Literatura


Cinco mujeres en la vida de un hombre; Ramón Acín


Cinco mujeres en la vida de un hombre

Autor: Ramón Acín

ÍNDICE

TEMA Y ARGUMENTO Pág. 3

ESTRUCTURA NOVELESCA. EL PAPEL DEL NARRADOR Pág. 5

EL TIEMPO HISTÓRICO Y EL TIEMPO NARRATIVO Pág. 9

PSICOLOGÍA DE LOS PERSONAJES Pág. 17

LENGUAJE Y ESTILO Pág. 22

ACTIVIDAD CREATIVA Pág. 26

TEMA Y ARGUMENTO

El tema principal de la novela es el amor. El autor nos cuenta una historia en la que predomina el amor, un amor diferente con cada mujer, un amor que a veces se transforma en desamor, o se convierte en solo sexo, o tan solo son recuerdos, pero al fin y al cabo, siempre amor.

El autor también trata otros temas que subyacen bajo el tema del amor y que están relacionados con él. La pasión desenfrenada, el sexo, los recuerdos de toda una vida, la inocencia perdida, la soledad, las relaciones de pareja. Todos estos aspectos de la vida del protagonista se reflejan en el libro, narrándonos la vida del personaje centrándose solo en los aspectos de su vida personal y sentimental, lo que da como resultado un libro donde lo más importante son las relaciones personales y el amor.

Al final de su vida, el protagonista del libro nos cuenta la influencia que han ejercido sobre él todas las mujeres que han pasado por su vida. Claudine, la primera, le hizo perder su inocencia y su vocación sacerdotal. Con Giselda descubrió las maravillas del sexo y pasó su juventud. Pilar fue su primera y única esposa, y la madre de sus hijos, un chico y dos chicas a los que casi no ve. Tras divorciarse llegó ursulina, que tan solo fue una compañera de cama con la que pasar el rato. Elena fue su última mujer, con la que compartió su vejez hasta que se separaron. Al final de su vida, el protagonista, tras enterarse de la muerte de Elena, se da cuenta de que está solo y que su único apoyo son sus recuerdos.

ESTRUCTURA NOVELESCA. EL PAPEL DEL NARRADOR.

En el libro hay un narrador que es el protagonista. Cuenta la historia en primera persona porque cuenta lo que le sucede a él, pero también utiliza la tercera persona en la narración, para hablar de sus mujeres y de los demás personajes.

En el libro, la utilización de la primera persona es muy abundante, como se puede ver en estos ejemplos:”Supongo que el lema lo tomé prestado de un libro de lecturas, del que nunca después he logrado recordar su título.” (13),”Por eso ni siquiera acudí al velatorio, ni muchísimo menos pensé en acompañar, después, despojos hasta el nicho.” (45), “Conozco el barrio y las riberas del Ebro como la palma de mi mano.” (93), “Sentado al borde de la cama vi la lentitud de todos sus movimientos. Yo, petrificado.” (118), “Sentí el cuerpo atacado por miles de dentelladas. Miedo, temblor y nauseas: eso fui yo.” (123), “En el hotel, sin embargo, me esfuerzo por poner sumo cuidado en todo.” (149), “La in certidumbre comienza a asaltarme y cada vez que hablo con mi jardín sin límites, con mi luz en la noche, elevo más la voz.” (157)

En estos ejemplos se puede observar como cuenta también las cosas en tercera persona: “A la abuela la gustaban las sentencias. Siempre que le era posible ejercía de agorera y le iba lo apocalíptico.” (22), “Giselda quedó impresionada con la aparición de la virgen en el filme y deseaba que a ella le sucediese otro tanto.” (61), “Alguna vez parece que le funciona la cabeza y no las tripas. Y se desahoga.” (81), “Ursulita era una esbelta gacela que parecía mostrar su nerviosismo ante el acecho del guepardo.” (109), “Las mujeres son más cautas, menos impulsivas.” (127), “Ella pareció sorprenderse, pero como estaba muerta no dijo ni mu. Además seguía siendo la buena chica que siempre había sido.” (149)

El narrador tiene principalmente un papel de protagonista en la historia, ya que es su vida la que está contándonos y es a él al que le pasan las cosas: “No sé bien como decidí que esta frase tenía que ser la que presidiera todo mi mundo y toda mi vida.” (13), “Todo comenzó ahí, con la dichosa frase. El mundo, mi mundo, se venía abajo. Del todo.” (22), “Accedí a la universidad deseando salir a la calle que me había sido vedada. Debía dar grima.” (58), “Si Pilar fue mi sepulcro, he de confesar que Ursulita me devolvió a la vida.” (111).

Pero el narrador a menudo también comparte protagonismo con algún personaje de la novela, normalmente con sus mujeres, que a veces son tan protagonistas como él: “Tal vez fuéramos dos seres perversos, ocultos detrás del falso refinamiento que destila la búsqueda de la santidad o escondidos tras la fantástica literalidad de mis relatos y de sus lecturas.” (51), “Creíamos que era amor. Y, eso sí, nos amábamos.” (79), “Desde entonces anduvimos juntos. Ella guiándome. Yo intentando descubrirla.” (111).

En algunas ocasiones, el protagonista se aparta un poco y pasa a ser un personaje secundario, entonces es tan solo el narrador de otras historias: “En el pueblo, pese a su sumisión del momento se había armado una extraña marimorena que todavía obligaba a bajar la voz cuando alguien mentaba el pasado más reciente.” (60), “Mi suegro, digo mi ex suegro, podía llegar a entender que los cuarteles, además de tener pocas comodidades, fueran nidos de serpientes. pero de ahí a lo otro, ni hoy día, después de lo que ha llovido, logra explicárselo.” (81).

El protagonista nos cuenta toda su vida, y su actitud ante los hechos va variando según las distintas etapas de su vida.

En la primera parte del libro, cuando habla de Claudine y de su infancia, el protagonista nos narra lo sucedido con nostalgia, recordando lo bien que se lo pasó en su infancia, ya que tiene muy buenos recuerdos de esa época: “Siempre he pensado que, pese a toda, fueron días estupendos, fuera de lo común. Como una fiesta permanente.” (27), “-hasta el olor a gasolina de aquel autobús anda todavía prendido en mi memoria-“ (36), “Pau acabó siendo Babel, Babilonia, Roma, Sodoma... esa fue la impresión.” (39).

