Derecho


Aborto en España


Situación jurídica de la mujer:

Índice

  • Introducción: ¿vida o muerte?

  • La historia del aborto en España

  • Tipos de aborto:

  • 3.1 - Por envenenamiento salino

    3.2 - Por Succión

    3.3 - Por Dilatación y Curetaje

    3.4 - Por "D & X" a las 32 semanas

    3.5 - Por Operación Cesárea

    3.6 - Mediante Prostaglandinas

    3.7 - RU-486

  • Métodos de aborto:

  • 4.1 - Método quirúrgico:

    4.1.A - Efectos secundarios

    4.1.B - Complicaciones

    4.2 - Método farmacológico:

    4.2.A - Perfil social:

    4.2.A.i) Edad

    4.2.A.ii) Estado civil

    4.2.A.iii) Nivel de instrucción

    4.2.A.iiii) Situación laboral

    4.2.B - Antecedentes obstétricos

  • Secuelas del aborto:

  • 5.1 - Secuelas físicas:

    5.1.A - Muerte

    5.1.B - Cáncer de mama

    5.1.C - Cáncer de ovarios, hígado y cervical (cuello uterino)

    5.1.D - Performación de útero

    5.1.E - Desgarros cervicales ( cuello del útero)

    5.1.F - Placenta previa

    5.1.G - Recién nacidos discapacitados en posteriores embarazos

    5.1.H - Embarazo ectópico

    5.1.I - Afección inflamatoria

    5.1.J - Endometritis

    5.1.K - Complicaciones inmediatas

    5.1.L - Riesgos añadidos para las mujeres con múltiples abortos

    5.1.M - Riesgos añadidos para las adolescentes

    5.1.N - Peor estado de salud general

    5.1.Ñ - Riesgo añadido por factores que hacen peligrar la salud

    5.2 - Secuelas psíquicas:

    5.2.A - Necesidad de tratamiento psicológico

    5.2.B - Trastornos por estrés post-traumático

    5.2.C - Disfunción sexual

    5.2.D - Planteamientos suicidas e intentos de suicidio

    5.2.E - Refuerzo del hábito de fumar con los correspondientes efectos negativos para la salud

    5.2.F -Abuso del alcohol

    5.2.G - Abuso de las drogas

    5.2.H - Desordenes alimenticios

    5.2.I - Descuido de los niños o conducta abusiva hacia ellos

    5.2.J - Divorcio y problemas crónicos de la relación

    5.2.K - Abortos de repetición

    6 - Efectos psicológicos de realizar un aborto:

    6.1 - Sus Traumas.

    6.2 - Entre las historias.

    6.3 - Casi todo negativo.

    6.4 - Una Advertencia.

    7 - Los jóvenes y el aborto:

    7.1 - Esquemas sobre la evolución del aborto en España

    8 - Ley del aborto:

    8.1 - En el mundo

    8.2 - En España

    8.3 - Situación actual

    9 - Aborto terapéutico

    9.1 - Objeción de conciencia del Médico

    10 - Aborto y violación

    11 - Testimonio de mujeres violadas

    11.1 - Caso 1: Sra. Kay Zibolsky

    11.2 - Caso 2: Sra. Holly M. Dutton

    11.3 - Caso 3: Sra. Jackie Bakker

    11.4 - Caso 4: Sra. Julie Makimaa

    11.5 - Caso 5: Sra. Mary Jean "Doe" (Anónima)

    12 - Hablar claro: cultura y contracultura de la muerte

    13 - Mentiras y verdades sobre el aborto

    14 - Preguntas más frecuentes

    15 - Bibliografía

    El aborto

    1- Introducción: ¿Vida o Muerte?

    El aborto es la muerte de un niño o niña en el vientre de su madre producida durante cualquier momento de la etapa que va desde la fecundación (unión del óvulo con el espermatozoide) hasta el momento previo al nacimiento.

    Se habla de aborto espontáneo cuando la muerte es producto de alguna anomalía o disfunción no prevista ni deseada por la madre; y de aborto provocado (que es lo que suele entenderse cuando se habla simplemente de aborto) cuando la muerte del bebé es procurada de cualquier manera: doméstica, química o quirúrgica.

    Los defensores del aborto han procurado cubrir su naturaleza criminal mediante terminología confusa o evasiva, ocultando el asesinato con jerga como "interrupción voluntaria del embarazo" o bajo conceptos como "derecho a decidir" o "derecho a la salud reproductiva". Ninguno de estos artificios del lenguaje, sin embargo, pueden ocultar el hecho de que el aborto es un infanticidio.

    2- La Historia del aborto en España

    El aborto en nuestro país ha estado prácticamente siempre. España se quedó al margen de los cambios ocurridos en otros países europeos en el siglo XX, como lo demuestran los Códigos Penales (de 1928 y de 1930) que condenaban el aborto con penas durísimas. Eso si, nuestras leyes otorgaban bondadosamente un atenuante para los casos en que la mujer o sus padres realizasen el aborto tratando de ocultar la “deshonra” de la familia. El peligro para la salud o la vida de las mujeres en cambio no se consideraba atenuante alguno, lo que permite deducir que por entonces los legisladores preferían a las mujeres muertas a “deshonradas”.

    De todas formas, la penalización del aborto era coherente en épocas en las que el divorcio, el uso de anticonceptivos o la simple libertad e expresión era un delito.

    Pero en nuestro oscuro panorama historio existieron, sin embargo, intentos de cambio: Cataluña durante 1936 promulgó la “ley de Reforma Eugenésica del Aborto” reconociendo el derecho exclusivo de la mujer a decidir. Paralelamente aquella reforma condenaba duramente a las personas que privadamente realizaran maniobras abortistas.

    El régimen franquista, después de la Guerra Civil suprimió cualquier esperanza liberalizadora y en 1941 modificó el Código Penal aumentando la dureza de las penas por aborto respecto al Código anterior.

    Desde entonces hasta 1978 siguieron vigentes dos artículos que prohibían la anticoncepción (416) y la realización de abortos (417).

    En 1978, se despenalizaron los anticonceptivos, pero en lo referente al aborto todo siguió igual.

    Las leyes eran una cosa y la realidad otra. A partir de los años 60 la natalidad empezó a descender vertiginosamente en España. Las mujeres se las arreglaban para tener menos hijos independientemente de la prohibición de los anticonceptivos y el aborto. Y abortaban. Abortaban recurriendo a otras mujeres, practicantes o curanderas en el área rural. En las grandes ciudades no faltaban profesionales que a precios altos practicaban abortos en clínicas u hospitales. Además empezaron las peregrinaciones de mujeres para interrumpir su embarazo en el extranjero.

    Hablemos de cifras:

    Hay que tener en cuenta que es muy difícil obtener datos fiables y contrastados en una situación de clandestinidad. Los únicos datos disponibles se refieren a:

    • La memoria del Fiscal del Tribunal Supremo que en 1974 hablaba de 300.000 abortos en aquel año. Esta cifra fue obtenida probablemente de comparaciones con otros países que, como Francia, habían tenido situaciones similares.

    • Desde antes de 1978, fecha de despenalización de los anticonceptivos muchos Centros de Mujeres y de Planificación Familiar, abrieron sus puertas a lo largo y ancho de nuestro país, con más voluntad que medios.

    Todos los centros que intentaban atender y orientar unas necesidades que como las de Planificación Familiar no se resuelven en la Seguridad Social, recibieron a muchas mujeres que solicitaban información sobre el aborto. Algunos de estos centros han publicado su experiencia poniendo de manifiesto el elevado número de mujeres que acudían dispuestas a abortar.

    • Las muertes producidas a causa de complicaciones que a veces han sido informadas a través de los registros hospitalarios o de la prensa nos ofrecen algunos datos indirectos.

    El sentido común dice que en un país con un sistema sanitario desarrollado como el nuestro, las muertes de mujeres por aborto son una triste prueba de que se realizan muchos miles.

    • En el estudio citado por Josué Aguinaga se dan algunos datos estimativos al respecto, a partir de complejos cálculos que sitúan la incidencia de aborto en España en unos 105.000 casos anuales, incluidos los abortos en el extranjero.

    Los viajes al extranjero:

    Todo el mundo sabe que durante años, y todavía actualmente, muchas mujeres españolas han buscado fuera de nuestras fronteras la forma e terminar un embarazo no deseado.

    Los países destinatarios de tan peculiar emigración han sido sobre todo Inglaterra, Holanda y Francia y en menor proporción Portugal y Marruecos.

    Inglaterra es probablemente el país que acoge mayor número de españolas. Las clínicas inglesas recogen datos de los abortos de mujeres procedentes de España y constituyen una de las pocas fuentes fiables de que disponemos.

    Si a estos abortos realizados en Inglaterra sumamos los más de 6000 realizados en Holanda y los aproximadamente 5000 que anualmente se practicaban en Francia, tendremos un total de 33.000 mujeres que todos los años viajaban fuera para abortar.

    Viajar a Londres, por ejemplo, en 1985 suponía un gasto de 30.000 pesetas en viajes especiales que incluían alojamiento. Los precios de la intervención en Inglaterra oscilaban entre más de 30.000 pesetas si en embarazo era menor de 13 semanas, unas 40.000 pesetas de las 14 a 18 semanas y 60.000 pesetas para gestaciones más avanzadas.

    Esto supone un desembolso medio de alrededor de 100.000 pesetas que obviamente no todas las mujeres podían hacer.

    3 -Tipos de Aborto

    El asesinato de un bebé no nacido se produce, además de algunos métodos domésticos, a través de los siguientes métodos:

    3.1 - Por envenenamiento salino

    Se extrae el líquido amniótico dentro de la bolsa que protege al bebé. Se introduce una larga aguja a través del abdomen de la madre, hasta la bolsa amniótica y se inyecta en su lugar una solución salina concentrada. El bebé ingiere esta solución que le producirá la muerte 12 horas más tarde por envenenamiento, deshidratación, hemorragia del cerebro y de otros órganos. Esta solución salina produce quemaduras graves en la piel del bebé. Unas horas más tarde, la madre comienza "el parto" y da a luz un bebé muerto o moribundo, muchas veces en movimiento. Este método se utiliza después de las 16 semanas de embarazo.


    3.2 - Por Succión

    Se inserta en el útero un tubo hueco que tiene un borde afilado. Una fuerte succión (28 veces más fuerte que la de una aspiradora casera) despedaza el cuerpo del bebé que se está desarrollando, así como la placenta y absorbe "el producto del embarazo" (o sea, el bebé), depositándolo después en un balde. El abortista introduce luego una pinza para extraer el cráneo, que suele no salir por el tubo de succión. Algunas veces las partes más pequeñas del cuerpo del bebé pueden identificarse. Casi el 95% de los abortos en los países desarrollados se realizan de esta forma.

    3.3 - Por Dilatación y Curetaje

    En este método se utiliza una cureta o cuchillo provisto de una cucharilla filosa en la punta con la cual se va cortando al bebé en pedazos con el fin de facilitar su extracción por el cuello de la matriz. Durante el segundo y el tercer trimestre del embarazo el bebé es ya demasiado grande para extraerlo por succión; entonces se utiliza el método llamado por dilatación y curetaje. La cureta se emplea para desmembrar al bebé, sacándose luego en pedazos con ayuda de los fórceps. Este método está convirtiéndose en el más usual.


    3.4 - Por "D & X" a las 32 semanas

    Este es el método más espantoso de todos, también es conocido como nacimiento parcial. Suele hacerse cuando el bebé se encuentra muy próximo de su nacimiento Después de haber dilatado el cuello uterino durante tres días y guiándose por la ecografía, el abortista introduce unas pinzas y agarra con ellas una piernecita, después la otra, seguida del cuerpo, hasta llegar a los hombros y brazos del bebé. Así extrae parcialmente el cuerpo del bebé, como si éste fuera nacer, salvo que deja la cabeza dentro del útero. Como la cabeza es demasiado grande para ser extraída intacta; el abortista, entierra unas tijeras en la base del cráneo del bebé que está vivo, y las abre para ampliar el orificio. Entonces inserta un catéter y extrae el cerebro mediante succión. Este procedimiento hace que el bebé muera y que su cabeza se desplome. A continuación extrae a la criatura y le corta la placenta.


    3.5 - Por Operación Cesárea

    Este método es exactamente igual que una operación cesárea hasta que se corta el cordón umbilical, salvo que en vez de cuidar al niño extraído se le deja morir. La cesárea no tiene el objeto de salvar al bebé sino de matarlo.


    3.6 - Mediante Prostaglandinas

    Este fármaco provoca un parto prematuro durante cualquier etapa del embarazo. Se usa para llevar a cabo el aborto a la mitad del embarazo y en las últimas etapas de éste. Su principal "complicación" es que el bebé a veces sale vivo. También puede causarle graves daños a la madre. Recientemente las prostaglandinas se han usado con la RU-486 para aumentar la "efectividad" de éstas.


    3.7 - RU-486

    Se trata de una fármaco abortivo empleado conjuntamente con una prostaglandina, que es eficiente si se la emplea entre la primera y la tercera semana después de faltarle la primera menstruación a la madre. Actúa matando de hambre al diminuto bebé, al privarlo de un elemento vital, la hormona progesterona. El aborto se produce luego de varios días de dolorosas contracciones.

    4 - Métodos de aborto

    4.1- Método quirúrgico:

    La técnica mas frecuentemente utilizada es la aspiración. Algunos realizan un legrado de confirmación diagnóstica. Y es necesario pasar siempre un control 15 días en tu ginecólogo/a habitual después de realizada la técnica con el objeto principal de confirmar la perfecta realización de la intervención y poder hablar de un método de planificación que impida que se produzca una situación similar.

    4.1.A - Efectos secundarios:


    - Dolores: sea la intervención realizada bajo anestesia local o general.

    - El sangrado: en los días posteriores a la intervención se puede producir pérdidas que es generalmente son menos abundantes que en una regla normal.

    - Nauseas: pueden sufrirse en los momentos siguientes a la intervención nauseas y vómitos en algunos de los casos.

    4.1.B - Complicaciones:


    - Evacuación incompleta: en algunos casos puede necesitar de una nueva intervención.
    - Sangrados abundantes: normalmente se deben a evacuaciones incompletas.
    - Infecciones: muy poco habituales debido entre otras cosas a la técnica y a la protección antibiótica.
    - Perforaciones o desgarros.

    4.2 - Método farmacológico

    4.2.A - Perfil social

    Como veremos a continuación y en la figura 1, el perfil social, se superpone con el anterior estudio, predominio de jóvenes menores de 30 años.


    4.2.A.i) Edad: Si realizamos 4 grupos de edad, observamos la siguiente distribución:


    - Menores de edad: apenas alcanza el 3% de la muestra.
    - De 18 a 24 años: Un 46%, el más alto.
    - De 24 a 30 años: Un 33% de la muestra.
    - Mayores de 30 años: El 18% restante.
    Como puede observarse más del 80% de la muestra pertenece a mujeres menores de 30 años.

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    Fig. 1: Distribución por edad.

    4.2.A.ii) Estado civil: Las mujeres solteras son con mucha diferencia las que más demandan el método farmacológico, representando hasta el 80%, con un 15% de casadas, y el resto para separadas divorciadas y viudas.
    Un 70% refieren tener pareja estable, con o sin convivencia, mientras el 30% restante no tiene pareja estable.

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    Fig. 2: Estado civil.

    4.2.A.iii) Nivel de instrucción: Utilizaremos la clasificación recomendada por la C.A.M. en 8 niveles:
    - Nivel I-ll y lll: El 4%.
    - Nivel lV: El 16%.
    - Nivel V: El 30%.
    - Nivel Vl: El 19%.
    - Nivel Vll: El 29%.
    - Nivel Vlll: El 2%.
    Como puede observarse casi un tercio de la muestra está representado por mujeres licenciadas universitarias.

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    Fig. 3: Nivel de instrucción.

    4.2.A.iiii) Situación laboral: Utilizando la clasificación de la C.A.M. en 7 grupos, existe representación en todos ellos excepto el de pensionistas.
    - Trabajo por cuenta ajena: El 60%.
    - Estudiantes: El 24%.
    - En situación de paro: El 9%.
    - Amas de casa: El 4%.
    - Empresarias: El 3%.
    Como puede observarse la mayoría pertenecen al grupo de trabajadoras por cuenta ajena, lo cual significa que disponen de recursos económicos propios, siendo significativo el grupo de estudiantes muchas de ellas universitarias.

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    Fig. 4: Situación laboral.

    4.2.B - Antecedentes obstétricos.

    Realizamos 4 grupos:
    § Nulípara y nuligesta: Un 58%.
    § Con aborto/s anteriores: Un 22%.
    § Con hijos y/o abortos: Un 20%.
    Como podemos observar solo un 20% de la muestra ha tenido hijos.

    De todo lo visto hasta ahora se deduce que el "método farmacológico" es demandado por mujeres jóvenes, solteras, con trabajo y recursos propios, con nivel medio-alto de estudios y estudiantes, y que suele ser su primer embarazo.

    En cuanto a la comparación con el quirúrgico, el 76% prefiere el farmacológico y el 24% el quirúrgico.

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    Fig. 5: Valoración por las pacientes.

    5 - Secuelas del aborto:

    5.1 - Secuelas físicas:

    5.1.A - MUERTE:

    Las primeras causas de muerte en relación con el aborto son hemorragia, infección, embolia, anestesia, y embarazos ectópicos sin diagnosticar .El aborto legal constituye la quinta causa de muerte de gestantes en los EE. UU, aunque de hecho se sabe que la mayoría de muertes relacionadas con el aborto no son registradas oficialmente como tales.

    5.1.B - CÁNCER DE MAMA:

    El riesgo de cáncer de mama casi se dobla después de un aborto e incluso se incrementa aún más con dos o más abortos.

    5.1.C - CÁNCER DE OVARIOS, HÍGADO Y CERVICAL (cuello uterino):

    Las mujeres con un aborto se enfrentan a un riesgo relativo de 2.3 de cáncer cervical, en comparación con las mujeres que no han abortado, y las mujeres con dos o más abortos encaran un riesgo relativo de 4.92. Riesgos igualmente elevados de cáncer de ovario e hígado se ligan con el aborto único o múltiple. Estos porcentajes incrementados de cáncer para el caso de mujeres que han abortado se vinculan aparentemente a la interrupción no natural de los cambios hormonales que acompañan al embarazo, así como a la lesión cervical no tratada.

    5.1.D - PERFORACIÓN DE ÚTERO:

    Entre un 2 y un 3 % de las pacientes de aborto pueden sufrir perforación del útero; es más, la mayoría de estas lesiones quedarán sin ser diagnosticadas ni tratadas a no ser que realice una visualización mediante laparoscopia. Esta clase de examen puede resultar útil cuando se inicia un proceso judicial por negligencia en la práctica del aborto. El riesgo de perforación uterina se incrementa para las mujeres que ya han tenido hijos y para las que reciben anestesia general durante la realización del aborto. El daño en el útero puede complicarse en ulteriores embarazos y eventualmente puede acarrear problemas que requieran una histerectomía, lo que de por sí puede conllevar diversas complicaciones adicionales y lesiones que incluyen la osteoporosis.

    5.1.E - DESGARROS CERVICALES (cuello del útero):

    En al menos un uno por ciento de abortos realizados en el primer trimestre se producen importantes desgarros cervicales que requieren sutura. Las laceraciones de menor envergadura o las micro-fracturas, que normalmente no son tratadas, pueden también a la larga perjudicar la función reproductiva. La lesión latente post-aborto puede abocar a una posterior incompetencia cervical [subsequent cervical incompetence], parto prematuro y complicaciones durante el parto. El riesgo de lesión cervical es mayor en adolescentes, para abortos realizados en el segundo trimestre, y cuando los facultativos no usan laminaria (sic) para dilatar el cuello uterino.

    5.1.F - PLACENTA PREVIA (sic):

    El aborto incrementa el riesgo de placenta previa en ulteriores embarazos (una circunstancia que pone en peligro tanto la vida de la madre como su embarazo deseado), en una escala de entre siete y quince. El desarrollo anormal de la placenta debido a lesión uterina aumenta el riesgo de malformación fetal, muerte peri natal y efusión excesiva de sangre durante el parto.

    5.1.G - RECIÉN NACIDOS DISCAPACITADOS EN POSTERIORES EMBARAZOS:

    El aborto se asocia con lesiones cervicales y uterinas que pueden incrementar el riesgo de parto prematuro, complicaciones en el parto y desarrollo anormal de la placenta en posteriores embarazos. Estas complicaciones reproductivas constituyen las causas principales de las minusvalías en recién nacidos.

    5.1.H - EMBARAZO ECTÓPICO:

    El aborto está relacionado de forma importante con un riesgo añadido de embarazos ectópicos posteriores. Los embarazos ectópicos, a su vez, amenazan la vida y pueden llevar a un descenso en la fertilidad.

    5.1.I - AFECCIÓN INFLAMATORIA PÉLVICA [pelvic inflammatory disease (PID)]:

    Se trata de una enfermedad que puede poner en peligro la vida y conllevar un riesgo añadido de embarazo ectópico y reducción de fertilidad. De entre las pacientes que tienen una infección por clamidia en el momento del aborto, un 23 % desarrollará PID en cuatro semanas. Algunos estudios han arrojado que entre un 20 y un 27 % de pacientes que abortan sufren una infección por clamidia. Aproximadamente un 5 % de pacientes que no han sido infectados por clamidia desarrollan PID dentro de las 4 semanas posteriores a un aborto realizado durante el primer trimestre. Es por tanto razonable suponer que cuantos practican abortos previenen y tratan tales infecciones antes del aborto.

    5.1.J - ENDOMETRITIS:

    La endometritis representa un riesgo post-aborto para todas las mujeres, pero en especial para las adolescentes, las cuales tienen una probabilidad 2.5 veces mayor de contraer endometritis después de un aborto que las mujeres con edades entre 20 y 29 años.

    5.1.K - COMPLICACIONES INMEDIATAS:

    Alrededor de un 10 % de mujeres que se someten a un aborto provocado sufrirán complicaciones inmediatas, de las cuales aproximadamente un quinto (2 %) tienen la consideración de riesgo mortal. Las nueve grandes complicaciones más comunes que pueden darse durante la práctica del aborto son: infección, efusión excesiva de sangre, embolia, desgarro o perforación del útero, complicaciones de la anestesia, convulsiones, hemorragia, lesión cervical y "shock" endotóxico. Las complicaciones 'menores' más comunes incluyen: infección, efusión de sangre, fiebre, quemaduras de segundo grado, dolor abdominal crónico, vómitos, problemas gastro-intestinales, y sensibilización del Rh.

    5.1.L - RIESGOS AÑADIDOS PARA LAS MUJERES CON MÚLTIPLES ABORTOS:

    En general, la mayoría de los estudios arriba citados reflejan factores de riesgo para mujeres que se han sometido a un solo aborto. Estos mismos estudios muestran que las mujeres que tienen abortos múltiples encaran un riesgo mucho mayor de sufrir tales complicaciones. Este punto es especialmente digno de ser mencionado desde el punto y hora en que alrededor de un 45 % de todos los abortos se practican en mujeres que ya habían abortado antes.

    5.1.M - RIESGOS AÑADIDOS PARA LAS ADOLESCENTES:

    Las adolescentes, que suponen aproximadamente un 30 por ciento de las mujeres que abortan, se exponen a un riesgo mucho más alto de sufrir numerosas complicaciones relacionadas con el aborto. Esto reza tanto para las complicaciones inmediatas como para los perjuicios reproductivos a largo plazo.

    5.1.N - PEOR ESTADO DE SALUD GENERAL:

    En un estudio realizado sobre 1.428 mujeres, los investigadores descubrieron que los embarazos malogrados y en particular los debidos a aborto provocado se asociaban de manera significativa a una salud general más deficiente. Los abortos múltiples correspondían a una valoración todavía peor de la salud presente. Mientras que la interrupción del embarazo por causas naturales iba en detrimento de la salud, el aborto provocado resultó estar más estrechamente relacionado con una salud deficiente. Tales hallazgos confirman investigaciones anteriores que arrojaban que durante el año siguiente a un aborto las mujeres visitaban a su médico de cabecera un 80 % más por toda clase de razones y un 180 % más por razones psico-sociales. Los autores también se encontraron con que si hay un compañero presente y que no presta apoyo, el porcentaje de aborto natural se eleva a más del doble y el de aborto provocado es cuatro veces mayor que si él está presente y apoyando. Si el compañero está ausente, el porcentaje de aborto provocado es seis veces mayor.

    5.1.Ñ - RIESGO AÑADIDO POR FACTORES QUE HACEN PELIGRAR LA SALUD:

    El aborto está en buena medida ligado a cambios de conducta tales como promiscuidad, tabaquismo, abuso de las drogas y desórdenes alimenticios que en conjunto contribuyen a incrementar los riesgos de padecer problemas de salud. Por ejemplo, la promiscuidad y el aborto están ambos relacionados con un aumento de las tasas de PID y embarazos ectópicos. Cuál de los dos contribuye más es algo todavía incierto, pero deslindarlo puede ser irrelevante si la promiscuidad es de por sí una reacción al trauma post-aborto o a la pérdida de autoestima.

    5.2 - Secuelas psíquicas del aborto

    5.2.A - NECESIDAD DE TRATAMIENTO PSICOLÓGICO:

    En un estudio realizado sobre pacientes post-aborto a sólo 8 semanas de haber abortado, los investigadores hallaron que el 44 % se quejaba de trastornos nerviosos, el 36 % había sufrido alteraciones del sueño, el 31 % tenía arrepentimientos por la decisión tomada y al 11 % le habían sido prescritos fármacos psicotrópicos por su médico de cabecera. Un estudio retrospectivo que abarcaba un período de cinco años en dos provincias canadienses detectó que el recurso a los servicios médicos y psiquiátricos era sensiblemente mayor entre mujeres que habían abortado. Lo más revelador fue la conclusión a la que se llegó, según la cual el 25 % de mujeres que habían abortado visitaban a los psiquiatras frente al 3 % del grupo de control. Las mujeres que han abortado tienen bastantes más probabilidades que otras de requerir el ingreso posterior en un hospital psiquiátrico. Adolescentes, mujeres separadas o divorciadas, y aquéllas en cuya historia clínica figura más de un aborto encaran un riesgo especialmente alto.

    Puesto que muchas mujeres tras un aborto recurren a la represión como mecanismo de defensa, puede darse un largo período de negación antes de que una mujer requiera tratamiento psiquiátrico. Estos sentimientos reprimidos son susceptibles de causar afecciones psicosomáticas y psiquiátricas o de conducta en otras facetas de la vida de la mujer. En consecuencia, algunos asesores informan del hecho de que la angustia por un aborto que no se quiere reconocer es lo que en realidad subyace en muchas de sus pacientes, incluso aunque se hayan dirigido a ellos en demanda de terapias para problemas que aparentemente nada tienen que ver con ello.

    5.2.B - TRASTORNOS POR ESTRÉS POST-TRAUMÁTICO (en inglés PTSD o PAS):

    Un importante muestreo concluyó que al menos un 19 % de mujeres que han abortado padecen trastornos por estrés post-traumático (PTSD). Aproximadamente la mitad presentaba muchos de los síntomas de PTSD, aunque no todos, y entre un 20 y un 40 por ciento mostraban niveles de estrés que fluctuaban entre moderados y altos, así como conducta evasiva respecto a sus experiencias abortivas. (6) Puesto que nos hallamos ante una alteración grave que puede estar presente en muchas demandantes, y que no es fácilmente comprendida fuera de la profesión de asesor, el siguiente resumen será más completo que otros apartados de esta sección. El PTSD es una disfunción psicológica producto de una experiencia traumática que anula los mecanismos normales de defensa de una persona, derivando en miedo intenso, sensación de desvalimiento o de estar atrapado, o en pérdida del control. El riesgo de que una experiencia resulte traumática se incrementa cuando el hecho traumatizante es percibido como susceptible de conllevar amenazas de lesión física, violación sexual o presencia personal o participación en una muerte violenta. Se da el PTSD cuando el hecho traumático produce la hiperexcitabilidad de los mecanismos de defensa de vuelo o lucha. Tal hiperexcitación provoca que estos mecanismos de defensa se desorganicen, desconectados de las circunstancias presentes, y empiecen a funciona por su cuenta, dando lugar a una conducta anormal y a graves trastornos de la personalidad. A guisa de ejemplo de esta desconexión de funciones mentales, puede ocurrir que alguna víctima de PTSD experimente una intensa emoción, pero sin clara memoria del hecho; otros pueden recordar cada detalle pero sin emoción; otros incluso pueden revivir tanto el hecho como las emociones en furtivas y abrumadoras experiencias de flash back.

    Las mujeres pueden interiorizar el aborto como una experiencia traumática por varias razones. En muchos casos llegan a él forzadas por maridos, novios, padres u otros. Si la mujer ha sido victima en repetidas ocasiones de abuso de posición dominante, el aborto forzado puede ser percibido como la violación definitiva en el curso de una vida marcada por el abuso. Otras mujeres -sin importar cuánto de imperioso tuviesen las razones por las que recurrieron al aborto- pueden incluso percibir el final de su embarazo como la muerte violenta causada a su propio hijo. El miedo, la ansiedad, el dolor y la culpa asociada al procedimiento aparecen entreverados en esta percepción de muerte violenta y grotesca. Algunas mujeres aun dan cuenta de que el dolor del aborto, desatado sobre ellas por un extraño enmascarado que asalta su cuerpo, se siente como idéntico al de una violación. En efecto, los investigadores han concluido que las mujeres en cuya historia clínica constan agresiones sexuales pueden sentir mayor angustia durante y después de la práctica del aborto a causa de estas asociaciones entre ambas experiencias. (9) Cuando el factor de estrés que conduce al PTSD es el aborto, algunos clínicos lo denominan Síndrome Post-aborto (PAS).

