Literatura
Cantigas; Alfonso X El Sabio
VIDA DE ALFONSO X “EL SABIO”
Nacido en Toledo en 1221 y muerto en Sevilla en 1284, Alfonso X “el Sabio” hijo de Fernando III “el Santo” y Beatriz de Suabia. En el 1241 ocupó el reino de Murcia tras pactarlo con su padre. Acabó con los problemas internos con Jaime I de Aragón, que estaba reconquistando el reino de Valencia, mediante el acuerdo de enlace con su hija doña Violante (hija del rey Jaime I de Aragón “el conquistador” y de Violante de Hungría) con la que contraerá matrimonio en 1248 en Valladolid, y así determinaron los limites entre los reinos de Valencia y Murcia en 1244. Al morir su padre en 1252 ocupa el trono del reino de Castilla. Se estableció en Sevilla. En 1263 recupera Cádiz, Jerez y Cartagena. Pretende tomar el trono de Alemania, pero esto solo le hizo gastar mucho dinero por lo que para recuperar parte de lo perdido decide imponer el impuesto de la décima sobre las mercancías. La nobleza le tacha de soberano absolutista. Esto provocó un levantamiento en el pueblo en su contra promovida por su hermano Felipe mientras Alfonso estaba en Alemania intentando hacerse con el trono. Los benimerines desembarcaron en Algeciras de acuerdo con Granada. Fernando de la Cerda, que era el regente mientras su padre estaba fuera y príncipe heredero, muere luchando contra ellos en 1275 en Ciudad Real. Su hermano Sancho IV “el Bravo” toma su lugar y logró echar a los invasores.
En 1276 regresa Alfonso al trono imperial y se le plantea un dilema en el tema de la sucesión, pues si su hijo Fernando había muerto le correspondía ser heredero a su nieto Alfonso de la Cerda, pero al ser este menor de edad le correspondía ser heredero a Sancho, que fue declarado heredero en 1275. La familia de Sancho se tuvo que ir a Aragón como posible instrumento político contra Castilla. En 1278 Alfonso tuvo que pactar una tregua con los benimerines en el estrecho de Gibraltar porque vencieron a sus tropas. Alfonso quiso hacer rey de Jaén a Alfonso de la Cerda, pero Sancho se opuso, se reveló, hizo alianza con Aragón y Portugal y reunió las Cortes en Valladolid, que le reconocieron como jefe pero no como rey porque aun vivía su padre. Entonces Alfonso deshereda a su hijo Sancho e hizo alianza con los benimerines que acudieron a ayudarle. Hubo luchas entre padre e hijo y todo terminó con la muerte de Alfonso. Los herederos de Alfonso, por el testamento eran los infantes de la Cerda y Sancho quedó fuera, lo que ocasionó nuevas disputas. Finalmente en 1284 será rey de Castilla y León. Muere en 1295.
LAS APORTACIONES CULTURALES
Este rey reunió a diferentes e eminentes personalidades, le daba igual que fueran musulmanes, judíos que cristianos. Esto fue un gran avance para la época en la que estaba pues el solo valoraba su conocimiento y no criticaba su procedencia. Gracias a esto tenemos mas cultura. Estableció en Sevilla, Murcia y Toledo escuelas de investigación y traducción. De esta manera pudo trasmitir al mundo la cultura oriental al mundo occidental. Tradujo al castellano la Biblia, el Alcorán, el Talmud, la Cábala, Calila y Dimna, colección de fábulas indias, el Tesoro de Brunetto Latini, etc. La gran aportación de este rey, fueron sus escritos que se dividen en cuatro grupos:
Obras Poéticas, las traducciones de Calila e Dimna y el Septenario, que son recopilaciones del saber medieval, y obras escritas en gallego entre las que figuran las Cantigas de Santa María, que fueron totalmente de creación suya aunque se le acusa de influencia árabe por el uso del zéjel o la glosa de estribillos, estudiado en su parte lírica por Julián Ribera (1922) y en su parte musical por Higinio Anglés y Benito García de la Parra (1948), que ha logrado armonizar 60 de sus canciones para canto a cuatro voces.
Obras Jurídicas, tanto doctrinales como normativos de la labor legisladora de su reinado ligada al Derecho Romano, eran el Fuero Real, el Especulo y las Siete Partidas, código de tendencia unificadora, basado en el Derecho romano y en Justiniano, con influencia de Aristóteles, Séneca y San Isidoro, en las que debieron colaborar Jácome Ruiz, el maestro Roldán y Fernando Martínez.
