Denner, en el año 1700 empezó a investigar para conseguir el clarinete y empleó de cuatro a seis años en los primeros trabajos de investigación con el clarinete, a partir de un chalumeau su antecesor.
El primer paso que dio fue la incorporación de la primera llave con lo que consiguió que las notas saltaran a doceava y no de octava como se pensaba.
Al observar la ausencia de las notas la, sib y si, Denner puso la segunda llave al clarinete con lo que se consiguió la nota la y apretando las dos llaves consiguió el sib. Para obtener el si natural pensó que hacia falta un alargamiento del tubo e introdujo un cuerpo cónico en forma de campana al final del tubo cilíndrico, el alargamiento del tubo condujo la aparición del mi grave y su duodécima el si natural, era el año 1740. Probablemente Fritz cambió de sitio esta llave lo que fue crucial para poco después obtener la cuarta llave.
En el año 1770 se elevó el número de agujeros a trece, ocho tapados con los dedos y cinco por medio de llaves. La quinta llave es obra de Beer, con la cual se obtuvieron las notas fa y sol sostenido graves y sus duodécimas.
La sexta llave la inventó Lefevre con la que se obtiene el do sostenido y su duodécima el sol sostenido.
En el año 1808 Simiot añade la séptima llave e introduce modificaciones en el instrumento, aplicando alguna que otra llave. No olvidar que en el tiempo de Lefevre un alemán llamado Mr Foth creaba un clarinete con ocho llaves y Griesling le añadiría la décima llave en 1809, y Crusell daba conciertos con un clarinete de once llaves.
SISTEMA MULLER O DE TRECE LLAVES
Este sistema, presentado en 1812, suprimió gran parte de las dificultades artísticas que se presentaban en el clarinete como por ejemplo el cambio de registro. Si bien, con los clarinetes anteriores a Muller no se podía tocar en determinados tonos con este sistema ya se puede tocar con relativa facilidad en todos los tonos; sus agujeros eran de forma avellanada o cabeza hundida, la disposición de las llaves era más lógica que en los anteriores clarinetes, las espátulas del extremo de la llave estaban lanas de lana dúctil y forradas con piel, provistas de un agujero dorsal, además eliminó el cordón que unía la caña con la boquilla y la sustituyó por una abrazadera de metal.
Esto provocó que numerosos clarinetistas se interesasen mucho por su clarinete, y por el nuevo sistema y se empezó a estudiar muy detalladamente.
El tañer de los instrumentistas mejoró considerablemente, destacando de entre todos ellos Baermmann que ayudo mucho a triunfar al sistema Muller en su época.
Las mejoras aplicadas al instrumento de Muller fueron muchísimas y es imposible citarlas todas, Jansen empleó un sistema de roidillos móviles para cuatro llaves y en 1820 Simiot construyó un clarinete de 19 llaves.
SISTEMA BOEHM
Boehm inventó en el siglo XIX un ingenioso sistema de anillos móviles para la flauta que permitía tapar varios agujeros de una sola vez. Este invento revolucionó el campo de la construcción de instrumentos, y pronto se aplicó a todos los instrumentos de la época.
Al clarinete los encargados de aplicarlo fueron Klose y Buffet. Una de las innovaciones del nuevo sistema era que suprimía las dificultades del fa3 y fa sostenido con sus octavas. Básicamente se componía de las mismas piezas que el sistema Muller: 24 agujeros, de los cuales 12 están abiertos por naturaleza y de esos 12, 9 se tapan con los dedos, los otros 12 se tapan mediante llaves, destacar que posee cuatro agujeros más que el clarinete sistema Muller.
Debido a la gran diferencia de digitación muchos instrumentistas fabricaron aún clarinetes sistema Muller pero aprovechando las ventajas del sistema Boehm, hasta que Mahillon construye una clarinete de 16 llaves que sería ya casi el clarinete definitivo.
En la actualidad se emplean los siguientes tipos de clarinetes: