Nutrición y Dietética


Alimentaria: Los quesos


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QUESOS

Se denomina queso, al producto fresco o madurado obtenido por coagulación y separación del suero de cualquiera de los siguientes productos: leche, nata, leche desnatada (total o parcialmente), suero de mantequilla o de una mezcla de cualquiera de ellos.

Generalidades

Las etapas necesarias para la fabricación de queso se mencionarán a continuación; aunque de hecho, existen variantes específicas para cada tipo.

  • Recepción y tratamientos previos de la leche (refrigeración, higienización y pasteurización)

  • La leche que se recibe en la quesería debe ser de buena calidad, con contenido bacteriano bajo y, de ser posible, enfriada a 4 ó 6°C en cisternas de acero inoxidable.

    Posteriormente, la leche se higieniza, pasándola por una centrífuga para eliminar impurezas sólidas. Después se pasteuriza a una temperatura de 70-80°C durante 15 ó 40 segundos para eliminar microbios patógenos.

    Se dice que pasteurizando la leche, se obtienen quesos menos aromáticos.

    En esta fase, se puede añadir a la leche:

    • Cultivo de bacterias lácticas, para transformar el azúcar de la leche (lactosa) en ácido láctico, lo que hace que la leche se acidifique y coagule más fácilmente en la etapa 2. Esta adición suele realizarse a 25 ó 30°C, dejando caer los cultivos durante unos minutos.

    • Cloruro cálcico, que contribuye a la acidificación de la leche y aumenta su contenido de calcio, lo que acelera el proceso de coagulación. Se suelen añadir de 5 a 20 gramos por cada 100 litros de leche.

    • Nitrato potásico, que inhibe el crecimiento de bacterias que producen gases perjudiciales para el sabor y aroma del queso. Se añade en dosis máximas de 20 gramos por cada 100 kilogramos de leche.

    • Colorantes naturales

    • Mohos, que ayudan a desarrollar aromas y sabores durante la maduración.

  • Coagulación y separación parcial del suero

  • La coagulación es el proceso de transformación de la leche en queso realizada en una cuba. Por la adición del cuajo (extracto obtenido del cuajar del estómago de rumiantes), la caseína (principal proteína de la leche) es coagulada englobando gran parte de la grasa y otros componentes de la leche. Normalmente, este proceso se realiza a 30-35°C, aunque la temperatura óptima es de 40°C. El uso de temperaturas inferiores (30-35C) permite la utilización de una mayor proporción de cuajo (20 a 30 mililitros por cada 100 de leche) que es beneficioso para la maduración, además de producir un coágulo no demasiado duro.

    Actualmente, el extracto de cuajo es sustituido en muchos casos por enzimas de origen vegetal.

    Terminada la coagulación, se procede a cortar la cuajada dentro de la misma cuba, con lo que el suero atrapado puede escapar. El corte reduce las partículas de coágulo a las dimensiones que se quiera. Si se pretende que el queso tenga poca humedad, se cortan partículas de coágulo pequeñas. Si se quieren quesos con mayor humedad, se dejan partículas grandes en cuyo interior quedará retenida una cantidad importante de suero.

    Los granos de cuajada son mantenidos en suspensión en la cuba por agitación. Con la agitación, los granos se hacen más compactos, así que a los 10 ó 15 minutos de agitación y corte se puede drenar suero sin temor a que se desintegren dichos granos y escapen junto con el suero.

    El calentamiento de la masa coagulada ya cortada, acelera el desuerado. Este calentamiento se hace entre 30 y 48°C, y va acompañado de agitación para evitar que los trozos de coágulo se fundan unos con otros y se forme una pasta. En esta misma etapa, si se aumenta la temperatura, escapará mucho suero y se tendrán quesos más secos, y viceversa. Además, subiendo la temperatura (44°C) se llega a matar las bacterias lácticas que se añadieron al principio, deteniendo así la acidificación. Este calentamiento se puede realizar de 2 formas:

    • Adición de agua caliente a la masa (esto se hace en el caso de quesos con alto contenido en humedad)

    • Calentamiento de la cuba exteriormente

  • Llenado de moldes y prensado previo

  • El desuerado continúa en el llenado de los moldes.