Obras Históricas, como la Crónica general, de la que solo es obra suya hasta la muerte de Don Rodrigo, y la General Estoria, o la Historia universal, aunque se encuentra muy incompleta y la Estoria de España General.
Obras Científicas, como los Libros del saber de Astronomía, apoyados en Tolomeo, donde se encuentran las Tablas alfonsíes, realizado tras los trabajos de investigación en el observatorio del castillo de San Servando (Toledo), y el Lapidario, que es un estudio sobre piedras en relación con los signos del zodiaco.
También escribió en terreno recreativo Libros del Axedrez, Dados et Tablas que eran ediciones facsímil del museo de la biblioteca de El Escorial (Madrid), realizada y compuesta de dos tomos o volúmenes: el primero es el códice alfonsí del siglo XIII integrado de 98 folios de pergamino de 29 x 42 cm, encuadernado en piel estampada con el símbolo escurialense de la parrilla y 150 miniaturas; el segundo es de igual formato pero de cuatrocientas paginas con estudios sobre aspectos históricos, artísticos y ajedrecísticos del manuscrito.
Pero sobre todo esto hay que destacar las Cantigas de Santa María, donde realizó su obra de mayor importancia mundial, tanto por el contenido como por el significado que nos aportan, es decir, que son un tesoro literario e histórico- musical y nos sirven para conocer usos y costumbres de la vida cotidiana de la España del XIII. Reúne tres ramas artísticas: música, poesía y pintura. Tienen valor sociológico al mostrarnos la fe y espiritualidad del autor, el cual demuestra una profunda y verdadera fe, nos ayudan a valorar el gobierno del rey y su vida espiritual, ya que Alfonso X llega a considerarse a sí mismo “trovador” de la Santísima Virgen.
También hay que destacar las Cantigas profanas, formadas por 40 cantigas, donde predominan las de escarnio, donde queda manifiesto un gran ingenio, en el uso de los dobles sentidos de las palabras. Hay otros tres tipos de cantigas: de amigo, de amor y de maldecir, además de escarnio. Las de amigo tienen rasgos comunes con las jarchas, que son composiciones de dos a cuatro versos que generalmente cantan mujeres que llaman a sus amantes, otras veces son elogios al mecenas del poeta. Igualmente las jarchas son llamadas moaxajas cuando están escritas en árabe y a veces en hebreo, fueron descubiertas por Samuel Stern en 1948. Si la jarcha esta escrita en romance se escribe en aljamiado para los árabes, que es lengua románica en caracteres árabes. Estos versos son difíciles de descifrar. Las jarchas dentro de sus moaxajas se parecen a la estructura del estribillo dentro del zéjel o villancico. Las cantigas de amor suelen tener la misma temática pero están muy elaboradas, están en contacto con la lírica provenzal. Las de escarnio y maldecir tienen alusiones directas a personas, destacando nombres propios y hechos concretos, pueden ser fechadas. También hay géneros menores de las cantigas como el pranto, la pastorella, la tenÇâo, el descordo, la cantiga de seguir y la cantiga de vilâo. Siempre la música enriquece su estudio. Se dan durante todo el reinado, pero sobre todo al principio (1252-1266). Aparecen personajes como el hermano del rey, D. Enrique, el poeta portugués Gonzalo Anes do Vinhal, el deán de Cádiz don Ruy Díaz, los juglares y trovadores Pero da Ponte, Pero de España, etc. Es importante la cantiga Non me posso pagar tanto.
También hay varias “soldadeiras” como María Pérez la Balteira, Dominga Eanes y Mayor García. Son de especial interés las que se mofan de los coteifes o soldados de baja ralea o de los que abandonan la frontera por miedo a los moros. Una de las cantigas lleva por estribillo maldito seja para todos aquellos que no acuden a la guerra o que tras cobrar su soldada no entraban en tierras moras. No solo encontramos este tipo de cantiga sino que también encontramos de melancolía donde el rey habla sobre su deseo de hacerse a la mar en un galeón, para alejarse de las traiciones e intrigas de la corte.
