Arte
Catedral de León
Introducción:
Reseña histórica:
En la zona donde ahora se alza la catedral gótica hubo otras dos, una consagrada a Santa María y otra de estilo románico, atribuida al obispo Don Pelagio.
Según la costumbre antigua, cada uno de los edificios se fue cimentando sobre el anterior, por lo que el último pisa sobre todos los demás. Los restos de las otras catedrales y de unas antiguas termas romanas del siglo II se descubrieron al restaurar la solería.
Fue el obispo Don Martín Fernández, amistad del rey Alfonso X el Sabio, el que financió en el año 1255 la construcción de la nueva catedral, para ello contrató al maestro Enrique de supuesta procedencia francesa, y es muy probable que fuese el segundo maestro de la catedral de Burgos. Los maestros Enrique y Juan Pérez, dirigieron la obra hasta prácticamente haberla terminado. Donaciones, exenciones y privilegios concedidos por el Rey Sabio hicieron que el edificio se construyera con una cierta rapidez. En el concilio de Lyon, celebrado en 1273 se conceden indulgencias para poder rematarlo cuanto antes. En el año en el que murió Don Martín, en 1288, ya se había abierto a los fieles.
La historia a partir del siglo XV es muy penosa, ya que se encontraron fallos estructurales debido a la mala cimentación y la mala calidad de la piedra, traída la mayor parte de las canteras de Boñar.
En el año 1631 se hundió la bóveda central del crucero. En esta época barroca, el arquitecto Nevada construyó una gran cúpula sobre el crucero que acrecentó aún más el peligro de desplome.
El desequilibrio creció y en 1743 se derrumbó la resentida pila del brazo sur del crucero, arrastrando otras cuatro bóvedas. Se rehizo todo sin atender la raíz del mal. A mediados del siglo XIX el hastial del sur presentaba evidentes señales de ruina, por lo que se requirió la ayuda de un arquitecto, Don Matías Laviña, para restaurarlo definitivamente. Desconocedor del delicadísimo equilibrio de un edificio ojival, se dedicó a desmontar la cúpula y sus pináculos, lo que hizo que se derrumbase parte del hastial sur y que zonas adyacentes de la catedral se debilitaran, todo parecía indicar que se vendría abajo sin remedio, ya que el complejo sistema de empujes y contrarrestos pero de un modo inexplicable, aguantó. Tuvo que ser su sucesor, Don Juan de Madrazo, quién se dio cuenta del verdadero problema y salvó el edificio con un cimbrado general, además, se encargó de la reconstrucción del hastial sur . Las tareas de rehabilitación del edificio, y restauración de las vidrieras, se terminaron con otros dos arquitectos: Don Demetrio de los Ríos y Don Juan Bautista Lázaro. Tanto trabajo de restauración se concluyó en el año 1905, tardándose más en reformas y arreglos de la catedral que en su propia construcción.
Estilo Gótico
CATEDRAL DE LEÓN
Características planta:
Tiene forma de cruz latina, con tres naves, un crucero triple y girola. Mide 91 metros de largo, 40 metros de ancho 39 metros de altura en su nave central. Destacan la pureza de su estilo gótico, su asombrosa armonía, la belleza sublime de sus vidrieras y la reducida superficie de sus muros.
Muros y Bóvedas:
EL ARCO GÓTICO Y LA BÓVEDA DE CRUCERÍA: El arco apuntado, u ojival, ya empleado por los abasíes en el siglo IX y en el románico borgoñón, es, gracias a su mayor verticalidad, mejor sustentante de las presiones verticales, pero peor de las laterales que el arco romano. Se dan diversos nombres según la proporción entre la altura y la luz. Se denominan de todo punto (A), de tercio punto (B), de cuarto punto (C). arco Tudor inglés (D), arco apuntado conopial (E) y arco carpanel (F).
