Salud


Cáncer


INTRODUCCIÓN

Quizás sea una de las palabras más utilizada y que más asusta cuando se habla de salud y de su reverso, la enfermedad. Cáncer es el término y se emplea para un grupo de enfermedades que tienen un denominador común: la transformación de la célula normal en otra que se comporta de forma muy peligrosa para el cuerpo humano.

Este informe quiere aclarar los conceptos básicos para entender en qué consiste este grupo de enfermedades y explicar, de manera más extendida, aquellos tipos de cáncer más frecuentes en nuestra sociedad.

CONCEPTOS BÁSICOS

CÉLULAS NORMALES
Y CÉLULAS CANCEROSAS


La célula es el elemento más simple, dotado de vida propia, que forma los tejidos organizados. Está compuesta por una masa rodeada de protoplasma que contiene un núcleo.

Una pared celular rodea la célula y la separa de su ambiente. Dentro del núcleo está el ADN, que contiene la información que programa la vida celular.
El hombre está compuesto de millones de células.

La célula se divide y al hacerlo sus estructuras se dividen también en otras exactamente iguales a las anteriores, con los mismos componentes y funciones que la originaria.

Las células normales crecen a un ritmo limitado y permanecen dentro de sus zonas correspondientes. Las células musculares se forman y crecen en los músculos y no en los huesos; las de los riñones no crecen en los pulmones, etc.

Estas funciones y este ritmo de crecimiento viene determinado por el ADN. Algunas células tienen menos tiempo de vida que otras, como por ejemplo las células del intestino que tienen un período de vida de dos semanas, mientras que los hematíes viven durante unos tres meses.

Otras células van a vivir el tiempo que viva la persona y sólo se dividen para sustituirse a sí mismas, éste sería el caso de las células óseas que actúan cuando hay que reparar una fractura.

La vida de cada grupo de células es distinta y funcionará según se lo dicte su ADN que es distinto para cada tipo de célula. Cada célula está bien diferenciada.

La sangre aporta el oxígeno y los nutrientes necesarios para la vida celular y recoge los productos de deshecho producidos por las células y los transporta a los órganos de filtrado y limpieza (riñones, hígado, pulmones).
La linfa es un líquido incoloro que se compone, en su gran mayoría, por linfocitos, un tipo de glóbulos blancos, y que recorre todo el organismo a través de vasos linfáticos.

El sistema inmunológico se encarga de la defensa del cuerpo a través de los leucocitos que buscan y destruyen a las bacterias y virus.

Los leucocitos viajan por la sangre y por la linfa y se acumulan en aquellos lugares donde hay infección para rodear y matar a las bacterias o virus y, más tarde, emigran por medio de los vasos linfáticos a los ganglios linfáticos.

Los ganglios linfáticos son como racimos de uvas situados en distintas partes del organismo.

Cada ganglio recibe los linfocitos y es en ellos donde se filtran y destruyen las bacterias, los desechos y los propios linfocitos desgastados.

Cuando se produce alguna infección, los ganglios linfáticos se pueden inflamar. Si la infección se produce en un diente, se inflamarán los del cuello. Si la infección es en una mano, estarán aumentados los de la axila correspondiente. Los ganglios también pueden estar inflamados cuando hay un tumor.

La célula normal pasa a convertirse en una célula cancerosa debido a un cambio o mutación en el ADN. A veces esas células, cuya carga genética ha cambiado, mueren o son eliminadas en los ganglios linfáticos. Pero, otras veces, siguen con vida y se reproducen.

Las células cancerosas tienen un aspecto diferente, bien porque su forma ha cambiado o porque contengan núcleos más grandes o más pequeños.

Estas células son incapaces de realizar las funciones que corresponden a las células pertenecientes a ese tejido.

Generalmente se multiplican muy rápidamente, porque les falta un mecanismo de control del crecimiento.

Con frecuencia, son inmaduras debido a que se multiplican de una forma muy rápida y no tienen tiempo suficiente para crecer plenamente antes de dividirse.
Al formarse un gran número de células cancerosas, se amontonan, presionan o bloquean a otros órganos y les impiden realizar su trabajo.

Como no se limitan al espacio originario donde se forman, y se extienden a otras zonas, se dicen que son invasivas.

