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Cardiopatías


Cardiopatías

Factores predisponentes: Hay muchos factores que aumentan el riesgo de desarrollar insuficiencia coronaria, ante todo, el factor hereditario aunque existen otros tipos de factores:

    • El tabaco: Los fumadores tienen el doble de posibilidades de morir de infarto que los no fumadores debido a que ciertas sustancias del tabaco aumentan el nivel de formación de grasas formadoras de ateromas en el flujo sanguíneo.

    • La obesidad: Las personas con exceso de peso, tienden a comer más cantidad de grasas, lo que aumenta la formación de ateromas. El exceso de peso significa un esfuerzo mayor para el corazón, que no puede hacer frente adecuadamente a una restricción de suministro de sangre.

    • Exceso de grasa en la dieta: La tendencia a formar ateromas en las arterias parece estar relacionada con el nivel de ciertos tipos de grasas en el flujo sanguíneo que, por su parte, está relacionado con la herencia y con la cantidad de grasas en la dieta. La reducción de las grasas ayuda a disminuir el riesgo de desarrollar insuficiencia coronaria.

    • Falta de ejercicio: El ejercicio regular aumenta la eficiencia del corazón y se necesitará menos oxígeno para funcionar bien. Si mejora su estado físico mediante el ejercicio, el corazón sufrirá menos si se produce una disminución del suministro de sangre.

    • Estrés: El temperamento perfeccionista, luchador de las personalidades de algunas personas se ha asociado también con un riesgo mayor de infarto de miocardio.

    • La hipertensión: La aparición de un infarto del miocardio es más probable en quienes tienen hipertensión.

Los factores de riesgo a los que se ha hecho referencia se pueden clasificar en primarios (hipertensión arterial, hipercolesterolemia y tabaco), secundarios (sedentarismo y estrés) y terciarios (antecedentes familiares y otros).

Chequeos:

Electrocardiograma (ECG): Es una herramienta muy importante para detectar cardiopatías y para apuntar a qué nivel está la dificultad cuando el corazón falla.

El ECG es una representación gráfica de las fuerzas eléctricas que trabajan sobre el corazón. Durante el ciclo cardíaco de bombeo y llenado, un patrón conocido de pulsos eléctricos cambiantes refleja exactamente la acción del corazón. Estos pulsos pueden ser recogidos a través de electrodos pegados a la superficie del cuerpo. La actividad del corazón representada por ondas características puede así ser evaluada instantáneamente en un monitor de TV o ser impresa sobre un papel milimetrado para su estudio posterior.

Desde su invento a principios del siglo XX, el ECG ha sido el útil más importante del cardiólogo. Resulta imprescindible en el diagnóstico de las arritmias cardíacas, y puede dar información sobre la presencia de enfermedad coronaria antigua o reciente, y de otros problemas del corazón.

Análisis de sangre: Se hacen siempre que se quiere evaluar el estado del sistema cardiovascular. Interesa, entre otras mediciones, el nivel de colesterol total y de sus fracciones: el de baja densidad (LDL o "malo") y el de alta densidad (HDL o "bueno"). También interesan especialmente los niveles de azúcar (la diabetes aumenta el riesgo de cardiopatía) y de hormonas tiroideas (un tiroides hiperactivo puede producir anomalías cardíacas).

Radiografía del tórax: Produce una imagen, una foto de su corazón y vasos sanguíneos, y puede ser pues muy útil para detectar un corazón grande y otras consecuencias de enfermedades cardíacas.

Test de esfuerzo o ergometría: No se hace de rutina, pero sí casi siempre que existan síntomas que sugieran enfermedad coronaria, o ante un programa de ejercicio en adultos con factores de riesgo cardiovascular (tabaquismo, diabetes, hipertensión, colesterol alto), o historia familiar de infarto o accidentes cerebro-vasculares. El test de esfuerzo dentífrica la presencia de enfermedad coronaria en 3 de cada 4 pacientes, y la descarta en un 90 %.

