Turismo, Hostelería, Gastronomía y Restauración
Cocina chilena
COCINA CHILENA
Paloma Tapia
Fecha
Fecha
Índice
Introducción 3
Gastronomía de chile 4
Historia de la cocina chilena 5-9
Gastronomía por zonas 10-18
Tipos de cocina chilena 19
Gastronomía por región 20-26
Comida rápida chilena 27-28
Conclusión 29
Net grafía 30
INTRODUCCION:
Quiero hablar sobre la historia de nuestra cocina, ya que de ella se conoce bien poco y se presta mucho para la confusión.
La cocina chilena, como en casi todos los países de Sudamérica, es fruto de múltiples influencias; acá, una mezcla de las culturas mapuches y la española principalmente, y luego fueron llegando otras. Al leer distintos ensayos me nace una pregunta: ¿existe alguna cocina propiamente criolla? Tal vez el título resulta engañoso. Porque según lo expresan la mayoría de los chefs, resulta prácticamente imposible hablar de “la historia de la comida chilena”. Esto porque nadie se ha dedicado afanosa y científicamente a escribirla.
Pese al desconocimiento nacional acerca de qué platos son parte de nuestra gastronomía, algunos chefs e historiadores están estudiando el tema.
Gastronomía de Chile
Se sabe que Pedro de Valdivia trajo a Chile las bases de la futura alimentación criolla: trigo, cerdos, pollos, bueyes, toros y vacas. Los araucanos proporcionaron las papas, el maíz y los porotos. Estos ingredientes base se mezclaron y así nacieron nuestros platos más típicos. Posteriormente, a fines del siglo XIX, llega la influencia de la gran cocina francesa, que produce un cambio en la cultura gastronómica de la elite nacional y tiene efectos en la cocina popular chilena.
Nuestra cocina varía a lo largo de todo Chile por las diferentes costumbres, culturas, territorios y los climas de cada región del país. Se puede decir que nuestra gastronomía se divide en tres grupos: del norte, del centro y del sur. Se caracteriza por en carne, pollo y pescado, además de acompañamientos de ensaladas, normalmente aliñadas con sal, orégano, comino, ají y merquén, que le dan un toque más sabroso. La gastronomía chilena se destaca por su variado sabor y color; acompañada de bebidas alcohólicas como el vino y pisco.
Historia de la Cocina chilena
La historia de la comida chilena está íntimamente ligada a la manera en cómo nuestro país comenzó a poblarse. Es decir, influida por los españoles, alemanes, italianos y por todos los antepasados que ocuparon estas tierras antes de la colonización.
Antes de la llegada de los españoles podemos distinguir claramente tres grupos que dieron vida a nuestras costumbres culinarias: agricultores (dedicados a la cosecha de maíz, papa, poroto y zapallo), cazadores (que fueron los primeros en aprovechar la carne y la leche de guanacos y vicuñas) y pescadores (especializados en mariscos y pescados)
Posteriormente la gran mayoría de los pueblos originarios de Chile, como Picunches, Tehuelches, Diaguitas, Mapuches y Onas, desarrollaron sus propias maneras de alimentarse, lo que lentamente dio origen a particulares “modos de cocinar”.
Influencias españolas
En el siglo XVI, con la llegada de los españoles, nuestro país tuvo acceso a muchos productos hasta ese entonces desconocidos. Los productos europeos como carne de vacuno, ovinos y porcinos, junto con diversas frutas y trigo, comenzaron a formar parte de la cocina chileno española que lentamente tomaban forma. Antes de conocer estas carnes, nuestros antepasados sólo se alimentaban de camélidos como guanacos, llamas o alpacas que cazaban a través de distintos medios, el menú de los conquistadores era suculento. El primer plato denominado "de residencia", podía ser carne, ave o pescado. Le seguía "el guiso abundante" hecho de preferencia con choclos y papas, pero con la llegada de los primeros conquistadores españoles también llegó el vino. Distintas INFORMES señalan como precursor al sacerdote Francisco de Carabantes, quien en 1548 desembarcó en Concepción plantando vides para poder obtener el vino tan necesario para las ceremonias religiosas. Al norte de Santiago, Francisco de Aguirre hizo lo mismo en sus encomiendas de Copiapó y La Serena en 1550.