La bóveda de crucería deriva de de la bóveda de arista románica, pero se diferencia esencialmente de ella. El arquitecto gótico descompone la bóveda en dos elementos; los arcos se cruzan diagonalmente, junto con fajones, que conforman el esqueleto y, los plementos o témpanos, que apoyándose en la estructura anterior, cierran la bóveda. Según la teoría tradicional, la sola eliminación de una dovela de un arco del esqueleto hace que la bóveda entera se venga abajo, pero experiencia demuestra lo contrario: observando el estado de algunas catedrales francesas después de la primera guerra mundial se llega a la conclusión de que el témpano tiene vida propia, y gracias a su aparente elasticidad puede ser la salvación de la bóveda si el equilibrio de fuerzas se debilita.
PILARES Y ARBOTANTES:
Los pilares son más finos y trabajados que en el románico, como ya el peso de las bóvedas se reparte entre columnas y arbotantes y contrafuertes, se pueden colocar las columnas aisladas de los muros. El peso de la bóveda principal, es parte soportado por las columnas situadas debajo y parte expulsado hacia la parte exterior, donde es soportado por otra pequeña bóveda situada a menor altura y por los arbotantes que transmiten su peso a los estribos o contrafuertes, los cuales están rematados por pináculos.
Escultura:
Fachada occidental:
Esta fachada es la denominada de la Virgen Blanca, o también del Juicio Final, está formada por dos torres, la de las Campanas y la del Reloj, que flanquean el pórtico abocinado con rica decoración escultórica.
A cada lado de la puerta, hay tres esculturas de apóstoles, San Pedro, Santiago y San Juan a un lado y San Pablo, Santo Tomás y San Judas Tadeo al otro; sobre las que apreciamos las tres arquivoltas (conjunto de molduras más o menos decoradas, concéntricas que ornamentan el abocinado de un arco de una puerta o ventana), decoradas con figuras que representan el Juicio Final: San Miguel en el centro, pesa las almas y es la línea divisoria entre los personajes gloriosos y el mundo infernal. El tímpano está ocupado por la Figura del Cristo juez, acompañado por dos ángeles que portan los atributos de la Pasión, y las figuras de la Virgen y San Juan, las arquivoltas se rellenan con una estructura de doseletes (miembros decorativos voladizos) y diversos personajes menores.
Las puertas de madera pertenecen al siglo XVI.
El hastial (parte de la fachada de un edificio, de forma triangular, limitada lateralmente por las vertientes del tejado) central está adornado con el espléndido rosetón de la Gloria, que destaca sobre los ventanales del triforio, (galería interior típica de las catedrales góticas que separa la nave central de las laterales, generalmente rodeada
con ventanas de tres huecos).
Fachada sur:
Esta fachada consta de una triple portada, dedicadas de izquierda a derecha a la Muerte, a San Froilán y a la muerte de éste; respectivamente.
La Muerte: Su interpretación se reproduce en una ménsula (elemento arquitectónico que sobresale de un plano vertical y sirve para sostener algo, como el alero del tejado, una cornisa, etc.) . Se aprecian temas vegetales y heráldicos de Castilla y León por las arquivoltas, las jambas y el dintel.
San Froilán: El santo aparece con atuendo de pontífice, ocupando el parteluz, (la columna que separa una puerta doble o ventana). En la jambas encontramos a los reyes Melchor, Gaspar y Baltasar, a Samuel y a la Virgen con el niño.
La muerte de San Froilán: Se esquematiza la muerte y traslado de los restos del Santo desde Moreruela hasta la catedral de León.
Fachada norte:
Dedicada a la Virgen del Dado; el hastial data del año 1448, y está firmado por el maestro Jusquín; está compuesta por un triforio, un gran rosetón y un gablete (remate con extremo agudo) con las armas del obispo Cabeza de Vaca, una estatua del rey Juan II y otra de la coronación del papa Eugenio IV.
