Historia


Barroco


El período barroco

El término barroco proviene del portugués y, en su origen, significó «perla irregular y deforme». Se empleó para describir de manera peyorativa las formas artísticas demasiado recargadas. Hasta el siglo XIX el término barroco se utilizó como expresión desaprobatoria. Sin embargo, hoy en día ya no es así, aunque se sigue usando cuando se considera que algo es excesivamente complejo o recargado.

El Barroco fue una época en la que se produjeron grandes avances científicos y descubrimientos que cambiaron la percepción que las personas tenían del mundo Durante el Barroco se incrementó la ornamentación en todas las artes hasta llegar, en ocasiones, al exceso. La música, por su parte, experimentó un enorme desarrollo.

El barroco es un estilo artístico caracterizado por la profusión ornamental, con predominio de la línea curva. Se extiende desde finales del s. XVI a las primeras décadas del s. XVIII, en sentido peyorativo, como sinónimo de decadencia, Wolffin lo rescató y lo usó para designar un concepto de estética general. En la actualidad, gracias a los estudios de numerosos historiadores del arte, se ha llegado a definir la época del barroco como el resultado de la profunda crisis económica, social y política que se generó en el s. XVII, especialmente centrado en Italia, en cuya evolución fueron determinantes el apogeo de la contrarreforma y el absolutismo. Se caracterizó también por ser la época de máxima fusión de las artes bajo la dialéctica enseñar, deleitar y conmover.

SOCIEDAD

La lenta evolución de la estructura de la sociedad española, a lo largo del siglo XVII, se relaciona estrechamente con la jerarquización administrativa impuesta por la oligarquía política, por el absolutismo de los Austrias. El rey es la figura máxima, de origen divino para algunos teóricos de la época. El gobierno centralista se ejerce a través de varios Consejos Supremos que ejercen su poder en distintos ámbitos. El Consejo Real de Hacienda tiene la responsabilidad de las recaudaciones e impuestos. El campo religioso estaba encomendado al Consejo de la Inquisición, que, además de preocuparse de conservar la pureza de la fe, funcionaba como un instrumento político.

La estratificación estamental de la sociedad española depende de la herencia de la sangre y del concepto del honor. La sangre funciona como vínculo transmisor “de una pretendida superioridad de virtudes”, transfiere el honor del linaje. El honor, patrimonio de la nobleza, es un principio discriminador de los estratos sociales y un principio distribuidor del reconocimiento de privilegios.

En el vértice de la pirámide social está la nobleza, beneficiada por prerrogativas, favorecida por el poder real, por el desempeño de los más importantes cargos del Ejército y de la Administración. Los nobles importantes abandonan sus posesiones provincianas para establecerse en la Corte. En posiciones inferiores están los caballeros y los hidalgos por herencia o por riqueza.

Constituye una clase especial y privilegiada el clero, que goza de consideración en la España de los Austrias, que se encarga de buena parte de la enseñanza, que apoya al Estado y desempeña cargos relevantes o acumula riquezas. La milicia forma un complejo social muy distinto: se alistan los segundones de las familias nobles, burgueses ambiciosos de aventuras y de obtener prebendas; desvalidos que buscan un sustento o un refugio contra la justicia.

La burguesía no ha alcanzado aún su desarrollo. La política del s. XVII corta las posibilidades de normal desenvolvimiento del capitalismo. Otro obstáculo de su evolución es el descenso de la industria y la competencia de los monopolios comerciales establecidos por los extranjeros.

Tampoco los campesinos disfrutan de una situación favorable. Las consecuencias del régimen de administración y la crisis económica son factores negativos para su desarrollo. Los nobles y el clero explotan la ganadería y cobran derechos por el paso de los rebaños por sus tierras, derecho de la Mesta o pastos. Se planteaba, además, el problema de la posesión de las tierras. Las grandes familias extendían sus posesiones hasta crear dilatados latifundios. En otro nivel, la miseria, el abandono, el abatimiento, la ruina, la existencia marginal de chozas y cabañas, están atestiguadas por los tratadistas contemporáneos.

