Historia
Atila
ORÍGENES
Atila nació hacia el año 400 d.C., aunque no se sabe con exactitud en que lugar. Era hijo de Mundzuk, un gran rey guerrero que también organizó conquistas, pero de menor magnitud a las que posteriormente realizaría su hijo menor.
El nombre de Atila tiene diversos orígenes. Según ciertas fuentes, su padre se lo puso en honor al río Volga, aunque también puede provenir de la palabra huna que significa "hierro"
Los hunos eran una tribu nómada que seguía el curso del agua y buscaban los mejores pastos para su ganado. Siempre fue considerado como un pueblo muy guerrero y con gran afán de conquistas.
Estaban establecidos en la llanura húngara llamada "Panonia", teniendo como frontera el Danubio y el Rhin, pero con el tiempo acabaría franqueándola.
Hasta finales del siglo IV, los romanos no tenían conocimiento de los hunos. Los romanos solían tachar de bárbaros a todos aquellos que no sabían escribir, pero sus descripciones a cerca de los hunos iban mas allá: decían que eran muy sucios, desprendían un fuerte y desagradable olor, comían carne cruda y "vivían" sobre sus caballos.
Apreciaban que entre ellos no había unidad, que estaban conformados en tribus.
ATILA SE HACE CON EL PODER
El padre de Atila murió y sus tíos se hicieron cargo de él y de su hermano mayor Bleda, preparándolos para que fueran grandes guerreros. Atila era el predilecto de su tío Rugas
En esta época, el Imperio Romano estaba dividido en 2, Imperio Romano de Occidente(capital en Roma) e Imperio Romano de Oriente(capital en Constantinopla), que era más poderoso.
Los romanos necesitaban rehenes para sus ejércitos y así poder hacer frente a las invasiones que estaban penetrando en el Imperio, sobre todo de Occidente.
Era signo de simpatía y aceptación en esta época intercambiar rehenes entre los romanos y los bárbaros que irrumpían en la zona. En uno de estos intercambios, Atila fue enviado a Roma.
Por aquel entonces, los hunos ya iban adquiriendo fama de buenos guerreros y los romanos mandaron un espía a la tribu de rehenes hunos para aprender sus tácticas.
Era Flavio Aecio, que en poco tiempo se hizo gran amigo de Atila.
Estaban siempre juntos, hasta que en el 420 Atila volvió a su lugar de origen. En esos años, Atila aprendió el modo de vida romano, pero nunca fue de su agrado. Juró que volvería, pero esta vez para conquistarla.
La progresión de Atila fue muy rápida:
Antes de tener 20 años, ya estaba al mando del ejército huno.
Entre los 20 y los 30 años, ya participaba en todas las afrentas.
Con 32 años, fue 2 veces a Italia, pero no a conquistarla, fue a socorrer a su amigo Aecio. Gracias al apoyo de Atila, Aecio consiguió hacerse con el título de caudillo. Los enemigos de Aecio se convirtieron en los enemigos de Atila.
En el 432, ya era la cabeza visible de los hunos, su líder. Los unificó, les dotó de libertad y conformó un ejército muy potente.
RELACIÓN CON EL IMPERIO ROMANO Y SUS INVASIONES
Los hunos empezaron a ejercer una gran presión en el Imperio Romano.
En el 435 Teodosio, emperador del Imperio Romano de Occidente, firmó un acuerdo con Atila para evitar su enemistad. El rey de los hunos recibía tributos de los 2 Imperios Romanos. La firma de estos acuerdos era una forma de ganar batallas sin violencia y a la vez una deshonra para los romanos.
En el 440, se rompió el acuerdo entre Atila y Teodosio. Los romanos fueron sorprendidos usurpando las tumbas hunas y este hecho fue considerado una pérdida de respeto para Atila. Se libró una cruenta batalla que ganaron los hunos, extendiendo así su influencia y su imperio.
Teodosio era consciente de la superioridad que tenían en este momento los hunos, y quería obtener la paz a toda costa. Por ello, aceptó las altas pretensiones, sobre todo económicas, de Atila.
Entre tanto, Atila participaba en una activa vida social: escuchaba poesía, administraba justicia entre sus ciudadanos...
Se casó con Arika y tuvo 4 hijos. Como hombre supersticioso que era,
adoraba al más pequeño de sus vástagos, Emac, el que según las predicciones, levantaría en imperio huno cuando éste decayera.
Atila compaginaba modestia y poder, no quería comparaciones con Dios, y de hecho lo consideraba como una ofensa.
En el 444, murió Bleda, hermano de Atila, por lo que éste se convirtió en el único emperador de los hunos.
Encontró la "Espada de Dios" fortuitamente en un prado.
A mediados del siglo V, tras ganar en otra batalla al Imperio Romano de Oriente, se extendió aún más el imperio huno.
Atila, ante la evidencia de su superioridad, comenzó a subir sus pretensiones a los romanos por el simple placer de ver cuanto podía "exprimirlos". Se hizo quisquilloso y exigente.
Honoria, hermana del emperador de Occidente Valentiniano III, escribió una carta a Atila pidiéndole ayuda para librarse de su familia, que la tenía encerrada y la consideraba una deshonra por sus deslices amorosos. Ella a cambio le ofrecía casarse.