    Los síntomas más importantes del "PTSD" son clasificados generalmente en tres categorías: hiperexcitación, intrusión y constricción.

    El primero consiste en una intervención inapropiada y crónica de los mecanismos de defensa fight or flight. La persona se halla por lo visto en permanente alerta frente a amenazas de peligro. Los síntomas de hiperexcitación incluyen: respuestas exageradamente sobresaltadas, ataques de ansiedad, irritabilidad, explosiones de ira o rabia, conducta agresiva, dificultad para concentrarse, hipervigilancia, dificultad para conciliar el sueño o mantenerse despierto, o reacciones fisiológicas ante situaciones que simbolicen o se asemejen a algún aspecto de la experiencia traumática (por ejemplo, aceleración del pulso o sudoración durante un examen pélvico, o al tiempo de oír el sonido de una bomba neumática).

    La intrusión consiste en revivir el hecho traumático involuntaria e inesperadamente. Los síntomas de intrusión en los casos de PAS incluyen: pensamientos recurrentes e intrusivos sobre el aborto o el niño abortado, flashbacks en los que las mujeres vuelven a vivir momentáneamente un aspecto de la experiencia abortiva, pesadillas sobre el aborto o el niño, o reacciones de intenso pesar o depresión en la fecha del aniversario del embarazo abortado o del aborto.

    La constricción consiste en paralizar los recursos emocionales o en desarrollar patrones de conducta, de forma se que eviten los estímulos asociados con el trauma. Se trata de la conducta evasiva; un intento de negar y de evitar las sensaciones negativas de gente, lugares, o cosas que agraven las sentimientos negativos asociados con el trauma. En los casos de trauma post-aborto, la constricción puede incluir: incapacidad para recordar la experiencia abortiva o partes importantes de ella; esfuerzos por evitar actividades o situaciones que puedan excitar los recuerdos del aborto; abandono de relaciones, en especial, alejamiento de aquéllas que tuvieron que ver con la decisión de abortar; evitación de hijos; intentos de evitar o negar pensamientos o sensaciones relacionadas con el aborto; escasa presencia de sentimientos relacionados con el amor o la ternura; visión del futuro como en escorzo (p. Ej. no esperar tener una carrera, casarse, criar hijos o una vivir una vida larga); interés reducido por actividades con las que antes se disfrutaba; abuso de drogas o alcohol; pensamientos o actos suicidas y otras tendencias autodestructivas.

    Como ya se mencionó, el estudio de Barnard identificó un porcentaje del 19 % de PTSD entre mujeres a las que les fueron practicados abortos entre tres y cinco años antes. Pero en realidad el porcentaje efectivo es mayor con toda probabilidad. Como la mayoría de los estudios post-aborto, el de Barnard estaba lastrado por un porcentaje de omisiones del 15 %. La experiencia clínica ha demostrado que las mujeres que menos suelen cooperar en una investigación post-aborto son aquéllas a las que el aborto ha causado mayor angustia psicológica. La investigación ha confirmado esta intuición, demostrando que las características demográficas de las mujeres que rechazan la evaluación posterior, coinciden en su mayoría con las de las mujeres que padecen la angustia post-aborto más acentuada. La extraordinariamente alta tasa de negativas a participar en estudios post-aborto puede ser interpretada como evidencia de constricción o de conducta de evitación (no querer pensar en el aborto) que es un destacado síntoma de PTSD.

    Para muchas mujeres, el comienzo o la identificación inequívoca de los síntomas del PTSD pueden demorarse durante varios años. Hasta que una persona aquejada de PTSD ha recibido consejo y logrado un adecuado restablecimiento, el PTSD puede dar lugar a una incapacidad psicológica que impediría a una paciente de aborto afectada interponer una demanda judicial dentro del período normal establecido por la ley. Esta incapacidad puede, sin embargo, proveer de base legal para obtener una prórroga de dicho plazo.

    5.2.C - DISFUNCIÓN SEXUAL:

    Entre un treinta y un cincuenta por ciento de mujeres que han abortado declaran sufrir disfunciones sexuales, tanto de breve como de larga duración, que comienza inmediatamente después de sus respectivos abortos. En concreto pueden incluir uno o varios problemas de los que se detallan a continuación: ausencia de placer en las relaciones, dolor añadido, aversión al sexo o a los hombres en general, o desarrollo de una forma de vida de tipo promiscuo.

    5.2.D - PLANTEAMIENTOS SUICIDAS E INTENTOS DE SUICIDIO:

    Aproximadamente un 60 por ciento de mujeres que experimentan secuelas post-aborto declaran albergar ideas suicidas, con un 28 por ciento que intenta realmente suicidarse, de las cuales la mitad lo ha hecho en dos o más ocasiones.

    Investigadores finlandeses han identificado una estrecha relación estadística entre el aborto y el suicidio en un estudio basado en registros. Los 73 suicidios identificados se asociaban en el espacio de un año a embarazos que acababan ya de forma natural, ya por aborto provocado. La tasa media anual de suicidio femenino en general era de 11.3 por cada 100.000. La tasa de suicidios asociados con nacimientos era significativamente más baja (5.9). Las tasas para interrupción del embarazo eran sensiblemente más altas. Para el aborto natural, la tasa era de 18.1 por cada 100.000 y para el aborto provocado de 34.7 por cada 100.000. La tasa de suicidio dentro del año posterior a la práctica del aborto era tres veces más alta que la tasa general femenina, siete veces más elevada que para las mujeres que llevan a término su embarazo, y casi el doble de alta que la de las mujeres que habían sufrido un aborto por causas naturales.

    5.2.E - REFUERZO DEL HÁBITO DE FUMAR CON LOS CORRESPONDIENTES EFECTOS NEGATIVOS PARA LA SALUD:

    El estrés post-aborto se vincula con una acentuación del tabaquismo. Las mujeres que abortan tienen el doble de probabilidades de convertirse en grandes fumadoras y de sufrir los correspondientes riesgos sobre la salud. Las mujeres que han abortado tienen también mayor probabilidad de continuar fumando durante los posteriores embarazos deseados, con el riesgo añadido de muerte neonatal o anomalías congénitas.

    5.2.F - ABUSO DEL ALCOHOL:

    El aborto se vincula de forma significativa con un riesgo doblemente añadido de abuso del alcohol entre las mujeres. El aborto seguido de abuso del alcohol se vincula con conductas violentas, divorcio o separación, accidentes de tráfico, y pérdida del puesto de trabajo.

    5.2.G - ABUSO DE LAS DROGAS:

    El aborto se halla significativamente ligado a abuso posterior de las drogas. Además de los costes psico-sociales que supone tal abuso, la adicción las drogas se vinculan con riesgo incrementado de contraer infecciones por VIH/SIDA, malformaciones congénitas y conducta agresiva.

    5.2.H - DESÓRDENES ALIMENTICIOS:

    Para algunas mujeres al menos, el estrés post-aborto se asocia con desórdenes en la ingestión de alimentos tales como comer compulsivamente, bulimia, y anorexia nerviosa.

    5.2.I - DESCUIDO DE LOS NIÑOS O CONDUCTA ABUSIVA HACIA ELLOS:

    El aborto se vincula con mayores niveles de depresión, conducta violenta, abuso del alcohol y de las drogas, embarazos 'de sustitución o reemplazo', y relajación de los lazos que unen a las madres con los hijos habidos posteriormente. Estos factores se asocian estrechamente con el trato abusivo hacia los niños y parecen confirmar particulares valoraciones clínicas que vinculan el trauma post-aborto con abuso infantil subsiguiente.

    5.2.J - DIVORCIO Y PROBLEMAS CRÓNICOS DE RELACIÓN:

    Para la mayor parte de las parejas, un aborto crea problemas imprevistos en su relación. Las parejas que han recurrido al aborto están más expuestas a divorciarse o a separarse. Muchas mujeres que abortan desarrollan una mayor dificultad para establecer lazos duraderos con un compañero. Esto puede deberse a que el aborto se relaciona con reacciones tales como baja autoestima, mayor desconfianza hacia los hombres, disfunción sexual, abuso de substancias y niveles incrementados de depresión, ansiedad y cólera pasajera. Las mujeres que se han sometido a más de un aborto (que representan alrededor del 45 % de todos los abortos) tienen mayor probabilidad de requerir ayudas públicas, en parte porque también tienen más probabilidades de acabar constituyendo familias monoparentales.

    5.2.K - ABORTOS DE REPETICIÓN:

    Las mujeres a las que les ha sido practicado un aborto arrostran un riesgo añadido de volver a abortar en el futuro. Las mujeres que cuentan con una experiencia abortiva anterior tienen una probabilidad cuatro veces mayor de volver a interrumpir voluntariamente su embarazo que aquéllas que no tienen historia abortiva previa.

    Este riesgo incrementado se asocia con el aborto anterior por la baja autoestima, un consciente o inconsciente deseo de llevar a cabo un embarazo 'de sustitución', y una mayor actividad sexual post-aborto. Los abortos posteriores pueden producirse por culpa de deseos conflictivos de quedar embarazada y tener un hijo y presiones continuas en favor del aborto, como puede ser el abandono por parte del nuevo compañero. En los abortos de repetición se da cuenta también de cierta clase de auto-punición.

    Aproximadamente un 45 % de todos los abortos son ahora abortos de repetición. El riesgo de caer en un patrón de aborto de repetición debería ser comentado con la paciente a la vista de su primer aborto. Es más, puesto que las mujeres a las que se les ha practicado más de un aborto se exponen a un importante riesgo añadido de sufrir secuelas físicas y psíquicas, tales riesgos cualificados deberían ser ampliamente comentados con las mujeres que optan por abortar.

    6 - Efectos psicológicos de Realizar un Aborto

    6.1 - Sus Traumas:

    Es notable la poca atención y estudio prestado a los médicos, enfermeras, consejeros y demás trabajadores de las clínicas abortivas. Sólo se han realizado dos estudios que observan una gran cantidad de personas, y fueron hechos por investigadores que no trabajaban en el campo del aborto. El primero (de M. Such-Baer), apareció en Social Casework en 1974 y el otro (de K. M. Roe) apareció en Social Science and Medicine en 1989.

    Ambos estudios fueron realizados por personas a favor del aborto legal, no obstante lo cual, ambos notan la alta frecuencia de los síntomas que se enmarcan en la condición conocida hoy como Desorden de Estrés Post-Traumático (PTSD). El estudio publicado en 1974, antes de que se adoptara el término, describe que “eran frecuentes los pensamientos obsesivos sobre el aborto, depresiones, fatiga, ira, baja autoestima y problemas de identidad. El complejo sintomático fue considerado un `desorden reactivo transitorio', similar a la `fatiga de batalla'”.

    El otro estudio mostró síntomas similares: “Los periodos ambivalentes se caracterizaban por una variedad de sentimientos otrora poco comunes y un comportamiento que incluía aislamiento de los colegas, resistencia a ir al trabajo, falta de energía, impaciencia con los clientes y un sentimiento de desasosiego general. Pesadillas, imágenes que no se iban y preocupación era elementos comunes. También era común la profunda y solitaria intimidad en la que los médicos se enfrascaban para afrontar esta ambivalencia.

    Todavía no puede afirmarse que los médicos abortistas sufren de PTSD porque realizan abortos. Es difícil de probar: Puede ser difícil determinar quien y quien no está realizando abortos; aquellos que han sufrido más ya pueden haber dejado la práctica; puede ser que las personas que han sufrido eventos traumáticos en el pasado están más inclinados a participar de los abortos; finalmente, el debate político actual puede afectar la manera en como percibe la gente su trabajo.

    Sin embargo, la evidencia recogida hasta el momento muestra que se necesitan más estudios.

    American Medical News, una revista publicada por la Asociación Médica Americana, señaló que las discusiones en el taller de la Federación Nacional del Aborto “iluminan un aspecto poco conocido del debate sobre el aborto: los sentimientos de conflicto que afectan a muchos proveedores...La idea de que las enfermeras, doctores, consejeros y los demás trabajadores en este campo sienten escrúpulos de que el trabajo que realizan es un secreto muy bien guardado”.

    6.2 - Entre las historias.

    Una enfermera que había trabajado en una clínica abortista durante menos de un año dijo que sus peores momentos no aparecían en la sala de operaciones sino después. Muchas veces, dijo, las mujeres que acaban de someterse a un aborto se echaban en la sala de recuperación y lloraban, “He matado a mi hijo. Acabo de matar a mi hijo”. “No sé qué decirle a estas mujeres”, dijo la enfermera al grupo. “Una parte de mí piensa, `Tal vez tienen razón'”.

    Un doctor en Nuevo México admitió que a veces se sorprendía por la ira que un aborto tardío podía provocarle. Por un lado, dijo el médico, está molesto con la mujer. “Pero paradójicamente”, añadió, “Tengo sentimientos de molestia hacia mí por sentirme bien al apretar el tope de la cabeza del bebé, por sentirme bien por haber realizado un procedimiento técnicamente bueno que destruye al feto, que mata un bebé”.

    6.3 - Casi todo negativo

    El estudio Such-Baer, hecho en 1974, un año después de la legalización del aborto en todo el país gracias a Roe vs. Wade, reportó que “casi todos los profesionales involucrados en trabajos abortivos reaccionaban con sentimientos negativos”. Quienes tienen contacto con los residuos fetales tienen mayores sentimientos negativos que aquellos que no entablan contacto, y su reacción no varía mucho: “Todas las reacciones emocionales fueron unánimemente, extremadamente negativas”.

    El más grande estudio publicado incluía entrevistas a 130 “trabajadores del aborto” en San Francisco entre enero de 1984 y marzo de 1985. Los autores no esperaban encontrar lo que encontraron. “Particularmente sorprendente fue el hecho que el malestar con los clientes del aborto o con los procedimientos tenía lugar en los médicos que apoyaban fervientemente el derecho al aborto y que expresaban un gran compromiso con su trabajo”, anotaron. “Este hallazgo preliminar sugirió que incluso aquellos que apoyan el derecho de una mujer a eliminar un embarazo, pueden estar luchando con una fuerte tensión entre sus creencias formales y la experiencia situada en sus trabajo con el aborto”.

