Historia
Aztecas
Introducción
Los pueblos que habitaban América antes de la conquista europea tenían diversas formas de organización económica, social y política. Algunos habían desarrollado sociedades urbanas y otros sólo practicaron una agricultura simple o eran cazadores y recolectores. Los aztecas y mayas, en la región mesoamericana, y los incas, en la andina, desarrollaron sociedades urbanas. Estas sociedades tenían una organización económica, política y social del mismo tipo que las sociedades urbanas que existieron en el Cercano Oriente desde el 3000 a. C.
Entre los aztecas y los incas, como entre los mayas, los guerreros y los sacerdotes conformaban el grupo privilegiado y ejercían el gobierno. La mayoría de la población, compuesta por campesinos y trabajadores urbanos, debía entregar fuertes tributos en productos y trabajo. La construcción de complejas obras de riego y la aplicación de técnicas agrícolas habían favorecido el crecimiento constante de la producción agrícola y de la población.
La mayoría de los pobladores de América vivían de una agricultura simple, de la caza y de la pesca de animales y de la recolección de frutos. Muchos de estos pueblos eran nómadas y prácticamente no existía la división del trabajo. Estaban distribuidos a lo largo de todo el continente americano, desde Alaska hasta Tierra del Fuego.
A la llegada de los españoles, las únicas sociedades urbanas que existían en América eran la azteca y la inca; la cultura maya había desaparecido en el siglo XI d.C.
La Civilización Azteca
Con el nombre de Imperio Azteca conocemos al estado que dominaba gran parte del México central cuando llegó Hernán Cortés. Aunque este término continúa siendo el más utilizado, se emplean para denominar a la misma entidad otros como Imperio Mexica o Imperio de la Triple Alianza. Aunque aparecen normalmente como sinónimos, en realidad no lo son. El término "azteca" significa "originario de Aztlan", un lugar de ubicación desconocida, real para algunos, mitológico para otros, del que salieron diversos pueblos, entre los que se contaban los mexica, así que estos últimos son una parte de aquellos. El Imperio de la Triple Alianza alude a las tres ciudades que ocuparon el poder tras la derrota de Maxtla de Azcapotzalco: Tenochtitlan, Tetzcoco y Tlacopan.
Los aztecas fueron un pueblo indígena que dominó el centro y sur del actual México, en Mesoamérica, desde el siglo XIV hasta el siglo XVI y que es famoso por haber establecido un vasto imperio altamente organizado, destruido por los conquistadores españoles y sus aliados tlaxcaltecas. Los indígenas se llamaban a sí mismo Mexica, pero fueron conocidos por gran parte del mundo como los aztecas.
A la llegada de los españoles, los mexicas mantenían relaciones de tensión con los pueblos sometidos, a los que se les imponían fuertes cargas tributarias. Esta situación fue aprovechada por los recién llegados en 1519, que rápidamente establecieron alianzas con los zempoaltecas y los tlaxcaltecas. El fin de los mexicas ocurrió en 1521, con la derrota final de Tenochtitlan por parte de los españoles.
Orígenes
Tras la caída de la civilización tolteca que había florecido principalmente en Tula entre los siglos X y XI, oleadas de inmigraciones inundaron la meseta central de México, alrededor del lago de Texcoco. Mediante guerras y alianzas, los aztecas pronto se convirtieron en un poderoso grupo militar y político en toda el área central de México. No fueron nómades por mucho tiempo y pronto desarrollaron un estado altamente organizado.
Debido a su tardía aparición en el lugar, los aztecas-mexicas se vieron obligados a ocupar la zona pantanosa situada al oeste del lago. Estaban rodeados por enemigos poderosos que les exigían tributos, y la única tierra seca que ocupaban eran los islotes del lago de Texcoco, rodeados de ciénagas.
El hecho de que, desde una base tan poco esperanzadora, los aztecas fueran capaces de consolidar un imperio poderoso en sólo dos siglos, se debió en parte a su creencia en una leyenda, según la cual fundarían una gran civilización en una zona pantanosa en la que vieran un nopal (cactus) sobre una roca y sobre él un águila devorando una serpiente. Los sacerdotes afirmaron haber visto todo eso al llegar a esta zona; como reflejo de la continuidad de esa tradición, hoy en día esa imagen representa el símbolo oficial de México que aparece, entre otros, en los billetes y monedas.
