Filosofía y Ciencia


Apología de Sócrates; Platón


Apología de Sócrates

Introducción

En este texto llamado apología de Sócrates, apología porque es una defensa que hace una persona acusada de un crimen por su propia mano, en este caso Sócrates. Podemos observar cómo Sócrates es acusado por corromper a la juventud y por no creer en los dioses impuestos por el estado y creer en otros nombrados por él mismo, Sócrates les habla a los atenienses, considera que las acusaciones hechas por anito y melito son totalmente falsas, nos dice que él toda su vida ha luchado por hacer más perfectos y mas sabios a los jóvenes, que él aun descuidando su interés personal, como es el atender un negocio familiar o preocuparse por bienes materiales se ha dedicado a escuchar y hablar con aquel que se acercase a él y estuviera dispuesto a escuchar y tratar de responder sus preguntas.

La apología se sitúa en el año 399 a C. Narra los acontecimientos en tres sesiones de la defensa de Sócrates ante el Tribunal.

Biografía de Platón

(Atenas, 427 a C., 347 a C.) Filósofo griego. De familia noble, frecuentó los círculos militares y poéticos, pero ante su falta de éxito siguió la enseñanza de Sócrates, a cuya muerte (399) viajó a Egipto y al sur de Italia, conociendo el pitagorismo y entablando amistad, en Sicilia, con Dión, sobrino del tirano de Siracusa Dionisio. A su regreso a Atenas fundó la Academia (387) Volvió (367) a Siracusa, intentando en vano que el nuevo tirano aplicara en la ciudad su modelo político. Al morir, fue sustituido en la Academia por su sobrino Espeusipo.

Los escritos de Platón adoptaban la forma de diálogos, donde se exponían ideas filosóficas, se discutían y se criticaban en el contexto de una conversación o un debate en el que participaban dos o más personas.

El primer grupo de escritos de Platón incluye 35 diálogos y 13 cartas. Se ha cuestionado la autenticidad de algunos diálogos y de la mayoría de las cartas.

Es el primer pensador griego cuya obra se ha conservado íntegramente, y Aristóteles ha transmitido incluso fragmentos de su enseñanza oral en la Academia, al parecer discordante con sus escritos. Sus “Diálogos” (nombre que alude al género literario prácticamente exclusivo de sus escritos) suelen ser ordenados cronológicamente en tres grandes grupos. El primero, el de los diálogos socráticos, se centra en el proceso y la muerte del maestro (“Apología de Sócrates y Critón”) y en el método mayéutico (“Hipias menor”, “Cármides”, “Laques”, “Lisis”, “Eutifrón”, “Gorgias”, “Menón”, “Cratilo”, “Eutidemo” y “Menexeno”).

En el segundo grupo, el de los diálogos de madurez (literariamente, los más conseguidos), se trata de los grandes temas platónicos: la teoría de las ideas, la inmortalidad del alma, el amor ideal, la ciudad perfecta (“El banquete”, “Fedón”, “La república” y “Fedro”)

El tercer grupo es el de la vejez, o de los diálogos dialécticos, en los que el autor expone su cosmología (“Timeo”) o somete a revisión su teoría de las ideas (“Teeteto”, “Parménides”, “El sofista”, “El político” y “Filebo”) o su doctrina política (“Las leyes”, obra inacabada); también inacabado es el “Critias”. Trece “Cartas” (alguna de dudosa autenticidad) cierran el conjunto, aportando datos de gran interés biográfico.

Análisis de la obra

La obra parece tener tres partes, están diferenciadas ya que son sus tres discursos y están relacionados por que son parte del juicio que se hace en contra de Sócrates.

1ª Parte

En la primera parte de la obra, Sócrates realiza un discurso en defensa contra los que le acusaban. Se defiende de: Melito, Licón y Anito. Estos inculparon a Sócrates de:

- Cometer delito al investigar los fenómenos celestiales y subterráneos, ya que según ellos convierte el argumento más débil en el más fuerte.

- Otra acusación es que es un sofista, o sea, que cobra dinero a cambio de enseñar.

- Una acusación más es que por la facilidad de palabra que tenia decían que se dedicaba a engañar a la gente.

- El último delito por el cuál es acusado pero no el menos importante, es por pervertir a los jóvenes y por creer en unas divinidades nuevas y no en las que creía la ciudad.

Sócrates hace un discurso de su inocencia, insistiendo en que él claramente dice la verdad. Según él, su mala fama se debía a la sabiduría que poseía, esta mala fama se originó porque él se ponía a examinar a gente que se creía sabia, sin realmente ser personas con una gran sabiduría, y además les hacia conocer su imagen de ignorancia. Sócrates explicaba a los jueces que no poseía ninguna sabiduría, pero, en cambio, se consideraba más sabio que aquellos que presumían de tener una gran sabiduría.

Sócrates en el mismo discurso niega que se dedica a enseñar y cobrar dinero por ello, lo que realmente era Sócrates era un antisofista (enseñaba, pero con un fin educativo, sin pedir dinero)

Sócrates también niega que tenga un lenguaje tan bueno como para conseguir engañar a las personas que él ensañaba, sino que era todo lo contrario, afirmaba que tenia problemas para expresarse bien.

Asegura que cree en los dioses y que la acusación de ser una persona atea es falsa, porque según lo que afirma Melito es que cree en otras divinidades distintas a los dioses en que creé la ciudad.