Desde finales del siglo XVI, bastantes obras revelan una intencionada preocupación por los pobres; surgen las propuestas sobre la creación de las Casas de Misericordia, para acogerlos y darles alimento. Incluso las Cortes piden al monarca la construcción de albergues. Pero la progresiva crisis económica influye en el crecimiento del número de gentes sin trabajo. Se incrementan los grupos de población marginada, entregada al juego, a la vagancia, al bandolerismo, a la picaresca, a la trashumancia...

Las alteraciones demográficas son frecuentes en la época: están movidas por la concentración en las ciudades, por la emigración al Nuevo Mundo, por la generalización de las guerras a lo largo del Occidente europeo. Determinados movimientos migratorios influyen en el descenso de la población de la meseta y su crecimiento en zonas del litoral. El éxodo del mundo rural a las ciudades, crea problemas de vivienda, de ambientación y de convivencia. Puede servir como ejemplo de este crecimiento migratorio el crecimiento de la población de Madrid: de 65.000 habitantes en 1599, pasa a 180.000 en 1630.

POLÍTICA

El siglo XVII fue para España un período de grave crisis política, militar, económica y social que terminó por convertir el Imperio Español en una potencia de segundo rango dentro de Europa. Los llamados Austrias menores -Felipe III, Felipe IV y Carlos II- dejaron el gobierno de la nación en manos de ministros de confianza o validos entre los que destacaron el duque de Lerma y el conde-duque de Olivares.

En política exterior, el duque de Lerma, valido de Felipe III, adoptó una política pacifista y logró acabar con todos los conflictos heredados del reinado de Felipe II. Por el contrario, el conde-duque de Olivares, valido de Felipe VI, incolucró de lleno a España en la guerra de los Treinta Años, en la que España sufrió graves derrotas militares.

Durante la segunda mitad del siglo, Francia aprovechó la debilidad militar española y ejerció una continua presión expansionista sobre los territorios europeos regidos por Carlos II. Como consecuencia de esta presión, la Corona española perdió buena parte de sus posesiones en Europa, de modo que a principios del siglo XVIII el Imperio español en Europa estaba totalmente liquidado.

En política interior, la crisis no fue menos importante. El duque de Lerma procedió a la expulsión de los moriscos (1609), con lo que se arruinaron las tierras de regadío del litoral levantino, y permitió la generalización de la corrupción administrativa. Posteriormente, la política centralista del conde-duque de Olivares provocó numerosas sublevaciones en Cataluña, Portugal, Andaluncia, Nápoles y Sicilia. La rebelión catalana fue sofocada el año 1652, mientras que la sublevación portuguesa desembocó en la independencia de ese país (1668).

El Barroco vino a ser la revancha del poder político sobre el financiero. Los pontífices romanos y los reyes, sobre todo los soberano de Francia, sin duda los mas solidamente establecidos de su tiempo, relevaron definitivamente en el mecenazgo artístico de la alta burguesía, de la misma manera que lo había hecho en las épocas anteriores con la nobleza feudal y los monasterios.

Los nuevos mecenas arrancaron la antorcha a los grandes burgueses para encender, de un modo muy consiente, el luminar de un esplendor artístico deliberadamente dirigido a la propia glorificación y al subsiguiente refuerzo de su poder sobre las masas.

El arte será el vehiculo de propaganda de la Iglesia de la Contrarreforma, los Estados Absolutistas y la burguesía protestante.

ECONOMÍA

En el siglo XVI, Europa va a evolucionar en el plano económico desde un régimen de escasez a otro de abundancia, por la masiva entrada de metales preciosos debido a los descubrimientos y la expansión geográfica. Afirmaciones como: “La riqueza de las naciones se base exclusivamente en la cantidad de oro y plata que acumulen”, son la base de las teorías económica de la edad moderna.

