunicaciones, contenido en el caso de Chile en la Ley General de

    Telecomunicaciones y las distintas ordenanzas y normas técnicas complementarias.

    Otras, con la necesidad de adecuaciones legales que sancionen los derechos y deberes

    en una transacción electrónica, en el marco del Código de Comercio y del Código Civil,

    entre otros

    A continuación se hace un repaso a cada uno de estos temas, analizándolos de manera

    comparativa con la experiencia de otros países:

    • Economía Digital: el derecho y las transacciones electrónicas

    El referente básico en materia de legislación ad hoc para el comercio electrónico es el

    proyecto UNCITRAL de las Naciones Unidas, cuya finalidad es otorgar los principios

    generales y básicos para un marco legal que ampare las operaciones comerciales

    realizadas digital o electrónicamente. Dado este propósito, de por sí complejo, sus 15

    artículos generales y 2 referidos al transporte de bienes son lo suficientemente neutros y

    flexibles como para facilitar su incorporación a las legislaciones nacionales. En América

    Latina el único que lo ha hecho es Colombia, que dispone de un proyecto de ley de

    comercio electrónico basado en UNCITRAL y adaptado a la legislación local, el que se

    encuentra en avanzado estado de discusión parlamentaria. Otros países que exhiben

    algún grado de avance en relación a la adecuación jurídica en pro del comercio

    electrónico son Argentina y México.

    Si consideramos los casos de Argentina, Chile, Colombia y México, encontramos que la

    mayoría ha implementado leyes o reglamentos dirigidos a resguardar la privacidad en las

    transacciones electrónicas, la protección del consumidor y la propiedad intelectual. Un

    menor avance se aprecia en materia de disposiciones orientadas a la promoción del uso

    de estas nuevas herramientas y la validez del documento electrónico, lo que involucra

    aspectos de seguridad y certificación de los actores y sus transacciones.

    Entre los países desarrollados, se observa una clara frontera entre la conceptualización

    de la problemática digital en el derecho románico-napoléonico imperante en Europa

    Continental, y el derecho anglosajón (common law). Ambas adoptan posturas

    encontradas, pudiendo caracterizarse la visión europea como más proclive a la

    articulación de complejos sistemas de sanción y monitoreo directo de la autoridad

    estatal, y la postura sajona a la autorregulación y la promoción de prácticas

    empresariales aceptables y consensuadas.

    Esto podría ser especialmente válido para países como Chile, que han ingresado a la

    modernidad económica básicamente a través del protagonismo del sector privado y un

    rol subsidiario para el Estado, que necesitan solidificar la capacidad innovadora de los

    individuos y los mecanismos de transferencia tecnológica en un contexto de relativo

    retraso respecto de los países líderes.

    Adicionalmente, la naturaleza misma de la nueva economía plantea el desafío de

    desarrollar una coordinación efectiva de los sistemas legales nacionales, a fin de que

    éstos tengan alguna validez y viabilidad en un entorno que es esencialmente global. Es

    la duda que sacude a todos los cyberconsumidores que ingresan a un sitio comercial

    ubicado en el extranjero. ¿Quién me protege en caso de una falla en el sistema? ¿Qué

    mecanismos de arbitraje o mediación rigen en este entorno?

    • Los contratos y los derechos individuales en la era digital

    El denominador común en cualquier transacción comercial es la existencia de un

    contrato, de un acto jurídico bilateral que crea obligaciones y derechos. El contrato

    tradicional debe cumplir con requisitos tales como voluntad (o consentimiento) de las

    partes, objeto del contrato, causa del mismo y, en algunos casos, la inclusión de ciertas

    solemnidades como la escrituración y firma autentificada.

    Existe una importante discusión sobre la validación de los contratos electrónicos. En

    líneas generales éstos cumplen con la mayoría de los requisitos de validez que rigen

    para los contratos estándares, si bien contienen algunas áreas grises que plantean

    desafíos importantes a la tarea legislativa.

    En primer lugar, tratándose de una comunicación a distancia, a través de un medio

    especialmente ambiguo en materia de territorialidad, identidad de los participantes y

    duración de la transacción, existe todo un debate en torno a cuándo y cómo surge el

    consentimiento.

    Respecto de las solemnidades, en el caso de la legislación chilena se exige para los

    actos patrimoniales, particularmente la venta de inmuebles, escritura pública ratificada

    ante notario. Para que los contratos electrónicos pudiesen abarcar este tipo de

    transacciones se debe contar con una autoridad certificadora encargada de autentificar

    su veracidad y exactitud, y que funcionarían utilizando los poderosos medios de

    encriptación disponibles.