Se puede hacer sobre una bicicleta estática o una cinta rodante, pero el principio es el mismo. Se colocan electrodos por el cuerpo (para registro de ECG) y un manguito de tensión, y el paciente pedalea o anda por la cinta rodante. El médico que supervisa la prueba observa mientras tanto los cambios en tensión arterial, pulso y trazados ECG. La prueba se completa en media hora, y se abandona antes si aparecen cambios sugestivos de enfermedad en los parámetros observados, o si el paciente no la tolera físicamente, por agotamiento o por dificultad para respirar.

Cateterismo cardíaco o coronariografía: Si el test de ejercicio y otras pruebas son anormales y sugieren enfermedad coronaria, puede que sea necesario someterse a un cateterismo. El procedimiento es el siguiente:

Se inserta un catéter (es decir, un tubito hueco y flexible) en una arteria de la ingle o del brazo, y el catéter se va introduciendo por la mayor arteria del cuerpo (la aorta) hasta el corazón. Una vez allí, se conduce el catéter hasta una arteria coronaria. Entonces, se inyecta a través del catéter una sustancia opaca a los rayos X, de forma que se hace visible el interior del corazón y de las arterias coronarias en una imagen radiográfica.

Estudio isotópico: Si el test de ejercicio es anormal, puede estar indicado un estudio del corazón con isótopos, que es muy exacto, fácil de hacer, no invasivo (es decir, indoloro y sin pinchazos) y no necesita ingreso hospitalario. La radiación que recibe uno es baja, y puede evitar otras pruebas más complicadas como el cateterismo cardíaco (coronariografía).

Consiste en inyectar una pequeña dosis de isótopo radiactivo en vena, en el curso de un test de ejercicio en cinta rodante. Un dispositivo especial registra una serie de imágenes de las localizaciones del isótopo en el corazón. Las áreas oscuras indican partes del corazón donde no llega bien el flujo de sangre. No da información sobre la arteria bloqueada en concreto.

Una variante, en la que se recibe una inyección de isótopo en vena y a continuación uno se tumba en una tabla de ejercicios con los pies en los pedales de una bicicleta. A medida que uno pedalea, se hacen imágenes para localizar el isótopo en las distintas zonas del corazón. El hallazgo clave sería encontrar un defecto en la expansión o contracción de la pared del corazón, señal de que las arterias estrechadas a ese nivel no están llevando la suficiente cantidad de sangre oxigenada a la zona.

Últimos tratamientos de cardiopatías:

Muchas personas que padecen una angina grave debido a enfermedad arteriosclerótica pueden recibir tratamientos mediante fármacos, como los betabloqueantes (por ejemplo: Propanolol) y nitratos, que reducen la carga del corazón. Los pacientes que no mejoran con medidas farmacológicas suelen recibir tratamiento a través de una técnica quirúrgica denominada By Pass coronario. En este procedimiento, se sutura un trozo de una vena de la pierna a la arteria coronaria concluida para formar un puente que evite la zona arteriosclerótica.

Un segundo procedimiento quirúrgico que se desarrolló durante la década de 1970 para tratar la aterosclerosis coronaria fue la cateterización y dilatación con valor, o angioplastía coronaria. En esa intervención se introduce en la arteria coronaria un conducto hueco con un balón en su extremo. Cuando el balón alcanza la zona aterosclerótica se insufla. La placa se comprime y se reestablece el flujo normal.

El trastorno más grave, el bloqueo cardíaco completo, se puede corregir por medio de la colocación de un marcapasos artificial, un dispositivo que emite descargas eléctricas rítmicas para provocar la contracción regular del músculo cardíaco.

