Ética y Moral
Bioética de la clonación reproductiva humana
“BIOÉTICA DE LA CLONACION REPRODUCTIVA HUMANA”
TITULO: BIOÉTICA Y CLONACIÓN
TEMA: bioética De la Clonación Reproductiva Humana
PROBLEMÁTICAS:
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Implicaciones éticas de la clonación humana.
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Qué aspectos positivos y negativos traen la clonación reproductiva y terapéutica desde el punto de vista de la Eugenesia.
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La contraposición de la religión católica frente a la clonación reproductiva humana.
PROBLEMA: Clonación reproductiva humana
OBJETIVO GENERAL: Enunciar diferentes posturas legales, económicas, científicas, éticas y religiosas respecto a la clonación.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
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Establecer las bases teóricas científicas de la clonación reproductiva humana.
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Analizar los pro y los contra desde el punto de vista legal, económico, científico, ético y religioso del tema trabajado.
POBLACIÓN: Eticistas, Teólogos y Científicos de Bogota
MUESTRA: 40 Bioeticistas, 40 Teólogos y 40 Científicos de Bogota
CARACTERÍSTICAS:
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Para las personas a encuestar tendremos en cuenta, que como mínimo tengan una profesión, con el fin de que tengan ciertas bases primordiales a cerca del tópico a tratar.
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En la entidad científica resaltaremos a los médicos especializados en genética .
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La única religión que trataremos será la católica.
HIPÓTESIS:
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La clonación reproductiva humana como un hecho comprobado afecta los principios éticos.
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La creación de un marco jurídico regulativo subsanaría las implicaciones bioéticas de la clonación reproductiva humana.
JUSTIFICACIÓN
Nuestro fin al realizar éste proyecto, es indagar de forma más concreta el tema de la clonación reproductiva humana, el cual se ha convertido en una polémica en pro y en contra de la ética de la vida.
Al conocer más a fondo el tema, deseamos llegar a una conclusión satisfactoria, partiendo de las opiniones e informaciones que anhelamos obtener de los diferentes aspectos a tratar, así como el legal, económico, científico, ético y religioso, los cuales están directamente afectados y relacionados con el tema.
Cada una de éstas posturas nos dará diferentes elementos, aportando así herramientas básicas para darle una solución concreta al tópico.
ENCUESTA
EL OBJETIVO DE ESTA ES, CONOCER SU POSICIÓN FRENTE A LA CLONACIÓN REPRODUCTIVA HUMANA.
1.Usted esta de acuerdo con la clonación reproductiva humana? SI__NO__ por que?__________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
2.¿Posee usted conocimientos acerca de la clonación humana? SI__ NO__
3.¿Cree usted que la clonación reproductiva humana va contra los principios éticos? SI__NO__
4.¿Considera la clonación reproductiva humana como algo cierto y totalmente comprobado? SI__ NO__
5.¿La clonación reproductiva humana según su criterio podría ser un avance tecnológico como ayuda para el mejoramiento de la calidad de vida y su descendencia? SI__ NO__
6.¿Considera la clonación reproductiva humana benéfica en todos sus sentidos? SI__ NO__
7.¿Está usted de acuerdo con la prohibición de la clonación reproductiva humana? SI__ NO__
8.¿Cree usted que la clonación humana podría ser una alternativa para mejorar cada vez más la especie humana? SI__ NO__
9.¿Considera que la clonación reproductiva humana tiene algún beneficio, si se tiene entendido que su copia es netamente física, mas no intelectual ni sentimental? SI__ NO__
10.¿La copia de un mismo ser según su parecer implicaría la degradación de este en cuanto a su manera de reproducción sexual (coito). SI__ NO__
11.¿La clonación reproductiva humana podría ser una forma de dar solución al paradigma humano sobre la verdadera realidad en nuestra existencia? SI__ NO__
12.¿Está usted de acuerdo con la reproducción de órganos a partir de la clonación? SI__ NO__
13.¿Cree usted que el clon padecerá las mismas deficiencias que su progenitor? SI__ NO__
14.¿Considera que en un futuro la clonación reproductiva humana será legalmente aceptada? SI__ NO__
15.¿En un caso extremo en el que intervienen sentimientos o la vida de alguien, aceptaría la clonación reproductiva humana? SI__ NO__
16.¿Podría la clonación reproductiva humana traer efectos secundarios en un ser clonado? SI__ NO__
17. ¿Sabe usted que es la Eugenesia? SI__ NO__
18.¿Está la Eugenesia netamente relacionada con la clonación reproductiva humana? SI__ NO__
19. ¿Piensa que la clonación reproductiva humana podría ser una manera de evitar deficiencias físicas de una persona? SI__ NO__
20. ¿Considera la Eugenesia como una forma de discriminación humana? SI__ NO__
ENTREVISTA DE PROYECTO DE GRADO “BIOÉTICA DE LA CLONACION REPRODUCTIVA HUMANA”
Entidad Responsable____________________________________________
Nombre_________________________________________________
Cargo___________________________________________________
Fecha___________________________________________________
NUESTRO OBJETIVO PRINCIPAL, ES CONOCER SU POSICIÓN FRENTE A LA CLONACIÓN REPRODUCTIVA HUMANA.
1. ¿Desde cuando se ha venido hablando de la clonación
reproductiva humana?
2. ¿Podríamos dar por hecha la clonación reproductiva humana?
3. ¿Qué pro y contras encuentra usted en la clonación reproductiva
humana?
4. ¿Cuál es su concepción acerca de la clonación reproductiva
humana?
5. ¿Considera benéfica la clonación reproductiva humana para el
desarrollo de la humanidad?
6. ¿La clonación reproductiva humana podría ser una forma de dar
solución al paradigma humano sobre la verdadera realidad en nuestra existencia?
INTRODUCCIÓN
Reproducir seres humanos es algo muy distinto que procrearlos. La lógica de la producción esta muy bien cuando se trata de incrementar los bienes y recursos necesarios para la vida de los humanos, pero es inadecuada cuando se aplica al propio ser humano en su generación y desarrollo.
Hoy es posible producir seres humanos a través de diferentes métodos en este caso el trabajado es la posible clonación. Sin embargo una reflexión cuidadosa sobre lo que eso es y sobre las consecuencias que comporta nos aconseja renunciar a esta posibilidad por el bien de la Humanidad y de los seres humanos concretos. Sin renuncia no hay inteligencia. Quien lo quiere todo, acaba por no ser dueño de nada, ni de su propia vida.
Renunciar a reproducir seres humanos no es oponerse a la ciencia y al progreso. Es una decisión inteligente que pone a la ciencia y al progreso al servicio del hombre y de su felicidad verdadera. Renunciar a fabricar hombres es negarse a admitir que el ser humano pueda ser reducido a objeto de poderes humanos; es afirmar que el ser humano ha de ser respetado como sujeto de la ciencia y del progreso, porque sólo él es la persona.
Procrear es un acto personal, no sólo de las personas, como lo es el producir. Procrear es acción y responsabilidad vital de esposos y padres, no función y oficio de profesionales, técnicos o políticos. La procreación es una acción conyugal y matrimonial, no política ni empresarial.
El intento de obtener seres vivos viables a partir de células somáticas lleva bastante tiempo en la mente de los científicos. Sin embargo, los experimentos llevados a cabo nunca habían dado resultados satisfactorios. Como máximo, se habían conseguido renacuajos insertando núcleos de células embrionarias de anfibios en sustitución del núcleo original del óvulo o del huevo, pero no se había logrado que se llegara a desarrollar un ejemplar adulto.
La interpretación habitual de estos fracasos se achacaba a la pérdida de la totípotencia de las células embrionarias muy pronto en el curso del desarrollo. Durante éste, se supone que se van activando y reprimiendo partes del genoma, de modo que el estado del ADN del núcleo de una célula en un adulto es muy distinto al del óvulo recién fecundado; el del adulto resulta incapaz de expresar adecuadamente toda la secuencia de órdenes necesarias para el desarrollo y morfogénesis.
Por esta razón, en los experimentos que se han llevado a cabo, se ha tendido que emplear células de embrión, mejor cuanto más precoz: se supone que dichas células tienen todavía en buena medida la totípotencia que se pierde en las células del adulto y son, por tanto, mejores candidatas para la realización de una clonación con éxito.
MARCO LEGAL
1. DERECHOS HUMANOS Y CIENCIAS BIOMÉDICAS
El papel dinámico de los derechos humanos en relación con las ciencias biomédicas.
Es casi ya un lugar común resaltar la vinculación cada vez más frecuente entre los avances y aplicaciones de las ciencias biomédicas y los derechos de los individuos, de forma que en ocasiones tal vinculación se presenta como una intensa tensión dialéctica, en particular cuando se contraponen entre sí los valores individuales o éstos con otros supraindividuales o colectivos. Los juristas, pero no sólo ellos, se han esforzado, también en este ámbito, en el desarrollo de los derechos humanos o en la identificación de nuevos derechos o de nuevos titulares de los mismos, estableciendo al mismo tiempo las relaciones y jerarquías entre ellos.
En las ciencias biomédicas se verían afectadas varias de estas generaciones de derechos humanos. Esto ha ocurrido, desde luego, con la clonación en sus diversas vertientes.
No es éste el momento de teorizar sobre el significado de los derechos humanos en el mundo actual, pero podemos decir que encuentran su origen en los postulados de los derechos naturales o, mejor, en los ideales de cada momento histórico de respeto a la libertad, dignidad e igualdad del ser humano, que se predican, por consiguiente, exclusivamente del hombre en cuanto ser vivo.
En resumen, podemos convenir en la plena vigencia de los derechos humanos, entendidos como un “conjunto de facultades e instituciones que, en cada momento histórico, concretan las exigencias de la dignidad, la libertad y la igualdad humana, las cuales deben ser reconocidas positivamente por los ordenamientos jurídicos a nivel nacional e internacional”, y que en cierto número de Estados forman parte también de los derechos fundamentales, que serían “aquellos derechos humanos garantizados por el ordenamiento jurídico positivo, en la mayor parte de los casos en su normativa constitucional, y que suelen gozar de una tutela reforzada”.
El derecho internacional, fuente de expansión de los derechos humanos, en particular en el ámbito de las ciencias biomédicas.
A esta fase, pertenecen las Declaraciones y Textos Internacionales no directamente vinculantes sobre los derechos humanos, cuyo más alto y significativo exponente está constituido por la Declaración Universal de Derechos Humanos, de 10 de diciembre de 1948, que ha sido tomada como un catálogo de referencia y de contraste de los mismos.
Ya en su Preámbulo se proclaman los principios o valores que impregna a todo el texto articulado: “la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales de todos los miembros de la familia humana”.
En el campo específico de las ciencias biomédicas se han venido desarrollando o identificando numerosos derechos humanos, en ocasiones como parte del contenido de algunos derechos fundamentales proclamados por la mayor parte de las Constituciones modernas (por ejemplo, el derecho a la vida, a la integridad física, a la libertad ideológica o de conciencia, a la intimidad y a la vida privada, etc.), pero también inspirados en l Declaración Universal, en los pactos internacionales (en particular, el Pacto Internacional sobre derechos civiles y políticos de 1966) o en convenios regionales, como es, en el caso europeo, el Convenio sobre derechos humanos y libertades fundamentales de 1950, y en el americano, la Convención Americana sobre derechos humanos de 1969. Sin embargo, en la identificación de nuevos derechos humanos o de, al menos, las nuevas perspectivas que ofrecen en relación con los avances científicos, ha significado un paso cualitativo el Convenio del Consejo de Europa sobre “Derechos Humanos y Biomedicina”, de 4 de Abril de 1997, que pronto se incorporará al derecho interno de varios países - entre ellos al de España - , como fuerza vinculante y obligatoria para los poderes públicos respectivos. Y, aún sin ese efecto obligatorio, pero con una indiscutible fuerza moral de orientación para los Estados, lo es también la Declaración Universal de la UNESCO sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos, de 11 de Noviembre de 1997, ratificada y hecha a su vez íntegra y unánimemente por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 9 de Diciembre de 1998, hecho sin precedentes y con importantes consecuencias jurídicas y políticas. Sin entrar todavía en las referencias más o menos directas de ambos instrumentos jurídicos a la clonación, es oportuno resaltar algunos principios que pueden resultar relevantes para la valoración de algunos aspectos relacionados con ella:
La necesidad de respetar al ser humano, tanto en cuanto persona como por su pertenencia a la especie humana. Nótese que se acentúa no sólo la perspectiva individualista tradicional de los derechos humanos, sino sobre todo como novedad, la adscripción del ser humano a su grupo biológico natural, la especie, que potencialmente puede verse afectada por los avances en el conocimiento genético y en la intervención sobre el genoma humano (Decl., Preámbulo, párr. 6, y arts. 1 y 12).
La preocupación por la especie humana no descansa en una mera visión estática de la misma, en relación con unos eventuales titulares de derechos más o menos identificables, sin perjuicio de la dificultad que en ocasiones presenta esta tarea. En efecto, la comprobación cada vez más evidente de que algunas acciones humanas se proyectan hacia el futuro de forma irreversible, sobre todo las vinculaciones con los desarrollos tecnológicos y científicos y, en nuestro caso, en particular con la biología molecular y la medicina reproductiva, plantea un nuevo dilema ético - filosófico, de extraordinaria dificultad para su anclaje jurídico, pero no irresoluble: la responsabilidad de las actuales generaciones para con las futuras y, yendo más allá, los posibles derechos de las generaciones futuras. Lo cierto es que es ésta una perspectiva sobre la que se ha adquirido conciencia y que ya no puede arrinconarse, desde luego, puede ser también relevante para la valoración de la clonación reproductiva humana. Al menos en el Derecho Internacional se apela ya que los progresos en la Biología y en la Medicina deben ser aprovechados tanto a favor de las generaciones presentes como futuras ( Conv., Preámbulo, párr. 12).
La proclamación de la vigencia, también en relación con los descubrimientos sobre el genoma humano y las posibles aplicaciones de los mismos, de los principios universales de igualdad y no-discriminación, de los derechos a la libertad, integridad e intimidad. Esto, sin perjuicio del reconocimiento de otros valores, como son algunos de los que se mencionan a continuación (Conv., arts. 1, 5, 10, 11, 12, 15, etc; Decl., arts. 2, 5, 6, 7, etc).
La protección de la identidad del ser humano, cuyo alcance, sin embargo, no se específica por los instrumentos internacionales, puede referirse tanto a la identidad personal como a la biológica o genética. Sea cual fuere la extensión de su contenido, no cabe duda que conceptualmente abarca la idea del ser humano como ser único y distinto a los demás desde esas dos perspectivas. Se trata de otra de las consecuencias que se derivan de los avances en el conocimiento genético y en la intervención sobre el genoma, y se ve específicamente afectada por la clonación reproductiva (Conv., art. 1, Decl., art. 2).
El reconocimiento de la variabilidad genética de todos los seres vivos, por consiguiente, incluyendo la especie humana, como un bien merecedor de protección. (Decl., arts. 1 y 2).
La selección de las características genéticas o de los rasgos fenotípicos a través de la modificación de aquéllas sólo es lícita si va encaminada a la prevención de enfermedades hereditarias graves, sin perjuicio de otras limitaciones (p. Ej., no modificar el genoma el genoma de la descendencia) (Conv., arts. 1, 13, 14).
El respeto de la autonomía y de la integridad física y mental (incluida la integridad genética) del ser humano en el proceso de una experimentación (Conv., arts. 1, 2, 5, 6 y sigs., 13, 15 y sigs; Decl., arts. 5 y 10).
El derecho a la participación en los beneficios que proporcionan los avances científicos y tecnológicos en cuanto tales, sin limitaciones basadas en diferencias culturales, geográficas o de recursos, lo que exige, entre otras medidas, la libre circulación del conocimiento científico (Conv., Preámbulo, párr. 12, art. 3; Decl., art. 12).
Las referencias al derecho a la vida, base y soporte de todos los demás derechos, no suelen ser explícitas en este contexto, bien que planea de forma casi constante en estas materias, como sucede con los dilemas que suscita el comienzo de la vida humana y sus formas previas a la gestión en relación con las posibilidades de acceso que han abierto las técnicas de reproducción asistida en conjunción con otras biotecnologías. Esto contrasta con la lógica enfatización que ha merecido este derecho en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en otros Convenios Internacionales sobre los derechos humanos, pero ello no es óbice para que sea ejercitable con toda su fuerza cuando resulte necesario. En cuanto a las posiciones que pretenden entroncar en este derecho un perspectiva activa, en el sentido del derecho a crear una vida (es decir, a la procreación), implican más bien un desdibujamiento o desnaturalización del sentido originario y extendido de aquel derecho; en todo caso, no podría sustraerse de la discusión acerca de sus posibles límites, de lo que nos ocuparemos más abajo.
LA INFLUENCIA DEL DERECHO INTERNACIONAL EN EL DERECHO INTERNO SOBRE LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS.
La cada vez más estrecha vinculación entre derecho internacional y derecho interno - o estatal - apuntada más arriba se ha revelado sobre todo en relación con los derechos humanos, y se ha señalado que en el futuro inmediato será cada vez más intensa en el ámbito específico de las ciencias biomédicas. Esta observación es de enorme importancia, dado que, por razones obvias, hasta fechas muy recientes apenas podíamos encontrar en los textos jurídicos internacionales o constitucionales internos referencias explícitas a los derechos humanos afectados por los recientes avances científicos, sin perjuicio de que esta situación está experimentando un cambio radical.
Así, principios o valores universales como la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político, han sido consagrados como valores superiores del ordenamiento jurídico por la Constitución Española (art. 1.1). Asimismo, ésta encomienda a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas, así como remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en al vida política, económica, cultural y social (art. 9.2). Por otro lado, la asunción de que la dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz social. (art. 10.1), implica al reconocimiento de un sistema constitucional abierto. La prohibición de la discriminación por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier condición o circunstancia personal o social (art. 14) representa, asimismo, ese efecto de proyección sobre la totalidad del ordenamiento jurídico.
En resumen, bien por al penetración del derecho internacional en el derecho interno, bien por la necesidad de reinterpretar los derechos fundamentales recogidos en las Constituciones modernas a la luz de los nuevos dilemas bioéticos, el caso es que el derecho constitucional presenta una enorme potencialidad tanto como receptor de los derechos humanos que de forma más específica se ven involucrados por las ciencias biomédicas como de instrumento para resolver los conflictos que de éstas emergen, de lo que se encuentran numerosos ejemplos en el constitucionalismo comparado moderno.
LOS ASPECTOS LEGALES MÁS ESPECÍFICOS DE LA CLONACIÓN
Han de partir, necesariamente de, varios aspectos: el primero, de la realidad que pretende el objeto de análisis jurídico, esto es, de los datos biológicos sobre las técnicas de la clonación y sus posibles aplicaciones, tanto actuales como razonablemente realizables en un futuro más o menos próximo. El segundo aspecto consiste en tener en cuenta las valoraciones aportadas en el debate ético que ha generado la polémica que actualmente sé esta viviendo.
También hay que tener presente las diferentes perspectivas desde las cuales puede hacerse el estudio jurídico: La primera de estas perspectivas se dirige de forma prioritaria a los ciudadanos, en particular a quienes puedan versen implicados de algún modo en la materia o actividad objeto de estudio, y, en su caso, a técnicos del Derecho (abogados y jueces), como orientación interpretativa de las normas jurídicas, en el supuesto de que se lleguen a generar conflictos sociales concretos, la segunda perspectiva apela, fundamentalmente, al legislador, con el fin de llamarle la atención sobre la necesidad de acometer la reforma de la ley. Por lo que se refiere a la clonación reproducitva humana, como se recordará más adelante, ha sido objeto de la intervención de los legisladores de varios Estados, entre ellos el español, y de varios Organismos Internacionales.
Declara Noelle Lenoir, miembro del consejo constitucional francés y presidenta del grupo europeo de ética.
Jurídicamente el embrión no es considerado una persona, pero “el embrión”, en el verdadero sentido del término, es un ser humano: “existe y su naturaleza es humana”, según Bernard Mathieu, profesor de Derecho de la Sorbona.
Esto protege al embrión de toda utilización comercial, sin por ello atentar contra el derecho de la mujer a la salud y a controlar la fertilidad.
Esta concepción de la dignidad humana ha incitado a muchos países europeos a limitar rigurosamente la investigación sobre el embrión e incluso prohibirla.
Fundamentalmente, cuanto más crezca el embrión, mayor ha de ser la protección que se le brinde.
1.3 PREMISAS PARA LA INTERVENCIÓN DE LOS PODERES PÚBLICOS
Las reacciones de diversos organismos y personalidades en torno a la clonación, especialmente aquellas decisiones que tiene naturaleza normativa, a las que nos referimos más abajo, revelan no sólo un rechazo casi visceral a la clonación, especialmente la vinculada a la reproducción humana, sino también una escasa matización sobre el significado de sus diversas variantes y por ello incluso hasta cierta precipitación legislativa. Por esta razón, y tomando la clonación ahora tan sólo como un ejemplo del acontecer legislativo más frecuente, ha de recordarse que al menos el legislador ha de partir de varias premisas insoslayables al regular materias relacionadas con las Ciencias de la vida y, por consiguiente, con la clonación: consenso, gradualidad y provisionalidad.
La primera - el consenso - no es, evidentemente, un principio nuevo; sin embargo se quiere llamar la atención sobre la irrenunciable necesidad de intervenir en aquellas materias que han encontrado un generalizado punto de acuerdo, tanto en el ámbito nacional como supranacional e internacional, retrasando hasta conseguir la intervención sobre aquellos aspectos que carezcan de tal consenso. De esto mismo se deriva la segunda premisa: la gradualidad en la intervención; pero, además, porque debe esperarse al conocimiento más preciso posible de los logros y resultados científicos, por un lado, y la demanda social real que generen y con ello su conflictividad, por otro. Por último, con la provisionalidad quiere significarse que el legislador ha de ser consciente de que en estas materias tan cambiantes (tanto en su presupuesto científico como en su influencia social) no puede aspirar a una regulación con vocación de permanencia o de validez indefinida, hasta que los cambios sociales impongan una revisión.
No obstante, esta misma conciencia de provisionalidad puede justificar la intervención del legislador en contra de las dos premisas anteriores - consenso y gradualidad -, con la finalidad de evitar perjuicios graves e irreparables en relación con el desarrollo no bien conocido de determinadas actividades, pero calibrando al mismo tiempo que no se interpongan frenos u obstáculos desproporcionados para la aplicación de acciones beneficiosas (como las intervenciones terapéuticas en los genes de la línea somática).
La relevancia de la dignidad humana en las aplicaciones derivadas de las ciencias biomédicas.
A la dignidad humana se recurre con asiduidad cuando se debaten aspectos éticos y jurídicos que afectan a las ciencias biomédicas y, por supuesto, a la clonación. A este respecto así lo proclama expresamente la Declaración Universal de la UNESCO sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos en varios pasajes de su articulado (así, p. Ej., “Cada individuo tiene derecho al respeto de su dignidad y derechos, cualesquiera que sean sus características genéticas”, art. 2) y, asimismo, al considerar la clonación con fines de reproducción humana como contraria a la dignidad humana (art. 11); y el protocolo Adicional al Convenio sobre Derechos Humanos y Biomedicina, sobre la prohibición de clonar seres humanos, de 12 de enero de 1998, en su Exposición de Motivos vincula expresamente tal posible práctica con la dignidad humana, cuando recuerda que es fin del Convenio proteger la dignidad e identidad de todos los seres humanos (art. 1, párr. 1 de éste último).
Son cada vez más los instrumentos jurídicos internacionales que proclaman la dignidad de la persona como un predicado del ser humano que debe permanecer intangible y algunos textos constitucionales también lo mencionan expresamente.
La dignidad de la persona se configura como el principio informador y la raíz de los derechos básicos del hombre reconocidos como
fundamentales por la Constitución Española, sobre los que se proyecta, y constituye su filtro interpretativo, integrador y valorativo de aquéllos para los poderes públicos. Por ello suele reconocerse que la mayor parte de los derechos fundamentales presentan un contenido nucleico referido a la dignidad de la persona, lo que explica la función informadora e interpretativa que se le atribuye sobre los mismos. Desde la perspectiva jurídica, Palacios considera que le ley 35/1998 sobre técnicas de reproducción sólo prohíbe en su artículo 3 la fertilización de óvulos con fines distintos a la reproducción, en este caso no se trata de fertilización de óvulos.
Asimismo, en el código penal se prohíbe la clonación humana, pero ahora no se crearían seres humanos completos, sino sólo tejidos.
Debate en España
Palacios cree que España debe sumarse a este tipo de investigaciones, porque en la actualidad «vamos con bastante retraso», ya que no hay ningún grupo de científicos que trabajen en estos métodos.
Por su parte, el presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha declarado que «un embrión, generado por la fusión de un espermatozoide y un óvulo, no debe ser instrumentalizado, así lo dice la UNESCO, y tiene un estatus jurídico que debe ser respetado».
Nombela considera «difícil de admitir que se puedan emplear embriones humanos para obtener, de una manera indiscriminada y con cualquier finalidad, materiales derivados a partir de ellos y previa destrucción de los mismos».
El presidente del CSIC ha reiterado que los avances realizados en el Genoma Humano y los trabajos con los animales son líneas de investigación alternativas a la clonación y que gracias a ellas «lograremos incorporar nuevas posibilidades terapéuticas para el tratamiento de enfermedades degenerativas, que es, fundamentalmente, en lo que algunos pretenden justificar el manejo indiscriminado de embriones para la obtención de materiales, previo desguace de los mismos».
Y EN LOS PAISES.....
La clonación humana, grave amenaza contra la vida: afirma el Papa
El pontífice pronunció estas palabras el 28 de noviembre del 2001, tres días después de que un laboratorio privado estadounidense anunciara la clonación del primer embrión humano.
Juan Pablo II calificó este miércoles los experimentos de clonación humana como una amenaza programada científicamente contra la vida humana.
«El verdadero humanismo no puede admitir nunca métodos y experimentos que constituyen amenazas programadas de manera científica y sistemática contra la vida humana», afirmó el Santo Padre.
Se ha creado un ser humano, en estado todavía de embrión, y después ha sido eliminado, constataba el documento vaticano, que sugiere más bien como futuro para la medicina la experimentación con células estaminales extraídas de adultos, senda que científicamente se ha demostrado válida y que respeta la dignidad de la vida humana.
El anuncio de la clonación del primer embrión humano fue realizado el 25 de noviembre por el laboratorio estadounidense Advanced Cell Technologies (ACT) en un artículo publicado en el «Journal of Regenerative Medicine».
-Zenit ZS01112804
Monseñor Sgreccia reitera oposición de la Santa Sede a clonación de seres humanos
Roma, 10 agosto 2001 (NE - eclesiales.org)
En el marco del debate tras la decisión de un grupo de científicos de clonar seres humanos, el vicepresidente de la Pontificia Academia para la Vida, Monseñor Elio Sgreccia, afirmó la urgencia de salvaguardar la dignidad del hombre. "El valor de un hombre no es similar al de una rata", subrayó, destacando que la dignidad "de los humanos va más allá del tiempo". "La clonación es inmoral. Alguien dijo que la clonación es la peor manifestación de esclavitud y estoy de acuerdo con esto", añadió. Asimismo, afirmó que estaba de acuerdo con los científicos que se han opuesto a la clonación, señalando que la técnica utilizada en animales encierra muchos riesgos para los humanos.
Por su parte, el Cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, calificó el intento de clonar seres humanos como algo "terrificante". "En un cierto sentido -afirmó en declaraciones publicadas el martes por el diario italiano "La Stampa"- Hitler anticipó algo de los modernos desarrollos como la clonación o la experimentación médica con embriones humanos." "Es terrificante el que algunas de las potencias que derrotaron al nazismo opten hoy, en el ámbito científico, por prácticas discutibles y antihumanas como la clonación", añadió.
PONTIFICIA ACADEMIA PRO VITA, REFLEXIONES 1997
La Pontificia Academia para la Vida fue instituida en 1994 por Juan Pablo II con el Motu Proprio "Vitae Mysterium". Los 40 miembros de la Academia, cuyo Presidente es Juan de Dios Vial Correa, han publicado el documento "Reflexiones sobre la clonación".
BARCELONA, 26 noviembre 2001- El presidente de Médicos Cristianos de Cataluña, Josep Maria Simón, dudó hoy de la veracidad del experimento de clonación del primer embrión humano al asegurar que «para demostrar los experimentos científicos, debe explicarse todo el proceso», ya que, de ser cierto, «otros
laboratorios del mundo lo habrían reproducido».
En declaraciones a Europa Press, Simon aseguró este lunes que «ya hay otros antecedentes de anuncios de clonación humana» y que en el caso del experimento de la empresa Advanced Cell Technology (ACT), «todos sabemos que las universidades y entidades de Estados Unidos también necesitan campañas de marketing».
En cualquier caso, Simón aseguró que esta técnica es «muy peligrosa». «Al ser humano no se le puede manipular ni congelar: seguro que a los científicos de ACT no les gustaría que les congelaran», apuntó.
«Estamos a favor del posicionamiento del Consejo de Europa que pide que no se produzcan clonaciones», añadió.
Japón prohibirá en diciembre todo tipo de clonación humana
Será castigada con hasta diez años de cárcel
TOKIO, 26 noviembre 2001.- Las autoridades japonesas dictarán una directriz en diciembre que amplía la prohibición de clonar embriones humanos para obtener células madre y curar enfermedades.
La orden del ministerio de Educación y Ciencia, de la que se hicieron eco este domingo las agencias internacionales de noticias, llega después de que la empresa estadounidense Advanced Cell Technology (ACT) anunciara en ese mismo día la clonación de embriones humanos.
La disposición del gobierno asiático se basa en la ley que prohíbe la clonación de seres humanos porque con ella se pone en peligro «la dignidad de la persona, la seguridad biológica de la especie y el mantenimiento del orden social».
Estados Unidos prohíbe financiar con fondos federales proyectos relacionados con la clonación humana, pero no regula las investigaciones del sector privado como la de ACT.
La normativa japonesa, en vigor desde junio, prohíbe la clonación de seres humanos, pero permitía el cultivo controlado de embriones para producir tejidos y órganos.
La legislación de los problemas éticos relacionados con la clonación queda bajo supervisión del ministerio de Educación y Ciencia, que puede imponer penas de hasta 10 años de cárcel y multas de más de 80.000 dólares a los infractores.
Líderes de religiones condenan el experimento de clonación
«Son aprendices de brujo que no saben dónde irán a parar»
ROMA, 27 noviembre 2001.- Los representantes de las diversas religiones se han expresado sobre el anuncio de un experimento de clonación humana realizado por la empresa estadounidense «Avanced Cell Technology».
La Iglesia Ortodoxa, al condenar la clonación de seres humanos, evoca «crímenes contra la humanidad de marca nazi».
«La destrucción de un embrión equivale a un aborto, es decir un homicidio», afirmó el padre Antoni Ilin, portavoz del Patriarcado de Moscú y de todas las Rusias.
«Condenamos la clonación humana, tanto con fines terapéuticos como reproductivos. El embrión, desde el momento de su concepción está revestido de la dignidad humana y bendecido con el don de la vida. La llamada clonación terapéutica no es otra cosa sino la peor instrumentalización de un ser humano, sacrificado en provecho de otros».
Por su parte la Unión de las Comunidades Islámicas en Italia ha dicho: «Condenamos de modo neto y absoluto cualquier intento de modificar o imitar la creación».
«Incluso si dicen que no pretenden la clonación reproductiva sino la terapéutica --ha dicho el secretario, Roberto Hamza-- son aprendices de brujo que no saben donde irán a parar: es un desafío contra Dios que llevará a desastres graves».
Por su parte el nuevo rabino jefe de Roma, quien además es médico (jefe de Departamento de Radiología), Riccardo Di Segni, ha declarado seguir «con gran atención todos los avances relativos a las técnicas de procreación y las posibles aplicaciones en el campo humano. Se abren escenarios angustiosos, difíciles de controlar por lo que es necesaria extrema cautela».
Sociedad de Bioética considera «éticamente inaceptable» la clonación humana
Declaraciones de José Hernández Yago
VALENCIA, 27 noviembre 2001.- El presidente de la Sociedad Valenciana de Bioética, José Hernández Yago, ha mostrado su rechazo a la clonación de embriones humanos para conseguir células madre, anunciada por primera vez por una empresa norteamericana, y ha subrayado que «hay técnicas alternativas para obtener las mismas células respetando la dignidad humana, es decir, sin necesidad de clonar embriones humanos que luego son destruidos».
En declaraciones a la agencia AVAN, el científico ha precisado que «el cordón umbilical de los recién nacidos está repleto de células madre que se pueden utilizar después para la regeneración de distintos tejidos, sin necesidad de tener que "jugar" a poner en marcha vidas humanas para luego tener que destruirlas».
Hernández Yago explica que el anuncio efectuado este domingoi por la empresa norteamericana Advanced Cell Technology (ACT) «no me ha sorprendido y hasta lo daba por hecho, ante la gran presión ambiental y económica producida por éste y otros laboratorios, que están tratando de obtener la clonación de embriones humanos para utilizar sus células, lo cual supone inevitablemente la destrucción de tales embriones».
El especialista ha admitido que «nos encontramos ante un fin de extraordinario interés científico-médico, como es el de la medicina regenerativa, pero con medios éticamente inaceptables, y nunca el fin justifica los medios».
En este caso, «estamos olvidando que el embrión es un ser humano con la estructura anatómica, fisiológica y bioquímica que corresponde a esa etapa específica de su desarrollo», concluye.
La clonación humana, grave amenaza contra la vida: afirma el Papa
Reacción al experimento realizado por un laboratorio privado en EE. UU.
