Esto es Chile, un país compuesto por 15.116.435, en donde vemos por las noticias, sobre todo en el último tiempo, que crece a un ritmo económico tan positivo que no se puede comparar con el resto de los países de América Latina, que cuenta a su servicio con una de las policías menos corruptas y eficientes de la región, etc., podríamos seguir llenando de elogios a Chile, a nuestro querido Chile. Pero este amor que tenemos por la tierra que nos vio nacer, no debe caer, por ningún motivo, a la ceguera de todos aquellos actos, hechos o personajes que han ensuciado nuestro recuerdo he Historia nacional. Requiere de una visión crítica, sincera y acertada para identificar los males que aquejan a nuestra cuna. Podríamos hablar de muchos de estos, como los numerosos problemas económicos o sociales que han quejado a nuestro país a lo largo de su Historia republicana, o a la seria de atropellos que se han cometido contra los DD.HH. Sin embargo, esta no es la intención del presente ensayo, sino el de tratar un problema que se ha visto, se ve y, creo, que se mantendrá latente a lo largo de nuestra Historia, el de la Libertad de Expresión ¿Tiene un ciudadano o ciudadana el pleno derecho de expresar y opinar lo que piensa? ¿Somos tolerantes a la opinión de los demás?
Durante la represión
Bajo la dictadura de Augusto Pinochet Ugarte, Chile vivió el periodo mas oscuro de su Historia republicana. Muchos de nuestros compatriotas murieron, desaparecieron, fueron torturados o tuvieron una vida muy difícil, por el solo hecho de pensar distinto al régimen. La prensa en general fue intervenida y una gran cantidad de medios periodísticos fueron cerrados. Unos pocos se mantuvieron, para poder transmitir a la población lo que el dictador lo que el gobierno deseaba dar a conocer. Estos medios privilegiados, como El Mercurio y La Tercera, fueron la pantalla de los grandes logros que la dictadura ofrecía a la población en general.
Después de la represión
Después de vivir diecisiete años bajo el yugo de Augusto Pinochet Ugarte, las personas comenzaron a sentir en el aire aun ambiente de libertad. Tenían el poder de echar a bajo al dictador, por medio de la mas poderosa arma de la democracia; el voto. El anhelado deseo de ejercer su derecho ciudadano de votar comenzó poco a poco a invadir los corazones de Chile. En esta dimensión, Pinochet deja el poder y se elige a Patricio Alwyn Azocar, como nuevo presidente de Chile. Con esto se abre una nueva etapa, una etapa donde debemos reconocer los errores del pasado y evitar que episodios tan oscuros como estos vuelvan a empañar a la Historia de nuestro país. A su vez, de dejaba por completo manifiesto que había un fuerte vació de información, donde El Mercurio tiene la supremacía de la prensa escrita, gracias a los fuertes apoyos que tuvo por EE.UU. y a la gran cantidad de avisajes que se le ha dado. Se necesitaba de una alternativa progresista y acorde a los nuevos tiempos que se venían para Chile.