Literatura


Cantar del Mío Cid


Síntesis del Poema de Mío Cid

Cantar 1

Destierro del Cid

Todo empieza cuando el rey Alfonso envió a cobrar las parias a Ruy Díaz Mío Cid, a los reyes de Córdoba y Sevilla, quienes planeaban atacar al rey Alfonso. Al enterarse de esto, el Mío Cid envía una serie de cartas, pero sin que estas den resultado, al darse cuenta de todo esto el Mío Cid, decidió atacar. La batalla que realizó empezó desde las 6 de la mañana y termino a las 12 del día, en donde logró ganar, tomando a mucha gente como prisionera, después llego con muchas parias para el rey Alfonso, que se puso muy contento al ver esto. Posteriormente le rey Alfonso se entero de cómo había conseguido las parias, por tal, el Mío Cid fue desterrado del reino del rey Alfonso.

El Cid al enterarse de esto, acepta sus destino y convoca a sus vasallos, además de invitar a toda la gente que se le quisiera unir, prometiéndoles una buena vida sin tener que pasar por desgracias o hambre.

El Cid comienza su camino pasando por distintos lugares, la primera noche llego a un lugar cercano llamado Burgos, a donde entra con 70 hombre, al llegar a aquel lugar nadie se atrevió a darle hospedaje al Cid , ya que el rey Alfonso había mandado una carta en donde amenazaba a la persona que le fuera dar hospedaje al Cid, nadie le hablaba ni se le acercaba , solo una niña se le acerco, pero lo único que le dijo es que se alejara de ese lugar, en vista de esto, el Cid, decidió acampar a las afueras de la población.

Posteriormente Martín Antolinez llego con provisiones para el Cid y sus hombres, quienes se pusieron muy contentos por este motivo, pero aun así con las provisiones, el Cid, seguía pobre, aunque para resolver este problema decide construir 2 arcas, agregándoles arena para que pesaran más y por lógica que cuesten más. Al acabarlas, el Cid le pide a Martín Antolinez que le ayude o que consiga vender las arcas a 2 judíos llamados Rafael y Vidas, a los que finalmente serían vendidas las arcas por 600 marcos.

Ya con el dinero el Cid, decide continuar su camino pero el último día para partir, el Cid decide ir a la Catedral de Burgos a rezar, además de prometer 1000 misas a la Virgen a su regreso.

Después de esto, el Cid quiere o decide ir a despedirse de su familia a Cardeña.

Llegando a esta población lo recibieron los monjes al igual que su familia, su esposa Jimena y sus hijas: Elvira y Sol.

Su esposa estaba inconforme respecto al destierro del Cid, ya que sus hijas no tendrían una niñez con su padre, pero finalmente doña Jimena acepta el destino de su esposo, y el Cid termina despidiéndose de su familia.

Llegando a Burgos, el Cid, logra ver a un centenar de castellanos, para acompañar al Cid en su largo viaje.

La última noche en Castilla, tiene un sueño en donde se le aparece el ángel Gabriel, quien lo anima para que siguiera su viaje con gran gozo.

A la mañana siguiente el Cid continua su viaje, hasta la Sierra de Miedes en la frontera de Castilla en donde pasa la noche, pero antes de continuar, se hizo un recuento de la gente del Cid. Al día siguiente el Cid entra a Toledo, después cerca de Castejón, Minaya y el Cid planeaban una emboscada a esta población. Por la buena planeación, Castejón cae en poder del Cid.

Al tener totalmente controlada esta población, se hizo la repartición del botín, del cual Minaya no acepto su parte.

Días después, el Cid, marcho hacia Zaragoza, al estar por estos territorios queda cerca de una población llamada Alcocer, a la cual deciden conquistar.

El Cid, decide acampar en Alcocer, en donde a cavar un foso, para que no los sorprendieran.

Al estar por estas tierras, los moros sienten un gran temor, al enterarse de que el Cid andaba cerca.

Esperando un poco, el Cid decide atacar Alcocer, conquistando esta población por completo. En esta misma población logran obtener un gran castillo. Al enterarse de esto, el rey de Valencia, decide mandar un ejército contra el Cid, en donde se encuentran los reyes Fáriz y Galve quienes enfrentan al Cid en una gran batalla campal, en donde finalmente Fáriz es herido por el Cid, Galve queda herido y los moros pierden la batalla.

Acabada la batalla, empieza el repartimiento de botín y al darse cuenta de las riquezas que ganó el Cid, decide hacerle un regalo al rey Alfonso, 30 caballos, al igual que cumple su promesa a la catedral de Burgos.

El Cid termina eligiendo a Minaya para que le entregue su regalo al rey Alfonso.

Pasando varios días, llega con el rey Alfonso, que se pone muy contento al recibir tal regalo, logrando Minaya el perdón de su rey, no así el Cid, que seguía sin conseguir el perdón de su rey.