Tienden a emigrar a otros lugares, a través de la sangre o de la linfa. Las células que se encargan de la defensa del organismo suelen destruirlas, así separadas, pero si sobreviven pueden producir un nuevo crecimiento en un lugar diferente, metástasis, y dañar a otros órganos.




¿QUÉ ES?

Las células son las unidades de vida más pequeñas del cuerpo humano. Una de sus funciones es reproducirse y morirse cuando ya no son útiles. Este proceso es muy ordenado, en el tiempo y en el espacio, de tal forma que permite que exista siempre el número adecuado de células para cada etapa de la vida.



Cuando esta multiplicación de células se produce de manera descontrolada, se forman masas anormales. A estas masas se les denomina tumores.
Puede haber tumores benignos y malignos. Los tumores benignos son aquellos que no se propagan a otras zonas y que no comprometen la vida de la persona.

Los tumores malignos suelen extenderse a otras partes del cuerpo y causan daño a los tejidos y a los órganos corporales pudiendo incluso provocar la muerte de la persona.

Las células malignas pueden moverse a través de la linfa o de la sangre y llegar a cualquier parte del cuerpo provocando un segundo tumor, que se denomina metastásico, porque no es el que se originó primero.

El cáncer de pulmón consiste en un crecimiento anormal de las células del pulmón.

Existen dos tipos principales de cáncer de pulmón: el cáncer de células pequeñas y el cáncer de células no pequeñas. También existe otro tipo que tiene características de los dos, y que se denomina carcinoma mixto de células grandes y pequeñas.

LOS PULMONES

Los pulmones son dos órganos esponjosos y ligeros, los más grandes del organismo, que se encuentran situados en la cavidad torácica, los dos no son exactamente iguales.

El pulmón derecho es mayor que el izquierdo, esto es así porque el corazón se encuentra situado en ese lugar. El pulmón derecho se divide en tres porciones, llamadas lóbulos, y el izquierdo en dos.

Los pulmones están recubiertos por una membrana que los protege y les da elasticidad para facilitar sus movimientos, que se denomina pleura.
Hay diferentes estructuras que entran y salen de los pulmones y que realizan distintas funciones.

Los que se encargan de la función respiratoria son por un lado, la tráquea que lleva el oxígeno procedente de la boca y las fosas nasales. La tráquea, a la altura de los pulmones se divide en dos conductos o tubos, denominándose bronquios.

Los bronquios, ya en el interior de los pulmones, se ramifican en múltiples conductos, llamados bronquiolos.

Los bronquiolos poseen unas terminaciones con forma de racimo de uvas, minúsculas, que se denominan alveolos.

Existen otras estructuras que son las venas y las arterias que se encargan de transportar la sangre desde los pulmones al organismo y desde éste a los pulmones.

La sangre llega hasta los alveolos y allí es donde se intercambian los gases, dejando el CO2 en los pulmones para ser expulsado y el O2 en la sangre para que lo lleve al resto del organismo.


CAUSAS

El hábito de fumar tabaco es la causa principal en el 90% de los casos de cáncer de pulmón entre los varones y en el 70% de las mujeres.

Otra parte de este tipo de cáncer es debida a sustancias inhaladas y que se encuentran en el lugar del trabajo. Esto es responsable del 10% al 15% de cáncer de pulmón en los varones y el 5% en las mujeres. Estas sustancias son, entre otras, amianto, arsénico, cromo, níquel, éter clorometílico, gas de mostaza y emisiones de coque de los hornos.

Existen unos factores de riesgo familiares o personales a la enfermedad. Ciertos cambios genéticos, pueden dar lugar a una activación de oncogenes (que forman tumores) o a la inhibición de supresores de tumores. Se ha visto que estas alteraciones se producen durante la vida del individuo y no son heredados.

A menudo, las mutaciones adquiridas en las células pulmonares se producen por la exposición a sustancias químicas causantes de cáncer que se encuentran en el humo de tabaco.

Investigaciones sobre ciertos genes como el gen p53, supresor de tumores, y el Ras, oncogén, han comprobado que alteraciones en ellos son las responsables de la génesis del cáncer de pulmón.