    Como reacción, los investigadores decidieron “entrevistar solo a médicos que se consideraban pro-opción y que estaban comprometidos a continuar con su labor por lo menos durante seis meses”. Creyeron que estas personas, “en tanto libres de sentimientos preexistentes de anti-opción y resistentes a su potencial influencia, proveerían datos valiosos sobre los dilemas y dinámicas del trabajo en el aborto legal”. Esto redujo la muestra a 105 trabajadores.

    Setenta y siete por ciento de ellos habló del tema del aborto como un acto destructivo, de la destrucción de algo vivo. Sobre el asesinato: “No se esperaba que salga este tema entre médicos pro-opción, sin embargo, el dieciocho por ciento habló de él cuando habló de su participación en el aborto en algún punto de la entrevista. Este tema tendía a surgir lentamente en las entrevistas y era siempre presentado con una evidente incomodidad”.

    Incluso Tisdale, que aún creía en el aborto, admitió la ambigüedad de realizarlos. El aborto, dijo, “es el límite más estrecho entre la amabilidad y la crueldad. Hecho de la mejor manera posible, sigue habiendo violencia -violencia misericordiosa, como darle muerte a un animal sufriente...es una dulce brutalidad la que aquí practicamos, una dura y amorosa frialdad”.

    El estrés parece crecer en la medida en que el no-nacido se desarrolla. “Mientras el embarazo avanza, la idea del aborto se vuelve más y más repugnante para muchas personas, incluso para el personal médico”, dijo un doctor abortista llamado Don Sloan en un libro que apoyaba vigorosamente la necesidad de la legalización del aborto. Como respuesta, “Los médicos intentan divorciarse del método”. Luego de describir el procedimiento de gráficamente, incluyendo la necesidad de revisar las partes del cuerpo para asegurarse de que todo el feto haya sido removido del útero, concluyó diciendo: “¿Quieres abortar? Paga el precio. Hay un viejo dicho en medicina: Si quieres trabajar en la cocina, tendrás que romper algún huevo. El horno se calienta. Prepárate para quemarte”.

    Los abortos en una etapa avanzada del embarazo ofrecen “un inusual dilema”, dijo Warren Hern, especialista en abortos, en un trabajo para la Asociación de Médicos de Planned Parenthood. Los doctores y enfermeras que los realizan tienen “fuertes reservas personales acerca de participar en una operación que ellos ven como destructiva y violenta”. Explicó sus reacciones de la siguiente manera:

    Parte de nuestra herencia cultural y tal vez biológica retrocede ante una operación destructiva de una manera muy similar a la nuestra, incluso cuando sabemos que el acto tiene un efecto positivo en una persona viva. Nadie que no haya realizado este procedimiento puede saber cómo es o lo que significa; pero habiéndolo hecho, quedamos perplejos ante las posibilidades de interpretación. Hemos alcanzado un punto en esta tecnología en particular, en el que no hay posibilidad de negar el acto de destrucción del operante. Está frente a nuestros ojos. Las sensaciones de desmembramiento fluyen a través de los fórceps como una corriente eléctrica...Mientras más parece que solucionamos el problema, más espinoso se vuelve.

    6.4 - Una Advertencia

    Los defensores del aborto creen que es un tipo de medicina. Quienes se oponen creen que es asesinato. Si el aborto se trata de quitar una vida humana, algunos o muchos de los que los realizan sufrirían ciertas consecuencias psicológicas asociadas con el trauma causado por dañar a otros. Si no encontramos tales consecuencias, el caso de que el aborto no es violencia de ningún tipo se ve fortalecido. Si es que hay consecuencias, se fortalece el caso de que hay violencia. La evidencia anecdótica y tales estudios sugieren, como nosotros lo hemos hecho, que algunos de los que realizan abortos sufren daños psicológicos; que realizar abortos tiene esas consecuencias.

    Tal vez los sueños sean una advertencia. De serlo, esas pesadillas pueden ser una bendición. Bernard Nathanson, hablando del tiempo en que era un pionero en preparar centros abortistas, recuerda haber sido abordado por la esposa de un médico en un cocktail. “Me llevó a un lado y me habló muy agitada acerca de las cada vez más frecuentes pesadillas de su esposo. Él le había confesado a su esposa que sus sueños estaban plagados de niños y sangre, y que luego se había obsesionado con la idea de que alguna justicia terrible se impondría sobre sus hijos como pago por lo que estaba haciendo”. Estos sueños y sentimientos pueden haber sido una advertencia de su conciencia para que no siga.

    El ex doctor abortista McArthur Hill ha hablado acerca de cómo él intentaba salvar bebés prematuros y cómo luego encontró que los bebés que había abortado eran más grandes que los prematuros que había salvado.

    Fue ahí cuando empecé a tener pesadillas...En mis pesadillas, yo recibía a un saludable recién nacido. Luego tomaba a ese saludable recién nacido y lo cargaba. Estaba frente a un jurado de gente sin rostro y les preguntaba qué hacer con ese bebé. Ellos tenían que mostrar el dedo pulgar hacia arriba o hacia abajo, y si mostraban el pulgar hacia abajo, yo tenía que soltar el bebé dentro de una balde lleno de agua que estaba en el suelo. Nunca llegué a soltar al bebé porque siempre me despertaba en ese momento.

    El doctor Hill, eventualmente, despertó a la realidad de lo que estaba haciendo. Otros también lo han hecho. Si es verdad que las pesadillas de los médicos abortistas y otros síntomas resultan de su trabajo, como lo sugieren las evidencias, habrán muchos otros médicos abortistas que serán llevados por sus sueños a escuchar la voz de sus conciencias y dejarán de ayudar en la matanza de los no nacidos.

    7 - Los jóvenes y el aborto

    El aborto no está legalizado, está despenalizado desde 1985. La polémica Ley basada en el artículo 417 Bis acoge el más estricto modelo de indicaciones, restringiéndolo a los clásicos supuestos terapéutico, ético y eugenésico. Queda fuera la indicación económico-social, sin duda, el supuesto que en mayor medida capta las circunstancias normalmente asociadas a la voluntad de interrumpir un embarazo.

    Ante todo y ante el imprescindible consentimiento de la mujer ha de concurrir alguno de los supuestos descritos en la Ley como base de cada indicación:
    -1.- Un grave peligro para su vida o salud física o psíquica (indicación terapéutica),
    -2.- Una violación (indicación ética)
    -3.- La presunción fundada de graves taras físicas o psíquicas en el feto (indicación eugenésica).

    Tenemos una tímida ley que de ninguna manera ha supuesto que las mujeres puedan ejercer el libre derecho a decidir si continúan o no con su embarazo. Digo tímida porque se pretendía que sectores con poder social, como la iglesia y los partidos políticos de derechas la aceptasen como un mal menor. La moneda de cambio fue que el aborto no fuese una decisión libre de las mujeres.

    A día de hoy la mayoría de los abortos, el 98% se realizan bajo el supuesto de que éstos son un grave riesgo para la salud psíquica de las mujeres. Y además, se realizan en las clínicas privadas. Esta ley fue hecha por hombres. En 1985 de los 350 diputados del Congreso, solo 12 eran mujeres.

    Gobernaba por mayoría absoluta el PSOE que tenía 202 diputados, de los cuales sólo 18 eran mujeres.

    Esta es una ley que no da autonomía a las mujeres, ya que la última palabra la tienen los otros: médicos, ginecólogos, psiquiatras, policías...

    Actualmente existen pues dos tipos de aborto: el farmacológico (RU) pastilla que se legalizó en febrero de 1999 y el quirúrgico. Para que podáis acceder a hacer un aborto podéis acudir a cualquier centro de planificación, mirando en los medios de comunicación escritos, periódicos y revistas donde se anuncian las clínicas privadas o intentarlo por la Seguridad Social. Actualmente, como ya os he explicado sólo un 2% se realiza en la sanidad pública. Teniendo en cuenta que la gran mayoría de los jóvenes son los que menos poder adquisitivo tenéis, ya que no tenéis trabajo o estáis estudiando y dependéis de vuestras familias, tenéis que buscar las fórmulas para poder sufragar el gasto del aborto.

    7.1 - Esquemas sobre la evolución del aborto en España:

    Numero de abortos totales:

    'Aborto en España'

    Tasa de abortos por cada 1.000 mujeres:

    'Aborto en España'

    Diagrama sobre los motivos del aborto:

    'Aborto en España'

    'Aborto en España'

    Grave peligro para la salud de la madre: 97.16%

    Embarazo por violación: 0.09%

    Grave malformación: 2.53%

    Múltiple: 0.22%


    8 - Ley de aborto:

    8.1 - en el mundo:

    A mediados de 1982 el 10% de la población mundial vivía en países donde la práctica del aborto estaba prohibida, en todas sus circunstancias y otro 18% de la misma, habitaba en aquellos países en los que estaba permitido solamente para salvar la vida de la mujer.

    La mayor parte de los países latinoamericanos, la mayor parte de los africanos, casi todos los países musulmanes de Asia y cinco de los europeos (Bélgica, Irlanda, Malta, Portugal y España) pertenecen a estas dos categorías. Un 8% más habitaba en lugares donde se permitía el aborto sobre bases médicas amplias. El 64 % restante de la población mundial estaba gobernado por leyes que, o permitían el aborto por razones sociales amplias, como la soltería de la madre y problemas económicos (por ejemplo India, Japón, Reino Unido, República Federal Alemana y la mayoría de los estados socialistas de Europa Oriental} o lo permitían por petición propia, por lo general dentro del primer trimestre.

    Ejemplos de estos últimos son Estados Unidos, los Países Escandinavos, la República Popular China, Cuba, Francia, Alemania, Italia, Holanda y Singapur. Sin embargo, las leyes en estos países insisten en que la autorización de los padres de una mujer embarazada menor de edad, requieren un período de espera hasta de una semana y permiten que los médicos y médicas se nieguen a poner fin a un embarazo si alguno de éstos pone alguna objeción. Se ha señalado a menudo que, la situación legal del aborto, no es una indicación verdadera de su práctica o disponibilidad. Por ejemplo, en muchos países en los cuales la interrupción del embarazo es o ilegal o permitida para salvar la vida la mujer, las leyes no se hacen cumplir de manera muy estricta, y es fácil conseguir el aborto. Por otra parte hay que dejar claro que el aborto no es necesariamente accesible a las mujeres. Y menos aún cuando el nivel socioeconómico es muy bajo. Algunos ejemplos son India, Italia, EE.UU. o Francia.

    Durante los últimos 15 años, las leyes referentes al aborto se han liberalizado en muchos países, por ejemplo en España, esto se ha hecho para combatir los índices elevados de abortos ilegales, con sus complicaciones consecuentes, y como reconocimiento del derecho que tiene las mujeres de gobernar su reproducción.

    La Unión Soviética fue la primera en legalizar el aborto en 1920, se reconoció el derecho de la mujer rusa para detener un embarazo no deseado en relación a problemas de salud y, también por otras razones. Los países escandinavos empezaron a liberalizar el derecho al aborto en el decenio de 1930. Islandia comenzó en 1935, seguida de Suecia en 1938. Dinamarca en 1939 y finalmente Finlandia y Noruega en 1950 y 1960. En 1968 se aprobó una legislación liberal del aborto en el Parlamento Británico.

    En 1975, los demás países de Europa Occidental tenían leyes restrictivas. En este tiempo, Australia aprobó una ley que permite el aborto durante el primer trimestre y Francia autorizó el aborto por solicitud durante las primeras diez semanas de embarazo, sujeto a varias condiciones.

    La República Federal Alemana siguió en 1976, Italia en 1978 y Holanda en 1981. En África, al sur del Sahara, sin contar Sudáfrica, las políticas restrictivas introducidas durante el dominio colonial aún existente, excepto en Zambia; en 1972, esta última aprobó una ley semejante a la ley británica sobre el aborto.

    En la República Popular China se aprobó una ley irrestrictiva del aborto en 1975 y, desde entonces, este método se ha vuelto muy popular. Con las insistencia actual del Gobierno Chino respecto a familias de un solo niño y niña, por su política en el control de la natalidad. Además de las sanciones económicas y sociales dictadas para que las familias sólo tengan un hijo a la planificación familiar no es ya un asunto personal, sino que está supeditada por el estado.

    La influencia de los gobiernos en la decisión sobre el aborto no es exclusiva de China. Aunque la promoción del aborto no es común, las restricciones gubernamentales son amplias. Además, como comentamos antes, se sabe que ocurre el aborto por coacción en las sociedades preindustriales cuando la situación específica de un embarazo dado no se adecua a las normas y valores tradicionales.

    8.2 - en España:

    La aprobación de la Ley Orgánica 9/1985 de Reforma del Aborto, artículo 417 bis del Código Penal, respondió a la voluntad de cumplimiento por parte del Gobierno Socialista de su oferta en el programa electoral. Este incluía como uno de sus puntos más relevantes, dentro de su compromiso de cambio para modernizar la sociedad, la modificación del Código Penal, despenalizando el aborto. Así, existe por primera Vez en España una Ley de Interrupción Voluntaria del embarazo, si exceptuamos la Ley en la Generalitat de Catalunya durante el período de la II Segunda República (Diciembre de 1936, en plena Guerra Civil Española).

    El artículo 417 bis del Código penal queda redactado de la siguiente manera:


    1. No será punible el aborto practicado por un médico o médica bajo su dirección, en centros o establecimientos sanitarios público o privado, acreditado y con consentimiento expreso de la mujer embarazada, cuando concurran alguna de las circunstancias siguientes:

    1.1. Que sea necesario para evitar un grave peligro para la vida o la salud o física o psíquica de la embarazada y así conste en un dictamen emitido con anterioridad a la intervención por un médico o médica de la especialidad correspondiente, distinto de aquel por quien o bajo cuya dirección se practique el aborto. En caso de urgencia por riesgo vital para la gestante, podrá prescindirse del dictamen y del consentimiento expreso.


    1.2. Que el embarazo sea consecuencia de un hecho constitutivo de delito de violación del artículo 429, siempre que el aborto se practique dentro de las 12 primeras semanas de gestación y que el mencionado hecho hubiese sido denunciado.


    1.3. Que se presuma que el feto habrá de nacer con graves taras físicas o psíquicas, siempre que el aborto se practique dentro de las 22 semanas de gestación y que el dictamen, expresado con anterioridad a la práctica del aborto, sea emitido por dos especialistas de centro o establecimientos sanitarios, públicos o privados, acreditados al efecto, y distintos de aquel por quien o bajo cuya dirección se practique el aborto.

    2. En los casos previstos en el número anterior, no será punible la conducta de la embarazada aún cuando la práctica del aborto no se realice en un centro o establecimiento público o privado acreditado o no se hayan emitidos los dictámenes médicos exigidos.

    En torno a la interrupción voluntaria del embarazo hay cinco posiciones diferentes:


    1. La postura conservadora extrema, que no admite su licitud más que en supuesto de conflicto con la vida de la mujer, o en caso de peligro muy grave para su salud, entendida básicamente en sentido físico.