Interior
Los redondos pilares llevan adosadas las medias columnas sobre los que arrancan los arcos formeros que separan las naves, los fajones que apoyan las bóvedas y las correspondientes ojivas. Los cuatro del crucero, más robustos, son de alma cuadrada, dispuestos en ángulo y revestidos de columnillas que se prolongan hasta formar los arcos torales y las ojivas de las bóvedas correspondientes. Una arquería ciega recorre los muros de las naves laterales y sobre ella un estrecho paso, como camino de ronda; desde él hasta las bóvedas, ventanales, sin otra separación que los medios pilares sobre que arrancan arcos y ojivas.
En la nave central no hay muros; sobre los arcos se abre la galería del triforio, cerrada con vidrieras al exterior, y sobre ella arrancan los ventanales, ocupando todo el espacio entre pilares.
Las bóvedas son todas de ojivas sencillas, rectangulares las de la nave mayor y crucero y cuadradas las laterales y la grande central del crucero, que es la sustitución moderna de la desplomada cúpula barroca. Las bóvedas de la girola son trapezoidales con nervios quebrados, sirviéndolas como contrarresto las capillas absidales.
A los lados de las naves laterales, bajo las torres, se abren dos únicas capillas, la Parroquial de San Juan de Regla y la del Baptisterio. A partir de ellas las naves quedan sin capillas ni puertas hasta el crucero, al que abren dos minicapillas cuadradas justo en el arranque de la girola. Ésta conserva intactas sus cinco capillas hexagonales, sin ninguna reforma ni restauración, por lo que se representan tal como las concibió el arquitecto.
VIDRIERAS
Nada se conoce de los maestros vidrieros que construyeron tan admirables ventanales, es probable que fueran franceses, y que instalasen su taller en la misma ciudad, ya que no hay indicios de que sean una producción en serie. Aunque no todas las piezas correspondan a la misma época, si nos referimos a las pertenecientes al siglo XIII tanta es su cantidad y su calidad que ninguna catedral española o francesa, exceptuando Chartes y tal vez la Santa Capilla de San Luis; es comparable a su valor artístico y hermosura.
Las vidrieras más antiguas se encuentran en las capillas absidales, pero su escasa altura las expuso a los deterioros del tiempo, llevan medallones con escenas variadas, muy bien compuestas y destacan por sus intensos tonos azules, rojos, amarillos y verdes. En los ventanales altos, las más antiguas se distinguen por llevar igualmente escenas pequeñas en medallones (bajorrelieves curvos o elípticos). Las vidrieras del siglo XV se concertaron en 1914 con un maestro burgalés, realizando los dibujos el maestro Nicolás Francés, el cual por esos años pintaba el retablo mayor; se hayan situadas en el crucero hacia el oeste y en la nave mayor hacia el sur. Son más precisas en el trazo que las anteriores y más suaves en el color.
Por las mañanas, el sol ilumina los ventanales de la cabecera, su luz se expande a través de las naves, atrayendo la atención hacia el presbiterio. A mediodía, los ventanales meridionales filtran la luz y cubren el suelo de tonos cálidos, rojos y amarillos; y los septentrionales se apagan en tonalidades frías, de azules, carmines y verdes. Al atardecer, la luz se proyecta hacia la cabecera, pasando por el rosetón de los pies, situado evidentemente en el oeste.
RETABLO MAYOR
Fue realmente una desgracia que en el siglo XVIII se tuviera suficiente dinero como para construir un enorme retablo de madera dorada al más trepidante estilo barroco, y desmontar luego el viejo gótico, cuyas tablas dispersas se perdieron en su mayor parte. El nuevo retablo fue trazado por Narciso Tomé , autor del “transparente” de la catedral de Toledo; se comenzó en 1790, y lo terminó su sobrino Simón Gavilán Tomé.