Bypass: Se trata de tomar un trozo de vena de uno mismo (generalmente la vena safena de la pantorrilla) e implantarlo en las coronarias saltándose el o los bloqueos. Se pueden poner desde uno hasta ocho nueve segmentos de vena safena, dependiendo del número de bloqueos observados en la radiografía (coronariografía) previa. La vena safena tiende a hacer bloqueos similares a los de las arterias coronarias. Por ello, se viene usando más recientemente para los by-passes la arteria mamaria interna, una arteria que está al lado del esternón.

Desde allí, se toma un extremo y se la lleva hasta la arteria coronaria afectada, más allá del bloqueo, dejando el otro extremo de la arteria mamaria donde está.

Este tipo de solución es mejor que el injerto de vena safena por la menor tendencia a hacer arteriosclerosis posterior.

La cirugía mayor del corazón se hace bajo anestesia general, y la intervención suele durar varias horas, parte de las cuales la función del corazón y los pulmones debe ser asumida por una máquina de circulación extracorpórea.

Angioplastías: Cuando las arterias coronarias bloqueadas o estrechadas producen angina de pecho o infarto de miocardio en un paciente más bien joven, y sin otras complicaciones, puede estar indicada una angioplastía coronaria transluminal percutánea (ACTP), llamada simplemente angioplastía coronaria-.

El procedimiento es más fácil que el nombre. Básicamente se trata de remodelar (angioplastía) el vaso taponado (coronaria) desde adentro del propio vaso (trasluminal) el que se accede a través de la piel (percútanla). Todo eso de hace con anestesia local, con el afectado despierto.

Tras una inyección de anestesia local, en la ingle o en el hombro, se introduce en una arteria de la pierna o del brazo, un tubito hueco y flexible llamado catéter guía, guiado por un monitor de TV que muestra una imagen radiográfica del catéter avanzado por el vaso, el medico lleva el catéter hasta la arteria coronaria estrechada.

Una vez allí se inserta otro segunda catéter, más pequeño, dentro del catéter guía.

Este segundo catéter tiene un globo hinchable en la punta, que se infla alrededor de medio minuto para ensanchar la parte ocluida de la arteria; cuando está inflado, se puede notar dolor anginoso, que desaparece lentamente al desinflarlo.

Después se retira el catéter globo, y vuelven a hacer radiografías (inyectando un catéter rodio opaco a través del catéter guía) para ver cómo ha mejorado el flujo. Todo el proceso se complementa en 30 a 90 minutos.

Los resultados son buenos. El procedimiento fracasa solo en un pequeño porcentaje de pacientes, en los que se hace necesaria una cirugía cardíaca mayor (by pass o de derivación aorto-coronaria). Las ventajas de las angioplastías son incontables con respecto a la cirugía mayor. Los riesgos y los costos de personal y material son mucho más bajos, y la estancia posterior en el hospital puede ser de unos pocos días, en vez de semanas.

Sin embargo, la angioplastía no cura la enfermedad de base (la arteriosclerosis, por lo general), y en ocasiones hay que repetirla para reabrir el mismo vaso que ha vuelto a ocluirse.

En el futuro, los médicos podrán quitar las placas de ateroma de las arterias, mediante dispositivos mecánicos o con luz láser.

Stent: es una malla metálica que se implanta en el interior de las arterias que habían sido tapadas por la aterosclerosis para mantenerlas abiertas después de una angioplastía.

Cardiopatías más importantes:

Aterosclerosis: es una patología caracterizada por la formación de placas de ésteres de colesterol que se depositan en las arterias.

La acumulación de sucesivas placas, denominadas ateromas, provoca un endurecimiento de las paredes arteriales y disminuye su espacio interior. La pérdida de elasticidad impide la dilatación de las arterias durante la sístole, por lo que estas reciben menos sangre. Esto puede tener consecuencias fatales para los individuos, ya que puede provocar un infarto cardíaco o cerebral.

Malos hábitos, como fumar, beber alcohol o tener una dieta rica en grasas, aumentan el riesgo de contraer aterosclerosis y, posteriormente, enfermedades cardiovasculares.