Factores de riesgo

La nicotina potencia el efecto cancerígeno de las otras sustancias procedentes del humo del tabaco y los efectos de los carcinógenos en el medio ambiente.
La nicotina actúa sobre el mecanismo de apoptosis, o muerte celular, impidiendo que las células se suiciden. Cuando se trata de células cancerígenas hace lo mismo con lo cual provoca o estimula la formación de cáncer.

Además del tabaco, existen otras sustancias, mencionadas anteriormente, que se detallan ahora:

Asbesto: las personas que trabajan con asbesto tienen siete posibilidades más de sufrir cáncer que las que no mantienen contacto con esta sustancia. Estas personas sufren un tipo de cáncer denominado mesotelioma, que se da en la pleura. En los últimos años, los gobiernos han prohibido que se emplee este material para los productos comerciales e industriales. Si se combina la exposición a asbesto con el hábito de fumar, se aumentan las probabilidades de sufrir cáncer de 50 a 90 veces.

Agentes causantes de cáncer en el trabajo: un grupo de riesgo laboral son los mineros. Éstos trabajan con materiales que al ser inhalados puede dañar sus pulmones. Tales sustancias son minerales radiactivos como el uranio, y los trabajadores expuestos a productos químicos tales como el arsénico, el cloruro de vinilo, los cromatos de níquel, los productos derivados del carbón, el gas de mostaza y los éteres clorometílicos. Las personas que trabajan en estas condiciones deben tener mucho cuidado de evitar la exposición a dichos agentes.

Otro tipo de factores serían aquellos que han producido algún daño en el pulmón y que predisponen a padecer un cáncer, como haber sufrido tuberculosis, silicosis o berilosis (enfermedades, estas dos últimas, causadas por inhalación de ciertos minerales).

Otro motivo que favorece el crecimiento de células cancerígenas sería el exceso o déficit de vitamina A.

Observando los factores de riesgo parece fácil la prevención de esta enfermedad. El no fumar o el dejar de hacerlo, es la medida más eficaz en la prevención de este cáncer.


TIPOS DE CÁNCER DE PULMÓN

Existen dos tipos principalmente: el cáncer de pulmón de células pequeñas y el cáncer de pulmón de células no pequeñas.

Cáncer de pulmón de células pequeñas
Recibe este nombre por el tamaño de las células vistas a microscopio.
Alrededor del 20% de todos los cánceres son de células pequeñas. Éstas se multiplican rápidamente y se pueden formar grandes tumores. Además la capacidad de extenderse a otros órganos es mayor.

Las metástasis suelen afectar a los siguientes órganos: ganglios linfáticos, huesos, cerebro, glándulas suprarrenales e hígado.

El tumor primario generalmente se origina cerca de los bronquios y se expande hacia el centro de los pulmones.

Dentro de este tipo de cáncer también existen unos subtipos:
- Carcinoma de células pequeñas.
- Carcinoma mixto de células pequeñas y grandes.
- Carcinoma combinado de células pequeñas (células pequeñas de cáncer de pulmón combinadas con componentes neoplásicos escamosos, glandulares o ambos).

La causa principal de este tipo de cáncer es el tabaco.

Cáncer de pulmón de células no pequeñas
Este tipo de cáncer representa casi el 80% del total de los cánceres de pulmón. Se extiende más lentamente que el de células pequeñas.

Existen tres subtipos:
- Carcinoma de células escamosas o epidermoide: alrededor del 30% de todos los cánceres son de este tipo. Suele iniciarse en los tubos bronquiales. Se desarrolla por etapas que suelen evolucionar en varios años.
- Adenocarcinoma: se presenta en un 40% de todos los casos de cáncer de pulmón. Suele comenzar en los tubos bronquiales más pequeños. Se encuentra en la región externa del pulmón. Aunque con frecuencia aparece en más de un sitio del pulmón, tiene mejores perspectivas que otros tipos de cáncer.
- Carcinoma indiferenciado de células grandes: representa el 10% de los casos de cáncer de pulmón. Puede aparecer en cualquier parte del pulmón y tiende a crecer y a extenderse con rapidez por lo que el pronóstico es malo.