Al aumentar en número, los aztecas establecieron organizaciones civiles y militares superiores. En 1325 fundaron la ciudad de Tenochtitlan (actual ciudad de México, capital del país) ubicada en el lado Texcoco. Como se encontraron con otros pueblos lucharon por la obtención de las mejores tierras de la región; sin embrago, a partir de su asentamiento fueron dominando toda la región.
La confederación azteca
Los aztecas-mexicas establecieron alianzas militares con otros grupos, logrando un imperio que se extendía desde México central hasta la actual frontera con Guatemala. A principios del siglo XV Tenochtitlan gobernaba conjuntamente con las ciudades-estado de Texcoco y Tlacopan (más tarde conocida como Tacuba y en la actualidad perteneciente a ciudad de México) bajo la denominación de la Triple Alianza. En un periodo de unos 100 años los aztecas lograron el poder total y, aunque las demás ciudades-estado continuaron llamándose reinos, se convirtieron en meros títulos honoríficos.
Al final del reinado de Moctezuma II, en 1520, se habían establecido 38 provincias tributarias; sin embargo, algunos pueblos de la periferia del Imperio azteca luchaban encarnizadamente por mantener su independencia. Estas divisiones y conflictos internos en el seno del Imperio azteca facilitaron su derrota frente a Cortés en 1521, ya que muchos pueblos se aliaron con los españoles. Además de los problemas internos que contribuyeron a su caída, el emperador Moctezuma había dado una bienvenida pacífica a Cortés y lo instaló junto a sus capitanes en los mejores palacios, desde donde se hicieron con la ciudad. Es posible que la interpretación de antiguos presagios sobre el regreso del dios Quetzalcóatl indujera a Moctezuma a confundirlo con Cortés, si bien lo que más interesaba al emperador era colmar de regalos a los españoles para que se retiraran.
La Guerra y el tributo fueron importantes en el Imperio Azteca, que fue ganando territorio, personas y poder económico a medida que se expandía. La guerra fue una constante actividad que requería una gran burocracia apoyada por el tributo.
La forma de gobierno en el periodo de la Triple Alianza fue una confederación que enlazó el poder militar, político y económico. El Imperio Azteca fue una organización política multiétnica y multilingual. Cerca del fin del Imperio, la actividad religiosa y la militar pudo haberse reflejado en la impresionante figura de 2000 sacrificios humanos al año.
ESTRUCTURA SOCIAL
En la medida que el sistema crecía, así también creció la organización y la estratificación en clases sociales. En la jerarquía azteca, existió una gama de diferentes clases políticas, económicas y sociales, incluyendo campesinos, comerciantes, artesanos (trabajadores del metal, masones de piedra, y trabajadores de la pluma), la nobleza, y el sacerdocio. Todas estas clases, a excepción de los sacerdotes, reyes y cualquier mujer, fueron en algún momento parte de los militares. Las escuelas para nobles acentuaron igualmente los artes marciales y el otro entrenamiento militar.
La base de la sociedad Azteca era la familia, de carácter patriarcal y generalmente monogámica, aunque se permitía la poligamia. El grupo familiar podía reducirse a la pareja de cónyuges y la progenie, o construir formas de familia extensa constituidas por los padres y las familias de los hijos.
Un grupo de varias familias componía el calpulli, unidad social compleja que se encargaba de funciones muy diversas. Un consejo formado por los cabezas de familia elegía al jefe del calpulli, que debía pertenecer a un linaje determinado. Cada familia perteneciente a un calpulli recibía un usufructo una parte de las tierras comunales la cual volvía al calpulli si dejaba de cultivarse. Cada uno de los calpullis tenía una personalidad, su dios propio, un templo, tierras y un gobierno. Usualmente los artesanos y artistas se agrupaban en algún calpulli y competían contra los de otros calpullis.
