Sociología y Trabajo Social


Violencia


La violencia es, sobretodo en estos últimos años, un fenómeno muy habitual dentro de nuestra sociedad. En la televisión, o en cualquier artículo de prensa, podemos leer o escuchar a diario casos de violencia, de todo tipo, mayormente de violencia doméstica, racista y violencia entre aficionados a algún tipo de deporte, en estos actos el desencadenante suele ser la intolerancia, la tendencia agresiva y en muchos casos, una “pasión desbordada”, que suele ser la “excusa” más habitual de los violentos. Pero esto no es un hecho actual, sino que desde la prehistoria se han encontrado casos de violencia entre seres humanos. Para no dar lugar a equivocaciones, voy a definir los términos más usuales que se dan en un acto violento: la violencia en sí misma, el conflicto y la agresividad.

VIOLENCIA

En primer lugar, J. Galtung (1985) define la violencia como “algo evitable que obstaculiza la autorrealización humana explicando que las personas sufran realizaciones afectivas, somáticas y mentales, por debajo de sus realizaciones potenciales”. Así mismo, Jordi Planella (1998) la considera “como aquella situación o situaciones en que dos o más individuos se encuentran en una confrontación en la cual una o más de una de las personas afectadas sale perjudicada, siendo agredida física o psicológicamente”.

CONFLICTO

Este concepto aparece generalmente cargado con una valoración negativa, debido a que se confunde conflicto con violencia, es decir, con su patología. Un conflicto puede resolverse también de forma no-violenta. Mientras la violencia no es innata en los seres humanos sino que es un aprendizaje, el conflicto sí es consustancial a la vida humana, algo natural y por tanto inevitable. De esta manera, más que eliminar el conflicto, de lo que se trata es de saber regularlo creativa y constructivamente de forma no-violenta, ya que es una energía y una oportunidad para el cambio.

AGRESIVIDAD

Término abordado por distintas teorías psicológicas que no se ponen de acuerdo en una definición, pero para poder generalizar, diremos que está definida en cuanto a su fin de lesionar a otro organismo o al propio pero es necesario añadir a lo anterior la necesaria intención de producir daño, destruir, contrariar o humillar. Pero se debe hacer referencia a la diferencia entre agresividad y agresión, el término agresión debería utilizarse para designar un acto en sí, un acto palpable y efectivo. La agresividad, sin embargo, es el término empleado para designar la tendencia o disposición inicial que dio lugar a la posterior agresión.

Ahora vamos a explicar dos tipos de violencia muy habitual en la actualidad.

VIOLENCIA EN EL DEPORTE

Podemos encontrar diferentes formas de agresión y violencia en los diferentes ámbitos de la actividad humana, ya sea en las relaciones personales, laborales, familiares, profesionales, políticas, comerciales; por lo tanto no debería extrañarnos su aparición también en uno de los fenómenos mas característicos e importantes de la sociedad contemporánea, el deporte.

Al referirnos al deporte, es necesario explicar el significado de lo que es el deporte, y a que tipo es al que nos referimos, ya que coloquialmente se lo considera como tal en muchas situaciones y no lo es.

La significación absoluta de deporte es: recreación, pasatiempo, placer, diversión o ejercicio físico, que es, por lo común, al aire libre. Atendiendo además a la significación de ejercicio físico como actividad física que requiere entrenamiento y está sujeto a unas normas.

Unos tratan el deporte diciendo que "los deportes promueven la salud mental, la paz del espíritu.... pueden aliviar las hostilidades naturales, la agresividad y la competitividad. Reducen la delincuencia, la criminalidad y la violencia". Otros por el contrario citan las consecuencias nefastas de partidos como el Salvador-Honduras con cientos de muertos, el desastre de Heyssel, los holligans británicos, los ultras, el vandalismo, etc.

El examen de la relación entre deporte y agresión parece haber llegado a quedar dominado por estos dos puntos de vista contradictorios. Si se revelasen positivas las pruebas en favor del primer punto de vista, el deporte habría demostrado su gran significado a nivel social; si por el contrario se tomase en cuenta el segundo punto de vista, deberían tomarse muy en serio tales consecuencias para la practica deportiva.