Cuando nos habla de Giselda, el protagonista nos cuenta los hechos con dolor “Aún sigo amándola. Eso sí, con el dolor de la ausencia.” (43), con pena “-lo sé bien, por la pena que me embarga_” (43) y tristeza “Y su ausencia me aviva el recuerdo. La tristeza del recuerdo.” (43), “Un rememorar vacío y, sobre todo, repleto de toda una ganga añadida, en especial de tristeza.” (44). Lo hace así porque recuerda tiempos felices “en la lejanía de un tiempo feliz, en el que únicamente puede tener cabida la posibilidad de la evocación.” (44) y buenos “He evocado aquellos instantes en varias ocasiones, con solaz.” (47), “Evoca ahora, con total placidez” (51), que sabe que nunca va a volver a tener.

El protagonista nos cuenta su vida con Pilar con una actitud dolorosa “Aunque, cada vez que viene a mi mente aquella escena (...) un sudor helado desciende por el espinazo con la fría velocidad de una bala y vuelvo a vivir sin vivir en mí.” (83), ya que tiene que recordar momentos de su vida en los que lo pasó muy mal “Lo que más me duele es la reiterada imagen de Pilar riéndose -de mí, claro- mientras me echa de casa.” (86). Pero con Pilar también paso buenos momentos “Fuimos felices entonces. Y felices también durante algunos años con el Niño y las Niñas.” (86). Esta mezcla le hace tener un sabor agridulce de esa época, con momentos felices, pero también dolorosos.

En la etapa de Ursulita, recuerda los hechos con resignación, asumiendo lo que pasó, pero sin querer recordarlo, como queriendo que no hubiera pasado. “Prefiero no recordarla, aunque sí que guardo muchas de sus cosas todavía.” (116), “He borrado su cara y he roto el papelito con la nueva dirección y el teléfono que ella me ofreció al despedirla.” (116).

Su última etapa, con Elena, nos narra los hechos con dolor “Cuando desperté con el pinchazo que me produjo su huida, experimenté algo más que el sabor agrio de la resaca.” (123), desolación “Desolación y retraimiento. Desde entonces me siento viejo, acabado.” (123), añoranza “Nada como ese terco runrún que te hace añorar lo perdido.” (142), y amargura “el hecho de recordarla me ayudaba a tragar el cáliz de la amargura. En especial si esa amargura adquiere efectos corrosivos que minan la salud.” (145), ya que recuerda que con Elena pasó muy buenos años y le duele saber que ha muerto.

EL TIEMPO HISTÓRICO Y EL TIEMPO NARRATIVO

La novela, el personaje nos cuenta los hechos una vez que ya han sucedido. Está escrita durante la vejez del protagonista, cuando ya es viejo y le queda poco tiempo de vida. “Yo, estoy con un pie en la tumba.” (71), “Desde entonces me siento viejo, acabado. Con un pie en la tumba.” (123). La novela está escrita en nuestra época, en la actualidad, los principios del siglo XXI.

El narrador, al hablarnos de cada una de las épocas de su juventud, nos habla también de las distintas etapas de nuestro país.

En su primera etapa, con Claudine, sus comentarios y alusiones nos hacen pensar que se encuentra en el franquismo. “Había sido juez de paz durante la República, en la guerra y seguía ejerciéndolo con Franco.” (34), “en la guerra, hacía ya bastantes años.” (36). Pero dentro del franquismo, la primera etapa de nuestro protagonista se centra en los años sesenta, ya que nos da una alineación del Real Zaragoza que es de 1964. “Yarza-Cortizo-Santamaría-Reija-Isasi-Papín-Canario-Santos-Marcelino-Villa-y-Lapetra” (26). En esa etapa nuestro protagonista es pequeño, tiene diez años.

Su segunda etapa, con Giselda, se corresponde con los principios de los años setenta, ya que hace alusiones a los hippies, que eran de esa época “amaba los colores vivos, rescoldo de un hipismo caduco” (57), “aquellas transparentes gasas hippies” (95). También lo sabemos porque con Giselda, el protagonista tenía diecisiete años, y sumando los años a los de la etapa anterior, el resultado son los comienzos de los setenta.

La etapa tercera es bastante más larga que las dos anteriores, porque con Pilar se casa y tiene 3 hijos, lo que hace que pasen varios años juntos. El principio de su relación se corresponde con la misma época que Giselda (con ella pasó solo un año), los principios de los setenta, ya que nos dice que iba las manifestaciones que había en los últimos años del franquismo: “También nos hacían volar las porras de los policías, pero con una contundencia y en dirección muy precisas.” (77), “Aunque soñásemos que nuestras ideas y nuestras acciones tenían enorme repercusión, éramos cuatro.” (78). Después, los próximos años que pasa con Pilar se corresponde con la Transición.

La etapa histórica que se corresponde con Ursulita son los finales de los años ochenta. Según el libro, el protagonista ya es un señor maduro “acaba de descubrir la ruindad de un señor maduro” (104), “como ya no estaba en edad de cumplir como el semental que siempre creí” (105), y además en esta etapa nuestro protagonista se mueve por centros comerciales “Hacía tiempo que yo había optado por el tumulto de las superficies comerciales.” (102), En Zaragoza, la ciudad en la que vive, solo comenzaron a aparecer en los ochenta.

La relación que mantuvo con Elena, la última, fue en los noventa, a finales. En esta etapa el personaje ya es viejo “Elena acababa de cumplir cuarenta y ocho años y, de pronto, saltó con la pijadita de, fíjate tú, que nos llevábamos casi veinte años.” (124), y por las fechas de las épocas anteriores, solo cabe la posibilidad de que suceda en esos años. Además, en el libro da a entender que cuando está en el hotel, después de la muerte de Elena, ya existe la llamada telebasura, que es muy actual.“O ante la basura de tripas ajenas que suele aparecer en la televisión, atorando siempre el corazón.” (150).

A continuación, voy a describir las características de las diferentes etapas en las que se desarrolla la historia. Las etapas son: los años sesenta (Claudine), los principios de los setenta (Giselda y principios de Pilar), la muerte de Franco y la transición (Pilar), los ochenta (Ursulita) y los noventa (Elena).

LOS SESENTA

En la década de los sesenta España se encontraba sometida a la dictadura de Franco. La dictadura de Franco en España comenzó en abril de 1939, con el final de la Guerra Civil. El franquismo estaba basado en el poder personal del Jefe de Estado (Franco) Entre sus fundamentos ideológicos destacaban el tradicionalismo español y su catolicismo, así, la Iglesia adquirió un puesto predominante en la vida social y en la enseñanza, la vida de la sociedad española quedó dominada por principios religiosos. Socialmente, España se dividió en dos: los vencedores de la guerra, que apoyaban a Franco, y los perdedores, que fueron ignorados. Para asegurar el dominio de los ideales de la dictadura, los medios de comunicación estaban sometidos a censura, la educación era autoritaria, con valores religiosos y militares, se crearon “sindicatos verticales” dirigidos por el Régimen y cualquier otro tipo de sindicato y las huelgas fueron prohibidos.