ETAPAS DEL CÁNCER

El Comité Americano Conjunto sobre el Cáncer (AJCC, sus siglas en inglés) ha establecido las etapas mediante la clasificación TNM. La T significa tumor, su tamaño y extensión dentro del pulmón y a órganos cercanos. La N significa afectación de los ganglios linfáticos. La M significa la existencia o no de metástasis (extensión del cáncer a otros órganos distantes).

Etapas T (tumor primario) en el cáncer de pulmón de células no pequeñas
TX: el tumor primario no puede ser evaluado o no ha sido visualizado por broncoscopia o imágenes pero sí se ha comprobado la presencia de células malignas en el esputo o secreciones bronquiales.

T0: no hay evidencia de tumor primario.

Tis: carcinoma in situ. El cáncer se encuentra en la capa de las células que cubren los conductos respiratorios. No se ha extendido a otros tejidos pulmonares.

T I: el tumor tiene 3cm o menos en su mayor dimensión, rodeado por pleura pulmonar sin estar afectada y no hay evidencia broncoscópica de invasión más allá del lóbulo bronquial.

T II: el tumor puede tener cualquiera de las siguientes características: tener más de 3cm; compromete el bronquio principal pero no está a más de 2cm de la división de la tráquea en los dos bronquios, izquierdo y derecho; se ha extendido a la pleura visceral; está asociado con síntomas como neumonías obstructivas o atelectasias(colapso del pulmón), aunque no comprometen todo el pulmón.

T III: tumor de cualquier tamaño que invade cualquiera de los siguientes: pared torácica, diafragma, pleura mediastínica (membrana que rodea el espacio entre los dos pulmones), pericardio parietal (membrana que rodea el corazón); un bronquio principal está afectado y el tumor está a menos de 2cm del punto de la tráquea en que se divide en los dos bronquios principales; el tumor ha crecido en los conductos respiratorios lo suficiente como para causar atelectasia (colapso pulmonar) o neumonitis obstructiva en todo el pulmón.

T IV: un tumor de cualquier tamaño que invade cualquiera de los siguientes órganos: el mediastino, el corazón, los grandes vasos, la tráquea, el esófago, la columna vertebral, o el punto en que la tráquea se divide en los dos bronquios, izquierdo y derecho. Existen dos o más tumores separados en el mismo lóbulo. Hay un tumor con derrame pleural de células malignas.

Etapas N (compromiso ganglionar) en el cáncer de pulmón de células no pequeñas.

NX: los ganglios linfáticos regionales no pueden ser evaluados.

N0: no hay metástasis en los ganglios linfáticos regionales.

N1: se ha extendido a los ganglios linfáticos dentro del pulmón, ganglios linfáticos hiliares. La propagación afecta sólo a los ganglios linfáticos del mismo lado del pulmón canceroso.

N2: metástasis a los ganglios linfáticos mediastínicos, aquellos que se encuentran en el punto en que la tráquea se divide en los dos bronquios. Todavía se mantiene en el lado del pulmón canceroso.

N3: el tumor se ha extendido a los ganglios linfáticos de la clavícula en cualquiera de los dos lados, a los ganglios linfáticos hiliares o a los mediastínicos en el lado opuesto del pulmón afectado.

Etapas M (metástasis distante) en el cáncer de pulmón de células
no pequeñas

MX: la presencia de metástasis distante no puede ser evaluada.

M0: no hay metástasis distante.

M1: existe metástasis distante. Los lugares que se consideran distantes incluyen otros lóbulos de los pulmones, ganglios linfáticos más lejanos que los que se mencionaron en las etapas N y otros órganos o tejidos, tales como el hígado, los huesos o el cerebro.

Según estas etapas, se pueden clasificar los tumores en los siguientes grupos:
Carcinoma oculto: TX, N0, M0.

Etapa 0: Tis, N0, M0.
Etapa I A: T1, N0, MO.
Etapa I B: T2, N0, M0.
Etapa II A: T1, N1, M0.
Etapa II B: T2, N1, M0.
T3, N0, M0.
Etapa III A: T1, N2, M0.
T2, N2, M0.
T3, N1, M0.
T3, N2, M0.
Etapa III B: cualquier T, N3, M0.
T4, cualquier N, M0.
Etapa IV: cualquier T, cualquier N, M1.

Esta clasificación es muy útil para permitir una mejor evaluación y establecer el tratamiento adecuado.