A partir del s. XI en Francia e Inglaterra hay un número creciente de milagros en prosa latina, atribuidos a María. Los primeros cuentos, en latín, aparecen en la primera mitad del siglo XII. La colección más antigua de leyendas marianas en lengua vernácula son 38 milagros del clérigo londinense Adgor (en el último decenio del XII), aunque más importantes son los Miracles de Notre-Dame de Gautier de Coinci donde se mezclan cantigas de milagro y de loor y lleva miniaturas y melodías; y otra obra a destacar son los Milagros de Nuestra Señora de Gonzalo de Berceo, que son las fuentes vernáculas de Alfonso X.
Las Cantigas se diferencian de estas obras anteriores en su dimensión ya que son 356 frente a 26 de Berceo, 38 en Adgor y 59 en Gautier aunque los de Gautier son más largos que los del rey. Acompañarían toda su vida a Alfonso X, que estando en una grave enfermedad, pidió que en vez de ponerle unos paños calientes le pusieran encima o livro das cantigas de Sta. María recuperándose; y dos semanas antes de morir dijo en su testamento: Que todos los libros de los Cantares de Sancta María sean todos en aquella iglesia do nuestro cuerpo se enterrare.
La obra de Alfonso X según Higinio Anglés constituyen “el repertorio musical más importante de Europa por lo que se refiere a la lírica medieval”.
LAS CANTIGAS A SANTA MARÍA
Son 420 composiciones sobre la vida de la Virgen María (356 narrativas, sobre milagros de la Virgen, y el resto son de loor, festividades marianas o cristológicas) y se utilizaron para dar gracias a la madre de Dios; se escribieron para dar replica a 100 versos del califa Harum al Raschid. Escritas en gallego, no todas han sido versificadas por el propio rey, sino que las hacían poetas de su corte, donde podemos encontrar dos grupos de maestros cantores:
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italo-provenzal: Con personajes como Guirault Riquier de Narbona, Paulet de Marsella y el genovés Bonifazio Calvo.
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galaico-portugués: los preferidos por Alfonso X, aunque es más importante la influencia de Riquiers. Durante el reinado de su padre, Fernando III, predominaba lo provenzal, que ahora quedaría en segundo plano al potenciar el rey lo “nacional”, el gallego, su lengua materna.
Se dividen en tres grupos, según su procedencia y el escenario de los hechos; el primer grupo son los milagros marianos divulgados por todo el occidente cristiano (Soissons, Laon, Chartres, Rocamadour...), en segundo lugar encontramos las leyendas de santuarios de la Península (Sta. María de Vila Sirga (Palencia), Montserrat (Cataluña), Puerto de Sta. María (Cádiz),...) y, por último, en tercer lugar, 25 composiciones sucedidas al rey mismo, a su familia o personas de su séquito. Según aumentan el número de cantigas, se va desplazando, poco a poco, el interés de lo internacional hacia lo nacional y personal.
Hay que seguir la transmisión y el desarrollo de los temas a través de los siglos y las literaturas, ya que los temas se reducen a situaciones de socorro en la enfermedad y el peligro, punición de delincuentes, premio a la virtud y al culto a la Virgen. Algunas cuenta un relato escueto de un suceso, mientras otras dan detalles, circunstancias, consecuencias, incluso se acercan a las formas novelescas (Crescentia, 5).
LAS FUENTES LITERARIAS
Los textos en los que aparecen los milagros han sido seleccionados de los relatos extraídos de la fuente literaria de Alfonso X. Los autores principales de estos variados relatos son como las de Gautier de Coinci o el Speculum Historiale de Vicente de Beauvais, que está inspirado en un libro conocido con el nombre de Mariale Magnum. También pudieron utilizarse colecciones de milagros de algunos centros devocionales como el de Rocamadour, en Francia, y la recopilación del franciscano Gil de Zamora, titulada Liber Miraculorum Beatae Mariae Virginis.
Las fuentes escritas siempre se le debe añadir las leyendas orales sobre milagros como el de Montserrat, Tentudía, Vila Sirga y el Puerto de Sta. María, cuyo santuario está edificado encima de la mezquita de Alcantir, esta leyenda está formada por un ciclo de 20 cantigas, que nos dan una buena información histórica.