2. ALGUNOS DERECHOS IMPLICADOS EN LA CLONACIÓN
De acuerdo con lo indicado anteriormente, en la clonación reproductiva humana también pueden verse implicados derechos fundamentales, cuyo entronque constitucional habría que precisar, con el fin de establecer desde el principio el marco normativo más elevado a partir del cual habrá que afrontar los diversos problemas que genera aquélla. Con el fin de centrar la cuestión, puede resultar operativo empezar por detectar los derechos que podrían verse implicados en atención a los sujetos afectados: en el caso de la reproducción humana, los progenitores, solos o en pareja, que en un futuro pudieran querer tener descendencia por medio de la técnica de la clonación, respecto a los cuales se plantea la existencia de un derecho a la procreación o reproducción; y los investigadores y los demás profesionales que podrían realizar las prácticas de la clonación, en relación con los cuales se sugiere delimitar el derecho a la investigación y a la aplicación de sus resultados. En ambos casos, tan importante como definir su contenido lo es estableces sus límites respectivos.
Finalmente, fuera del ámbito humano, qué clase de protección puede deducirse para los mamíferos sobre los que se aplican las técnicas de clonación experimental o reproductiva, al no plantearse aquélla, desde la óptica de los derechos humanos fundamentales, en su sentido estricto.
2.1 EL DERECHO A LA PROCREACIÓN
Si en el futuro una pareja (o una persona sola) pretendiera recurrir a alguno de los procedimientos de clonación con fines reproductivos por cualquiera de las motivaciones que suelen apuntarse, cabría
preguntarse si con su prohibición se vería afectado algún derecho humano. Por consiguiente, la pregunta consiste en si existe un derecho humano y fundamental a la procreación que deba ser garantizado, tanto sea ésta de forma natural como mediante el recurso a las técnicas de reproducción asistida, entre ellas la clonación, y, en su caso, si fuese constitucionalmente admisible que los poderes públicos introdujeran alguna limitación respecto a ciertas formas de reproducción.
Este derecho a la procreación no se refiere a la incoluminidad biológica para reproducirse (p. Ej., frente a una esterilización coactiva quirúrgica o mediante productos o mecanismos anticonceptivos), puesto que ya forma parte sin la menor duda del derecho fundamental a la integridad física, derecho universal proclamado también por la Constitución española en el art. 15, sino al conjunto de decisiones vinculadas con la propia reproducción: tener o no tener descendencia, el número de ésta y su planificación temporal.
En sentido estricto, ni en la Constitución española ni en las Declaraciones y Convenios Internacionales a los que expresamente se vincula existe un reconocimiento explícito del derecho de procreación o reproducción en el sentido apuntado, sino tan sólo del de fundar una familia; incluso éste no se declara tampoco de forma concluyente en nuestra Constitución. De todas formas, si conseguimos aseverar que de algún modo este derecho -el de fundar una familia- tiene cabida en nuestro contexto constitucional, implicará necesariamente al mismo tiempo el reconocimiento del derecho a tener descendencia, a procrear, en cuanto que éste se elevaría como presupuesto imprescindible para el ejercicio del primero.
En el ámbito internacional el Convenio Europeo para la protección de los derechos del hombre y las libertades fundamentales, de 1950, reconoce el derecho de toda persona “al respeto de su vida privada y familiar” (art. 8.1), así como que “a partir de la edad núbil, el hombre y la mujer tienen derecho a casarse y a fundar una familia según las leyes nacionales que rijan el ejercicio de este derecho” (art. 12); en sentido semejante apuntan otros instrumentos jurídicos internacionales (Declaración Universal de Derechos Humanos, art. 16.1; Pacto Internacional de derechos civiles y políticos, de 1966, art. 23.2; Proclamación de Teherán, de 1968, art. 16). Todos ellos han sido firmados y ratificados por el Estado español y forman parte de se ordenamiento jurídico a partir de que fueron publicados en el Boletín Oficial del Estado.
Por su parte, la Constitución española declara que el hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio con plena igualdad jurídica (art. 32.1), y asegura, por otro lado, la protección económica, social y jurídica de la familia por parte de los poderes públicos (art. 39.1). Por fin, se garantiza también el derecho a la intimidad personal y familiar (art. 18.1). Algunos autores destacan también a este respecto el derecho a la libertad (art. 17.1), si bien no es pacífico el contenido que se reconoce al mismo. Se confirma así lo ya señalado que la Constitución española no menciona explícitamente el derecho a fundar una familia.
La dificultad radica en deducir de alguno de estos preceptos constitucionales o de su conjunto el derecho a fundar una familia. En resumen, se pueden extraer las siguientes conclusiones:
De la protección de la intimidad familiar de deduce la garantía de la libertad de los ciudadanos sobre la decisión de tener o no-descendencia así como su planificación en el tiempo, en el seno familiar, sin que se faculte la intromisión de los poderes públicos en tales decisiones, cualquiera que sea la razón que mueva a éstos (eugenésica, social, económica), puesto que se afectaría a la esfera privada, en concreto a esa intimidad familiar. Sin embargo, este derecho, en sentido estricto, se caracteriza por su faceta negativa de vedar la intromisión en la intimidad familiar, pero no influye de forma directa el derecho a formar una familia y a la libertad de reproducirse.
El derecho constitucional a contraer matrimonio no significa que sólo se proteja constitucionalmente la familia matrimonial, la Constitución española no vincula la familia exclusivamente al matrimonio, puesto que el art. 39 de la Constitución española establece la protección integral de los hijos y su igualdad ante la ley con independencia de su filiación, así como la de las madres, cualquiera que sea su estado civil (art. 39.2). Por consiguiente el derecho a fundar una familia y a tener descendencia se extiende también a la pareja no casada; la mujer y el varón -éste, al menos teóricamente- puedan fundar una familia sustentada en la descendencia que hayan tenido fruto de una relación pasajera o circunstancial. La constitución española no configura una determinada concepción de la familia (monoparental o biparental, matrimonial o no matrimonial), sin perjuicio de los derechos de los hijos. Por tanto, el derecho a la reproducción no se deriva del derecho a contraer matrimonio.
El derecho a fundar una familia y a la procreación afecta tanto a los procedimientos naturales como a los que ofrecen las modernas técnicas de reproducción asistida, sin perjuicio de las limitaciones a que esté sometido.
La constitución española asegura, a través de los poderes públicos, la protección integral de los hijos, y los declara iguales ante la ley con independencia de su filiación (art. 39.2), declaración que coincide con la más global de no discriminación por razón del nacimiento (art. 14 Constitución española). Por lo tanto, el logro efectivo de esa protección integral puede anticiparse al nacimiento si es posible y oportuno, incluso de forma prevalente frente a los intereses procreativos de los padres. Esa protección integral se ve objetivamente disminuida cuando se priva al futuro hijo de un padre y/o de una madre, el acceso de éstas puede supeditarse al logro de dicha protección integral efectiva.
Estas consideraciones cuestionan muy seriamente la constitucionalidad de las técnicas de reproducción asistida que de forma voluntaria imposibilitan lo anterior o facilitan su contrario (p. ej., el caso de la mujer sola, si al mismo tiempo se prohibe la investigación de paternidad biológica y la relación de filiación legal que corresponda; y probablemente la inseminación post mortem con semen de varón -sea o no cónyuge- ), en particular llamada clonación -reproductiva- verdadera o en sentido estricto, en la medida en que se priva a uno de los progenitores desde el punto de vista biológico y en ocasiones también desde el punto de vista legal, sin entrar por el momento en otros intereses del futuro hijo que también podrían verse implicados, como serían los que afecten al desarrollo de su personalidad.
En resumen, sea cual fuere el fundamente jurídico - constitucional de un derecho a la reproducción, tal derecho admite que los poderes públicos puedan someterlo a restricciones cuando se recurre a técnicas asistidas, como sucede con la clonación con fines reproductivos, si con ello se pueden ver afectados otros intereses, como son los relativos a la futura descendencia.
Los bienes jurídicos merecedores de protección en relación con la clonación.
El filósofo alemán Hans Jonas se planteó hace ya unos años algunos dilemas éticos implicados en la clonación de seres humanos.
No obstante, Jonas entendía entonces que lo que debía centrar la reflexión ética era la busquedad de una excelencia merecedora de perpetuación y reproducción, al tener implícito un objetivo más noble que los anteriores.
En la actualidad, y a la vista de los más recientes acontecimientos científicos, la sola perspectiva de clonar embriones humanos, sea con propósitos reproductivos o no, ha desatado una reacción contraria muy extendida. Pero lo que resulta realmente llamativo es la parquedad de los argumentos sobre los que se ha venido sustentando estas posiciones, por lo general terminantes, pero asimismo poco matizadas.
Es cierto que es frecuente el recurso a la vulnaración de la dignidad humana que supone las diversas técnicas de clonación, en la medida en que se cosificarían o instrumentalizarían los embriones o incluso los seres humanos resultantes de aquéllas.
Por consiguiente, procede identificar cuál es o son los bienes jurídicos dignos de protección que sé prodrían oponer a la clonación en sus diversas variantes, comprobando en que medida esta técnica y sus resultados podrían afectar a tales bienes.
2.2 SOCIEDAD DE BIOÉTICA CONSIDERA “ÉTICAMENTE INACEPTABLE” LA CLONACIÓN HUMANA.
Declaraciones de José Hernandéz Yago, VALENCIA, 27 de noviembre 2001: El presidente de la Sociedad Valenciana de Bioética, José Hernandéz Yago, ha mostrado su rechazo a la clonación de embriones humanos para conseguir células madre, anunciada por primera vez por una empresa norteamericana, y ha subrayado que “hay técnicas alternativas para obtener las mismas células respetando la dignidad humana, es decir, sin necesidad de clonar embriones humanos que luego son destruidos”. En declaraciones a la agencia AVAN, el científico ha precisado que “el cordón umbilical de los recién nacidos está repleto de células madre que se pueden utilizar después para la regeneración de distintos tejidos, sin necesidad de tener que `jugar' a poner en marcha vidas humanas para luego tener que destruirlas”. El especialista ha admitido que «nos encontramos ante un fin de extraordinario interés científico-médico, como es el de la medicina regenerativa, pero con medios éticamente inaceptables, y nunca el fin justifica los medios».
En este caso, «estamos olvidando que el embrión es un ser humano con la estructura anatómica, fisiológica y bioquímica que corresponde a esa etapa específica de su desarrollo», concluye.
Los firmantes de la Declaración Bioética de Gijón 2000 consientes del peligro que las desviaciones de rápidos progresos de la biología y la medicina pueden significar para los derechos humanos, afirmas literalmente en el punto décimo: “La creación de individuos humanos genéticamente idénticos por clonación debe prohibirse. La utilización de células troncales con fines terapéuticos debe permitirse siempre que la obtención de esas células no implique la destrucción de embriones”.
No obstante, ante la polémica suscitada por la postura del Gobierno británico de respaldar la clonación de embriones humanos con fines terapéuticos, Marcelo Palacios, (presidente del Comité Científico de la Sociedad Internacional de Bioética), se apresuro a declarar que consideraba admisible esa postura, y afirmó: “No puede haber un debate ético porque no se trata de embriones humanos, ya que estas células no se producen de forma natural. Las reservas éticas que se pudieran tener deben objetivamente ceder y son salvables debido a las altas metas médicas que se podrían obtener”.
Médicos Cristianos de Cataluña: ¿clonación humana? Operación de marketing
Declaraciones de su presidente Josep María Simón
BARCELONA, 26 noviembre 2001- El presidente de Médicos Cristianos de Cataluña, Josep María Simón, dudó hoy de la veracidad del experimento de clonación del primer embrión humano al asegurar que «para demostrar los experimentos científicos, debe explicarse todo el proceso», ya que, de ser cierto, «otros laboratorios del mundo lo habrían reproducido.
En declaraciones a Europa Press, Simón aseguró este lunes que «ya hay otros antecedentes de anuncios de clonación humana» y que en el caso del experimento de la empresa Advanced Cell Technology (ACT), «todos sabemos que las universidades y entidades de Estados Unidos también necesitan campañas de marketing».
En cualquier caso, Simón aseguró que esta técnica es «muy peligrosa». «Al ser humano no se le puede manipular ni congelar: seguro que a los científicos de ACT no les gustaría que les congelaran», apuntó.
«Estamos a favor del posicionamiento del Consejo de Europa que pide que no se produzcan clonaciones», añadió.
Japón prohibirá en diciembre todo tipo de clonación humana:
Será castigada con hasta diez años de cárcel
TOKIO, 26 noviembre 2001.- Las autoridades japonesas dictarán una directriz en diciembre que amplía la prohibición de clonar embriones humanos para obtener células madre y curar enfermedades.
La orden del ministerio de Educación y Ciencia, de la que se hicieron eco este domingo las agencias internacionales de noticias, llega después de que la empresa estadounidense Advanced Cell Technology (ACT) anunciara en ese mismo día la clonación de embriones humanos.
La disposición del gobierno asiático se basa en la ley que prohibe la clonación de seres humanos porque con ella se pone en peligro «la dignidad de la persona, la seguridad biológica de la especie y el mantenimiento del orden social».
Estados Unidos prohibe financiar con fondos federales proyectos relacionados con la clonación humana, pero no regula las investigaciones del sector privado como la de ACT.
La normativa japonesa, en vigor desde junio, prohibe la clonación de seres humanos, pero permitía el cultivo controlado de embriones para producir tejidos y órganos.
La legislación de los problemas éticos relacionados con la clonación queda bajo supervisión del ministerio de Educación y Ciencia, que puede imponer penas de hasta 10 años de cárcel y multas de más de 80.000 dólares a los infractores.
Líderes de religiones condenan el experimento de clonación:
«Son aprendices de brujo que no saben dónde irán a parar»
ROMA, 27 noviembre 2001.- Los representantes de las diversas religiones se han expresado sobre el anuncio de un experimento de clonación humana realizado por la empresa estadounidense «Avanced Cell Technology».
La Iglesia Ortodoxa, al condenar la clonación de seres humanos, evoca «crímenes contra la humanidad de marca nazi».
«La destrucción de un embrión equivale a un aborto, es decir un homicidio», afirmó el padre Antoni Ilin, portavoz del Patriarcado de Moscú y de todas las Rusias.
«Condenamos la clonación humana, tanto con fines terapéuticos como reproductivos. El embrión, desde el momento de su concepción está revestido de la dignidad humana y bendecido con el don de la vida. La llamada clonación terapéutica no es otra cosa sino la peor instrumentalización de un ser humano, sacrificado en provecho de otros».
Por su parte la Unión de las Comunidades Islámicas en Italia ha dicho: «Condenamos de modo neto y absoluto cualquier intento de modificar o imitar la creación».
«Incluso si dicen que no pretenden la clonación reproductiva sino la terapéutica --ha dicho el secretario, Roberto Hamza-- son aprendices de brujo que no saben dónde irán a parar: es un desafío contra Dios que llevará a desastres graves».
Por su parte el nuevo rabino jefe de Roma, quien además es médico (jefe de Departamento de Radiología), Ricardo Di Segni, ha declarado seguir «con gran atención todos los avances relativos a las técnicas de procreación y las posibles aplicaciones en el campo humano. Se abren escenarios angustiosos, difíciles de controlar por lo que es necesaria extrema cautela».
La clonación humana, grave amenaza contra la vida: afirma el Papa:
Reacción al experimento realizado por un laboratorio privado en EE. UU.
2.3 CARTA DE DERECHOS EN GENÉTICA.-
Admitiendo que históricamente el pueblo ha formulado Cartas de Derechos para limitar las violaciones de valores fundamentales, el Consejo para una Genética Responsable (“Council for Responsible Genetics”) ha desarrollado una Carta de Derechos en Genética. Promotores entusiastas de ingeniería genética fracasan en admitir cuán poco saben de los sistemas complejos que manipulan, y “han emprendido una aventura imprudente, manoseando la genética humana y el medio ambiente”. Las agencias gubernamentales han hecho poco para proteger al público, mientras que ha crecido la demanda pública para un debate genuino. Por ello, el Consejo ofrece esta Carta de Derechos como un marco para establecer standars y límites públicos apropiados para la biotecnología:
“Para proteger nuestros derechos e integridad humana y la integridad bioló-gica de la tierra, proponemos esta Carta de Derechos en Genética:
1.- Todas las personas tienen el derecho a la preservación de la diversidad biológica y genética de la tierra.-
2.- Todas las personas tienen el derecho a un mundo en el cual los organis-mos vivos no puedan ser patentados, incluyendo seres humanos, ani-males, plantas, microorganismos y todas sus partes.-
3.- Todas las personas tienen el derecho a un suministro de alimento que no haya sido genéticamente logrado.-
4.- Todas las personas indígenas (nativas) tienen el derecho a dirigir sus propios recursos biológicos, a preservar su conocimiento tradicional, y a proteger a éstos de la expropiación y biopiratería, por los intereses cientí-ficos, corporativos o gubernamentales.-
5.- Todas las personas tienen el derecho a la protección contra toxinas, otros contaminantes, o acciones que puedan dañar su construcción genética y su descendencia.-
6.- Todas las personas tienen el derecho a la protección contra medidas eugenésicas como esterilización forzada o procedimientos obligatorios di-rigidos a abortar o manipular embriones o fetos seleccionados.-
7.- Todas las personas tienen el derecho a la privacidad genética, incluyen-do el derecho a prevenir la toma o almacenamiento de muestras corporales para información genética sin su voluntario consentimiento informado.-
8.- Todas las personas tienen el derecho a ser libres de discriminación genética.-
9.- Todas las personas tienen el derecho a pruebas de ADN para defenderse en procedimientos criminales.-
10.- Todas las personas tienen el derecho a haber sido concebido, gestado y nacido, sin manipulación genética.-
3. TERRORISMO CONTRA EMBRIONES HUMANOS
¿Será la ciencia para el hombre o el hombre para la ciencia? Tal dilema parece discutirse tras el reciente anuncio de la compañía estadounidense Advanced Cell Technology Inc. De que había logrado clonar con "éxito" un embrión humano para producir células madres con fines terapéuticos.
Las reacciones no se dejaron esperar en diversas partes del mundo. El pasado lunes la Casa Blanca ha pedido al Congreso que prohíba totalmente la clonación humana, tras el "orgulloso" anuncio de la mencionada empresa estadounidense.
El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, dijo que desde el punto de vista del Presidente George Bush, la prohibición sería la medida más acertada que pueden tomar las cámaras del Congreso.
"Como sociedad, no debemos crear vida para luego destruirla", declaró Bush.
Al mismo tiempo, el Vaticano expresó este domingo su preocupación por el anuncio de la primera clonación de un embrión humano y recordó su condena de cara a ese tipo de experimentación.
"Todavía no sabemos exactamente de qué tipo de proceso se trata y si puede ser definido como una verdadera clonación humana", declaró monseñor Tarcisio Bertone, secretario de la Congregación para doctrina de la fe a la agencia de prensa italiana Ansa.
"Aún son necesarias una serie de verificaciones científicas", añadió.
El prelado recordó la condena del Vaticano de cualquier clonación humana.
"Hay que hacer una distinción", señaló. "Si los científicos norteamericanos han extraído una célula estaminal de un paciente para insertarla en un óvulo con el fin de reprogramarlo genéticamente, si a continuación se ha formado un embrión, si ese embrión ha sido destruido, si las células de ese embrión han sido cultivadas para obtener células estaminales que después se convierten en células nerviosas, entonces se trata de una verdadera clonación humana y debe ser condenada porque se ha creado y después se ha destruido un verdadero embrión humano", explicó.
"Pero si, por el contrario, los científicos norteamericanos han logrado obtener células estaminales similares a las del paciente utilizando células estaminales no embrionarias, entonces se trataría de una verdadera conquista científica que se podría considerar como éticamente positiva", señaló. Juan Carlos Magallanes. (El Editor virtual)
El Gobierno chino contra todo tipo de clonación humana
PEKÍN, 29 noviembre 2001.- El Gobierno de China expresó este jueves su oposición a toda experiencia que suponga clonar a un ser humano, ya sea con carácter reproductivo o como erróneamente se dice «terapeútico», anunció el ministro de Sanidad chino, Zhang Wenkang.
«China no aprueba ni acepta ninguna experiencia de clonación humana, de manera clara y definitiva», explicó el exponente gubernamental a la agencia «China News».
El Gobierno uruguayo: la clonación, «un proceso antinatural»
MONTEVIDEO, 29 noviembre 2001.- El gobierno uruguayo se pronunció este jueveds contra la clonación humana al considerar que es «un proceso antinatural» que generará problemas legales por la ausencia de progenitores, según sostuvo el ministro de Salud Pública, Luis Fraschini.
«Hay una iniciativa de ley que tiende a la prohibición de la clonación en el país. Nosotros (el gobierno) vamos a apoyar la prohibición de la clonación», dijo Fraschini al semanario «Búsqueda».
El ministro subrayó que «sobre este tema hay una coincidencia entre todos los sectores (políticos) de que la clonación no es buena para el país».
El Parlamento Europeo rechaza un informe que permitía la clonación terapéutica
Se oponen al texto tanto conservadores como progresistas
BRUSELAS, 29 noviembre 2001.- El pleno del Parlamento Europeo rechazó este jueves un informe redactado por la comisión temporal sobre la genética que se oponía a la clonación humana reproductiva, pero que abría la puerta a la terapéutica.
El Pleno rechazó el texto presentado por el eurodiputado italiano del Partido Popular Francesco Fiori por 316 votos en contra, 37 a favor y 47 abstenciones.
Se opusieron al texto defensores de posiciones contrapuestas. Algunos diputados consideraban que era demasiado laxista, pues abría el paso a una auténtica clonación humana, aunque fuera por motivos de experimentación médica.
Otros sectores lo consideraron demasiado rígido, pues no promovía la financiación comunitaria para la investigación con células estaminales producidas con la clonación de embriones.
El comisario europeo de Ciencia y Tecnología, Philippe Busquin, señaló que los últimos experimentos en Estados Unidos por parte de Advanced Cell Tecnology (ACT) demuestran la urgencia de hacer una reflexión profunda en este ámbito en el ámbito europeo.
Aunque apoyó la iniciativa franco-alemana de establecer un convenio internacional para la prohibición de la clonación humana, recordó que la Unión Europea no posee competencias legislativas en este tema, y que son los Estados miembros quienes deben establecer una reglamentación al respecto.
La Comisión Europea celebrará una conferencia sobre «Células madre y terapias» el 18 y 19 de diciembre en Bruselas.
3.1 ANTE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y LA LIBERTAD DE INVESTIGACIÓN
En el ámbito de los derechos humanos, la posible clonación humana significaría una violacíon de los dos principios fundamentales en los que se basan todos los derechos del hombre: el principio de igualdad entre los seres humanos y el principio de no discriminación.
Contrariamente a cuanto pudiera parecer a primera vista, el principio de igualdad entre los seres humanos es vulnerado por esta posible forma de dominación del hombre sobre el hombre, al mismo tiempo que existe una discriminación en toda la perspectiva selectiva-eugenista inherente en la lógica de la clonación. La Resolución del Parlamento Europeo del 12 de marzo de 1977 reafirma con energía el valor de la dignidad de la persona humana y la prohibición de la clonación humana, declarando expresamente que viola estos dos principios. El Parlamento Europeo, ya desde 1983, así como todas las leyes que han sido promulgadas para legalizar la procreación artificial, incluso las más permisivas, siempre han prohibido la clonación. Es preciso recordar que el Magisterio de la Iglesia, en la Instrucción Donum vitae de 1987, ha condenado la hipótesis de la clonación humana, de la fisión gemelar y de la partenogénesis. Las razones que fundamentan el carácter inhumano de la clonación aplicada al hombre no se deben al hecho de ser una forma excesiva de procreación artificial, respecto a otras formas aprobadas por la ley como la FIVET y otras.
Como hemos dicho, la razón del rechazo radica en la negación de la dignidad de la persona sujeta a clonación y en la negación misma de la dignidad de la procreación humana. Lo más urgente ahora es armonizar las exigencias de la investigación científica con los valores humanos imprescindibles. El científico no puede considerar el rechazo moral de la clonación humana como una ofensa; al contrario, esta prohibición devuelve la dignidad a la investigación, evitando su degeneración demiúrgica. La dignidad de la investigación científica consiste en ser uno de los recursos más ricos para el bien de la humanidad. Por lo demás, la investigación sobre la clonación tiene un espacio abierto en el reino vegetal y animal, siempre que sea necesaria o verdaderamente útil para el hombre o los demás seres vivos, observando las reglas de la conservación del animal mismo y la obligación de respetar la biodiversidad específica.
La investigación científica en beneficio del hombre representa una esperanza para la humanidad, encomendada al genio y al trabajo de los científicos, cuando tiende a buscar remedio a las enfermadades, aliviar el sufrimiento, resolver los problemas debidos a la insuficiencia de alimentos y a la mejor utilización de los recursos de la tierra.
Para hacer que la ciencia biomédica mantenga y refuerce su vínculo con el verdadero bien del hombre y de la sociedad, es necesario fomentar Ccomo recuerda el Santo Padre en la Encíclica Evangelium vitaeC una * mirada contemplativa + sobre el hombre mismo y sobre el mundo, como realidades creadas por Dios, y en el contexto de la solidaridad entre la ciencia, el bien de la persona y de la sociedad.
* Es la mirada de quien ve la vida en su profundidad, percibiendo sus dimensiones de gratuidad, belleza, invitación a la libertad y a la responsabilidad. Es la mirada de quien no pretende apoderarse de la realidad, sino que la acoge como un don, descubriendo en cada cosa el reflejo del Creador y en cada persona su imagen viviente + (Evangelium vitae, 83).
Extracto del texto hecho por el Vaticano:
MARCO HISTORICO
4. TEORIA
En biología, por clon se entiende un grupo de organismos de idéntica constitución genética que procede de un único individuo mediante multiplicación sexual, siendo a su vez iguales a el. La obtención de clones -clonación- es una practica habitual en muchas especies de plantas donde la reproducción asexual vegetativa por esquejes es posible. Sin embargo, la obtención de clones en especies animales no es normal, aunque posible.
A continuación se describen algunos aspectos históricos de clonación como técnica experimental en vertebrados que desembocó en la obtención de mamíferos clónicos por transferencia de núcleos de células diferenciadas.
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Técnicas de clonación:
En vertebrados se han hecho experimentos de clonación en anfibios y en mamíferos, de acuerdo con los tipos siguientes:
Partición o Gemelación: división de embriones por bisección o separación de blastómeros en los primeros estadios de desarrollo embrionario. Los productos que se obtienen son iguales entre sí pero diferentes a sus progenitores.
Transferencia de núcleos: transferencia o trasplante de núcleos diplóides a ovocitos, óvulos o cigotos enucleados. La importancia del citoplasma de la célula al mandar las instrucciones moleculares a la información genética del núcleo para iniciar le proceso de desarrollo embrionario justifica el tipo de células utilizadas como receptoras. Se pueden distinguir dos casos según sea la procedencia de los núcleos.
Núcleos transferidos procedentes de células embrionarias no diferenciadas.
Núcleos transferidos procedentes de células diferenciadas (adultas, fetales o embrionarias). Desde el punto de vista de sus posibles aplicaciones en mamíferos, la importancia de utilizar como donadores individuos adultos radican en su valor genético probado.
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Clonación en anfibios mediante transferencia de núcleos:
La idea de utilizar una técnica de transferencia de núcleos en embriología experimental se remonta a 1938 en que spemann propuso dicha técnica para estudiar el papel relativo que el núcleo y el citoplasma juegan en el control de los primero momentos del desarrollo embrionario, pero que tuvieron que pasar todavía muchos años hasta que se aplico en anfibios.
La experiencia de clonación en anfibios por transferencia de núcleos se inició en la década de los 50. Las clonaciones de briggs y king y de di berardini y king en rana papiens consistieron en transferir núcleos de células de blástula, gástrula, néurola y renacuajo a citoplasmas de óvulos sin fecundar que habían sido previamente enucleados mediante micromanipulaciòn y de esta manera, comprobar si tales núcleos eran capaces de eche marcha atrás en su proceso informativo y volver a dar un desarrollo normal.
Los mencionados autores observaron que al transferir núcleos de blástula el desarrollo se completaba con normalidad, mientras que la utilizar núcleos procedentes estadios más avanzados disminuía progresivamente su capacidad para dar un nuevo desarrollo normal. De sus resultados dedujeron que la capacidad de los núcleos para procurar una diferenciación coordinada se va restringiendo paulatinamente, es decir, van perdiendo gradualmente su toipotencia. En otras palabras, las células diferenciadas no eran totipotentes.
Sin embargo, las experiencias realizadas en la década de los 60 en el sapo con garras, xenopus laevis, por gurdon y uehilinger parecen contradecir las conclusiones anteriores porque lograron obtener un macho y una hembra adultos normales trasplantando núcleos de células diferenciadas (células cliadas de epitelio intestinal) de renacuajo a citoplasma de óvulos enucleados por radiación ultravioleta. Más tarde, otro grupo de investigación obtenía tan bien una hembra de xenopus a partir de células diferenciadas de renacuajo: en conjunto, los tres adultos obtenidos suponen un 0.2% de éxito respecto al total de núcleos transferidos.
Es importante hacer notar que aunque los núcleos transplantados procedían de células diferenciadas de renacuajos, estos no son individuos adultos sino estadios intermedios en la metamorfosis del anfibio. De hecho, parece ser que hasta la fecha no se ha logrado obtener individuos normales a partir de trasplantes de núcleos de células diferenciadas procedentes de individuos adultos.
ESPECIE | CELULA RECEPTORA | CÉLULA DONADORA DEL NUCLEO | |
Rana papiens (briggs y king 1952-1967) | Óvulo sin fecundar enucleado | Blástula normal Gástrula néurola Renacuajo | |
Xenopus lavéis (gordón, 1960) | Óvulo sin fecundar enucleado | Diferenciada: célula ciliada epitelial de intestino de renacuajo. | |
(Kobel y col, 1973) | Óvulo sin fecundar enucleado | Diferenciada: células epidérmicas y melanóforos de renacuajo. |
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Clonación de mamíferos mediante transferencia de núcleos.
Los éxitos obtenidos en la clonación de anfibios estimuló él intentarlo también en mamíferos de laboratorio (ratón) y de granja (vaca, oveja, cabra), sin embargo se tardaron bastantes años para lograr los primeros.
Resultados positivos, aunque parciales por cuanto los núcleos que se transferían procedían de células embrionarias no diferenciadas. Por fin en 1997 se obtuvo por primera vez en la historia de la ciencia un mamífero clónico mediante transferencia de núcleos procedentes de células diferenciadas. Wilmut y colaboradores obtuvieron ovejas clónicas utilizando núcleos procedentes de fibroblastos fetales y de epitelio de glándula mamaria de oveja adulta. Este ultimo caso fue la oveja dolly. Al año siguiente, en 1998, se logró se logro también la clonación a partir de células diferenciadas de ratones y en ganado vacuno.
5. UN RELATO CRONOLÓGICO DE LA CLONACIÓN EN MAMÍFEROS
Tras algunos intentos fallidos realizados en conejo el primer trabajo publicado sobre la clonación por transferencia de núcleos en mamíferos fue realizado en el ratón (musculus) en 1981 por illmensee y hoppe, quienes demostraron que los núcleos de la célula de la masa celular interna (mci) del blastocisto son totipotentes. La técnica experimental consistió en inyectar con una micropipeta dichos núcleos en el citoplasma de óvulos fecundados a los que se extraerían por succión los pronúcleos masculino y femenino después de la inyección nuclear utilizando la misma micropipeta. Sin embargo, en experimentos similares en los que se inyectaban núcleos extraídos de células del trofoectodermo del blastocisto, los embriones obtenidos detenían su desarrollo en los estadios primeros de preimplantación
En relación con este trabajo hay que destacar que fue puesto en duda por algunos científicos, argumentando ciertas irregularidades del protocolo experimental. No obstante, de ser correcta la investigación realizada, la importancia de este elemento de illmensee y hoppe radicaría en ser el primero en lograr la formación de un individuo a término en un mamífero. Sin embargo, hay que destacar dos hechos: uno, que se utilizo un huevo fecundado, lo cual posiblemente, sirvió para poner en marcha los mecanismos o señales citoplasmáticas propias de un cigoto normal para iniciar las divisiones embrionarias. El otro aspecto a considerar es que los núcleos trasplantados no pertenecían a células diferenciadas. De hecho, cuando los núcleos transferidos procedían de células del trofoectodermo el experimento no tuvo éxito.
Posteriormente hoppe y illmensee describieron la obtención de individuos normales a partir de la transferencia a óvulos de núcleos de células de la masa celular interna (mci) de blastocistos partenogenéticos originados por activación de ovocitos tras la inducción de la ovulación mediante gonadotropinas. La técnica de transferencia nuclear y de enucleación (succión de los dos pronúcleos) del cigoto fue la misma que se ha descrito anteriormente. Este experimento demostraría que los núcleos de la mci de los blastocistos partenogenéticos son totipotentes y tienen una genoma diploide partenogenético funcional. Este hecho permite plantear la cuestión de por qué los blastocistos partenogenéticos no son capaces de continuar su desarrollo postimplantatorio si realmente su genoma parece ser normal. Hay que indicar también que en esta experiencia, como en la del año 1981 antes citada la transferencia de núcleos de células del trofoectodermo dio resultados negativos; es decir, no eran totipotentes.
El siguiente paso experimental lo dieron en 1983 mcgrath y solter poniendo a técnica en la que enucleación de los pronúcleos del cigoto lo hacían mediante succión con una micropipeta pero sin atravesar la membrana plasmática, obteniendo así un carioplasto (núcleos rodeados por una membrana plasmática) que posteriormente funcionaban con el cigoto enucleado mediante el virus sendai inactivo que favorece la función de membranas. La supervivencia de los embriones manipulados con esta técnica era supero al 90%, pareciendo indicar claramente que podría ser utilizable en experimentos de clonación. Sin embargo los mismos autores no tuvieron éxito a l transferir núcleos blastómeros a cigotos enucleados.
El no haberse logrado ratones clónicos de células diferenciadas o incluso indiferenciadas se ha atribuido, entre otras razones, al fenómeno de impronta genética que da lugar a diferencias funcionales de los genomas de origen paterno y materno, pareciendo ser ambos necesarios parar el normal proceso de desarrollo.