    2. La postura conservadora moderada, que postula un sistema de indicaciones limitado a la terapéutica, la eugenésica, y la ética.


    3. la postura intermedia que propone un sistema de indicaciones más amplio, dando cabida a la indicación social o de necesidad.


    4. La postura liberal que se identifica Con el sistema de plazos.


    5. La postura radical que reclama el derecho de la mujer a interrumpir voluntariamente el embarazo en cualquier momento del transcurso de éste.

    8.3 - Situación actual

    La tasa más baja de abortos que se ha registrado en la UE corresponde a Bélgica, los Países Bajos y Alemania (alrededor de 7/1000 mujeres), el grupo intermedio lo forman Finlandia, Francia e Italia (aprox. 12/1000 mujeres), los niveles más altos se encuentran en Suecia, Reino Unido y Dinamarca (cerca de 17/1000 mujeres), con Suecia a la cabeza (18/1000 mujeres). En los países candidatos, los índices son mucho mas elevados que en la UE. Las tasas de abortos oficiales más bajas corresponden a la República Checa (17/1000), Lituania, Eslovaquia y Eslovenia (21/1000 mujeres); el grupo intermedio esta compuesto de Bulgaria, Letonia, Estonia y Hungría (aprox. 40/1000 mujeres), y el nivel más elevado se encuentra en Rumania (52/1000 mujeres).

    Las políticas relativas al aborto difieren de un Estado miembro a otro, lo cual explica que las mujeres viajen entre los estados de la Unión para que se practique el aborto. La política más restrictiva es la de Irlanda, en donde sólo se permite el aborto para salvar la vida de la madre; en Portugal y España, el aborto es legal en caso de malformación fetal o violación o para proteger la salud física o mental de la mujer, pero, en realidad la práctica del aborto difiere considerablemente. Otros países permiten el aborto por razones médicas y socioeconómicas. En la mayoría de los países, el límite en el período de gestación para practicar el aborto es de 12 semanas; pasado ese tiempo, todavía es posible practicar el aborto en determinados países en circunstancias especiales. En algunos países, se necesita el consentimiento de los padres en caso de quien aborta es menor de edad. Los costes varía; muchos gobiernos incluyen el aborto en los sistemas de seguridad social nacionales: otros sólo proceden de este modo cuando el aborto tiene una justificación médica.

    En Europa Central y del Este, el aborto es una de las causas principales de morbilidad materna. En Polonia, el aborto se ha ilegalizado tras 40 años de aborto legal y ampliamente accesible.

    Chipre ha restringido su política de abortos (en caso de violación, malformación fetal y para proteger la salud física o mental de la madre). En Turquía, es necesario el consentimiento del cónyuge.

    9 - Aborto Terapéutico

    ¿Qué pasa cuando peligra la vida de la madre?
    Por la Dra. Concepción Morales y Adolfo J. Castañeda

    ¿Qué se debe hacer cuando peligra la vida una madre embarazada? En primer lugar hay que distinguir entre el mal llamado aborto "terapéutico" y el "aborto indirecto". El aborto "terapéutico" es un aborto directo porque mata directamente al bebé no nacido como medio para presuntamente salvar a la madre, cuando en realidad hay otras alternativas para salvarla a ella y a su bebé no nacido. Por consiguiente, el aborto "terapéutico", como todo aborto directo o provocado, es un acto intrínseca y gravemente inmoral, por cuanto constituye la destrucción directa de un ser humano inocente, y por ello no está justificado en ningún caso. En realidad la frase aborto "terapéutico" es una contradicción en términos, porque ningún aborto salva o cura a nadie (que es lo que la palabra "terapéutico" quiere decir).

    Distinto es el caso del "aborto indirecto", que en realidad no es un aborto en el sentido verdadero de la palabra: no es un aborto directamente provocado. Se trata del caso en el que la vida de la madre embarazada corre un peligro inminente, y la situación es tal, que si el médico esperara a que el bebito fuera viable (momento a partir del cual puede vivir fuera del útero con la tecnología disponible), morirían tanto la madre como él, ya que antes de que llegase el momento de la viabilidad, se produciría la muerte de la madre y el bebito moriría también. La situación también es tal que el médico tampoco tiene otra alternativa para salvar a los dos, si la hubiera, tendría que recurrir a ella. Entonces el médico no tiene más remedio que intervenir, tratando siempre de salvar a ambos (al bebé no nacido y a su madre). Si en ese proceso el bebé muere como un efecto no directamente causado ni querido por el médico, entonces no hay por qué culpar a nadie. Se trata de un "aborto indirecto", y aunque ciertamente es una tragedia, no es algo moralmente imputable.

    Obsérvese que no estamos hablando de una excepción a la prohibición del aborto directo o provocado. El aborto directo o provocado no tiene excepción alguna. El caso del que estamos hablando aquí es, como ya hemos señalado, un "aborto indirecto", tanto en la causa como en la intención. Por consiguiente, se trata de un caso completamente distinto y que por tanto cae fuera de la norma que prohíbe, de forma absoluta, la destrucción directa de un ser humano inocente.

    Hay que observar también que, en el caso del "aborto indirecto", no se trata de que el médico escoja entre salvar al bebé no nacido o a su madre, se trata de optar por salvar las dos vidas. Si a
    consecuencia de tratar de salvar a las dos vidas, muere una, ello no depende de la opción del médico.

    Gracias a Dios, cada vez se logra la supervivencia fuera del útero materno de niños con menos tiempo de edad gestacional. Y también gracias a Dios y al avance tecnológico, se logran salvar bebitos no nacidos en situaciones en las que antes no se lograban salvar y en las que por tanto, ya no se puede invocar el principio del aborto indirecto para justificar una intervención que da como resultado la muerte indirecta del no nacido y el que la madre se salve, porque ahora ambos se pueden salvar.

    Veamos los casos de embarazos ectópicos, es decir, de embarazos fuera del útero. De todos los embriones ectópicos, el más frecuente es el tubárico. Este se produce porque las trompas no tienen sana su fisiología o su anatomía. Ello puede ser causado por inflamaciones tubáricas, que a su vez son causadas por abortos provocados anteriormente que dan lugar a infecciones. También pueden ser causadas por enfermedades de transmisión sexual; por el uso del dispositivo intrauterino (DIU o IUD), que dicho sea de paso, es abortivo; etc. Al ocurrir esto, el grosor interior de la trompa disminuye, permitiendo que pase el espermatozoide y fecunde al ovocito, pero no permite que pase el ovocito fecundado o cigoto (o sea, el nuevo ser humano) por la trompa hacia el útero, sino que queda atrapado en la trompa y al crecer la rompe y muere el embrión y puede morir la madre, si no se detecta a tiempo.

    En la época pre-ultrasonido generalmente se hacía el diagnóstico cuando la trompa ya se había roto. Ahora se puede diagnosticar con más frecuencia y antelación con el niño vivo dentro de la trompa. Es entonces que se crea el dilema ético y se aplica el principio del "doble efecto", que en este caso implica sacar un órgano enfermo dentro del cual hay un niño vivo.

    Sin embargo, hay que valorar en qué medio se está. No es igual un embarazo tubárico en un centro médico donde se tiene la tecnología adecuada que en otro donde no se tiene. Por otra parte, hay que valorar la posibilidad de que ese embrión tubárico en vez de reventar la trompa sea expulsado hacia la cavidad abdominal, produciéndose así un embarazo ectópico abdominal. En esos casos el embarazo puede llegar a término y nacer el niño vivo por laparotomía.

    Pero aunque el niño permanezca en la trompa, con la tecnología moderna, ha habido casos en los que se ha llevado al niño de la trompa al útero y consecuentemente se ha salvado al niño. Esto sería la forma ideal y correcta de tratamiento del embarazo ectópico tubárico, ya que se salvaría el niño, además de la madre. Pero, lamentablemente, requiere técnicas y equipos no disponibles en todos los lugares del mundo. Donde sí los haya, estos medios se deben emplear, se trata de un grave deber ético.

    Tener una "expectación armada" ante el embarazo ectópico es lo que se debe hacer. Ello se refiere a que los médicos estén con la tecnología y los medicamentos listos, pero sin intervenir siguiendo muy de cerca a la mujer en esta situación, la cual estaría hospitalizada durante todo este tiempo, para entonces, en el momento adecuado, si ello es posible, salvar también al niño no nacido y si no, esperar a que este muera de forma natural para entonces extraerlo. De esa manera se estaría respetando la vida del niño ectópico. Hay que realizar esfuerzos, en la medida de lo posible, para que esa "expectación armada" se lleve a cabo en todas las instalaciones médicas. Ello también es un grave deber moral.

    Pero, lamentablemente, no en todas partes se cuenta con lo necesario para ello y el índice de muerte materna por embarazo tubárico es muy elevado y los niños que nacen a consecuencia de un embarazo ectópico es muy bajo y muy pocos sobreviven. Aunque hay que respetar toda vida humana, la situación inmediata de la mujer en un embarazo ectópico es mucho más grave que la de una mujer embarazada en el caso, por ejemplo, de un cáncer de útero, en el cual sí se pueden salvar a ambos: madre e hijo no nacido con la tecnología de que se dispone en la actualidad en prácticamente todos los lugares del mundo.

    9.1 - Objeción de conciencia del Médico

    La Asamblea General del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, adoptó el acuerdo de aprobar la Declaración sobre "Objeción de Conciencia", elaborada por la Comisión Central de Deontología, Derecho Médico y Visado, que a continuación se transcribe;

    1. La objeción de conciencia del médico se ha convertido últimamente, tanto dentro como fuera de la profesión, en objeto de debate. Es lógico que, en la medida en que se multiplica y se hace más explícito el pluralismo ético de nuestra sociedad, crezca el numero de episodios en que el médico presente objeción de conciencia, es decir, se produzcan situaciones de conflicto entre, por un lado, lo que prescriben las leyes, ordenan los gestores sanitarios o desean los pacientes y, por otro, lo que los médicos pueden hacer en conciencia.

    2. La Comisión Central de Deontología, Derecho Médico y Visado ha sido interrogada en tiempos recientes sobre algunos aspectos de la objeción de conciencia del médico, tales como su dignidad ética, las acciones a las que puede ser aplicada, o la extensión e intensidad de la protección corporativa al médico objetor.

    3. No son muchos los puntos de referencia deontológicos y jurídicos sobre la objeción de conciencia. El Código de Ética y Deontología Médica vigente no la soslaya, pero la trata de modo incompleto. Por su parte, ninguna de las normas legales especificas sobre materias objetables (leyes vigentes sobre el aborto o la reproducción asistida humana, por ejemplo) incluyen referencia alguna a la objeción de conciencia del médico.

    4. Para orientar la conducta de los médicos, la Comisión Central de Deontología, Derecho Médico y Visado estima conveniente ofrecer la presente Declaración para completar y confirmar la doctrina deontológica sobre la objeción de conciencia, para orientar la conducta profesional de los médicos, y para contribuir al debate social y a abrir camino a una regulación omnicomprensiva, legal y deontológica, sobre la materia.

    El ejercicio de la objeción de conciencia puede dar origen a situaciones tensas y potencialmente conflictivas. Cuando opone su objeción, el médico debe mostrar siempre una actitud serena y llena de respeto hacia los pacientes, los colegas y las autoridades cuyas convecciones difieren de las suyas, tal como lo señalan los Art. 27.1 y 35.3 del Código de Ética y Deontología Médica. En una situación tan peculiar, cualquier gesto violento está fuera de lugar.

    2. La objeción de conciencia, que se refiere al rechazo de ciertas acciones, nada tiene que ver con el rechazo de las personas. El médico objetor, aún absteniéndose de practicar el acto objetado, esta sin embargo, obligado., en especial en caso de urgencia, a prestar cualquier otra atención médico, antecedente o subsiguiente, a la persona que se somete a la intervención objetada.

    3. Sería éticamente intolerable que un colegiado que objetara en conciencia en la institución en la que trabaja asalariado, practicara la acción objetada cuando trabaja por propia cuanta. Tal conducta sería signo de doblez moral que causaría grave descrédito a la profesión médica, pues revelaría que es el afán de lucro el móvil esencial de su comportamiento. La Comisión Central de Deontología es de la opinión que en la legislación que en su día regule la objeción de conciencia profesional se penalice con la máxima dureza posible a quienes hicieran un uso espurio e indigno de la objeción.

    4. Con vistas a la prestación de la ayuda y asesoramiento del Colegio de Médicos que señala el Art. 27.2 del Código de Ética y Deontología Médica, la Comisión Central de Deontología, Derecho Médico y Visado sugiere la creación de un procedimiento, voluntario y confidencial, mediante el cual el colegiado objetor comunique al Presidente del Colegio de Médicos en el que está inscrito su condición de tal.

    5. En el aspecto laboral, la objeción de conciencia nunca podrá suponer ni una ventaja ni una desventaja para el médico que objeta. No podrá dar ocasión a situaciones de "castigo " o marginación, ni a discriminaciones negativas. La Organización Médica Colegial deberá oponerse con todas sus fuerzas a cualquier convocatoria para plazas, en instituciones públicas o privadas, en las que los médicos objetores sufrieran discriminación por el mismo hecho de objetar. Independientemente de lo que los Tribunales de Justicia pudieran determinar acerca de la ilegalidad o anticonstitucionalidad de tales convocatorias, la Organización Médica Colegial debe intervenir desde posiciones deontológicas y estatutarias para hacer valer el derecho de todos los colegiados, sin distinción, a no ser limitados en su ejercicio profesional cuando éste discurre por un correcto cauce deontológico Estatutos Generales de la Organización Médica Colegial, Art.42 e).

    6. De igual modo, la objeción de conciencia jamás podrá suponer, para el que objeta, la obtención de ventajas laborales. Degradaría su dignidad ética el médico que interpusiera objeción de conciencia para reducir su carga de trabajo o para excluirse de servicios molestos. El médico objetor demostrará la rectitud de su intención cumpliendo de buena gana la tarea que se le asigne para sustituir el trabajo del que se ha abstenido por razón de conciencia.

    7. Es indudable que, en el futuro, al acentuarse el pluralismo ético de la sociedad, crecerá el número de las acciones que pueda el médico rechazar en conciencia. Parece claro que a la clásica objeción al aborto, a las intervenciones de reproducción humana (esterilización , contracepción y contra gestación, fecundación asistida., embriología clínica), se puedan añadir otras, como, por ejemplo, el rechazo pacifista a colaborar con la Medicina militar, a la practicar la eutanasia, a colaborar en la ayuda médica al suicidio, o a ejecutar ciertos protocolos clínicos. También podrán los médicos negarse a cumplir aquellas órdenes de contenido económico o administrativo, impuestas por la autoridad sanitaria, si violentaran su conciencia y libertad o pudieran causar perjuicio o daño a los enfermos.