Gracias al regalo recibido, el rey les permite a los castellanos irse con el Cid, a lo cual muchos aceptan. Llagando Minaya con el Cid, con 200 hombres. Al llegar Minaya y todos los demás, se pusieron muy contentos al tener noticias de sus familias.

El Cid empieza a recorrer tierras de Alcañiz, al igual que tierras cercanas a Barcelona, con lo que le conde de Barcelona, Ramón, amenaza al Cid con que se retire.

El Cid trata de convencer al conde de Barcelona que no quiere problemas.

Después de esto ocurre una batalla muy larga y fuerte de la cual sale vencedor el Cid, en donde gana la espada Colada, además de tomar por prisionero al conde de Barcelona, quien prefiere morir de hambre antes de ser prisionero. Al darse cuenta de esto, el Cid le promete la libertad al conde si comienza a comer, a lo que el conde responde con una negativa.

Al siguiente día le reitera su promesa al conde, el cual lo piensa mejor y decide aceptar. Así logro salir libre y despidiéndose del Cid, el conde.

Cantar II

Bodas de las hijas del Cid

El próximo objetivo del Cid es Valencia, a donde se dirigía el Cid. En ese viaje hacia Valencia logró conquistar Marviedro.

En el mismo camino la gente de Valencia, decide cercar al Cid y a los suyos, para que no lograran llegar a tal ciudad.

Pero entre todo esto, Minaya, prepara la batalla la cual ganan posteriormente.

Poco a poco, el Cid y su gente se van acercando a Valencia, conquistando pequeñas poblaciones como Benicadell y Cullera. Además de ir conquistando gran parte de Valencia durante tres años.

Cada vez el Cid se acercaba más a Valencia y por tal motivo manda avisar el Cid a los cristianos por medio de un pregón. Después de esto es conquistada Valencia, a lo cual el rey de Sevilla quiere recuperar Valencia, con otra batalla, un poco más pequeña pero terminado con la victoria del Cid.

Y como en todas las batallas, se empezó la repartición de las riquezas, también se hace un recuento de los hombres del Cid, con un número de 3600 hombres, con todo esto el Cid prepara un nuevo regalo para el rey Alfonso.

Ya establecido el Cid, llega el obispo Jerónimo a Valencia, para pedirle al Cid que lo convirtiera en obispo de Valencia, con lo cual el Cid acepta.

En tanto, Minaya, parte hacia Carrión, en donde se encuentra el rey Alfonso, al cual Minaya le pide permiso para que le permita a la familia del Cid, retirarse hacia Valencia, a lo cual el rey Alfonso acepta.

Con el permiso concedido, Minaya va por doña Jimena y sus hijas a Cardeña, para llevárselas a Valencia, pasando por Burgos, Minaya pone un ofrecimiento a los hombres para que se le unan al Cid.

Muchas personas acompañaron a Minaya a Valencia, incluyendo a la familia del Cid. Llegaron a Medina donde se encuentra un gran amigo del Cid llamado Abelgalbón, el cual les dio muchas facilidades para que continúen su camino.

Llagando a Valencia, la familia del Cid contempla la gran ciudad de Valencia.

Sin saberlo, el rey de Marruecos se acerca a conquistar Valencia, con un ejército de 50,000 hombres. Al enterarse de esto, todos se preocupan mucho, en especial doña Jimena. Pero finalmente al momento de la batalla acaban con la victoria del Cid y su gente.

Y como final de toda batalla empezó la repartición de bienes.

Luego de una nueva victoria, el Cid envía un nuevo regalo al rey, y como siempre Minaya fue designado para entregarle el regalo al rey, un regalo de 200 caballos, los cuales el rey acepto con gran jubilo.

Al darse cuneta de la gran riqueza del Cid, los infantes de Carrión, desean casarse con las hijas del Cid y para conseguirlo convencen al rey Alfonso, para que le pida la mano de las dos jóvenes.

Dado esto, el rey Alfonso le dijo a Minaya, que le informara al Cid que le permitiera la mano de sus hijas a los infantes de Carrión.

Sin poder abstenerse, el Cid, quiere asegurar todo con una reunión con el rey Alfonso. El rey Alfonso acepta y empiezan a fijar el día para reunirse.

Al cabo de unos días logran reunirse, y al verse nuevamente, el Cid y el rey Alfonso, el primero es perdonado por su rey, a lo cual todos festejan. Posteriormente tratan el tema al cual se reunieron.

Donde el Cid no puede decir que no y le confía sus hijas al rey Alfonso, para que se pudieran casar con los infantes de Carrión. Definido todo, el rey Alfonso entrega a los infantes de Carrión al Cid, aunque el Cid no desea entregar a sus hijas, así que es designado Minaya para entregar a las hijas del Cid.

Mucha gente que venía con el rey, decidió irse con el Cid a Valencia, al igual que los infantes de Carrión.

Al llega a Valencia, el Cid, le informa del casamiento de sus hijas a doña Jimena.

Las hijas y la mamá quedan conformes con el casamiento. Entonces empiezan los preparativos para las bodas, las cuales se realizan con mucho éxito, con unos festejos que llegan a durar hasta 15 días.