La posterior restauración de la catedral exigió desmontar el monumental retablo, y como entonces se vivía una corriente de aversión al barroco, fue un milagro que no pereciese; sino, que más afortunado que su predecesor gótico, viniera a formar parte del gran retablo mayor y dos laterales de en la iglesia de los Capuchinos, y aún sobraron trozos. Cuando se intentó rescatar el antiguo retablo sólo se encontraron cinco piezas grandes y dieciocho pequeñas. Las grandes, y otras procedentes de Santa María del Mercado y del pueblo de Palanquinos se montó el retablo actual; mientras que las pequeñas pasaron a decorar el sitial del obispo.
EL CLAUSTRO
La catedral se planeó sin él, al estilo francés, al agregarlo al norte, hubo que ocultar la portada de ese lado del crucero, la llamada de la Virgen del Dado. Se formó así, entre la iglesia y el claustro, una especie de nave-vestíbulo, entre la puerta del Dado y la de paso al claustro, a la izquierda se encuentra la capilla de santa Teresa, con su pequeña sacristía, y a la derecha la de San Andrés, las dos góticas y del siglo XIV.
El claustro se construyó a finales del siglo XIII y comienzos del XIV, pero sin que conozcamos la causa, se le rehizo enteramente en el siglo XVI, conservando sólo los muros del fondo. Por eso, la primera impresión nada más observar los arcos que miran al patio y a las ricas bóvedas, es que estamos ante un estilo plateresco; mas si de espaldas al patio, contemplamos sus arquerías murales, cambiamos de opinión inmediatamente, ya que es gótico, de estilo calcado al de la catedral de Burgos.
En el patio se erige un enorme pináculo, con crestería en espiral, que es lo único que subsiste de los remates barrocos que adornaban el hastial de poniente, debido a la “barroco fobia” del siglo XIX, hoy reside allí como monumento funerario de lo que fue una parte de una época de la catedral.
ÚLTIMAS REFORMAS DE LA CATEDRAL
En 1996, bajo la dirección de los arquitectos Cecilio J. Vallejo y Mariano Saénz de Miera, se repararon mediante grapas de acero recibidas con plomo las fisuras de los elementos de coronación en “la silla de la Limona”, una estructura estribo de los arbotantes de la nave central, aparecidas por la acción de la humedad. También parte de la sillería de coronación fue recolocada o repuesta con medios consolidantes.
Otra obra subvencionada fueron los trabajos de restauración y conservación de la vidriera “La Virgen del Dado”, llevados a cabo por la Empresa CONCALE. Está proyectada sobre cartones de Nicolás Francés, realizada por un maestro vidriero Anequin y asentada en 1454 en los accesos desde la Catedral al claustro, en un único ventanal allí existente.
En 1996 se restauró también una tabla del siglo XV que representa el martirio de San Erasmo, hoy expuesta en el museo de la catedral.
BIBLIOGRAFÍA:
LOS MONUMENTOS CAPITALES DE LA CATEDRAL DE LEÓN
Antonio Viñayo González
Editorial Everest, S.A. LEÓN ISBN: 84-241-4670-0
GRAN ENCICLOPEDIA LAROUSSE
Título original: Gran dictionnaire encyclopédique Larousse
Tomo VII Páginas: 6470-6471 Primera edición: enero de 1989
Editorial Planeta, S.A. LEÓN ISBN (o.c.): 84-320-7400-4
Páginas WEB
Web Oficial S.I. Catedral de León
http://www.catedraldeleon.org/
Léctornet comunicación - Contenido alternativo
http://www.lector.net/lectornet.htm?http://www.lector.net/phynov99/leon.htm&1
02-Catedral-León
http://www.stedwards.edu/hum/randle/s32/SSgotarch/pages/02-Catedral-Leon.htm
- ESQUEMAS GRÁFICOS INCLUIDOS EN AMBAS PARTES DEL TRABAJO
TÉRMINOS ILUSTRADOS DE ARQUITECTURA, CONSTRUCCIÓN Y OTRAS ARTES Y OFICIOS
Alberto Serra Hamilton. Aparejador.
TOMOS I y II Año 1991 MADRID ISBN (o.c.) 84-86891-09-4
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Enviado por: | Apolodoro |
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