Durante los años sesenta se produjo una transformación social: los centros de poder se situaron definitivamente en torno a la burguesía industrial y financiera y se produjo un aumento de las clases medias y del proletariado. El turismo introdujo costumbres europeas y se produjo una expansión de los medios de comunicación, sobre todo de la televisión, y se fue produciendo un cambio de mentalidad en la población. Coincidiendo con estas transformaciones sociales, se produjo una mayor liberización: aparecieron obras prohibidas hasta entonces y con la Ley de Prensa de 1966 se suprimió la censura previa, pero siempre con control. Se produjo un impulso cultural, triunfó el pop art y el op art. En el mundo se escuchaba a los Beatles y a los Rolling y en España a Karina, Fórmula V, Raphael y el Dúo dinámico. También las relaciones con la Iglesia cambian. Al hacerse público el Concilio Vaticano II en 1963, se inicia un distanciamiento entre la Iglesia y el Estado, y en 1967 se promulga la ley de Libertad Religiosa para adecuarse al Concilio, pero sin renunciar a la confesionalidad del Estado. Se legalizan las Iglesia cristianas no católicas. Económicamente se produce un desarrollo, tras la crisis de 1956. A principios de la década, España tiene treinta millones de habitantes. Históricamente, en la década de los sesenta , sucedieron hechos importantes, tanto para España como para el mundo:

-1960: formación de la OPEP.

-1962: crisis de los misiles de Cuba.

-1963: asesinato de John F. Kennedy.

-1964: EEUU entra en la guerra de Vietnam.

-1968: Guinea Ecuatorial obtiene la independencia. Massiel gana Eurovisión.

-1969: el hombre llega a la Luna.

En nuestra región, Aragón, en los años sesenta se crearon numerosas industrias que contribuyeron al desarrollo económico de la región en detrimento del resto. Teruel acentuaba su deterioro económico. En esta década, anualmente veinte mil personal emigraban de los pueblos a Zaragoza..

PRINCIPIOS DE LOS SETENTA

Los primeros años de la década de los setenta son los últimos años de la dictadura de Franco y son muy distintos a lo que hasta ahora había sido la dictadura. En estos años la oposición al Régimen se fortaleció mucho: se fue organizando el movimiento obrero (CCOO), la universidad se convirtió en el centro de una fuerte actividad política contra la dictadura y la Iglesia manifestó sus discrepancias con el Régimen. A finales de los sesenta ya había manifestaciones procedentes del mundo laboral, la Universidad y de algunos sectores de la Iglesia, pero a principios de los setenta estos movimientos de protesta y las huelgas se incrementan. ETA intensifica sus ataques terrorista. Por otro lado, se promulga la Ley General de Educación en 1970 para reformar el sistema educativo y la escolarización obligatoria y gratuita hasta los catorce años. En economía, el nivel de vida aumenta, creando con la publicidad una sociedad de consumo. Se desarrolla la construcción. Aparecen los hippies en España alrededor de finales de los sesenta y principios de los setenta. Los hippies nacieron en EEUU y tenían una filosofía que promovía el pacifismo, la libertad, el naturismo...hechos históricos importantes:

-1970: Franco designa a D. Juan Carlos de Borbón su sucesor a título de rey.

-1973: Carrero Blanco es nombrado presidente del gobierno(Franco mantiene la jefatura de Estado). Es asesinado por ETA y su cargo lo ocupa Arias Navarro. Crisis económica por los precios del petróleo.

En Aragón esta época es parecida a la anterior. Durante los últimos años del franquismo destaca en nuestra región la creación de la revista aragonesa Andalán, que defiende un cambio democrático. También en estos años se produce una separación total entre el Régimen y la sociedad aragonesa debido al trasvase del Ebro que quieren realizar. Todo Aragón se opone al trasvase. En esta época, para manifestar el rechazo al Régimen y al trasvase eran muy habituales en Aragón los recitales de cantautores, como Labordeta, La Bullonera, Joaquín Carbonell, etc.

MUERTE DE FRANCO Y LA TRANSICIÓN

El veinte de noviembre de 1975 Franco murió y con su muerte terminó la dictadura. Así, Juan Carlos asume la jefatura del Estado con el título de rey y comienza la Transición. Esta concluyó en 1978 cuando se promulgó a Constitución, no obstante, se abre entonces un proceso de consolidación democrática que se da por cerrado cuando el PSOE gana las elecciones en 1982, o incluso, con la incorporación de España en la Comunidad Europea. Tras la muerte de Franco se formó el primer gobierno de la Monarquía, presidido por Arias Navarro. Concluye con la dimisión de Arias Navarro. El nuevo gobierno fue presidido por Adolfo Suárez, y preparó la Ley para la Reforma Política, fue aprobada por referéndum. Con la nueva ley se legalizaron los partidos políticos y el quince de junio de 1977 se celebraron elecciones generales que ganó la UCD, presidida por Suárez. El seis de diciembre de1978 se aprobó la constitución por referéndum. A principios 1981 Suárez dimitió y fue sustituido por Calvo Sotelo. El veintitrés de febrero de 1981, en la investidura de Calvo Sotelo como Presidente del Gobierno, Tejero y otros guardias civiles irrumpieron en el Congreso de los Diputados a punta de pistola y dieron un golpe de Estado. El rey, haciendo uso de los derechos que la Constitución le otorgaba, intervino personalmente y defendió el orden constitucional, haciendo fracasar el intento de Tejero. La Transición estaba favorecida por la evolución económica y social de los años sesenta y setenta y la aceptación progresiva de una cultura democrática. En esta época aún se mantenía una elevada tasa de natalidad, pero con un progresivo envejecimiento de la población. En 1975 ya había treinta y cinco millones de habitantes. Se incrementó la tasa de actividad de las mujeres. Se derogó la censura en el cine y desapareció el NODO. Aparecen desnudos en las revistas y películas. Se legaliza el divorcio. El Estado se desvincula de la Iglesia, ya que en la Constitución se declara a España un Estado no confesional, pero le da un trato preferente. Hechos históricos:

-1975: termina la guerra de Vietnam.

-1978: se aprueba la Constitución española.