Desde 1630 disminuyen los metales preciosos procedentes e América, lo cual origina la disminución de la moneda en circulación y la estabilización de los precios. Como se obtienen menos ganancias los particulares invertían menos.

Por tanto, será necesario la intervención del estado para aumentar en lo posible el numerario (moneda acuñada), pues lo que se valora no es el movimiento del dinero sino la cantidad que se tenga en reserva. Por ello conviene gastar poco y si es posible producir para vender mucho. A esta nueva teoría económica, domínate en la segunda mitad del siglo XVII, se la denomina mercantilismo, por ser Colbert ministro de hacienda de Luis XIV quien la enunció.

Las principales características del mercantilismo fueron:

  • El autoabastecimiento entre las personas

  • La protección del estado hacia los productos propios imponiendo impuestos a los extranjeros.

  • La financiación y apoyo a compañías privadas

  • Y la obtención de la mayor cantidad de materia prima de las colonias.

Holanda es la única nación europea que no comulga con estos principios. El enorme desarrollo de su capitalismo, con una marina mercante muy fuerte y con una gran capacidad de competición y expansión, la nueva teoría le supone un constante freno.

Teoría mercantilista: La prosperidad del comercio depende de una profunda industria en dar valor a todos los frutos naturales del reino a todos los diferentes usos a que pueden ser empleados. Para lo cual es necesario tener anualmente relaciones puntuales de todo lo que se producía en Francia, de lo que se consumía, de lo que se enviaba a países extranjeros y de lo que recibe a fin de hacer un computo del valor de las mercancías o efectos de que se descarga por su abundancia con el valor de los que recibe por necesidad.

Era preciso también saber cuanto ha de pagar en especies de oro y plata por los géneros que recibe a más de los equivalentes naturales que entrega porque no se podía dudar de que sus equivalentes no la compensan enteramente. La prueba es evidente por el gran número de navíos extranjeros que entran en los puertos de Francia cargados con mercancías finas y que se vuelven los unos con géneros de lana, los otros con efectos de mayor volumen y por consiguiente de menor valor. Y como de esta falta de equivalencia resulta que los extranjeros se enriquecen y el reino se empobrece, es necesario sacar el desquite por los medios naturales.

ARQUITECTURA

En el s. XVII se formuló un lenguaje arquitectónico a partir de las formas heredadas del pasado, a las que se imprimió un nuevo significado. La importancia del movimiento, el sentido teatral de la vida, la necesidad de sorprender y a traer al espectador hacia la obra representada, llevaron a grandes cambios estructurales de las ciudades. Los edificios se transformaron en grandes escenarios, dotados de numerosos balcones, amplias escalinatas, abundantes tribunas y balaustradas, que formaban, junto con las plazas y calles, el nexo de unión y enlace de todo el conjunto, proporcionando así a la ciudad los efectos de aparatosidad que la convertían como apunta G. Dorfles, en una “ciudad espectáculo”. La fachada se convirtió en elemento fundamental de la arquitectura barroca. Perdió la rigidez de períodos anteriores para adaptar su estructura al movimiento de frontones curvos o partidos, columnas salomónicas, uso de la curva y de la contracurva. La planta longitudinal centralizada y la central alargada fueron los tipos más utilizados en las construcciones de iglesias. El pleno florecimiento de la arquitectura barroca se alcanzó con las obras de Borromini, Bernini, Pietro da Cortona y Guarino Guarini, que formuló las conclusiones definitivas ya en el s. XVIII.

En Francia, J. Lemercier, F. Mansart, Ch. Lebrun y J. Hardouin-Mansart imprimieron al barroco un carácter clasicista; formularon a su vez el tipo fundamental de construcción palaciega, que un ejemplo representativo para toda Europa, fue el palacio de Versailles.

En Alemania, sobresalieron Fischer von Erlach, L. von Hildebrandt, B. Neumann y D. Zimmermann.