Además, cada calpulli tenía asignada una zona de tierra cultivable; los habitantes de un calpulli se repartían el trabajo de sembrar y cosechar esas tierras. Esto tendía a estrechar más los lazos entre los vecinos de un calpulli. Esta forma de posesión comunal de la tierra persiste en algunos pueblos del México moderno, aunque en general es considerada subversiva por el gobierno. Desde la invasión, durante siglos los campesinos han tenido que luchar para poder mantener esas tierras comunales y que no les fueran arrebatadas por los terratenientes.
Cada calpulli tenía su propio tianquiztli ('mercado'). Actualmente en casi todo México, se les llama tianguis a los pequeños mercados que se ponen un solo día a la semana.
En la sociedad azteca se distinguían claramente dos grupos sociales.
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Los pilli o nobles formaban el grupo privilegiado. Eran los sacerdotes, los guerreros y los funcionarios de gobierno. Poseían la propiedad de la mayoría de las tierras, no pagaban ningún tipo de tributo y controlaban el Estado. A este grupo pertenecía el emperador o Tlatoani.
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Los macehuales o trabajadores comunes constituían la mayor parte de la población y formaban el grupo de los no privilegiados. Eran los campesinos, los comerciantes y los artesanos de las ciudades. Debían entregar tributos al Estado en alimentos y trabajo.
La entrega de una parte de lo que producían aseguraba la alimentación de los sacerdotes, funcionarios y el emperador. Tenían la obligación de trabajar en la construcción de edificios y templos pertenecientes a la nobleza. Algunos comerciantes vendían sus productos en la ciudad; otros comerciaban fuera de Tenochtitlan y eran, a la vez embajadores y espías. En esta sociedad también había esclavos que en su mayoría eran prisioneros de guerra.
La expansión militar era una parte diaria de la vida de los aztecas. Con esta expansión, el imperio Azteca asimiló a diversos grupos, varios de los cuales guardaron un resentimiento profundo hacia los aztecas a causa de sus conquistas. El imperio Azteca era un conglomerado de la gente todo alrededor del área de México central. Para la llegada de los españoles, se estima que había hasta veinte diferentes idiomas hablados en el imperio. Junto con el uso de una gente conquistada como recursos, los aztecas usaron a los prisioneros de guerra para los sacrificios humanos en sus ceremonias religiosas.
ORGANIZACIÓN ECONÓMICA
En su pasado bárbaro, los aztecas tuvieron una economía basada en la pesca, la caza y la recolección. En Aztlán pescaban, cazaban y recolectaban especies lacustre, ya que entonces eran los atlacachichimecas "los cazadores con átlatl" (lanzadera), de las riberas de un lago.
Desde su salida tuvieron que depender más de la cacería de conejos, liebres, venados, pájaros, culebras y otros animales. Recolectaron también una especie de berro al que eran muy afectos.
Sin embargo, cuando se instalaron en la meseta central de México, aprendieron de pueblos mucho más civilizados que ellos las bondades de la agricultura.
Posteriormente, la economía se basó en un sistema de agricultura altamente intensivo, en el comercio y el mercado. No conocieron la ganadería, por lo que no tuvieron acceso a los productos lácteos; tampoco desarrollaron objetos elaborados en oro, plata, jade y obsidiana
Las reglas del imperio Azteca justificaron las guerras como medios de obtención de esclavos para sus sacrificios, en vez de algún fin económico. Igualmente importantes eran los complejos sistemas de caminos y de canales que traían mercancía y gente a los mercados centrales.
La propiedad de la tierra era comunal. Se asignaban parcelas de tierra a los calpulli que, a su vez, las distribuían entre la población. Algunas tierras se reservaban para que su producción sea destinada al mantenimiento del Estado, las viudas y los inválidos.
AGRICULTURA
La principal actividad en la vida azteca fue el cultivo. Las personas empleaban muchas horas cultivando la tierra, y como al principio la tierra era poco fértil, fueron creando nuevos métodos para incrementar su producción. Los principales métodos incluyeron la irrigación, fertilización y la construcción de terrazas.
