Arte
Arte renacentista
Renacimiento.
Es un periodo de la historia europea que se caracteriza por una renovación del interés por el pasado grecorromano clásico y especialmente por su arte. El renacimiento comenzó en Italia en el siglo XIV y se difundió por el resto de Europa durante los siglos XV y XVI. En este periodo de la edad media, la sociedad estamental (marcada por: el absolutismo y la mala repartición de los privilegios, una economía básicamente agrícola y una vida cultural e intelectual dominada por la Iglesia), se transformó en una sociedad dominada progresivamente por instituciones políticas centralizadas, con una economía urbana y mercantil, en la que se desarrolló la función del mecenas en la educación.
El término 'renacimiento' lo utilizó por vez primera en 1855 el historiador francés Jules Michelet para referirse al "descubrimiento del mundo y del hombre" en el siglo XVI.
La moderna investigación puso fin al concepto de la edad media como época oscura e inactiva y mostró como el siglo previo al renacimiento estuvo lleno de logros. Por supuesto, la edad media no acabó de forma repentina.
Gracias a los scriptoria (aulas dedicadas al estudio) de los monasterios medievales se conservaron copias de obras de autores latinos como Virgilio, Ovidio, Cicerón y Séneca.
Los pensadores renacentistas continuaron la tradición medieval de los estudios de gramática y retórica.
La recuperación y estudio de los clásicos originó la aparición de nuevas disciplinas —filología clásica, arqueología, numismática y epigrafía— y afectó críticamente al desarrollo de las ya existentes. En el campo de las bellas artes la ruptura decisiva con la tradición medieval tuvo lugar en Florencia en torno a 1420, cuando el arte renacentista alcanzó el concepto científico de perspectiva lineal que hizo posible representar el espacio tridimensional de forma convincente en una superficie plana.
Las obras del arquitecto Filippo Brunelleschi y del pintor Masaccio son deslumbrantes ejemplos del uso de esta técnica.
El renacimiento Italiano
El renacimiento italiano fue sobre todo un fenómeno urbano, un producto de las ciudades que florecieron en el centro y norte de Italia, como Florencia, Ferrara, Milán y Venecia, cuya riqueza financió los logros culturales renacentistas.
Los ideales renacentistas de armonía y proporción culminaron en las obras de Rafael, Leonardo da Vinci y Miguel Ángel durante el siglo XVI.
En el campo científico se hicieron progresos en medicina y anatomía, especialmente tras la traducción, en los siglos XV y XVI, de numerosos trabajos de Hipócrates y Galeno; también fueron traducidos en el siglo XVI algunos de los más avanzados tratados griegos sobre matemáticas.
En el campo de la tecnología, la invención de la imprenta en el siglo XV revolucionó la difusión de los conocimientos. La imprenta incrementó el número de ejemplares, ofreció a los eruditos textos idénticos con los que trabajar y convirtió el trabajo intelectual en una labor colectiva.
Durante el renacimiento las ciudades italianas se convirtieron en estados territoriales, que buscaban expandirse a costa de otros. La unificación territorial tuvo lugar también en España, Francia e Inglaterra, lo que condujo a la formación del Estado nacional moderno. Este proceso contó con la ayuda de la moderna diplomacia, configurada al tiempo que las nuevas tácticas militares cuando las ciudades - estado italianas establecieron embajadas permanentes en cortes extranjeras.
Leonardo da vinci
Nació en Florencia en 1452 en el Castillo de Cloux, y murió en Amboiseen 1519. Pintor, escultor, arquitecto e inventor italiano. Sus múltiples actividades artísticas, sus estudios de astronomía, fisiología, anatomía, física y música, y sus proyectos de ingeniería hacen de Leonardo una de las figuras más representativas del Renacimiento. Fue discípulo de Verrocchio y estudió con Botticelli en Florencia.