Teniendo en cuenta que se considera al ratón como especie biológica modelo en experimentación embriológica, cundió la idea de que la clonación era imposible en mamíferos. Ello pudo suponer una rémora para el progreso de ese tipo de investigaciones. Sin embargo en 1986 willdsen consiguió el desarrollo normal de ovejas a partir blastómeros de embriones de 8 ó 16 células fusionados mediante virus sendai o electrofusion con la mitad enucleada obtenida por bisección de un ovocito en metafase. Ii, demostrando que los núcleos de los blastómeros eran totipotentes. Por otro lado y casi simultanéamele, prather y otros estudiantes del laboratorio de firist transfiriendo el núcleo de un embrión temprano de vaca a un ovocito enucleado, haciendo crecer el embrión en el oviducto de una oveja hasta alcanzar el estadio de blastocisto para depuse transferirlo al útero de una vaca madre subrogada, logrando de esta manera el nacimiento de un ternero.
Siete años más tarde, en 1994 sims, y firist obtuvieron cuatro terneros por fusión con polietilenglicol de ovocitos enucleados con células cultivadas de la masa celular interna de blastocistos de 9-12 días. Realizaron 659 fusiones de las que solamente 460(70%) comenzaron las divisiones embrionarias. Los embriones obtenidos se mantuvieron en cultivo durante 7 días, al cabo de los cuales 109(24%) alcanzaron el estadio de blastocisto. De ellos, solo fueron transferidos al útero de 27 vacas, de las que 13 (49%9 quedaron preñadas finalmente 4 de ellas parieron otros tantos terneros. Es importante resaltar que, como, en los casos anteriores, los individuos clonicos obtenidos procedían de células indiferenciadas.
En 1996 se produjo inflexión en el proceso de las técnicas utilizadas en los procesos de clonación ya que,hasta entonces, la obtención de individuos clónicos en mamíferos a partir de transferencias de núcleo implicaba que éstos procedieran directamente de células embrionarias o bien de sus correspondientes cultivos celulares primarios. Sin embargo, en 1996 el grupo de investigación que dirige el Dr. Ian wilmul en el roslin instituto de Edimburgo. Logró obtener por vez primera en mamíferos ovejas normales para transferencia de núcleos de células de cultivos procedentes de discos embriónicos de blastocistos de nueve días que habían sido mantenidos durante 6 a 13 repicados celulares. Antes de realizar la transferencia, las células del cultivo fueron inducidas a un estado aquiescente por privación de suero en el medio, disminuyendo durante 5 días la concentración de suero bovino fetal de un 10%a un 5%. La inducción de la aquiescencia en las células donadoras puede modificar la estructura de su cromatina facilitando la repragramación genética del núcleo y permitiendo el desarrollo completo normal.
Teniendo en cuenta que el desarrollo de los embriones producidos por trasferencia nuclear depende de las interacciones entre el núcleo dodador y el citoplasma receptor, otro aspecto importante de la técnica es que la célula receptora era un ovocito secundario en metafase 2 enucleado por succión. Dado que los ovocitos en metafase 2 tienen una alta actividad del factor promotor de la maduración /mitosis /meiosis (mpf), los núcleos transferidos que estaban en fase son capaces de iniciar la rotura de su membrana nuclear y la condensación de la cromatina, de manera que se pueda originar una posterior reprogramación de la expresión génica.
Una vez reconstruidos los embriones por función (electrofunsión) de un ovocito enucleado y una célula del cultivo en fase transfieren al oviducto ligado de una hembra para que inicien su desarrollo y al cabo de 7 días se recuperan los embriones en estados de mórula o blastocisto y se introducen en el útero de la hembra que ha de actuar como madre biológica para completar el desarrollo embrionario y llevar la gestación a término. En algún caso la transferencia al ovocito es sustituida por un cultivo en el laboratorio.
Parecía, pues, que la técnica experimental estaba a punto, quedaba dar un nuevo salto cualitativo: utilizar como donadores del núcleo células diferenciadas. Y así fue en efecto: al año siguiente, wilmut y colaboradores obtenían ovejas viables por reconstrucción de embriones a partir de cultivos celulares procedentes de discos embriónicos de blastocitos de 9días,de fibroblastos de fetos de 26 días y de epitelio de glándula mamaria de una oveja adulta de 6 años en el último trimestre de gestación.
Como puede verse, los tres tipos de células donadoras dieron lugar a individuos vivos a término. Por primera vez en la historia de la ciencia se lograba clonar un mamífero a partir de una célula diferenciada procedente tanto de feto como de adulto. La morfología externa de los ocho corderos u ovejas obtenidas correspondía a la raza de la célula donadora del núcleo y no a la del ovocito enucleado receptor y de la oveja que actuó como madre biológica, que en ambos casos era la raza escocesa de cara negra. Con ello quedaba descartado que los individuos nacidos pudieran proceder de un apareamiento inadvertido de las ovejas utilizadas como donadoras de ovocitos o como madres biológicas. Además, para probar que se trataba de individuos obtenidos por clonación se analizó y comparo eladn microsatélite en cuatro luci polímorfícos de los cultivos celulares donadores, de los individuos nacidos y de las respectivas madres biológicas.
Hay que señalar también que en su experimento. Wilmut y colaboradores obtuvieron también tres individuos a partir de células diferenciadas (fibroblastos) fetales, aunque pasaron desapercibidos porque lo más llamativo e importante había sido el nacimiento de la oveja dolly obtenida a partir de una célula diferenciada (tejido epitelial de glándula mamaria) de una oveja adulta.
Sin pretender restar mérito alguno al experimento, es importante señalar que, tal como indicaba los propios autores, el cultivo celular primario utilizado contiene en su mayor proporción (>90%) celulares epiteliales mamarias así como otros tipos de células diferenciadas, incluyendo células mioepiteliales y fibroblastos. Sin embargo, los autores dicen que “no pueden incluir la posibilidad de que haya una pequeña proporción de células troncales relativamente indiferenciadas capaces de la regeneración de las glándulas mamarias durante la gestación “,al hacer la fusión de una célula del cultivo con el ovocito enucleado ellos no sabían cuál era el fenotipo de la célula fusionada; es decir si era epitelial, mioepitelial, fibroblástica o troncal. En cualquier caso, como se señala anteriormente, era la primera vez que se obtenía un mamífero clonado a partir de un tejido de un individuo adulto. Por otro lado, la presencia de células troncales en diversos tipos de tejidos y órganos de individuos adultos parece que está siendo constatada cada vez con mayor frecuencia.
En el mismo año de 1997,el grupo de wilmut obtenía de nuevo seis ovejas clónicas por transferencia de núcleos de fibroblastos fetales primarios. Entre ellas había tres ovejas transgénitas portadoras del gen humano que codifica para el factor ix de coagulación de sangre. Por su parte en 1997,el grupo del Dr. Wolf en el oregon regional primate research center, trabajando con el mono rhesus, obtuvo 29 embriones por transferencia de núcleos de células indiferenciadas que fueron en el útero de 9 hembras de las que tres quedaron preñadas y solo dos dieron lugar al nacimiento de sendos macacos: un macho y una hembra. Sin embargo, l os más de cien embriones obtenidos en el primer semestre de 1998 por transferencia de núcleos procedentes de fibroblastosfetales (100) y adultos (9) dieron negativo.
Podría decirse que no menos importante que la propia obtención de la oveja dolly ha sido la validación y ratificación de las técnicas utilizadas. Los resultados experimentados obtenidos por el grupo de investigación del Dr. Ian wilmut en el roslin instituto de Edimburgo han dejado de ser una mera “anécdota” - cómo algunos detractores decían- para ser unos auténticos resultados experimentales ratificados por otros grupos de investigación que han repetido la técnica de transferencia de núcleos de células diferenciadas de animales adultos en otras especies como el ganado vacuno o el ratón. En esta ultima especie el Dr. Yamagimachi y colaboradores, de la universidad de hawai, obtuvieron hembras clónicas a partir de células diferenciadas del cúmulo que rodean el ovocito; de hay el nombre de cumulina con los que se denominó que el ratón es la especie considerada como modelo biológico animal idónioeste último trabajo tiene una importancia considerable; hasta el punto de que en el mismo número de la revista nature(23 de julio de 1998)en el que aparecía publicado el artículo, firmaba el Dr. Davor Solter un comentario- titulada “dolly es el clon y ya no está sola por más tiempo “ en el que daba el espaldarazo definitivo de la clonación en mamíferos, aceptando ya sin duda alguna la validez científica de dolly. Este comentario del Dr. solter tiene mayor significación que en 1984 había afirmado muy categóricamente, arrastrando en su creencia a la comunidad científica, que “la clonación de mamíferos pro simple transferencia nuclear es biológicamente imposible”. Abundando en el tema, en ese mismo artículo de la revista nature se publicaban dos trabajos adicionales que volvían a demostrar molecularmente que dolly procedía verdaderamente de una célula de la glándula mamaria de la oveja adulta donadora.
En el ganado vacuno, el grupo de trabajo que dirige el Dr. Renard implantó en 35 vacas 61 blastocistos obtenidos por transferencia de núcleos de células somáticas diferenciadas a ovocitos enucleados, consiguiendo el nacimiento de la ternera marguerite que había sido clonada a partir de una célula muscular de un feto de 60 días. Al parecer dicha ternera murió posteriormente. Por otro lado el Dr. Renard informó que había cuatro gestacimes en marcha. Ya en la parte final del embarazo. Una de las gestaciones procede de la clonación de una célula del epitelio fetal con un marcador transgénico y otra del epitelio de un ternero de dos semanas de edad.
Por su parte, el grupo que dirige el Dr. Roble obtuvo también en 1998 tres terneros clónicos transgénicos a partir de fibroblastos no quiescentes procedente de un feto de 5 días. Por otra parte, en el congreso internacional de reproducción animal de 1998 que tuvo lugar en Milán, se presentaron también sendos trabajos que describían la obtención de embriones clónicos de ganado vacuno a partir de células musculares o de la piel.
Más recientemente, en diciembre de 1998, sunoda y colaboradores publicaron un trabajo en el que obtuvieron ocho terneras clónicas a partir de células del cúmulo y de células epiteliales de oviducto de una misma vaca. Esta investigación supone la confirmación de las técnicas de clonación por transferencia de núcleo a partir de células diferenciadas en la especie bovina y abre una esperanza al aumento de eficacia de las técnicas utilizadas. De las ocho terneras cuatro murieron nada más al nacer, pero las otras cuatro, dos habían cumplido ya 120 días y las otras dos 85 días el 1 de noviembre de 1998 fecha en que su trabajo entraba en prensa.
En mayo de 1999 se ha publicado el primer trabajo (baguisi y colaboradores) de clonación de cabras por transferencia de núcleos, que además son a su vez transgéneticas, y producen en la leche antitrombina III humana.
5.1 NOTAS HISTÓRICAS.
El progreso del conocimiento y el correspondiente desarrollo de la técnica en los campos de la biología molecular, la genética y la inseminación artificial ha hecho posible, desde hace algún tiempo, la experimentación y la clonación en el ámbito de las especies vegetales y animales".
"La noticia sobre el nacimiento de la oveja Dolly, publicada por la revista 'Nature' el 27 de febrero de 1997, conmocionó a la opinión pública de modo excepcional, y provocó pronunciamientos de comités y autoridades nacionales e internacionales, porque se trataba de un hecho nuevo y considerado inquietante".
"La novedad del hecho es doble. Por una parte, no se ha tratado de una escisión gemelar, sino de una novedad radical definida como clonación, esto es, de una reproducción asexual y agámica dirigida a producir individuos biológicamente iguales al individuo adulto que proporciona el patrimonio genético nuclear. Por otra parte, este tipo de clonación verdadera y propia se consideraba hasta ahora imposible".
"Superada esta supuesta imposibilidad, parece que ya está abierto el camino hacia la clonación humana, entendida como replicación de uno o más individuos somáticamente idénticos al donante".
"Este hecho ha provocado justamente ansiedad y alarma. Pero después de una primera fase de oposición unánime, algunas voces han querido llamar la atención sobre la necesidad de garantizar la libertad de investigación".
"Por tanto, es útil examinar atentamente este hecho considerado inquietante".
Los progresos del conocimiento y los consiguientes avances de la técnica en el campo de la biología molecular, la genética y la fecundación artificial han hecho posibles, desde hace tiempo, la experimentación y la realización de clonaciones en el ámbito vegetal y animal.
Por lo que atañe al reino animal se ha tratado, desde los años treinta, de experimentos de producción de individuos idénticos, obtenidos por escisión gemelar artificial, modalidad que impropiamente se puede definir como clonación.
La práctica de la escisión gemelar en campo zootécnico se está difundiendo en los establos experimentales como incentivo a la producción múltipla de dados ejemplares seleccionados.
En el año 1993 Jerry Hall y Robert Stilmann, de la George Washington University, divulgaron datos relativos a experimentos de escisión gemelar (splitting) de embriones humanos de 2, 4 y 8 embrioblastos, realizados por ellos mismos. Se trató de experimentos llevados a cabo sin el consentimiento previo del Comité ético competente y publicados Csegún los autoresC para avivar la discusión ética.
Sin embargo, la noticia dada por la revista Nature Cen su número del 27 de febrero de 1997C del nacimiento de la oveja Dolly, llevado a cabo por los científicos escoceses Jan Vilmut y K.H.S. Campbell con sus colaboradores del Roslin Institute de Edimburgo, ha sacudido la opinión pública de modo excepcional y ha provocado declaraciones de comités y de autoridades nacionales e internacionales, por ser un hecho nuevo, considerado desconcertante.
La novedad del hecho es doble. En primer lugar, porque se trata no de una escisión gemelar, sino de una novedad radical definida como clonación, es decir, de una reproducción asexual y agámica encaminada a producir individuos biológicamente iguales al individuo adulto que proporciona el patrimonio genético nuclear. En segundo lugar, porque, hasta ahora, la clonación propiamente dicha se consideraba imposible. Se creía que el DNA de las células somáticas de los animales superiores, al haber sufrido ya el imprinting de la diferenciación, no podía en adelante recuperar su completa potencialidad original y, por consiguiente, la capacidad de guiar el desarrollo de un nuevo individuo.
Superada esta supuesta imposibilidad, parecía que se abría el camino a la clonacíon humana, entendida como réplica de uno o varios individuos somáticamente idénticos al donante.
El hecho ha provocado con razón agitación y alarma. Pero, después de un primer momento de oposición general, algunas voces han querido llamar la atención sobre la necesidad de garantizar la libertad de investigación y de no condenar el progreso; incluso se ha llegado a hablar de una futura aceptación de la clonación en el ámbito de la Iglesia católica.
Por eso, ahora que ha pasado un cierto tiempo y que es está en un período más tranquilo, conviene hacer un atento examen de este hecho, estimado como un acontecimiento desconcertante.
5.2 EN BUSQUEDAD DE UNA SOCIEDAD PERFECTA
Este articulo fue publicado el 22 de septiembre de 2000 por la revista ¡Despertad!, La cual es dirigida por los Testigos de Jehová, en el cual podemos encontrar el desarrollo que ha tenido la clonación a través de los años:
Sería maravilloso vivir en un mundo mejor cuyos ciudadanos no estuviesen aquejados de dolores, enfermedades ni minusvalías, sí, en una comunidad mundial exenta de delitos y contiendas, en una familia humana libre de la muerte.
Es obvio que para alcanzar tales objetivos harían falta cambios trascendentales en el propio género humano. Las ideas sobre cómo mejorar la humanidad no son nuevas. Hace unos dos mil trescientos años, el filósofo griego Platón escribió: “Lo mejor de un sexo debería unirse con lo mejor del otro tan a menudo como fuera posible, lo inferior con lo inferior lo más raramente posible”. No obstante, fue en fechas mucho más recientes cuando se realizarón las primeras tentativas serías para perfeccionar a la familia humana. Surgía así una nueva disciplina: la eugenesia.
El término eugenesia lo acuño en 1883 el científico británico sir Francis Galton, primo de Charles Darwin. Esta palabra se deriva de un vocablo griego compuesto que significa “de buen nacimiento” o “de herencia noble”. Galton era consciente de que la cría selectiva conseguía que algunos animales y flores tuvieran ciertas cualidades deseables. ¿No sería posible, por tanto, mejorar la humanidad con métodos análogos? Galton creía que sí. Argumentaba que si se dedicase a “la mejora del género humano” una mínima parte del dinero y el empeño que se empleaban en la crianza de caballos y vacas, se obtendría “una galaxia de genios”.
Influido por los escritores de Darwin, Galton razonaba que había llegado la hora de que el ser humano asumiera las riendas de su propia evolución. Durante los primeros decenios del siglo XX, sus ideas gozaron de gran popularidad entre los políticos, científicos y académicos de Europa y Estados Unidos. El cabeza de una poderosa nación reflejo los conceptos entonces en boga cuando escribió: “La sociedad no tiene derecho alguno a permitir que los degenerados procreen más de su casta.
A cualquier grupo de ganaderos que toleran que sus mejores ejemplares no se reprodujeran y dejaran que todas las crías nacieran de los peores especímenes se les consideraría dignos de acabar en el matrimonio. Algún día terminaremos comprendiendo que el principal deber del ciudadano idóneo es dejar descendencia en el mundo, y que no tenemos derecho a perpetuar cuidadanos inadecuados”. Estas palabras nacieron de la pluma del vigésimo sexto presidente de Estados Unidos, Theodore Roosevelt.
En las ferias y exposiciones que se celebraban en Gran Bretaña y Estados Unidos solía representarse el tema de la herencia genética, y a menudo se utilizaban tableros verticales en los que se exhibía una serie de cobayos (conejillos de indias) disecados. Su colocación procura mostrar cómo se trasmitía el color del pelaje de una generación a otra. El texto adjunto aclaraba el propósito de aquellas exhibiciones. Por ejemplo, uno de los cuadros decía: “Rasgos humanos impropios como la debilidad mental, epilepsia, criminalidad, demencia, alcoholismo, pauperismo y muchos más, se dan en linajes familiares y se heredan de modo idéntico que el color de los cobayos”. Otro tablero planteaba la pregunta: “'¿Hasta cuándo los americanos seremos cuidadosos con la sangre de nuestros cerdos, pollos y ganado vacuno, y dejaremos, en cambio, la ascendencia de nuestros hijos al azar?.
MARCO TEÓRICO
La clonación reproductiva humana se define como la manipulación de células con el fin de realizar una replica de sí mismas para finalmente obtener dos o más individuos genéticamente idénticos.
6. QUE ES EXACTAMENTE UN CLON?
No han tratado sencillamente de clonar animales, de producir facsimiles de los seres existentes. El Interes principal no es multiplicar ganado selecto y menos aun pretender clonar seres humanos. Eso nunca estuvo en el programa; se trata sencillamente de lo que otras personas juzgaron que era importante.
La clonacion es y ha sido siempre un ejercicio cientifico —averiguar como funcionan las celulas— y una tecnologia que permita la transformacion genetica de anirnales. Clonacion, no obstante, es lo que hacen, así que comenzamos cuestionando que es y que no es la clonacion; Los detalles importan. Corresponden la ciencia y ademas, en la practica, los hechos de la cuestion influyen en decisiones eticas y en actitudes teologicas. La palabra clon posee numerosas connotaciones, y es empleada para describir a varias en-tidades biologicas diferentes (o al menos claramente distinguibles) cuya gama tenemos que examinar. Resulta al menos pertinente recordar, por ejemplo, que Dolly no constituye una replica absoluta, al ciento por ciento, de la vieja oveja que proporciono su primera celula (y a la que bien podriamos llamar su madre clonica). No es tan similar a su madre clonica como serian dos gemelos identicos. Es simplemente un clonsenomico, un clon del ADN.
6.1 CONCEPTOS BIOLOGICOS SUBYACENTES.
Todos los seres vivos se reproducen. La reproduccion, o replicacion, es uno de los rasgos distintivos de la vida.
En terminos muy amplios, cabe dividir a los seres vivos entre los que conservan su ADN bien encerrado dentro de un nucleo —y reciben el nombre de eucariotas— y aquellos cuyo ADN no se halla tan estrictamente guardado, sino que tan solo esta acumulado dentro del cuerpo de la celula, y son llzmzdos procariotas. En el grupo de los eucariotas figuran los protozoos, las algas, las plantas, los hongos y los animates; los procariotas, comunmente conocidos co-mo microbios, son las bacterias y las arqueobacterias.
La mayorfa de los seres, lo mismo procariotas que eucariotas,
practican tanto la reproduccion asexual como la sexual. Entre los
procariotas, la reproduccion asexual —clonacion— es el modo
normal de replicacion, aunque las bacterias utilizan tambien diversas
formas de una rudimentaria reproduccion sexual. En algun mo-
mento, todos los seres que ese reproducen asexualmente tuvieron que haber sido sexuales es imposible imaginar como podrían haber evolucionado de otra manera—pero ya han abandonado ya por completo el sexo. La
asexualidad es corriente en todos los grandes grupos de eucariotas. Hay
muchos hongos (curiosamente conocidos como hongos imperfec-
tos) en los que jamas ha sido observada la reproduccion sexual. La
mayoria de las plantas son tambien tanto sexuales como asexuales. Las plantas con flor se reproducen por semillas, pero tambien se clonan a si mismas asexualmente, mientras que los jardineros clonan mediante esquejes muchas de las plantas que cultvan.
Entre los numerosos animales que tambien se reproducen
asexualmente, al menos durante parte de su vida, figuran corales,
muchos insectos y una gama de vertebrados entre los que se en-
cuentran ciertos peces y lagartos e incluso, bajo condiciones artifi-
ciales, determinadas aves. Todos los animales han de descender de
formas cqn reproduccion sexual, pero, como se ha indicado antes,
algunos han abandonado el sexo por completo. El reproducirse consiste simplemente en dividirse.
La clonacion constituye una forma de reproduccion asexual aunque en realidad no sea solo eso, puesto que existen muchas vias hacia la clonacion.
El sustantivo «clon» es empleado de dos maneras. Se aplica en primer lugar a la prole especifica lograda mediante reproduccion asexual; asi de dos camuesos de cox, por ejemplo, producidos a partir de esjnigjes, se dice que son clones entre si. Pero tambien se aplica el termino a toda la prole producida asexual y colectivamente y a su progenitor identico; por lo tanto todos los carnuesos de Cox que han existido, desde el primero que surgio de una pepita en el siglo XIX, constituyen un clon. El cientifico que suscita la reproduccion asexual en algun ser se afirma asimismo que lo clona. De esta manera, los olmos se clonan a si mismos para formar bosquecillos enteros y se clono a Dolly a partir de celulas cultivadas de glandula mamaria.
Un humano no se reproduce asexualmente, al menos de forma natural. Para los cientiicos, el sexo constituye un preliminar necesario de la replicación es por esto que la asexualidad nos da una cierta impresion de rareza.
El contenido del sexo no es la multiplicación sino la mezcla de genes de organismos diferentes. Cabe inquirir desde luego por que diferentes organismos necesitarfan mezclar sus genes y hay varias respuestas al efecto. La tradicional es —o era— que mediante la combinacion de sus genes los seres producen una gama realmente infinita de nuevas variaciones geneticas y que eso permite que la evolucion actue con mayor rapidez que la que de otro modo seria posible. Por ejemplo, si dos individuos de una poblacion experimentan una mutacion genetica que resulta ser beneficiosa, pueden producir una prole dotada de ambos, que seria un tipo de supercriatura. Es por esto que se forma una nueva problemática,denominada ”eutanasia” que consiste en la discriminación de un ser, suceso que no es etico debido a que no se le da la misma importancia.
Un punto a favor de la evolucion a largo plazo es que en su ausencia no existirian seres humanos ni elefantes ni robles. A diferencia que a largo plazo jamas tendria lugar si quedara anulado por el corto plazo. El cambio evolutivo es fortuito, un be-neficio marginal del sexo. Resulta muy utfl, pero no puede ser su fuerza impulsora.
7. QUÉ ES LA CLONACIÓN?
Hay que diferenciar el uso de la palabra clonación en distintos contextos de la biología:
Si nos referimos al ámbito de la Ingeniería Genética, clonar es aislar y multiplicar en tubo de ensayo un determinado gen o, en general, un trozo de ADN. Sin embargo, Dolly no es producto de Ingeniería Genética.
En el contexto a que nos referimos, clonar significa obtener uno o varios individuos a partir de una célula somática o de un núcleo de otro individuo, de modo que los individuos clonados son idénticos o casi idénticos al original.
En los animales superiores, la única forma de reproducción es la sexual, por la que dos células germinales o gametos (óvulo y espermatozoide) se unen, formando un zigoto (o huevo), que se desarrollará hasta dar el individuo adulto. La reproducción sexual fue un invento evolutivo (del que quedaron excluidas las bacterias y muchos organismos unicelulares), que garantiza que en cada generación de una especie van a aparecer nuevas combinaciones de genes en la descendencia, que posteriormente será sometida a la dura prueba de la selección y otros mecanismos evolutivos. Las células de un animal proceden en última instancia de la división repetida y diferenciación del zigoto.
Las células somáticas, que constituyen los tejidos del animal adulto, han recorrido un largo camino "sin retorno", de modo que, a diferencia de las células de las primeras fases del embrión, han perdido la capacidad de generar nuevos individuos y cada tipo se ha especializado en una función distinta (a pesar de que, salvo excepciones, contienen el mismo material genético).
El primer experimento de clonación en vertebrados fue el de Briggs y King (1952), en ranas. En los años 70, Gurdon logró colecciones de sapos de espuelas (Xenopus laevis) idénticos a base de insertar núcleos de células de fases larvarias tempranas en ovocitos (óvulos) a los que se había despojado de sus correspondientes núcleos. Pero el experimento fracasa si se usan como donadoras células de ranas adultas.
Desde hace unos años se vienen obteniendo mamíferos clónicos, pero sólo a partir de células embrionarias muy tempranas, debido a que aún no han entrado en diferenciación (y por lo tanto poseen la propiedad de pluripotencia). No es extraño pues el revuelo científico cuando el equipo de Ian Wilmut, del Instituto Roslin de Edimburgo comunicó que habían logrado una oveja por clonación a partir de una célula diferenciada de un adulto.[2] Esencialmente el método (que aún presenta una alta tasa de fracasos) consiste en obtener un óvulo de oveja, eliminarle su núcleo, sustituirlo por un núcleo de célula de oveja adulta (en este caso, de las mamas), e implantarlo en una tercera oveja que sirve como “madre de alquiler” para llevar el embarazo. Así pues, Dolly carece de padre y es el producto de tres "madres": la donadora del óvulo contribuye con el citoplasma (que contiene, además mitocondrias que llevan un poco de material genético), la donadora del núcleo (que es la que aporta la inmensa mayoría del ADN), y la que parió, que genéticamente no aporta nada.[3]
Científicamente se trata de un logro muy interesante, ya que demuestra que, al menos bajo determinadas circunstancias es posible "reprogramar" el material genético nuclear de una célula diferenciada (algo así como volver a poner a cero su reloj, de modo que se comporta como el de un zigoto). De este modo, este núcleo comienza a "dialogar" adecuadamente con el citoplasma del óvulo y desencadena todo el complejo proceso del desarrollo intrauterino.
7.1 TIPOS DE CLONACIÓN
7.1.1 Partición (fisión) de embriones tempranos: analogía con la gemelación natural. Los individuos son muy semejantes entre sí, pero diferentes a sus padres. Es preferible emplear la expresión gemelación artificial, y no debe considerarse como clonación en sentido estricto.
7.1.2 Fisión gemelar: Es el proceso por el cual a partir de una célula fecundada o embrión en las primeras fases de su desarrollo sufre una división generando dos embriones idénticos que dan origen a dos individuos idénticos.
7.1.3 Fisión embrionaria: La línea más sencilla de trabajo disponible consiste en la fisión embrionaria: la división del embrión de pocas células, de modo que cada una de las células resultantes produzca un ser adulto completo. Así, ya durante la década pasada se realizó con éxito la división de embriones muy precoces de ratón, consiguiendo varios ejemplares a partir de uno solo.
Esta línea (el empleo de células en estado embrionario) fue la trabajada en el experimento de hall y Stillman en 1993, que también dio mucho que hablar, debido fundamentalmente a haberse realizado con embriones humanos. Dicho experimento no revestía especiales complicaciones técnicas. Los autores tomaron 17 embriones de dos a ocho células, sobrantes de la práctica de fecundación in Vitro: no se trataba de embriones normales, sino triploides, resultado de la fecundación de un óvulo por más de un espermatozoide, fenómeno relativamente frecuente durante la práctica de las técnicas de reproducción asistida. Estos embriones triploides no son viables, y eran material de desecho. Los investigadores les retiraron de su zona pelúcida, los sometieron a micro manipulación para dividirlos, obteniendo así 48 embriones, que colocaron en un medio de cultivo con polialginato sódico, que reemplazó a la zona pelúcida original y permitió el crecimiento ulterior de los embriones divididos.
Los resultados fueron los siguientes: cuando el embrión original tenía 8 blastómeros antes de la excisión, los nuevos embriones se desarrollaron como máximo hasta el estadio de ocho células. Si tenía 4 blastómeros, podían alcanzar las 16 células. Y los embriones que resultaron de la división en el estadio de dos blastómeros, alcanzaron a tener 32 células, con buen aspecto; no se sabe si estos últimos se hubieran desarrollado más. Hall y Stillman habían decidido interrumpir ahí el experimento. Habría sido necesario que se implantaran para poder proseguir su desarrollo.
El experimento de Hall y Stillman perseguía dos objetivos. El primero, teórico y principal, averiguar si realmente, tal como se suponía, las células embrionarias humanas en estadio de mórula poseían la totípotencia que habitualmente se les atribuye. El experimento, aunque aparentemente parece haber confirmado esta suposición, al menos para el estado de embrión de dos células, es bastante discutible en sus conclusiones: ese experimento se realizó con embriones triploides, inviables; por tanto, realmente, no sabemos qué puede pasar con los embriones normales. Con respecto a ellos sólo tenemos la sospecha de que sucederá lo mismo que con los triploides, como ya suponíamos por nuestros conocimientos veterinarios y por los estudios de la gemelación espontánea en el hombre. En suma, el experimento no ha aportado casi ningún conocimiento relevante a la ciencia la posibilidad de sustituir la zona pelúcida por gel de polialginato ya había sido descubierta por el equipo del propio doctor Hall en 1991. Además, una vez pasado el primer momento de fama, que les obtuvo un premio, se plantearon serias dudas sobre la corrección técnica y ética con que se realizaron dichos experimentos. Ante la ausencia de aprobación del protocolo del experimento por un comité de ética de investigación independiente, Stillman y Hall debieron devolver el premio recibido, y fueron objeto de otras sanciones.
El segundo objetivo de su experimento era práctico: aumentar el rendimiento de la fecundación in Vitro. Se sabe desde hace tiempo que algunas mujeres que se someten a las técnicas de reproducción asistida no reaccionan de modo adecuado a la estimulación hormonal, y sus ovarios producen un escaso número de óvulos. Como la eficacia de la fecundación in Vitro está ligada a la transferencia de un número suficiente de embriones, se buscaba un procedimiento para mejorar los rendimientos de la técnica en esas mujeres que reaccionan pobremente a la hiperestimulación ovárica y no aceptan óvulos donados. Eso podría conseguirse mediante la clonación: dividiendo en varios el único embrión o los pocos embriones que se hayan podido obtener. Así, estos matrimonios con pocos óvulos tendrían parecidas posibilidades de tener un hijo que quienes producen muchos. Además, con la clonación de los embriones obtenidos se podría disminuir la dosis de estimulación hormonal que reciben actualmente las mujeres que se someten a la fecundación in Vitro, estimulación que, al parecer, aumenta el riesgo de padecer ciertos cánceres ginecológicos y, en algunas ocasiones, produce un síndrome clínico que puede tener consecuencias graves.
El problema de esta técnica aplicada para la mejora del rendimiento de la fecundación in Vitro es su poca fiabilidad: dado el alto número de embriones muertos, incluso sin ninguna manipulación, el intento de clonación puede destruir las pocas esperanzas de tener un hijo: la avaricia rompe el saco. Y es sabido que los embriones humanos son mucho más delicados que los embriones de terneros, en los que se viene practicando con éxito (y también con un rendimiento muy pobre) la división de embriones de razas selectas. No parece que la clonación de embriones sea una solución clara a este problema.
Además, se opusieron a la clonación argumentos de tipo ético, coincidentes en buena medida a los que se han divulgado como consecuencia del experimento de la oveja Dolly, y que veremos una vez descritos los aspectos técnicos de este último.
7.1.4 Paraclonación: transferencia de núcleos procedentes de blastómeros embrionarios o de células fetales en cultivo a óvulos no fecundados enucleados y a veces, a zigotos enucleados. El “progenitor” de los clones es el embrión o feto.
7.1.5 Clonación verdadera: transferencia de núcleos de células de individuos ya nacidos a óvulos o zigotos enucleados. Se originan individuos casi idénticos entre sí (salvo mutaciones somáticas) y muy parecidos al donante (del que se diferencian en mutaciones somáticas y en el genoma mitocondrial, que procede del óvulo receptor).
7.1.5.1 La clonación verdadera en animales:
En el caso de los animales, parece claro que la clonación verdadera puede realizarse siempre que de ello puedan derivarse beneficios importantes para las especies animales o la humana, y que de ello no ponga en peligro la vida y sus equilibrios básicos. En las consideraciones sobre la deliberación moral como procedimiento de análisis, el carácter de fin de la naturaleza inanimada y de la vida animal obliga a respetarlas más que en su conjunto que en cada uno de sus especímenes. En consecuencia, no parece que por ahora acechen peligros tales que lleven a regular de un modo específico este tipo de técnica. Sí es necesario, sin embargo, que la clonación de animales mamíferos respete todas las normativas sobre la preservación del medio ambiente y de las especies biológicas, por una parte, y que por otra se ajuste de modo estricto a todos los requisitos exigidos por las regulaciones y normativas para ola experimentación con animales.
7.1.5.2 La clonación verdadera en seres humanos:
La clonación verdadera plantea problemas éticos distintos según que se utilice con fines reproductivos o no reproductivos. En lo que sigue analizaremos los problemas éticos que plantea la clonación reproductiva, primero, y los de la clonación no reproductiva, después.