-1979: guerra de Afganistán.

-1981: adhesión de España a la OTAN.

Durante estos años unos de los hechos más importantes que tuvo lugar en Aragón fue la aprobación del Estatuto de Autonomía. El proceso de Autonomía de Aragón comenzó en el 78, la creación provisional de la Diputación General de Aragón. Mas tarde, en 1982, se aprueba el Estatuto de Autonomía de Aragón, con el que se inicia el gobierno de la comunidad, aunque con competencias muy limitadas. En 1983 tuvieron lugar las primeras elecciones autonómicas.

LOS OCHENTA

Los ochenta se caracterizan por tener un gobierno socialista, que duró desde 1982 hasta 1996. en 1982 el PSOE ganó las elecciones y Felipe González se convirtió en el presidente del gobierno. En esta época se consolidó la democracia, se impulsó la sanidad pública, la enseñanza obligatoria hasta los dieciséis años, se generalizaron las pensiones y se comenzó a construirse la red de autovías. La década de los ochenta se inició con la segunda crisis del petróleo y el número de parados no dejó de subir, rondando el veinte por ciento. Los últimos años de esta década fueron de un gran crecimiento económico gracias a la caída de los precios del petróleo, el incremento de las inversiones extranjeras y la entrada de España en la CCE. Creció la bolsa y hubo una gran especulación económica. Al final de los ochenta España ye tenía treinta y ocho millones de habitantes. Bajó la mortalidad y la natalidad y había una alta esperanza de vida, por lo que el crecimiento natural se volvió negativo. En 1989 nacieron las televisiones privadas, dejando a TVE sin el monopolio al que estaba acostumbrada. Destacan en los ochenta la música de Alaska, Luz Casal y Mecano y triunfan en la televisión series como Verano Azul y Falcon Crest. Hechos históricos:

-1986: entrada de España en la CCE. Referéndum con el que se apoya la permanencia de España en la OTAN.

-1986/89/93: triunfo del PSOE en las elecciones.

-1989: caída del muro de Berlín, dando por terminada la guerra Fría.

En Aragón, en estos años, destaca la elección de Emilio Gastón como Justicia de Aragón en 1986, cuya función es proteger y defender los derechos individuales y colectivos de los ciudadanos aragoneses. También en los ochenta miles de aragoneses piden la desmantelación de la Base aérea de Zaragoza y un grupo de música zaragozano alcanza un gran éxito, Héroes del Silencio.

LOS NOVENTA

A principios de los noventa el PSOE seguía gobernando España, pero en 1996 los socialistas perdieron las elecciones acompañados de escándalos de corrupción y tensión. El PP ganó las elecciones y José María Aznar se convirtió en el presidente del gobierno. El PP se benefició del buen estado económico internacional de finales de los noventa, por lo que el PIB creció, los precios se estabilizaron y el paro disminuyó. Se conservó el sistema público de pensiones y se reforma el mercado laboral. El terrorismo de ETA aumenta y la presencia española en la OTAN se profundiza. La esperanza de vida se incrementa y el nivel de vida también. Se consolida la sociedad del ocio y hay un buen acceso a las nuevas tecnologías (sobre todo a finales): ordenadores, telefonía móvil. El número de habitantes de España en esta época ya ha alcanzado los cuarenta millones. Respecto a los movimientos sociales, ha incrementado el número de las ONGs, que tienen principios ecologistas, pacifistas, solidarios... Se han desarrollado especialmente los movimientos antiglobalización, apoyados por políticos de izquierdas, ecologistas y ONGs, que critican el predominio de los intereses financieros de los países ricos. Internacionalmente, EEUU es la gran potencia mundial y Oriente Próximo es una zona de grandes conflictos, como el problema entre Israel y Palestina. Otro de los grandes problemas es el terrorismo internacional, sobre todo organizaciones de fundamentalistas islámicos, como Al Qaeda, que provocó los atentados del 11-S. Hechos históricos:

-1991: guerra del Golfo.

-1992: Expo de Sevilla. Juegos Olímpicos de Barcelona. Tratado de la Unión Europea (ya se llama UE)

-1995: ingresan en la UE Austria, Finlandia y Suecia.

-1998: tregua de ETA. (terminó poco despu

-2001: atentado contra las Torres Gemelas en Nueva York.

-2002: el Euro, la moneda de la UE, entra en vigor.

En nuestra región, en esta época, se promulga el nuevo Estatuto de Autonomía en 1996, atendiendo a las peticiones de los aragoneses. A finales de los noventa y principios del siglo XXI el PP quiere hacer el trasvase del Ebro. Los aragoneses respondieron con manifestaciones multitudinarias en su contra.

PSICOLOGÍA DE LOS PERSONAJES

El protagonista de nuestro libro aparece como una persona que tiene un gran gusto por la lectura. Y por el vocabulario y expresiones que en ocasiones utiliza, yo diría que también es una persona culta., “Donde haya una buena novela, que me quiten todo lo demás.” (154). Es un hombre tranquilo y sosegado, sencillo, “Odio las aglomeraciones.” (45). A veces un poco filosófico y de vez en cuando un tanto malhumorado. “Hijo, tienes un humor de perros. No hay quien te aguante. Y, además, eres un soez y un basto.” (140). También es un cobarde. “Siempre he sido cobarde, (...) muy cobarde.” (101). A nuestro personaje le encanta el teatro y por eso quiere ser actor, como nos lo demuestra ya de pequeño cuando representaba las misas en su casa para su madre y su abuela. “Sueño con ser actor solo porque me miren y me escuchen.” (65), “Sucedía siempre que imitaba celebraciones de misas con galletas maría una caja de zapatos como sagrario y un vaso de latón” (16)

Nuestro protagonista, al principio del libro es un niño al que le gusta leer, le gusta el fútbol y es tímido. ”Leer, primero me calmaba y, después, me hacía olvidar, hundiéndome en una nueva ensoñación.” (15), “Entonces yo amaba el fútbol.” (25). También es muy religioso. “Cuanto más lograba unir sueño y disfrute, más fuerte se presentaba el sentir de mi vocación.” (16), “todas mis dudas se resumían en un problema de futuro, el de la elección: ¿simple cura?, ¿tal vez fraile?, ¿misionero?, ¿acaso cartujo?” (17). A lo largo de la etapa de Claudine va perdiendo su religiosidad debido a la visita del fraile y a Claudine. “Mi sueño comenzaba a perder su pétrea consistencia.” (21), “No entraba ya en mis previsiones inmediatas el deseo de ser cura, o fraile o misionero.” (30), “A mediados de ese verano comencé, para alegría del abuelo, a rehuir a los seminaristas.” (30). Al final de esa etapa deja de ser un niño y pierde la inocencia. “Perdí la inocencia.” (37), “O, tal vez, era que yo crecía y dejaba de ser niño.” (39)

En su segunda etapa, con Giselda, nuestro protagonista se inicia en el sexo y abandona totalmente su vocación sacerdotal.