La arquitectura barroca en España se caracterizó en sus comienzos por el predominio de las formas herrerianas. Un ejemplo de ello son las obras de Juan Gómez de Mora, que construyó en Madrid la Cárcel de Corte, actual ministerio de asuntos exteriores, el Convento de la Encarnación, y en Salamanca el colegio de los jesuitas.

El período del pleno barroco está representado por Pedro de Ribera, autor de varias fachadas, entre ellas la del Hospicio, y en algunos palacios de Madrid; José Churriguera, cuyas obras más importantes se hallan en Madrid y Salamanca (la fachada de San Cayetano), y Narciso Tomé, autor del Trasparente de la catedral de Toledo. La arquitectura barroca también tuvo un amplio desarrollo en Galicia, donde sobresalió Fernando Casas Novoa, que realizó la magnífica Torre del Reloj de la catedral de Santiago de Compostela.

'Barroco'
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PALACIO REAL DE MADRID PLAZA MAYOR DE MADRID CATEDRAL DE GRANADA

ESCULTURA

La escultura barroca rompió con el equilibrio clásico renacentista y tendió hacia un total movimiento por medio de actitudes forzadas y gestos dramáticos. El estudio previo de efectos de luz permitió a su vez ofrecer ricos contrastes de luces y sombras. El escultor más representativo de la época en Italia fue sin duda G. L. Bernini, quien difundió su lenguaje expresivo por toda Europa. Otros exponentes fueron P. Peuget y F. Girardon en Francia; A de Vries y A. Quellinus en los Países Bajos; R. Donner en Austria, y B. Permoser, A. Schulustter e I. Ghunter en Alemania.

En España los artistas trabajaron, sobre todo, la talla en madera, policromada en su acabado, a la que imprimieron un gran dramatismo. Entre los tallistas más importantes sobresalen Gregorio Fernández o Hernández, Juan Martínez Montañés, Juan de Mesa, Alonso Cano, Pedro de Mena, Lluís Bonifás, Francisco Salzillo, José de Mora y José de risueño. La escultura Barroca cobra un papel decorativo en la composición general de la obra. En ellas se destacan su complicada estructura y dramática vivacidad.

Las esculturas barrocas se distinguen por su gran movimiento y el dinamismo. Las imágenes muestran pasiones violentas, lentas y exaltadas. La valorización de aquellos motivos heroicos de la cultura renacentista injertos en la Contrarreforma y la pintura del Greco y de Caravaggio introdujeron nuevos contenidos religiosos y morales y contribuyeron a una radical renovación de la expresión figurativa.

Las características de la escultura barroca en España son:

  • Predominan los temas religiosos

  • Exaltación del realismo. Para ello utilizan postizos como pelo real, corona real, ojos y lágrimas de cristal, etc. Se llegaron a crear imágenes de vestir, en las que se realizaban con minuciosidad cabeza, manos y pies para vestirlas con ropa real.

  • El principal cliente de sus obras fue la Iglesia, y en segundo lugar la Corte.

  • Se produce la decadencia de la escultura funeraria.

  • Las obras decoran retablos, sillerías de coro y los famosos pasos de Semana Santa.

  • Utilizan la madera policromada como material preferido.

Las características de la escultura barroca en Italia son:

  • Naturalismo: Se pretende representar las cosas tal como son. Ello aleja al barroco del clasicismo-idealismo y nos acerca a al representación de los sentimientos.

  • Dinamismo: se da mucha importancia al movimiento. Para representar este movimiento se recurre a estructuras diagonales y a líneas curvas sinuosas.

  • Contrastes lumínicos: Importancia de la representación de las calidades de los objetos.

Los materiales empleados en la escultura barroca en Italia son preferentemente el bronce y el mármol. En cuanto a los temas tratados, predominan muy especialmente los religiosos, aunque también hay temas mitológicos y retratos.