7.1.5.2.1 La reproduccion sexual: Representa un modo extrano e incluso perverso de replicacion. Dos protozoos que traten de reproducirse sexualmente deben primero fusionarse para producir un tercero. Los seres multicelulares como los robles y los seres humanos elaboran celulas sexuales especializadas llamadas gametos; han de fusionarse dos gametos para constituir un solo embrion. El sexo, en suma, supone la antireplicacion. La replicacion implica que un individuo se divide para convertirse en dos o mas individuos. Pero con el sexo, dos se combinan en uno.
Y el mismo hombre es incapaz de advertir la anomalia de este proceso a causa de nuestro chauvinismo humano y por creer que lo que hacemos constituye por definicion la «norma».
En resumen, el sexo no se desarrollo primariamente como un medio de replicacion. Evoluciono como un sistema para mezclar genes de diferentes individuos y en este proceso parecen existir beneficios tanto a corto como a largo plazo. Con todo, un ser multicelular es capaz de producir muchos gametos y una vez que estos se fusionen constituiran desde luego un solo individuo de esta clase.
la clonacion constituye algo muy natural (entendiendo que se da a menudo en la naturaleza) pero no es caracteristica, excepto raros casos, en los mamiferos. Estas ideas fundamentales carecen de aplicacion directa en la cuestion de si la clonacion artificial de los mamiferos es buena o mala, pero quiza denotan que la clonacion no resulta tan extrana como a veces se dice, Se trata simplemente de algo que los mamiferos no suelen hacer. Sino por via evolutiva.
7.1.5.3 Clonación terapeutica: Se le denomina así a un tipo de clonación no reproductiva realizada con el fin de poder curar determinadas enfermedades de otros individuos distintos del embrión clónico utilizado para tal finalidad. Por ejemplo, para poder hacer transplantes de determinados tejidos ya que uno de los problemas más graves que presentan estas operaciones es el rechazo de los tejidos implantados, problema que disminuye o incluso desaparece si los tejidos que se utilizan para ser implantados, problema que disminuye o incluso desaparece si los tejidos que se utilizan para ser implantados son del mismo paciente.
7.1.6 Clonación (en sentido estricto): por transferencia de núcleos de células de individuos nacidos.
El núcleo procede de individuo nacido. Se transfiere a óvulo o zigoto enucleados, y el embrión se implanta en útero. El resultado: individuos casi idénticos entre sí y casi idénticos a su progenitor (donante del núcleo).
Se ha logrado en varias especies:
Oveja (Dolly). Núcleo donante de célula sin identificar de ubre de oveja de 6 años de la raza Finn Dorset. Embrión implantado en hembra Scottish Blackface. Baja tasa de éxitos: 430 óvulos, de los que se obtuvieron 277 óvulos reconstituidos, que se cultivaron por separado durante 6 días. 29 blastocistos “normales” se transfirieron a hembras receptoras. El único éxito fue Dolly. Algunos fueron fetos o neonatos muertos, o con alteraciones del desarrollo.
Ratones, con núcleos del cúmulo oóforo[19]. (El primer ratón clónico nació el 3 de octubre de 1997, y fue llamado Cumulina; ya ha tenido progenie aparentemente normal, que a su vez se ha reproducido). El haber obtenido clones en esta especie de laboratorio, con ciclo de vida corto y de la que se tienen amplios conocimientos de su genética, abre perspectivas insospechadas para los estudios básicos sobre la clonación: mecanismos de la reprogramación celular, impronta (imprinting) genómica, activación del genoma del embrión, diferenciación celular, etc. Poco después, este mismo equipo japonés informó de la clonación de ratones a partir de células del rabo de ratones adultos.
8. CLONACIÓN REPRODUCTIVA
Pretende llegar a la obtención de un ser humano clónico desarrollado, es decir, cuando el proceso de desarrollo del embrión clónico no es abortado antes del parto.
Efectivamente es posible clonar a una persona de tal modo que quede idéntica, pero este parecido es únicamente físico mas no intelectual.
La clonación reproductiva es solo una alternativa y no esta exenta a un fracaso.
Al abordar la aplicación de la clonación verdadera reproductiva a los humanos, debe huirse de planteamientos excesivamente simplificadores, como si el individuo clonado fuese una copia exacta de aquel del que se tomó la célula somática ya diferenciada. Ese enfoque debe considerarse excesivamente determinista, ya que los procesos interactivos que tienen lugar en el desarrollo embrionario y postnatal son específicos de cada individuo y por lo mismo poseen una extraordinaria relevancia en el fenotipo del nuevo ser. Aun en el caso de que llegaran a clonarse individuos que se han tomado como prototipos, los clones resultantes no serían totalmente iguales al prototipo, ni iguales entre sí, en el momento del nacimiento. La especificidad de cada individuo humano se acentúa en cuanto se refiere a las cualidades que asociamos con el psiquismo. Sin duda que los genes condicionan este desarrollo y que contienen ciertas predisposiciones, pero el ser humano depende de forma fundamental de la interacción de su información genética con el ambiente y, mas en concreto, de los procesos de socialización (desde la familia al sistema educativo) que son altamente específicos. Los genes, por otra parte, son mucho más condicionantes cuando se trata de rasgos físicos que de rasgos psicológicos.
Por otra parte, esta técnica se halla lejos de haber probado seguridad y eficacia, dos condiciones necesarias para poder pensarse en su aplicación a seres humanos. En ciertas áreas de la medicina se exige obligación no solo de medios sino de resultados. Este es un procedimiento al que hay que exigir resultados. Y cuando éstos son tan inciertos, más aún, tan potencialmente dañinos, las restricciones jurídicas y éticas deberían ser máximas.
En la situación actual, las razones de convergencia que nos inclinan hacia un juicio moral negativo son las siguientes:
En principio, no parece positivo sino todo lo contrario que un ser humano posea la misma información genética que otro. Es cierto que la gemelaridad se da en la naturaleza y que la base genética no determina sin mas el futuro biológico y psicológico de una persona, como ya se indicó con anterioridad. Pero no puede negarse que la información genética es un aspecto muy importante de la singularidad del ser humano y que el derecho de toda persona a ser ella misma y descubrirse en su propio proceso de desarrollo cuestiona éticamente la posibilidad de que un individuo pueda decidir sobre la intimidad genética de otro. De tal modo, que puede afirmarse que, con carácter general, no parece conveniente que una persona determine los factores genéticos que otro ser humano va a tener. Hay un cierto derecho de los seres humanos a no ser<programados>. Por supuesto que este derecho no es absoluto, ya que todos somos resultado de algunas elecciones de nuestros progenitores. Pero en cualquier caso, parece que la <programación> no debería llegar al límite de determinar las características de los futuros seres, como sucede de una manera más acentuada en el caso de la clonación. En ésta, se determina la información genética de un nuevo ser humano repitiendo la de otro ya existente. Parece prudente evitar estas formas tan acusadas de determinación de los caracteres genéticos de un nuevo ser por parte de sus progenitores. Ésta no es, ciertamente, una razón absoluta, pero sí es una poderosísima razón de conveniencia. Así mismo parece oportuno recordar que en los casos en que se pretendiese el recurso de a la clonación verdadera reproductiva para evitar la transmisión de factores genéticos considerados negativos parece idóneo y menos problemático recurrir a procedimientos más sencillos y seguros, como la donación de gametos o embriones.
El principio defendido a propósito de la gemelación artificial, de que no consideramos recomendable la generación de gemelos separados en el tiempo, nos lleva a juzgar negativamente las técnicas de clonación verdadera utilizadas con fines reproductivos en seres humanos. La clonación verdadera exige la identidad genética nuclear entre la célula donante y la receptora. Cierto que la información citoplasmática es distinta, y que por lo tanto las semejanzas entre las células donantes y las receptoras son menores que en el caso de la gemelación, tanto natural como artificial. Pero la información genética nuclear es tan amplia y determinante, que en principio esta técnica no la consideramos aceptable, ya que crearía individuos prácticamente idénticos, separados en el tiempo. La clonación permite que dos individuos genéticamente idénticos o muy similares puedan hallarse separados por cuarenta o cincuenta años de vida. Esto es algo hasta ahora desconocido en la naturaleza. Los gemelos eran siempre contemporáneos o coetáneos. Su edad biológica era exactamente la misma. Esto disminuís, casi anular, el factor de predictibilidad asociado al hecho de que un gemelo pueda nacer cincuenta años después del otro. La clonación altera profundísimamente la relación del ser humano, con el tiempo, y más concretamente con el futuro. Lo cual genera o puede generar desajustes importantísimos, con un enorme potencial maleficente. Es probable que en un próximo futuro, cuando las sondas genéticas se generalicen, resulte posible conocer con antelación de décadas la predisposición genética que un ser humano tiene a padecer una determinada enfermedad. Esto ya es posible en ciertos casos concretos, y es lo que ha dado origen al nacimiento de la medicina predictiva. Todo hace pensar que la capacidad de predicción se multiplicará en el curso del os próximos años. Por eso cabe decir que en el futuro será posible conocer las enfermedades que una persona este predispuesta a padecer muchos años después. Esto no hay duda que va a cambiar la relación del ser humano con el futuro, en un sentido no muy distinto al que se produce en la clonación. En cualquier caso, las sondas genéticas que utilizan la medicina predictiva son siempre de libre utilización, por lo tanto que en la clonación el individuo tiene mas posibilidades de conocer con una gran probabilidad de su propio futuro. Se compromete más su derecho a elegir el saber o el no saber, y por lo tanto parece que la prohibición de la clonación verdadera es tanto más prudente cuanto más atenta contra el derecho a no saber que asiste a todo ser humano.
De lo anterior se deduce que la clonación puede suponer una grave agresión a la intimidad del nuevo ser humano. Y ello por dos razones. En primer lugar, porque rompe la confidencialidad de los datos biológicos y sanitarios de ese individuo; y en segundo, porque le impide o dificulta el ejercicio de su derecho a no saber, si no quiere, su propio futuro biológico. La información referente al cuerpo humano es considerada sensible y por tanto sujeto de especial protección, lo que con el uso de estas técnicas parece difícil conseguir.
Por otra parte, están los motivos sumamente discutibles que pueden hallarse tras el deseo de las personas que aspiran a conseguir copias de sí mismos. Este comité es consciente de que no se pueden hacer juicios de intenciones, pero considera que los motivos extravagantes, absurdos y hasta alocados pueden ser altamente perniciosos y merecen, cuando menos, una cierta protesta moral. En efecto un argumento repetido en contra de la clonación reproductiva es la falsedad, sumamente discutible, e incluso éticamente inaceptable de los posibles motivos para desear clonarse (tener un recambio de órganos, sustituir a un hijo muerto, tener un espejo de uno mismo que le sobreviva, reproducir un prototipo valorado de inteligencia, belleza, destreza física, etc.). Según hemos defendido anteriormente, tenemos que distinguir dos planos en este sentido. Aquel de los máximos o exhortativo y el de los mínimos o normativo. Gran parte de los argumentos esgrimidos al respecto de las motivaciones que se invocan para la clonación reproductiva, se mueven en el plano exhortativo. En este sentido, el comité considera que una sociedad está tanto mas vertebrada y es tanto mas sana, cuanto mayor sea la promoción de instancias sociales estables como la familia y la escuela en la que los ciudadanos encuentre un lugar de respeto, estima, acogida, promoción y desarrollo libre y equilibrado de la personalidad, y donde se fomenten las relaciones cooperativas y solidarias con los demás, lejos de la instrumentalización, la explotación y la violencia.
Ahora bien, en el plano normativo, las valoraciones morales respecto a los motivos e intenciones por los cuales las personas deciden tener descendencia, en general, no importan tanto a priori, por mas repulsión moral que pudieran suscitar, cuanto por el modo como se trate de hecho al nuevo ser, circunstancia que la sociedad sí tiene la obligación de tutelar. Se establece, en cierto modo, un control a posteriori. El cumplimiento o puesta en práctica de muchas de esas supuestas motivaciones violaría toda una serie de presupuestos, derechos y leyes de los ciudadanos en la mayoría de sociedades que solo se explicarían considerando a las personas clonadas como ciudadanos de otra categoría. Es decir, utilizar a un sujeto clonado sin su consentimiento como donante, o como objeto de investigación, o instrumentalizarle para mano de obra, violaría un conjunto de derechos reconocidos para todos los ciudadanos, como el derecho a la integridad física o el derecho al libre y pleno desarrollo de la personalidad. A nadie se le ha ocurrido plantear esta <ciudadanía de segunda> para los niños adopt5ados o los obtenidos por técnicas de reproducción asistida actualmente empleadas. Por tanto, en principio, las reglas de juego deberían ser las mismas que existen, o que se establezcan en su caso si se mejoran las actuales, para los padres que pueden querer tener hijos por mecanismos naturales con semejantes motivos. También en este último caso los motivos pueden resultar unas veces comprensibles y otras dudosos, poco edificantes e incluso claramente instrumentales, como por ejemplo, querer cubrir el vacío dejado por un hijo muerto, querer tener mano de obra para el campo, o pretender una ciudadanía que de otro modo se niega, etc.
De lo dicho hasta aquí podría pensarse que a la sociedad no le cabe, por tanto, la posibilidad de intervenir en la esfera de la intimidad de la pareja en la que se producen las motivaciones para tener descendencia. Sin embargo, diversas sociedades como la nuestra sí restringen o modulan el <derecho a tener descendencia>, analizando incluso las motivaciones, en los casos en los que se recurre a procedimientos alternativos como la adopción o las técnicas de reproducción asistida. Las razones para que se acepte este mayor control son diversas. Estriban en el hecho de que se ocurre a procedimientos de asistencia a la procreación que de hecho ya suponen una irrupción de terceros en el ámbito de la intimidad familiar. Además estos son costosos, los recursos son limitados, y la colectividad tiene el deber de preservar los intereses de terceros. En idéntica situación se situará la clonación reproductiva.
Finalmente, la admisión de esta técnica podría significar, en la mayoría de los casos, el nacimiento de un niño que vendría al mudo dentro de un entorno familiar en donde las relaciones con sus padres estarían alternadas o serían sumamente problemáticas, con unas ambiguas referencias a la paternidad y la maternidad. En el momento de en que los rasgos del niño queden a la libre elección de los padres, éstos siempre podrán ser recriminados por su descendiente por la elección que hicieron. Cierto que lo mismo sucede hoy con las decisiones tomadas por los padres a todo lo largo del proceso educativo. Pero estas decisiones tienen, por lo general, carácter reversible, dado que el sujeto las puede enderezar, cosa que no sucederá en el caso de los rasgos genéticos.
Estas razones tienen un carácter más prudencial que apodícto o absoluto, motivo por el que parece necesario dejar la puerta abierta al uso excepcional de la clonación para casos muy especiales de orden terapéutico o reproductivo, como puede llegar a ser, por ejemplo, la terapia génica de enfermedades ligadas al sexo.
9. CLONACIÓN NO REPRODUCTIVA
Una posibilidad recientemente abierta, es la utilización de clones verdaderos con vistas a poder desarrollar determinadas líneas celulares que pudiesen llevar a la formación de tejidos, susceptibles de ser utilizados como autotransplantes ante determinadas patologías como, por ejemplo, la enfermedad de Parkinson. Se trata de la llamada clonación verdadera no reproductiva. El problema de este tipo de clonación es que se produce es que produce embriones con la única intencionalidad de generar tejidos y no individuos. La respuesta ética a esta posibilidad depende de la valoración que sé de a la incipiente realidad humana. Quienes consideran que el cigoto es un ser humano desde la fecundación, valoran esto como absolutamente inaceptable. Por lo contrario, quienes aceptan la existencia de un periodo constituyente, no verían objeciones graves en este punto. El conflicto no parece que pueda resolverse por otras vías que las meramente prudenciales.
Uno de los desarrollos científicos que está suscitando en la actualidad mayor debate, tanto as nivel científico(biología del desarrollo) como legal y ético, es la posibilidad de utilizar células madres humanas de tipo embrionarias, aisladas de la parte interna de un blastocisto, que tienen la característica de ser pluripotentes, para la in Vitro, mediante señalizaciones moleculares, diversos linajes celulares (esplenocitos, células neuronales, hematopoiéticas, etc.). La utilización de estas es para llevar acabo terapia celular, mediante el reemplazo de las células dañadas denominados tejidos o aún, quizás, reparando los órganos dañados por ciertas enfermedades que abren unas perspectivas médicas de primera magnitud. El problema legal y ético ha sido no solo del hecho de que se emplee para el aislamiento de estas células (Por ejemplo, un embrión sobrante de la fecundación In Vitro), sino de la posición de estas células, por su carácter pluripotencial, que pudieran dar lugar no solo a los Linajes celulares sino a un individuo completo si se colocaran en un ambiente pequeño (Es decir si se convirtieran en totipotente). En este contexto, tales células sé deben considerar como embriones provenientes de una fecundación (unión de óvulo y espermatozoide).Sin embargo, y aun la posibilidad de que estas células fueran capaces de dar lugar a un organismo coito no se puede excluir por completo, los datos actuales de células de ratones afirman lo contrario. De ser esto así, las células humanas no deberían dejarse como embrionarias ni por tanto hallarse sujetas a las restricciones legales y éticas de estas últimas células
El problema se ha agudizado porque la obtención de células madre capaces de dar varios linajes celulares puede realizarse no solo a partir de varios tejidos fetales sino también de médula ósea, incluso del cerebro y probablemente también de otros tipos de individuos adultos. ¿Son estas células capaces de generar un individuo completo (totipotentes) o solo tienen capacidad de diferenciarse en varios linajes celulares (es decir pluripotentes)? La distinción parece oportuna porque afecta constitutivamente no-solo la biología de tales células sino a la legalidad y carácter ético de su empleo en la experimentación. Parece obvio que si no tuvieran la capacidad de generar un individuo completo no deberían someterse a las restricciones legales y éticas de las células embrionarias.
10. LA BIOÉTICA
La expresión bioética reúne dos términos griegos, bios (vida), y ethos (ética), en su acepción general esta disciplina comprende una adecuada composición entre estas dos realidades: la vida y la ética. Esto quiere decir que se sirve de ciencias biológicas para mejorar la calidad de vida en su más amplio sentido.
La Bioética, como término es relativamente reciente, fue introducido en el ambiente anglosajón por Potter en el año 1970 y desde entonces ha encontrado general aceptación. Su éxito provocó al mismo tiempo notables problemas acerca de su significado de acuerdo a las profesiones e ideologías
Tradicionalmente se define como el estudio sistemático de la conducta humana en el área de las ciencias de la vida y del cuidado de la salud, en cuanto que dicha conducta es examinada a la luz de los valores y de los principios morales.
La Bioética no puede ser identificada como la ética médica ni reducida a la Bioética médica. Su horizonte de comprensión es mucho más amplio ya desde sus comienzos, pero sobre todo a medida que corren los años, se puede hablar de la bioética ecológica, médica, jurídica, etc. Prácticamente cualquier problema humano, antiguo o actual, en especial si es creado por la tecnociencia moderna, cuya solución se busque con el método propio de este nuevo saber, se puede llamar bioética, por ejemplo: clonación, violencia, sida, eutanasia, etc.
Como acabamos de decir, lo característico de la Bioética no son propiamente los temas, ni problemas, sino el método de abordarlos, a saber el método interdisciplinario no confesional, ya que el instrumento de estudio y tratamiento de ellos no es la revelación no la fe, sino los valores éticos y los derechos humanos en la medida de lo posible de validez universal, por ejemplo: la dignidad de la persona humana, el respeto, la veracidad, etc. Además el método de la Bioética debe ser prospectivo, sistemático y global.
Dado que su método es interdisciplinario, no confesional, la Bioética (valores y derechos) se está convirtiendo en un “idioma” internacional muy apto para buscar soluciones éticas a los problemas que le crea el hombre a la vida moderna, muy centrada en lo técnico, científico y material.
De acuerdo con dichas definiciones, la bioética es un saber nuevo, dedicado a estudiar los problemas de la vida. Formalmente es un arma o parte de la ética. Así mismo puede ser entendida como una disciplina y, como tal, se enseña y estudia en instituciones de enseñanza media superior, como criterio y horizonte ético que busca humanizar la vida moderna o como movimiento universal que invita y fuerza, por medio de la convicción, a todos los seres humanos a defender la vida y su medio ambiente.
La bioética debe estar atenta a los avances científicos - técnicos producidos en el cambio de la biomedicina, y así mismo tiene que asumir los problemas y objetivos tanto de la ética, de la naturaleza como de la ética de la biomedicina. No todo proceso técnico es un proceso de humanización. Tampoco debe tener una reserva reaccionaria ante los progresos. La moral de la biomedicina se encuentra emplazada entre la manipulación y la humanización
Vivimos en un mundo multicultural, en el que se discuten difíciles cuestiones que afectan a todos los seres humanos, por ello se acepta el legítimo pluralismo de opciones éticas y de diversidad de proyectos de vida. Y así mismo se puede afirmar que la Bioética es por definición, una disciplina racional y ecuménica (junta de los obispos católicos de toda la cristianidad, legítimamente convocada por la Suma Pontífice). Con tales premisas, se considera que aquellas cuestiones deben ser públicamente debatidas, respetándose, siempre y democráticamente, las opiniones propias de las diversas cosmovisiones que existen en nuestro mundo actual, así como también los desacuerdos que de ellas resultan.
10.1 Factores del origen de la bioética
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La ingeniería genética potencial.
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Las nuevas técnicas de reproducción humana como: La inseminación artificial y la clonación.
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Transplante de órganos.
La bioética es un paradigma de racionalidad, sus planteamientos y orientaciones tiene que seguir los parámetros de la teoría ética general con que se plantean y se nutre la fundamentación. Algunos de los paradigmas son:
10.2 Paradigmas teológicos: Donde la moral se mide por los resultados de la acción, es decir, por su utilidad individual y social.
El evolucionista hace coincidir la moralidad con aquellas condiciones que minimicen el sufrimiento y maximicen aquellos valores humanos, que eleven la supervivencia de la comunidad.
10.3 Paradigma deontológico: Que representan la teoría clásica de la ley natural (Que plantea que el orden es previo a la acción e independiente a las consecuencias de esta).
10.4 El paradigma de la ética racional: Constituye los criterios referenciales de la Bioética. Estos criterios se expresan en un conjunto de valores que conforman las orientaciones básicas para el juicio ético de la bioética.
Ejemplo:
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El principio de buscar siempre “ El bien del sujeto”.
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El principio de libertad de todo sujeto racional.
11. ¿ES LA BIOÉTICA REALMENTE UNA ÉTICA?
por Jorge Martínez Barrera
(Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina)
El propósito de esta nota es el de poner de relieve la concepción de la ética transmitida por la bioética contemporánea y esbozar una comparación con otra idea de la moral, a mi juicio más genuina. Deseo aclarar también que cuando me refiero a la bioética contemporánea, aludo sobre todo a las corrientes que van en el sentido del trabajo de H. T. Engelhardt, Los fundamentos de la bioética (Barcelona, Paidós, 1995). Para evitar malentendidos, es importante que esto último no se pierda de vista.
No cabe duda de que los avances tecnocientíficos han arrojado, sobre todo a aquellos que los han producido, a una situación de perplejidad frente a determinadas situaciones. Se trata de verdaderas encrucijadas en las cuales flota la sensación de que las implicancias en juego afectan a lo más íntimo de la vida. Hay incluso casos, como el de la terapia génica, que plantean una novedad radical para el moralista en tanto nos enfrentan con la posibilidad de intervenir sobre la estructura "inteligente" misma de los procesos biológicos (1). Así pues, las situaciones concretas de perplejidad a las que se ha llegado en virtud de un desarrollo tecnológico aparentemente ingobernable, exigen la búsqueda de soluciones moralmente admisibles, y se aspira a que más tarde estas soluciones se transformen en criterios de acción para situaciones semejantes. Posteriormente, estos criterios alcanzarán su validez definitiva cuando den lugar a una legislación capaz de ofrecer un marco jurídico dentro del cual las controversias quedarán acotadas. Hasta aquí, la situación global de la bioética sigue un proceso muy similar al de la ética tradicional (2): perplejidad frente a una situación, investigaciones criteriológicas que buscan una "salida" moralmente admisible, y necesidad de una regulación jurídica. Sin embargo, un examen más cuidadoso, pone en evidencia un núcleo altamente problemático que muestra al mismo tiempo las diferencias con la ética clásica. Éste está conformado por cinco dificultades principales:
1) La búsqueda de "criterios" consecuente a la situación de perplejidad, se transforma en búsqueda de "principios". En la ética clásica, más que una búsqueda de criterios, hay una investigación sobre lo bueno, que no es exactamente un principio. La diferencia entre "lo bueno" de la ética clásica y un "principio" (3) bioético, es que en lo primero se ha abierto siempre la posibilidad de reconocer un origen transubjetivo de la normatividad moral, el que permite hablar de "objetividad moral", con todas las reservas que se quieran. El "principio" bioético en cambio, tal como se entiende hoy, privilegia la instancia subjetiva, de ahí que el origen último de su normatividad es el que surge del consenso o del procedimiento seguido para llegar a ese consenso. El recurso permanente a una ética de principios es típico de las versiones neokantianas de la moral, tan en boga en los Estados Unidos. Esta versión de la moral centra sus esfuerzos en la búsqueda de máximas o normas para la acción que puedan ser aplicadas del mismo modo que se aplica una solución técnica a un problema técnico, o una respuesta exacta a un problema físico (4). Y, en esta búsqueda de "principios bioéticos", los aspectos consensuales han alcanzado una inusual importancia. Así, el moralista no puede dejar de sorprenderse por esta paradoja: el rigorismo deontológico kantiano, punto de partida de la caza del principio, se ha disuelto hoy en la transcendentalidad de los aspectos procedurales del consenso. Para la bioética de Engelhardt y de Hottois (5), por ejemplo, que siguen el modelo de la ética discursiva de Habermas y Apel, el problema bioético central no es tanto la discusión del bien y el mal moral de esta o aquella práxis, sino cómo asegurar el procedimiento más correcto de alcanzar el consenso. Para estos autores el bien no está en las cosas mismas, sino en la modalidad del consenso. La paradoja no es sin embargo más que una consecuencia de la subjetividad como fuente primera de legitimación moral.
2) La segunda dificultad, derivada de la anterior, es que no hay ninguna referencia a un criterio transubjetivo de lo bueno y lo malo, sino que todo queda subsumido en la figura de una definición consensual. Por ejemplo, no habría ninguna falla moral en una esterilización experimental, si se respeta estrictamente el consentimiento informado entre agente y paciente y éste es correctamente indemnizado. Pero en realidad, los principios bioéticos no tienen el carácter de lo que la ética clásica entiende como "principios", esto es, de verdades tan manifiestas que eximen de toda necesidad consensual, sino más bien de postulados. Para que exista el consenso debe haber una instancia no consensual, que es a la cual la moral clásica llama principios. En rigor de verdad, los "principios" de la moral clásica no necesitan consenso, y por eso no tiene sentido una deliberación acerca de ellos.
3) En tercer término, algunos principios sobre los que se desea hacer pivotar a la bioética, son incompatibles entre sí, si no hasta opuestos. El mismo Kant, por ejemplo, fue un enemigo tenaz del razonamiento utilitarista, y contra el utilitarismo se dirige precisamente la segunda formulación de su imperativo categórico: "Obra de modo que trates a la humanidad, en tu propia persona o en la de cualquier otro, siempre como fin y nunca sólo como medio" (6). Este principio, fundamento del principio bioético de autonomía, en el cual la persona es el valor supremo, es de imposible articulación, en su estado puro, con el de beneficencia inspirado en el utilitarismo, cuyo requisito de maximización del beneficio global instrumentaliza en alguna medida a la persona. Un ejemplo patético de esto es el caso del trasplante de órganos, en el cual el beneficio social podría superponerse al de la persona donante. Esta incompatibilidad ha sido advertida por algunos autores avisados, tal el caso de José Mainetti, quien no ve otra salida para la articulación de tales principios que una especie de "regateo" en el rigor de cada uno de ellos. Así por ejemplo, "sin renunciar al gran criterio kantiano de universalización de las máximas, no es necesario tener éstas por absolutas como requisito de consistencia (7)". Ahora bien, el mismo Mainetti no deja de observar que "la moralidad (...) consiste para Kant en seguir reglas absolutas, reglas que no admiten excepción alguna" (8). Pero, ¿hasta qué punto puede seguir hablándose de verdaderos "principios" cuando ellos son objeto de negociación en cuanto a su alcance? Una vez más, Mainetti pone las cosas en su lugar: "En el plano pedagógico cunde el cansancio con el modelo canónico, al punto que se dice es el recitado de los principios la mejor manera de hacer dormir a la audiencia" (9).
4) En cuarto lugar, la idea de justicia, que también funciona como principio de la bioética, es una noción más bien "jurídica", en la cual la norma ocupa el puesto de honor. Y en muchos casos la norma en cuestión es de carácter penal. Ahora bien, en la ética clásica, la noción de justicia tiene una significación primariamente moral y subsidiariamente normativo-jurídica. La justicia es una perfección o excelencia del carácter, y esto significa que se trata de un hábito o costumbre que dirige las decisiones humanas (10). La justicia a la que se refiere la ética clásica es definida como una virtud o condición habitual del carácter que lleva a querer obrar intencionalmente las cosas justas. Y estas cosas justas tienen, siempre dentro de la perspectiva clásica, una instancia suprapositiva y supraconsensual de legitimación (la naturaleza para Aristóteles, o la razón divina para la filosofía cristiana). La justicia del principio bioético no es una virtud del carácter, sino una norma a la que el terapeuta debe atenerse, pero sin que ello indique la menor alusión a su propio éthos personal. Cualquier alusión en este sentido podría ser considerada como una insolente invasión de su privacidad o de su libertad científica.
5) Por último, el quinto aspecto del núcleo problemático aludido, se refiere a las dificultades de legislación en materia bioética. Es una obviedad decir que las leyes son hechas por los legisladores. Pero los legisladores son hoy, tal como señala Max Weber, "políticos profesionales", es decir, gente que vive no sólo para la política sino también de la política (11). Esto hace, como señala Guy Durand en su artículo "Éthique, droit et régulation alternative" (12), que "muy a menudo el motivo último del legislador frente a la adopción de una ley, es de orden político y electoralista, y no de orden ético y científico. Cuando el gobierno apela a expertos, frecuentemente se producen interferencias de orden político y electoralista al final del recorrido, las cuales comprometen los objetivos deseados".
Por eso, en las discusiones legislativas acerca de temas bioéticos complicados, se suelen pasar por alto las implicancias fundamentales de tales discusiones. Por ejemplo, en la discusión sobre la despenalización del aborto, los argumentos referidos a la definición, ya ni siquiera filosófica de la persona humana, sino por lo menos a nivel de la misma biología, no son tomados en cuenta. En una palabra, estamos dejando la legislación de asuntos muy serios en manos de personas para quienes la aceptabilidad moral de las leyes está, en muchos casos, mediatizada por compromisos que pueden afectar su profesión de políticos, es decir, su propia estabilidad laboral en uno de los empleos más codiciados de las democracias contemporáneas.
A este conjunto de problemas se agrega otro referido a la eticidad misma de la bioética. Si se examinan con cuidado sus métodos e intereses, veremos que su fundamento no es, estrictamente hablando, lo que siempre se ha entendido por "ética", sino más bien el derecho o la ciencia jurídica. Se trata, para la bioética, de un modo de entender la ética en el cual la formación de buenas personas no es el asunto principal; lo que se busca como piedra filosofal es un vademecum de normas o fórmulas aplicables según la ocasión, que permitan salir decorosamente de una situación difícil. En la búsqueda de "soluciones éticas", la ética se transmuta sutilmente de pedagogía moral en investigación, creación o hermenéutica jurídica. Pero entre ética y derecho hay diferencias (13):
1) En primer lugar la ética es una formación de la interioridad orientada por un ideal de perfección moral. Este ideal, además, apela a la convicción y compromisos personales. No se trata de una aceptación puramente exterior y coercitiva de la norma, sino de suscitar una fuerte adhesión a ciertos valores sobre los cuales no existe desacuerdo. Pero el derecho, por su naturaleza, no puede exigir esto. Para la ciencia jurídica basta la conformidad exterior de la acción con la norma. El por qué y el cómo de una determinada conducta serán sólo un elemento subsidiario para su ponderación.
2) La ética es exigente y difícil; ella es todo lo contrario de un "minimalismo". Apunta a una perfección que no conoce de medias tintas. Una vida moralmente perfecta no es en absoluto incompatible con el ejercicio de virtudes heroicas. Pero el derecho no puede ser así y es, de algún modo, minimalista. La perfección moral no es ni puede ser jurídicamente exigible.
3) La ética se interesa por la acción habitual, lo cual implica una perspectiva de largo tiempo, el tiempo mismo de toda la vida. El derecho en cambio no tiene esa pretensión y, dentro de ciertos límites, hasta es conveniente que sea mudable. Dicho de otro modo, para la ética es de capital importancia la formación de hábitos buenos de conducta, mientras que para el derecho, esta dimensión de la práxis no es la fundamental, aunque es cierto que una buena ley no puede dejar de proponerse también este fin. En todo caso, para la ética es esencial la formación de hábitos; para el derecho no importa la habitualidad de la conducta (excepto, claro está, cuando se trata de reincidencias en conductas antijurídicas).
4) La ética busca una plenitud no sólo personal, sino que es tendencialmente ecuménica. La eficacia del derecho por su parte, depende en buena medida de sus límites jurisdiccionales.
Estas diferencias, bosquejadas tal vez con una excesiva concisión, no deben hacer pensar que la ética y el derecho sean independientes. Por el contrario, para la ética clásica, un sistema jurídico bien estructurado debe funcionar como instrumento público de formación moral (14). De ahí que la ley es buena y conveniente en tanto satisface esa necesidad ética de la comunidad. Pero cuando la ley se independiza de su sentido moral, sólo queda el acuerdo de voluntades y las soluciones de compromiso. Ahora bien, la separación postmaquiavélica entre ética y política, ha favorecido una tendencia jurídica en la cual la ley pierde su articulación con la moral para transformarse en una especie de protector y árbitro de ventajas jurídicamente protegidas. Y la bioética se inspira precisamente en este último modo de entender la ley.