Gran importancia dentro de estas fuentes tiene la influencia que de S. Ildefonso sobre Alfonso X, ya que en el siglo VII, escribió en defensa de la virginidad de María (De virginitate beatae Virginis Mariae) lo cual hizo que fuera a visitarle santa Leocadia e ir al Paraíso tras su muerte, que es un de las cosas que busca Alfonso, como podemos ver en la cantiga nº2, donde cuenta que un señor de Toledo, que loa a la Virgen día y noche, es luego galardonado en la corte celestial. Tiene un gran paralelismo con la Historia del rey Alfonso X, trata de convencer a la Virgen de que él es como otro Ildefonso, ya que nació en la misma iglesia que regentaba san Ildefonso entre el 657 y el 67, además Ildefonso es patrón de Toledo, ciudad natal del rey y su catedral (iniciada por su padre Fernando III) tiene al santo en el escudo y aparece en obras escultóricas por toda la ciudad.
ESTRUCTURA DE LAS CANTIGAS
Durante todas las narraciones se mantiene una misma forma, es casi invariable, la forma utilizada es el virelai. El estribillo inicial, repetido después de cada estrofa. De esto podemos deducir que muchas veces esta forma se presenta condensada como locución proverbial o de sentencia. El estribillo puede ser desarrollado o glosado en la primera estrofa. En la 1ª estrofa, o según el caso, en la 2ª o la 3ª, se dan indicaciones del tiempo, lugar y de los personajes. Las rimas de los versos se va rellenando para que las terminaciones concuerden entre sí, pero el problema surge cuando las terminaciones son frases populares o son muletillas de uso común, como por ejemplo: Desto quero contar, etc.
No hay un modelo concreto para la realización de las cantigas a María ya que las alabanzas a la Virgen, vienen desde el siglo XI, la poesía mariana latina, y llega a su máximo auge en la primera mitad del s. XII. Mientras que en lengua provenzal lo más antiguo pertenece a la primera mitad del s. XIII. La homogeneidad de las cantigas le dan una gran originalidad. Todas las cantigas poseen idéntica o similar estructura formal: estrofas con refrán, que es un aspecto capaz de aislar las Cantigas de cualquier cancionero medieval, ya que estas composiciones son de tipo hímnico, sin estribillo, mientras que las primeras, como ya hemos dicho, son de tipo responsorial.
LA TEMÁTICA DE LAS CANTIGAS
El tema de las cantigas de loor, epítetos, imágenes y comparaciones tienen antecedentes o paralelos en la literatura mariana anterior o contemporánea donde el rey podría inspirarse, sin seguir modelos determinados, al realizar sus composiciones.
Entre los 61 poemas no- narrativos de la colección, predominan los de carácter hímnico, donde María aparece como auxiliadora, medianera y procuradora. Unos llevan una súplica en la última estrofa donde se explica porque loamos o deberíamos loar a la Virgen.
Un tema tradicional es la oposición entre amor mundano y amor de María, ya que la Virgen es perfecta, incomparable, es la madre de Dios y al mismo tiempo es su filla, esposa, ama o amiga, nos asiste como avogada y padrôa, vence al diablo, repara injusticias y nos muestra el camino derecho. Es lume, luz, aurora y estrella y su nombre se adorna con gran cantidad de epítetos santa, gloriosa, celestial...
Se da una importancia especial al número 7, ya que es numero con mucha fuerza religiosa y es utilizado a lo largo de toda la Biblia para la numeración de los hechos importantes, como vemos en las cantigas sobre los Siete Gozos de María (1) y los Siete Dolores (403) que siguen un esquema idéntico formado por 8 estrofas: introducción y una estrofa para cada gozo o dolor. También tenemos cinco cantigas para las fiestas marianas. Nacimiento (411), Anunciación (415), Concepción (413), Candelaria (417) y Asunción (419).
Las cantigas cristológicas se refieren a la Creación del mundo, la Adoración de los Reyes Magos, la Resurrección, Ascensión y la venida del Espíritu Santo, en general a la vida de Cristo. No hay que olvidar que algunas cantigas, sobre todo las de loor, se cantaban en festividades religiosas.
LOS PROBLEMAS CON EL AUTOR
Existen ciertas dudas sobre si el Rey Alfonso X fue el verdadero autor de la Cantigas de Santa María. Los investigadores de esta obra dicen que el rey hizo gran parte de la obra, la mayoría para darle la unidad estilística y una correcta versificación, pero el resto fue realizado por los llamados sus “continuadores”, que se dedicaban a buscarle temas para su obra mientras se dedicaban a la traducción de los textos, que era su trabajo. Alfonso X ejercía un juicio crítico sobre el valor y la composición de las cantigas, y si eran apropiadas para la Virgen. Los “continuadores” entendían el valor de las Cantigas, es decir, la búsqueda de la salvación. De ahí que sus temas sean milagros acaecidos dentro y fuera de España, relacionados o no con el rey y sus familiares, pero que tenían que estar dentro de la línea del pensamiento de su creador, Alfonso.