Los trabajadores agrícolas fueron incorporados a los estados rurales grandes, donde trabajaron en los campos que pertenecen a la nobleza y a la militar. Mientras que la grandeza de la monumental arquitectura y la riqueza cultural de las clases altas habían impresionado y capturado la atención de eruditos, el imperio Azteca era sostenido por el trabajo agrícola de las masas, que recibieron de imperio poca protección a cambio.
Cultivaban principalmente el maíz, pero también producían ají, frijol, palta, tomate, cacao, calabaza, papaya, poroto, melón, algodón, etc. La ganadería era muy escasa, el pavo era la única ave de corral conocida, por eso cazaban para comer carne de perdices, patos y ocas salvajes.
El maíz era la base de la alimentación. Lo impregnaban de cal, lo hervían y le desprendían la piel, luego se molía mediante un rodillo de piedra estriado. Con esta harina se hacía pan de maíz o tortilla, que era el alimento principal para las clases más altas y bajas.
Técnicas
La geografía determinó las técnicas agrícolas que debían utilizar. El regadío y las terrazas estaban muy extendidos, pero la técnica de las chinampas era la más utilizada.
El sistema de chinampa o jardines flotantes consistía en rescatar zonas de cultivo en las partes bajas de los lagos construyendo un armazón de postes y troncos cuyo interior se rellenaba con tierra fértil hasta que se alcanzaba un nivel superior al de las aguas.
De este modo, el campo de cultivo estaba permanentemente irrigado y contaba con tierra de alta capacidad de nutrientes, que se podía reponer con la tierra obtenida en la continua limpieza de los canales. Cada chinampa tuvo unas dimensiones aproximadas de 10 por 100 m. y se planificó en un patrón de parrilla; para acceder a ellas se trazó una red de canales por donde circulaban las cosechas y otros productos procedentes de los campos cultivados. Con este sistema se alcanzaron altísimos niveles de productividad, obteniéndose varias cosechas anuales y permitiendo el abastecimiento a ciudades muy enucleadas, en particular a Tenochtitlan.
A través de las chinampas, los aztecas consiguieron ganarle espacio al lago y cultivar grandes cantidades de maíz (base de su alimentación), diferentes variedades de judías (poroto, frijol), melones, pimientos, tomates, variedades de algodón y cacao. Y por último, había plantaciones de tabaco, que se fumaban en las ceremonias religiosas.
COMERCIO
Una rama importante de la economía, estaba constituida por el comercio. Todas las ciudades aztecas y Tenochtitlan, en particular, contaban con un mercado de gran movimiento donde se reunían millares de personas. Los comerciantes llegaban desde lugares muy lejanos con artículos de mucho valor y de poco peso, como el cacao, gemas, algodón o preciosas plumas.
La actividad de los comerciantes no sólo tenía valor económico sino también importancia estratégica, ya que actuaban como espías del estado. El colorido y la variedad de producto eran característicos de los mercados
Los grandes mercados eran el sitio permitido para la actividad económica, allí se reglamentaba rigurosamente que las transacciones comerciales fuesen justas; en el dado caso de una controversia, existía un juez del mercado, que escuchaba a ambas partes y determinaba el veredicto.
Los aztecas desarrollaron un sofisticado sistema de distribución de riquezas con mecanismos como: el intercambio mercantil basado en una unidad de equivalencia (moneda), el comercio a grandes distancias con bienes de lujo, y el salario en retribución de servicios.
Intercambio mercantil basado en una unidad de equivalencia
A raíz del desconocimiento de la moneda, los aztecas efectuaban un intercambio de productos. Para facilitar los canjes, se saldaban los restos de una cuenta con semillas de cacao, que fueron las primeras monedas comestibles.
También utilizaron el oro en polvo depositado en cañutillos, las mantas y las hachas de cobre en forma de T como unidad de intercambio. Tales métodos se continuaron utilizando aún durante la colonia, por presentar una alternativa viable y sana a la economía regida por una moneda solamente.
Cabe resaltar otro método que comprendía el intercambio de una mercancía por otra, denominado trueque. Este método permitía que cualquiera que poseyera una habilidad, o que tuviese en su posesión una mercancía pudiera cambiarla por otro bien o servicio que necesitase en ese momento. De esta forma, las personas podían entrar en el ámbito económico sin tener dinero.
