Arquitectura, Obras y Construcción
Ciudad de Roma
CIUDAD
DE
ROMA
1400-1500
EVOLUCION DE LA CIUDAD
ARQ. ROCHA
INDICE
PORTADA 1
INDICE 2
INTRODUCCION 3
DESARROLLO E IMAGENES
AÑO 1400 4-5-6
Factor Demográfico
Factor Social
Factor Jurídico-Político
Factor Económico
Factor Estético-Psicológico
Factor Tecnológico
Medio Físico - Natural
Medio Físico -Artificial
AÑO 1500 7-8-9
Factor Demográfico
Factor Social
Factor Jurídico-Político
Factor Económico
Factor Estético-Psicológico
Factor Tecnológico
Medio Físico - Natural
Medio Físico -Artificial
LORENZO BERNINI 10-11
Conclusión 12
Bibliografía 13
2
INTRODUCCIÓN
Hacia el año 1400, Roma es todavia un pequeño centro abandonado y empobrecido a causa de la larga ausencia del poder papal.
Hacia el año 1500, Roma empieza a realizar el programa de Nicolas V, con el Papa Julio II, este programa se trata de levantar Roma y hacer de esta una ciudad con monumentos de artistas importantes de la epoca.
Es asi como Roma , inicia su reconstruccion y llega a ser la cede del arte en el mundo.
Con la ayuda de Miguel Angel , Bernini, , Boticceli, Perugino, Ghirlandaio, Pinturcchio, Signotelli , Bramante y otros , hacen que Roma sea la CIUDAD- MUSEO.
En este documento especifica la transicion de una Roma abandonada hasta ser la Ciudad Capital del mundo durante su imperio.
Asi como el cambio demografico, cultural, tecnologico,Estetico, psicologico y traza de la ciudad
R O M A
A mediados del Cuatrocientos, mientras Venecia, Florencia y Nápoles son grandes ciudades plenamente formadas, Roma es todavía un pequeño centro abandonado y empobrecido a causa de la larga ausencia del poder papal.
En el paisaje de la ciudad dominan las ruinas de la metrópoli antigua y las grandes iglesias del primer cristianismo; los habitantes -menos de 40,000- están agrupados en las dos llanuras a cada lado del río, Campo Marzio y Trastevere ocupan solamente una pequeña parte del territorio cerrado por las murallas Aurelianas (más de 1,300 hectáreas). Los papas vuelven a Roma en 1420 y no logran el pleno control de la ciudad hasta 1453 (cuando fracasa la conjura de Stefano Porcari). Nicolás V (1447-1455) establece el programa del gobierno papal: reconstruir la ciudad imperial y transformarla en una gran ciudad moderna bajo la autoridad pontificia; por lo tanto, reparar lo antiguo todavía utilizable (las murallas, las calles, los puentes, los acueductos), recuperar los monumentos antiguos destinándolos a nuevas funciones (el mausoleo de Adriano se transforma en un castillo, el Panteón se transforma en una iglesia, el Campidoglio se transforma en la sede de la administración municipal), restaurar las basílica cristianas y construir al lado de San Pedro, en la Colina Vaticana, la ciudad de la corte papal. Esta nueva Rosa, doblemente excepcional por el prestigio del pasado y por la presencia de la Sede Apostólica, está destinada a ser la ciudad principal del mundo moderno.
Ciudad de roma en 1400
Pero el poder político y económico de los papas es desproporcionado para tan gran objetivo. Durante el Cuatrocientos Toma permanece como un centro secundario, dependiente de las otras ciudades mayores que ella y mejor equipadas (Florencia y las cortes de la Italia Septentrional). Sixto IV (1471-1484) ordena reconstruir San Pedro en Montorio, San Pedro en Vincoli, los Santos Apóstoles; hace que funcione de nuevo el puente Sixto; restaura el Campidoglio y ordena colocar en la fachada la loba de bronce, a la cual un escultor de la época añade de los dos gemelos; realiza las nuevas iglesias de Sta. María del Popolo, San Agustín, Sta. María de la Paz y el palacio de la cancillería; empieza a intervenir cautelosamente en el laberinto de la zona habitada medieval, rectificando las tres calles que llevan al puente de Sant'Angelo. Para los trabajos arquitectónicos se sirve de artistas de segunda fila, como Baccio Pontelli; en cambio, para pintar los frescos de la capilla Sixtina, en el Vaticano hace venir desde Florencia a los pintores mas famosos del momento (Botticelli, Perugino, Ghirlandaio, Pinturicchio, Signorelli y otros), pero no logra que se establezcan en Roma.