    10 - Aborto y violación:
    Lo que muestran los estudios
    Por David C. Reardon

    En Estados Unidos la violación es un serio problema, aproximadamente 78,000 casos fueron declarados en el año 1982 (actualmente, bordea los 140,000 casos). Esta cifra es todavía más impresionante si se tiene en cuenta que solamente se denuncian el 40 al 80% de las violaciones. En todo caso, los embarazos son extraordinariamente raros, por varias razones. Por ejemplo, la tasa extremadamente alta de disfunciones sexuales en los violadores. En tres estudios se constató que el 39, el 48 y el 54% respectivamente de las mujeres víctimas del ataque no habían quedado expuestas al esperma durante la violación. En otro estudio se comprobó que el 51% de los violadores experimentaron disfunciones que no les permitieron terminar el acto sexual. Otra causa por la que son extremadamente raros los embarazos por violaciones es la total o temporal infertilidad de la víctima. La víctima puede ser naturalmente estéril; puede ser muy joven o muy vieja, puede estar ya embarazada o puede haber otras razones naturales. El 43% de las víctimas se encontraba en estas categorías. La víctima también puede estar tomando anticonceptivos, puede llevar un DIU o haberse hecho la ligadura de trompas; el 20% se situaba en esta categoría. Así, sólo una minoría de las víctimas tienen una potencial fertilidad.

    Además de la infertilidad natural, algunas víctimas están protegidas del embarazo por lo que se ha llamado estrés de infertilidad temporal como reacción a un estrés extremo. Es decir, el ciclo menstrual, regulado por hormonas, es fácilmente distorsionado por un estrés emocional y puede actuar demorando la ovulación; o si la mujer ya ha ovulado, adelantando prematuramente la menstruación.

    Un estudio determinó que se registraron solamente 0,6% de embarazos en 1290 víctimas de violación. En una serie de 3,500 violaciones en 10 años en el Hospital San Pablo de Minneapolis, no hubo un solo caso de embarazo. No obstante, algunos embarazos pueden ocurrir.

    Todos los argumentos contra el aborto fundamentados en razones psicológicas, son también válidos para los casos de violación. El aborto es "una cura" que únicamente agrava la "enfermedad"; la evidencia actual muestra que la violación es una fuerte contraindicación para el aborto.

    Sin duda las emociones que rodean la violación y el aborto son tan semejantes que el aborto no hará más que reforzar las actitudes negativas. Como la violación, el aborto acentúa la sensación de culpa; baja la propia estima; reafirma la sensación de haber sido sexualmente violentada; acentúa los sentimientos de haber perdido el control o de ser manejada por las circunstancias; intensifica los sentimientos de rechazo a los hombres; desencadena frigidez, etc. Entonces, el aborto en la víctima de la violación lo único que hace es reforzar esos sentimientos negativos, y no hace nada para promover la paz y la reconciliación interior que la mujer tanto necesita.

    Alentar a la mujer a dar salida a su enojo desplazándolo en venganza contra su hijo, solamente produce impactos negativos y actitudes autodestructivas en su mente. En el mejor de los casos el aborto sólo oculta uno de los síntomas físicos de la violación, pero en su lugar, la mujer tendrá que enfrentarse con el recuerdo constante de que ha matado a su hijo.

    En las víctimas de la violación que quedan embarazadas y que sabiamente eligieron mantener la vida de su hijo, la elección por el nacimiento es la elección que triunfa sobre la violación, es la elección del bien sobre el mal, el triunfo del amor sobre la violencia. Una elección así viene a decir que "la violación no va a regir mi vida", que aunque yo haya sido violada, no voy a someterme a la ley de la violencia sino del amor. Es una elección que saca algo bueno de lo que parece ser tan intrínsecamente malo. En lugar tener que recordar el temor y la vergüenza que pasó, su elección en favor de la vida le permitirá recordar su coraje y generosidad.

    Fuente: Tomado del documento "Embarazos producidos por la violación o incesto: ¿Es el aborto la solución?", resumen de los estudios estadísticos realizados y que aparecen en el libro Aborted Women: Silent No More de David C. Reardon.

    11 - Testimonio de Mujeres Violadas

    11.1 - CASO 1: SRA. KAY ZIBOLSKY

    "Fui violada a punta de un cuchillo a menos de una cuadra de mi casa, cuando tenía sólo 16 años. Mi asaltante desconocido se perdió en la noche, dejándome herida después de haberme amenazado para que no le dijera nada a nadie. Por 27 años no lo dije nunca, excepto a mi esposo muchos años después. Concebí y di a luz a una niña después de la violación, ella era preciosa, y es lo único bueno que resultó de ésta.

    Cuando Robin tenía 18 meses la di en adopción, pero Dios tenía un plan especial y nos conocimos cuando ella tenía 27 años, después que mi propio proceso de sanación me había preparado. Sus primeras palabras para mí fueron: caramba me alegro mucho de que no te hayas hecho el aborto. Robin resultó ser una parte importante del proceso de sanación, y le doy gracias a Dios hoy en día porque no hice nada en mi juventud por lo cual hubiera tenido que sufrir el resto de mi vida, a que no le hubiera dado la oportunidad a mi hija de decirme aquellas conmovedoras palabras. El mal llamado aborto ´legal y seguro´ la hubiera silenciado para siempre.

    Hoy en día Robin tiene 33 años y está muy contenta de estar viva, y yo estoy trabajando para ayudar a otras víctimas, llevándoles la verdad y el poder de sanación que sólo Jesús da. Dios conoció a Robin cuando era formada en mi vientre y conoce a todos los demás que han sido concebidos a través de la violencia de la violación o el incesto. Aún en estas circunstancias son todos preciosos para Él, y tienen un sentido tan importante como el suyo y el mío, si sólo se les da la oportunidad de probarlo.

    El aborto es una segunda violación, pero más traumática aún porque es un pecado, y la violación no lo es (para la víctima), y tarde o temprano tenemos que dar cuenta de nuestros pecados".

    11.2 - CASO 2: SRA. HOLLY M. DUTTON

    "En realidad con todo lo mala que es la violación, perder al bebé es mucho peor... no importa cómo haya sido concebido el niño, escoger la vida es la única manera de salvaguardar la auto-estima de l madre, así como la dignidad del niño prenacido.

    Mi aborto provocado a los 17 años no se debió directamente a la violación que sufrí a los 12, pero fue la explosión de una bomba emocional de tiempo que había sido activada 5 años antes. Yo fui arrebatada de mi propia cama y violada a dos cuadras de mi casa por un extraño. Después de dos horas terribles él me dejó en mi hogar y retorné a mi cama. Al otro día yo estaba tan callada y retraída que al contarle a mis padres lo que había sucedido no me creyeron. Tenía miedo de someterme a un examen médico, por lo que la violación no fue reportada y el violador nunca fue encausado. Puesto que no había podido convencer a mis propios padres de que estaba diciendo la verdad, pensé que nadie me creería tampoco y no lo mencioné ni siquiera al sacerdote de mi iglesia.

    Debido a que sentía el deseo de vengarme de mis padres por no creerme, y mis ataques epilépticos me impedían tomar drogas, pensé que la única manera de hacerlo era salir embarazada. En febrero de 1973 a los 17 años al fin lo logré, pero casi inmediatamente me recomendaron un aborto, el cual me hice cuando tenía dos meses de embarazo. Lo que siguió fue una pesadilla: el Síndrome Post Aborto durante 17 años.

    Me obsesionaba la culpa, el dolor era abrumador, y aunque los médicos habían justificado el aborto por mis ataques de epilepsia todavía me sentía culpable de haber matado a mi bebé porque mi inmoralidad había traído esta tragedia. Pensé muchas veces en suicidarme, pero temía a la muerte por miedo al castigo divino. Con la ayuda de otras personas, pude encontrar el amor y perdón de Jesús... el Señor lentamente fue liberándome de más de 20 años de tensión debida a la violación y al aborto".

    11.3 - CASO 3: SRA. JACKIE BAKKER

    "Cuando tenía 19 años fui violada a punto de pistola, me sentí sucia, usada y robada de toda mi dignidad. Menos del uno por ciento de las mujeres que son violadas salen embarazadas, pero yo fui una de ellas. Primero me negaba a creerlo, pero mi cuerpo comenzó a sufrir cambios, y me di cuenta de que ya no podía ocultarlo por más tiempo: estaba embarazada. Pensé que tenía que haber un modo fácil para salir de eso.

    Recién me habían entrevistado para una posición en un trabajo, pero más que el riesgo de perder el trabajo, me preocupaba el tener que dar a luz al hijo del hombre que me había violado. Cuando mi hermana me sugirió el aborto me sonó como la solución perfecta. El aborto todavía era ilegal, pero mi hermana hizo los arreglos. Conocí a un hombre que me llevó a la oficina de un médico, pero éste me dijo que no me podía hacer el aborto porque tenía una infección tan fuerte en la garganta, que si me llegaba al útero podía morirme. Por lo tanto, me envió a mi casa y tuve que vivir con el hecho de que estaba embarazada y seguir adelante.

    Más tarde me encontré un médico que me ayudó a ver que la vida es valiosa. Comencé a sentir amor y aceptación por mi bebé, especialmente después que lo sentí moverse. Me alegré por la nueva vida que llevaba dentro de mí y casi me olvidé de cómo había comenzado.

    Cuando finalmente se lo dije a mis padres, mi papá se horrorizó de que estuviera embarazada, especialmente de un violador. Otro médico nos puso en contacto con la Paternidad Planificada (Institución Internacional Anti-Vida), donde me dijeron que el aborto era ´la única solución´ y no me ofrecieron alternativas. Les creí cuando me dijeron que mi pesadilla pronto acabaría y que podría continuar con mi vida después del aborto ´como si nada hubiera sucedido´- Mis padres me hicieron testificar ante el Fiscal sobre la violación para que pudiera tener un aborto legal, pero cuando éste fue aprobado ya yo tenía 22 semanas de embarazo y quería conservar a mi bebé. Sin embargo, sentí una terrible presión de todos, especialmente de mis padres, y al fin cedí. Me inyectaron una solución salina y 18 horas más tarde... di a luz a una pequeña bebita que estaba totalmente formada y era perfecta... esperaba que comenzara a llorar y que estuviera viva.

    Sentí un vacío que nadie puede llenar al descubrir que los efectos del aborto continuaron, mucho tiempo después que los recuerdos de la violación. Por los próximos tres años experimenté horribles depresiones y pesadillas. Por el contrario de todo lo que me habían dicho, era mucho más difícil lidiar con el aborto que con la violación. La violación fue un crimen terrible contra mí, una víctima inocente, el aborto fue la matanza de mi hijo inocente, y yo participé voluntariamente. Traté de convencerme a mí misma de que tenía una buena razón para abortar, después de todo había sido violada, pero el dolor no me dejaba pensar sobre esto".

    11.4 - CASO 4: SRA. JULIE MAKIMAA

    "Mi nombre es Julie Makimaa y si el aborto hubiera sido legal en 1964 yo no estaría aquí hablando. Fui adoptada cuando era una bebita en California y criada allí hasta 1979, año en que mis padres se mudaron al norte de Michigan. Poco tiempo después me casé y comencé a buscar los papeles de adopción para encontrar la identidad de mi madre biológica. Tres años y medio más tarde nos reunimos y desde entonces tenemos una relación muy especial. Mi esposo y yo éramos pro-vida antes de que yo conociera a mi madre, pero por primera vez pensamos acerca de los embarazos por incesto o violación y si el aborto se debía permitir en estos casos. ¿Pero cómo podría yo apoyar el aborto? Verdaderamente estaría negando mi propia vida, mi propia existencia. Opino que todo niño tiene un propósito especial en la vida y el derecho a vivir, ¿qué importa cómo comenzó nuestra vida?

    Verdaderamente hay dos víctimas. Como sociedad hemos tratado a estas mujeres y a sus hijos como si fueran los criminales, ¡y esto tiene que terminar! Opino que debemos ofrecerle nuestra compasión y ayuda a las mujeres y a sus hijos, y nunca debemos siquiera pensar en el aborto como una ayuda ... muchas mujeres que han abortado un embarazo producto de una violación, se han encontrado con que los efectos posteriores del aborto, los cuales son mucho más devastadores que los del ataque sexual".

    11.5 - CASO 5: SRA. MARY JEAN "DOE" (ANÓNIMA)

    "Yo fui víctima del abuso sexual infantil. Antes de cumplir los 13 años fui sexualmente abusada por mi hermano mayor y por un amigo de la familia que era universitario. A los tres o cuatro meses de haber comenzado el abuso me faltó la regla... acudí a mi maestra para que me ayudara y cuando le dije que quizás estaba embarazada (a los 12 años), ni siquiera pestañeó. Me dio un abrazo y me dijo que fuera a la clínica de Paternidad Planificada y que uno de mis hermanos mayores me llevara y no se los dijera a mis padres. Nunca me preguntó quien era el padre ni por qué yo estaba sexualmente activa a esa edad. Por lo tanto, mi hermano mayor me llevó a la Paternidad Planificada... allí nadie me preguntó quién era mi compañero sexual, nadie expresó preocupación ni asombro, ni siquiera se interesaron en el motivo por el cual una niña de 12 años podría necesitar una prueba de embarazo. Sólo me dijeron mucho sobre cómo actuar con ´responsabilidad´ y ´tomar el control de mi cuerpo´. Alguien me dio un montón de preservativos a la salida e hizo una broma sobre los colores; rojo, azul, amarillo. Mi hermano mantuvo silencio todo el tiempo, nadie le hizo una sola pregunta. Dos días más tarde me llamaron por teléfono para decirme que la prueba era positiva y que debía volver el próximo sábado en la mañana. La persona que llamó nunca utilizó la palabra ´embarazada´ o ´aborto´. No acudí a esa cita, y la regla me bajó aquella noche.

    Recuerdo el horror que sentí cuando me di cuenta de que me habían hecho una cita para abortar. Recuerdo también que pensé sobre quien hubiera pagado la cuenta y por qué ello pensaban que yo era una persona tan horrible que debía hacerme un aborto... Le doy gracias a Dios porque la regla me bajó.

    La actitud que tiene Paternidad Planificada hacia el sexo es un grave factor, que impide que se descubra el abuso sexual de las jóvenes. Si alguien me hubiera mostrado la más mínima preocupación yo le hubiera dicho la verdad y le hubiera pedido ayuda. Todos a mi alrededor aceptaban como normal el que una niña de 12 años pudiera y debiera estar sexualmente activa (mientras fuera "responsable" y usara preservativo). El aborto a petición hace más fácil el que continúe el incesto y el abuso sexual de los niños. El aborto para las víctimas de incesto parece compasivo, pero en la práctica es simplemente otra arma violenta y otro engaño en las manos del que comete el abuso sexual".