De esta forma, y para terminar, resumo lo que a mi juicio son los tres flancos más débiles de la bioética.
El primero de ellos, es que ella no parece ser, estrictamente hablando una ética, sino un saber que desea imitar a la ciencia jurídica. Se busca una norma de aplicación tan general como sea posible, o un criterio de resolución de conflictos, pero sin importar en qué medida su cumplimiento afecta la formación personal del que decide. En una palabra, la bioética tiende a estrechar el dominio de la ética, reduciéndola a un asunto de solución coyuntural de dilemas. Este fenómeno puede ser llamado "juridización de la ética".
El segundo, es que el paradigma jurídico en el cual se inspira la bioética, ha perdido su articulación con el sentido moral de la ley y ha agotado su horizonte en las cuestiones procedurales o en la mera garantía de derechos.
En tercer término, la bioética no ha sido integrada todavía a una reflexión acerca de la técnica contemporánea. Esta última es, nada más y nada menos, que su propia condición material de posibilidad.
Estimo entonces que la bioética no ha tenido todavía un contacto genuino con lo más importante de la filosofía moral. La bioética, que no ignora la existencia de tres grandes tipos de teorías morales (15), tiene buenos instrumentos para reflexionar sobre un estatuto epistemológico más satisfactorio que el puramente canónico o "principalista", capaz de articular aquellas tres perspectivas. En este sentido, la ética aristotélica, puede prestar un valioso auxilio; ella no es solamente una ética de la virtud, de acuerdo al relevamiento evocado por Mainetti. Para Aristóteles, la determinación de una conducta virtuosa está precedida por la definición de qué tipo de actos es bueno obrar y en qué disposición habitual de ánimo han de serlo (16). La moral propuesta por el Estagirita no es asunto de coyunturas, sino de una vida entera, "porque una golondrina no hace verano, ni un solo día, y así tampoco hace venturoso y feliz un solo día o un poco tiempo" (17). Por otra parte, en el descubrimiento de los actos buenos, la ética aristotélica, abre la posibilidad de una instancia transubjetiva y transconsensual de legitimación moral (18). Ofrece además una relación de continuidad con la política por medio de su noción de ley, la cual aparece como un exponencial político de la virtud (19). Este pensamiento se completa con una apertura hacia los asuntos técnicos (20). La ética aristotélica no ofrecerá tal vez la solución inmediata de un problema bioético concreto, pero puede contribuir eficazmente, en lo teórico, a enriquecer el debate actual sacando a la bioética de cierta estrechez de perspectivas, y en lo práctico, a que no se den las condiciones de formación de aquellos problemas.
11.1 BIOETICISTAS
Los bioeticistas son actores recién iniciados en el amplio escenario de la reflexión ética. La bioética tiene sus propias teorías de fondo, principios abstractos e historias paradigmáticas, pero se desplaza desde amplias perspectivas éticas hacia normas, reglas y políticas concretas. Lo que esperamos de los bioeticistas es menos inspiración y más pautas prácticas para lo que se puede o no hacer en la ciencia y en la medicina.
Los bioeticistas han estado trabajando en el área de la genética desde poco después del descubrimiento del ADN. Hacen una distinción entre célula somática e intervenciones genéticas celulares de línea germinal. La primera se refiere a tratamientos relativos a enfermedades genéticas mediante la introducción de un gen que funciona adecuadamente en una persona en la que éste es anormal. Se centra en enfermedades como Tay Sachs, Lesch Nyham y anemia de glóbulos falcoformes. La terapia de la célula somática afecta sólo a la persona aquejada de una enfermedad genética reconocida. Se distingue de la terapia de línea germinal que involucra cambios en un óvulo o un espermio y, por ende, incluye alteraciones genéticas que se traspasarán a otras generaciones.
Aquí hay un ejemplo de estándares o pautas bioéticas para intervenciones genéticas celulares somáticas en los seres humanos. (1) La intervención genética se puede utilizar sólo para el tratamiento de enfermedades genéticas serias.
(2) No se encuentran disponibles terapias genéticas o alternativas.
(3) El defecto genético debe identificarse claramente.
(4) Estudios animales extensivos deben preceder cualquier intervención humana con el fin de sustentar quejas acerca de la seguridad y de la eficacia.
(5) Todas las intervenciones terapéuticas deben ser precedidas de elaborados procedimientos del consentimiento informado.
(6) Las formas y estrategias del consentimiento deben ser aprobadas por un comité ético institucional.
La clonación sería un ejemplo de la intervención genética de línea germinal. Resulta más difícil obtener la aprobación para intervenciones de línea germinal por muchas razones, incluyendo el hecho de que las alteraciones celulares de línea germinal son difíciles de transmitir y, por ende, tienen una eficacia limitada (Se realizaron cientos de intentos para clonar a Dolly). Los estándares éticos de línea germinal, además de los mencionados anteriormente, son más rigurosos.
La ciencia genética debe ser probada y la intervención propuesta debe contar con una tasa de éxito razonable.
La intervención de línea germinal debe mantener la promesa de una utilidad sustancial.
Éticamente, no se permite ninguna intervención que altere las características humanas fundamentales; por ejemplo: libertad, inteligencia y capacidad racional.
Éticamente, no se permite ninguna intervención que pueda crear un riesgo al "pool" genético o bien a la diversidad genética.
Todas las pautas bioéticas puestas a disposición en la actualidad militarían contra la aprobación de la clonación en nuestros días. La reciente clonación de ovejas y monos hace una clonación humana exitosa casi con certeza absoluta y supera la objeción basada en falta de éxito. Sin embargo, ¿ofrecería la clonación humana una utilidad sustancial? El Dr. Ian Wilmut, quien clonó a la oveja, expresó su oposición ante la clonación humana. Dijo que la gente no estaba pensando cuidadosamente y que no podía ver ninguna aplicación útil de sus técnicas de clonación en los humanos.
Las reservas éticas del Dr. Wilmut acerca de la clonación humana se pueden basar también en el criterio número 3. Por cierto, la clonación humana altera la relación básica entre la persona clonada y el "padre" (antecesor genético). Cualquier tipo de utilización extensiva de la clonación violaría la pauta número 4 al crear un riesgo en el "pool" genético y en la diversidad genética.
Las presentes aplicaciones terapéuticas limitadas de la clonación hacen posible que ésta sea realizada con el fin de diseñar cambios en las especies humanas (eugenesia). No obstante, ¿cómo decidimos que cambios son apropiados en las especies humanas? ¿Deberíamos transformarnos en nuestros propios creadores? Estas importantes preguntas explican el porqué el Dr. James Watson (el descubridor del ADN) no podría justificar el simple hecho de dejar las preguntas éticas acerca de la clonación a los científicos.
La ciencia médica y la tecnología genética, en la actualidad, nos obligan a enfrentar las preguntas básicas: ¿qué es la vida humana? ¿Qué es un niño? ¿Quién es un padre? ¿Qué es una familia? ¿Cuál es el propósito de tener hijos? ¿Existe un Dios? ¿Somos nuestros propios creadores o asistentes de la creación de Dios? Nadie tiene una respuesta definitiva para cualquiera de estas preguntas. Nosotros los seres humanos debemos continuar cuestionándonos. La lucha por el significado nunca va a terminar. Sólo los fundamentalistas religiosos y seculares tienen certeza de tener las respuestas. Sin embargo, podemos estar de acuerdo con ciertas cosas. Los seres humanos son creativos. Inevitablemente, intervenimos en la naturaleza con nuestras herramientas y tecnologías. No obstante, deberíamos respetar la estructura de la naturaleza e ingresar lentamente en un área tan delicada como la clonación humana.
11.2 ALGUNOS PENSAMIENTOS PERSONALES
Los bioeticistas como todos los otros moralistas profesionales tienen que comenzar a pensar de manera mucho más seria acerca de la clonación. La clonación humana no ha sido considerada a fondo, ya que no se consideraba un hecho posible y muchos otros problemas necesitaban soluciones. Todo esto ha experimentado variaciones.
Los bioeticistas pueden comenzar por aclarar el conjunto de errores obvios y problemas falsos. La clonación produce una copia genética, pero no una fotocopia de una persona. Un clon genético es una persona diferente que tendrá un ambiente, oportunidades, suerte elecciones, un espíritu o un alma distintos. Un clon de Einstein podría utilizar su inteligencia superior para crear un círculo de drogas a nivel mundial. No se puede clonar la voluntad de libertad. El entorno, en especial el familiar, aún sigue teniendo una gran influencia en lo que algún día llegaremos a ser. Un niño clonado puede ser muy diferente del hermano que se utilizó para el experimento sólo debido a la influencia del lugar en la familia. Los clones se verán parecidos, pero no tendrán la misma experiencia y, por consiguiente, serán distintos. Sabemos que esto resulta cierto de acuerdo a lo que conocemos acerca de los gemelos monocigotos que constituyen clones naturales.
Por otra parte, cualquier consideración ética seria de la clonación debe tomar en consideración el hecho de que los seres humanos tienen la capacidad tanto para distinguir el bien como el mal. No se descuenta ninguna posibilidad. A medida que avanza la ciencia genética, pueden emerger muchos beneficios de la clonación. Sin embargo, incluso los beneficios objetivos pueden ser socavados por actitudes y disposiciones humanas de naturaleza negativa. Las personalidades narcisistas pueden hacer uso de la clonación para satisfacer sus almas enfermas de egocentrismo o para tramar sus propias versiones acerca de la inmoralidad. La gente envidiosa y ambiciosa usaría la clonación para obtener dinero. Los individuos enfermos por conseguir poder usarían la clonación para aumentar su dominio sobre los otros. El potencial humano por la maldad es un hecho real y no se puede dejar de lado de las consideraciones acerca de la ética de la clonación.
¿Sería demasiado ingenuo sugerir que los científicos, los teólogos y bioeticistas comiencen a trabajar en conjunto para desarrollar pautas éticas para la clonación en vez de sólo dedicarse a prohibir la totalidad de la idea? Después de todo, el fundador de la genética era un sacerdote católico. El padre Gregor Mendel descubrió los genes y su investigación en el campo de la genética aún continúa siendo válida desde ya hace 150 años. No se presentó ningún conflicto inherente en ese entonces entre la ética, la religión y la ciencia genética. La lección de Gregor Mendel consiste en que la religión y la genética no son incompatibles. En vez de reacciones sospechosas, prejuiciosas o instintivas desde una perspectiva negativa, ¿no podrían los científicos genéticos y los bioeticistas comenzar a desarrollar estándares éticos con los que la gente común se sintiera cómoda?
Para que esto suene sentimental en extremo, una comisión ética presidencial ya se formó y promete proporcionar algunas recomendaciones en un plazo de noventa días. Esperemos que esta comisión esté consciente de la historia. Se han cometido errores en el pasado. Han ocurrido hechos realmente horribles que se caracterizan por la maldad humana. Millones de inocentes perdieron sus vidas debido a teorías superficiales y poco tenaces acerca de cómo se deberían mejorar genéticamente las especies humanas. Somos demasiado ignorantes acerca de cómo los elementos fuertementente interrelacionados en el ecosistema operan para abordar propuestas de tipo eugenésico. Sería un insulto para los millones de víctimas inocentes de los programas eugenésicos realizados por los nazis si aquellos que determinan los estandares éticos para la investigación genética e intervenciones no pudieran decir no en algún punto.
AGENCIAS MADRID
El presidente del Comité Científico de la Sociedad Internacional de Bioética, Marcelo Palacios, considera «admisible» la utilización de células madres humanas para la investigación y producción de tejidos, e incluso, cree que «se debe estimular».
Palacios ha puntualizado que no puede haber un debate ético, porque no se trata de embriones humanos, ya que estas células no se producen de forma natural.
En estas técnicas se emplearían blastocitos de 8 días que son biológicamente distintos a un embrión, y que Palacios denomina «nuclóbulos», por lo que no se debe equiparar desde el punto de vista ético a una producción natural.
Palacios opina que «las reservas éticas que se pudieran tener deben objetivamente ceder y son salvables debido a las altas metas médicas que se podrían obtener» y cree que «este hecho va a causar una verdadera revolución».
Además, señala que la finalidad de las técnicas de clonación reproductivas y de las terapéuticas son distintas y que el apoyo del Gobierno británico para la posible utilización de estas células supone un gran avance científico y médico, que podría acabar con enfermedades como el Alzheimer, Parkinson, diabetes o algunos tipos de cáncer.
El científico ha añadido que «esta técnica de clonación de células madres abre muchas expectativas» y que las principales aplicaciones serían las enfermedades subsidiarias de sufrir rechazos y las que se producen por las mitocondrias, ya que sólo están presentes en las mujeres.
Una de las principales ventajas de esta nueva clonación de células madres, según Palacios, es que no habría riesgo de rechazo, porque se emplearían células que produce el propio ser.
11.3 CLONACIÓN HUMANA: ¿BIOÉTICA O BIOECONOMÍA?
ANDREU PALOU
(Andreu Palou es catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de las Islas Baleares)
El principal problema que se produce al combinar materiales biológicos procedentes de individuos distintos es el conocido rechazo inmunológico, por ejemplo en los transplantes de órganos o tejidos. Una manera eficaz de evitar este problema es transferir al paciente células derivadas de las suyas propias. Esto no plantearía ningún problema ético si fuera factible aislar, a partir de determinados tejidos del paciente, células capaces de multiplicarse in vitro y de diferenciarse, también in vitro o tras su reimplantación en el cuerpo, en las células de interés que necesita el paciente. De hecho, los tejidos adultos contienen una pequeña proporción de células de este tipo (denominadas células madre) y, por ejemplo, es factible obtenerlas a partir de la piel o la médula ósea, para el tratamiento de quemaduras y leucemias.
Pero las células madre presentes en los tejidos adultos son pocas (su número va disminuyendo con la edad) y poco versátiles, en el sentido de que sólo pueden dar lugar a un tipo o unos pocos tipos de células. En cambio, los embriones tempranos (en el estadio de blastocisto, a los cinco o siete días) son una fuente de células madre pluripotentes, que pueden ser cultivadas in vitro y que pueden ser diferenciadas en todos los tipos celulares que constituyen nuestro organismo. En este contexto surge la posibilidad de la clonación de embriones humanos con fines terapéuticos, cuyo objetivo es generar células madre pluripotentes perfectamente compatibles con las del paciente, por tener el mismo genoma nuclear.
Técnicamente, se trata de transferir el núcleo (que contiene los cromosomas) de una célula somática (por ejemplo de la piel) del paciente a un óvulo al que previamente se ha eliminado el núcleo, y conseguir que este óvulo empiece su desarrollo in vitro, hasta el estadio de blastocisto (de cinco a siete días). Desde la clonación de la oveja Dolly, estaba claro que era una cuestión de tiempo que la técnica de transferencia nuclear se aplicara a la especie humana. Ahora, una empresa privada norteamericana, ACT (Advanced Cell Technology) ha anunciado que ha logrado activar tres desarrollos embrionarios derivados de sendas células somáticas (obtenidas de la piel) de humanos. Han producido embriones humanos que denominamos clónicos porque su genoma nuclear es idéntico al del donante.
A diferencia de la clonación reproductiva, que pretende la obtención de individuos completos, clónicos o genéticamente idénticos a su progenitor, la clonación terapéutica no pretende conseguir un desarrollo embrionario más allá de las etapas tempranas correspondientes a la preimplantación uterina. En realidad, el objetivo se limita a obtener unas células precursoras adecuadas in vitro (es decir, en el tubo de ensayo). En definitiva, se trata de obtener fuentes de células madre embrionarias y otras parecidas para el desarrollo de numerosas modalidades terapéuticas nuevas. Para algunos puede ser importante saber que estas células madre son pluripotentes pero no omnipotentes o totipotentes ya que, por sí mismas, no pueden dar lugar a un embrión.
La clonación terapéutica abre una nueva vía para el tratamiento de enfermedades hoy incurables, ya que puede permitir la regeneración de tejidos a partir de células perfectamente compatibles. Además, dado que las células somáticas de partida pueden ser modificadas genéticamente (es decir, incorporando o eliminando determinadas características genéticas, a voluntad), las células madre resultantes no sólo son perfectas desde el punto de vista de evitar el rechazo, sino que pueden ser diseñadas a la medida de las necesidades de cada paciente individual, corrigiéndose defectos genéticos si fuera preciso. Entre las aplicaciones que se perfilan, las más aparentes pueden ser la obtención y uso de cardiomiocitos para reponer las células dañadas de un corazón afectado de infarto, la regeneración de células beta productoras de insulina en pacientes diabéticos tipo I, fuentes de neuronas para reemplazar las pérdidas en las enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer, reponer células dañadas en enfermedades hepáticas, renales, pulmonares, etcétera y otras aplicaciones en diversos tipos de cáncer. No debe olvidarse tampoco su utilidad en las pruebas y desarrollo de nuevos fármacos.
El hecho de que los investigadores de ACT no consiguieran que los embriones humanos clónicos pasaran de los primeros estadios (alcanzaron sólo el de seis células) es revelador del actual desconocimiento de los factores que permiten la reprogramación de los genes en una célula. ¿Cómo una célula que se ha especializado en determinadas funciones mediante la programación de una determinada secuencia de expresión de ciertos genes y represión de otros puede volverse a programar desde sus inicios? ¿Qué factores permiten a una célula adulta esta recuperación de las propiedades de una célula madre totipotente? Estas preguntas no sólo son importantes para el científico: cuando conozcamos las respuestas no sólo sabremos más, sino que también será más factible utilizar, directamente, células adultas y reprogramarlas sin pasar por el estado de embrión. Con ello desaparecerá o se reducirá la necesidad de crear embriones para la denominada clonación terapéutica. Pero no estamos aún en esta coyuntura sino en una muy anterior: la posibilidad de clonar embriones humanos, con fines reproductivos y/o con fines terapéuticos.
La posibilidad de disponer de fuentes de células madre pluripotentes, a la medida de cada persona, no cabe duda de que resulta de enorme interés en la medicina regenerativa, y muchos científicos estamos a favor de que se impulse la investigación en este campo. Sin embargo, deben tomarse medidas para excluir la clonación reproductiva, hoy en día injustificable. La prohibición de la clonación reproductiva es coherente con la defensa de la dignidad humana tal como hoy la entendemos en las sociedades democráticas avanzadas, y no contradice la libertad de estudio e investigación, si se atiende al principio de proporcionalidad entre los objetivos y los potenciales beneficios.
La clonación reproductiva no requiere otro proceso técnico más que el de la implantación directa del embrión en un útero, tal y como ya se hace hoy día en la reproducción asistida. Y, aunque hoy pocos se atrevan a defenderla, es sólo cuestión de tiempo que este problema se plantee explícitamente o quizás en otros términos, también reales. Por ejemplo, no podemos soslayar la eventualidad de que embriones clónicos pensados para terapia alcancen fases avanzadas del desarrollo embrionario, a pesar de los controles o prohibiciones existentes; entonces habrá que plantearse la existencia de sus derechos, incluido el de reproducción. Tampoco conviene olvidar que los condicionantes ambientales de nuestro planeta están variando muy rápidamente; quizás no sea ciencia ficción prever que, en unas cuantas generaciones, sea necesario recurrir a las mencionadas técnicas, o a otras parecidas derivadas de la biología molecular, para garantizar la continuidad de nuestra especie y otras especies.
Pero hay una cuestión más inmediata. Nos tenemos que plantear qué podemos y qué debemos hacer con los embriones viables humanos que tengamos sobre la mesa, sean los nuevos que se produzcan o los millares de embriones sobrantes de las prácticas de fertilización in vitro que ya tenemos congelados. Estos embriones sobrantes constituyen un material precioso para la investigación de la medicina regenerativa en los próximos años. Si ya se permite la investigación en embriones para mejorar el tratamiento de la infertilidad, no encuentro ningún argumento para excluir la posibilidad de, a partir del material ya disponible, extender las investigaciones a objetivos que pueden permitir curar enfermedades.
Por tanto, parece lógico, en estos momentos, implementar la utilización de los embriones sobrantes ya disponibles, y de las líneas de células madre que puedan derivarse de ellos, en la investigación biomédica. Se presenta como prioritaria la investigación de las primeras etapas del desarrollo embrionario en humanos, porque los nuevos conocimientos pueden hacer disminuir la presión para la obtención de ovocitos [unión de un espermatozoide y un óvulo] y para el propio clonaje de embriones. También parece lógico limitar el clonaje de embriones humanos a aquellos casos en que el fin terapéutico esté bien establecido y tenga buenas expectativas de éxito. En todo caso deben establecerse sistemas de control que eviten el abuso de investigaciones precarias o arbitrarias en este campo.
En el corto plazo, en el caso de que se puedan usar células/tejidos fetales (ricos en células madre) deben establecerse fuertes garantías de que no se induzcan abortos con este fin, por ejemplo abortos a una edad determinada. También van a ser necesarias medidas para controlar el comercio (nacional y transnacional) con embriones o tejidos fetales. Y medidas estrictas para controlar los deseos de algunos de convertirse en artífices o en beneficiarios de la denominada evolución acelerada y dirigida: siempre habrá quien piense en mejorar la especie, la capacidad física o mental, la eficiencia, etcétera, no sólo en reparar daños o curar enfermedades.
El panorama es extraordinariamente complejo, tanto que cada vez es más manifiesta la necesidad de estructurar el análisis de todas las posibilidades y problemáticas derivadas de la evolución biotecnológica. Este análisis debería basarse en organismos sólidos de ámbito internacional, y ofrecer garantías de independencia y de transparencia. En particular, en el caso de las aplicaciones de la ingeniería genética en humanos debe preverse la posibilidad de que las cosas no salgan bien. Por ejemplo, existe el riesgo de daños en los genes por la propia manipulación de los núcleos, con posibles consecuencias malignas y, por lo tanto, se debe poder garantizar la toma de medidas para conseguir la reversibilidad de los procesos desencadenados.
Con todo, parece un tanto desequilibrada la postura de nuestro presidente Bush, apremiando al Senado a poner fuera de la ley cualquier forma de clonación humana, sin distinguir entre los fines reproductivos, los terapéuticos o los de investigación.Tampoco la tendencia iniciada en Estados Unidos de aplicar limitaciones a la investigación con fondos públicos y permitirla si los fondos son privados parece aceptable.
Al contrario, creo que todo control sobre este tipo de investigaciones (sean con fondos públicos o privados) debe ser público y muy transparente y que, más que en primar ciertos intereses privados, deberíamos pensar en un sistema que garantice, a todos por igual, el derecho a acceder a las nuevas posibilidades terapéuticas.
12. BIOÉTICA Y CLONACIÓN
Eramos pocos ... y parió la oveja (Dolly) La bioética se ha definido como ética de la vida o de la biología. Los firmantes de la Declaración Bioética de Gijón 2000 (1) conscientes del peligro que las desviaciones de rápidos progresos de la biología y la medicina pueden significar para los derechos humanos, afirman literalmente en el punto décimo: "La creación de individuos humanos genéticamente idénticos por clonación debe prohibirse. La utilización de células troncales con fines terapéuticos debe permitirse siempre que la obtención de esas células no implique la destrucción de embriones."
No obstante, ante la polémica suscitada por la postura del Gobierno británico de respaldar la clonación de embriones humanos (de menos de 14 días) con fines terapéuticos (2), Marcelo Palacios (3) (presidente del Comité Científico de la Sociedad Internacional de Bioética), se apresuró a declarar que consideraba admisible esa postura, y afirmo (4): "No puede haber un debate ético porque no se trata de embriones humanos, (el los llama nuclóvulos) ya que estas células no se producen de forma natural. Las reservas éticas que se pudieran tener deben objetivamente ceder y son salvables debido a las altas metas médicas que se podrían obtener".
Estas declaraciones plantean muchos interrogantes, pero me ceñiré a tres de ellos:
¿Cómo puede pretender una persona dedicada a la Bioética que no se plantee en la sociedad un debate ético sobre éste o cualquier otro tema?
¿Cómo puede el presidente de un Comité que ha impulsado la Declaración Bioética de Gijón, defender justo lo contrario de lo que ha firmado unas semanas antes amparándose en una argucia conceptual o terminológica tan burda? De sus afirmaciones se puede deducir que un nuclóvulo si puede ser utilizado en investigación y destruido una vez usado. Lo que nos plantea la siguiente pregunta.
¿En qué se diferencian un embrión de un "nuclóvulo"? Únicamente en su origen biológico (uno natural y otro artificial). Es decir, si les dejamos desarrollarse libremente ambos llegarán a ser seres humanos.
Un segundo debate, de calado más filosófico, lo plantean personas como Jesús Mosterín (Profesor de Filosofía del CSIC), el cual tras alegrarse - como todos los defensores de los animales - de que la clonación celular sea ya una alternativa real a la utilización de animales en experimentación y para trasplantes, va más lejos y afirma literalmente (5): "El embrión de una semana - en el que se dan las células madre totipotentes- es una bolita de células invisible a simple vista y carente por completo de atisbo alguno de sistema nervioso. Desde luego no es una persona, pero ni siquiera es un animal, pues carece de ánima. Sin sistema nervioso no hay alma, no hay psiquismo (...) El embrión carece de alma, de conciencia, de vivencias o sentimientos, es incapaz de sufrir y no merece consideración moral".
Es evidente que no tiene el sistema nervioso desarrollado pero sí en potencia. En todo caso, no sé por qué su presencia es condición imprescindible para que haya alma. Además, ¿cómo puede saberse si algo o alguien tiene alma o no la tiene? Me asombra que alguien pueda pronunciarse al respecto con tanta contundencia. Personalmente simpatizo mucho más con aquellos que piensan que hasta las piedras tienen una especie de "alma". Sin embargo, lo que más me llama la atención de estas actitudes y declaraciones es que las células madre se pueden obtener de células adultas o simplemente del cordón umbilical tras el parto. No es, por tanto, imprescindible el uso de embriones humanos ni, por tanto, necesario justificarlo con argumentos tan peregrinos. Quizás, como ha señalado Philippe Busquin (comisario europeo de investigación) (6): "A lo mejor, el futuro está en las células adultas y no en las embrionarias y aunque los resultados sean más lentos, puede que ésta sea la vía".
Lo que resulta, a todas luces, indudable, es que la utilización de células madre para investigación contribuye al bienestar de los animales por diversas vías, citaré dos:
A) Es una sólida alternativa a la utilización de animales para determinar la toxicidad de determinados productos destinados al consumo cotidiano: cosmética, productos de limpieza, etc. (7): estos argumentos desacreditan a quienes sostienen que resulta imposible garantizar la seguridad para las personas de nuevos productos sin causar dolor a los animales.
B) Si estas técnica proporcionan tejidos y órganos humanos no será necesario utilizar animales como "granjas vivientes" de órganos para trasplantes (xenotrasplantes) (8). Conviene recordar aquí que los creadores de Dolly han abandonado recientemente su línea de investigación en xenotrasplantes alarmados por las advertencias de los expertos del enorme peligro que entrañan de transmitir enfermedades infecciosas desconocidas a las personas (9). Al final del Congreso Mundial de Bioética (Gijón, España, 20-24 Junio 2000), el Comité Científico de la Sociedad Internacional de Bioética (SIBI), insiste en que la ciencia y la tecnología deben tomar en consideración el interés general.
13. UNA NUEVA FORMA MORTAL DE ESCLAVITUD
BIOÉTICA Y CLONACIÓN
El autor de este artículo es Vicepresidente de la Asociación Española de Bioética y Ética Médica, además de profesor Titular de Biología Celular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia
El debate bioético sobre la clonación cada vez presenta nuevas variantes; en mi opinión, todas ellas sólo afectan accidentalmente al valor ético de tal acción. Aun así, podemos encontrar, como ha ocurrido con otros debates bióticos, un pequeño espectro de posicionamientos: los que aceptan la clonación y todas sus variantes como una nueva alternativa para la reproducción, que incrementa la capacidad electiva del ser humano; los que aceptan algunas de ellas bajo determinadas circunstancias; y los que consideramos que el acto de clonación es ilícito en sí mismo, que no puede ser justificado ni por circunstancias especiales ni por fines subjetivos, por muy nobles que éstos sean.
Me centraré en los que consideran que, dado el potencial beneficio para la Humanidad que conlleva esta técnica, se debe considerar lícita la clonación de embriones humanos para su posterior utilización (después de disgregar el embrión clónico) como fuente de células tronco stem cells. Posteriormente, a partir de estas células se obtendrán determinados tejidos compatibles con el progenitor que se transplantarían a éste. Este procedimiento ha sido bautizado terminológicamente por algunos con el nombre de clonación terapéutica, y se trataría de una técnica con indicación de tipo médico. En cambio para otros, entre los que me sitúo, este procedimiento supondría una instrumentalización de un ser humano por terceros, que iría en contra de la inviolabilidad de todo hombre y de su consideración como fin y nunca como medio.
Atendiendo a este último criterio, considero que no puede hablarse de clonación terapeútica, que tendría una valoración ética aceptable, oponiéndola a clonación reproductiva, que sería rechazable. No existe, como algunos autores han indicado, una clonació blanda lícita, y otra dura, ilícita. Poner adjetivos puede que semánticamente responda bien al objetivo utilitarista que subyace en tal estrategia del lenguaje -contraponer el potencial beneficio para la Humanidad, frente a obstaculizar la ciencia en su lucha contra la enfermedad-, pero, considerando la acción en sí misma, se aprecia claramente que clonar es una acción reproductiva independientemente del fin subjetivo que se le dé al producto de tal reproducción, sea destruirlo al poco tiempo, o dejarlo crecer y nacer. No se ve cómo el paso del tiempo puede cambiar substancialmente la misma acción de generar un nuevo ser humano asexualmente. Es más, la intención de crearlos para destruirlos agrava más la situación de la eufemísticamente denominada clonación terapeútica, al convertirla en una nueva forma mortal de esclavitud por la que unos seres humanos son creados para provecho de otros; un abuso de los más fuertes sobre los débiles, una disposición de unos por otros, contraria a la igualdad de todos los seres humanos.
Así pues, destruir a unos seres humanos para salvar a otros parece algo contradictorio y opuesto a la pretendida finalidad humanitaria con que nos quieren justificar la clonación terapéutica. Además, incrementaría el grado de desprotección en que, poco a poco, se ve envuelto el embrión humano. No sólo sería, como es en la actualidad, un medio para satisfacer los deseos reproductivos de una pareja, sino que adquiriría un grado más de cosificación. Simplemente se trataría de un material biológico sujeto a las leyes del mercado, o a intereses sanitarios, sino que adquiriría un grado más de cosificación. Simplemente se trataría de un material biológico sujeto a las leyes del mercado, o a intereses sanitarios, personales o sociales.
Luis M. Pastor García
13.1 IMPLICACIONES ÉTICAS DE LA CLONACIÓN REPRODUCTIVA HUMANA
Cada individuo tiene una opinión acerca de sí es o no correcto clonar a otro ser humano. La idea de producir asexualmente copias múltiples de los organismos idénticos desde un punto de vista genético, todos descendientes de un antecesor común, crea, en la mayoría de las personas, una reacción moral negativa.
La reacción negativa de la mayoría de las personas en cuanto a la clonación humana tiene una gran importancia. La disciplina filosófica de 2.500 años de antigüedad llamada Ética, y la aún más nueva denominada Bioética, toman en cuenta las respuestas emocionales de los seres humanos desarrollados normalmente cuando tratan de formular respuestas a preguntas éticas difíciles. Instintivamente, la mayoría se forma la impresión que la procreación que resulta de una expresión de amor y dentro del contexto de una familia constituye algo favorable que debería protegerse. Los individuos, en gran parte, creen que la procreación sexual no debería res reemplazada por alguna tecnología de laboratorio
13.1.1 ¿ES ÉTICA LA CLONACIÓN DE EMBRIONES?
Laclonación de embriones abre enormes posibilidades a la medicina. Pero, debido a los beneficios que puede reportar, en la sombra se prepara una carrera cuyos estragos afectan a la esencia misma de nuestra identidad humana.
13.1.1.1 Atenta contra la vida de embriones humanos:
La clonación por transferencia nuclear emplea un óvulo ya fecundado. A este óvulo fecundado se le arranca el núcleo para ser sustituido por otro núcleo procedente del individuo que se desea clonar. El embrión no es destruido totalmente, pero es modificado de tal modo, al ser privado de su núcleo, que, de hecho, un individuo humano es sacrificado con el fin de crear otro. La cosificación del producto clónico arranca, por tanto, de una instrumentalización tan radical de otro individuo que lo elimina en beneficio del producto final.
13.1.2 LAS OBJECIONES MORALES
Como era de prever, la oposición más enérgica fue la de la Iglesia Católica, que considera al embrión como un ser vivo desde la concepción.
Además, de la clonación rechaza toda investigación en la que se empleen embriones “de recambio” (creados para el tratamiento de la esterilidad, pero no utilizados), por estimar moralmente reprobable que se use a una persona en provecho de otra.
En el otro extremo encontramos los defensores antiguos de la ciencia y del mercado. Estos son suficientemente astutos como para no emitir ninguna opinión políticamente incorrecta, por ejemplo, que el embrión no es más que una masa de secreción celular que, como cualquier otro recurso biológico, puede utilizarse para las investigaciones médicas.
Entre estos dos extremos se encuentra una vía intermedia, para la que no hay una línea clara, sino un principio: el respeto de la dignidad humana, piedra angular del derecho europeo.
“Todo ser humano tiene derecho automáticamente a la dignidad.
“Es lo que nos distingue del resto de las especies animales”.
La clonación reproductiva es inmoral porque es un modo extremadamente impersonal de llamar seres humanos a la existencia y, por tanto, de tratarlos como lo que son, es decir, como cosas o productos y no como sujetos o personas. Es, por eso, una acción injusta, que le niega al ser humano en su mismo proceso de venir al mundo lo que le es debido: ser procreado, es decir, ser convocado a la existencia con un acto personal de unos padres y no-fabricado como un producto carente incluso de la base biológica de la filiación.
Este tipo de clonación lleva a su cumbre la cosificación del ser humano producido por este método, que es tratado, todavía más que en los métodos convencionales, no como un hijo, sujeto libre igual que los padres, sino como un objeto a disposición de quienes lo fabrican.