Cantar III

La afrenta de Corpes

Un día se soltó un león que salió de su jaula y al enterarse de esto los infantes de Carrión huyen asustados, se esconden y se quedaron por un buen tiempo.

El Cid se despertó por tanto escándalo y al enterarse corrió hasta donde estaba el león, el Cid lo encontró, se le acerco y logro domarlo, hasta conseguir que se metiera en la jaula. Posteriormente encontraron a los infantes de Carrión escondidos, a lo cual todos se burlaron.

Pero una nueva amenaza se acercaba, el rey Búcar de Marruecos, llego a atacar Valencia, con un ejército de 50,000 hombres.

Los infantes de Carrión, al enterarse de la batalla, comenzaron a temer, ya que no querían participar en la batalla y así lo lograron. Se escondieron y esperaron a que terminara la batalla.

En la batalla, Minaya y don Jerónimo, van al frente, don Jerónimo inicia el ataque, la batalla se complica un poco al verse ya casi derrotado, Búcar decide escapar, pero el Cid lo alcanza y lo mata, ganando así la espada Tizón.

Al acabar la batalla el Cid vuelve a Valencia, contento, ya que pensaba que sus yernos habían peleado fuertemente.

Los infantes de Carrión se percataron de la llagada del ejército y fueron a acoplarse.

Ya que cuando se hizo la repartición de la batalla, recibieron una parte muy grande.

Después de tener grandes riquezas, los infantes de Carrión deciden retirarse a Carrión, llevándose a las hijas del Cid. El Cid accede a esto, lo cual conlleva la despedida de las hijas con su padre.

Prácticamente retirándose, el Cid envía a su sobrino Félez Muñoz, para que se asegure de que lleguen todos bien. Pasando por el camino tienen que pasar la noche en un molino, en donde los reciben muy bien Abengálbon. Los infantes de Carrión se percataron de los dominios que tenía Abengálbon, así que piensan en matarlo para quedarse con sus dominios, uno de sus vasallos de Abengálbon los alcanzo a escuchar y le informo de inmediato a su amo, el cuál, el último día que estuvieron los amenazo.

Continuando con su viaje a la montaña los infantes de Carrión, les ordenaron que los dejaran solos con sus esposas. Al estar solos, los infantes de Carrión se aprovecharon de ellas y las empezaron a golpear, maltratándolas y dejándolas abandonadas en un bosque donde vivían muchos animales salvajes.

Félez Muñoz tiene un presentimiento, entonces regreso y logro encontrar a sus primas muy lastimadas. Con muchos esfuerzos las subió a su caballo y las llevo para que se recuperen en San Esteban de Gormaz. En donde estuvieron un par de días. Unos días después, llego al Cid la noticia de la deshonra de los infantes de Carrión, así que el Cid manda a Minaya a recogerlas, para llevarlas de vuelta a Valencia.

Pasando unos días Minaya cumplió, y llevó a las hijas del Cid a Valencia.

Muy enojado, el Cid, envía a Muño Gustioz con el rey, para pedirle justicia y que se castigue a los responsables. Así lo hace Muño Gustioz, quien llega con el rey y le da el mensaje del Cid y al escuchar esto el rey, promete justicia. Por esto el rey, convoca a una corte en Toledo, en donde convoca a todos los implicados.

Cuando se enteraron de esto, los infantes de Carrión, intentaron convencer al rey para que cancelara, pero sus esfuerzos fueron en vano. El Cid llega al Prostero en donde se encuentra con el rey, aunque posteriormente viajaría hacia la corte.

Ya el día de la corte el expone su demanda y pidió la devolución de las espadas Colada y Tizón, las cuales ya devueltas son entregadas a Pedro Bermúdez y Martín Antolinez respectivamente.

Con muchas cosas dudosas suceden muchos altercados, tal vez el más importante es el de García Ordóñez y el Cid, pero con todo esto se forman 3 retos Pedro Bermúdez reta a Fernando. Martín Antolinez reta a Diego González y Muño Gustioz reta a Azur González, pero entre todo esto aparecen los mensajeros de Navarra y Aragón, quienes piden al Cid la mano de sus hijas para los hijos de los reyes de sus respectivos reinos mencionados. A tal oferta del Cid accede. Además de que los retos se posponen debido a las pocas pertenecías con que se quedaron los infantes de Carrión.

Antes de empezar, los infantes de Carrión piden amparo para que no sean utilizadas las espadas calada y tizón sin tener éxito.

Al final del día todo era felicidad, ya que los tres retos habían sido favorables para el Cid.

Así que después de esto, el Cid y los suyos vuelven a Valencia en donde ocurre el segundo casamiento de las hijas del Cid, quienes son las señoras de Navarra y Aragón, además de ser parientes de los reyes de España.

Fin del

“Poema de Mío Cid”




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Enviado por:Chiquis
Idioma: castellano
País: México

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