Llegado al punto en que sabemos que las Cantigas son de la misma persona y el resto es fruto de la colaboración de varios autores Es muy difícil encontrar una relación autor- obra, y seguramente fuera una obra colectiva, dirigida por Alfonso X, pero lo más importante y sin lo que no hubieran existido o continuado las Cantigas, es la relación trovadoresca entre autor y domma, para obtener la salvación tan anhelada.
LA FECHA DE ELABORACIÓN DE LAS CANTIGAS
Hay relación entre la fecha de elaboración de los manuscritos de Alfonso X, a pesar de haber sido corregidos tiempo después raspando su superficie y correcciones interlineales y marginales que no han sido realizadas por el mismo autor ni la misma mano.
No se puede saber con precisión cuanto tardo en terminar la Cantigas pero si que se iniciaron en sus primeros años de reinado, en torno a los años 1257 y 1265. El resto durante su reinado. En la cantiga 386 se menciona un milagro que ocurrió en Sevilla en otoño de 1281.
Hay tres etapas de elaboración, la primera etapa con 100 cantigas, la Introducción, el Prólogo y la Pitiçon, con la siguiente estructura:
- Cantiga 1, sobre los Siete Gozos de la Virgen.
- Cantiga 50, sobre los Siete Dolores de la Virgen.
- Cantiga 100, es la intercesión de María en el Juicio Final.
- Cada décima era de loor, de manera que hay 89 miragres.
En la segunda fase se decide duplicar el número de cantigas y hacer un códice ilustrado, adornando los poemas 5, 15 y 25 con miniaturas. En la tercera etapa, se vuelve a duplicar él numero, para llegar a las 400 composiciones. Si hiciéramos un resumen de la organización de las Cantigas, veríamos que se forman de un Poema Introductorio, el Prólogo, 359 milagros, 41 cantigas de loor, 10 cantigas de peticiones a la Virgen, 5 Festas de Sta. María con un prologo y 5 Festas de Jesucristo, en total, 420 composiciones.
LOS MANUSCRITOS, DESCRIPCIÓN
Se tienen que estudiar uno a uno, el primero es El códice de la iglesia de Toledo, tiene 160 hojas de pergamino avitelado, 2 de papel de guardas, una al principio, y al final papel de guardas y pergamino. La altura de cada hoja es de 315 milímetros y 217 de ancho, mientras que la caja del texto es de 225x 151 mm.
Está escrito a dos columnas de 27 líneas cada una, en letras francesas de códices del s. XIII.
El segundo libro es El códice escurialense, compuesto por 6 hojas de guardas y 361 de pergamino avitelado. La altura de cada hoja es de 402mm y el ancho es de 274mm. El texto viene en dos columnas de 40 líneas cada una y en letra francesa del siglo XIII. En el primer folio aparece el sello de la Biblioteca Escurialense, varias signaturas que tenido el códice y una nota con letra del XVI, adicionada en el s. XVIII, que dice: Cantigas de Ntra. Señora en portugués, digo, en gallego, y milagros de Ntra. Señora por don Alonso el Sabio.
El tercer manuscrito también lo encontramos en el Escorial, escrito en 256 hojas de pergamino avitelado, de 485 mm de alto y 326 de ancho. Escrito en dos columnas de 44 líneas cada una y con letra francesa de códices del XIII.
El último manuscrito es de finales del XII y lo encontramos en la Biblioteca Nacional de Florencia, compuesto por 131 hojas de pergamino que miden 456x30 mm.
LA METRICA DE LAS CANTIGAS
De sus 420 composiciones métricas hay 280 diferentes entre sí y además hay 170 que solo aparece una sola vez en todo el manuscrito. La longitud de los versos varía en 2 y 24 sílabas, siendo el virelai (o zéjel) la forma estrófica más utilizada, apareciendo en más de 380, sobre todo las de tipo AA / bb ba. Los versos favoritos son los de combinaciones de 2 hemistiquios de 7 sílabas, femeninos o masculinos.