Manifestaciones de la inmoralidad de la clonación reproductiva:
Predetermina completamente la dimensión biológica del niño - clon:
Como dice el CCNE (Comité Consultivo Nacional de Ética para las Ciencias de la Vida), “minaría el valor simbólico del cuerpo y del rostro humanos como soportes de la persona en su unicidad”. Es cierto que el genoma no es identificable con la personalidad: el ser humano es más que biología; hay que desenmascarar con claridad el mito de la producción de hombres repetidos. Pero hay que advertir también que la biología es parte constitutiva de la personalidad: el cuerpo es símbolo de ésta. El clon, biológicamente programado, se sabría predeterminado en algo constitutivo de su ser personal, como es su figura y sus condiciones físicas, y, por tanto, sería ya en esta dimensión de su ser intolerablemente cosificado.
13.1.2.1 CIUDAD DEL VATICANO, 28 noviembre 2001.- Juan Pablo II calificó este miércoles los experimentos de clonación humana como una amenaza programada científicamente contra la vida humana.
El pontífice pronunció estas palabras tres días después de que un laboratorio privado estadounidense anunciara la clonación del primer embrión humano.
«El verdadero humanismo no puede admitir nunca métodos y experimentos que constituyen amenazas programadas de manera científica y sistemática contra la vida humana», afirmó el Santo Padre.
Al saludar al final de la tradicional audiencia general semanal a un grupo de doctores de la Escuela Médica de Hospitales de Roma, el Papa les alentó a «defender sin compromisos la vida y la dignidad de la persona, en el respeto de la ley moral».
El lunes pasado la Sala de Prensa de la Santa Sede publicó un comunicado en el que denunciaba «el carácter dramático» y «la gravedad» moral del experimento de clonación humana.
Se ha creado un ser humano, en estado todavía de embrión, y después ha sido eliminado, constataba el documento vaticano, que sugiere más bien como futuro para la medicina la experimentación con células estaminales extraídas de adultos, senda que científicamente se ha demostrado válida y que respeta la dignidad de la vida humana.
El anuncio de la clonación del primer embrión humano fue realizado este domingo por el laboratorio estadounidense Advanced Cell Technologies (ACT) en un artículo publicado en el «Journal of Regenerative Medicine».
13.1.1 ETICIDAD DE LA CLONACION
Despues de todo, los gemelos identicos comparten una herencia genetica identica pero son personas biologica, psicologica, moral y legalmente distintas. Se toma esta decision a pesar de que algunos de los temas tratados en estos estudios (por ejemplo, la relacion entre el parentesco de varies tipos y el comportamiento individual o las relaciones familiares) eran direc-tamente aplicables a muchas de las preocupaciones relacionadas con la clonacion de seres humanos con esta nueva tecnica.
Quiza los aspectos mas delicados y controvertidos que «descartamos» fueron los relacionados con la investigacion en embriones humanos, un tema particularmente conflictivo en EE.UU., asi como el tratamiento de los animales no humanos. Quisiera profundizar un poco mas sobre estos dos temas, comenzando con el tratamiento de especies no humanas.
A pesar de la manifestacion de los activistas en favor de los dere-chos de los animales (vestidos de ovejas) en una de nuestras primeras reuniones, nos parecio evidente que independientemente del valor moral de las especies no humanas, siempre se considerarfa ligeramente inferior al valor moral de los humanos, y por este motivo, decidimos centrarnos unicamente en el tema de la clonacion en relacion con los seres humanos. Al hacer esto, aceptamos implicitamente la practica actual con animales no humanos en el entorno clinico o de investigacion, al considerar que los nuevos desarrollos cientificos que estabamos analizando no suscitaban problemas en relacion con el tratamiento de los animales o con su disponibilidad con fines de investigacion. De hecho, nos parecio evidente que cualquier daiio que pudiera causarse a los animales durante la investigacion en este campo produciria a estos animales menos sufrimiento que en ciertos en-tornos de laboratorio actuales.
Nuestra actitud hacia la investigacion con embriones humanos fue mucho mas compleja y refleja una serie de consideraciones radicalmente distintas. Como es sabido, los problemas eticos relacionados con el uso de embriones humanos en la investigacion han sido ampliamente debaddos en Estados Unidos. A pesar de un informe detallado dirigido en 1994 al U.S. National Institutes of Health (NIH), en el que se recomendaba el uso cuidadoso y regulado de los embriones. La clonación humana forma parte del proyecto del eugenismo, y, por tanto, está expuesta a todas las observaciones éticas y jurídicas que lo han condenado ampliamente".
"En el proceso de clonación, se pervierten todas las relaciones fundamentales de la persona humana: la filiación, la consanguineidad, el parentesco, la paternidad".
"Esta concepción selectiva del hombre (...) desarrollará el convencimiento de que el valor del hombre y de la mujer no depende de su identidad personal, sino solamente de aquellas cualidades biológicas que pueden ser apreciadas y, por ello, seleccionadas. (...) El clon (...) se parece a alguien que 'valía la pena' clonar".
"(La clonación del embrión-feto) experimental es inmoral en todos los casos, ya que supone una reducción arbitraria del cuerpo humano a mero instrumento para la investigación. El cuerpo humano es un elemento integrante de la dignidad y de la identidad personal de cada uno".
"El proyecto de 'clonación humana' representa la terrible deriva a la que se ve empujada una ciencia sin valores, y es signo del profundo malestar de nuestra civilización, que busca en la ciencia, en la técnica y en la 'calidad de vida' los sucedáneos del sentido de la vida y de la salvación de la existencia. (...) La clonación corre el riesgo de convertirse en la parodia trágica de la omnipotencia de Dios".
"Detener el proyecto de la clonación humana es un compromiso moral que hay que saber traducir en términos culturales, sociales y legislativos".
13.2 LA INMORALIDAD DE LA CLONACIÓN TERAPEÚTICA HUMANA
La clonación terapéutica no esta justificada por el bien que se hace con ella a pacientes, que se mejoraría su vida o incluso se le salvaría, porque el fin bueno no justifica la elección deliberada de medios malos. No se puede eliminar a una persona para intentar salvar a otra. Menos aún se puede fabricar un ser humano, algo ya repugnante de por sí por los motivos que hemos dicho, sólo para utilizarlo como material de aprovisionamiento en la obtención de células, tejidos, o lo que fuera, destinados a curar a otros. Esa acción llamada “terapéutica” es, antes que nada, una acción homicida, mortal para los seres humanos utilizados como puro medio despreciable.
14. POSTURAS CIENTÍFÍCAS, ECONÓMICAS, SOCIALES Y RELIGIOSAS
La mayoría de los eticistas religiosos consideran la clonación humana como un hecho incorrecto. Los más permisivos entre ellos instan a una gran precaución en la utilización de este tipo de manipulación genética. No obstante, la ciencia tiene sus propios eticistas y, por lo general, toman el punto de vista opuesto. Los científicos tienden a centrarse en los beneficios positivos de la clonación, descartando los peligros. Tienden a no hacer predicciones de consecuencias catastróficas seriamente. A la crítica ética proveniente de la ciencia exterior la consideran poco ilustrada y/o perjudicial. Señalan que se puede confiar en ellos como creadores de su propia ética. Incluso cuentan con sus propios héroes éticos, santos científicos de todo tipo.
14.1 ETICISTAS CIENTÍFICOS
Los eticistas científicos enfatizan las posibilidades correspondientes a conquistar la enfermedad y la infertilidad. Se centran en nueva información acerca del funcionamiento celular que ayudará en la lucha contra el cáncer. Además, la clonación podría actuar como medio de protección en contra de ciertas enfermedades genéticas que resultan de la combinación de genes de ambos padres. No obstante, la ciencia cuenta con su propia historia de escándalos éticos y la idea de que la gente debería dejar hacer a los científicos lo que ellos consideren correcto ya no convence a nadie. El Dr. James Watson, quien ganó el Premio Nobel por descubrir la estructura del ADN, concuerda con que esta problemática no puede ser dejada en las manos de la ciencia.
14.2 ETICISTAS ECONÓMICOS
Ni a la ciencia ni a la economía les gustan las restricciones éticas. Los portavoces de los intereses económicos (en la economía) apoyan a los científicos en contra de cualquier situación que restrinja la clonación. Los intereses económicos se encuentran concentrados mucho más en la clonación animal que en la humana. No quieren ver arruinadas las posibilidades económicas de la clonación animal a causa de las preocupaciones que acarrea la clonación humana.
14.3 ETICISTAS RELIGIOSOS
Gran parte de los expertos en ética proviene de la religión. Los eticistas del Vaticano ya han tomado una fuerte postura en contra de la clonación, por ende, continúa la triste historia de sobrereacción negativa hacia el descubrimiento científico. El Obispo Sgreccia declaró que resulta incorrecto alterar una especie animal, considérese, por tanto, el caso de un simple ser humano. Otro vocero se refirió a la clonación como una violación a la integridad del matrimonio. Los expertos del Vaticano reflejan los puntos de vista del Papa y él ya ha rechazado cualquier uso de tecnologías que interfieran con la procreación sexual dentro del matrimonio o que hagan factible la destrucción de embriones humanos.
Los Teólogos católicos pueden hacer uso de diferentes suposiciones de fondo desde la perspectiva del Papa y sus opiniones tienden a la falta de credibilidad. Algunos ven las tecnologías genéticas como una expresión de la creatividad humana y ésta como una ventaja, ya que refleja la creatividad de Dios. Crear nuevas plantas y animales mediante intervenciones genéticas es un hecho ampliamente respaldado tecnológicamente, pero aún la mayoría de los moralistas católicos demarcan sus líneas en cuanto a la clonación reproductiva humana.
14.4 ETICISTAS ECONÓMICOS
Ni a la ciencia ni a la economía les gustan las restricciones éticas. Los portavoces de los intereses económicos (en la economía) apoyan a los científicos en contra de cualquier situación que restrinja la clonación. Los intereses económicos se encuentran concentrados mucho más en la clonación animal que en la humana. No quieren ver arruinadas las posibilidades económicas de la clonación animal a causa de las preocupaciones que acarrea la clonación humana.
14.5 Eticistas Literarios
La literatura, como la religión, constituye una importante fuente de ética. Los novelistas y los poetas proporcionan puntos de vista éticos y muchos ya han tomado posiciones muy críticas en cuanto a la clonación. El libro de Mary Shelly "Frankenstein" (1818) fue la primera evaluación negativa. Frankenstein era inteligente y articulado, pero se encontraba profundamente angustiado por su origen antinatural. En esta historia, el personaje se vuelve loco y asesina al doctor que lo creó. "Los Chicos de Brasil" fue tan aterradora como la clonación misma.
14.6 ETICISTAS GUBERNAMENTALES
A través de la influencia creada por su consolidación, el gobierno por años ha exigido controles éticos estrictos sobre la investigación genética y la terapia que involucra a los seres humanos. Inmediatamente después de las recientes noticias acerca de la clonación, el presidente Clinton prohibió temporalmente el uso de capital federal para experimentos de clonación humana. No mucho después del decreto del presidente, un diputado republicano (Vernon Elders de Michigan) propuso una prohibición en cuanto a la clonación humana, ya que ésta podría crear una reacción negativa hacia la clonación animal y, por esta razón, perjudicaría a los negocios. Sin decir lo que hará el congreso, pero incluso si el gobierno prohibe la clonación, esto aún deja al mercado como una base alternativa para actividades relativas a la clonación.
15. LA CLONACIÓN REPROUCTIVA HUMANA
El éxito en la clonación de una oveja, a partir de una célula de un ejemplar adulto, ha desatado una tromba de comentarios en todos los medios de comunicación. Las repercusiones de este experimento, tanto científicas como éticas, son notables. Sin embargo, muchas de las opiniones vertidas a raíz de la noticia adolecen de una buena dosis de imaginación, y exigen una clarificación. Para llevarla a cabo, describimos el experimento llevado a cabo, sus antecedentes, las conclusiones científicas que se pueden extraer de él, y las repercusiones éticas de su posible aplicación sistemática en un futuro que, hasta hace poco, parecía muy lejano.
Aunque la noticia que ha dado la vuelta al mundo se refiere al último trabajo de investigación del equipo del Instituto Roslin, el éxito de su técnica fue ya publicado el año pasado, aunque, en esa ocasión, las células de partida habían sido células embrionarias. El procedimiento consistió en tomar células y ponerlas en cultivo. El medio nutritivo, en pases sucesivos, fue disminuyendo su concentración de proteínas nutritivas, desde un 10% hasta el 0,5%. De este modo, se consiguió detener la división de las células en cultivo. Por otra parte, se tomaron óvulos, y se les extrajo el núcleo aspirándolo mediante una micro pipeta. Como último paso, se pusieron en contacto las células cultivadas y los óvulos enucleados, y se les sometió a un breve pulso eléctrico, con dos objetivos: por una parte, crear micro poros en la membrana de ambas células puestas en contacto, y producir su fusión; por otra, abrir los canales del calcio de la membrana, provocando una reacción parecida a la que causa el espermatozoide al fecundar el óvulo, que pone en marcha todo el metabolismo celular y el desarrollo del nuevo ser. Esta técnica fue básicamente la misma cuando se emplearon como células de partida las células embrionarias o las de la ubre de una oveja adulta, variando solamente el número de pases en cultivo.
El rendimiento de la técnica fue muy bajo: de la fusión de 277 óvulos enucleados con la correspondiente célula cultivada, sólo se obtuvieron 29 embriones, que fueron transferidos a ovejas; de todos ellos nació sólo un cordero, Dolly. Como puede colegirse, este experimento no es propiamente una clonación, pues no se produce el nuevo ser vivo solamente a partir de una célula de adulto, sino de su fusión con un óvulo enucleado; de todos modos, el ejemplar adulto obtenido es genéticamente idéntico a la célula de partida.
15.1 ¿Es posible clonar seres humanos?
En 1977 acaparó los titulares de todo el mundo una cordera llamada Dolly. ¿Qué tenía de particular? El hecho de ser el primer mamífero clonado a partir de una célula adulta, tomada de una glándula mamaria de oveja. De este modo, Dolly pasó a ser una “gemela” más joven de la oveja a la que se le había extraído la célula. Antes de ella, los científicos llevaban décadas clonando animales a partir de células embrionarias. Pero pocos consideraban factible la reprogramación de una célula de mamífero adulto para engendrar un animal a su imagen genética exacta. Pues bien, la clonación a partir de una célula adulta ya es una realidad y permite conocer de antemano el aspecto de la descendencia.
El objetivo de los científicos que clonaron a Dolly era modificar animales de granja para que secretaran en la leche fármacos útiles al hombre. En Febrero de 1997 se hizo público el éxito de la empresa en el reportaje “Descendencia viable derivada de células fetales y adultas de mamíferos”, publicado por la revista científica Nature.
Después de Dolly, se han clonado a partir de células adultas decenas de animales. Con esta misma técnica, ¿sería posible clonar seres humanos adultos? Según algunos biólogos, sí. ¿Se ha realizado ya? Aún no. Ian Wilmut, el científico británico que encabezó el equipo que clonó a Dolly, señala que por el momento la clonación es “un proceso sumamente ineficaz”, pues registra una tasa de mortalidad de fetos diez veces más alta que en la reproducción natural.
15.2 Obtención de células madre humanas
Los informes originales de los equipos de Thomson[25] y de Gearhart[26] sobre el cultivo de células madre humanas. Se trata de células dotadas de inmortalidad y de pluripotencia. Posibilidad de diferenciación en distintos tipos de células y tejidos.
El trabajo de Thomson y colegas en la Universidad de Wisconsin, financiado por Geron: aislamiento y cultivo de células madre embrionarias (ES) a partir de blastocistos procedentes de programas de FIV. John Gearhart, de la Johns Hopkins University School of Medicine
Gearhart, en la U. John Hopkins obtuvo células madre germinales embrionarias (EG) a partir de fetos abortados. (Informes posteriores arrojan dudas sobre la conveniencia de usar estas células, ya que parece que la clonación con ellas, da origen a frecuentes anomalías del desarrollo de los animales[27]).
Advanced Cell Technologies (ACT) usaron una técnica similar a la de transferencia nuclear, para fusionar un óvulo enucleado de vaca con una célula somática humana: se obtuvo un embrión híbrido.
Obtención de células madre (ES), cultivo in vitro para lograr su diferenciación en distintos tipos de células y tejidos, con fines terapéuticos: autotrasplantes, terapias celulares, etc.[28]
Las células ES de ratón (y quizá las humanas) son tumorigénicas: si se inyectan a un animal adulto originan teratomas y teratocarcinomas. Por lo tanto, un tema de seguridad será asegurarse que en un cultivo diferenciado a partir de ES no quedan estas células troncales, o bien disponer de métodos fiables de separación y purificación de las células diferenciadas de interés respecto de las ES.
Queda mucho por hacer en aspectos básicos:
¿podemos forzar a las células madre a diferenciarse en líneas celulares concretas?
¿podemos lograr que todas las células de un cultivo de ES se diferencien simultáneamente en una ruta determinada?
Estudios de marcadores (al estilo de los CD de las células inmunes) para caracterizar todas las fases intermedias de cada ruta de diferenciación
Métodos de separar y purificar tipos celulares concretos
Otros orígenes posibles de células madre:
Células pluripotentes del cordón umbilical
Células de abortos espontáneos
¿Hay células madre en tejidos del adulto? Hay indicios de que existen células pluripotentes en varios órganos, incluyendo el cerebro.[29]. Véase a este respecto un reciente artículo en la revista The Scientist (noviembre 2000).
¿Se pueden desprogramar y reprogramar células somáticas?. Una posibilidad sería mediante la introducción de citoplasma de célula ES en una célula somática adulta. Se trataría de “cíbridos” por fusión de citoplastos de células madre con carioplastos de células somáticas.
Las ES y EG, por sí mismas no pueden producir placenta, por lo que no son viables al ser transferidas al útero. Pero si se mezclan con otras células embrionarias y se encapsulan en zona pelúcida, podrían generar embriones viables que conducirían a quimeras somáticas. Incluso, en ratones se ha visto que al transferir ES a un blastocisto huésped tetraploide, las células de este mueren, sobreviviendo las ES, responsables de originar un ratón completo. Así pues, aunque las ES no pueden dar origen por sí mismas a un nuevo individuo, pueden hacerlo al ser colocadas en un ambiente celular adecuado, a saber, el que pueda generar el trofectodermo que produce la placenta.
En resumen, de los estudios en ratón parecía deducirse que las ES no son totipotentes, pero colocadas como masa celular interna de un blastocisto huésped, pueden generar el feto, salvo la placenta.
Ahora bien, el trabajo ya citado del grupo de Wakayama[30] logró clones de ratón inyectando núcleos de células madre en ovocitos. Esto significa que, aunque las ES por sí mismas no sean totipotentes, su núcleo transferido puede programar la diferenciación de individuos completos (es decir, posee totipotencia nuclear). Ello abre, además, la posibilidad de generar ratones transgénicos en un solo paso, sin necesidad de pasar por la fase de quimeras somáticas. La manipulación genética de estas células madre y su ulterior clonación facilitará sobremanera la creación de clones transgénicos.
15.3 Repercusiones científicas
Reside en la demostración empírica de que la diferenciación tisular durante el desarrollo no implica cambios irreversibles en el ADN; el simple "parón" de la reproducción celular parece reprogramar el sistema genético, y ponerlo en condiciones de iniciar de nuevo todo el desarrollo embrionario hasta alcanzar el estado adulto.
Es una pena que los actuales prejuicios sobre el papel del genoma en el desarrollo hayan impedido aprovechar la ocasión para ir un poco más allá en el análisis de las consecuencias teóricas del experimento. La hipótesis habitualmente sostenida acerca del desarrollo embrionario supone que éste sucede por la activación y represión programadas de diversos genes implicados en la morfogénesis y diferenciación de los tejidos. La existencia de genes activadores y represores está demostrada para unos cuantos casos muy concretos. Sin embargo, los embriólogos saben desde hace largo tiempo que, a diferencia de lo que cabría deducir de esta hipótesis puramente genética del desarrollo, la mayor parte de las diferenciaciones tisulares no requieren sustancias específicas como inductores. Simples cambios físicos o químicos banales pueden producir la diferenciación de tejidos en ausencia del inductor habitual. La acción de fármacos o agentes físicos cualesquiera puede interferir en el desarrollo embrionario, produciendo las mismas malformaciones, siempre que actúe en el momento en que el tejido es sensible a la influencia externa. Estos fenómenos son sencillamente inexplicables por medio de un intrincado juego de genes activadores, represores, programadores, homeóticos, etc., que tienen, por definición, una actividad específica.
Al inclinarse por la hipótesis de la programación genética, la investigación actual ha cerrado los ojos a fenómenos simples de interacción celular, de especialización por progresión autónoma de funciones celulares, asociadas a las interacciones homo típicas y heterotípicas, bien conocidas por la embriología experimental; se pone a buscar en la programación de los genes lo que, con gran probabilidad, no se encuentra en ellos. De ahí el desconcierto actual: los genetistas cada vez saben más de los genes, pero la escena general del funcionamiento celular y del desarrollo embrionario es cada día más desconcertante y oscura. El momento actual de sorpresa es privilegiado para realizar una revisión crítica de nuestros conocimientos acerca del funcionamiento del genoma durante el desarrollo embrionario. Ojalá no nos falte valor para tirar a la basura hipótesis muy admitidas hasta hoy, pero que el experimento del Dr. Wilmut comienza a poner en jaque.
Además, con una visión más objetiva del desarrollo embrionario, sin la actual obsesión por las explicaciones genéticas, son sencillamente imposibles algunas propuestas de aplicación de las recientes técnicas de clonación. Concretamente, se ha propuesto el empleo de los conocimientos que proporcionará la técnica de la clonación para inducir la diferenciación de ciertos tejidos a partir de células somáticas. Estos tejidos podrán ser empleados para injertos y trasplantes, por Ej. , De piel en quemados, de médula ósea en casos de leucemia, de tejido nervioso para el tratamiento del Parkinson. Al hacer esta propuesta no se tiene en cuenta que el único modo de inducir la aparición de los tejidos maduros a partir de los inmaduros es su interacción compleja con los demás tejidos, como saben sobradamente los embriólogos: sólo se pueden conseguir tejidos diferenciados en un embrión completo. La propuesta de descubrir las claves de la programación genética y su aplicación para la obtención de tejidos específicos es imposible, pues parte de un error sobre los conceptos básicos de la embriología.
15.2.1 Manipulación genética
Método que modifica las características hereditarias de un organismo en un sentido predeterminado mediante la alteración de su material genético. Esto sirve para adquirir nuevas características o eliminar características no deseadas. También se usa para diagnosticar enfermedades, improvisar tratamientos médicos, para producir drogas útiles y para deshacerse de basura industrial.
La primera manipulación genética, que aún se usa, era para aumentar las cualidades deseadas en un animal o planta; esto fue ocupado por primera vez en el maíz y en diversas plantas, cultivos y frutas. Las técnicas han avanzado de manera explosiva, y ya se han efectuado en diversos laboratorios de biogenética clonaciones de animales vivos. Del mismo modo, se está trabajando en la decodificación del genoma humano y en la modificación controlada de algunas de sus características, cambiando la información genética de las células.
15.3 Repercusiones éticas
La aplicación de esta técnica de clonación a la ganadería y su posible aplicación al hombre, en un futuro relativamente próximo, tras un periodo suficiente de experimentación, ha levantado comentarios, muchos de ellos críticos. Sin embargo, estas posibles aplicaciones no son ciencia-ficción: el Dr. Wilmut estima que se podrían obtener progresos significativos tras un par de años de investigación.
En el caso de la aplicación a los animales, las mayores críticas se han dirigido contra la disminución de la biodiversidad de las especies clonadas: puede que se obtuviera una cabaña de cualidades inmejorables de producción de carne, leche, etc. Pero sería a costa de tener una población muy homogénea, que podría sucumbir completamente ante una epidemia, pues ésta afectaría por igual a todos los ejemplares. Sin embargo, también hay que reconocer que dicha aplicación resulta bastante problemática desde el punto de vista comercial: implica la manipulación de embriones y, por consiguiente, una menor supervivencia de éstos que en las técnicas de fecundación in Vitro ya realizadas en el ganado. Estas últimas apenas se emplean por su escaso éxito, la necesidad de realizarlas en vacas jóvenes y sólo en primera preñez. Cabe, por tanto, prever muy serias dificultades antes de que la técnica llegue a ser comercialmente viable para la mejora de la producción ganadera.
Cuestión muy distinta es su aplicación para clonar animales muy especiales; así, se ha propuesto clonar animales en peligro inminente de extinción. De modo más inmediato, está la posibilidad de clonar animales manipulados genéticamente de modo que produzcan en su leche algunos productos extraños a ella, pero de gran utilidad en terapéutica humana. Así, existen actualmente ovejas y cabras que producen factor VIII y otros productos de interés terapéutico en su leche. Como conseguir un animal transgénico que segregue un determinado producto en la leche es bastante difícil, la nueva técnica de clonación evitaría tener que repetir la manipulación genética: bastaría clonar algunas de sus células para tener una fuente inagotable, sin por ello someter al animal a un trato inhumano. En esta misma línea cabría incluir las investigaciones actualmente en curso para obtener animales transgénicos como donantes de órganos para trasplante al hombre: aunque todavía bastante discutible en cuanto a su aplicación práctica, es una línea de investigación prometedora, que sólo podría dar resultados a gran escala con la incorporación de técnicas de clonación de los animales transgénicos obtenidos. Otra aplicación sería la clonación de animales en los que se diera un modelo adecuado de alguna enfermedad humana, de modo que se pudieran ensayar diversos tratamientos de modo controlado, cuestión que resulta actualmente casi imposible. Igualmente, se podría reducir el número de animales de experimentación al disponer de ejemplares exactamente iguales en los que ensayar los diversos procedimientos alternativos.
Con respecto a la clonación humana, la opinión del propio Dr. Wilmut, como de muchos otros médicos, es firme: aunque parece técnicamente posible la realización de la clonación en el hombre, no se debería de intentar siquiera, pues parece una aberración, carente de utilidad clínica. Por otra parte, el intento de clonación humana, si pretende recuperar a una persona fallecida, no obtendría más que una persona distinta, aunque físicamente idéntica al fallecido, como un hermano gemelo nacido más tarde. Esta nueva persona estaría influida por su propia situación cultural, experiencias, familia, sus propias opciones en la vida, etc. Por tanto, sería pura casualidad que se consiguiera volver a tener un Einstein, un gran deportista, artista, etc., por medio de la clonación de una de sus células.
Desde el punto de vista deontológico, habría que argumentar, en apoyo de esta opinión de sentido común, el respeto debido al ser humano en estado embrionario. Si la técnica empleada para la clonación se salda con tantos fracasos (muertes de seres humanos en estado embrionario), no es aceptable su aplicación hasta que estos fallos se reduzcan a un mínimo tolerable. Por otra parte, como su realización no alcanza ninguna aplicación diagnóstica ni terapéutica, parece injustificada su aplicación médica.
Este punto de vista deontológico casa bien con las declaraciones realizadas en ámbitos políticos europeos, que remiten a los derechos humanos básicos como fuente para la prohibición de la clonación sobre el hombre. De hecho, numerosos países europeos tienen prohibida en su legislación la práctica de la clonación humana (España entre ellos), y la Comisión Europea ha expresado igualmente su deseo de prohibir la clonación de seres humanos a nivel europeo.
El problema de su prohibición es de más difícil solución en el ámbito estadounidense. Allí, la jerarquía de valores constitucionales es distinta, en líneas generales, a las europeas, primando la libertad por encima de otros derechos humanos. Por tanto, para poder prohibir una determinada actividad, sea a nivel estatal o federal, debe probarse previamente de algún modo que ésta es nociva para el resto de los ciudadanos, o para algunos de ellos. Este es el objetivo de la Comisión que ha creado él presiente Clinton para estudiar la cuestión; mientras esta comisión decide, el presidente ha prohibido la financiación federal a la investigación que persiga la clonación humana. Dicho sea de paso, esta prohibición no ha afectado a nadie, pues esta investigación no se estaba realizando en ninguna parte.
El problema que surge, en ese ambiente de exaltación de la libertad, es que son pocos los que ven el daño que se inflige al niño fabricado con ella. No se termina de distinguir entre que venga un hijo al mundo y que ese niño sea fabricado. De este modo, se difumina el derecho humano a nacer como fruto del amor de los padres, en una familia (18), y se terminan proponiendo manipulaciones aberrantes como lo más normal del mundo: del mismo modo que una familia tuvo un hijo más para obtener médula ósea para un trasplante para su otro hijo con leucemia (19), parece coherente que, dentro de esta dinámica, ya presente en los Estados Unidos, se plantee la clonación como procedimiento para poder tener órganos de repuesto, una vez que fuera suficientemente efectiva en conseguir sus resultados. Por ahora, a Dios gracias, la opinión general es casi unánime acerca de la prohibición de la clonación en el hombre, pero sólo el curso de los acontecimientos nos dirá si esta sensatez perdura.
16. LOS DILEMAS MORALES DE LA CLONACIÓN
por Jorge Martínez Barrera
(Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina)
El artículo aparecido en la revista "Nature" del 27 de Febrero último ("Viable offspring derived from fetal and adult mammalian cells"), donde el Dr. Ian Wilmut y su equipo dan cuenta del nacimiento de Dolly, la oveja clonada, ha tomado por sorpresa a más de un especialista en moral. Tal como lo señalaba el Dr. Jacques Testart en "Le Monde Diplomatique" de Noviembre de 1995, lo grave de los avances biotecnológicos, es que sus implicancias morales están cada vez más confinadas a la discusión entre expertos. El Dr. Testart piensa que los moralistas se encuentran, la mayor parte del tiempo, en un estado de indefensión argumentativa semejante al de un panadero, 0una institutriz o un industrial. Esto hace que los comités consultores de bioética designados por los gobiernos, por lo menos en el caso de Francia, estén mayoritariamente constituidos por los mismos científicos que son jueces y parte en las recomendaciones. Tales comités, según el Dr. Testart, son entonces más bien de carácter técnico-administrativo antes que verdaderos comités de ética. Y aun cuando esas instituciones ad hoc consulten a los moralistas, la opinión que prima es siempre la de los propios generadores de los problemas. Para el Dr. Testart, una solución de buen sentido sería que, a pesar del estado de desamparo argumentativo de los moralistas, los comités de bioética estuvieran compuestos por personas no implicadas en los desarrollos tecnocientíficos, que ellos hicieran comparecer a los especialistas adecuados para que instruyeran al comité cada vez que fuera necesario, pero que estos últimos se retirasen en el momento de tomar decisiones.
Repasemos ahora sumariamente tres grandes grupos de problemas éticos planteados por la clonación, y comprobemos de paso que, una vez superada la perplejidad inicial, el lego en materia estrictamente científica puede, todavía, decir algo sobre el tema.
En primer lugar, señalemos que en casi todas las entrevistas que ha concedido el Dr. Wilmut, aparecen claramente detrás de él las iniciales PPL, las cuales corresponden a la empresa británica PPL Therapeutics. Ésta es una fábrica de productos farmacológicos que ha subsidiado al laboratorio del Dr. Wilmut, y que además posee las patentes de las tecnologías que permitieron el nacimiento de Dolly. Vale la pena agregar, por otra parte, que esas patentes con sus respectivos protocolos científicos, fueron celosamente archivados hasta la aparición del artículo del Dr. Wilmut en "Nature". El contexto industrial-comercial del experimento de clonación, exigió que todos sus protocolos científicos fuesen secretos. Solamente se conoció el asunto cuando se alcanzó la etapa de los resultados, que no siempre fueron garantía de éxito en todos sus pasos. La mortalidad alcanzada en los experimentos, según testimonio del Dr. Wilmut, fue de alrededor del 62%, frente a una mortalidad del 6% en los apareamientos naturales. Conviene tener presente, entonces, que el contexto de la clonación ha sido de tipo comercial e industrial, y que el uso beneficioso de esta técnica es todavía un asunto periférico. La experimentación científica, con la excusa de la libertad de investigación y de la posible aplicación benéfica de los resultados, está deslizándose peligrosamente hacia un maquiavelismo científico éticamente inexcusable. No es razonable que existan exigencias deontológicas aplicables a políticos, médicos, abogados, jueces, periodistas y docentes, y no para los científicos. Por otra parte, la interpelación ética debe dejar de producirse al final, después de que son anunciados los resultados. Ella debe más bien plantearse antes, durante y después de la investigación o del experimento, pues es sumamente difícil poner límites a una experimentación después de que ésta se ha realizado. De ahí que sea preciso alguna tarea de supervisión de los institutos y laboratorios, como así también la publicidad de sus protocolos y alguna forma de legalización de proyectos de investigación que por su naturaleza comprometan a la vida humana misma.
En segundo lugar, la clonación implica dos cosas: a) la manipulación de la diversidad genética natural; b) relacionado con lo anterior, la clonación es un procedimiento invasor del ecosistema genético, pues no es posible realizarla sin la introducción de elementos químicos sintéticos. Así como estamos legítimamente preocupados por la macro ecología, no debemos olvidar que el orden natural o ecológico se expresa en todas las instancias y dimensiones de la creación, especialmente en aquellas que constituyen la estructura inteligente misma de la vida, es decir, el micro ecosistema genético, verdadero "software" biológico. Este último es la condición misma de posibilidad del orden ecológico visible, y lo preocupante es que su delicado equilibrio está siendo cada vez más comprometido por la "polución" biotecnológica humana.
