Regla graduada en milímetros o un lector de microhematocrito
Sangre entera
MÉTODO:
Ponerse los guantes y bata.
Preparar la mesa del laboratorio con papel protector.
Poner en la cubeta agua y un poca de lejía.
Homogeneizar la muestra de sangre del tubo, frotando con las manos.
Llenar el tubo capilar, unas tres cuartas partes de su capacidad. Este llenado se realiza por capilaridad, inclinando el tubo y el capilar, poniendo en contacto la sangre del tubo de muestra con el capilar.
Limpiar el capilar
Tapar por el lado limpio con la plastelina y quitar la que sobre.
Repetir la operación con un segundo capilar.
Colocar los capilares en la centrífuga teniendo en cuenta lo que se comenta en el apartado de conclusiones. (Los extremos cerrados tienen que quedar hacia fuera y ajustados al borde exterior de la goma)
Centrifugar durante 5 minutos a unas 12.000 r.p.m.
Retirar los tubos de la centrífuga.
Realizar la lectura. La podemos realizar por dos métodos:
a) Con un lector de hematocrito.
Colocar el capilar de manera que el principio de la sangre coincida con la línea 0
Mover el capilar hacia la derecha o izquierda hasta que coincida la línea 100 con el final de plasma
El valor nos lo dará aquella línea que cruce la parte del capilar donde están pegados el plasma y las células.
b) Con una regla.
Realizar las medidas de la longitud total (plasma + células) y parte corpuscular.
Por la siguiente regla de 3 calcular el valor hematocrito:
A __ 100 X = hematocrito en tanto por ciento
B __ X A = longitud total
B = longitud de la parte corpuscular
CONLUSIONES:
La utilización de las centrífugas es muy frecuente en los laboratorios y están relacionadas con la mayoría de los accidentes.
Un sistema de seguridad es que tengan una tapa que evite que salga, en caso de rotura, cualquier pieza o líquido y que además, esta tapa no se pueda abrir mientras esté en marcha.
Lesiones más frecuentes:
Shock eléctrico por utilizarlas con las manos mojadas
Lesiones por piezas que salen despedidas. Han disminuido con la entrada de las centrífugas modernas
Lesiones en los dedos al intentar pararlas con la mano
Las causas más frecuentes de problemas asociados al uso de las centrífugas son:
Carga mal equilibrada (Hay que poner siempre dos tubos, uno enfrente del otro, con la misma cantidad)
Colocación errónea de los cestillos en el rotor
Aceleración muy rápida
Hay diversas que nos pueden provocar errores:
El tiempo y velocidad de centrifugación
Las fugas de muestras por no estar bien tapados los capilares
El uso de anticoagulantes líquidos provoca un error por dilución de la muestra.
En muestras de sangre capilar, no dejar que esta fluya libremente y no desechar la primera gota
La medida no inmediata de los capilares, provoca que el sedimento de hematíes vaya tomando forma de bisel.