    Adicionalmente, gracias a los avances electrónicos, existen firmas digitales, es decir,

    mecanismos que permiten atribuir la autoría de un documento a cierta persona a través

    de claves que los computadores comparan matemáticamente con llaves de tipo digital,

    los que pueden ser incorporados mediante meras inserciones en la legislación probatoria

    nacional. Ello permitirá dar las garantías contractuales a las prestaciones estipuladas en

    una transacción electrónica.

    Cabe precisar que un número importante de las transacciones que tienen lugar en

    Internet son contratos de adhesión, es decir, el oferente establece las condiciones y

    términos del contrato en su página web, de manera que los interesados se limitan a

    aceptarlos incondicionalmente mediante un e-mail, sin que exista una verdadera

    negociación. Los contratos de adhesión son cada vez más comunes debido a su facilidad

    de utilización, que agiliza y simplifica las transacciones.

    Sin embargo, no es sólo frente al tema contractual donde los internautas enfrentan

    grados importantes de incertidumbre. Al ingresar en cualquier sitio web, tenga o no fines

    comerciales, es común que se invite al visitante a ingresar datos de tipo personal, con el

    consiguiente problema de que esta información se almacena en bases de datos que

    técnicamente no están bajo control de autoridad alguna.

    La proliferación de bases de datos personales puede entrañar un daño importante a la

    privacidad de las personas, un valor central en las sociedades liberales, por lo cual

    numerosos países han adoptado ya cuerpos legales que regulan el funcionamiento de

    éstas. La tendencia es a considerar a la persona como titular de sus datos e información

    personal, de forma que sólo su consentimiento explícito permita recolectarlos y

    procesarlos con fines comerciales o de otro tipo.

    Finalmente, la naturaleza de la economía digital conlleva a una nueva conceptualización

    de lo que es propiedad intelectual e industrial. El hecho de que el componente

    elemental de la red (la información digitalizada) sea fácilmente copiable, replicable y re-transmitible

    a través del planeta plantea un duro desafío a industrias tales como la editorial, la discográfica o la de software. Existe un saludable debate en torno a si la

    difusión del formato MP3 favorece (y democratiza, según sus promotores) la creación

    artística o por el contrario supone un golpe letal a la industria discográfica. La ley de

    Derechos de Autor estadounidense se basa en la doctrina del uso adecuado (fair use

    doctrine). Esta consiste básicamente en la libre disponibilidad y uso de información bajo

    un cierto número de circunstancias, mucho más numerosas de las que serían

    permisibles bajo un régimen legal basado sólo en la propiedad intelectual o los derechos

    autorales.

    • Marco Regulatorio y garantías legales para el comercio electrónico: el caso chileno

    En Chile existen alrededor de 20 proveedores de servicio de acceso a Internet (ISP),

    incluyendo a independientes y operadores telefónicos tradicionales, y una población

    estimada en torno al millón de usuarios a marzo del 2000, cuatro veces más que en igual

    mes del año anterior.

    Este aumento reciente da cuenta de los esfuerzos del gobierno y de la autoridad

    reguladora por crear un marco que promueva el acceso masivo a Internet, así como la

    existencia de un mercado competitivo y moderno de proveedores de acceso. Conviene

    recordar que, dentro del marco regulatorio de las telecomunicaciones, el acceso a

    Internet tiene un componente desregulado y otro regulado, este último dado por la relevancia que todavía tiene la red telefónica local para los ISPs. Si bien el mercado de

    Internet en Chile no es monopólico ni existen barreras naturales o legales al ingreso de

    nuevos operadores, es en el acceso al usuario final donde se observan limitaciones

    dadas fundamentalmente por la concentración de la infraestructura de las redes de

    telefonía básica, insumo fundamental para los ISPs. Existe por tanto un espacio para

    posibles distorsiones y un área potencial de intervención reguladora.

    Un hito fundamental en materia de costos de acceso lo constituye la dictación del

    decreto tarifario de la Compañía de Telecomunicaciones de Chile, que introdujo el

    concepto de Tramo Local, disminuyendo en más de un 60% el costo de uso de red en el

    caso del servicio de acceso conmutado.

    La dictación de Norma Técnica de Intercambio Nacional de tráfico Internet corrigió otra

    distorsión que impedía el desarrollo eficiente del servicio, debido a la ausencia de un

    sistema de conexión eficiente entre los distintos ISPs. A ello se le agrega la nueva

    norma de transmisión, que permitirá a las empresas ampliar el conjunto de tecnologías

    para prestar servicios de transferencia de datos, en particular lo relativo a los nuevos

    protocolos de comunicación.

    Por último, se debe mencionar el proyecto de ley que modifica el Fondo de Desarrollo

    de las Telecomunicaciones para que éste pueda facilitar la instalación de Telecentros

    Comunitarios de Internet. Este programa, existe desde 1994, ha permitido dotar de

    telefonía pública a localidades apartadas y de bajos ingresos, mediante el otorgamiento

    de subsidios fiscales. Una vez aprobada la ley, se podrá llamar a concurso a empresas

    interesadas en instalar los Telecentros.