La Capilla Sixtina en el vaticano, en el cuatrocientos y en la actualidad
A finales del siglo, la actividad constructiva aumenta en preparación del Año Santo de 1500. En este periodo llega a Roma, por primera vez, un famoso arquitecto, Donato Bramaste (1444-1514), que abandona Milán después de la caída del señorío de los Sforza en 1499; no recibe encargos importantes; pero incluso en los primeros trabajos -el patio de Santa María de la Paz, el templete votivo de San Pedro en Montorio- pone de relieve el programa de un nuevo y riguroso clasicismo, que busca abiertamente la comparación con los modelos antiguos.
El templete de bramante, en San Pedro Montorio. Planta y Vista de la entrada del patio.
En 1503 es elegido papa Julio II, sobrino de Sixto IV. El nuevo pontífice -animado por grandes ambiciones políticas y ligado a los banqueros italianos y alemanes que financian las empresas de la Santa Sede- está dispuesto a realizar con decisión el programa de Nicolás V y puede llamar a Roma a los artistas más importantes del momento, como Giuliano de Sangallo, que está en Florencia y poco después a Miguel Angel y a Rafael, los dos maestros más célebres de la nueva generación.
A Miguel Angel se le encarga esculpir la tumba de Julio II, para colocar en San Pedro. Pero inmediatamente después, el papa decide reconstruir toda la iglesia y escoge el proyecto de Bramante, concentrando a este fin todos los medios disponibles. Miguel Angel y Rafael son los encargados de pintar dos ciclos de pinturas en la bóveda de la capilla Sixtina y en las Salas Vaticanas, para ilustrar el patrimonio cultural -humanístico y religioso- que quiere recogerse en una síntesis definitiva.
Bramante y sus colaboradores -Peruzzi, Antonio de San gallo, Rafael- proyectan los nuevos monumentos de la Roma cristiano según la misma gigantesca medida de los monumentos antiguos: el nuevo San Pedro, que es un enorme templo de planta central, coronado por una cúpula grande como la de Panteón, el nuevo palacio Vaticano, que tendría que haberse presentado cara a la ciudad una fachada colosal porticada como el Settizonio (un fragmento de esta fachada es el porticado del patio de San Dámaso); el patio escalonado para unir el palacio Vaticano con la villa de Belvedere, a lo largo de más de 300 metros y organizado como único ambiente en perspectiva.
El humilde y revuelto trazado de la ciudad medieval es cortado sin vacilaciones para dar cabida a nuevas calles rectilíneas y a nuevos edificios regulares (también aquí, como en Ferrara, se valora el contraste entre la ciudad medieval y la ciudad moderna; pero se destruye el trazado medieval, sobreponiendo los nuevos trazados regulares a los antiguos e irregulares). En las riberas del Tíbet se abren dos calles rectilíneas, vía Lungara y vía Julia (donde bramante empieza a construir el enorme palacio de los Tribunales); en los límites de la zona habitada se restablece la recta romana del Corso y se proyecta un nuevo sistema con tres calles rectilíneas (el Corso, vía Ripetta y vía Babuino) que convergen en la puerta del Pueblo, que es la entrada norte de la ciudad.
Tan ambicioso programa queda interrumpido y modificado por los decisivos sucesos -políticos, religiosos y culturales- de los primeros decenios del Quinientos. En 1513 muere Julio II y en 1514, Bramante. El nuevo papa, León X, de la familia Medicis, divide sus intereses entre Roma y Florencia; la vida cultural romana está dominada por Rafael, que dirige una amplia organización de ejecutores y desarrolla simultáneamente distintas actividades: sigue los trabajos urbanísticos y constructivo, vigila los hallazgos de las obras de arte y de las inscripciones antiguas, pinta y decora, prepara espectáculos teatrales, abastece a la cancillería papal los modelos de escritura. Este método de trabajo colectivo -que contrasta con el individualismo de los más importantes escritores y artistas de su tiempo- parece el adecuado para realizar al fin un estilo moderno coherente y transmisible. Pero en 1520 muere Rafael, a los treinta y siete años, y al mismo tiempo cambia bruscamente el equilibrio político y cultural; en 1519 Carlos V es elegido emperador; en 1520 la excomunión de Lutero hace inevitable el cisma protestante; en 1521 muere León X y sus sucesores deben defender la independencia de Roma frente a la potencia imperial. En 1527 Roma y el Vaticano son ocupados por un ejército protestante al mando de Carlos V, que saquea la ciudad como en tiempos de los bárbaros.