Sin embargo la sorpresa no sólo fue para los nativos. La abundancia, variedad y sabor de los peces cautivó a los españoles. En ese entonces se consumían asados y tanto róbalos como pejerreyes, lenguados y corvinas constituían verdaderas delicias.
Los europeos conocieron también las distintas variedades de papas, la riqueza de las verduras y el sabor del locro. Con la mezcla de estos ingredientes nació el conocido “Puchero Criollo”, muy popular durante el siglo XVIII y perfectamente reconocible como el antecesor de la cazuela, aunque para muchos la cazuela es una receta puramente mapuche con papas, chuchoca y carne como ingrediente.
Sin lugar a dudas uno de los hechos que marcó la manera en que se definía la cocina chilena en ese tiempo fue la Guerra de Arauco. Este conflicto bélico, que tuvo como protagonistas a mapuches y españoles, logró que en las zonas de gran influencia indígena se potenciar sus recetas, mientras que en aquellas más nortinas se comenzaran a mezclar las dos gastronomías.
Así, la dieta tradicional de ese entonces, compuesta por preparaciones en base a carne, ave y pescado acompañada por zapallo, frijoles y maíz, fue complementada por legumbres españolas como garbanzos y lentejas. También se introdujo nabos y habas gracias a la influencia hispana.Casi de manera simultanea, y a medida que la compenetración de las dos culturas se hacía cada vez más evidente, surgían también las primeras bebidas. Así la leche con mote o harina, el mote solo y la quínoa, que se tomaba con agua y azúcar.
Pero no fue hasta el siglo XVIII que las costumbres culinarias de nuestra nación tomaron forma.
La ilustración y la tutoría de los gobernadores españoles propiciaron los espacios necesarios para un próspero desarrollo cultural. En materia culinaria quienes definitivamente marcaron un antes y un después fueron los diversos conventos de religiosas que se instalaron en nuestro país, especialmente en la repostería, De ahí sale la expresión "Hecho con mano de monja", para expresar que se trata de un manjar exquisito, quienes influyeron notoriamente en las preparaciones y recetas de la naciente cocina chilena.
El ajiaco de las monjas claras fue famoso de norte a sur, los porotos de las Monjas Capuchinas era una verdadera delicia y las lentejas o la sopa de cebolla y carne de las Monjas Rosas era un plato seguro en las fiestas familiares.
En cuanto a las tradiciones más sociales de esa época resulta inevitable destacar que la comida tenía un lugar preferencias en el chile ilustrado. El almuerzo se servía a las 2 de la tarde y platos como charquicán, albóndigas o asado con verduras eran una verdadera tradición. La excepción de la semana la marcaba el viernes, donde el pescado reemplaza a la carne.
Los postres generalmente se asociaban a las frutas de las que se disponía en la época o a biscochuelos, merengues o en general masas preparadas con huevos, harina mermelada o manjar. También tenían un lugar especial los tradicionales dulces de convento, algo que ha perdurado en el tiempo de manera casi inalterable. El dulce de membrillo, el famoso chocolate de las capuchinas, los confites de coquitos de palma, los alfajores, el manjar blanco y los duraznitos en almíbar son un fiel reflejo de este legado.
La cena, siempre más liviana que el almuerzo, se servía luego de rezar el rosario. Papas con arroz, pescado frito, carne de cerdo y diversas ensaladas adornaban la mesa.
La comida post independencia
Mientras Chile era reconocido como una nación independiente y soberana, la comida seguía su evolución. Tal vez uno de los hechos más destacables es la masificación del charqui como una comida presente de norte a sur y en todo tipo de mesas. Atrás quedaban los días en que este plato, compuesto por verduras y carne de vacuno o ave, era casi el único que podían comer los soldados durante la batalla de Rancagua en 1814.
A estas alturas el vino era un producto de consumo relativamente extendido en la población. El gran vuelco en la vitivinicultura chilena se produjo en 1851, cuando Silvestre Ochagavía introdujo cepas francesas en su propiedad de Talagante, y de esa forma inició la sustitución de las antiguas cepas españolas por las de Cabernet, Cot, Merlot, Pinot, Sauvignon, Semillón, Ries Ling y otras que constituyen la base de la producción de vinos nacionales.
Un clásico día en la gastronomía nacional se componía por un desayuno donde inevitablemente el chocolate no podía faltar. El almuerzo de tres platos, costumbre que se mantuvo durante gran parte de este siglo, se componía de una entrada, una sopa y plata de fondo. La comida era más liviana y por lo general se componía de diversas verduras (porotos verdes, habas y habichuelas), arroz y frutas.
Si el rostro de nuestra nación comenzaba a cambiar lentamente con la llegada de la independencia, esto se vio acelerado por el arribo de inmigrantes provenientes de Inglaterra, Francia, Alemania e Italia entre otros.
La cocina, al igual que muchas otras áreas, comenzó a apropiarse de técnicas, costumbres e ideas propias de las culturas foráneas.
Papas, carnes de ave, pastel de choclo, empanadas, pulmai, curantos, mote con huesillo, y humitas se unieron a las carnes y embutidos alemanas, los caldillos europeos, las masas alemanas e italianas y los diversos aliños y especias que trajeron desde Europa.
Así nacía la comida chilena casi como hoy se conoce. Una mezcla entre recetas de nuestros ancestros y la suma de los diversos extranjeros que poco a poco se fueron asentando de norte a sur.
Cuarenta años atrás un menú típico consistía en Empanadas de carne fritas, pescado frito con ensaladas y dulce de membrillo con queso. Es decir, una dieta que a diferencia de lo que sucede en la actualidad, no escatimaba en agregar frituras.
El uso de la carne de vacuno ya era extendido y la leche de éstas se empelaba ampliamente, aunque en ese entonces se distribuía en botellas de vidrio con tapas de cartón. Por su parte, el yogurt se podía encontrar en botellas del mismo material pero de menor tamaño.
Para la conservación muchas veces se empelaban grandes trozos de hielo que se cortaban en trozos más pequeños para que cupieran en el refrigerador.
La tradición culinaria criolla fue trasmitida de generación en generación a través de la tradición familiar y de recetas guardadas en cuadernos o tarjetas, que permanecieron por años como un secreto de las diferentes familias, hasta que alguien decidía publicarlas como libro de recetas. Efectivamente, a mediados del siglo XIX, las imprentas recibieron las recetas manuscritas de las viejas familias o conventos de monjas, que con el pasar del tiempo, se transformaron en una tradición que permanece casi intacta en la actualidad.
La historia señala que a mediados del siglo XIX, surgieron en Santiago y Valparaíso varias impresiones de libros de recetas, destacando El libro de las familias, una serie de publicaciones que contenían manuales de cocina, economía doméstica, repostería, confitería y dos curiosos manuales de salud y lavandería.
Al inicio del siglo XX, la Enciclopedia del hogar de la Tía Pepa, del chileno Rafael Egaña, el libro de recetas La Negrita Doddy y El novísimo manual del cocinero práctico chileno, tuvieron éxito y numerosas reediciones. Mejor aún resultó el libro 365 recetas de cocina práctica. Una para cada día, (1900), recopilado y firmado por María Cenicienta, que tuvo reediciones hasta la década de 1960. Al igual surge en este primer tercio de siglo, Lucía Vergara de Smith con la publicación de varios libros de recetas, entre los que destaca su Manual de cocina vegetariana chilena (1931).
En la década de 1930, se imprimen dos nuevas publicaciones que terminan con el tradicional libro de recetas tipo folleto y comienzan a aparecer libros de gran formato e impecable edición, donde el refinamiento y la cocina francesa se presentan como aspectos privilegiados de ambas publicaciones. El primero, de la conocida escritora Marta Brunet, La hermanita hormiga: tratado de arte culinario: recetas de guisos, dulces, menús, etc.: instrucciones para la buena disposición de la mesa con ilustraciones de 1931; y el segundo, en 1935 La Buena Mesa de Olga Budge, quien había vivido por largas temporadas en Europa en compañía de su esposo, Agustín Edwards. A mitad de siglo, apareció un interesante folleto que daba cuenta de las recetas de uno de los más afamados comensales santiaguinos: Famosas recetas del Hotel Crillón, excéntrico lugar donde la influencia de la cocina francesa marcó su apogeo en la cocina chilena de mediados del siglo XX.