Por último, la manipulación de este soporte inteligente de la vida, nos pone frente a una situación de falsa libertad, pues se favorece la ilusión de que nos es dado poder decidirlo todo. Sin embargo, aun cuando es cierto que la naturaleza es sobreabundante, rige en ella un principio de no-superposición de funciones y de economía de tareas. En las cosas humanas, que funcionan por imitación de la naturaleza, también rige ese principio. Por ejemplo, si a los padres de familia les compete decidir acerca de la educación de sus hijos, no toleraríamos que un tercero extraño reclamase para sí un derecho absoluto sobre esas decisiones familiares. La naturaleza biológica también tiene su campo de decisiones perfectamente acotado, y decide siempre -si no en todos, al menos en algunos de sus comportamientos- con una perfección superior a la humana, en el sentido de que no necesita deliberar entre distintas alternativas. La naturaleza resuelve sabiamente por sí sola, por ejemplo, cuál debe ser la proporción de hombres y mujeres que deben nacer. Ella cuenta además con sistemas auto regulativos propios que, aun cuando puedan no corresponderse en toda su extensión con lo que a escala antropológica nos parece debiera ser la perfección, de hecho, sin embargo, han funcionado desde siempre. Por eso, la manipulación biotecnológica implica una usurpación del campo de acción y decisión de la naturaleza. Pero, ¿toda intervención en la estructura íntima de la naturaleza es condenable? Ciertamente no. Por eso es preciso establecer límites que posibiliten que la acción sobre la naturaleza no sea una manipulación sino una cooperación con ella. La razón puede determinar perfectamente cuándo la naturaleza ha fallado en algo y es aconsejable corregirla, de manera que ella logre, con la colaboración humana, el fin que normalmente debía haber alcanzado si no hubiera ocurrido esa falla. La intervención humana sobre la naturaleza es aquí un poco semejante a la del juez que, en casos difíciles, sabe interpretar el espíritu de la ley -en este caso, de la intención general de la naturaleza- y ordena en consecuencia. Por cierto, no hay dificultad en ver que esta intervención sobre la naturaleza es de un signo absolutamente distinto al que se da en el caso de la manipulación genética que pretende decidir, por ejemplo, acerca del sexo de los hijos, del color de sus ojos, y en general acerca de todos aquellos puntos en donde es difícil afirmar que hay un error de la naturaleza.
Para terminar, estas reflexiones tienen además la pretensión de alertar sobre la necesidad de llenar un vacío jurídico que ya no se puede seguir admitiendo, y que esa laguna legal, si bien debe contar con la opinión de los científicos, es preferible que no sean ellos los miembros mayoritarios de los comités consultores.
16.1 Clonación de oveja presenta profundos problemas éticos.
WASHINGTON, feb 24 (Reuter).- Las sorprendentes noticias sobre la clonación de una oveja adulta generó el lunes un fuerte debate entre expertos en ética sobre la duplicación de seres humanos, que muchos pensaban sería pospuesta indefinidamente.
"Los éticos se habían preguntado "qué sucedería si" desde hace años. Pero los científicos siempre respondieron que no había de qué preocuparse", dijo el lunes Diane Barthels, director asociado de la Universidad de Minnesotta para la Etica Biomédica.
"Pensamos que eso no era posible y que no teníamos que preocuparnos durante un tiempo", expresó. "Y ahora sucedió".
El presidente estadounidense Bill Clinton, pidió el lunes a su comisión nacional de asesoría bioética que revise las implicancias legales y éticas y que informen sus resultados en 90 días. "La Casa Blanca solicitó a la comisión asesora que estudie el tema y exprese su posición sobre si realmente necesitamos concentrarnos más claramente en la dimensión de este desarrollo científico y tecnológico", expresó el portavoz presidencial Mike McCurry.
En Estados Unidos es ilegal el uso del dinero destinado a las investigaciones federales para la mayoría de los experimentos con embriones humanos, pero hay pocas restricciones sobre las investigaciones científicas privadas.
La industria de la biotecnología ha solicitado una clara prohibición legal sobre la clonación de humanos.
El fin de semana pasado, el científico Ian Wilmut y su equipo del Roslin Institute de Edimburgo informaron que hicieron una réplica de una oveja adulta a partir de una célula y dijeron que el procedimiento abre las puertas de una producción más eficaz de animales útiles de una forma u otra para la salud del hombre.
Sin embargo, otros expertos denunciaron que la técnica será potencialmente aplicable a las personas y enfrentará a la humanidad con graves interrogantes éticas.
Wilmut señaló que la oveja, llamada Dolly, nació hace siete meses. Otros equipos han clonado batracios, ganado y ratones, pero Dolly es el primer animal que ha crecido desde la célula a la adultez.
La tecnología todavía está poco desarrollada y es demasiado imperfecta para que su uso sea generalizado. Wilmut ha enfatizado que pretende que sólo sea usada en animales y no en personas.
Las posibilidades son enormes, desde salvar especies en peligro de extinción hasta clonar vacas que puedan producir enormes cantidades de leche o desarrollar ratones idénticos que puedan acelerar la investigación de tratamientos del cáncer.
"Noten que todas esas cosas involucran animales y bienes sociales reconocidos", dijo Glenn McGee, experto en ética de la Universidad de Pennsylvania y autor de un nuevo libro titulado "El bebé perfecto". McGee expresó que todavía es muy prematuro decir si la tecnología usada en la oveja puede producir bebés humanos.
"Pero por el bien de la discusión, si es posible hacer esto con personas, no deberíamos", agregó.
Algunos científicos creen que la técnica podría funcionar en humanos, y que es sólo cuestión de tiempo antes que alguien lo intente, para reproducir un ser querido que murió o en un acto de ego para reproducir o perpetuarse ellos mismos.
Pero aún en ese caso, alguien físicamente idéntico a otra persona nacerá en otra época, y se enfrentará a experiencias culturales, históricas y ambientales diferentes.
Los antecedentes científicos de este fenómeno datan de los experimentos con ranas y sapos en la década de 1970, pero algunos científicos consideran que las preguntas morales y éticas se pospusieron parcialmente porque eran muy difíciles o muy atemorizantes.
"Nunca sucedió, nunca dijimos cuales son los serios argumentos éticos en su contra. Y tenemos que tener esa discusión ahora", dijo Ed Berger, biólogo y experto en ética del Dartmouth College.
Por su parte, el líder de la minoría demócrata en el senado estadounidense, Tom Daschle, expresó el lunes que Estados Unidos debería prohibir la clonación de humanos, pero agregó en tono de broma que si no lo hacía tiene una lista de personas que desearía nunca fueran duplicadas.
(Extractado de el diario "El Mercurio de Valparaíso").
DECLARACIÓN BIOÉTICA DE GIJON
2000
Considerando la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948, ð la Declaración Universal de la UNESCO sobre el Genoma Humano y los Derechos del Hombre del 11 de noviembre de 1997,
ð la Convención de Asturias de los Derechos Humanos y la Biomedicina del Consejo de Europa del 4 de abril de 1997. Conscientes de los rápidos progresos de la biología y la medicina, de la imperiosa necesidad de asegurar el respeto de los derechos humanos y del peligro que las desviaciones de estos progresos podría significar para los derechos humanos. Afirmando que corresponde a la Bioética aclarar la opinión sobre las consecuencias de todo tipo de los avances científicos y técnicos, el COMITÉ CIENTIFICO hace las siguientes observaciones y recomendaciones:
Las biociencias y sus tecnologías deben servir al bienestar de la Humanidad, al desarrollo sostenible de todos los países, a la paz mundial y a la protección y conservación de la naturaleza.
Ello implica que los países desarrollados deben compartir los beneficios de las biociencias y de sus tecnologías con los habitantes de las zonas menos favorecidas del planeta y servir al bienestar de cada ser humano.
ð Una importante tarea de la Bioética, que constituye una actividad pluridisciplinar, es armonizar el uso de las ciencias biomédicas y sus tecnologías con los derechos humanos, en relación con los valores y principios éticos proclamados en las Declaraciones y la Convención antes mencionadas, en cuanto que constituyen un importante primer paso para la protección del ser humano.
ð La enseñanza de la Bioética debería incorporarse al sistema educativo y ser objeto de textos comprensibles y rigurosos.
ð Todos los miembros de la sociedad han de recibir una información general, adecuada y accesible sobre la utilización de los avances científicos, las biotecnologías y sus productos.
ð Se debe propiciar y estimular el debate especializado y público a fin de orientar las opiniones, las actitudes y las propuestas. El debate implicará de manera interactiva a los expertos de las distintas disciplinas y a los ciudadanos de diversos ámbitos, así como a los profesionales de los medios de comunicación.
ð Debe garantizarse el ejercicio de la autonomía de la persona, así como fomentarse los principios de justicia y solidaridad. Asimismo debe respetarse la identidad y especificidad del ser humano.
ð Todos tienen derecho a la mejor asistencia médica posible. El paciente y su médico deben establecer conjuntamente el marco del tratamiento. El paciente deberá expresar su consentimiento libre después de haber sido informado de forma adecuada.
ð El genoma humano es patrimonio de la Humanidad, y como tal no es patentable.
ð Una finalidad fundamental de las técnicas de reproducción asistida es el tratamiento médico de los efectos de la esterilidad humana y facilitar la procreación si otras terapéuticas se han descartado por inadecuadas o ineficaces. Estas técnicas podrán utilizarse también para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades de origen hereditario, así como en la investigación autorizada.
ð La creación de individuos humanos genéticamente idénticos por clonación debe prohibirse.
La utilización de células troncales con fines terapéuticos debe permitirse siempre que la obtención de esas células no implique la destrucción de embriones.
ð La investigación y experimentación en seres humanos deben ser realizadas armonizando la libertad de la ciencia y el respeto de la dignidad humana, previa aprobación por parte de comités éticos independientes. Los sujetos de los ensayos deberán otorgar su consentimiento libre y plenamente informado.
ð Los productos alimenticios genéticamente transformados deben comportar la prueba, de acuerdo con el conocimiento científico del momento, de que no son perjudiciales para la salud humana y la naturaleza, y se elaborarán y ofertarán en el mercado con los requisitos previos de información, precaución, seguridad y calidad.
16.1.1 LAS BIOTECNOLOGÍAS DEBEN INSPIRARSE EN EL PRINCIPIO DE PRECAUCIÓN.
ð Debe prohibirse el comercio de órganos humanos. Debe continuarse la investigación sobre los xenotransplantes antes de que se inicien ensayos clínicos con seres humanos.
ð El debate ético sobre el final de la vida debe proseguir, con el fin de profundizar en el análisis de las diferentes concepciones éticas y culturales en éste ámbito y de analizar las vías para su armonización.
ð A fin de promover un lenguaje universal para la Bioética, deberá hacerse un esfuerzo por armonizar y unificar los conceptos que tienen actualmente terminologías diferentes. El acuerdo en este ámbito se hace indispensable desde el respeto a las identidades socioculturales.
La clonación torna a cada ser pensante en algo parecido a un filósofo moral.
Cada individuo tiene una opinión acerca de si es o no correcto clonar a otro ser humano. La idea de producir asexualmente copias múltiples de organismos idénticos desde un punto de vista genético, todos descendientes de un antecesor común, crea, en la mayoría de las personas, una reacción moral negativa. Porqué alguien desearía hacer algo así es la respuesta más recurrente que encontramos en las encuestas. Sin embargo, la mayoría también reconoce que una vez que la clonación humana llegue a transformarse en un hecho científicamente posible, sólo será cuestión de tiempo ¿Deberíamos permanecer sentados y aceptar lo inevitable sin importar cuán desagradable parezca o qué tipo de consecuencias puede acarrear? ¿Deberíamos comenzar a formular estándares para tomar decisiones moralmente defendibles acerca de esta nueva posibilidad científica?
La reacción negativa inicial de la mayoría de las personas en cuanto a la clonación humana tiene una gran importancia. La disciplina filosófica de 2.500 años de antigüedad llamada Ética, y la aún más nueva denominada Bioética, toman en cuenta las respuestas emocionales de los seres humanos desarrollados normalmente cuando tratan de formular respuestas a preguntas éticas difíciles. Instintivamente, la mayoría se forma la impresión que la procreación que resulta de una expresión de amor y dentro del contexto de una familia constituye algo favorable que debería protegerse. Los individuos, en gran parte, creen que la procreación sexual no debería ser reemplazada por alguna tecnología de laboratorio. Todas las culturas cuentan con un estándar ético como el Cuarto mandamiento (Honrar Padre y Madre) o el Sexto (No Cometer Adulterio) que le dan expresión a este sentido ético básico y que entorpecen la emulación de lo que hoy llamamos valores familiares.
No obstante, las reacciones instintivas y las antiguas normas éticas no son todo lo ético que uno esperaría. No se pueden utilizar antiguos textos fuera de contexto como soluciones rápidas a los problemas técnicos contemporáneos sin traicionar su contenido y a la vez confundirnos. Aunque nuestra reacción inicial a una nueva posibilidad científica puede ser desagradable, abundan los ejemplos de cambios que inicialmente causaron una reacción negativa y luego se aceptaron, puesto que producían consecuencias buenas e importantes. Uno de los roles del eticista o del filósofo moral consiste en considerar todos los aspectos de una situación; consecuencias y circunstancias, propósitos y posibilidades. Ética significa pensar detallada y ampliamente acerca de situaciones y no quedarse estancado sólo en versos relevantes de la Sagrada Escritura o respuestas instintivas iniciales importantes.
16.2 Expertos en Ética en la Actualidad
Hoy en día, mucha gente califica como practicante de una reflexión ética seria. La mayoría de los sacerdotes, pastores y rabinos se consideran a sí mismos eticistas. Los periodistas, por su parte, también se consideran de la misma forma, en especial los encargados de la página editorial. Inclusive los periodistas electrónicos se vuelven eticistas después de que jubilan (por ejemplo, Walter Chronite y David Brinkley). Los doctores hacen las veces de importantes eticistas en nuestra cultura, diciéndonos cada día por la televisión o a través de los diarios como vivir, como morir, como criar a nuestros hijos, que comer y así sucesivamente. Los lectores de las páginas editoriales no se sorprenderán por los comentarios éticos "expertos" acerca de la gran problemática ética en cuanto a la clonación.
17. Clonación y salud humana
1. El mundo está a punto de iniciar una revolución genómica sin precedentes que transformará el
conocimiento acerca de la medicina y la salud y creará nuevas oportunidades de prevención, diagnóstico
y tratamiento. Desde 1997, la OMS se dedica activamente a la evaluación de las dimensiones éticas y
sociales de la evolución de la biotecnología y la genética en la medida en que afectan a la salud humana.
La clonación, en particular, ha sido objeto de mucha atención y el interés de los Estados Miembros en el
tema dio lugar a las resoluciones WHA50.37 y WHA51.10 de la Asamblea de la Salud.
2. El ritmo del cambio señala la necesidad de abordar, preventiva y simultáneamente, las consecuencias
científicas y éticas de esta revolución para que conduzca efectivamente a un mejoramiento de la salud
para todos. Además, para poder hacer una aportación al debate internacional y prestar apoyo a los gobiernos
nacionales, la Directora General entiende que ya es tiempo de ampliar y acrecentar la función de la
Organización en esas esferas desplazando el centro de atención principal de la clonación y las cuestiones
conexas a una serie de actividades estratégicas que abarquen el campo de la bioética en su conjunto.
3. La Directora General considera que esas nuevas actividades son un complemento del trabajo de la
UNESCO y el Consejo de Europa, entre otros, que hace varios años encabezan de manera admirable la
labor de promoción internacional de las cuestiones de bioética. Sigue habiendo una patente necesidad de
que la dimensión de la salud reciba especial atención y de que se incremente y estructure mejor el intercambio
de conocimientos y opiniones entre los Estados Miembros.
4. Los debates habidos en la 52ª Asamblea Mundial de la Salud y en la 105ª reunión del Consejo
Ejecutivo confirmaron que hay un apoyo generalizado entre los Estados Miembros a esa serie de actividades
estratégicas en el campo de la bioética.1 Tales expresiones de interés reforzaron las conclusiones de
varios documentos técnicos recientes que reflejan la opinión autorizada recabada por la Organización en
el desempeño de su trabajo en esferas conexas, como se pedía en las resoluciones antes mencionadas.2
5. La Directora General entiende, empero, que en muchos casos es preciso aún desarrollar los mecanismos
apropiados necesarios para alentar y alcanzar ese crecido nivel de diálogo e intercambio internacional
sobre cuestiones de bioética, en nuevas consultas con los Estados Miembros. También se deben
estudiar medios de incrementar el nivel de la actividad de la OMS en estas esferas, dentro de los límites
de la actual base de financiación. Será necesario que en los próximos meses se haga una reflexión sustantiva
y sostenida acerca de estos asuntos, con miras a presentar una serie más concreta de propuestas a la
54ª Asamblea Mundial de la Salud.
Clonación - 27/11/2001
18. CIENTÍFICOS Y BIOÉTICOS DISCREPAN SOBRE LA CLONACIÓN TERAPÉUTICA
Científicos españoles apoyan la clonación de embriones humanos con fines terapéuticos, como un importante avance para la curación de enfermedades, mientras que la Conferencia Episcopal y asociaciones de bioética rechazaron cualquier tipo de clonación humana.
ð "La Ciencia en sí no es buena ni mala, sino útil para ampliar el conocimiento humano de la Naturaleza".
"Es una obligación de la Administración y del Estado tener unas normativas que le permitan controlar que el uso que se hace de las nuevas tecnologías sea el que le interesa a los ciudadanos... no creo que sea adecuado eliminarla porque sea moralmente reprochable".
Rolf Tarrach
El presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
ð "Condena enérgica a la iniciativa de esta empresa norteamericana". "Detrás de esta ilusión por reducir el sufrimiento lo que está presente es el dinero, la autoestima y la vanidad que marcan los pasos de muchas personas". Manuel de Santiago
Presidente de la Asociación Española de Bioética (AEBI)
ð "Supone un avance importantísimo... Lo que se crea no son embriones, sino que con la clonación terapéutica lo que se crea es un grupo celular que se desarrolla en una célula".
Marcelo Palacios Presidente de la Sociedad Internacional de Bioética
"Estamos desarrollando una investigación que defiende un derecho de la ciencia y del hombre, el de transmitir sus propios genes".
Antinori
Ginecólogo italiano, Profesor de la Universidad de Tor Vergata
ð "Estamos aún lejos de llegar lograr un embrión en el estadio de blastocito, momento en el que se generan las células troncales pluripotentes, y en el que se podría averiguar si realmente tienen la capacidad terapéutica que se les presume".
Lluis Montoliú
Científico del Centro Nacional de Biotecnología (CNB)
ð "Se trata de una práctica que éticamente no es aceptable".
Inocente García
Responsable de la subcomisión Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española
ð "La creación de embriones para cualquier persona, para el tratamiento de cualquier enfermedad, no es algo razonable y presenta bastante dificultades". "Es necesario cuanto antes plantearnos a escala nacional e internacional un marco claro de referencia, porque muchos de los experimentos que mañana se podrían hacer, hoy se pueden anticipar".
César Nombela
Miembro del Comité de Bioética de la UNESCO
ð "La noticia de la clonación por primera vez de un embrión humano por una empresa norteamericana no me ha sorprendido en absoluto".
Santiago Grisolía
Premio Príncipe de Asturias
ð "Estamos todos en contra de la clonación humana, pero otra cuestión son los aspectos de investigación en el ámbito de la biología molecular en los que hay que continuar avanzando".
Anna Birulés
8. Ministra de Ciencia y Tecnología
Ganado bovino: núcleos de células epiteliales del oviducto, del cúmulo oóforo, [21] epiteliales, musculares.
Ganado caprino.
Recientemente se ha logrado en ganado porcino: el grupo de Roslin-PPL lo ha conseguido con un nuevo método de doble transferencia nuclear, con el nacimiento de cinco lechones, con dos subgrupos de tres y dos que eran clones entre sí y con respecto al correspondiente donante. Sus nombres: Millie, Christa, Alexis, Carrel y Dotcom. (I.A. Polejaeva et al. [2000]: “Cloned pigs produced by nuclear transfer from adult somatic cells”, Nature 407: 86-90).
18.1 ¿Un protocolo universal para clonación reproductiva?
El grupo de Wakayama, en el artículo reciente que informa sobre clonación de ratones a partir de núcleos de células madre, propone un posible esquema que permitiría la clonación ilimitada a partir de casi cualquier célula del organismo (al menos en esta especie)[22]:
Transferencia por microinyección de un núcleo de célula somática a un óvulo enucleado.
Se dejaría desarrollar el embrión in vitro hasta una fase previa a la de implantación.
A partir de las células de la masa interna del blastocisto se pueden establecer cultivos estables (inmortales) de células madre (ES). Todas esas células contendrían el mismo genoma nuclear que el individuo donante, genoma que quedaría de esta forma “inmortalizado”.
Las células madre pueden servir a su vez para:
Terapias celulares
Clonación reproductiva
Manipulación genética: se podrían generar ratones mutantes, incluso en homozigosis, en una sola generación, sin pasar por la generación intermedia de quimeras. Ello permitiría analizar las funciones complejas que dependen de varios genes.
18.2 De la gemelación artificial
En animales:
Investigación básica Mejora de FIV
Mejora de fertilidad de las especies empleadas.
En humanos:
En FIV, para mejorar resultados en mujeres con pobre estimulación ovárica
Gemelos idénticos separados en el tiempo
18.3 De la paraclonación
En animales:
Individuos idénticos para investigación
Producción Junto con clonación, para biotecnología: tejidos “humanizados”.
Granjas farmacéuticas ganaderas
Fuentes de tejidos, para xenotrasplantes
En humanos:
¿investigación básica y aplicada?
¿Terapia? Para enfermedades mitocondriales que producen ceguera o epilepsia: transferencia del núcleo del embrión hasta un óvulo-zigoto recepetor.
18.4 De la clonación verdadera
En animales:
mejora de conocimientos en biomedicina
modelos de enfermedades
con transgénesis: producción de medicamentos
órganos para xenotrasplantes: cerdos transgénicos con factor inhibidor de complemento humano. Este es el objetivo del grupo de PPL, cuyo artículo reciente ya hemos citado: I.A. Polejaeva et al. (2000): “Cloned pigs produced by nuclear transfer from adult somatic cells”, Nature 407: 86-90. De hecho, en dicho trabajo adelantan ya que han logrado cultivos celulares en los que el gen de la -1,3-galactosil transferasa está interrumpido, por lo que no es funcional. En principio, si lograsen cerdos transgénicos a partir de estas células, podrían servir como fuentes de tejidos para xenotrasplantes a humanos, evitándose el rechazo hiperagudo del injerto. Sin embargo, la cuestión de los xenotrasplantes a partir de tejidos porcinos está en entredicho, por el riesgo de que se puedan liberar virus endógenos a la población humana. Ello se complicaría aún más con las propuestas de obtener cerdos transgénicos dotados de proteínas humanas del complemento: si bien con ello se evitaría otra de las causas de rechazo, hay que tener en cuenta que algunas de esas proteínas sirven como puertas de entrada a algunos virus humanos.
Ganadería:
Obtención de animales transgénicos. Recombinación homóloga para generar animales noqueados con genes inactivados y sustituidos. Producción de proteínas terapéuticas. Algunas empresas:
PPL Therapeuthics: factor IX, -1-antitripsina. Esta empresa ha logrado ovejas simultáneamente clónicas y transgénicas que segregan en su leche esa proteína de la que carecen los enfermos del enfisema pulmonar congénito. Hace poco han logrado expresar ese gen de forma controlada, insertándolo en un lugar predeterminado del genoma receptor, lo que si se confirma y amplía supone un gran paso para conseguir factorías vivas de sustancias útiles (K.J. McCreath, J. Howcroft, K.H.S. Campbell, A. Colman, A.E. Schnieke, A.J. Kind [2000]: “Production of gene-targeted sheep by nuclear transfer from cultured somatic cells”, Nature 405: 1066-1069).
Genzyme Transgenics: estudios con cabras.
Idealmente se necesita método de transferencia no quirúrgica de embriones. Rápida propagación de fenotipos probados en el sector ganadero. ¿Venta y distribución cómoda de embriones? Evitar la falta de diversidad genética, limitando el número de individuos de un mismo clon en cada rebaño.
Intentos de salvar in extremis a especies de la extinción (p. ej, el panda gigante, un bóvido salvaje asiático llamado gaur, etc.). Incluso alguien está intentando "resucitar" especies extinguidas de las que hay material biológico conservado (alguna especie de marsupial australiano como el tigre de Tasmania, el bucardo -una subespecie de cabra montés recientemente desaparecida del Pirineo español).
En enero de 2001 nació en los EE.UU. un gaur clónico, pero murió a los dos días a causa de una disentería.
En octubre de 2001, se comunicó el nacimiento en Italia de un muflón clónico, a partir de células de hembras muertas de la isla de Cerdeña.
En humanos, la clonación verdadera podría tener dos usos diferentes:
Clonación reproductiva: tal como se describe arriba, para crear un individuo clónico. Posibles situaciones:
Como técnica de reproducción asistida excepcional, no convencional
Qué riesgos podría tener?
Datos sobre la “edad celular”
Otros efectos (cáncer?).
¿Solucionar cuestiones de seguridad?
Cuestiones de eficiencia:
si se tuviera la eficiencia del caso Dolly, necesitaríamos 200 mujeres.
Pero recientemente se ha visto que con el líquido de aspiración del folículo ovárico se pueden obtener muchos folículos preantrales que se pueden madurar en laboratorio hasta ovocitos maduros.
Desarrollo de folículos ováricos humanos en ratones scid e hipogonádicos. ¿Ratones produciendo óvulos humanos?
Cuestiones de seguridad:
Incidencia de nacimientos muertos y abortos[23] Según Wilmut, hay un patrón continuo de muertes durante el desarrollo embrionario y fetal, llegando a término sólo 1-2% de los embriones.
¿Qué edad genética tiene el clon? ¿Corresponde a la edad de la célula donante? Los datos actuales parecen indicar que la transferencia nuclear no revierte la edad genética.
¿Supone esto mayor peligro de acumulación de mutaciones y de envejecimiento celular? (Hay informes sobre anomalías en este sentido, por ejemplo, un acortamiento significativo de los telómeros, lo que parece un indicio de la edad celular[24]. Hay que recordar que los telómeros restauran su longitud normal en la línea germinal, que por definición no intervino en la producción de los animales clónicos. Es posible que los efectos fisiológicos en el acortamiento de la edad de los animales clonados se reflejen tras varias generaciones). Sin embargo, otros informes sobre las terneras clónicas parecen indicar que ocurre lo contrario, un rejuvenecimiento según ciertos parámetros moleculares.
18.5 Clonación no reproductiva: se realiza la manipulación celular como en la anterior, pero el embrión no se implanta en útero, sino que puede servir a distintos objetivos, principalmente de investigación:
Sobre fertilidad, anticoncepción, etc.
Desarrollo embrionario
Obtención de células madre e inducción de diferenciación a diferentes tejidos.
19. LA CLONACION NATURAL EN LA NATURALEZA-
En los armadillos de nueve bandas, los embriones se dividen de manera invariable al alcanzar la fase de cuatro celulas, lo cual originara cuatro crfas geneticamente identicas (cuatrillizos identicos). No se ha explicado convincentemente la razon de que los armadillos de nueve bandas hayan evolucionado hasta dar lugar a cuatrillizos identicos. No cabe creer que todo lo que sucede en la naturaleza represente la adaptacion que verdaderamente promueva la naturaleza caprichosa. Los cuatro clones que los armadillos producen representan probablemente uno de esos caprichos. Con seguridad les resultaria mas beneficioso lograr cuatro individuos un tanto diferentes, cada uno con sus propias ventajas especfficas. Por otro lado, los armadillos existen desde hace largo tiempo, asi que su proceder debe hallarse justificado (y figuran entre los pocos mamfferos salvajes de Norteamerica cuyas demarcaciones crecen de tamaño).
Si examinamos pues la naturaleza en toda su amplitud, advertirernos que la rcproduccion asexual es extremadamente corriente quiza tantocomo la Sexual.
20. SISTEMAS ETICOS Y POLITICAS PUBLICAS:
La clonacion de seres humanos dificil sostener una argumentacion reflexiva y respetuosa en este area, especialmente en el sector politico y entre activistas de todas las tendencias. De hecho, para muchos temas tales como este, el cientiico en un principio que se vera obligado a tomar decisiones con menos informacion de la que seria de-seable o de la que se podrfa obtener con un margen de tiempo mayor.
En compensacion, muchos de los miembros de la Comision tienen una gran experiencia con temas similares y una trayectoria reconocida como observadores criticos, y que contara con la opinion de otros expertos y tendra acceso al creciente cuerpo de literatura bioetica. Tambien entrana cierto reto, que parece casi ilicito para un academico, el trabajar en condiciones tan arriesgadas.
Para comprender correctamente los fundamentos cientificos de la clonacion de animales con esta nueva tecnica y para imaginar, con bases suficientes, cuales podrian ser los siguientes temas en la agenda cientifica. En segundo lugar, se ue consultado en escritos de expertos legales para obtener informacion sobre los problemas legales asociados con este desarrollo. En tercer lugar, se tienen en cuenta teologos de algunas de las principales instituciones religiosas en Estados Unidos para entender sus puntos de vista sobre este tema para beneficiarnos de su experiencia de muchos anos tratando con temas similares.
Los aspectos bioeticos relacionados con la creacion de seres humanos son, y han sido desde hace mucho tiempo, un tema de gran controversia (si no de clara polarización) en nuestro pais. A pesar de que las discrepancias eticas no son infrecuentes en una sociedacl tan plural como la nuestra.
20.1 POLITICAS PUBLICAS: LA CLONACION DE SERES HUMANOS
La forma que pudieramos realizar la tarea encomendada en el tiempo previsto. Esto implico descartar o dejar de lado ciertas dimensiones del tema con el fin de avanzar al menos en algunos aspectos importantes en el plazo permitido. Comentare brevemente el caracter de este proceso de selection.
En primer lugar, existe un estudio detallado sobre los estatutos y normativas estatales y federales relevantes (incluidas las relacionadas con las leyes de la familia y la herencia) no analizamos en profundidad los aspectos constitucionales relacionados con la promulgacion de nuevas politicas o normativas sobre este tema. Eramos conscientes de que era posible, e incluso probable, que en Estados Unidos el derecho a clonar un ser humano con esta nueva tecnica quedase protegido por las interpretaciones de la Constitucion de los Estados Unidos y sus Enmiendas. Es decir, que el sistema legal estadounidense podria reconocer un area de intimidad (privacy) en este campo, en el sentido de que la libertad personal que conlleva podria no verse desbordada por los intereses del Estado de evitar la coercion y la explotacion. En otras palabras, en el sistema legal estadounidense, el derecho a la libertad de procreacion (la autonomia en la reproduccion) y el proceso debido sustantivo podrian considerarse suficientemente amplios como para incluir la libertad para clonar seres humanos de esta nueva forma. A pesar de que toda libertad tiene unos limites, nos percatamos de que seria dificil demostrar que los problemas eticos y morales asociados con este tema representan una carga suficiente para otros como para justificar la intervention del gobierno. Este aspecto, por supuesto, afecta directamente a los problemas eticos que deberian resolverse a la larga, aunque la NBAC no sea capaz de abordarlos en noventa dias. Sin embargo, decidimos dejar esta importante cuestion para las deliberaciones futuras del sistema judicial. Ademas, la proximidad de la fecha limite no permite considerar como estos nuevos desarrollos podrian afectar los inten-tos en curso por correlacionar mejor las distintas definiciones eticas, biologicas y legales de aspectos tales como la vida y la mucrtc.
Tambien dejamos de lado la consideration de como podria abor-dar nuestro sistema sanitario en particular las preocupaciones eticas (por ejemplo, el tema de la distribution justa) relacionadas con la implementation de esta nueva tecnica. Tampoco tuvimos tiempo de analizar toda la information cientifica relacionada con las diferencias
SISTEMAS ETICOS Y POLITICAS PUBLICAS: LA CLONACION DE SERES HUMANOS
Tanto el Presidente como el Congreso de EE.UU. habian prohibido el uso de fondos federales para la investigacion con embriones humanos. La moratoria en el uso de los fondos federales en este area tiene dos efec-tos predecibles. En primer lugar, la investigacion en EE.UU. en este area y otras directamente relacionadas tiene lugar unicamente en el sector privado no regulado y en segundo lugar, aunque los facultativos en EE.UU. siempre tienen la libertad de aprender algo indirecta-mente (es decir, como un resultado secundario), a traves del uso de tratamientos innovadores, que no estan regulados por las normas del Departamento de Sanidad y Servicios Sociales y por la PDA, una parte relevante de la investigation de frontera en este campo se esta realizando unicamente en otros paises. El punto importante para nuestro trabajo, sin embargo, era que la investigation en embriones humanos era indispensable para el desarrollo adecuado de esta nuevas tecnicas para la donation de seres humanos; esto se debe a que uno de los pasos iniciales clave en la tecnica de transferencia de nucleos de celulas humanas es, de hecho, la creation de un embrion a partir de un ovulo enucleado y una celula somatica diferenciada del animal que se desea clonar. Asi, para poder investigar el uso future de esta tecnica para la clonacion de seres humanos, seria necesario crear o utilizar, en algun momento, embriones humanos con fines de investigacion.
Esto represento un dilema significative para la Comision, pbrque sus miembros tenian distintas opiniones sobre la investigation con embriones y estaban dispuestos a defenderlas. Algunos de los miembros de la Comision pensaban que las normativas estadounidenses actuates deberian ampliarse de forma que induyeran al sector privado, mientras que otros estaban a favor de una normativa mas laxa. Ademas, el desarrollo de la tecnica de transferencia de nucleos de ce-lulas somaticas para la donation de animales (humanos o no humanos) puso en tela de juicio la opinion ampliamente difundida de que el embrion o el ovulo fecundado tenian una categoria moral superior a la de las celulas somaticas normales. Ciertamente, para mi no era obvio si existe alguna distincion moral entre el embrion creado por fecundation in vitro (con ovulos y espermatozoides) y el creado a partir de celulas somaticas utilizando la tecnica de transferencia de nucleos de celulas somaticas. Estos eran temas muy amplios y complicados que merecian una consideracion detallada, pero debido a los limites de tiempo, llegamos rapidamente a dos conclusiones. En primer lugar, que probablemente no tendriamos tiempo de considerar todos los aspectos asociados con la investigacion con embriones humanos y en segundo, que cualquier sugerencia de la Comision en el sentido de que el Gobierno federal deberia reconsiderar su postura en este tema enviaria inmediatamente nuestro informe a la papelera mas proxima. Muy a pesar nuestro, por lo tanto, decidimos dejar de lado este tema y centrarnos unicamente en el uso de la tecnica de transferencia de nucleos no en la investigacion, sino unicamente con el fin de crear un ser humano, es decir, crear un embrion que se llevaria a termino como un bebe normal. Como resultado, nuestro informe omitiria la mencion del tema de la investigacion en embriones humanos. Llegamos a esta conclusion a pesar de ser conscientes de que todas las celulas con nucleo de nuestro organismo, y no solo los embriones, tienen la capacidad de «originar» un nuevo ser humano, lo que, en opinion de muchos, deberia habernos impulsado a reconsiderar inmediatamente la legislacion vigente en esta area.