    • Avances jurídicos y promoción del Comercio Electrónico en Chile

    Más allá de evaluar la necesidad de regulaciones y leyes de incentivo a la prestación de

    servicios de acceso, es evidente la necesidad de evaluar el estado de avance en las

    adecuaciones jurídicas para promover el uso de Internet en la población.

    En Chile ya existe normativa relativa al documento electrónico en ciertas áreas,

    algunas vinculadas directamente al comercio electrónico. Estas han sido creadas

    principalmente mediante la facultad reguladora de las autoridades administrativas, sin

    perjuicio de algunas leyes existentes. De esta forma, la planilla de los fondos de pensión,

    la cotización de los seguros de salud, los pagos electrónicos bancarios, las declaraciones

    de importación y exportación y los pagos de derechos aduaneros y, por último, las

    declaraciones de impuesto a la renta, han iniciado un proceso de validación en formato

    digital que se ha acelerado a partir de junio de 1999, fecha en que el gobierno chileno

    emitió un Decreto que regula la utilización de la firma digital por los órganos de la

    administración pública.

    Otro paso importante fue la publicación de la Ley de Protección de Datos Personales a

    fines de 1999. Entre otras cosas, la ley establece la necesidad del consentimiento de las

    personas para que se haga uso de sus datos personales, así como la obligación, por

    parte de las empresas de venta directa, de implementar sistemas destinados a entregar

    al titular de los datos la información que éste requiera. No dispone, como en Estados

    Unidos, de un mecanismo de lista postal a la cual las personas se pueden inscribir para

    ser retiradas de las listas de distribución de material de venta directa.

    Pese a que existe una aparente urgencia por legislar el Comercio Electrónico, el sentido

    común lleva a pensar que un excesivo entusiasmo puede ser perjudicial para la

    innovación y la iniciativa privada.

    Un área central para que las iniciativas legales relacionadas con la economía digital

    tengan validez práctica es la capacitación y equipamiento del Poder Judicial en materia

    de informática. Este es un problema que afecta prácticamente a todas las naciones.

    Chile se encuentra a medio camino de una reforma procesal penal de gran envergadura,

    cuyo éxito depende en un grado importante de su adecuación a las nuevas tecnologías

    de la información.

    H.- Consideraciones Personales

    Tal como hoy se conoce, la economía digital (e-business o la nueva economía) y su cara más visible, Internet, son el resultado de una larga revolución tecnológica que comenzó el siglo pasado con la transistorizacion de componentes.

    Internet hoy en día es un resumen de todos los medios de comunicación que hasta hoy el hombre ha creado, es banco, tienda, diario, revista, un mercado con un sin numero de clientes constituido por una inmensidad de bienes y servicios. Todo esto en constante expansión, derribando las barreras de tiempo y lugar, generando una globalización cada vez más amplia y traspasando todo tipo de actividades entre las naciones en forma integral.

    Hasta hace poco nuestro país ha seguido estos avances desde un punto de vista más observador que participante, lo que esta cambiando drásticamente gracias a la accesibilidad que se le esta dando a Internet en este momento, esto, eso si adaptando las tecnologías a nuestras propias formas dado el ciclo económico y el nivel de infraestructura con que contamos. A pesar de esto se puede ya medir la inserción que tiene Chile en este campo, ya sea por la competitividad de sus empresas o por el grado de acceso de las personas a esta.

    Por lo que esta década será para nosotros critica ya que las formas clásicas de hacer negocio, tanto interna como internacional, serán cambiadas en 180º destruyendo los paradigmas tradicionales. La creación de redes de empresas en Internet, la facilidad para adquirir productos mas baratos por la red, la forma en que clientes y proveedores se encontraran mas rápida y fácilmente en Internet a través de portales especialmente diseñados para eso, cotizaciones presupuestos, traspasos, la gradual eliminación del papel moneda, la accesibilidad que tendrán los gobiernos gracias a la modernización del aparato publico, la redefinición de los conceptos local y global, etc., etc.

    El grado de avance que ahora tiene Internet es solo una muestra de lo que va a legar a ser, transformándose en el territorio para la globalización, creando nuevos nichos de negocios, así como también será un lugar donde caerán empresas habrán perdedores y bajas de empleo.

    Centrándonos en Chile yo creo que todavía falta una cultura WEB, o sea eliminar el pensamiento de “ Hay que estar en Internet, no se porque, pero hay que estar “, ya que el hecho de “estar” no garantiza en lo absoluto ni mayores, ventas ni nada parecido. Es mas, a veces se transforma en un gasto mas que podría ser obviado, existe una estadística que dice que para el 2002 el 95% de las empresas nuevas en Internet habrán quebrado, lo que confirma lo anteriormente dicho.