    12 - HABLAR CLARO: Cultura y contracultura de muerte

    Nonatos, no nacidos, nascituros, nascendos, prenacidos, nascentes, nacientes, infantes, niños.

    Urge poner el lenguaje al día no solo para incorporar nuevos términos o acepciones cuando se requieran, sino también cuando, por tergiversaciones o desvíos interesados, hay necesidad de corregir el abuso y rectificar su trayectoria desde la autenticidad léxica.

    1.-  Cultura  -de colere- se refirió primero a la agricultura. Y ya, en Catón el Viejo (s. III a. C.). Cultor vitis es el que cultiva la viña; cultores veritatis, fraudis inimici, son, según Cicerón, los amigos de la verdad y enemigos del fraude; Marcial llama  cultor Minervae a quien cultiva las letras. Para Cicerón, Philosophia est cultura animi; y  el culto y práctica religiosa es Cultura Dei.

    La cultura es, ante todo, una labranza o laboreo, esfuerzo de las potencias espirituales y materiales para la elevación del hombre. Es también el mejor  resultado de ese esfuerzo conseguido a través del tiempo por los diferentes pueblos. Engloba todos los valores que elevan al hombre y su dignidad en los distintos niveles. La cultura da al hombre capacidad de encontrarse a sí mismo y facilita caminos de superación. Cultura es, pues, concepto y contenido positivos. Nos enseña responsabilidad. El hombre se reconoce a sí mismo como proyecto y  busca valores que lo perfeccionen y lo trasciendan. Por el contrario, lo que se oponga a esta aspiración de ser mejores y al esmero ético de  crecer en dignidad, será, según los casos, incultura, subcultura, seudo cultura, anticultura, contracultura.

    El hombre no puede acceder a la verdadera y plena humanidad más que a través de la cultura, es decir, cultivando los bienes y valores de la naturaleza. Por tanto, siempre que se trata de vida humana, naturaleza y cultura están en la más íntima conexión.

    Con la palabra “cultura” se indica, en general, todo aquello con lo que el hombre afina y desarrolla sus múltiples cualidades espirituales y corporales, nos enseña ya el Concilio en la Constitución pastoral Gaudium et Spes, 53).

    El Evangelio es la más eminente forma de cultura porque integra todos los esfuerzos y posibilidades humanas para que el hombre vaya llegando a ser  -fieri-  lo que está llamado a ser: icono, imagen de Dios.  Y Jesucristo, que representa los más altos valores humanos, es el innegable patrimonio cultural de la humanidad.  El Evangelio vivo va asumiendo como propias todas las manifestaciones auténticas de valor y cultura del hombre. S. Pablo pregona atrevida e insistentemente: Todo es vuestro, Pablo,  Apolo, Cefas, el mundo, la  vida, la muerte, las cosas presentes, las futuras; todo es vuestro; vosotros de Cristo,  y Cristo, de Dios (I Co 3  21-23).

    (La Iglesia, en gesto que la dignifica, ha pedido sincero perdón repetidas veces, y en forma solemne, de todos sus pecados,  de los malentendidos y errores que hubieren tenido lugar. A Dios y al mundo. ¿No es tiempo ya de que también el pensamiento de muchos hombres avance y no se retenga en la ignorancia, en resentimiento o en la revancha simplista?  ¿Ha pedido perdón el mundo de la política, del poder, de los intereses? Ciertamente, la Iglesia no lo necesita. Solamente pide, en actitud intelectual y moral, o sea, cultural, que cultive la comprensión y el respeto mutuo. ¿Tiene el mundo un estatuto lejanamente parecido, verbi gratia,  a la Constitución  Gaudium et Spes del Concilio Vaticano II?)

    2.- Quienes llevamos la Luz de la Revelación debemos marcar el paso decididamente y trasmitir luz, certezas, seguridad. Lavemos fórmulas equívocas o deletéreas.  Pongamos al día el lenguaje liberándolo de esas inexactitudes, tergiversaciones y maliciosos abusos que suelen hacerle los intereses disimulados, y aun descarados, de muchos gremios de la sociedad.

    La manipulación de las palabras se convierte en mentira porque oculta la verdad y es  grave hipocresía. Por la historia de la cultura sabemos que los límites u horizontes del lenguaje, son los límites u horizontes del mundo. También son definitorios de la persona. A modo de refrán: Dime cómo te expresas y te diré tus veras.

    Es deber nuestro, de los cristianos  -ministros del Verbo-  y maestros de la Palabra, devolver la verdad a las cosas;  que es adecuar la palabra con la cosa: Adaequatio intellectus cum re.  Una vez convenido el instrumento del lenguaje, debe respetarse, de lo contrario estaremos intencionadamente ocultando la realidad, y eso es engañar, mentir,  -mentior- , esto es, esconder el verbum mentis, o sea, lo que se piensa, bajo el disfraz del verbum oris, lo que se dice. Que vuestro hablar sea sí, por sí; no, por no. Lo que pase de ahí procede del Malo, enseñaba Jesús (MT 5  37).

    S. Pedro, exhortando a los fieles, trae los sufrimientos de Cristo que nos dejó su ejemplo  -upogrammón-  (la muestra que el pedagogo escribe para que los niños la imiten) y sigamos sus pasos;  y advertirle al cristiano, que por sentido de responsabilidad  -propter conscientiam Dei-  y debiéndose a la verdad,  sufrirá injustamente padecimientos. Y Jesús los sufrió, a pesar de no hallarse dolo en su boca: Non est inventus dolus in ore eius (I  Pe  2  19-22).

    Muchos emplean hoy la palabra cultura, tanto para cosas positivas como negativas. Las cosas negativas no debieran llevar el nombre de cultura, pues encierra contradictio in terminis, máxime cuando se refieren a situaciones límite. Las necesidades lingüísticas y literarias fueron creando los metaplasmos para adecuar el lenguaje a lo que se deseaba expresar. Recurramos a metaplasmos también hoy, si fuere necesario, aunque con urgencia no tanto literaria, cuanto moral. A las situaciones negativas límite, como lo nefando, las aberraciones y el crimen, a eso es a lo que llamamos subcultura, anticultura y contracultura.

    3.- En cualquier campo científico y, por supuesto, en el jurídico y moral, hay que hacer palmaria defensa de la vida del niño y protegerla con máximo cuidado desde el primer instante de la concepción;  el abominable crimen del aborto debe ser condenado sin ambages (GS 51). El hombre, o lo es desde el principio, o no lo será nunca. Con palabras de Tertuliano: Homo est et qui est futurus: El hombre ya es el que será. Y puntualmente anota el profesor Picasso Muñoz en su Antología latina: “Regla de oro: un ser con potencialidad (no digo posibilidad) de ser persona, es ya una persona”.

    En la Biblia leemos textos que dicen cómo Dios nos teje y va bordándonos ya en el vientre de nuestra madre: Tú has creado mis entrañas, me has tejido en el seno materno. Cuando me ibas formando  (mi hipóstasis, leemos en los LXX)  en lo oculto y entretejiendo en lo profundo de la tierra, tus ojos veían mi embrión  -to akatérgaston mou-. Se definían todos mis días antes de llegar el primero. El P. Alonso Schökel expone una actual y bellísima exégesis de estos versillos (Sal  139  13-16).

    4.- Cómo llamar al concebido y aún no nacido. - Las palabras cigoto, mórula, embrión y feto en su origen griego o latino, hacen referencia a la unión, semejanza, al brote, germinación, al fruto de la fecundación.

    1. Zigoto: de zygotós  = uncido, unido. Célula que resulta de la unión de dos gametos.

    2. Mórula: de morula = (diminutivo de mora) embrión temprano que, durante el período de segmentación, tiene el aspecto de una mora.

    3. Embrión: de en-brúo = brotar, germinar; surgir. Es un brote que germina, el nuevo ser vivo que acaba de ser concebido, y ya empieza a desarrollarse hasta adquirir las características morfológicas de la especie, y que acabará siendo completo lo que es ya  en esencia: un ser humano.  Microscópico organismo viviente que pesa, nos dicen,  tan solo 15 diez millonésimas de gramo. Esta primera célula es un ser humano con identidad propia,  con una composición genética propia y  distinta de la de su madre. En esa primera célula se encuentran todas las cualidades genéticas del individuo, que irán desarrollarse progresivamente.

    Feto: de fetus -a -um, preñado, que lleva el fruto de la fecundación. Fetosus: fecundo. Fetus -us, parto, nacimiento. El feto es, pues, el embrión, fruto de la fecundación que desarrollará lo que ya es esencialmente en su ser hasta el nacimiento. Médica y técnicamente pueden recibir con legitimidad, nombres y conceptuación diferentes; ónticamente, aun con nombre distinto, es la persona única e inviolable.

    2. El nasciturus o nascituro: Utilicemos de modo corriente las verdaderas palabras que expresan la realidad, el hecho verdadero y completo. S. Agustín y Paladio ya emplean nasciturus como participio futuro. La palabra nasciturus o nascituro está vigente en el lenguaje jurídico y moral, pero muchos que incluso manejan el derecho, se esfuerzan por ignorarla. Nasciturus es participio de futuro del verbo intransitivo  nascor,  nasci, natus sum, nacer. Tiene la composición de incoativo, es decir, el hecho de nacer se está ya realizando; de modo semejante, el verbo cresco, crecer, iuvenesco, ir haciéndose joven; senesco, ir haciéndose viejo, envejecer... etc. En el  prenacimiento, diríamos, ya se está naciendo.

    En el campo jurídico, la palabra ya está sustantivada; es un sustantivo: el que va a nacer, el que nacerá. No es una cosa que simplemente está ahí, manipulable. Sino un sujeto: el nasciturus, el nascituro. Palabra que debemos usar corrientemente, pues ello implica no solo el proceso natural de quien va a nacer, sino también configura la individualidad, alteridad  -personalidad-  del que ya se sabe, se espera que, está punto de, deberá  nacer.

    3.  El nascendo: participio de futuro de nascor. Señala deber e inminencia. En español podría llamársele también nascendo, pues el rasgo del deponente latino desapareció en castellano. Ya Aulo Gelio, gramático del s. II, emplea esta frase hablando de formar a los hombres ya en el seno materno: ad homines nascendos: a los que deben nacer, a los nascendos.

    4. El nascente, el naciente: Es participio de presente de nascor: que viene al nacimiento. Ya Tertuliano en su  Apologeticum nos habla de manera clarísima y rotunda del crimen del aborto, y lo define como homicidii festinatio, que traduciremos, con el vigor verbal del cartaginés, como  la prisa por matar.  Y habla de  prohibir nacer y de que, si se le mata, es el mismo crimen matar al  nacido como al nascente (natum  o  nascentem).  Podemos usar, pues, el nascente, ya sustantivado, en su propia forma culta latino-española, o en la ya evolucionada de naciente.

    5.  El nonato: Nonato es funcionalmente un sustantivo compuesto de la negación non, y del adjetivo natus;  así, de dos monemas (Adverbio y participio non natus, no nacido), formamos una sola palabra: nonacido o nonato. Es curioso que la misma Academia, que admite el vocablo nonato, lo considere solamente como adjetivo y con denotación restringida aplicada exclusivamente al no nacido naturalmente, sino sacado del claustro materno mediante la operación cesárea. O sea, lo aplica al ya nacido, aunque no naturalmente, pero no al que aún no ha nacido. ¿Y no es ya hora de pedirle a la Academia que introduzca la acepción de nonato, también como sustantivo, y con toda propiedad, para quien ha sido concebido y está ya en el claustro materno aunque aún no ha sido dado a luz?

    Desde hace siglos viene empleando nuestro lenguaje, familiar y universalmente, el adjetivo nonato para referirse al célebre santo español, S. Ramón Nonato,  mercedario y cardenal de la Iglesia en el s. XIV,  y que ha quedado como su característico apelativo. Habiendo muerto su madre, fue extraído por cesárea del vientre materno. Y se le invoca como abogado y patrono de todas las madres gestantes y parturientas. Es correcto y oportunísimo extender la palabra nonato para referirnos, con toda propiedad, y como sustantivo, a los nonacidos, o sea, a los aún no nacidos, pero que son ya nascituros, es decir, que están para nacer, o sea, que deberán nacer, y que, de hecho ya son nascentes o nacientes, porque el  verbo nascor (na-sc-or)  es, por el infijo -sc-,  de formación incoativa. La acción intransitiva-incoativa de nacer es un proceso desde la concepción hasta el nacimiento propiamente dicho.

    6.  El prenacido o nonacido: Como en la formación de nonato, lingüísticamente hablando es económica, al formar una sola palabra de dos monemas. Pero sobre todo, semánticamente cobra una expresividad mayor, incluso personalidad. El nonacido o el prenacido, empleado ya como sustantivo, es la persona que desde el instante de su concepción está en el seno materno y que posee todos los derechos intrínsecamente inherentes a él, y nosotros todos los deberes para con él.

    Gracias al deber cristiano de poner conciencia en el mundo  -propter conscientiam Dei (I Pe 2  19), en favor de la verdad y de la justicia, y para atajar la contracultura de muerte, se está universalizando el Día del Nonacido o del Niño por nacer, 25 de marzo, fiesta de la Anunciación y Encarnación. Varios países lo celebran ya con diversos actos, tanto oficiales en el marco civil, como eclesiales.

    Nos incumbe devolver su significado a las palabras que, en lo posible, deben reflejar las realidades. Nomina sunt consequentia rebus, establece el derecho romano: los nombres deben ser consecuencia de lo que son las cosas; punto de partida del recto humanismo. Quien procede lealmente  -qui facit veritatem, dice S. Juan-   se acerca a la luz (Jn 3  21). O sea, la verdad se hace.

    Y el primer modo de hacer la verdad es decirla.

    13 - Mentiras y Verdades sobre el Aborto

    Para justificar este crimen abominable, los abortistas han inventado una gran cantidad de falsos argumentos que se han difundido insistentemente, especialmente en aquellos países donde, con cualquier motivo, intentan buscar la legalización del aborto o ampliarlo allí donde ya se ha legalizado alguna de sus formas. Revisemos algunas de estas mentiras y cuál es la verdad.


    Mentira 1: Es inhumano no legalizar el "aborto terapéutico" que debería realizarse cuando el embarazo pone a la mujer en peligro de muerte o de un mal grave y permanente.

    La Verdad: En este caso el término "terapéutico" es utilizado con el fin de confundir. "terapia" significa curar y en este caso el aborto no cura nada. Actualmente, la ciencia médica garantiza que prácticamente no hay circunstancias en la cual se deba optar ente la vida de la madre o la del hijo. Ese conflicto pertenece a la historia de la obstetricia. Ya en 1951, el Congreso de Cirujanos del American College dijo que "todo el que hace un aborto terapéutico o ignora los métodos modernos para tratar las complicaciones de un embarazo o no quiere tomarse el tiempo para usarlos”. El temido caso de los embarazos "ectópicos" o que progresan fuera del útero materno están siendo manejados médicamente cada vez con mayor facilidad. Por otro lado, el código de ética médica señala que en el caso de complicaciones en el embarazo deben hacerse los esfuerzos proporcionados para salvar a madre e hijo y nunca tener como salida la muerte premeditada de uno de ellos.


