Tipo común de roca sedimentaria, ampliamente difundida, compuesta en su totalidad o en su mayor parte por calcita (carbonato de calcio, CaCO3). Se caracteriza por la efervescencia, en frío, al contacto con un ácido. Se distinguen las calizas propiamente dichas y las rocas dolomíticas, que contienen una cantidad notable de carbonato doble de calcio y de magnesio. Cuando se calcina (se lleva a alta temperatura) da lugar a cal (óxido de calcio, CaO). Las calizas detítricas, constituidas por derrubios de calizas destruidas por la erosión, son coherentes cuando los elementos que las constituyen se hallan cementados. La caliza cristalina metamórfica se conoce como mármol, y es inicio de metemorfismo que origina una cristalización completa. Las calizas organógenas están constituidas, esencialmente, por organismos marinos. Muchas variedades de estas calizas se han formado por la unión de caparazones o conchas de mar, algas, o moluscos; formadas por las secreciones de CaCO3 de distintos animales marinos. La creta es una variedad porosa y con grano fino compuesta en su mayor parte por caparazones de foraminíferos; la lumaquela es una caliza blanda formada por fragmentos de concha de mar. Las calizas coralinas constituyen rocas coherentes sin que sus constituyentes se hayan cementado. Las calizas de precipitación son rocas extraordinariamente resistentes. Una variedad, conocida como caliza oolítica, está compuesta por pequeñas concreciones ovoides, cada una de ellas contiene en su núcleo un grano de arena u otra partícula extraña alrededor de la cual se ha producido una deposición. En las rocas dolomíticas se distinguen: las calizas magnésicas (15 a 25% de dolomita) , las calizas dolomíticas (25 a 50%) y la dolomía propiamente dicha (más del 50%). Estas rocas se caracterizan por una evolución geomorfológica particular: los cementyos de carbonato cálcico se disuelven mejor por acción de las aguas de lluvia que los elementos de dolomita y el conjunto de sedimentos presentas curiosos aspectos reuniformes.
La caliza, muy frecuente en ciertos suelos, diagnostica un carácter básico más o menos notable. En ciertas estaciones, la caliza no representa solamente. En ciertas estaciones, la caliza no representa solamente un papel como agente químico sobre la repartición de las plantas, sino que condiciona también las características microclimáticas de la estación (sequía raturas debido a la reverberación). Estos fenómenos explican la presencia de ciertas plantas de regiones suaves en las estaciones más duras, donde no podrían estar si solo interviniera el clima. Las plantas características de estos terrenos son: la amapola, los cardos, la salvia de los prados, la achicoria salvaje, etc. Desde el punto de vista agrícola se dice que una tierra es calcárea cuando el carbonato entra en más del 13% de su composición. Su presencia impide los fenómenos de acidificación y favorece la nitrificación; extendida por las tierras arcillosas y pesadas, contribuye a mullirlo. Son tierras permeables y fáciles de trabaja; no les va bien la sequia y necesitan un estercolado moderado, pero frecuente.
Ciertos tipos de caliza se usan en la construcción, de acuerdo con los métodos tradicionales se usa como piedra de cantería y para sillares. En el plano comercial, las calizas se clasifican, con arreglo a sus cualidades físicas, en piedra fría, piedra semidura, piedra firme, piedra semifirme, piedra blanda y piedra muy blanda. En una misma cantera pueden existir varias franjas o vetas de diferente aspecto y calidad. Según las regiones, dichas vetas reciben distintos nombres.