AZORÍN

1.- Vida y personalidad

José Martínez Ruiz nació en Monovar en 1873 y murió en Madrid en 1967.

Estudió derecho en Valencia, Madrid y Granada, pero se dedicó toda su vida al periodismo. Desde 1904 utiliza el seudónimo de Azorín, protagonista de sus primeras novelas.

Sus ideas políticas y religiosas evolucionan del anarquismo juvenil al conservadurismo de su madurez.

Su filosofía se centra, cada vez más, en su obsesión por el paso del tiempo, por la fugacidad de la vida... Se hallará en él una íntima tristeza, una melancolía que fluye mansamente, unida a un anhelo de apresar lo que permanece por debajo de lo que huye, o de fijar en el recuerdo las cosas que pasaron. En suma, será Azorín un contemplativo y un espíritu nostálgico que vive para evocar.

2.- Obra

Es un ensayista magistral, uno de los grandes renovadores del género en nuestro siglo.

Aparte de sus muchos artículos de crítica literaria son inolvidables sus libros de evocaciones de las tierras y los hombres de España

3.- Las novelas.

Azorín figura entre los renovadores del arte del relato ¿En qué consiste su novedad? Ante todo en que en sus obras se difumina la frontera entre novela y ensayo, por un acercamiento de la primera al segundo; pierde importancia lo que tradicionalmente había sido el eje de la novela: el argumento. La trama argumental es tan tenue que más parece un pretexto para hilvanar pinturas de ambientes, o para sustentar una galería de personajes sensibles, dolientes, extraños o fracasados. Y en todo ello aflora su peculiar visión de la vida, ea típica desazón existencial (su “dolorido sentir”), o su no menos característica visión de España.

Citemos algunos títulos: Los tres primeros son autobiográficos y el nombre del protagonista les proporcionó el seudónimo: La voluntad, Antonio Azorín y Las confesiones de un pequeño filósofo.

4.- El estilo.

En sus novelas, como en sus ensayos, el lenguaje pasa a primer término. Son bien patentes en Azorín los dos rasgos de la nueva novela:

Él mismo afirmó que “el estilo de un artista está íntimamente ligado a su espíritu: son una misma cosa”. Su lengua, en efecto, es consustancial con su manera de ver y de sentir: un estilo que fluye melancólico, con un lirismo contenido. Sus cualidades proverbiales son la precisión y la claridad. De ahí el empleo de la palabra justa y la frase breve, con su andadura inconfundible y su impresión de pulcritud, de tersura.

En sus descripciones, se observa una técnica miniaturista, por la atención al detalle revelador, a lo que él llamaba “primores de lo vulgar”, de los que sabe extraer hondas sugerencias. Le caracteriza, en fin, una inmensa riqueza de vocabulario, como producto de aquella búsqueda de palabras olvidadas tan propia de los noventayochistas.

CARACTERÍSTICAS DE AZORÍN

a.1) Mezcla de géneros: (prosa poética, numerosas descripciones en Azorín tienen un tono poético que acercan su prosa al género lírico, sobretodo por el empleo de artificios y la subjetividad. Por ejemplo: Proyecta sobre todos las cosas su propia sensibilidad melancólica de tal manera que los paisajes que describe son tristes.

a.2) Temas filosóficos o ideológicos: El paso del tiempo y sus efectos destructores, el existencialismo...

a.3) Palabras terruñeras.

a.4) Tema de España: Castilla simboliza lo auténticamente español.

a.5) Contra el realismo: Lo critican en sus novelas.

a.6) Regeneracionista.

b.2) Técnica miniaturista: Consiste en fijarse en os pequeños detalles.

b.3) Impresionismo: Paisajes borrosos.

b.4) Prescinde del argumento porque lo que le interesa es la pintura de ambientes y de personajes sensibles, dolientes o fracasados.