Miocarditis: es la inflamación o degenarción del músculo cardíaco. Aunque suele ser consecuencia de diferentes enfermedades como sífilis, endocarditis o hipertensión, puede aparecer en el adulto como enfermedad primaria, o en el anciano como enfermedad degenerativa. Puede asociarse con dilatación o con hipertrofia.

Infarto de miocardio: Si, por algún motivo, no llega sangre al corazón, su metabolismo se altera y en los casos más graves esto provoca un infarto de miocardio. Un dolor torácico intenso y prolongado es síntoma de infarto.

El infarto de miocardio por isquemia (falta de irrigación sanguínea) es causado, generalmente., por un trombo; el trombo es un coágulo sanguíneo que obstruye una arteria coronaria. Ésta se ve afectada aún más si la arteria donde está el trombo tiene ateromas. Cuando el trombo se desprende y circula por los vasos se llama émbolo; si este obstruye un órgano vital, se produce una embolia, cuyas consecuencias pueden ser fatales.

En la trombosis, la isquemia es muy prolongada y se produce la muerte de las células miocárdicas por falta de oxígeno.

Una de las consecuencias más comunes del infarto es la insuficiencia cardíaca; al llegar menos oxígeno a los tejidos, se produce menos energía en las células.

Angina de pecho: El síntoma de dolor u opresión en la región torácica, causado por perturbaciones arteriales del músculo cardíaco se conoce como angina de pecho. Se suele desencadenar por esfuerzos físicos intensos.

La isquemia es transitoria y dura muy poco tiempo, por lo que, si hay lesión de los tejidos, ésta es menor que el infarto.

Por lo general, la angina de pecho se produce en personas que presentan estrechamientos de las coronarias a causa de aterosclerosis.

Endocarditis y miocarditis: son inflamaciones del endocardio y del miocardio respectivamente.

La endocarditis es causada generalmente por una infección bacteriana, que se desarrolla frecuentemente en la zona de las válvulas cardíacas y puede llegar a destruir sus tejidos.

La miocarditis es secundaria cuando es consecuencia de una enfermedad infecciosa general, por lo que suele ser pasajera y asintomático. En la miocarditis primaria, el corazón es atacado de manera exclusiva o predominante. Puede ser causada por muchos agentes, pero los principales son las parasitosis.

La mayor parte de las miocarditis producen, en esencia, arritmias cardíacas (alteraciones del ritmo cardíaco normal) y cambios anatómicos.

Estenosis mitral y aórtica: un estrechamiento de cualquier orificio del organismo se llama estenosis. En la estenosis, las válvulas no se cierran herméticamente y hay estrechamiento de los orificios que controlan dichas válvulas. En cualquiera de los dos casos, la alteración valvular puede provocar una insuficiencia cardíaca.

Generalmente, esta afección se detecta al escuchar con el estetoscopio un soplo cardíaco.

No todos los soplos son peligrosos, pero si la enfermedad de las válvulas es grave, existen procesos quirúrgicos que permiten repararlas o reemplazarlas por válvulas artificiales.

Otra patología frecuente entre las personas de edad avanzada es la afección cardiopulmonar, que suele ser el resultado de una alteración pulmonar como el enfisema, o de una enfermedad que afecta a la circulación pulmonar, como la arteriosclerosis de la arteria pulmonar. Otro trastorno presente en los ancianos es la insuficiencia cardíaca congestiva, en la cual, la función de bombeo de los ventrículos está disminuida.

Aneurisma cerebral: Un aneurisma cerebral (también llamado aneurisma intracraneal o aneurisma cerebral) es un área debilitada y protuberante (abultada) en la pared de una arteria en el cerebro, que produce ensanchamiento o distensión anormal. Debido a la existencia de una zona debilitada en la pared de la arteria, existe riesgo de ruptura (estallido) del aneurisma.




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Enviado por:Cibylvane
Idioma: castellano
País: Argentina

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