'Barroco'
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APOLO Y DAFNE ÉXTASIS DE SANTA TERESA FELIPE IV

PINTURA

Una de las principales características de la pintura barroca es su tendencia al realismo, que me manifiesta sobre todo en tres aspectos fundamentales:

Primero, en la nueva concepción del espacio pictórico, que perdió el sentido ideal que lo había caracterizado en períodos anteriores para acercarse en todo lo posible a lo real con la ayuda de la perspectiva y la utilización exacta de la luz (claros-curo);

Segundo, el cuadro dejó de ser “una ventana abierta” desde la cual se completaba lo narrado en él, tal como decía Alberti, para pasar a convertirse en un espacio que no sólo englobaba la narración, sino que también al espectador, que desde el momento en que se situaba ante el cuadro quedaba atrapado en su trama;

Tercero, y por último, la figura humana dejó de ocupar el centro del cuadro, y su importancia se igualó con los demás objetos que incluso llegaron a convertirse por sí mismos en tema (naturaleza muerta).

En Italia se destacaron en el campo de la pintura, Carracci, Caravaggio, G. Reni, Domenichino y Tiépolo; en los Países Bajos, Rubens y Rembrandt. En Francia, la pintura barroca adoptó formas más severas: N. Poussin, Claude Lorrain y Ch. Lebrun. En Austria, los maestros del barroco fueron D. Grau, P. Troger, F. A. Malberstch y J. M. Rottmeter, y en Alemania A. Abheimer, J. Zick y los hermanos Asam. La pintura barroca española desarrolló numerosos temas, aparte del religioso: cuadro histórico, mitológico, bodegón y retrato. Se destacan las figuras de José Rivera, Diego de Silva y Velázquez, Francisco Zurbarán, Bartolomé Murillo y Juan Valdés Leal.

'Barroco'
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TEATRO

El barroco artístico contrasta abiertamente con el ideal de armonía, proporción y medida que propugnó el Renacimiento.

El género teatral se convirtió en uno de los más representativos del Barroco. Se llevaron a escena gran cantidad y variedad de asuntos: religiosos, caballerescos, pastoriles, sucesos históricos... Las obras teatrales se representaban en corrales, que eran patios rodeados de casas. Asistía un público ansioso de ver acción y deseoso de ser sorprendido. Las obras más representadas eran las comedias que, según los autores del Barroco, eran obras teatrales en las que se mezclaba lo trágico con lo cómico.

Los temas del teatro barroco eran:

El honor: sentimiento muy arraigado en la sociedad española del siglo XVII. Cuando el honor quedaba manchado por una ofensa, debía ser lavado incluso con la sangre. Este honor no era sólo patrimonio de la nobleza, sino que también los villanos luchaban por mantenerlo intacto.

La religión: tema muy tratado por los dramaturgos barrocos. Se cuestionan temas teológicos, siendo el más frecuente el de la Eucaristía, que dio origen a los Autos Sacramentales. Son obras de un solo acto en verso, con personajes alegóricos como el vicio, la mentira, el pecado...

La tradición nacional: es otro de los temas llevados a escena: canciones populares que sirven de inspiración para crear comedias; temas de historia de España, de nuestra tradición nacional, así como una gran variedad de asuntos caballerescos, pastoriles y mitológicos.

En las obras dramáticas del Barroco se repiten con más frecuencia tres tipos de personajes:

El galán: hombre apuesto y valeroso, portador de valores nobles como la valentía, hidalguía, audacia...

La dama: de singular belleza, noble y con altos sentimientos amorosos.

El gracioso: criado del galán, consejero de su amo y amante del buen comer.

LITERATURA

El lenguaje literario del s. XVII se caracteriza por el virtuosismo, la sintaxis compleja, los brillantes juegos de palabras y la utilización de los más diversos recursos de la retórica. En Italia, su mayor exponente fue el marinismo, escuela creada por G. Marini.