En 1482 se trasladó a Milán, y en esta ciudad se dedicó en profundidad al estudio de la geometría, la anatomía, la física, etc., y colaboró en diversos proyectos relacionados con sus estudios. Alrededor del 1499 regresó a Florencia y viajó luego a Mantua y Venecia. De nuevo en su ciudad natal atendió numerosos encargos, como pintar la Sala del Consejo del Palazzo Vecchio. En 1507 estuvo al servicio de Luis XII de Francia como pintor oficial, y en 1513 se trasladó a Roma para entrar al servicio de Julián de Médicis, dedicándose al estudio en profundidad de la geometría. En 1516 se trasladó a Francia y se instaló en el castillo de Cloux al servicio de Francisco I, quien le asignó una pensión vitalicia. La actividad artística de Leonardo a lo largo de su vida es notabilísima, por lo que deben establecerse cuatro etapas principales en su producción:
etapa florentina (hasta 1482).
En esta etapa hay que resaltar La Anunciación (Uffici, 1575), considerada ya una gran obra por su perspectiva «aérea»; La Adoración de los Magos (Uffizi, alrededor de 1481), donde trabaja magistralmente la técnica del claroscuro, y San Jerónimo, obra inacabada que se encuentra en la Pinacoteca del Vaticano.
b) etapa lombarda (1482-1499).
Del período lombardo sobresalen La Virgen de las rocas (Louvre, hacia I500); su conocida obra la Última Cena, famosa por el movimiento de los apóstoles, y La dama de armiño (Museo Nacional de Cracovia), además de numerosos dibujos y esbozos. De la etapa viajera sobresale su famosísima obra La Gioconda (Louvre), el retrato de Monna Lisa, perfecta por el trazo y la contraposición de la figura con el paisaje.
c)etapa «de viajes» (1500-1516).
d)etapa francesa (1516-1519).
Durante su último período, que transcurrió en Francia, se dedicó a finalizar Juan Bautista y Santa Ana con la Virgen y el Niño, obras emprendidas con anterioridad. Leonardo, además de pintor y dibujante, proyectó obras de ingeniería militar y escribió varios libros, como el Tratado de la pintura y el Tratado del movimiento y de la medida del agua. También hay que apreciar sus estudios de matemáticas y de botánica. Sin embargo, su talento se refleja sobre todo en su obra pictórica, aunque toda su producción artística en general es una de las mayores aportaciones a la cultura europea de todos los tiempos.
La obra pictórica
Aunque Leonardo dejara gran parte de su producción pictórica inacabada, fue un artista extremadamente innovador e influyente. Al comienzo de su trayectoria tuvo un estilo similar al de Verrocchio, pero poco a poco abandonó la manera del maestro en lo que ésta tenía de rigidez o dureza de líneas en el tratamiento de las figuras y evolucionó hacia un estilo más libre, de modelado más suave en el que incluyó efectos atmosféricos. La temprana “Adoración de los Magos” introduce una nueva forma de composición, en la que las figuras principales quedan reagrupadas en el primer plano, mientras que en el fondo un paisaje con ruinas imaginarias y escenas de batalla se diluye en la lejanía.
La Última Cena.
Es hoy sólo un recuerdo, una sombra de aquella obra de leonardo llena de majestad y belleza. Las figuras de tamaño natural, fueron pintadas al temple, sobre una compleja preparación de dos capas; la segunda quizá por exceso de yeso dejó filtrar la humedad.
Su perfecta integración en el espacio real del refectorio es la culminación de la ciencia florentina de la perspectiva; la triple abertura del fondo confiere una profundidad de infinito y ofrece un osado contraluz.
Esta obra no se trata ya de una monumentalidad abstracta y clásica, sino de una volumetría concreta, de formas naturales evocadas y propuestas concretamente a quien observa por la fuerza de la luz y del color. En la Santa Cena, además dichas formas se animan gracias a los más elevados y maduros resultados de las investigaciones mímicas y fisiognómicas sobre pasiones humanas, en el admirable efecto de enlazar unas cosas con otras por ondas y alternancias rítmicas de gestos, actitudes y agrupaciones triples (apóstoles) que convergen en la pirámide perfecta de Cristo situado ya en el mas allá del mundo, simbólicamente aislado y casi inalcanzable.