En la tercera etapa, con Pilar, nuestro protagonista convierte aquella devoción sacerdotal de cuando era pequeño en un rechazo a la Iglesia. “Tienes suerte de que sea cristiana, tú, que siempre has despotricado contra Dios.” (89). También se vuelve más resignado, y pasa una temporada muy solo después de dejarlo con Pilar. “Por eso, me agarré a todo lo que pude. A los paseos con mi ex (...) Me agarré a las visitas a mi ex suegro (...) me agarré a joderme y aligerar el bolsillo las escasas veces que mis Hijas acceden a intercambiar alguna frase.” (93)

En la etapa de Ursulita el protagonista es un mirón y un descarado. “A mi edad me había convertido en un mirón. Un mirón pacífico, es verdad, pero un mirón a fin de cuentas.” (103), “Oteo, ojeo, curiosear, inspección e intento de cata.” (104). Se da cuenta de que necesita siempre una mujer a su lado. “Necesito de mis mujeres. Continuamente. Y no solo como aliviadero.” (107). Al final de esta etapa ya no es un mirón, vuelve a ser el de antes y sale de ese agujero en el que estaba metido después de separarse de su esposa. “Ursulita curó mi enfermedad. Ya no soy un mirón compulsivo. Ahora, al menos, sé disimularlo.” (119)

En su última etapa, la de Elena, el personaje ya es viejo y se vuelve más furioso y malhumorado. “Acabo como un can furioso y enjaulado.” (140). Cuando ya no está Elena y está de vacaciones en el hotel, se siente un poco viejo y la gente le cree un poco loco. “Desde entonces me siento viejo acabado.” (123), “Hace poco me descubrí hablándome a voz en grito. Como un loco.” (143), “Pero en el hotel creo que, desde entonces, me tuvieron por loco.” (143)

A lo largo de toda la novela vemos como el protagonista va madurando y evolucionando con la edad. Conserva durante toda la novela su gusto por la lectura y la cultura.

El protagonista de la novela se relaciona con cinco mujeres y cada una de ellas es distinta y tiene sus propias características.

Claudine es una niña francesa que va todos los veranos al pueblo de nuestro protagonista. A ella le gusta la fotografía y recoger cosas. Es cariñosa, guapa y con una bonita sonrisa. “Claudine recogía cachivaches inservibles, serones, aperos (...) Elaboraba un archivo gráfico. Cachivaches que, después, también fotografiaba con una maravillosa cámara de fuelle.” (28), “A Claudine la recuerdo cariñosa y bella. Olía siempre a jabón, a fresca fragancia de hierbas.” (29). Claudine tiene con el protagonista una relación de amistad. Al principio es solo la hermana de su amigo Bernat, pero luego ellos también se hacen amigos. A mi Claudine me produce simpatía, me cae bien, es una chica interesante, pero tampoco puedo decir mucho más porque no sale mucho en el libro.

Giselda es una joven que va a la misma clase que el protagonista. Era voluptuosa, con curvas y no muy guapa. “El de una Giselda, ya voluptuosa” (47), “Por lo demás, apenas poseía encanto alguna.” (71) Tenía mucho carácter, era autoritaria y caprichosa. “Con la malicia de una regente ruin, caprichosa, sin brida alguna, autoritaria.” (47) Como a nuestro personaje , le gustaba leer, también quería ser actriz y de pequeña era muy religiosa, quería llamarse María, como la Virgen. Era muy habladora y le gustaban los idiomas. “-amaba los idiomas-“ (54) Era hippie, naturista, le gustaba lo excéntrico, en resumen, era un poco rara. “Desde su más tierna niñez. Era rara.” (64), “comí sus porquerias naturistas, escuché blues insoportables.” (57), “vivir en el aislamiento, amar lo excéntrico, sentirse original, creerse ungida, buscar a Dios como una perra en celo, echar el bofe por ser diferente.” (68). Con Giselda el protagonista tuvo una relación muy diferente a la que tiene con Claudine. Durante la etapa que estuvo con ella, es su todo, solo está con ella, es todo para él. Pasaban todo el tiempo juntos. “sin proponérnoslo, acabamos siendo inseparables.” (49). Yo creo que no fue realmente amor, era un especie de simbiosis, ella le daba sexo y él le escuchaba y hacía todo lo que ella quería. “Yo era de los que le asentían en todo y de continuo. (...) Así actuaba yo cuando Giselda se dedicaba a perorar. Quizá fuese el único en aguntar tanta matraca, su matraca. (...) Qué iba a hacer. Pensaba especialmente en el revolcón que, tarde o temprano, habría de venir -por fin- después de sus largas conversaciones, tan ignotas como deslavazadas.” (53). Giselda es un poco mandona y por eso me produce cierto rechazo, aunque también admiración, porque se ve que es una chica que tiene las ideas muy claras.

Pilar, su esposa, es una pija, una falsa obrera, una niña de mama. “Era una pija auténtica, pese a estar reconvertida momentáneamente en falsa obrera.” (79), “Cuando tenía algún problema, acudía a su madre.” (82). Es muy orgullosa y sabe como hacer daño, tiene muy mal genio. “Sabe como herir y cómo hocicar la herida” (92) Tiene una voz muy bonita. Pilar era la esposa del protagonista y la madre de sus hijos. Cuando se casaron estaban enamorados. Después del divorcio, el protagonista intenta tener con ella una relación de amistad, pero ella no le hace ningún caso. “aunque menos, porque apenas nos vemos -lo correcto sería decir que Ella apenas se deja ver-.” (76). Yo creo que es una relación de amor-dolor, porque él siempre le querrá, a pesar de que ella siempre le hiere y le haga daño. A mi Pilar me cae muy mal, se porta mal con el protagonista, le echa de casa y luego ni siquiera le respeta. Eso solo me produce rechazo hacía ella. Es detestable.