Frente al clasicismo renacentista, el Barroco valoró la libertad absoluta para crear y distorsionar las formas, la condensación conceptual y la complejidad en la expresión. Todo ello tenía como finalidad asombrar o maravillar al lector. Se desarrollaron dos corrientes estilísticas que dan ejemplos a estos caracteres: el conceptismo y el culteranismo. Ambas son dos facetas de estilo barroco que comparten un mismo propósito: crear complicación y artificio.

El conceptismo incide en el plano del pensamiento. Su teórico y definidor fue Gracián, quien en Agudeza y arte de ingenio definió el concepto como "aquel acto del entendimiento, que exprime las correspondencias que se hallan entre los objetos". Para conseguir este fin, los autores conceptistas se valieron de recursos retóricos, tales como la paradoja, la paronomasia o la elipsis. También emplearon con frecuencia la dilogía, recurso que consiste en emplear un significante con dos posibles significados.

El culteranismo, representado por Góngora, se preocupa, sobre todo, por la expresión. Sus caracteres más sobresalientes son la latinización del lenguaje y el empleo intensivo de metáforas e imágenes. La latinización del lenguaje se logra fundamentalmente mediante el uso intensivo del hipérbaton y el gusto por incluir cultismos y neologismos, como, por ejemplo, fulgor, candor, armonía, palestra.La metáfora es la base de la poesía culterana. El encadenamiento de metáforas o series de imágenes tiene el objetivo de huir de la realidad cotidiana para instalarnos en el universo artificial e idealizado de la poesía.

MÚSICA

En este período surge el llamado humanismo en donde ahora la música seguiría al texto ya que este último se consideraba como una expresión del hombre. Esto se logró con la presencia de una sola voz con acompañamientos que no la opacaban. Una de las formas básicas del estilo barroco fue el bajo continuo que era una base armónica que se presentaba durante toda la pieza, es decir, estructuras bien definidas en las que se hacen grupos de notas que se van combinando entre ellas. Con estas estructuras se crearon numerosas formas musicales como el rondó (forma musical que un tema principal alerna con otros temas diferenciados), la sonata (pieza para uno o dos instrumentos que debe "sonar" ya que se contrapone a la cantata que debe cantarse), la suite (composición que consiste en una serie melodías para danzar como la allemanda, sarabanda, giga, gavota y el bouré y minueto), el concerto grosso, las variaciones, el preludio, la fuga y el concierto (donde se escribe para un instrumento solista y orquesta).

Períodos de la música barroca:

- Barroco temprano (1580 - 1630). Se empieza a dar un valor afectivo y violento a las palabras a través de la música. Las obras son de poca extensión, se busca la disonancia.

- Barroco medio (1630 - 1680). Se dan la ópera y la cantata. Comienza la distinción entre aria, arioso y recitativo.

- Último Barroco (1680 - 1750). Aparece el concerto y se hace énfasis en el ritmo muy marcado. La música instrumental domina a la vocal.

Las formas musicales barrocas:

Formas instrumentales: En este periodo, los instrumentos son perfeccionados.

- Suite: Es la unión en una sola obra de varias danzas de distinto carácter. Normalmente se unen danzas de distintas naciones: Zarabanda, de España; Bourré, de Francia; Allemande, de Alemania.

- Sonata: “Musica para ser sonada”. Suele ser para instrumentos solistas, como piano. Los movimientos de los que consta son:

Allegro

Andante

Moderato

Vivace

- Concierto: Suele constar de tres movimientos contrapuestos:

Allegro - Lento - Allegro

Será concierto grosso si es para un grupo de solistas (concertino) y orquesta (tutti). Y concierto solo si es para un solista (solo) y la orquesta. El más destacado compositor de conciertos es Vivaldi.