GASTRONOMIA POR ZONAS:
ZONA NORTE:
Con un fuerte aporte de las culturas originarias del altiplano andino -aymara y atacameña-, así como de la tradición mariscadora de los changos de la costa, la cocina tradicional del norte integra productos como la quínoa la harina de maíz, el charqui y la carne de camélidos formando una dieta de alto valor proteico.
Asimismo, el cultivo de tubérculos dulces como la apilla (oca), el isañu y el olluko, de gran significación religiosa, aportan algunos sabores desconocidos den otras zonas del país y cuyas preparaciones es necesario rescatar si se quiere conservar su uso tradicional.
Las comidas típicas de los pueblos aymaras, tienen pequeñas variaciones según el lugar donde se preparen, pero sin duda lo más tradicional de la comunidad son el asado, chairo, charqui y guatita.
También de la tradición mariscadora de los changos de la costa; y la influencia de los diaguitas quienes producían fermentaciones de algarrobo y otras semillas. Destacan los valles de la región de Atacama que produce uno de los aceites de oliva más afamados del país; en los valles de la región de Coquimbo al igual que la de Atacama, se produce uno de los licores más problemáticos por su origen, el pisco. Amplia es la cantidad de bebidas alcohólicas y refrescos que se pueden encontrar en la gastronomía del norte.
Platos de la zona Norte:
Entradas:
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Tortilla de mariscos
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Ensalada de papas al salmón
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Machas a la parmesana
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Conchas de camarones
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Camarones con salsa
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Erizos
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Caldillo de Congrio al Vino
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Ceviche de corvina
Plato Principal:
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Calapurca
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Picante de conejo
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Plateada con quinua
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Cazuela marina
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Estofado de cordero a la ostra
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Ensalada chilena nortina
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Ensalada de quinua
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Timbal de quinua
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Risotto de quinua y pimientos amarillos
Bebidas, alcoholes y aperitivos:
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Pisco
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Pisco sour
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Mango sour
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Papaya sour
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Pajarete
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Cola de mono
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Vaina chilena
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Serena libre
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Ulpo
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Mango con leche
Dulces
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Chumbeque:
ZONA CENTRAL:
En la comida de esta zona confluye el aporte indígena, la raigambre campesina, huasa y la influencia de inmigrantes de diversas nacionalidades. Entre los platos más característicos destacan porotos con mazamorra, humitas, tomaticán, el pastel de papa, porotos granados, albóndigas, longanizas el arrollado huaso y pantrucas, la cazuela de ave o de vacuno, la carbonada, charquicán, ajiaco y el pan amasado. A la hora de celebrar, destaca el asado y, para los postres, las estaciones tienen mucho que decir: leche asada arroz con leche y manzana asada son, por ejemplo, los preferidos del invierno. Mote con huesillo y variadas frutas como la sandía y el melón sobresalen en el verano.
En Rapa Nui, merece un capítulo aparte ya que su base alimenticia pese a estar dada por los productos del mar, como en otras zonas de Chile, destaca por el empleo de la langosta y el atún pascuense junto a la koreha (anguila), heke (pulpo), titeve (pez erizo), pipi (caracol marino), mahore y kopuku. A ello se suma distintas variedades de plátanos y frutas como papaya, piñas y guayabas que complementan la alimentación de la isla. El UMU TA'O o curanto es el plato tradicional de la isla; combina carnes de cerdo y aves de corral con pescados y mariscos, además de camote, taro y otros ingredientes adicionales. Esto se cocina en hoyo cubierto de piedras volcánicas. Se acompaña del PO'E, una mezcla de taro, plátanos, harina, azúcar que se envuelve en hojas de plátanos para luego cocer en el, el hoyo del curanto.