    A mi parecer para poner un negocio virtual hay que encontrar una necesidad (igual que en la forma clásica) que se pueda satisfacer en mejor forma a través de la red, con esto no me refiero a negocios ya montados que además comercialicen sus productos por Internet (como Fallabella o similares), sino que a nuevos negocios como por ejemplo Bazuka.com que ha tenido un gran auge ya que es una idea innovadora y muy bien gestionada ( ellos llevan películas, DVD, comida, bebidas, bebidas alcohólicas, cigarros, etc, a la casa en menos de 1 hora y además retiran el producto después), o también otro ejemplo seria Amazon.com que es la mayor empresa de venta de libros por Internet, y además una de las mas rentables entre todos los e- Business. Mirando en América Latina y mas cerca aun, en Argentina encontramos a Patagon.com que es un portal de finanzas que inicio un joven y que ahora esta valorado en varios millones de dólares y operando en toda América Latina. Esto muestra que este tipo de ideas innovadoras tienen un gran potencial si son explotadas por Internet, ya que cubren un mercado todavía en pañales y si logran posicionarse de manera efectiva tendrá un éxito casi asegurado.

    Otra consideración que puedo hacer es acerca del proceso de globalización que si bien por un lado achica las brechas entre naciones, personas, empresas o lo que sea; por el otro lado la accesibilidad a las tecnologías privilegia a las naciones mas desarrolladas, a las familias de mayores ingresos y a las empresas más grandes. Esto lleva un alto riesgo a cuestas ya que la competitividad se ve seriamente dañada.

    Por las características geográficas de nuestro país, en la que los proveedores pueden estar en Arica y los clientes en Chiloe, este medio de comunicación facilita en gran medida el acercamiento de estos, siendo más barata, rápida y eficiente la comunicación de ambos.

    Para bien nuestro estamos en una etapa de masificación, lo que trae consigo una guerra entre los proveedores de ISP trayendo un beneficio para los usuarios ya que las tarifas son cada vez mas bajas, lo que contribuye a que cada vez se “conecte” mas gente.

    Desde el punto de vista de mi carrera el comercio electrónico va a jugar un papel fundamental ya que seremos nosotros los que estaremos ahí, trabajando con estas tecnologías, muy posiblemente trabajando en empresas que estén en línea, por lo que todo lo aprendido hasta ahora habrá que aplicarlo a este tipo de comercio, ya sea marketing, en el futuro las e-leyes, y todo lo demás. Al ir el comercio electrónico de la mano con la globalización, los niveles de perfeccionamiento que tendremos que ir haciendo durante nuestra vida serán muchos, por el hecho de comerciar con otras naciones con sus diferentes culturas y formas de hacer las cosas.

    Otra apreciación de nuestra carrera es que al ser ingenieros de ejecución, nos vamos a desempeñar en el nivel “practico” del mundo de los negocios por lo que la influencia de este nuevo tipo de economía nos llega en forma directa y si no seguimos las tendencias y adaptamos nuestros conocimientos a este paradigma, quedaremos obsoletos antes, incluso, de entrar al juego.

    Es tan importante este cambio que los economistas lo comparan con el cambio que produjo la revolución industrial, y yo personalmente creo que es mas importante porque si bien la revolución industrial trajo cambios tecnológicos fundamentales como la mecanización, esta revolución ha sido mucho mas dinámica, batiendo cada vez mas rápido las barreras tecnológicas, uno no alcanza a tener un tipo de tecnología sin que ya aparezca otra que deje a la anterior obsoleta.

    Por ultimo quisiera decir que este es un tema que tiene para mucho debate y divisar los alcances y las implicancias que tiene en la vida diaria de una persona, una empresa, un profesor o un estudiante, es muy complejo para ser analizado en un solo trabajo.

    Indice

    A.- Efectos Macroeconómicos.

    B.- Impacto en el Mercado Laboral.

    C.- Políticas de Desarrollo de las Tecnologías de Información (TI) a nivel mundial.

    D.- Comercio Electrónico, E- Business.

    E.- Actores y Tendencias de la Nueva Economía.

    F.- Evolución del Comercio Electrónico a Nivel Internacional.

    G.- Evolución del Comercio Electrónico en Chile.

    H.- Consideraciones Personales.

    I.- Bibliografía.

    Bibliografía

    • Neoplanet: www.neoplanet.com

    • Club Empresa: www.clubempresa.com

    • Cámara de Comercio de Chile: www.ccs.cl

    • Entel Chile: www.entelchile.net

    • Terra: www.terra.net

    • Chilesat: www.chilesat.cl

    • Diario Estrategia: www.estrategia.cl

    • Patagon: www.patagon.cl

    • Altavista: www.altavista.com




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    Enviado por:Rodrigo Stagnaro Calcagni
    Idioma: castellano
    País: Chile

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