Platón nos cuenta el juicio llevado adelante contra Sócrates y cómo este se defendió refutando y rechazando las distintas acusaciones que le fueron haciendo. Para Sócrates la filosofía es una actitud, un estilo de vida. Sócrates a través de su defensa va a ir demostrando que el no tiene ninguna sabiduría, ningún saber, y quienes los acusan creen poseer “algún saber” , pero a través de preguntas simples Sócrates va a contar la verdad sin cuidar demasiado las formas pero si el contenido, y va a utilizar las expresiones que siempre utilizó y demostrara que quienes creer tener saber “no lo tienen”. Lo van a acusar de ser un Sofista, de cobrar para enseñar, pero él negará tal pretensión en su contra ya que el “no sabe tanto como para formar a una persona”. El conocimiento es natural en uno, por ende no se puede cobrar por ello.
Sinopsis del texto
Sócrates comienza su defensa ante los atenienses (asamblea General) refutando que las acusaciones que han propagado no son verdaderas y que tales acusaciones por mas brillantes que parezcan no se ajustan a la realidad, que el mismo demostrara la falsedad de estos. Él se basara en la veracidad de sus propias palabras y de lo justa de las mismas. Entre las dos acusaciones que se le imputan, la de los antiguos y las mas recientes, Sócrates comenzará a defenderse de los primeros que son las mas habladas y comentadas por los atenienses.
Se lo acusa de no creer en los dioses del Estado, y que se ocupa de las cosas divinas y que investiga todas las cosas bajo la tierra y hace mas fuerte el argumento mas débil, que enseña y exige salario como lo hacen los sofistas (haciendo referencia a Gorgios, Prodico y Hippias), pero que el no sabe verdaderamente lo que enseñan tales sofistas... Va aclarar que él si posee cierta sabiduría poniendo como testigo al Dios de “Delfor” que decía que Sócrates era el único sabio, “el mas sabio entre vosotros, es aquel que reconoce, como Sócrates que su sabiduría no es nada. El tenía que averiguar e investigar lo que verdaderamente significaba la que había dicho el oráculo. Entonces empieza a comprobar con sus visitas de que esos hombres que decían ser sabios no daban razón de lo que sabían o afirmaban y que solo Dios es el verdadero sabio. Él entendió las palabras del oráculo. Debido al proceso de investigación que realizo fue ganando enemigos que los acusaban de corromper a los jóvenes, entre ellos estaba Meletos que representaba a los poetas, Anito representa a los políticos y artistas, y Liceo a los oradores.
Frente a la acusación mas grave se defiende diciendo que nadie corrompería intencionalmente a otro ya que después correrá el riesgo de que este lo dañe en el futuro. Argumentando que el siempre se ha preocupado por sus compañeros ciudadanos porque la riqueza es una consecuencia de la bondad y que los dioses no permiten que un hombre bueno sea dañado por uno peor que él. Metafóricamente exclama ser un tábano y el Estado un gran caballo perezoso que necesita ser despertado. Sócrates pretendía hacerles ver la realidad para que conozcan los verdaderos valores de las cosas justas e injustas, basándose en sus principios el jamás recurría a una bajeza tal como suplicar o pedir una absolución al jurado.
Sócrates es encontrado culpable pero esto no lo sorprendió, ni indigno, ya que el esperaba este resultado. Pero su sorpresa mas grande fue la de tener tantos votos a su favor, que de esta forma su mensaje fue escuchado.
Se propone un castigo en base a su pensamiento de que el no cometió mal a nadie, es lógico pensar de que no se haría un mal a si mismo. Propone la idea de ser mantenido por el Estado en el Pritaneo (edificio que albergaba a ciudadanos importantes) esa era la idea de lo justo según lo que el merecía. Luego considera la opción de prisión o multa o exilio. Alega no poder soportar encerrarse en la cárcel y menos el exilio por que estará escapando continuamente y a su edad lo llevaría a convertirse en un pobre desterrado. Con respecto a la multa tampoco la acepta porque no tendría el dinero suficiente para cubrirla.
Esta propuesta enfada al jurado quien lo condena a muerte. Esta condena no lo disgusta ya que prefería morir por la defensa que recurrir a medios deshonestos, sin principios en su defensa.
El no toma a la muerte como una desgracia sino un puente hacia otra vida, donde se encuentran hombres verdaderamente sabios, buenos y justos.
Su ultima petición fue un favor, que cuando sus hijos fueran mayores los castigaran si se preocupaban mas por las riquezas o negocios que por buscar la virtud, y que no presuman algo que no son.
¨No tengo nada más que decir. Ya es la hora de partir: yo a morir, vosotros a vivir. ¿Quién va a hacer mejor negocio, vosotros o yo? Cosa oscura es para todos, salvo, si acaso, para el dios.¨