Dentro de las formas métricas musicales tenemos que destacar el rondeau (41,120,143,279), la canción (1,400,414) y la estrofa de 4 versos (60,230,326). El rondeau es una de las formas trovadorescas de la Edad Media. Su estructura es una canción en redondo en la que se intercalan unos refrains o estribillos, que han sido diferenciados desde un principio y luego le sigue una cuarteta, en la que los tres primeros versos tienen la misma rima y el cuarto la misma que el estribillo. Son versos que tras ser cantados se vuelve a cantar el estribillo continuamente en circulo. Por otro lado en el cancionero de Aben Cuzman, un poeta cordobés de finales del siglo IX, contemporáneo del duque de Aquitania, existían unas piezas que se practicaban entonces con la misma estructura del rondeau. Se les llamaba zéjel o zejal con su marqaz o estribillo, su bait o tríptico monorrimo seguido del asmat o verso de vuelta al marqaz.
LOS ARABISMOS QUE HAY EN LAS CANTIGAS
En los códices de esta época y sobre todo bajo el mando del rey Alfonso X, era muy fácil que los manuscritos tuvieran ciertas mezclas lingüísticas debido a las fuertes relaciones entre los mudéjares, mozárabes, moriscos con los españoles, las relaciones `podían ser de comercio, solo convivencia o esclavitud. La emigración y las relaciones sociales, militares, comerciales y culturales. Los algaraviados, los cautivos, los comerciantes y los alfaqueques introducirían en Santiago estas palabras tras haber residido largo tiempo en esas zonas. Hay casi 50 arabismos en los códices como por ejemplo: alcayde, azeyte, aljube y aldea...
LA MÚSICA DE LAS CANTIGAS
La música de las Cantigas para ser entendida tiene que ser vista desde los trovadores, donde a veces se le da mas importancia al texto que a la música. La música para los trovadores no se escribía, se acordaban de memoria de ella y la recitaban también de memoria, y tan solo se escribía según se iban perdiendo la práctica y la memoria.
Otro problema para los musicólogos, surge al comprobar que diferentes melodías partían todas de una misma base, por lo que es muy importante conocer el modelo inicial para estudiarlas a fondo.
Los poemas profanos (de amor y de escarnio) han llegado hasta nosotros sin música, porque los trovadores al crear ellos sus canciones y al pasarlas mediante la tradición oral a sus sucesores haría que se perdiera gran parte de la música, la métrica y el ritmo, pero las Cantigas forman un repertorio musical muy rico; más de cien piezas cada una con una melodía diferente y original, aunque siempre dentro de una gran homogeneidad de formas, predominando el tipo responsorial. La homogeneidad viene dada porque la melodía parte del estribillo, del mismo tipo que el rondeau, que conduce a la mudanza y retorna a la vuelta, lo cual permite la entrada del estribillo. El estribillo se convierte principio y razón musical del conjunto, como punto de arranque del arco melódico total.
Las cantigas de Alfonso X el Sabio podrían compararse con las laudas italianas, donde se aprecian: que ambas contienen melodías gregorianas aplicadas el gallego, reproducen melodías de motetes latinos cantados polifónicamente en texto francés, y formas de virelai y de la ballatta italiana. También tienen en común las tonadas típicas de canciones de gesta y canciones épicas. Utilizan melodías de folklore tradicional, las formas poéticas del zéjel y múltiples miniaturas dibujadas donde se reproducen juglares moros con instrumentos musicales. El ritmo musical plantea problemas, ya que se quiere hacer el ritmo musical con unas medidas calcadas a los pies métricos del verso clásico. Los instrumentos que utilizaban los podemos ver y conocer a través de las miniaturas de los códices, aunque la mayoría de las veces se acompañaban con el laúd, con voces de cantores, con las dos casas a la vez.
LAS MINIATURAS
Las Cantigas se escribieron para ser cantadas. En la cantiga 172 en uno de sus versos dice así: a destro cantar fazemos/que cantassen os jograres” pero también gracias a las miniaturas, ya que tenemos imágenes donde podemos ver al rey dictando cantigas a 2 clérigos, a su derecha tres músicos y a la izquierda 4 clérigos cantando. Se ven diferentes y numerosos instrumentos como la viola, la cítola, la péñola (parecida al salterio), una flauta, una viola y danzarines. También cabe la posibilidad de que, junto a los clérigos cantores, aparezcan juglarescas, doncellas; incluso niños cantores y danzarinas, como en el Cancionero de Ajuda.
