Historia
Arquitectura medieval asturiana
El prerrománico asturiano
Introducción al prerrománico asturiano:
La arquitectura prerrománica es, como su propio nombre indica, una arquitectura característica del norte de España, anterior al románico. A pesar de que en la Península Ibérica hay otros tipos de prerrománico, el prerrománico asturiano es único entre todos ellos. A pesar de tener más obras arquitectónicas de este estilo que cualquier país de Europa, España suele ser menospreciada en lo que concierne a la arquitectura prerrománica.
Este estilo arquitectónico se sitúa durante los siglos VIII y IX, que a su vez se divide en diferentes épocas diferenciadas entre sí.
Características del prerrománico asturiano:
En la arquitectura prerrománica asturiana se combinan diferentes elementos de diferentes arquitecturas, tales como la visigoda, la romana, la bizantina y la carolingia. Sus edificaciones reflejan una tendencia a querer crear edificios altos, por lo que se emplean técnicas arquitectónicas pioneras en esa época. Las edificaciones pueden dividirse en dos clases: las cortesanas y las religiosas. Ambos conjuntos poseen unas características técnicas similares:
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La utilización de mampostería revocada o el sillarejo en todo el edificio, excepto en los lugares donde aparece el sillar. La mampostería revocada son piedras enfoscadas y luego pintadas (aunque no siempre se pinten) y los sillarejos, bloque de piedra normalmente no uniformes que componen las bases de cerramientos (tabiques).
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El uso del arco de medio punto peraltado (fotoX), que se diferencia del arco de medio punto en que la circunferencia está apoyada sobre dos machones de piedra que a su vez la elevan
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Cubriciones de madera en su primera y última época, que se transforman en bóvedas de cañón en épocas de esplendor.
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La aparición del denominado muro compuesto, que tiene arquerías ciegas en el interior y estribos o contrafuertes en el exterior.
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La creación de un nuevo elemento decorativo, el sogueado (fotoX), cuyo antecedente hay que buscarlo en lo poblados castros celtas.
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La proporción de las edificaciones suele ser la siguiente: la altura de edificio es dos veces superior a la anchura de la nave central.
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Las columnas adquieren un gran valor decorativo, con basas decoradas y capiteles tallados con motivos.
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Generalmente la planta de los edificios es rectangular.
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La pintura se utiliza como remate en las edificaciones, y se realiza mediante la técnica del fresco.
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Un nuevo elemento aparece en la mayoría de la los edificios de culto: la cámara alta, a la que, situada en la cabecera de la iglesia (en un lugar prácticamente inaccesible), se la atribuyen las funciones de guardar los tesoros de la iglesia, ser un lugar de penitencia o servir como contrarresto de la nave central.
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Para poder ganar altura, el peso de las bóvedas y cúpulas no recae directamente sobre los muros, sino también sobre los contrafuertes (fotoX), una especie de columna de piedra pegada al muro exterior sobre el que los arcos descargan parte del peso. Además en algunas construcciones los muros se inclinan un poco hacia dentro y son más gruesos en la parte inferior que en la superior. También se utilizaron contrafuertes en el románico.
Etapas del prerrománico asturiano:
En el periodo de Alfonso II el Casto fueron construidas por orden suya todo tipo de edificaciones con el fin de engrandecer Oviedo y su concejo.
El periodo de Ramiro I, llamado periodo ramiriense, es la época de esplendor de la arquitectura prerrománica asturiana. Durante su reinado se construyeron edificios declarados más tarde patrimonio de la humanidad. Entre estos monumentos se encuentra la iglesia de Santa María del Naranco, construida en un principio con fines civiles.
La época de Alfonso III es la última etapa del arte prerrománico asturiano. En ella se levantó una de las más bonitas edificaciones de estos siglos según muchos historiadores: San Salvador de Valdediós, que después servirá de refugio al por sus hijos destronado rey.
El románico:
Introducción al románico:
En España, la arquitectura románica abarca más de dos siglos, pero se centra especialmente en los siglos XI y XII. Se extiende por unos territorios que cambian en función de los avances de la Reconquista. La época románica puede dividirse en tres partes: la primera sería el primer arte románico, la segunda sería el románico pleno y la tercera, ya coincidiendo con los comienzos del gótico, el románico tardío.
En el siglo XI, los reinos cristianos del norte de la península mostraron, por una parte un fuerte espíritu de independencia frente al invasor islámico y franco (especialmente en los Condados Catalanes) y, por otra parte, entre ellos mismos. Este estado de ánimo desencadenó una serie de luchas individuales contra el Islam. En el terreno artístico el románico siguió una evolución regional vinculada a la situación política y social de los territorios, aunque también a los avances técnicos y económicos de los mismos. Estos motivos explican la aparición del románico en unas zonas con un marco político y unas fronteras más establecidos.
El primer arte románico:
Durante el primer cuarto del siglo XI, apareció en Navarra y, sobre todo, en el condado de Barcelona. En estos territorios hay varias construcciones relacionadas con la arquitectura del sur de Francia y el norte de Italia. Todas ellas tienen rasgos comunes, como las arcaturas, la sillería pequeña y las bóvedas de piedra. Entre los años 1000 y 1075 el románico fue evolucionando, gracias a las peregrinaciones que trajeron a Cataluña algunas influencias artísticas y los frecuentes intercambios económicos y, sobre todo, culturales que hubo con el exterior de la península. Los edificios del primer arte románico suelen ser construcciones de planta basilical (de cruz latina), de tres naves y un transepto que las separa de la cabecera.