Comercio a grandes distancias con bienes de lujo
Otro mecanismo que mantuvo a la sociedad azteca fue el comercio a larga distancia, que estuvo controlado por un segmento de la nobleza, los Pochtecas.
Los Pochtecas se convirtieron en un grupo de presión de enorme peso en la estructura del Imperio, ya que no sólo intervenía en transacciones comerciales, sino que eran agentes al servicio del estado azteca y, con frecuencia, verdadera fuerza de choque que intervino en la ampliación de las fronteras del Imperio.
Se encargaban de enviar mercancía del reino a lejanos parajes y allí buscaban artículos que hiciesen falta en Tenochtitlán, sus caravanas se podían ver constantemente yendo y viniendo en infinidad de aventuras. Ellos eran los expertos en determinar que valor tenía un artículo al intercambiarse por otro y de equilibrar constantemente estos productos de acuerdo a la oferta y la demanda.
Los productos conseguidos en estas expediciones a larga distancia y traídos a Tenochtitlán por medio de caravanas de tlameme -cargadores- eran de naturaleza exótica o estratégica, por lo general de poco peso y mucho valor, y muchos de ellos terminaron en el gran mercado de esta ciudad. A este mercado también llegaban alimentos especializados y otros productos de la propia cuenca y zonas limítrofes, donde se creó una esfera de interacción económica formada por regiones que de manera tradicional eran económicamente interdependientes.
Mercado de Tlatelolco
El mercado más grande, posiblemente del mundo entero en aquella época, era el mercado de Tlatelolco. Dentro del mercado se vendían todas las mercancías existentes, desde alimento, pasando por aves exóticas traídas de lejanas tierras, mantas finas, hasta material para la construcción.
Este mercado se rigió por normas religiosas según un sistema solar, como el que se puede comprobar hoy día en zonas de Mesoamérica: cada 20 días en los lugares más pequeños, cada 5 días en sitios secundarios y cada día en Tenochtitlán. Muchos de ellos estaban especializados en productos regionales, y en otros se concentraban mercancías de las regiones más periféricas del imperio.
SISTEMA TRIBUTARIO
La economía azteca era muy compleja, y mediante el tributo, permitió que muchísimas personas se dedicaran a tareas no directamente productivas, como los sacerdotes, militares y artistas.
El sistema de tributación fue creado por los aztecas para reunir recursos, con los cuales desarrollaban áreas que de otra manera eran difíciles de implementar, como las obras públicas, las guerras de conquista, etc. Los tributos eran pagados a través del calpulli, por todos los ciudadanos. Dicha operación debía hacerse dos veces al año, como norma general. Cada sector social entregaba productos de su especialidad, que luego eran almacenados en las principales ciudades o en los almacenes estatales.
El sistema tributario fue otro pilar económico de importancia, que se basó en unidades de parentesco y en grupos políticos y sociales. Alimentos, combustible, instrumentos manufacturados, materias primas, textiles, bienes de lujo, esclavos y un sinfín de artículos fueron demandados por los nobles y señores mexicas a los pueblos conquistados y a sus propios vasallos mediante la producción de las tierras de los calpulli. El tributo sirvió, pues, tanto para el mantenimiento del Imperio y de la nobleza, como para el de su fuerza coercitiva, el ritual y para entablar grandes obras sociales y de acondicionamiento de la ciudad.
Para formarse una idea aproximada de los recursos reunidos por el tributo, podemos citar algunas cifras extraídas de un códice azteca, llamado hoy “Mendoza”, dónde se detalla el contenido de los almacenes de las tres ciudades capitales que formaban la Triple Alianza: Tenochtitlan, Texcoco y Tlacopán. Entre muchos otros productos, había 7.700 metros cúbicos de maíz, 5.775 metros cúbicos de porotos, 70 metros cúbicos de cacao, 36.000 manojos de cigarros puros, 27.600 calabazas pintadas, 16.000 pelotas de caucho, etc.
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Enviado por: | KrOliina |
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