Ursulita es una mujer que no pasa de los treinta y cinco años. Es joven y delgada. “Ursulita parecía joven porque tenía cara y cuerpo de niña. Delgada y esbelta. Casi anoréxica. Conmigo no cumplió los treinta y cinco, pero se mantenía bien, muy bien. Jovencísima.” (111). No quiere afrontar los problemas y se hace notar, como si todavía fuera una adolescente. “Ursulita solo llenaba sus horas para no pensar.” (114). Después de la ruptura de su matrimonio, nuestro protagonista se queda muy triste, como en un hoyo del que no puede salir. Ursulita será la relación con la que superará ese bache. El protagonista necesita sexo, y a Ursulita la utiliza para eso, solo era su aliviadero, alguien con quien compartir cama. ”Pensaba en beneficiármela. Esa era la verdad.” (103), “Yo, en realidad, era un canalla vulgar que solo buscaba mi diversión.”(113). A cambio, él siempre la complace en todo. “La ropa que yo le compraba raudo a nada que ella se encariñase con cualquier bagatela.” (112). La relación acabó mal, ella creía que podía hacer todo lo que quisiera y él acabó por echarla de casa. A mi Ursulita me provoca una mezcla entre pena y repulsión. Pena porque es una eterna adolescente que nunca va a crecer mentalmente y siempre será un poco tonta, y repulsión porque me recuerda a personajes de las telenovelas que se acuestan con un viejo solo porque luego les compra mucha ropa y todo lo que quieren. Ursulita es como ellas, una aprovechada.

Elena es la última mujer del protagonista. Es una mujer madura, ya con alguna arruga. Era un persona que quería hacerse querer. “-quizá hasta quería ser el único centro. Quería que todos la admirasen o la envidiasen. Siempre estuvo necesitada de cariño.” (134). También le gustaba leer, como al protagonista. Era un poco inocente. “Teñidos de inocencia, los de ella.” (137). La relación que mantiene el protagonista con Elena es de amor y convivencia. Ella vivía con él y se hacían compañía, se querían. Era ella su apoyo. “Elena fue un arrimo. Un arrimo de los de verdad.” (126). Era una relación feliz, que duró varios años. La relación terminó porque Elena pensaba que ella era joven y él mucho más viejo. Elena me produce mucha simpatía y respeto, porque me parece muy bien que a los cuarenta años pueda rehacer su vida con otro hombre. Me gusta esa independencia que tiene, que la mayoría de las mujeres, a su edad, no tienen.

LENGUAJE Y ESTILO

El lenguaje que utiliza el autor varía según las etapas de su vida y según los temas que trata.

El lenguaje utilizado en la primera parte del libro, con Claudine, es culto y expresivo. Habla bien y no dice palabras malsonantes y utiliza palabras que no todo el mundo utilizaría. En mi opinión este tipo de lenguaje causa buenas vibraciones, da la impresión de que el personaje era feliz en esos momentos y ahora al recordarlos también. “Después de la salva de preguntas, densa y vertiginosa, que yo cerré con típicos y secos noes y síes, el fraile cayó en un especie de monólogo que pretendía fuese diálogo” (20), “Quedé paralizado observando su piel perlada, acardenalada por el frío, turgente y apetecible.” (32), “hasta que no supe la cuantía del premio, me creí único, tanto que jamás he vuelto a sentir aquella agitación, tan violenta y tan apacible a un tiempo. Casi de levitación.” (25).

El lenguaje utilizado en la segunda etapa del protagonista es parecido al de la etapa anterior, culto, y también un poco filosófico. “A mí, en uno de aquellos arrebatos suyos, prontos al rechazo, a lo catártico y llenos de confidencias, me confesó que bebió los vientos por la Virgen María durante años.” (60), Pero de vez en cuando suelta alguna palabra malsonante y es un poco más vulgar. Creo que eso nos indica que ya no es un niño y que el personaje está evolucionando poco a poco. “Nada más, ni una línea me dedicó la muy puta.” (48), “¡Cabrón! ¿nunca vas a aprender? (...) ¿Chupátela! O, mejor, ¿por qué no te la cortas?, ¿eh?, ¿eh? Cortatela y deja de darme la tabarra. A este paso, voy a acabar siendo el añadido de tu polla.” (59)

En la época que estuvo con Pilar, el lenguaje se vuelve más vulgar y coloquial, con palabras malsonantes y vocabulario soez. Quizá este vocabulario se deba al resentimiento y rencor que tiene hacia Pilar y sobre todo, hacia su ex suegro, ya que es especialmente vulgar al hablar de él. “la mosquita muerta que se largo con un muerto de hambre, un chuloputas que se ganaba la vida vendiendo encajes.” (82), “De un amor juvenil y su jodienda, de la que tanto fantaseabas. No te filmes películas conmigo.(...) Nunca me creí esa chuminada y ahora menos aún.” (92), “Tiene cojones la cosa después del infierno que me hizo pasar. O te pudres en una carcel, te lo juro.” (81)

En la etapa siguiente, el lenguaje deja de ser tan vulgar, aunque conserva el tono coloquial y vuelve a ser un poco más culto, también es un tanto reflexivo. Yo creo que lo hace porque después de lo de Pilar, necesita calmarse, y piensa más las cosas. “Me parece la recámara de una tumba, con la oscuridad y el silencio de un hipogeo.” (116), “A veces pienso que la habitación es un santuario. Y que allí habita todavía el espíritu de nuestra hermandad y la sensualidad que actuó de argamasa entre los dos.” (116), “Yo también sabía poner la pistola en los huevos. Donde las dan, las toman.” (111)

En la última etapa de su vida, el lenguaje que utiliza el protagonista es culto, como al comienzo del libro, “Quizá cada uno lamía las heridas a su manera y aquellos encuentros, que parecían esporádicos, servían para evitar la ulceración de las respectivas heridas.” (146) Como en la anterior etapa, tiene un tono coloquial. “ que no me vengan con cuentos. Esos, lo que buscan, es otra cosa, si lo sabré yo. El puto parné, así de claro.” (127), “A mí, su familia y su pasado, me la traía floja.” (131) También tiene un carácter filosófico. “La verdad es todo aquello que sucede en común, rodeado de un paisaje que permite la identificación. Nunca lo que está lleno de vacío.” (147) Yo creo que esta mezcla de coloquialismo, cultismo y filosofía es el resultado de la experiencia que el protagonista ha ido adquiriendo a lo largo de toda su vida.

El autor de la novela utiliza diferentes recursos lingüísticos en el texto. A continuación vamos a ver algunos de ellos.