Platos de la zona central
Entradas y sopas
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Ceviche de almejas
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Ceviche de pescado
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Sopa de mariscos
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Caldillo de congrio
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Locos con mayonesa
Platos de fondo
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Pastel de choclo
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Humitas
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Porotos granados
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Pailita de choclo y crema
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Albóndigas al jugo
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Cazuela de ave de ave
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Empanadas Fritas de queso
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Pantrucas
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Porotos con mazamorra
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Charquicán
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Jaibas rellenas
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Tomaticán
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Pastel de papa
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Brochetas
Otros
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Empolvados
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Pan de Pascua
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Pan amasado
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Leche asada
ZONA SUR:
En la cocina del sur ha tenido un gran aporte de la comida mapuche con productos básicos como trigo, papas, arvejas, habas, ajos, cebollas, ají y maíz y particulares recetas. Otro importante aporte es la cocina chilota característica por sus grandes variedades de papas y platos de mariscos. Ambas le dan una riqueza gastronómica muy amplia a esta zona del país. Destacan el cancato, curanto, asado al palo, los chapaleles, el milcao o pan hecho de papas, la paila marina la cazuela y la papa en múltiples formas. Un sabor especial le otorga a las comidas el uso del merken (ají ahumado mapuche) hoy rescatado por la cocina moderna.
En el extremo sur el chiporro o típico asado de corderito patagónico es un modo de asado a la cruz. Otro asado característico en el Cono Sur es el 'asado con cuero', aunque no es propiamente el típico asado y en Chile solo se hace en las regiones más australes, a su vez es en Argentina y Uruguay se habla ocasionalmente de asado al horno haciendo mención de las carnes cocinadas en hornos de campo cuyo combustible es leña.
Platos de la cocina sureña
Entradas y sopas
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Caldillo de almejas
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Chupe de locos
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Sopa de ostras
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pastel de pescado
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Arrollado de chancho
Platos de fondo
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Asado de cordero
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Asado al palo
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Caldillo de mariscos
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Cancato
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Cazuela chilota
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Cazuela de vacuno
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Sopa chilota de pescado seco
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Curanto
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Chapaleles
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Chiporro
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Empanadas de horno
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Milcaos
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Chochoca al palo
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Pollo a las brasas
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Pulmay
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Lloco
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Valdiviano
Otros
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Empanadas de manzana
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Tortillas de rescoldo
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Mazamorra de manzana
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Merquén
Bebidas alcohólicas
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Chicha de manzana
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Caliente de chicha
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Chicha de calafate
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Licor de oro
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Muday
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Murtado
* Chapalele:
El chapalele o chapalel es una masa cocida a base de papas cocidas y harina de trigo. Forman parte de la gastronomía de Chile particularmente de la cocina tradicional de Chiloé. Existen variantes saladas que sirven de acompañamiento para el curanto y otras dulces, que se consumen al tomar once (merienda).
* Milcao:
El milcao o milcao, llamado también por ultracorrección micado, es un alimento tradicional de Chiloé, que se prepara mezclando papas crudas y cocidas con otros ingredientes. Es un ingrediente importante del curanto y del lloco y aparece frecuentemente en el folklore chilote como parte de canciones y adivinanzas.
* Merkén:
El merkén o merquén (del mapudungun: merken), es un aliño chileno picante y aromático, hecho a partir de ají seco y ahumado, que se muele junto a otras especias y sal Procede, principalmente, de la cocina mapuche de la IX región De la Araucanía de Chile.
* Licor de Oro:
El licor de oro es una bebida alcohólica hecha con suero de leche y aguardiente. Se considera el licor típico de Chonchi, porque lo fabrican sólo unas pocas personas originarias de ese pueblo de la Isla grande de Chiloé, en el sur de Chile
* Curanto:
El curanto (mapudungun: curantu, `pedregal') Es una comida típica de Chile, procedente de Chiloé, y que en la actualidad se ha difundido por todo el sur de Chile y Argentina Tradicionalmente se prepara al aire libre, llevando el nombre de "curanto en hoyo", es decir el que está hecho en un pozo cavado en la tierra, aproximadamente de un metro y medio de profundidad. El fondo se cubre con piedras que se calientan en una fogata. Cuando están al rojo vivo se retiran los tizones y se comienza a colocar los ingredientes.