Sócrates también niega que este corrompiendo a los jóvenes, porque sino que explique Melito porque los jóvenes y los que no son tan jóvenes disfrutaban observando cómo interrogaba a los que se creen sabios sin serlo.

Sócrates manifiesta que no teme a la muerte cuando se trata de la justicia, sino todo lo contrario. Si temiera a la muerte, entonces no creería en los dioses. Dice que no teme a la muerte porque él no ha sido como muchos otros acusados que llevaban a toda la familia al juicio para que le ayudasen a que los jueces le absolviesen de las criticas falsas. Sócrates acaba su defensa dejando la justicia en manos de los atenienses, es decir, los jueces y dejando claro que no es una persona atea.

2ª Parte

En la segunda parte de esta apología, Sócrates es condenado, después de haber votado todos los jueces. Hay más votos en contra que a favor, y por ello, no consigue la absolución. Como Melito no alcanzó la quinta parte de los votos, fue condenado a pagar unas diez minas. La condena impuesta por Melito era la de la pena de muerte.

Sócrates aseguro que por falta de tiempo no ha conseguido deshacer las calumnias y convencer a los jueces para que lo absuelvan. Pese a que Sócrates decidió como condena, pagar una multa dentro de sus posibilidades (aunque al final propusieron Critón, Platón, Critóbulo y Apolodoro una cantidad mayor de dinero), los jueces eligieron condenarlo a la pena de muerte propuesta por el acusador.

3ª Parte

En esta última parte de la apología, Sócrates se despide de los jueces que le habían condenado y de los que le habían absuelto. Se acostumbraba a creer que una persona que estaba a punto de morir poseía un don para predecir el futuro. Así que, Sócrates predice el futuro a los que le condenaron, diciendo que les llegará un castigo mucho más duro que el que él ha recibido. Ahí dio por finalizada la conversación con los jueces que le inculparon.

Sócrates explica a los jueces que le han condenado que, si se esperaran un escaso período de tiempo, su deseo de la muerte de Sócrates se cumpliría. Reflexiona sobre el fundamento de que la muerte sea un bien, resultando de esto que si, en caso de que sea una ausencia de toda sensación, entonces, la muerte será para él un maravilloso beneficio, y si por otro lado, se trata de un tránsito del alma de este mundo a otro, será también para él una alegría, porque se encontrará con las demás almas de los muertos, y con los verdaderos jueces que impartirán la justicia.

Hay que resaltar que se manifiesta la advertencia de un espíritu divino en el pensamiento de Sócrates, que se opone hasta en los asuntos menos importantes, y que le sugiere lo que se debe de hacer en un momento determinado. Revela a los miembros que le absolvieron (llamándole jueces) que ese espíritu divino se comporta de una forma muy extraña, al no haberle disuadido en ningún momento, debido a que él se siente convencido que muriendo se libra de las amarguras de la vida. También piensa que no le ha contenido esa señal divina, porque según él su conducta ha sido correcta en todo momento y va a sucederle algo bueno.

Aporta confianza a los jueces que votaron a su favor para que no teman a la muerte, sino que sepan que a un hombre de bien no puede sucederle nada malo ni en esta vida ni después de la muerte, pues los dioses nunca se olvidan de sus problemas.

Sócrates, antes de morir, realiza una súplica a los jueces: que cuando sus hijos sean mayores les convenzan y les hostiguen como Sócrates hizo con ellos también.

Conclusión

Lo malo de esta obra es que las personas de Atenas hicieron una injusticia contra Sócrates, eso es lo peor que tiene la obra, esta injusticia sobre él y que Platón podría haber aportado algún dato para saber si eran ciertas las acusaciones que había sobre él, aunque seguramente en estos tiempos la gente que ha leído esta lectura diría que no es culpable, al menos eso creo yo. Otra cosa que no me gusta es que, esta obra es un poco compleja a la hora de la lectura, pero a pesar de eso es un tema muy interesante.

Lo bueno que tiene la obra es como Platón es capaz de poder captar esta defensa de Sócrates en un escrito, ya que lo que he leído me hace pensar que era una persona muy sabia.

Simplemente creo que tendrían que haberle absuelto de los cargos y haber castigado a Melito, Licón y Anito por intentar hundir a Sócrates, que es lo que consiguieron y que la justicia de ahora y la de la antigua Grecia, es igual de mala, ya que muchos juicios acaban con injusticias.

El otro tema que se trata en esta obra es la muerte que Sócrates siempre dice que no le tiene miedo, yo creo que las personas tememos a la muerte porque no sabemos que hay mas allá de la muerte, y tenemos miedo a lo desconocido como ha ocurrido siempre y seguirá ocurriendo.

Sobre el tema de la injusticia que es la siguiente, ¿cuales eran las pruebas que había en contra de Sócrates? Es que en la antigua Grecia, tan superiores como se creían, hicieron un juicio contra él sin tener ninguna prueba e incluso le acabaron declarando culpable y le condenaron con la muerte, sin ninguna prueba, ya que por lo menos en la obra de Platón “Apología de Sócrates” no dice nada de que haya alguna prueba, al menos yo no la capte.




Descargar
Enviado por:Raymundo Araujo
Idioma: castellano
País: México

Te va a interesar