Formas vocales profanas:

- Ópera: Forma musical de carácter narrativo con representación escénica. Suele tener una obertura (parte instrumental que la precede) e interludios (partes instrumentales que se intercalan durante la opera en sí). Hay dos clases de opera: la Opera seria, estructurada en arias y recitativos, en la que el coro carece de importancia, que es de carácter aristocrático; la Opera bufa, en cambio, es de carácter popular y usa elementos del folclore, frases cortas y frecuentes repeticiones.

Formas vocales religiosas:

- Oratorio: Forma de carácter narrativo sin representación escénica. En ella se canta un drama de carácter religioso sobre el Antiguo o el Nuevo Testamento, y los personajes no actúan, solo cantan. Intervienen la orquesta, los coros y los solistas.

- Cantata: Es una forma musical compuesta sobre un texto religioso de carácter lírico en el que intervienen solo orquesta y coro.

Se realizan además misas, motetes barrocos y musica de órgano.

Compositores importantes:

JUAN SEBASTIÁN BACH

Bach es una de las figuras cumbre dentro de la historia de la música. En ocasiones se ha dicho que la música tonal empezó con él. Su revalorización como músico no comenzó hasta 50 años después de su muerte. Bach se inspira en todo el pasado musical, en especial de su país. Llega al mundo de la música cuando el Barroco ya ha producido numerosas obras y él logra llevarlo a cotas impensables. Durante toda su vida fue compositor de iglesia, y su trabajo consistía en preparar obras para los domingos (cantatas religiosas) o para grandes festividades religiosas.

La mayor parte de su obra es de carácter religioso (recuérdese que trabajaba para iglesias como Kapellmeister, “maestro de capilla”). En su música se resumen todos los estilos del Barroco. Lleva a un gran equilibrio, armonía y contrapunto, monodia y polifonía. Algunas de sus cantatas pueden resultar semejantes a los oyentes. Esto se debe a que en ocasiones Bach cogía algunas de sus cantatas ya compuestas y cambiaba letras o retocaba la música según la ocasión que lo requería. Ninguna de sus obras es teatral, es decir, no tiene óperas. Compone gran número de obras para clave, violín y órgano.

GEORG FRIEDERICH HAENDEL

Haendel empleaba la música domo expresión de sus emociones de forma convincente y natural. Su espíritu es sistemático y racionalista, revelando en cada una de sus composiciones unas características anímicas determinadas. Es muy frecuente asociar a Haendel a un estilo religioso que le identifica. Esto no es cierto, puesto que el MESIAS es su único oratorio con predominio totalmente cristiano, y fue escrito de forma ocasional.

Nadie como él dio mejor tratamiento al Coro, como expresión del sentimiento y la voz del pueblo. Ni siquiera Haydn, Brahms, u otros pudieron competir con él.

Respecto a la temática melódica, no presenta la profundidad de las formas que produce Bach, pero nos acerca, con su estilo ligero y sencillo, al virtuosismo del contrapunto menos elaborado, pero especifico. Solo la ceguera pudo poner fin a su producción musical.

Entre su producción destaca:

-Obra vocal: Desarrolla la Opera y el oratorio. Sus operas están acomodadas al gusto aristocrático inglés, pero cuando la aristocracia le abandona, Haendel empieza a componer para la clase burguesa. En sus oratorios, en los cuales predominan temas cortesanos mas bien (excepto en El Mesías), hallamos coros fastuosos, acompañados de una orquestación magnífica.

-Obra instrumental: Destacan sus Concierto Grosso, y conciertos para órgano. Además, escribe toda una serie de obras para ceremonias cortesanas. Por ejemplo, “Water Music” (Música acuática) es compuesta para tocar al aire libre, en los paseos del rey por el Támesis. O “Firework Music”, que fue compuesta en conmemoración de la paz de Aquisgrán.

FILOSOFÍA

Los filósofos que desarrollaron teorías filosóficas en el período barroco son Descartes y Spinoza.