Uno de los más llamativos es el uso de onomatopeyas, que sirven para darle más viveza al relato y para hacer que parezca más real. “La pregunta sonó como un exabrupto. ¡Brrruuuummmm! Interminable. ¡Brrruuuummmm!” (18), “(¡Guau!, ¡guau!, ¿guau!...) como un perro con el rabo entre las ingles.” (58), “siempre la vida superará los diminutos límites de las almohadas y del tiempo (tic-tac, tic-tac, tic-tac durante la eternidad) (...) viene directo e imparable hasta nosotros (¡boouuummm!)” (114). Las onomatopeyas, intercaladas con las interjecciones, son utilizadas de una manera muy peculiar y que llama la atención para describir la excitación del protagonista y el momento en el que están haciendo el amor. “aureolas, pezones, (¡muhuhh!), clavículas, dedos (¡schrupp!), manos, muñecas, codos, antebrazos, barbilla, labios (¡muahh!, muahh!), pómulos, cejas, sienes, lóbulos (uhmm!) y cabellos (¡ay!)” (54), “¡Uh!, ¡aj!, ¡uf!, ¡ya!, ¡ya!, ¡oh!,¡oh!, ¡muhuhh!, ¡schrupp!, ¡muahh!, ¡muahh!, ¡unmm!, ¡ay!, ¡oh!, ¡sí!, ¡ah!, ¡amor!,¡ah!” (55). Otro recurso lingüístico, parecido al anterior, son las interjecciones, que también sirven para dar más viveza al texto. “qué irrealizable, ¡ay!, acaba siendo la posobiledad de convertir una idea en auténtica efusión de placer” (101), “Y ¿qué he sido? ¡Eh!” (92)

Por otra parte, me ha llamado la atención que el autor utiliza palabras o expresiones en otros idiomas. Esto hace que nos demos cuenta que el protagonista es culto y además, se utilizan para la mejor comprensión del texto. Aparecen en latín sobre todo en la primera etapa, para tener siempre en cuenta la presencia de la Iglesia. “Ad Maiorem Dei Gloriam” (13), “Vae viictis!…” (24), “Refugium peccatorum” (43) En francés y en inglés aparecen para dar impresión de moderno. “Dans certains cas (demeurés inexpliqués) plus la fièvre monte…” (56), “un au revoir rápido y hasta la próxima.” (85), “hasta que la película llegó al the end de rigor.” (128), “Siempre actuó levantando inadvertidos polders frente a la fuerza de mi mar embravecido.” (139)

Al igual que el escritor utiliza expresiones y palabras en otros idiomas, también utiliza abundantes frases hechas y refranes claramente populares, ya sea puestos en la boca de algún personaje o en la suya propia. Esto produce una mayor identificación del lector con el personaje, al utilizar las mismas expresiones que él. “Las palabras se las lleva el aire. Los hechos quedan.” (33), “ojo por ojo y diente por diente” (61), “A grandes males, grandes remedios.” (88), “Nunca digas de esta agua no beberé” (101), “Agua que no has de beber, déjala correr.” (131)

Es curiosa la forma que tiene el autor de acumular adjetivos o sustantivos, dando así mucha riqueza al texto y favoreciendo la descripción. “Jesús nacido, Jesús obediente, Jesús manso, Jesús casto, Jesús paciente, Jesús perseguido, Jesús ofrecido, Jesús muerto, Jesús resucitado, Jesús en el cielo” (13, “La insinuación, las bromas, los chistes, las miradas cómplices, los guiños (...)” (39), “con el dolor imprevisto, el misterio, la aventura, la rebeldía contestataria, los pelos largos, la ropa, las clases paralelas, las algaradas, las asambleas, el vino barato (...)” (78), “su cuerpo, sus senos, sus caderas, sus caricias, su aliento” (137)

Por otro lado me ha llamado la atención la forma en que el protagonista metaforiza a sus mujeres, la forma en que las identifica con todo lo identificable y la forma tan intimista en que habla de ellas. “Pilar llegó a mi vida con brío, queriendo hacer honor a su nombre: ser mi pilar, mi columna, mi todo. Y así me trató. Con el tiempo llegó a ser mi cruz, mi garrote, mi argolla, mi pesadilla.” (75), “Ursulita mi gatita, mi ratoncito, mi nena, mi bien, mi amor, mi bebita, mi reina, mi cariño, mi vida... Tampoco estaba Ursula mi higo, mi sujetito, mi chochín, mi marisco, mi perra, mi zorrita, mi putón.” (118), “dejó de ser mi arrimo, digo mi jardín sin límites, mi paraíso, mi diosa y mi luz en la noche.” (130). En la parte que habla de Giselda, además de metaforizarla, hay antítesis, ya que para él ella es blanco y negro a la vez. “Ella fue la ilusión y la desesperanza, mi amor y el odio, el cielo y las tinieblas, mi ángel custodio y la serpiente, la libertad y mi cárcel... Es decir, todo a la vez.” (43), “Giselda era así: dios y amo, alfa y omega, manantial y sequía, placer y dolor, humillación y éxtasis... Todo eso y más.” (56)

ACTIVIDAD

CREATIVA

SORAYA

1. El infarto

En realidad, Elena no fue la última de mis mujeres, la última fue Soraya. Aunque realmente Soraya nunca fue mía. Habían pasado apenas seis meses desde que volví de aquel hotel al que fui tras la muerte de Elena. Estaba en casa y de repente comenzó. Un fuerte dolor en el brazo izquierdo fue recorriéndome el antebrazo, pasó por el hombro y llegó al pecho, después sufrí un mareo. Apenas me dio tiempo para llamar al uno uno dos antes de quedar inconsciente.

La vida entera que pasa en solo unos segundos, la luz blanca, todos los mitos de lo pasa antes de la muerte son mentira. El médico dijo que estuve unos segundos clínicamente muerto antes de que me reanimaran. ¿Y qué sentí?. Nada. Ni Elena, ni Giselda, ni Pilar, ni Ursulita, ni Claudine pasaron por mi mente, no pasó nada.

Ni siquiera Pilar, mi ex mujer vino a verme al hospital. Giselda y Elena estaban muertas, a Ursulita no la esperaba y mis hijos tampoco fueron capaces de venir. Ni siquiera Pilar, pero Pilar se olvidó de mi hace tiempo. Me dio igual porque apareció ella, como de la nada, como caída del cielo. Ahí estaba Soraya. Era la enfermera más bella de toda Zaragoza. Desde ese momento hasta que me marché del hospital, (un mes tardaron los médicos en dejarme volver a casa, porque después del infarto con el que había entrado en el hospital luego me diagnosticaron no se cuantas enfermedades más) Soraya fue mi salvación, mi ángel, mi cielo, mi luz.