La realidad de la naturaleza, en sentido óptico, está presente, aparte de en la humanidad de los apóstoles, en el ilusionismo integral del ambiente, verdadera culminación de la ciencia de la perspectiva florentina del siglo XV en su perfecta integración con el espacio real del refectorio; y todavía mas en los efectos de luz, tanto la que se refleja sobre los grupos y sobre la pared derecha del muro pintado, que penetra desde la izquierda, correspondiendo perfectamente a la única serie de ventanas que ilumina el refectorio por la parte izquierda de quien contempla el fresco, como la fingida de la triple obertura del fondo, que tiene doble función de ofrecer un campo de contraluz y casi una aureola a la cabeza de Cristo y de profundizar la visión hasta el infinito.
Hoy, esta obra se encuentra en el Convento de Santa María delle Gracie, en Milán.
Especialmente interesantes en la pintura de Leonardo son los fondos de paisaje, en los que introduce la perspectiva atmosférica (creación de efectos de lejanía aplicando el sfumato y otros recursos ambientales). Los grandes maestros del renacimiento en Florencia como Rafael, Andrea del Sarto y Fra Bartolommeo, aprendieron esta técnica de Leonardo. Asimismo, transformó la escuela de Milán y, en Parma, la evolución artística de Correggio está marcada por la obra de Leonardo.
La Gioconda.
La Gioconda, es posiblemente el retrato de Lisa, la mujer del mercader Bartolomeo del Giocondo.
Es la obra más famosa de Leonardo, sobresale tanto por sus innovaciones técnicas como por el misterio de su legendaria sonrisa. Lleva al extremo refinamiento la técnica del sfumato, la graduación infinitesimal de las vibraciones lumínicas: (en esta obra, el sfumato se hace evidente en las gasas del manto y en la sonrisa.) y es sobre todo este impalpable “velo atmosférico” que envuelve y se interpone entre el observador y la obra , lo que suscita su misterio, su carácter inasequible que contrasta con la amplia corporeidad volumétrica. Leonardo en esta obra utiliza también el claroscuro que es la técnica de modelar las formas a través del contraste de luces y sombras. En el retrato las sensuales manos de la modelo reflejan esa modulación luminosa de luz y sombra, mientras que los contrastes cromáticos apenas los utiliza.
Respecto a la sonrisa, demasiado románticamente célebre se trata de una sutilísima situación intermedia entre una inexpresiva apatía absoluta y una demasiado expresiva de un dato psicológico o emotivo: una especie de suspensión sublime de epoché griega, muy distinta de la ataraxia, una especie de potencial sentimental no expresado y, a pesar de todo atractivo para siempre.
Los numerosos dibujos que poseemos de Leonardo revelan su perfección técnica y su maestría en el estudio de las anatomías humana, de animales y plantas. Leonardo da vinci conocía a la perfección la anatomía humana por sus estudios de esta sobre la disección de cadáveres. Cortaba la piel y observaba la estructura así como los movimientos y la dirección de los músculos. Esto la servía para posterior mente plasmar en sus retratos los contornos y las hendiduras de la figura humana con todo lujo de detalles.
Hoy en día, La Gioconda se encuentra en el Museo del Louvre en París. Es el único de los realizados por Leonardo cuya paternidad no Ha sido discutida.
Siempre fue, y probablemente será, la cima del arte del retrato de todos los tiempos. No sólo ha sido copiada infinidad de veces, sino que además Ha sido objeto de deformaciones y manipulaciones, en especial en pleno siglo XX, por su papel de símbolo del MÁXIMO LOGRO DEL ARTE UNIVERSAL.
BIBLIOGRAFÍA:
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Enciclopedia Temática Universal CAMPUS.
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Historia del Arte SALVAT.
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Enciclopedia Encarta (fotografías) MICROSOFT.
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Enviado por: | Batuekas |
Idioma: | castellano |
País: | España |