Etapas del cáncer del pulmón de células pequeñas
La mayoría de los pacientes con cáncer de pulmón de células pequeñas, son diagnosticados cuando tienen la enfermedad metastásica oculta o manifiesta y su supervivencia generalmente no se ve afectada por pequeñas diferencias en la cantidad de compromiso tumoral local-regional. Por lo tanto, el sistema TNM desarrollado no se emplea sino que se utiliza uno más sencillo.

En este tipo de cáncer se habla de etapa limitada y de etapa extensa.

La etapa limitada significa que el tumor se encuentra limitado en el hemitórax de origen, el mediastino y los ganglios supraclaviculares. Esto sería un campo tolerable para el empleo de radioterapia.

La etapa extendida es aquella en la que el cáncer está demasiado diseminado para ser incluido dentro de la definición de etapa limitada, es decir, el cáncer se ha extendido al otro pulmón, a los ganglios linfáticos del otro pecho, a órganos distantes, etc.

Los pacientes que tienen una etapa limitada del cáncer podrán ser tratados eficazmente con radioterapia. En los que tienen una etapa extensa, no es tan eficaz la radioterapia.


ESTADÍSTICAS

El cáncer de pulmón representa el 13´4% de los nuevos casos de cáncer y es el motivo más frecuente de mortalidad por cáncer. En España es la segunda causa de fallecimientos. Mueren más personas a causa del cáncer de pulmón que de cáncer de mama, de colon y de próstata juntos.

El número de hombres que mueren a causa de este cáncer está disminuyendo en Norteamérica debido a que hay un mayor número que dejan de fumar.
En la mujer norteamericana ha crecido la mortalidad desde 1950, por este tipo de cáncer, un 550%. Esta proporción es menor en España porque la mujer empezó más tardíamente a fumar de forma general.

En el Reino Unido como en EE.UU., el cáncer de pulmón causa mayor número de muertes que el cáncer de mama desde el año 1987.

En Norteamérica muere cada año 150.000 mujeres por enfermedades relacionadas con el tabaco, de éstas 41.000, mueren por cáncer de pulmón y 10.000, por otros cánceres.

En este año habrá alrededor de 169.000 nuevos casos de muertes por cáncer de pulmón.

La tasa de supervivencia a un año (tiempo durante el cual no hay enfermedad), en 1995, es de un 41%. Este porcentaje disminuye a un 14%, si se habla de supervivencia a cinco años. Esta tasa aumenta a un 42% si el cáncer se detecta a tiempo.


DETECCIÓN Y SÍNTOMAS

Los síntomas del cáncer de pulmón no suelen aparecer en los primeros estadios sino que surgen cuando ya se ha extendido demasiado como para aumentar las probabilidades de curación.

Entre los síntomas más frecuentes están:
- Tos insistente.
- Dolor en el pecho que aumenta al respirar.
- Pérdida de peso y apetito.
- Falta de aliento.
- Respiración jadeante o con silbido.
- Esputos con sangre o coloración rojiza (flemas).
- Bronquitis y neumonía frecuentes.

Otros síntomas que puede manifestar el paciente y que son debidos a la extensión del cáncer en otras zonas del cuerpo son:
- Dolor en los huesos.
- Coloración amarillenta de la piel y de los ojos (ictericia).
- Inflamaciones en zonas ganglionares, como en el cuello o axilas.
- Mareos, debilidad o adormecimiento de algún miembro debido a una afectación neuronal.

A menudo los pacientes con cáncer de pulmón sufre síntomas iniciales que repercuten sobre otros órganos y que hace que, en un principio, se piense en otra enfermedad. A este conjunto de síntomas se les denomina síndromes paraneoplásicos y comprenden los siguientes estados:

- Niveles bajos de sodio en sangre producen síntomas como cansancio, pérdida de apetito, debilidad muscular o calambres, náuseas, vómitos, inquietud y confusión.
- Hay una producción excesiva de sustancias que hacen que se produzcan coágulos, esto puede dar lugar a patologías importantes al obstruir venas pulmonares o cerebrales, por ejemplo.
- Un aumento del calcio en sangre produce mayor frecuencia urinaria, estreñimiento, debilidad, confusión y mareos.