Algo que aprendimos durante esta experiencia fue que incluso con gente critica con buena voluntad y las mejores intenciones, existen cuestiones eticas amplias y complejas, relacionadas con la esencia de lo que significa ser humano, que no pueden resolverse en noventa dias. Una ver reconocido esto, adoptamos una estrategia doble:
1. Centrar nuestras deliberaciones y nuestro informe en las cuestiones eticas en las que podiamos aproximarnos a un consenso.
2. Identificar aspectos eticos y filosoficos para una discusion mas amplia y mas profunda en un periodo de tiempo mayor.
Por ultimo, se comentará un aspecto particular de nuestras recomendaciones: la solicitud que se hizo para que se implementasen nuestras recomendaciones en la legislacion federal. La mayoria, quiza todos los miembros de la Comision, eran conscientes de lo dificil y lo potencialmente inapropiado que era proponer una legislacion particular, en especial una legislacion con un impacto sobre las decisiones «privadas», basandonos en un conjunto de temas eticos controvertidos y no resueltos. Nuevamente, sin embargo, se limitaron los fundamentos legislativos a los aspectos eticos menos conflictivos en los que los imperativos de seguridad, las practicas clinicas adecuadas y el tiempo necesario para una reflexion en un intento por generar una serie de recomendaciones razonablemente completas, vinculantes para los legisladores, respetadas por la comu-nidad academica (hasta donde fuese posible), que respondiesen a la tarea encomendada y que generasen la reflexion o quiza incluso que convenciesen (de acuerdo con las normas politicas y culturales actua-les) a un segmento amplio de la poblacion afectada.
Al utilizar celulas madre (stem cells) humanas de tipo embrionario (ES), aisladas interna de un blastocisto, que tienen la caracteristica de ser pluripotentes, pa in vitro, mediante senalizaciones moleculares, diversos linajes celulares (he esplenocitos, celulas neuronales, hematopoieticas, etc). La utilization de esi para llevar a cabo terapia celular, mediante el reemplazo de las celulas danadas minados tejidos o aun, quizas, reparando los organos danados por ciertas enfei abre unas perspectivas medicas de primera magnitud. El problema legal y etict do no solo del hecho de que se emplee para el aislamiento de estas celulas ur (por ejemplo, uno embrion sobrante de una fecundacion in vitro), sino de la p de que estas celulas, por su caracter pluripotencial, pudieran dar lugar no sol linajes celulares sino a un individuo complete si se colocaran en una ambient< (es decir, si se convirtieran en totipotentes). En este contexto, tales celulas se considerar como embriones y, por tanto, su manipulation habrfa de someterse tricciones legales y eticas que se aplican a la experimentation con embriones p tes de una fecundacion (union de ovulo y espermatozoide). Sin embargo, y t posibilidad de que estas celulas (ES) fueran capaces de dar lugar a un organismc to no se puede excluir por completo, los datos actuates de celulas (ES) procei ratones afirman lo contrario. De ser esto asi, las celulas humanas ES no deberi derarse como embrionarias ni por tanto hallarse sujetas a las restricciones legal < de estas ultimas celulas. El problema legal y etico, sin embargo, permanece < puesto que para el aislamiento de las celulas humanas ES se debe utilizar un que si es totipotente. La solucion a este problema reside en el valor legal y etico al embrion.
El problema se ha agudizado porque la obtencion de celulas madre capaces rar varios linajes celulares puede realizarse no solo a partir de varies tejidos fel tambien de la medula osea, incluso del cerebro y probablemente tambien de otn de individuos adultos. <;Son estas celulas capaces de generar un individuo complex tentes) o solo tienen capacidad de diferenciarse en varios linajes celulares (es d pluripotentes)? La distincion parece oportuna porque afecta constitutivamente i la biologfa de tales celulas sino a la legalidad y caracter etico de su empleo en L mentation. Parece obvio que si no tuvieran la capacidad de generar un individ pleto no deberian someterse a las restricciones legales y eticas de las celulas embr Las celulas madre, sin embargo, parecen ser mucho mas versatiles de lo que pens la actualidad. <<Cual serfa la repercusion legal y etica del empleo de esas celulas ei de que supieramos que podrian adquirir totipotencialidad in vitro, al colocarli ambiente provisto de las senalizaciones moleculares adecuadas (que actualment nocemos) para el comienzo de un desarrollo embrionario? El Comite consider bien en ese momento tales celulas habrian llegado a ser propiamente embrionai hecho no debe cambiar el estado constitutive de pluripotencialidad que teruan ei y que por consiguiente no deberian ser consideradas como embrionarias: L« potencialidad de llegar a ser no cambia su actual estado constitutive.
El estatuto etico de la clonacion
El problema se complica aun mas por el hecho de que pueden obtenerse celu madre con capacidad pluripotente y tambien totipotente a partir de ovocitos enuclead en los que se ha practicado la donation por transferencia de nucleos de celulas difere ciadas. Parece que, en tal caso, el ovulo al que se ha transferido el nucleo de una cell diferenciada y el ovulo fecundado por un espermatozoide son constitutivamente dii rentes en cuanto que el cigoto tiene la capacidad natural (sin manipulacion posterior) formar un individuo complete (es totipotente per se), en tanto que el ovulo al que se le trasplantado un nucleo no tiene, por si mismo, ninguna capacidad pluripotencial totipotencial natural (sin manipulacion posterior); solo llegara a ser pluripotente totipotente en condiciones especiales. Pues bien, solo en el momento en que fue constitutivamente totipotente, podria considerarse como celula embrionaria. En es contexto, el esfuerzo de investigation deberia centrarse en encontrar las condicion para convertir en pluripotentes los ovulos a los que se les transfirio el nucleo de ui celula somatica. Creemos que este hecho y la utilization de celulas madre pluripotent sera cientificamente mas asequible que encontrar las condiciones para la totipotencialidi y evitaria los problemas legales y eticos derivados del empleo de embriones para el aislamiento de celulas. La pregunta crucial es determinar donde comienza la totipotencialidad de una celula para poderle dar el calificativo de embrionaria. La respuesta actual es que no lo sabemos.
Se condiciona este desarrollo y que contienen ciertas predisposiciones, pero el ser humano depende de forma fundamental de la interaccion de su informacion genetica con el ambiente y, mas en concreto, de los procesos de socializacion (desde la familia al sistema educativo) que son altamente especificos. Los genes, por otra parte, son mucho mas condicionales cuando se trata de rasgos fisicos que de rasgos psicologicos.
Por otra parte, esta tecnica se halla lejos de haber probado seguridad y eficacia, de condiciones necesarias para poder pensarse en su aplicacion a seres humanos. En ciertas areas de la medicina se exige obligacion no solo de medios sino de resultados. Este par ce ser el caso de la ingenieria genetica en general, y de la clonacion verdadera reproductiva en particular. Este es un procedimiento al que hay que exigir resultados. Y cuando estos son tan inciertos, mas aun, tan potencialmente dañinos, las restricciones juridicas y eticas deberian ser maximas..
Segun hemos mencionado anteriormente, tenemos que distinguir dos planos en este sentido. Aquel de los maximos o exhortativo y el de los minimos o normativos. Gran parte de los argumentos esgrimidos al respecto de las motivaciones que se invocan para la clonacion reproductiva, se mueven en el plano exhortativo. En este sentido, el Comite considera que una sociedad esta tanto mas vertebrada y es tanto mas sana, cuanto mayor sea la promocion de instancias sociales estables como la familia y la escuela en la que los ciudadanos encuentren un lugar de respeto, estima, acogida, promocion y desarrollo libre y equilibrado de la personalidad, y donde se fomenten las relaciones cooperativas y solidarias con los demas, lejos de la instrumentalizacion, la explotacion y la violencia.
El estatuto etico de clonar
El problema se complica aun mas por el hecho de que pueden obtenerse celulas madre con capacidad pluripotente y tambien totipotente a partir de ovocitos enucleados en los que se ha practicado la clonacion por transferencia de nucleos de celulas diferenciadas. Parece que, en tal caso, el ovulo al que se ha transferido el nucleo de una celula diferenciada y el ovulo fecundado por un espermatozoide son constitutivamente diferentes en cuanto que el cigoto tiene la capacidad natural (sin manipulacion posterior) formar un individuo complete (es totipotente per se), en tanto que el ovulo al que se le trasplantado un nucleo no tiene, por si mismo, ninguna capacidad pluripotencial totipotencial natural (sin manipulacion posterior); solo llegara a ser pluripotente totipotente en condiciones especiales. Pues bien, solo en el momento en que fue constitutivamente totipotente, podria considerarse como celula embrionaria. En es contexto, el esfuerzo de investigacion deberia centrarse en encontrar las condicion para convertir en pluripotentes los ovulos a los que se les transfirio el nucleo de una celula somatica. Creemos que este hecho y la utilizacion de celulas madre pluripotentes sera cientificamente mas asequible que encontrar las condiciones para la totipotencialidad y evitaria los problemas legales y eticos derivados del empleo de embriones para el aislamiento de celulas. La pregunta crucial es determinar donde comienza la totipotencialidad de una celula para poderle dar el calificativo de embrionaria. La respues actual es que no lo sabemos. Lo que si sabemos es que hay celulas pluripotentes en que solo tienen la totipotencia como posibilidad.
Reflexión moral
La deliberacion colectiva sobre los problemas morales no debe verse como el resu tado de la fragmentation y el pluralismo de nuestras sociedades en materias de valores creencias. La deliberacion colectiva no es un mal menor que se hace imprescindible en 1 practica, pero que es a todas luces insuficiente desde el punto de vista teorico. Muy ; contrario, este Comite piensa que la deliberacion es una de las vias regias de la racional dad moral, ya que las decisiones morales son siempre concretas y necesitan de un cuidi doso analisis, no solo de los principios eticos implicados sino tambien de las circunstancias del caso y las consecuencias previsibles. Este analisis pormenorizado exige convergencia de muchas perspectivas distintas, y solo llegaria a ser perfecto si tuviera encuenta a todos los afectados, directa o indirectamente, por la decision. La mayor parte de las veces eso no es factible, pero este Comite ha hecho el esfuerzo de recopilar el mayor numero de perspectivas posibles y tenerlas en cuenta en su proceso de deliberacion. E riesgo de las decisiones morales es siempre el mismo: no tener suficientemente en cuenta los intereses de todos los afectados.
Otra creencia basica de este Comite es que los juicios morales encierran razones de muy distinto caracter. Hay, cuando menos, dos tipos de razones morales que, a lo largode este documento, se han denominado «de necesidad» y «de conveniencia».
Se trata de una distincion fundamental, que la etica ha necesitado hacer siempre, desde sus mismos.
EUGENESIA
La eugenesia como ciencia es la rama de la manipulación genética que estudia el mejoramiento de la especie humana. Busca mejorar las cualidades indeseables de la raza humana. Éste propósito ha sido buscado desde hace mucho tiempo y todavía no ha se podido realizar debido a que aún no se conoce la totalidad de los genes humanos. Por ejemplo Platón escribió un libro llamado “República” donde habla sobre esto.
Existen dos tipos de eugenesia, la positiva y la negativa. La eugenesia negativa es aquella que pretende mejorar la raza humana esterilizando y recluyendo a los seres defectuosos. La eugenesia positiva se basa en la identificación de buenos genes y por ende el mejoramiento de la especie animando a aquellas personas que se creía eran poseedores de dichas características para que se reprodujesen.
El movimiento eugenésico busca la prevención de enfermedades congénitas, mediante el examen genético del feto y la consejera genética. Tiene la idea de manipular genéticamente al feto para que se desarrolle con características deseables cuyos genes provengan de distintos padres con características excepcionales y se le extraerían los genes defectuosos y los genes que producen características no deseadas.
POSICIÓN A FAVOR DE LA EUGENESIA
Una de las ventajas sería mejorar la calidad de vida de algunas personas. Por ejemplo si se determina que un feto tendrá síndrome de Down, se manipularían sus genes para evitarlo. Muchas personas que son marginadas por estas fallas genéticas tendrían la oportunidad de vivir como una persona normal sin discriminaciones, se integrarían completamente a la sociedad.
Por razones éticas, si uno tiene la posibilidad de sanar o ayudar a alguien, es un deber hacerlo. De otro modo, sería como al ver a una persona que se ha caído al suelo y pasar por el lado indiferentemente, cosa que no sería moralmente correcta.
Gracias a la eugenesia se podrían suprimir algunas enfermedades genéticas existentes en el mundo. Muchas de ellas producen sufrimiento físico, el cual se evitaría.
La vida es valiosa por lo que hay que tratar de cuidarla todo lo posible y con muchas fallas genéticas se produce la muerte. Con la eugenesia se alargaría el periodo de vida de esas personas, podría compartir aún más tiempo con sus seres queridos y en óptimas condiciones.
Traería mayor progreso ya que se podría hacer a las personas más inteligentes y tendrían más tiempo para crear tecnología útil para la humanidad. Se podría crear un mundo perfecto en el cual la gente no sufriera y fuera feliz con lo que le toca vivir. Se podría adecuar a la gente para que le gustara todo lo que le rodea. Se podría hacer que todo calzara. Se podrían crear individuos habituados para ciertos trabajos desde que aún son fetos para que más adelante lo realizaran felices.
21. POSICIÓN EN CONTRA DE LA EUGENESIA
Primero que nada cabe señalar que al alargar el periodo de vida de las personas, la cantidad de gente que puebla el planeta incrementaría notablemente. Con esto, se irían agotando los recursos naturales existentes como el agua, los animales, las plantas, el aire ( al agotarse los vegetales ), se contaminaría el medio ambiente por el aumento de bazofia. No nos podríamos movilizar ya que los caminos estarían completamente saturados. Habría que buscar otro planeta ya que a la larga no habría espacio para convivir aquí. Quien sabe si la ciencia y tecnología habrán avanzado lo suficiente como para poder habitar otro planeta, en ese caso terminaríamos con la destrucción del mundo y del ser humano.
Al manipular tanto al ser humano se iría perdiendo la originalidad y la esencia de cada uno de ellos. Como se trataría de crear personas con características optimas, disminuiría la variedad. Todos perderíamos algo de libertad, nos veríamos obligados a ser de una manera determinada ya que al ser fetos nos manipularían los genes sin preguntarnos y si no lo hicieran seríamos más que discriminados, nos transformaríamos en seres casi inexistentes para una sociedad demasiado avanzada.
Al eliminar a las personas con defectos uno perdería algo de sensibilidad y sentido de la realidad y de lo valiosa que es la vida. Uno no valoraría las cosas que tiene ya que todos tendrían cosas semejantes. Todo perdería un poco el sentido. La felicidad sería un estado continuo por lo tanto no se darían cuenta que están así y no la sentirían como felicidad, sino como un estado natural, común y corriente.
21.1 VALORES EN JUEGO
El valor de la vida se pone en juego en ambas posturas. En la postura a favor se defiende la vida de los individuos debido a que algunas enfermedades genéticas causan la muerte y por medio de la eugenesia se podría evitar. Por otro lado si sobreviven tantas personas llegamos a una sobrepoblación del planeta y así a su destrucción acabando con todos los seres vivientes.
Otro valor que se pone en peligro es el de la libertad. Al feto se le manipulan los genes sin preguntarle nada, sólo porque los adultos creen que es mejor. Desde otro punto de vista, se le quitaría libertad al no manipularlo genéticamente ya que se le priva de posibilidades que podrían beneficiarlo y abrirle más puertas dentro de la sociedad.
Negarle la posibilidad a alguien de efectuarle un tratamiento y atenuarle sus limitaciones, sabiendo como hacerlo, es falta de solidaridad hacía la persona afectada y sus familiares. Mas si manipulamos a todas las personas que lo necesitan, estaríamos siendo poco solidarios con el mundo entero porque a la larga sería éste el que no podría salir adelante por la sobrepoblación y sobreexplotación de sus recursos.
21.2 EL HECHO BIOLÓGICO
La clonación, considerada en su dimensión biológica, en cuanto reproducción artificial, se obtiene sin la aportación de los dos gametos; se trata, por tanto, de una reproducción asexual y agámica. La fecundación propiamente dicha es sustituida por la fusión bien de un núcleo tomado de una célula somática misma, con un ovocito desnucleado, es decir, privado del genoma de origen materno. Dado que el núcleo de la célula somática contiene todo el patrimonio genético, el individuo que se obtiene posee Csalvo posibles alteracionesC la misma identidad genética del donante del núcleo. Esta correspondencia genética fundamental con el donante es la que convierte al nuevo individuo en réplica somática o copia del donante.
El hecho de Edimburgo tuvo lugar después de 277 fusiones ovocito-núcleo donante. Sólo 8 tuvieron éxito; es decir, sólo 8 da las 277 iniciaron el desarrollo embrional, y de esos 8 embriones sólo 1 llegó a nacer: la oveja que fue llamada Dolly.
Quedan muchas dudas e incertidumbres sobre numerosos aspectos de la experimentación. Por ejemplo, la posibilidad de que entre las 277 células donantes usadas hubiera algunas estaminales, es decir, dotadas de un genoma no totalmente diferenciado; el papel que puede haber tenido el DNA mitocondrial eventualmente residuo en el óvulo materno; y muchas otras aún, a las que, desgraciadamente, los investigadores ni siquiera han hecho referencia. De todos modos, se trata de un hecho que supera las formas de fecundación artificial conocidas hasta ahora, las cuales se realizan siempre utilizando dos gametos.
Debe subrayarse que el desarrollo de los individuos obtenidos por clonación salvo eventuales mutaciones, que podrían no ser pocas debería producir una estructura corpórea muy semejante a la del donante del DNA: este es el resultado más preocupante, especialmente en el caso de que el experimento se aplicase también a la especie humana.
Con todo, conviene advertir que, en la hipótesis de que la clonación se quisiera extender a la especie humana, de esta réplica de la estructura corpórea no se derivaría necesariamente una perfecta identidad de la persona, entendida tanto en su realidad ontológica como psicológica. El alma espiritual, constitutivo esencial de cada sujeto perteneciente a la especie humana, es creada directamente por Dios y no puede ser engendrada por los padres, ni producida por la fecundación artificial, ni clonada. Además, el desarrollo psicológico, la cultura y el ambiente conducen siempre a personalidades diversas; se trata de un hecho bien conocido también entre los gemelos, cuya semejanza no significa identidad. La imaginación popular y la aureola de omnipotencia que acompaña a la clonación han de ser, al menos, relativizadas.
A pesar de la imposibilidad de implicar al espíritu, que es la fuente de la personalidad, la proyección de la clonación al hombre ha llevado a imaginar ya hipótesis inspiradas en el deseo de omnipotencia: réplica de individuos dotados de ingenio y belleza excepcionales; reproducción de la imagen de familiares difuntos; selección de individuos sanos e inmunes a enfermedades genéticas; posibilidad de selección del sexo; producción de embriones escogidos previamente y congelados para ser transferidos posteriormente a un útero como reserva de órganos, etc.
Aún considerando estas hipótesis como ciencia ficción, pronto podrían aparecer propuestas de clonación presentadas como * razonables + y * compasivas + Cla procreación de un hijo en una familia en la que el padre sufre de aspermia o el reemplazo del hijo moribundo de una viudaC, las cuales, se diría, no tienen nada que ver con las fantasías de la ciencia ficción.
Pero, )cuál sería el significado antropológico de esta operación en la deplorable perspectiva de su aplicación al hombre?
21.3 Permite la selección eugenésica casi total:
Tanto en el caso de la fisión gemelar como en el de la clonación se elimina totalmente “la gran lotería de la herencia”, con lo cual nos encontramos con un fabricante que “decide” no sólo algunas (como sucede en otras técnicas de reproducción), sino todas las características genéticas del futuro ser humano, “haciendo así de él una verdadera cosa en manos del decisor”, según expresión también del CCNE. En cambio, que la idiosincrasia genética de un individuo no pueda ser decidida por nadie, como sucede plenamente en la procreación e incluso, en parte al menos, en la reproducción artificial convencional, es algo que asegura a quien va a nacer frente a esta cosificación.
Elimina las relaciones de filiación, introduciendo discriminatoriamente un nuevo tipo de seres humanos (que no son “hijos”):
Al inaugurar un modo nuevo, no sexual, de reproducción, la clonación rompe totalmente las relaciones de paternidad - filiación: no habría ya padre, ni madre, ni temporalidad genealógica estable , sino proveedores de núcleos y/o de óvulos, por un lado, y seres productos de una u otra combinación celular, por otro. Lo cual implicaría, además, la introducción de una discriminación entre, por un lado, los clones, productos de técnicas asexuales y genealógicamente indefinidos y, por otro lado, los hombres procreados sexualmente y definidos genealógicamente (como hijos). La distorsión de las relaciones peternofiliales no es exclusiva de la clonación, porque, según hemos visto, también las técnicas convencionales en sus aplicaciones heterólogas tienen efectos semejantes. Pero con la clonación la distorsión se convierte en subversión aniquiladora de dichas relaciones paternofiliales desde su misma base biológica. Se puede decir que los niños clónicos no son propiamente hijos de nadie en el sentido habitual de la palabra, porque son réplicas biológicas de una sola persona.
21.4 La eugenesia en acción
Pero no quedó todo en la teoría. En Norteamérica y Europa se esterilizó a decenas de miles de “indeseables”. Claro, la definición de quién o qué resultaba indeseable dependía a buen grado del criterio de quienes decidieran imponer la esterilización. En el estado de Misuri (E.U.A.) se propuso una ley para aplicar la medida a los “culpables de asesinato, violación, asalto en los caminos, hurto de gallinas, atentado con bomba o robo de automóviles”. En sus descaminadas tentativas de conseguir una raza superior en una sola generación, la Alemania nazi fue aún más allá. Tras la esterilización forzosa de 225.000 personas, procedió a exterminar en aras de la eugenesia a millones de seres: judíos, romaníes (gitanos) y minusválidos, entre otros “indeseables”.
El vocablo eugenesia adquirió tintes siniestros a raíz de las atrocidades cometidas durante la era nazi, por lo que, al término de esta, muchas personas abrigan la esperanza de que aquella disciplina hubiese quedado enterrada junto con los millones de seres asesinados en su nombre. Pero en los años setenta del siglo XX circularon informes sobre los progresos científicos en un novedoso campo: la biología molecular. Hubo quienes temieron que tales avances fomentaran el regreso de las ideas que habían seducido a Europa y Norteamérica en la primera mitad del siglo. Por ejemplo, en un foro sobre el ADN recombinante celebrado en 1977 por la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, un eminente biólogo hizo la siguiente advertencia a sus colegas: “Estas investigaciones nos acercarán un paso más a la aplicación de la ingeniería genética a las personas. Ahí es cuando les da por pensar en cómo hacer que nos pongamos a producir niños con características ideales. La última vez, los niños ideales eran rubios y tenían ojos azules y genes arios”.
22. ¿Qué es la Etnografía?
Desde un punto de vista general y conscientes de su relevante aplicación en los campos antropológico y social, la Etnografía ha sido concebida como la ciencia que estudia, describe y clasifica las culturas o pueblos. El término Etnografía proviene de la Antropología en cuyo contexto ha sido definido como la rama de la Antropología que trata de la descripción científica de culturas individuales. Desde esta perspectiva se distingue a la etnografía como "una teoría de la descripción", concepción ésta que ha conducido a formar la idea de que la etnografía es sólo un reflejo de la realidad concreta, un dato empírico, absoluto y relativo de acuerdo a categorías arbitrarias.
En el campo de la investigación socio-educativa la Etnografía constituye una alternativa metodológica que se diferencia de los métodos tradicionalmente empleados en este campo y de los métodos convencionales que por mucho tiempo fueron exclusivamente aceptados y recomendados para la investigación educativa. Por constituir una estrategia no convencional cuyo proceso metodológico se centra más en "lo cualitativo" que en "lo cuantitativo", pareciera que la Etnografía no es aún totalmente reconocida como válida por algunos investigadores.
Con miras a precisar el concepto sobre Etnografía en el contexto de la investigación socio-educativa podemos decir que el término Etnografía se ha utilizado para agrupar y etiquetar todos aquellos estudios descriptivos que, dentro de la metodología cualitativa, proporcionan una imagen de la vida, del quehacer, de las acciones, de la cultura,... de grupos en escenarios específicos y contextualizados.
Es necesario detenerse aquí para precisar lo que entendemos por escenario y por contextualizar en el marco de la investigación cualitativa del fenómeno educativo.
En el trabajo de Castillo Lupemar (1984) sobre "Situaciones Sociales y Observación Participante" se puntualiza acertadamente, a nuestro parecer, lo que es el escenario de una situación socio-educativa. Escenario representa lo que es el espacio físico, en donde actores o participantes comparten una actividad, un quehacer, al realizar ciertas acciones. Estos tres elementos escenario, participantes y actividades interrelacionados se ubican en un determinado contexto. Contextualizar en la investigación etnográfica va mucho más allá del escena-rio, del ambiente, incluye historia, costumbres, lenguaje, en un ambiente de interacción social natural (no- artificial).
Podríamos sintetizar lo que es la Etnografía en términos de descubrir y describir las acciones de los participantes dentro de su interacción social contextualizada, en el sentido y significado que dan los mismos participantes a sus acciones.
El hecho de ser aceptada dentro de una metodología no clásica, naturalista, básicamente descriptiva, ha contribuido a que exista la tendencia a considerar la Etnografía como sinónimo de trabajo informal, libre de fundamentos y de enlaces teóricos, carente de experimentación y de cuantificación e incluso generadora de informes "novelescos" y "anecdóticos". A nuestro juicio, tal percepción sólo refleja un profundo desconocimiento del verdadero alcance de la Etnografía y de las elaboraciones teóricas que de la misma pueden derivarse.
22.1 ¿Cuál es el alcance de la Etnografía?
En relación con el alcance de la investigación etnográfica algunos autores lo limitan básicamente a la labor descriptiva (Wiersma, 1986: 238). Desde este punto de vista, el propósito fundamental del estudio etnográfico puede ser sólo describir una cultura o algún aspecto de una o más culturas en una organización. No obstante, existe una visión más amplia, compleja y relevante en cuanto al alcance de la metodología etnográfica. Según ésta, la Etnografía contempla mucho más que la descripción, incluye también la comprensión e interpretación de fenómenos hasta llegar a teorizaciones sobre los mismos.
Acerca de su alcance hay que enfatizar entonces que, mucho más que describir, la Etnografía permite reflexionar constante y profundamente sobre la realidad, asignando significaciones a lo que se ve, se oye y se hace, desarrollando aproximaciones hipotéticas, redefiniendo continuamente, hasta llegar a construir e interpretar esa realidad sin anteponer el sistema de valores del investigador, lo cual conduce a la reconstrucción teórica. Ello nos permite afirmar que los estudios etnográficos no necesariamente son estudios limitados y que además la Etnografía puede llegar a utilizarse en problemas teóricos.
En este orden de ideas, ¿la Etnografía nos garantiza una metodología seria, rigurosa y no superficial? La concepción exacta acerca de la estrategia etnográfica involucra tanto un determinado tipo de procedimientos en el trabajo de campo como la fidelidad del producto final en la labor de investigación. Por ello, el etnógrafo tiene el compromiso de alcanzar una descripción profunda que le permita interpretar no sólo las conductas sino también sus significados en un determinado contexto cultural, descubriendo e interpretando lo relevante, lo que tiene sentido para el actor, a fin de formular conclusiones realmente significativas de la realidad abordada.
Para garantizar que así sea es preciso tener presente tanto la realidad cultural como las acciones concretas de los individuos con miras a articular los significados culturales con la visión del grupo observado y con la perspectiva del etnógrafo. Esto lleva a considerar el trabajo etnográfico como una forma particular de construir el objeto de la investigación ("lo que se investiga"), a plena conciencia de que en esta forma particular de construir la realidad subyacen supuestos teóricos relacionados con una concepción general de la cultura como totalidad.
¿Cuáles son las características de la Etnografía?
Una característica relevante de la Etnografía es que incorpora las experiencias, creencias, actitudes, pensamientos, reflexiones, de los participantes. La Etnografía considera tales aspectos en los mismos términos y significados que le dan las personas a sus acciones, ya que Etnografía supone describir e interpretar los fenómenos sociales desde la propia perspectiva del participan-te: "... tal como son expresadas por ellos mismos y no como uno los describe" (Watson en Montero, 1982:19).
Podría surgir entonces la interrogante ¿Por qué razón la investigación etnográfica interpreta las acciones sociales desde la perspectiva del propio actor o participante?
La investigación cualitativa, y por ende la investigación etnográfica, se propone descubrir lo que está detrás de las acciones sociales basándose en la siguiente concepción:
En primer lugar, la persona actúa ante las cosas según el significado que represente para ella. En segundo lugar, el significado en cada persona se deriva o surge de su interacción social. En tercer lugar, los significa-dos se manejan y modifican según el proceso de interpretación de las personas.
Si la Etnografía asume que las acciones sociales se producen en los participantes según su forma de percibir, entender, interpretar, juzgar y organizar su mundo, para investigar sobre las acciones sociales no hay una vía más propicia que la de preguntar directamente a los participantes por qué actúan de determinada manera. Esto quiere decir que el etnógrafo escudriña por qué las personas actúan tal como lo hacen y a qué significados obedecen. En la Etnografía, entonces, se asume la relevancia del papel del actor y se insiste en comprender las acciones sociales desde la perspectiva del propio actor.
Por todo lo dicho anteriormente, podemos afirmar que hacer etnografía es tener presente aspectos explícitos e implícitos, manifiestos y ocultos, objetivos y subjeti-vos, lo cuantitativo y lo cualitativo.
Al hablar de los aspectos subjetivos en la Etnografía, ¿podría pensarse en que "cualquiera podría decir cualquier cosa como le parezca o perciba"?
Para aproximarnos a la respuesta, tendríamos que revisar la concepción que tiene la investigación cualitativa acerca de lo subjetivo, de cómo lo subjetivo se convierte en el término "significado" y de cómo se procede a investigar con estos aspectos.
Por una parte, lo subjetivo de la investigación etnográfica se manifiesta en tres dimensiones. Una primera dimensión está conformada por los propósitos, motivos, significados que definen la acción social propia de la persona. Una segunda dimensión la conforma el promedio o común del grupo de personas. La tercera dimensión es el significado que construye el investigador. En este con-texto de la subjetividad etnográfica, algunos autores se expresan refiriéndose más bien a la intersubjetividad de tal forma que la Etnografía personaliza el trabajo cien-tífico pues quien investiga participa directamente e interactúa con las personas involucradas en la situación social que se estudia.
Al desarrollar su trabajo, el etnógrafo genera hipótesis o interrogantes que conectan los estados subjetivos de los individuos y la acción social. Estas hipótesis se van precisando, modificando y/o profundizando a medida que se avanza en el ciclo metodológico etnográfico. De esta manera en el proceso de la investigación, cuando se asume un aspecto subjetivo es porque es producto de un consenso metodológico.
Otro aspecto que caracteriza a la Etnografía es el de estudiar la cultura como unidad particular. El propósito fundamental de un estudio etnográfico es descubrir una cultura o una parte de ella dentro de una organización, partiendo de la observación de las conductas que se evidencian en la interacción de las personas y descubriendo el significado cultural de tales conductas desde la óptica de los propios participantes y del investigador.
Además, la Etnografía utiliza un proceso cíclico de investigación. En dicho proceso, las actividades pueden ser repetidas de acuerdo con la información que van arrojando las observaciones. Es posible avanzar al próximo paso sin haber resuelto todo lo que requiere el anterior, ya que luego tendrá oportunidad de revisar, reajustar, modificar o completar informaciones si así lo requiere el proceso. Este carácter cíclico hace que la investigación no sea totalmente estructurada y preconcebida, por lo que podríamos decir que la planificación de un estudio etnográfico es muy general.
Asimismo, cabe resaltar la flexibilidad inherente a un estudio etnográfico. El investigador puede emplear distintas técnicas de recolección de la información; no se requiere la formulación de hipótesis prediseñadas, ni esquemas teóricos rígidos antes de iniciar el estudio de campo. La teoría emerge de la propia realidad en forma espontánea. La flexibilidad también se refleja en la postura del investigador quien trata de ignorar cualquier idea preconcebida que pueda influenciar la interpretación de lo que observa. Esta característica de flexibilidad en los estudios etnográficos ¿puede insinuar que vamos a iniciar nuestro trabajo de campo sin haber logrado lo que entendemos por una planificación del estudio? o ¿sugiere más bien que nos podemos permitir algunas improvisaciones en la investigación?
El etnógrafo planifica su investigación en términos generales sobre el objeto de su estudio (lo que va a investigar) antes de iniciar su trabajo de campo. Se plantea hipótesis o interrogantes acerca del fenómeno con la certeza de que tendrá sucesivas oportunidades para precisar, redefinir, reordenar y hasta reorientar su estudio, lo cual como ya hemos dicho en párrafos anteriores sintetiza una actitud distinta ante la investigación. Por lo tanto, la flexibilidad en los estudios etnográficos no debe entenderse como falta de rigor. El rigor de los estudios etnográficos está dado por las reconstrucciones teóricas, por el auto-reconocimiento del nivel en que se encuentra el trabajo y por la búsqueda de coherencia entre las interpretaciones y la realidad.
medio ambiente y de las especies biológicas, por una parte, y que por otra se ajuste de modo estricto a todos los requisitos exigidos por las regulaciones y normativas para o la experimentación con animales.
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Enviado por: | Bubble |
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