TIPOS DE COCINA CHILENA:
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Cocina Mapuche
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Cocina Quechua
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Cocina Aymara
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Cocina Atacameña
GASTRONOMIA POR REGION:
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Primera Región:
Diversidad de frutas tropicales se pueden encontrar en la zona del Valle de Azapa como mangos, guayabas y maracuyá. Allí también se encuentra la ruta de la aceituna, que cuenta la historia de este producto, el más emblemático del valle.
Mientras que el Valle de Lluta se caracteriza por tener productos como el morrón, tomates, choclos, ajo y elaboración de queso de cabra y ricas empanadas.
Con una excelente variedad de platos en base a carnes, pescados y mariscos, acompañados de hortalizas y frutas de producción local, los restaurantes de la región están en condiciones de ofrecer, a sus habitantes y turistas, una amplia oferta gastronómica para satisfacer los más exigentes paladares.
Además de encontrar los platos típicos chilenos e internacionales, mención aparte merece la mezcla de comidas que hay en algunos restaurantes en donde se aprecia influencia de Perú y Bolivia.
Especialmente reconocido en Arica, es el consumo de productos del mar, donde se puede consumir desde empanadas de mariscos, ceviche, pulpo, piure, y distintos tipos de pescados acompañado de ensaladas de la estación.
Sabores de Exportación:
La región de Arica - Parinacota cuenta con excelentes productos que se exportan a diversos países en el mundo. Como:
-Aceite de oliva
-Tomates frescos y deshidratados
-Pimientos
-Pasta de ajo, pasta de jengibre
-Anchoas en salazón y en aceite, filetes y troncos de anchoa, paté de anchoas.
-Boquerones al ajillo y en salsa de tomates, centollas.
-Pescados frescos refrigerados y congelados como: congrio dorado, merluza, reineta, -tiburón y jurel.
Aceitunas de Azapa
Las aceitunas producidas en el Valle de Azapa son conocidas mundialmente por su tamaño y calidad. Actualmente se exportan aceitunas negras y verdes, a granel o envasadas. También se exporta pasta de aceitunas.
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Segunda Región
En la segunda región podemos apreciar la existencia de un preciado ingrediente a muchas comidas de nuestro país el muy preciado Skytanthus acutus mas conocido como cacho de cabra, o Cuerno de Cabra el cual es endémico de Chile, crece entre Atacama y Coquimbo (II a IV región), Habita lugares asoleados, en el litoral y el valle central. Utilizado para hacer pebre de ají de cacho de cabra, vinagre de ají de cacho de cabra.
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Tercera Región
En cuanto a la gastronomía se destacan diferentes platos: la "Patasca", maíz pelado con carne contundente de pata de cordero o vacuno. El "Mote", se acompaña con carnes de camélidos o vacunos. El "Tostado", maíz blanco tostado en arena caliente. "Picante de Conejo", preparado con abundante ají y acompañado con arroz o quínoa que es un cereal de la zona.
Las bebidas la componen: el "Aloja", chicha de algarrobo con agua cocida fermentada. La "Chicha de Maíz", compuesto por agua y maíz morocho.
El "Anche", es un postre que se saca de la chicha de maíz.
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Cuarta Región
Entre los platos típicos de esta región se encuentran los porotos o frijoles, las pancutras (sopa de carne, verduras y masitas cortadas y muy delgadas), empanadas de horno o fritas. La cazuela de ave, pavo o cerdo son muy tradicionales, como también la ensalada a la chilena (tomate con cebolla), las humitas (choclo molido y envuelto en su propia hoja), el pastel de choclo.
En cuanto a tragos, el chacolí, preparado con harina tostada y jugo de naranjas, la chicha de uva, el pihuelo (harina tostada con vino tinto), y el aguardiente de Doñihue.
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Quinta Región
Es a base de pescados y mariscos, preparados de diversas formas, tales como "chupe de loco", guiso caliente compuesto por locos molidos, pan rallado y aderezos. "El caldillo", sopa hecha de pescado con papas, cebolla y aliños. El Mariscal, plato que contiene una variedad de mariscos combinados con aceite, limón y condimentos.