  • Moldeado

  • Prensado

  • En el caso de quesos blandos (Camembert), no se aplica presión alguna, dejando que el peso del propio queso en el molde actúe de prensa. Si el prensado se realiza de forma que quede aire atrapado entre los granos, se tendrán quesos granulares (queso de los Pirineos, Cantal, Manchego). Si el prensado se realiza con los granos bañados en suero de manera que no quede sitio para el aire, los granos se fundirán entre sí y cuando, durante la maduración, se formen gases, éstos quedarán atrapados en la masa formando burbujas (Gruyère y Emmental).

  • Salado

  • El salado puede realizarse ya sea por inmersión directa en baños de salmuera o por salado directo con sal sólida aplicada a la corteza o mezclada con la masa. Se puede hacer el salado cuando los granos están aún en la cuba, pero ello tiene el inconveniente de salar también el suero, con lo que se limitan sus posibles aprovechamientos.

    La adición de sal ayuda a conservar el queso más tiempo, además de realzar sus aromas.

  • Maduración

  • Puede durar sólo unas horas para algunos quesos frescos, hasta meses y años para quesos duros.

    Durante esta etapa, deben cuidarse las condiciones de aireación, humedad y temperatura de las cámaras o cavas donde se realiza. Cada queso tiene sus propias condiciones de humedad y temperatura para su óptima maduración.

    Durante este periodo, los quesos pierden peso por evaporación y desarrollan aromas y sabores característicos de cada tipo. Es necesario procurar que la pérdida de humedad sea uniforme en todos los quesos almacenados.

  • Control y salida

  • Elaboración de Queso Oaxaca

    Rendimiento 9%

    Acidez 14-45 °D

    Grasa 2.4-3.0 %

    Pasteurización cualquier método

    Antibióticos negativo

    Leche 32-38 °C

    Proceso:

  • Se le adiciona 3% de cultivo láctico en la relación a la leche (St. Lactis o cultivo mixto mesófilo)

  • Agitar 5 min y dejar madurar hasta que alcance una acidez de 20 °D

  • Adicionar cloruro de calcio (15 cc por cada 100 lts de leche)

  • Adicionar nitrato de sodio (15 cc por cada 100 lts de leche trabajados)

  • Agregar 15 cc de cuajo por cada 100 lts de leche

  • Agitar de 2 a 4 minutos y dejar reposar por 45 a 60 min

  • Realizar pruebas de prendido. Si son positivas, se continúa; si no, dejar más tiempo hasta que sean correctas

  • Cortar la cuajada con las liras, primero la horizontal y después la vertical. El grano debe ser de 3.5 cm

  • Dejar reposar 5 min

  • Agitar lentamente subiendo la temperatura a 36°C a 1° por cada 3 min

  • Dejar reposar 5 minutos

  • Desuerar al 50% la cuajada

  • Checar la acidez del suero, que debe ser entre 30 a 40 °D

  • Efectuar pruebas de prendido cuando la acidez está en su punto

  • Llevar la pasta a la amalaxadora y adicionar agua a más de 80°C

  • Amasar la pasta hasta llegar al punto de estiramiento donde puede adicionársele agua constantemente a la misma temperatura (de 3 a 5 lavados según sea necesario, usando de 3 a 5 litros de agua a 80°C). Si la temperatura se baja bruscamente, se forma lactato por la falta de acción bacteriana y se plastifica

  • Cuando la pasta tenga consistencia de chicle, sacar de la amalaxadora

  • Colocar el pasta en la mesa y estirar las correas de acuerdo al grosor deseado

  • Meter la correa al agua fría (10-12°C) durante 10 min para quitar el exceso de calor de la pasta y detener la acidificación

  • Sacar la correa del agua, pesar, salar al tacto y tejer

  • Embolsar y refrigerar por 2 horas

  • Bibliografía

    • I. Cenzano, Los Quesos. Madrid, Edit. Mundi-Prensa Libros, S.A., 1992

    • De la Torre, Hernán. Laboratorio de Industrialización de Productos Lácteos. 2000




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    Enviado por:Pilar Romero
    Idioma: castellano
    País: México

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