PRUEBAS DIAGNÓSTICAS

Sólo un 15% de este tipo de cáncer se diagnostica en estadios iniciales, esto es debido a que los síntomas no aparecen hasta que la enfermedad está avanzada.

Si no hay afectación ganglionar en el momento de la cirugía, el índice de supervivencia a cinco años es de un 50%. Si se consideran globalmente todos los casos, el índice de supervivencia se reduce a un 14%.

Existen diferentes pruebas diagnósticas que visualizan los tumores pulmonares en distintos estadios.

El médico utilizará uno o varios métodos para detectar el cáncer si existe sospecha previa.

El historial médico del enfermo es lo primero que se realizará para valorar los antecedentes personales y familiares.

La exploración física se hará teniendo en cuenta los síntomas que refiere el enfermo y, con ella, se podrán obtener datos que pueden ayudar al diagnóstico de cualquier enfermedad.

El análisis de sangre mostrará si hay alguna alteración celular a nivel de otros órganos como por ejemplo el hígado.

Los estudios radiológicos se pueden realizar mediante varias técnicas, si no se visualiza bien con una prueba, o si hay alguna duda en el diagnóstico. Estas pruebas dan información sobre la etapa en la que se encuentra el cáncer. También son útiles para comprobar si el cáncer se ha extendido a otras partes del cuerpo.

Las pruebas que se utilizan son:

- Radiografía de tórax con la que se puede ver alguna masa o mancha en los pulmones.

- Tomografía computerizada que consiste en una emisión de rayos X desde distintas perspectivas y con la que se observa todo el cuerpo. Esta es más sensible que la radiografía y con ella se detecta mejor el cáncer en etapas iniciales. También sirve para comprobar si existen metástasis en otros órganos.

- La resonancia magnética se utiliza para tomar imágenes transversales detalladas. Esta técnica emplea los campos magnéticos y los espectros emitidos por el fósforo en los tejidos corporales y los convierte en imagen. Con ella se puede observar la vascularización del tumor. Son imágenes más precisas con las que se puede observar la propagación del cáncer al cerebro o a la médula espinal.

- La tomografía por emisión de positrones (PET, sus siglas en inglés): consiste en inyectar un radio fármaco combinado con glucosa y éste será captado por las células cancerosas, de existir un cáncer, que consumen más glucosa. El radio fármaco hará que se localicen las zonas donde se encuentre el tumor.

- Citología del esputo: se analizará un esputo o flemas con el microscopio para observar si contiene células malignas.

- La biopsia del tejido se precisará para confirmar el diagnóstico. Esta prueba consiste en tomar una muestra del tejido sospechoso y analizarlo al microscopio.

La biopsia puede realizarse mediante la introducción de un tubo, broncoscopio, por la boca hasta donde se encuentre la masa en el pulmón. Si por las características del enfermo no se puede realizar este tipo de biopsia, se realizará una pequeña intervención quirúrgica para extraer el tejido.

Después de analizarlo, se podrá determinar el tipo de tumor y el estadio y así establecer el tratamiento adecuado.

Se pueden realizar biopsias para analizar el tejido de otras zonas, como por ejemplo los ganglios linfáticos, si hay sospecha de metástasis.


TRATAMIENTO

El tratamiento para estos pacientes consistirá en una combinación de varias técnicas que son la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia. Estas técnicas serán unas más eficaces que otras según sea el tipo de cáncer y la etapa en la que se encuentre.

La cirugía se empleará siempre que sea un cáncer de células no pequeñas ya que el de células pequeñas está generalmente extendido a otras zonas y la cirugía no serviría de nada. El cáncer deberá haberse detectado en una etapa temprana y no ser muy grande.

La cirugía puede extirpar la totalidad del cáncer y requiere de una anestesia general.

Se puede extirpar sólo una pequeña porción de pulmón, si está muy localizado el tumor, que se denominará resección en cuña o segmentectomía.

Si se extirpa un lóbulo del pulmón, se llamará lobectomía.

Si se quita todo el pulmón, se habla de neumonectomía.

El paciente tras la operación estará ingresado durante una o dos semanas.

Tras este período regresará a su casa con algunas limitaciones impuestas.
Entre las posibles complicaciones de la intervención están las hemorragias, la infección de las heridas y las neumonías.