También se puede degustar una merluza frita, cebiche que es pescado crudo molido con aderezos y cocido en jugo de limón, langostas, jaibas, erizos y otros productos del mar que se extraen en esta región. Si bien la zona ofrece productos del mar, también ofrece carnes de vacuno, cerdo o cabro y la típica ensalada a la chilena: tomate con cebolla, ají y cilantro.
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Sexta Región
Entre los platos típicos de esta región se encuentran los porotos o frijoles, las pancutras (sopa de carne, verduras y masitas cortadas y muy delgadas), empanadas de horno o fritas. La cazuela de ave, pavo o cerdo son muy tradicionales, como también la ensalada a la chilena (tomate con cebolla), las humitas (choclo molido y envuelto en su propia hoja), el pastel de choclo.
En cuanto a tragos, el chacolí, preparado con harina tostada y jugo de naranjas, la chicha de uva, el pihuelo (harina tostada con vino tinto), y el aguardiente de Doñihue
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Séptima Región
Entre los platos típicos de esta región se encuentran los porotos o frijoles, las pancutras (sopa de carne, verduras y masitas cortadas y muy delgadas), empanadas de horno o fritas. La cazuela de ave, pavo o cerdo son muy tradicionales, como también la ensalada a la chilena (tomate con cebolla), las humitas (choclo molido y envuelto en su propia hoja), el pastel de choclo.
En cuanto a tragos, el chacolí, preparado con harina tostada y jugo de naranjas, la chicha de uva, el pihuelo (harina tostada con vino tinto), y el aguardiente de Doñihue.
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Octava Región
En esta región y principalmente en Viña de Mar y Valparaíso podemos encontrar una gran cantidad de Restaurantes que ofrecen comida internacional y nacional.
La gastronomía se basa principalmente en los pescados y mariscos, distinguiéndose el mariscal, que consiste en una mezcla de variados mariscos, piure, ulte, machas, choros, navajuelas y otros; el pebre, utilizado para acompañar las comidas tiene cebolla, cilantro, ají, limón, sal, aceite; el pulmai o curanto, con chuletas y cuero de cerdo, costillar de cordero, pollo, longanizas, pescado, mariscos, todo cocido con papas.
Como bajativo se encuentra el enmurtillado, que consiste en la mezcla de aguardiente con murtilla, fragante fruta de la región.
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Novena Región
La gastronomía regional está marcada por sabores mapuches como por ejemplo el ñachi, sangre de cordero aliñada con limón, sal, pebre y ají; la tenca, especie de zapallito precocido relleno con huevo batido y papas que se lleva al horno.
La cazuela de cerdo o pavo es muy apetecida en la región, como también el asado de cordero, de cerdo, conejo o ganso. El maíz, la cebada y la manzana originan excelentes bebidas, imprescindibles para acompañar la comida regional.
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Décima Región
Se destaca esta zona por su gastronomía típica compuesta por el "curanto" (cocimiento de papas, mariscos, carnes de cerdo, vacuno y pescado, acompañado de vino blanco y aliños). Esta comida se puede hacer en olla, sobre una cocina o bien en el suelo con piedras calientes y hojas de nalcas que sirven de cubierta.
Sus licores son de grandes tradiciones, destacándose el "licor de oro", preparado con leche cortada y aguardiente, la "chicha de manzana", hecha de jugo de manzana en fermentación; y entre las masas: los "chapaleles", especies de pan, cuya masa lleva también puré de papas; "milcaos", hechos con papa rallada cruda y otra parte de mezcla con harina y puré de papas cocido. Tanto el milcao y el chapalele sirven de acompañamiento al curanto.
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Undécima Región
Predominan los asados parados, las parrilladas, asados al palo y entre los antiguos residentes de la región la usanza de beber mate amargo, bebida en base a hierbas, típica de tierras vecinas en Argentina. Por otra parte se consumen muchos pescados y mariscos extraídos en el litoral.
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Duodécima Región
Predominan los asados parados, las parrilladas, asados al palo y entre los antiguos residentes de la región la usanza de beber mate amargo, bebida en base a hierbas, típica de tierras vecinas en Argentina. Por otra parte se consumen muchos pescados y mariscos extraídos en el litoral.