René Descartes nació en 1596 y vivió errante por toda Europa. Fue un gran personaje dentro de la filosofía, se dice que fundó la filosofía de los tiempos modernos. A Descartes le interesa aclarara la cuestión sobre la “certeza de nuestros conocimientos”. Aunque también le preocupó la “relacion entre el alma y el cuerpo”. Estos dos planteamientos serían los más debatidos por muchos años. Su sistema filosófico está basado en una filosofía construida desde los cimientos y que procura encontrar una especie de conclusión a todas las cuestiones filosóficas importantes. Coincidía con Sócrates en que no se debía limitar el conocimiento.

  Su obra más importante es “El discurso del método”, donde plantea la cuestión de que método debe emplear el filósofo cuando se dispone a solucionar un problema, pues las ciencias naturales ya tenían un nuevo método. Pensaba que la filosofía podía ir de lo simple a lo complejo. Empleó la razón como herramienta fundamental, pues entendía que esta era la única fuente fiable de conocimiento.

  Es necesario olvidarse de todo conocimiento previo antes de indagar en un proyecto filosófico propio. Opinaba que existía una relación entre pensamiento y existencia. Cuanto más evidente resulte algo al pensamiento, tanto más seguro es su existencia. Esto lo expreso una frase: “COGITO, ERGO SUM”. Para Descartes hay dos formas distintas de realidad: el pensamiento o el alma, y la extensión o materia.

  En cuanto al alma del hombre, Descartes cree que está relacionada con el cuerpo mediante un órgano especial llamado “glándula pineal”. Explica así que esta es el motivo por el que el alma se deja confundir por sentimientos relacionados con las necesidades del cuerpo. Descartes opina que la solución es lograr manejar las cosas por medio de la razón, pues de ese modo el pensamiento tiene capacidad de dominar al cuerpo y de actuar razonablemente.

Baruch Spinoza nacido en Ámsterdam, filósofo holandés que vivió entre el 1632 y 1677. La filosofía de Descartes ejerció una gran influencia en su pensamiento. Spinoza vio las cosas bajo el “ángulo de la eternidad”. Veía a Dios en todo lo que existe y veía todo lo que existe en Dios, por lo tanto, Dios para él era el mundo. Era panteísta.

  Su libro más importante fue “Ética demostrada según el orden geométrico” en el cual quería demostrar que la vida del hombre está condicionada por las leyes de la naturaleza. Por esa razón debemos librarnos de los sentimientos para encontrar la paz y poder ser felices.

  Spinoza no estaba de acuerdo con Descarte en que existieran dos sustancias. Opinaba que toda naturaleza y todas las circunstancias de la vida son solo una circunstancia o Dios. Llama a esa cualidad atributos de Dios, los cuales son “Pensamiento” y “Extensión”, mencionado ya por Descartes.

  Spinoza pensaba que solo vivíamos como seres libres cuando podemos desarrollar libremente nuestras posibilidades inherentes. Explica que el hombre no puede conseguir una voluntad libre ya que no somos casa de nosotros mismos, la causa interna de todo es Dios.

  Pensaba, también, que son las pasiones de los seres humanos las que nos impiden lograr la verdadera felicidad. El control de las pasiones se basa en un conocimiento profundo de ellas ya que somos pasivos ante ellas y nos comportamos de acuerdo con ellas.

Bibliografía:

http://faculty.washington.edu/petersen/462/barroco.htm

http://www.alipso.com/monografias/barrocristian/

http://html.rincondelvago.com/cultura-barroca_1.html

http://www.monografias.com/33/barroco/barroco.shtml#polit

http://www.arteespana.com/arquitecturabarrocaespana.htm

http://www.historiayarte.net/a-escultura-barroca.html

http://roble.pntic.mec.es/~msanto1/lengua/1bartea.htm

http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%BAsica_del_Barroco

http://html.rincondelvago.com/musica-barroca_9.html

http://martin040.tripod.com/filosofia.htm#barroco

http://www.cult.gva.es/mbav/data/es0403.htm

Enciclopedia Clarín tomo 3

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Idioma: castellano
País: Argentina

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