La quimioterapia es la primera opción de tratamiento en el cáncer de células pequeñas pues destruye las células cancerosas donde se encuentren.

No todos los enfermos podrán ser intervenidos quirúrgicamente pues dependerá de si tienen suficiente capacidad respiratoria como para soportar una escisión de parte o de la totalidad del pulmón y de cómo sea su estado general.

En el cáncer de pulmón, suele emplearse una combinación de medicamentos quimioterápicos.

Algunos de estos fármacos pueden administrarse por boca o por vena. Cuando llegan al torrente sanguíneo, estos medicamentos se expanden por todo el organismo y actúan contra las células cancerosas, destruyéndolas. Por este motivo, es muy útil en aquellos cánceres que se han extendido a otras áreas.

La quimioterapia puede administrarse como tratamiento principal o como terapia de ayuda a la cirugía.

En el cáncer de pulmón de células no pequeñas, el tratamiento de primera línea es el platino con gemcitabina o placlitaxel (taxol) y carboplatino. El tratamiento de segunda línea es el formado por docetaxel, carboplatino, topotecan, irinotecan y vinorelbina.

Las mejores formas de combinar estos medicamentos aún se están estudiando en pruebas clínicas.

Para el cáncer de pulmón de células pequeñas, los quimioterápicos se emplean combinados, los más frecuentes son EP (etopósido y cisplatino), ET (etopósido y carboplatino), ICE (ifosfamida, carboplatino y etopósido) y CAV (ciclofosfamida, doxorrubicina y vincristina).

Nuevos medicamentos tales como gemcitabina, paclitaxel, vinorelbina, topotecan y tenipósido han mostrado resultados alentadores en algunos estudios del cáncer de pulmón de células pequeñas.

Los efectos secundarios más frecuentes que se presentan como consecuencia del empleo de quimioterápicos son: náusea y vómito, pérdida del apetito, pérdida del cabello y llagas en la boca.

Junto a los medicamentos quimioterápicos, se emplean otros que disminuyen o hacen desaparecer los efectos secundarios de los primeros.
La radioterapia emplea radiaciones X de alta energía para destruir las células cancerosas. Se utiliza un aparato llamado acelerador lineal que envía los rayos sólo a la zona afectada.

Este tratamiento se utiliza, a veces, como primario o principal en aquellos pacientes que no pueden someterse a una cirugía. En este caso, no se pretende curar sino retardar la evolución de la enfermedad.

La radioterapia en el pulmón se suele emplear para aliviar una obstrucción de las vías respiratorias principales debido al cáncer.

Cuando se emplea la radioterapia como tratamiento secundario, tras la cirugía, se utiliza sobre todo para destruir aquellas células que no se hayan podido extirpar.

Otra utilidad para la que se emplea la radioterapia es para aliviar los síntomas que provoca el cáncer, como son el dolor, la dificultad para tragar, etc.

TRATAMIENTO PARA CADA TIPO DE CÁNCER Y ETAPA

Cáncer de pulmón de células pequeñas

Etapa 0
En esta etapa no se requiere quimioterapia ni radioterapia. La cirugía puede eliminar por completo el cáncer. El tipo de cirugía es una segmentectomía, es decir, la extirpación de una cuña de pulmón.

Etapa I
Generalmente se emplea la segmentectomía, para los tumores más pequeños o para pacientes con peor condición física, o la lobectomía para eliminar el
tumor.

La eficacia de la quimioterapia como tratamiento adyuvante, se está comprobando en estudios clínicos. Aunque es útil para aquellas micrometástasis que no se han detectado y que no han sido eliminadas con la cirugía.

Si el tumor está en el borde del tejido pulmonar, probablemente no se hayan extirpado todas las células cancerosas, por lo que se recomienda la radioterapia.

La radioterapia se puede emplear como tratamiento principal si el paciente, por su estado general, no puede someterse a cirugía.

El índice de supervivencia a cinco años en esta etapa es de un 65%.

Etapa II
Se emplea la cirugía: segmentectomía o lobectomía.

La radioterapia puede utilizarse después de la cirugía para asegurar que no quede ninguna célula cancerosa. También puede emplearse como tratamiento principal, en aquellos pacientes que no puedan ser intervenidos quirúrgicamente por problemas de salud.