Hay más de 1250 ilustraciones de miniaturas donde vemos toda la vida cotidiana del siglo XIII: el lujo y la solemnidad de las ceremonias, banquetes y procesiones; escenas religiosas, el trabajo de los judíos y su participación en la vida social; escenas de batalla entre moros y cristianos; representaciones de la vida pastoril y campesina, los peligros del mar, juegos, ajusticiamientos en la horca, mujeres hilando, enfermos, moribundos, moros y judíos aunque representados bajo caracteres racistas, apareciendo los moros feos y cetrinos y los judíos con nariz ganchuda, y más personajes. Representan perfectamente la indumentaria (armas, tocados, atavíos, trajes, etc.), la arquitectura, la escultura, la pintura mobiliaria, etc. nos dejan claros ejemplos de la gran síntesis de dos culturas que se produjo en aquella época.
En las miniaturas de los códices del rey, hay tres tipos diferentes: las completas como el 2º libro del Códice Escurialense, la Primera Partida y el Libro de los juegos. En segundo lugar encontramos las inacabadas con el 1er. Códice Escurialense, el manuscrito de las Cantigas de la Biblioteca Nacional de Florencia, el Lapidario y la Estoria de España. Y por últimos fragmentos sueltos de miniaturas.
Eran libros para ser exhibidos desde un atril por lo que necesitaban la mano de un buen pintor para su realización, los cuales emplearían métodos como la doble página, para que se vieran con claridad los dípticos. Tiene dos formas de representación, poniendo en relación texto e imagen y haciendo representaciones en relación con los músicos. El diseño típico eran 6 viñetas, con arquitectura enmarcando la escena o como fondo. El paisaje, los elementos vegetales, ríos o mares se hacen con posterioridad. Cuando aparece la imagen de Alfonso, puede hacerlo de tres maneras, como un retrato de autor, como trovador de Sta. María o, practicando alguna de sus aficiones o una escena de su vida. Los retratos de autor llevan connotaciones imperiales y representan su función de autor al aparecer dictando a los amanuenses, vestido lujosamente con adornos de oro en manto y traje. Las representaciones donde aparece como trovador, son otra manera de representar su devoción a la Virgen, aparece tocando su viola, acompañados por músicos, bailarines y escuchado por un buen número de cortesanos. También puede aparecer trovando al lado de la Virgen, de pie o arrodillado, la señala con la mano y parece que va a agarrarse al manto. Se hace en dos planos, el cielo con Cristo entronizado por los ángeles y la tierra con el rey trovador de pie o de rodillas `pero nunca en el escaño regio. Los personajes aparecen conviviendo con toda naturalidad en las imágenes.
En las escenas de caza, nos muestran una escena en la que aparecen cazando garzas. Luego también tenemos la representación de una curación milagrosa en Vitoria, donde vemos al rey en las 6 viñetas tumbado en la cama, lo único que le da aspecto real es el sirviente que sujeta un matamoscas de pluma de pavo real y los escudos de Castilla y León. En las tres primeras viñetas los físicos deliberan sobre su enfermedad, en la cuarta vemos a unos clérigos que acuden el códice de las Cantigas de santa María, mientras que en la quinta escena el rey se incorpora sanado y besa el libro, mientras los cortesanos de rodillas y besando el suelo dan gracias a Dios.
CONCLUSIÓN
La obra de Alfonso X el Sabio es, en especial Las Cantigas a Santa María, una clara muestra de originalidad, buen gusto y devoción. Combina en su obra el arte de la miniatura de los códices con la música de las cantigas y de los cantos profanos con la devoción religiosa a la Virgen. La razón por la que Alfonso X se dedico a escribir obras de albanza a la Virgen se puede suponer que era un medio para alcanzar la salvación de su alma mediante su devoción sin limites. No se sabe realmente si fue el propio rey el autor de toda la obra ya que es muy extensa. Se supone que tenia a su servicio una serie de colaboradores que le ayudaban y que hacían todo bajo la supervisión del rey, como cuando un pintor manda a sus aprendices pintar los fondos de los cuadros tras haber pintado él ya los retratos. Con esto no quiere decir que la obra sea menos suya o menos importante pero si que tuvo ayuda. Con esto quiero decir que su obra es una gran aportación a la cultura española y su trabajo denota haberse hecho por el amor y en busca del amor a través de la música y la poesía.
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Enviado por: | Mari |
Idioma: | castellano |
País: | España |