Desde el primer momento en que la vi me enamoré, allí estaba ella, con su bata blanca y su pelo rizado, y ahí estaba yo, postrado en una cama de hospital sin casi poder moverme. Ella entró y con sus “buenos días, ¿qué tal se encuentra?” me terminó de cautivar. Su voz era melodiosa, tan bonita que quedé helado al escucharla. A partir de ese momento fue todo para mí durante el transcurso del mes del hospital. Aunque ella me viera como el abuelo que nunca tuvo, yo siempre me acordaré de ella y siempre la amaré. Ese mes pasó entre goteros, agujas, doctores, celadores, pruebas, más pruebas, análisis, resultados, sangre, más doctores. Pero también hubo risas, cuentos, historias, carcajadas y lágrimas, porque Soraya y yo nos hicimos inseparables. Ella venía a verme durante su turno siempre que podía, y luego, antes de irse a casa, venía y nos pasábamos horas y horas hablando. Nunca había hablado tanto. En ese mes me dio tiempo de contarle toda mi existencia, todas mis mujeres, de hablarle de las manías de Pilar, de los juegos con Claudine. Ella me escuchaba paciente y feliz. Por su parte, ella me contó toda su vida, que daba para mucho.

Soraya había nacido en Bulgaria, durante un viaje que estaban haciendo sus padres. Tenía cinco hermanos y dos madres. Su madre biológica y la que ella consideraba su verdadera madre la niñera que le había cuidado durante toda su vida e iba siempre donde fuera la familia. Sus padres eran ricos y hasta que ella tuvo diecisiete años estuvo viajando con su familia (niñera, cocinera, mayordomo, chofer y ama de llaves incluidos) de un lugar a otro del mundo. Había sido una niña solitaria; que se espera de una niña que no estaba ni un año entero en la misma ciudad. No tenía amigos y no era feliz y por eso alos diecisiete años, cuando pasaba por Zaragoza camino de Madrid, la ciudad le gustó y decidió escaparse. Nunca los volvió a ver, tampoco la buscaron. Con los ahorros que tenía (bastantes) y con lo que le mandaba la niñera, Soraya se alquiló un piso y estudió enfermería, lo que siempre había querido. Y allí estaba.

Pasamos ratos inolvidables. A veces me recordaba a Claudine, tan pura, tan sencilla. Soraya se convirtió en la amiga que nunca tuve. Con las demás fue distinto, no eran mis amigas, eran mis mujeres, mis compañeras de cama, mis amores. A pesar de haberme enamorado de Soraya, no fue como las demás. Nunca nos acostamos, y se convirtió en mi mejor amiga. Era un amor distinto. Un amor puro. Ella, por su parte, y nunca lo olvidaré, me prometió no olvidarme jamás, y después de marcharme del hospital hablábamos todos los días. Venía a verme a casa. Un día no vino y me preocupé. Fui al hospital y ya se había ido. Pasé la noche en vela pensando que podría haberle ocurrido. Al día siguiente, en el periódico, descubrí una pequeña noticia sobre una mujer atropellada por un autobús. Era ella. Y estaba muerta. Muerta como Giselda y como Elena y como lo estaré yo muy pronto. Me derrumbé al ver la noticia del periódico. Todas mis mujeres se estaban muriendo. Me costó reponerme de la pérdida de Elena, y ahora esto. Parecía que la muerte me perseguía.

2. El retorno

La muerte le llegó cuando menos se lo esperaba. Lloré por ella como nunca había llorado en mi vida. El entierro fue triste, amargo, sombrío. Tan solo su niñera, a la que avisé, y yo. Fue entonces cuando realmente me di cuenta de lo viejo que era y de que yo también me iba a morir algún día. Y ese día estaba muy cerca, lo sabía, lo presentía. Solo en ese momento fui plenamente consciente de la muerte. Decidí al instante hacer algo que siempre había querido hacer. Volver al lugar donde nací y crecí. Volver a mi pueblo. A mi casa.

El mismo día del entierro preparé las maletas y abandoné la casa de Zaragoza en la que había pasado tantos años. Al llegar al desvío lo vi. Allí estaba. El pueblo había cambiado mucho, había pisos de casas donde antes había campos. Habían construido piscinas, pabellones y hasta había un gran supermercado. El progreso también había llagado al pueblo. Pero no tanto como para convertirlo en una pequeña ciudad. En el fondo, el pueblo era el mismo, su esencia y su aire puro de las montañas siempre estarían allí y sus gentes no se habían contagiado de la frialdad y la indiferencia de la gente de la ciudad. Regresé a la casa en la que había vivido de pequeño. El paso de los años se reflejaba en los muebles cubiertos de gruesas capas de polvo, en el crujido de la madera al andar, en el aire enrarecido de una casa cerrada a cal y canto durante años. Seguía igual. Comencé a recordar mi infancia, las misas con las que tanto hacía disfrutar a mi abuela, los soldaditos de plomo, los árboles, las montañas, el aire, las casas, y entonces me alegré de haber vuelto. Me quedaría allí el tiempo que me quedaba de vida y moriría en la misma casa en la que había nacido. Durante los dos meses siguientes me dediqué a limpiar la casa por las mañanas, y por las tardes paseaba por las montañas, recordando a mis mujeres. Las noches las pasaba leyendo. Esa vida me gustaba, era tranquila y apacible.

3. El reencuentro

Llegó el verano y con él la mejor sorpresa que me podían haber dado. Desde su infancia, Claudine había venido a este pueblo a pasar el verano. ¡Y seguía haciéndolo! A pesar de los años, la reconocí al instante. Estaba en la panadería y cuando me giré para irme la vi. Las arrugas habían llenada su cara y su cuerpo había cambiado ligeramente, pero su pelo, sus ojos y su olor seguían siendo los mismos. Una inmensa alegría inundó mi corazón. Nos miramos fijamente durante un segundo. Ella estaba confusa, dudosa, vacilante. Me dijo que le sonaba mi cara. Yo le conté nuestras excursiones al ibón, los juegos con su hermano. Por un instante tuve miedo de que no se acordara de mí, de que ya no estuviera en su memoria. Pero entonces me recordó.

A partir de ese día, Claudine y yo íbamos todas las tardes juntos a pasear, volvimos a hacernos tan amigos como lo éramos antiguamente y después de una semana de paseos, se vino a mi casa a pasar el resto del verano. Desde entonces no nos hemos separado y espero que siga así hasta el final de nuestra vida.




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Enviado por:Marta
Idioma: castellano
País: España

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