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Región Metropolitana
Se distingue por poseer una gran variedad de platos que van desde parrilladas, que tienen carnes blancas y rojas asadas con carbón acompañadas de papas doradas; cazuelas que es un caldo de carne de vacuno, cerdo o pollo con arroz, choclo, zapallo, zanahoria, porotos verdes y aderezos.
También las humitas: choclo molido y cocido con aderezos, y la porción de choclo se envuelve en su propia hoja dándole forma de paquete, el que se hace hervir hasta que el choclo este completamente cocido; pastel de choclo, es un budín de choclo con carne de vacuno, pollo, huevo, aceituna, pasas y aderezos, y en su capa superior se le coloca azúcar la que se dora cundo se cocina en el horno bien caliente; ensaladas y verduras del valle central; pescados y mariscos que provienen principalmente del litoral central.
Comida Rápida Chilena
En el siglo XX se ha desarrollado una característica «comida rápida chilena, este tipo de comida se estila a vender en locales pequeños de comida. Entre los sándwiches están los famosos Barros Luco que consiste en un sándwich de queso derretido con carne a la plancha y el Barros Jarpa otro sándwich pero que a diferencia del anterior se lleva queso derretido y jamón, ambos toman sus nombres de ex-presidentes del país. Entre otros conocidos están las variedades del hot-dog como el completo, hecho con salsa americana o, sino, chucrut, tomate y mayonesa, el italiano que lleva su nombre por los colores de la bandera de ese país compuesto con tomate, mayonesa y palta, Dinámico que lleva palta, salsa americana, salsa verde, tomate y mayonesa; el As, que es una especie de hot-dog pero con carne de lomo picada a la plancha en vez de salchichas y la chaparrita que lleva vienesa con queso caliente y la masa que los envuelve es cerrada.
Existen otros sándwiches como el aliado, que lleva queso y jamón caliente; el americano que contiene carne, huevo frito, jamón y queso caliente; el chacarero, lleva carne, lechuga, porotos verdes, cebolla, palta y mayonesa, estos dos últimos están entre los sándwiches con más calorías y los más grandes.
Varios sandwichs más se pueden encontrar en la lista de venta. Otra comida de este tipo es el Pollo Asado y las papas fritas que son altamente consumidos por su forma rápida de obtenerlos.
Las sopaipillas, los picarones, los calzones rotos, las empanadas de queso, pan con chicharrones, las manzanas confitadas entre otros, que comúnmente son altos en calorías, frituras o grasas y se estila a vender en forma ambulante en la calle.
Este tipo de comida, sobre todo la que expende en la calle, es consumida por gran parte de la gente por sus bajos precios y por la falta de tiempo para cocinar en casa, pero al ser comidas altas en grasas y de escaso valor nutricional ha provocado un aumentado de la obesidad y la desnutrición en la sociedad chilena, problemas de salud que en los últimos tiempos está afectando cada día a más personas.
Conclusión
Descubrí que se sabe muy poco acerca de nuestra gastronomia, pese a ser un factor cultural clave para entender la identidad de un país, pero crecientemente los historiadores se están empezando a ocupar de ella.
En resumen, habría que reiterar las etapas históricas de las cuales hemos heredado una cocina, siempre en algún grado mestizada, pero de verdadera calidad desde el punto de vista gastronómico y que todavía permanece. Ellas son, básicamente, la colonial con su dulcería; la segunda mitad del siglo XIX y los comienzos del XX tanto con el perfeccionamiento del estilo criollo, campestre y marino, como con la adaptación de nuevas influencias europeas, sobre todo francesa; la ampliación del horizonte entre las dos grandes guerras con el doble aporte de restaurantes y dueñas de casa, y la profunda renovación de los últimos 30 años, debida a un grupo de notables chefs, aunque con la tarea, aún a medio camino, de recuperar excelencias olvidadas y crear con productos chilenos una síntesis entre la identidad nacional y las tendencias actuales.
Bibliografía
www.wikipedia.org
www.chile.com
www.memoriachilena.cl
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Enviado por: | Paloma |
Idioma: | castellano |
País: | Chile |