En los otros reinos de España se encuentran las primeras huellas del románico en la época de Sancho III el Grande (1000-1035), un monarca abierto y relacionado con el clero catalán. Las primeras edificaciones navarras se asemejan mucho a las catalanas por este motivo.
El románico pleno y los comienzos del románico tardío:
La penetración del románico pleno se vio facilitada por distintas circunstancias durante el reinado de Alfonso VI (1072-1109). En el año 1080 se adoptó la liturgia romana, se crearon lazos matrimoniales entre Castilla, León, Aragón y Navarra; lo que antes era una reconquista se convirtió en cruzada y se organizó el Camino de santiago según el flujo de los peregrinos. Todo esto tiende a relativizar el papel que jugó Francia en la implantación del románico pleno en el norte de la Península Ibérica.
En el Camino de Santiago aparecieron las primeras construcciones románicas de plena madurez durante el primer cuarto del siglo XII, que se extendieron por el resto del territorio a medida que avanzaba la Reconquista.
Durante el resto del siglo XII coexistieron dos formas del románico: una, derivada del primer románico meridional se limitó a Cataluña, mientras que la otra, más completa, se desarrolló en los territorios navarro-aragoneses que acababan de ser conquistados. Las innovaciones francesas entraron lentamente en España y las donaciones a la Orden del Cister se multiplicaron durante los reinados de Alfonso VII (1126-1157), Alfonso VIII (1158-1214) y el mandato del Conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV (1131-1162). A pesar de que algunos elementos arquitectónicos góticos como la bóveda de crucería (fotoX) o el arco apuntado (fotoX) se introdujeron en las catedrales de Tarragona, Lérida, Zamora y Salamanca, se trata de edificios románicos tardíos en su conjunto.
El románico tardío es llamado así porque, a pesar de tener ya elementos arquitectónicos góticos, sigue siendo, en su mayor parte románico. Un claro ejemplo de ello se aprecia en la Catedral de Santiago de Compostela, que fue comenzada en época románica y finalizada en época gótica. Así se aprecian, por ejemplo, las diferencias entre las naves de cúpula románica y las torres de factura gótica.
El gótico:
Introducción a la arquitectura gótica:
El gótico es un estilo arquitectónico que se centra sobre todo en las grandes e importantes edificios, como catedrales, lonjas o ayuntamientos. En este tema me voy a centrar en las catedrales, porque son los edificios en los que mejor se pueden apreciar los elementos arquitectónicos góticos.
El gótico es un estilo arquitectónico que va evolucionado a partir del románico en el siglo XII y se transforma poco a poco en un estilo renacentista a principios de siglo XV.
Las catedrales eran monumentos de agradecimiento a Dios y lugares de reunión que, dada su importancia religiosa, social y simbólica se situaba en el centro de la población. Dado que se consideraban monumentos de agradecimiento a Dios, se pensaba que, cuanto más altas fuesen y cuanta más luz tuvieran, mejor, pues la luz representa a Dios. Todos los ciudadanos ayudaban a la construcción de la catedral, y los nobles y gremios más importantes financiaban capillas y lugares de oración privados.
Técnicas arquitectónicas góticas:
Para poder aumentar la altura de las cúpulas y el tamaño de las ventanas, se utilizaron técnicas arquitectónicas bastante avanzadas, que estaban, como todo en la arquitectura, muy relacionadas con la física. Los principales elementos utilizados para esto eran dos:
Las cúpulas y bóvedas de crucería o de nervios (fotoX), denominadas así por estar compuestas de varios arcos apuntados cruzados. Los arcos ayudaban a repartir el peso de la bóveda o cúpula, lo que permitía aumentar su altura. A pesar de todo no se utilizaba la piedra para la construcción de las bóvedas o cúpulas, sino el ladrillo, un material más ligero que tenía la ventaja de resultar también más barato. Por lo general, cuanto más moderna es una bóveda o cúpula, más nervios (así se llaman los arcos apuntados que componen la bóveda o cúpula) tiene. Esto revela que los nervios también se utilizaban como medio de decoración, porque lo lógico habría sido que al principio, cuando la técnica no estaba del todo desarrollada, se necesitasen más puntos de apoyo. Pero el motivo de esto es que San Bernardo dijo que, dada la gran cantidad de imágenes que había en las iglesias, la gente no rezaba a Dios, sino a las imágenes. Esto hizo que, a partir de entonces, los arquitectos intentasen decorar las iglesias sin utilizar imágenes, para lo que utilizaron los nervios en sus bóvedas o cúpulas, además de otros elementos decorativos exclusivamente arquitectónicos.
Los arbotantes (fotoX) distribuían el peso que depositaban sobre ellos los arcos apuntados que forman parte de la bóveda o cúpula, evitando que éste cayera directamente sobre el muro. Además, los arbotantes servían para decorar el exterior de la catedral. El arbotante gótico cumple la misma función que el contrafuerte románico o prerrománico.
Gracias a estas técnicas era posible abrir grandes huecos en los muros, que se tapaban con vidrieras traslúcidas para que pudiese entrar la luz del sol y la presencia de Dios en el edificio fuera mayor.
Características del gótico:
Además de los arcos apuntados, las cúpulas y bóvedas de crucería y los arbotantes, hay elementos que marcan una clara diferencia entre el gótico y el románico, aunque sólo mencionaré los más importantes. La arquitectura se verticaliza y se estiliza y se comienza a construir en varias alturas, algo insólito en el románico. Los arcos se apoyan en estilizadas columnas que están rodeadas por baquetones (fotoX). Esto hace que la arquitectura gótica sea mucho más espaciosa, luminosa y estilizada que la románica.
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