Atila habló con Valentiniano III pero éste no quería cederle a su hermana.
Atila también pidió que le fueran devueltos sus rehenes, pero tampoco cedieron.
Ante estas negativas, Atila empezó a pensar en guerra.
Para provocarlos, en el 451 penetró en la Galia y se enfrentó a los visigodos de Teodorico, que estaban instalados allí.
Este terreno era muy deseado por los romanos, por lo que éstos se aliaron con los visigodos para luchar contra el enemigo común (Campus Mauriacus)
Con esta batalla, Atila y su amigo Aecio se enfrentaron.
Orleáns fue la ciudad gala que más resistió el asedio huno, pero finalmente cayó bajo su poder. Aunque allí posteriormente fueron sorprendidos por visigodos y romanos. Los hunos huyeron hacia Troyes, a unos 20 kms. y allí también se topó en la frontera con la resistencia romano-visigoda.
Esta fue la primera gran derrota de los hunos (Batalla de los Campos Cataláunicos) que por el momento salvó la integridad del Imperio de Occidente.
En el 452, en venganza, Atila penetró en Italia. Suponiendo la gran represalia que les esperaba a los romanos, desde Galia propusieron al emperador Valentiniano que trasladara la capital( Roma) y la instituyera en Galia, para mayor seguridad.
Pero el emperador se negó y prefirió resignarse.
Tras la conquista huna en el Norte de Italia y temiendo que la capital fuera tomada en breve, Valentiniano III y Aecio deseaban pactar la paz. Éstos mandaron al Papa León I el Grande a hablar con Atila.
Fue un encuentro muy cordial, en el que Atila aceptó las condiciones y retrocedió, principalmente porque los hunos ya habían conseguido tantas riquezas en sus batallas que ni siquiera podían mover sus carretas ni proporcionar sitio para futuras ganancias.
MUERTE DE ATILA Y FINAL DEL IMPERIO HUNO
Tras el acuerdo con el Papa León I, los hunos volvieron a su lugar de origen, Panonia, y desde allí, Atila planeó con detalle la que sería su próxima conquista: Roma; y su nueva boda con Ilico, una joven y bella germana con la que contrajo matrimonio en el 453.
La mañana siguiente a su noche de bodas, Atila apareció muerto a causa de una hemorragia nasal que lo asfixió.
La muerte de Atila fue un duro golpe para su imperio y motivo de alegría para los romanos.
En día del entierro, los hunos se desgarraron la ropa, construyeron un dique en el río Volga y rodearon al difunto de sus mas preciadas pertenencias, de hierro (símbolo de su fuerza), oro y plata (símbolos de las dotes que recibían de sus conquistas)
A pesar de que los hijos de Atila intentaron hacerse con el poder, el imperio huno se descompuso rápidamente y en el 469 ya era sólo un recuerdo.
LA HUELLA QUE DEJÓ ATILA
Su figura impresionó extraordinariamente a sus contemporáneos.
Abusaba del terror y de las destrucciones sistemáticas como instrumentos políticos, pero también se valía de su astucia y empleaba pretextos diplomáticos para justificar sus acciones.
Le denominaban "el azote de Dios", y él mismo pretendía que por donde pisaba su caballo no creciera jamás la hierba.
Sin embargo era un juez juicioso e íntegro para su gente, llevaba una vida sencilla. Era una persona supersticiosa y crédula, pero se supo rodear de escribas griegos, latinos y germanos que lo aconsejaban bien.
Los historiadores mitifican su persona. Su éxito en la batalla hizo que fuera un personaje muy odiado, asociado con el terror, la barbarie...
Pero también hay teorías muy distintas que hablan de un buen líder, buen político y persona diplomática y justa.
Hay zonas, como Hungría, en la que es considerado como un héroe.
OPINIÓN PERSONAL
Siempre se producirá este conflicto entre el mito y la historia verídica, principalmente por la falta de información escrita existente en la época en la que englobamos los hechos aquí descritos que pueda proporcionar hechos reales y objetivos.
Se puede decir que únicamente los romanos tenían conocimiento y empleo de la escritura, y la información proporcionada por esta fuente no pasará de una simple "opinión" a cerca de Atila y de su tribu rodeándolos de exageraciones y tintes maliciosos que los sitúe en mal lugar, pues eran acérrimos enemigos.
Es innegable que la figura de este personaje fue, es y seguirá siendo muy importante para la historia de la humanidad por ser quizás el primer grupo invasor que puso en verdaderos apuros al poderoso Imperio Romano.
Pero su persona seguirá siendo una incógnita. Los comentarios llegan a tal punto que, aún hoy, asocian el origen húngaro del Conde Drácula con descendientes de la familia de Atila
Resulta paradójica la trágica muerte que le llevó a la tumba. Ninguna batalla pudo con él, quizá fuera cierto que Atila era el guerrero más poderoso y sólo el mismo podría acabar con su vida.
¿Quién sabe lo que habría ocurrido si hubiera dispuesto del tiempo suficiente para conquistar Roma?
Seguramente la Historia nos hubiera deparado otros caminos muy diferentes.
FACULTAD DE GEOGRAFÍA E HISTORIA
1º HISTORIA, GRUPO B
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Enviado por: | Rather |
Idioma: | castellano |
País: | España |