La quimioterapia puede emplearse después de la cirugía o de la radioterapia.

El índice de supervivencia para los pacientes que se encuentra en esta etapa del cáncer es de un 40%.

Etapa IIIA
El tratamiento en esta etapa dependerá del lugar donde se encuentre localizado el tumor en el pulmón y de si están afectados los ganglios linfáticos.

Se suele emplear quimioterapia antes de la cirugía para disminuir el tamaño del tumor, para que sea más fácil su extirpación completa.

Cuando no pueda utilizarse la cirugía para extirpar el tumor, se administrará radioterapia. A veces se empleará la braquiterapia que consiste en pasar un láser a través de un broncoscopio para destruir parte del cáncer dentro de la tráquea.

Los índices de supervivencia oscilan entre un 10% a un 20% aunque determinados pacientes, como los que no tienen extendido el cáncer a los ganglios linfáticos, tienen mejor pronóstico.

Etapa IIIB
Debido a que en esta etapa el cáncer se encuentra muy extendido, la cirugía no es eficaz.

Puede utilizarse la quimioterapia junto con la radioterapia. O cada una por separado.

El índice de supervivencia está entre el 10% y 20% en aquellos pacientes que gozan de un estado de salud bueno y que pueden someterse a una combinación de ambos tratamientos. Los que no puedan, su índice está en el 5%.

Etapa IV
La finalidad del tratamiento en esta etapa es paliar los síntomas de la enfermedad. No se pretende una curación pues el cáncer se ha extendido a zonas distantes.

Se utilizará quimioterapia o radioterapia para disminuir síntomas como dolor de huesos, síntomas debidos a afectación del sistema nervioso, etc.
Cáncer de pulmón de células pequeñas

Etapa limitada
Por lo general, se emplea la quimioterapia como tratamiento principal, con el uso de varios fármacos combinados.

Junto a la quimioterapia se emplea la radioterapia al tórax. A los pacientes que responden bien al tratamiento inicial se les administra, de forma preventiva, radioterapia en la cabeza. Esto es así porque el cerebro es uno de los lugares donde frecuentemente aparecen metástasis.

En la mayoría de pacientes, estos tumores remiten con el tratamiento, pero al poco tiempo vuelven a aparecer volviéndose resistente al tratamiento.

El índice de supervivencia de dos años en la etapa limitada, es de un 40% a un 50%, pero se reduce de un 10% a un 20% para cinco años.

Se están realizando muchos estudios para comprobar la eficacia de otros tratamientos tales como la inmunoterapia o la terapia genética.

Etapa extensa
El pronóstico en esta etapa es muy malo si no se trata el cáncer.

La quimioterapia puede utilizarse para tratar los síntomas y alagar la supervivencia a corto plazo.

El tratamiento con dos o más medicamentos puede reducir los tumores en alrededor del 70% al 80% de estos pacientes.

También se utiliza la radioterapia para controlar los síntomas y para prevenir la aparición de metástasis en el cerebro.

La cirugía con láser se emplea para aliviar la obstrucción de las vías respiratorias en aquellos pacientes que, por su estado general, no pueden someterse a una cirugía quirúrgica.

El pronóstico de supervivencia a los cinco años después de haberse descubierto el cáncer, es menor de un 4%.

Los pacientes que tengan su estado de salud muy deteriorado y que no puedan someterse a quimioterapia, su tratamiento se reducirá a fármacos para aliviar el dolor.


DIRECCIONES DE INTERÉS

La Asociación Española contra el Cáncer
http://www.aecc.es/

Sociedad Española de Oncología Médica
http://www.seom.org/

Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, información sobre el cáncer de pulmón de células no pequeñas
http://cancernet.nci.nih.gov/

Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, información sobre el cáncer de pulmón de células pequeñas
http://cancernet.nci.nih.gov/

Página de Novartis sobre algunos conceptos del cáncer
http://cancernet.nci.nih.gov/

Página de la Asociación Americana del Pulmón
http://www.lungusa.org/

Página del Centro de Cáncer de la Universidad de Pennsylvania
http://cancer.med.upenn.edu/




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Enviado por:Huicho
Idioma: castellano
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