Después del “saqueo de Roma” no queda más solución que reparar las ruinas y concluir lo mejor posible las obras iniciadas en los primeros decenios del siglo. Al viejo Miguel Angel le encarga Pablo III el fijar la forma definitiva de la ciudad papal: proyecta la sistematización arquitectónica del Campidoglio, coloca las puertas de la ciudad, simplifica el conjunto de San Pedro y dibuja la cúpula como elemento plástico dominante en el paisaje urbano, mientras que en las pinturas y en la escultura representa la rotura y la destrucción del equilibrio clásico, en la arquitectura obedece a la exigencia de pulir los contrastes y cerrar decorosamente las iniciativas interrumpidas.
La organización de Campidioglio realizada por Miguel Angel.
Las formas ejemplares inventadas a principios del Quinientos forman ya un patrimonio estabilizado. No han servido para transformar por completo la ciudad y no pueden resolver, de distinta manera, los conflictos civiles y morales; quedan como un repertorio de modelos para el arte y la tradición, que serán tenidos en cuenta en todo el mundo durante un largo lapso. Roma se convierte en la ciudad-museo de la cultura europea, adonde se va para estudiar a la vez las fuentes del clasicismo antiguo y del moderno.
Ciudad de Roma. CIUDAD-MUSEO
A lo largo de los cien años sucesivos se estabiliza también la forma de la ciudad. A finales del Quinientos Sixto V intenta extender la zona habitada moderna hasta la muralla aurelianas, trazando en las colinas de la orilla izquierda otras calles rectilíneas. Pero Roma - que llega a los 100,000 habitantes en este periodo- no crece lo bastante como para llenar este espacio. Los artistas barrocos son los encargados de acabar y pulir este organismo heterogéneo, donde conviven las ruinas antiguas, los barrios medievales y los monumentos modernos.
Planta de Roma en el Setecientos, con la trdicion de las rectilines antiguasaun en funcionamiento, y de las abiertas por los papas en el Cuatrocientos y Quinientos.
Lorenzo Bernini (1598-1680) tiene el mérito de comprender que la gigantesca escala de las obras y los monumentos de Bramante deben coexistir con la diminuta escala de las casas y de los barrios de la gente común. En efecto, la empresa de construir una nueva Roma proporcionada a la antigua se interrumpe definitivamente; el contraste entre el tono de corte y el tono cotidiano no puede ser eliminado, pero forma el carácter específico de la ciudad moderna. Con este ánimo. Bernini resuelve el problema de reconciliar la iglesia de San Pedro con la ciudad y proyecta el espléndida ordenación de la plaza: un vacío modelado con los desniveles del terreno, parcialmente cubierto por columnas abiertas; entre las cuales se divisa el barrio circundante y el panorama de la ciudad. Este escenario lleva gradualmente de las casas pobres de los suburbios hasta la fachada de la iglesia(detrás de la cual despunte el volumen de la cúpula) y hacia el interior, hasta el baldaquín suspendido en el enorme espacio de debajo de a cúpula y a la gloria de broce que se halla en el ábside.
Planta y vista aerea de la Plaza de San Pedro. Roma
Queda así fijada la fisonomía de a Roma moderna: una ciudad que no intenta revivir la Roma antigua, pero que guarda sus reliquias y ha aprendido a frecuentarlas de forma natural, como testimonios del pasado. El desequilibrio entre la vida presente y las memorias de la vida pesada enseña la vanidad del mito de la ciudad Eterna y forma el contorno adecuado al poder espiritual de la Iglesia.
Esta fisonomía quedó intacta hasta hace un siglo; después, el desarrollo desordenado de Roma, capital de Italia, y la retórica nostalgia por la grandeza de la ciudad antigua han contribuido a destruir el equilibrio de este excepcional conjunto. Las ruinas han sido aisladas e incluso el monumental complejo de San Pedro sirve de fondo a un callejón cualquiera; la fisonomía original -monumental y popular- permanece evidente de muchos barrios que no han sido desvirtuados y resiste tenazmente al “desarrollo” de nuestros días.
CONCLUSIONES
La trancision de 1400 a 1500, fue muy importante para Roma, ya que en este
Tiempo es donde se da la reconstruccion y los Diferentes Papas (JULIO II),
traen a los mejores artistas para que construyan sus grandes obras en Roma,
todos los aspectos cambian del 1400 al 1500, tamto los culturales, como
demograficos, sociales, economicos, esteticos, tecnologicos.
BIBLIOGRAFIA
-DISEÑO DE LA CIUDAD
Leonardo Benevolo
El arte y al ciudad moderna del siglo XV al XVIII
-CIUDADES RENACENTISTAS Y BARROCAS
Christian Gille
-Enciclopedia Del Arte
Tomo IX
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