    Mentira 2: Es brutal e inhumano permitir que una mujer tenga el hijo producto de una violación, por ello, para estos casos, debería legalizarse el aborto llamado "sentimental".

    La Verdad: En primer lugar los embarazos que siguen a una violación son extremadamente raros. En Estados Unidos, por ejemplo, la violación es un serio problema, aproximadamente 78,000 casos fueron reportados en el año 1982. Esta cifra es más importante si se tiene en cuenta, que del 40% al 80% de las violaciones no se denuncian.

    En estos casos los embarazos son extraordinariamente raros, por varias causas. Por ejemplo, las disfunciones sexuales en los violadores, cuya tasa es extremadamente alta. En tres estudios se ha constatado que el 39, el 48 y el 54% de las mujeres víctimas del ataque no habían quedado expuestas al esperma durante la violación.

    En otro estudio se comprobó que el 51% de los violadores experimentaron disfunciones que no les permitieron terminar el acto sexual. Otra causa por la que son extremadamente raros los embarazos por violación: la total o temporal infertilidad de la víctima. La víctima puede ser naturalmente estéril; puede ser muy joven o muy vieja, puede estar ya embarazada o puede haber otras razones naturales.

    El 43% de las víctimas se encontraba en estas categorías. La víctima puede estar tomando anticonceptivos, tener un DIU o ligadura de trompas, el 20% se situaba en esta categoría. Así, sólo una minoría de las víctimas tienen un potencial de fertilidad. Además de la infertilidad natural, algunas víctimas están protegidas del embarazo por lo que se ha llamado stress de infertilidad; una forma de infertilidad temporal como reacción al stress extremo.

    El ciclo menstrual, controlado por hormonas, es fácilmente distorsionado por un stress emocional y puede actuar demorando la ovulación; o si la mujer ya ha ovulado la menstruación puede ocurrir prematuramente. Un estudio determinó que se registraron solamente el 0.6% de embarazos en 2190 víctimas de violación.

    En una serie de 3,500 casos de violación en 10 años en el Hospital San Pablo de Miniápolis, no hubo un solo caso de embarazos puede ocurrir. Procurar una legislación en base a una excepción en vez de una regla es totalmente irracional desde el punto de vista jurídico. Es obvio que el espantoso crimen de la violación es utilizado para sensibilizar al público en favor del aborto, al presentar al fruto inocente de una posible concepción brutal como un agresor. Es claro que la mujer ha sufrido una primera espantosa agresión, la de la violación. Presentar el aborto como una "solución" es decir que un veneno hay que combatirlo aplicando otro.

    El aborto no va a quitar ningún dolor físico o psicológico producido en una violación. Al contrario, le va a agregar las complicaciones físicas y psíquicas que ya el aborto tiene de por sí. Por otro lado, el fruto de este acto violento es un niño inocente, que no carga para nada con la brutal decisión de su padre genético. Por otro lado, los legisladores más expertos señalan que legalizar el aborto "sentimental" es abrirle la puerta a serias complicaciones jurídicas: prácticamente cualquier unión, incluso consensual, podría ser presentada como contraria a la voluntad de la mujer y, por tanto, una violación. Finalmente, el argumento más importante, es que el aborto por violación no es siquiera aceptado por sus verdaderas víctimas, las mujeres violadas. Pueden leerse estos duros pero reveladores testimonios.

    Mentira 3: Es necesario eliminar a un niño con deficiencias porque él sufrirá mucho y le ocasionará sufrimientos y gastos a los padres.

    La Verdad: Este principio, conocido como "aborto eugenésico" se basa en el falso postulado de que "los lindos y sanos" son quienes deben establecer el criterio de valor de cuándo una vida vale o no. Con ese criterio, tendríamos motivo suficiente para matar a los minusválidos ya nacidos.

    Por otro lado, científicamente, las pruebas prenatales no tienen seguridad del 100% para determinar malformaciones o defectos. Por ejemplo, en el caso de la rubéola, revisando 15 estudios de importancia, se encontró que sólo el 16.5% de los bebitos tendrían defectos. Quiere decir que el aborto por causa de la rubéola matará a 5 criaturas perfectamente sanas por cada bebé afectado.

    Por último, ¿Quién puede afirmar que los minusválidos no desean vivir? Una de las manifestaciones contra el aborto más impresionantes en el estado norteamericano de California fue la realizada por un numeroso grupo de minusválidos reunidos bajo un gran cartel: "Gracias mamá porque no me abortaste".

    El Dr. Paul Cameron ha demostrado ante la Academia de Psicólogos Americanos que no hay diferencia entre las personas normales y anormales en lo que concierne a satisfacción de la vida, actitud hacia el futuro y vulnerabilidad a la frustración. "Decir que estos niños disfrutarían menos de la vida es una opinión que carece de apoyo empírico teórico", dice el experto. Incluso son numerosos los testimonios de los padres de niños disminuidos física o mentalmente que manifiestan el amor y la alegría que esos hijos les han prodigado.


    Mentira 4: El aborto debe ser legal porque todo niño debe ser deseado.

    La Verdad: Este es un argumento absurdo. El "deseo" o "no deseo" no afecta en nada la dignidad y el valor intrínseco de una persona. El niño no es una "cosa" sobre cuyo valor puede decidir otro de acuerdo a su estado de ánimo. Por otro lado, el que una mujer no esté contenta con su embarazo durante los primeros meses no indica que esta misma mujer no vaya a amar a su bebé una vez nacido.

    Se ha podido comprobar que en los países donde el aborto está legalizado, se incrementa la violencia de los padres sobre los niños, especialmente la de la madre sobre sus hijos aun cuando sean planificados y esperados. La respuesta a esto es que cuando la mujer violenta su naturaleza y aborta, aumenta su potencialidad de violencia y contagia ésta a la sociedad, la cual se va haciendo insensible al amor, al dolor y a la ternura.


    Mentira 5: El aborto debe ser legal porque la mujer tiene derecho a decidir sobre su propio cuerpo.

    La Verdad: Pero no cuando el sentido común y la ciencia moderna reconocen que en un embarazo hay dos vidas y dos cuerpos. Mujer, según definición de diccionario, es un "ser humano femenino". Dado que el sexo se determina cromosómicamente en la concepción, y más o menos la mitad de los que son abortados son "seres humanos femeninos"; obviamente NO TODA MUJER TIENE DERECHO A CONTROLAR SU PROPIO CUERPO.


    Mentira 6: Con la legalización del aborto se terminarían los abortos clandestinos.

    La Verdad: Las estadísticas en los países "desarrollados" demuestran que esto no es así. Por el contrario, la legalización del aborto lo convierte en un método que parece moralmente aceptable y por tanto, como una opción posible que no es igualmente considerada allí donde no es legal.

    Pero dado que la gran mayoría de abortos no son por un motivo "sentimental", "terapéutico" o "eugenésico", sino por un embarazo considerado "vergonzoso", no es extraño que la mujer -especialmente si es adolescente o joven- busque igualmente métodos abortivos clandestinos por la sencilla razón de que una ley, aunque quite la pena legal, no quita la vergüenza y el deseo de ocultamiento. Por otro lado, esta mentira se basa en el mito según el cual los abortos legales son más "seguros" que los clandestinos. Un ejemplo: Una investigación realizada en 1978 en Estados Unidos arrojó que sólo en las clínicas de Illinois, se habían producido 12 muertes por abortos legales.


    Mentira 7: El aborto debe ser legal porque la mujer tiene derecho sobre su propio cuerpo.

    La Verdad: ¿Tiene una persona derecho a decidir sobre su propio cuerpo? Sí, pero hasta cierto punto. ¿Puede alguien eliminar a un vecino ruidoso sólo porque molesta a sus oídos? Obviamente no. Es igual en el caso del aborto. La mujer estaría decidiendo no sobre su propio cuerpo, sino sobre el de un ser que no es ella, aunque esté temporalmente dentro de ella.


    Mentira 8: El aborto es una operación tan sencilla como extraerse una muela o las amígdalas. Casi no tiene efectos colaterales.

    La Verdad: Las cifras desmienten esta afirmación. Después de un aborto legal, aumenta la esterilidad en un 10%, los abortos espontáneos también en un 10%, y los problemas emocionales suben del 9 al 59%. Además, hay complicaciones si los embarazos son consecutivos y la mujer tiene el factor RH negativo. Los embarazos extra-uterinos aumentan de un 0.5% a un 3.5%, y los partos prematuros de un 5% a un 15%. También pueden darse perforación del útero, coágulos sanguíneos en los pulmones, infección, y hepatitis producida por las transfusiones, que podría ser fatal.

    Además, cada vez más investigaciones tienden a confirmar una importante tesis médica: que la interrupción violenta del proceso de gestación mediante el aborto afecta las células de las mamas, haciéndolas sensiblemente más propensas al cáncer. Algunos partidarios del aborto incluso han llegado a plantear que el aborto es menos peligroso que un parto.

    Esta afirmación es falsa: el aborto, especialmente en los últimos meses del embarazo, es notablemente más peligroso. En los países ricos mueren dos veces más mujeres por aborto legal que por disfunciones del parto. Por otro lado, algunas mujeres tienen problemas emocionales y psicológicos inmediatamente después del aborto, otras los tienen muchos años después: se trata del Síndrome Post Aborto.

    Las mujeres que lo padecen niegan y reprimen cualquier sentimiento negativo por un periodo promedio de al menos cinco años. Después surgen una variedad de síntomas, desde sudoraciones y palpitaciones hasta anorexia, alucinaciones y pesadillas. Los síntomas son sorprendentemente similares a los del Síndrome de tensión post traumático que sufrieron algunos veteranos, 10 años o más después de haber combatido en una guerra.

    14 - Preguntas mas frecuentes.

    • ¿Qué es el aborto?

    Es la supresión voluntaria de una vida humana en el recorrido que transcurre de la concepción al nacimiento.

    • ¿Es indiferente el día en que se realiza el aborto?

    A lo largo de esos nueve meses allí hay una vida humana cuyo desarrollo se permite o se trunca. Abortar más tarde aumenta la gravedad por la mayor conciencia del hecho.

    • ¿Duele?

    Si es con anestesia local es parecida a una regla molesta.

    • ¿Qué riesgos tiene el aborto?

    La incidencia es bajísima.

    • ¿Cuánto vale?

    Depende de las tarifas de cada clínica.

    • ¿Cuánto tiempo estoy en la clínica?

    Lo normal entre 2 y 4 horas.

    • Si me pasa algo, ¿Dónde puedo acudir?

    Todas las clínicas tienen un servicio de urgencias que está abierto las 24 horas del día.

    • ¿El aborto es legal?

    Dentro de los tres supuestos de la ley.

    • ¿Es correcto abortar en el caso de embarazo durante el noviazgo?

    No debe hacerse, pero ya el asunto no se ve tan claro pues se enfrentan dos bienes: el bien de una vida humana y el bien de una madre que por algún motivo no desea que su hijo viva.

    • ¿El aborto lo puedo hacer en la Seguridad Social?

    Sí, dentro de los tres supuestos de la ley.

    • ¿Las leyes de un país deben permitir el aborto?

    Las leyes deben dificultar el mal y promover el bien de los ciudadanos. En este caso, defender el bien de dos ciudadanos: hijo y madre. Por tanto, las leyes deben disuadir a las madres del aborto y facilitarles soluciones para dar a luz. También pueden añadirse medidas preventivas.

    • ¿Cuándo me baja la regla?

    A los 40 o 50 días después del aborto.

    • ¿Puedo tener relaciones con penetración después del aborto?

    No, durante 10 días.

    • ¿Sangro después del aborto?

    Puede que sangre un poco o nada.

    • ¿Puedo tener hijos/as después del aborto?

    Si.

    • La muerte del hijo, ¿un bien para la madre?

    Obviamente esto no es cierto. Pero la madre ve que el embarazo le ocasiona problemas (¿qué dirán?, ¿y su padre?, ¿y los gastos?...). Y se siente débil para afrontarlos.

    • Las opciones posibles.

    Según el punto de vista suelen proponerse varias actuaciones: Quienes se fijan en el bien del hijo consideran que su vida es lo decisivo. Quienes se fijan en el bien de la madre piensan que evitarle molestias es lo principal. Cabe una tercera opción: buscar el bien de ambos.

    • ¿Cómo buscar el bien de ambos?

    Respecto al hijo, el único bien posible es dejarle vivir. Al buscar el bien de la madre conviene recordar unas ideas básicas:

    Dejar vivir al hijo es un bien para la madre, pues lo contrario pesaría muchos años en su conciencia.

    La madre habrá de soportar alguna dificultad. (Como todas las madres). Por ejemplo, normalmente habrá que comunicar el asunto a los propios padres.

    La madre necesitará apoyo para continuar su embarazo. En este sentido, quienes le insisten en deshacerse del hijo le causan gran dolor y angustia. Es su hijo.

    • Soluciones.

    Se trata entonces de buscar soluciones que permitan la vida del hijo evitando molestias a la madre. Por ejemplo, ocultarse discretamente durante unos meses en casa de personas de confianza y mientras tanto buscar una familia o institución que lo adopte. Este ejemplo no es la única solución. Hay varias posibilidades que permiten proteger los dos bienes: la vida del hijo y el menor malestar para la madre.

    • ¿Un ejemplo de medida preventiva?

    Difundir en la sociedad una mentalidad de sólo usar el sexo dentro del matrimonio. En este sentido irá bien limitar la pornografía, por su clara contribución al uso indiscriminado del sexo.

    • ¿Difundir la anticoncepción previene del aborto?

    No, no. La triste experiencia en varios países confirma que sucede lo contrario. Los métodos anticonceptivos extienden el uso del sexo sin medida. En consecuencia, aumenta el número de embarazos no deseados.

    15 - Bibliografía:

    - EL ABORTO, Problemas Constitucionales (Alfonso Ruiz Miguel, Centro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1990)

    - La Cuestión del aborto (Concha Cifrián. Carmen Martínez Ten e Isabel Serrano, ED. ICARIA, 1986)

    - Las mentiras de la sexualidad. Fernández, Emilia y Mustieles, David. Ed. Olalla

    - El aborto: un estudio sociológico sobre el caso español. Iglesias de Ursel, Julio. Ed. Centro de Investigaciones Sociológicas.

    - www.abortar.org




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    Enviado por:Jack Barnett
    Idioma: castellano
    País: España

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