¿Como podemos diferenciar la violencia de la agresión? La violencia en el deporte se idealiza, condena, legitima o tolera, y en otras ocasiones se la confunde con la firmeza con que se lucha legalmente por la lucha de un balón o el espacio ; a este respecto es importante recordar los términos de violencia y agresión citados anteriormente.

Hay distintos enfoques psicológicos dentro de la conducta agresiva. En primer lugar figuran las ideas de orientación Biológica de Freud y Lorenz, en donde adquiere gran importancia la noción de una tendencia innata a la conducta agresiva, donde tal agresión debe canalizarse de una manera aceptable y el deporte desempeña un destacado papel a este respecto. En segundo lugar nos referiremos a las teorías que explican que una reacción emocional surge como consecuencia de estímulos indeseados, frustración, y que esto lleva a una conducta agresiva.

Pero sobretodo, no debe confundirse la violencia según el tipo de deporte que sea: debe diferenciarse entre deporte de combate y lucha, deportes de contacto y deportes sin contacto, donde el terreno compartido o separado determina una mayor o menor proximidad ( boxeo, waterpolo, tenis, futbol, balonmano, voleibol ).

En los factores de situación, en este caso aplicado al futbol, veremos como el nivel de la competición, la posición en la tabla, si el equipo es perdedor o ganador, visitante o local, nos permite observar estudios donde aparecen diferencias significativas.

En relación a los factores que favorecen la violencia y la agresión en la competición, haremos dos grupos : será en función de que esto ocurra antes o durante la competición, contemplados globalmente y analizando las dependencias entre ellos.

Entre los factores facilitadores, se puede poner como ejemplo lo que llega a afectar el ambiente físico-social, el estado fisiológico del organismo, y por ultimo la clase y facilidad de interrelación entre estos.

Dentro de los factores desencadenantes, vamos a referirnos a la agresión reactiva y los conflictos entre expectativas y resultados que se anticipan o que se producen.

II. Deportes en los que se da la violencia.

1.- Baloncesto.

1.1.- Causas

El baloncesto es un de los pocos deportes donde son se comete con relativa frecuencia actos de violencia. Podemos hacer dos distinciones para estudiar las causas y donde se produce la violencia en este deporte. Podemos hacer dos distinciones España y EE.UU. como dos posibles ejemplos para este análisis.

España: En España se producen muy pocos actos violentos en encuentros de especial tensión por su importancia deportiva. Esto se debe a que en España el deporte Rey por excelencia es el Fútbol y podríamos decir que el baloncesto español pierde importancia en beneficio del fútbol, el baloncesto no tiene tanta importancia social como el fútbol.

EE.UU.: En Estado Unidos pasa el caso contrario. El deporte Rey junto con el Béisbol es el baloncesto, aquí los equipos y los jugadores tienen más presión. Se mueve mucho más dinero en comparación con España. Al ser este deporte más importante, socialmente hablando, podemos explicar así porque dentro de la cancha de baloncesto hay más agresiones y más violencia que en España, también esa violencia se ve reflejada fuera de la cacha los hinchas son más agresivos, y en especial los hinchas americanos, y esto se traduce en más violencia en las calles.

1.2.- Soluciones a la violencia.

Para solucionar la violencia podíamos pasar, en el caso de los espectadores, por aumentar las multas por violencia en actos deportivos, llegando incluso a penas de cárcel no superiores a 1 mes y no inferiores a 1 día, también podíamos pasar por no dejar entrar a una persona violenta en un recinto deportivo en el cual se vaya a realizar un espectáculo trascendente. Por parte de los jugadores, aumentar las sanciones deportivas con más partidos sin jugar, se podría llegar a la suspensión del sueldo, etc.. Pero la principal solución para la sociedad pasa por concienciar a toda la sociedad de que la violencia deportiva no es buena, y sobre todo dar este mensaje a los “pequeños” deportistas para que cuando crezcan no realicen estos violentos actos.

2.- Balonmano.

En el balonmano como en los demás deportes que no tienen tanto interés social como el fútbol, la violencia no se produce con la relativa frecuencia con la que se produce en el fútbol, esto nos permite decir que no podemos estudiar la violencia en general en el balonmano.

3.- Hockey.

El Hockey es un deporte violento por definición y no porque tenga importancia social sino que por sí los jugadores están precondicionados a ser violentos en el terreno de juego. Si le preguntamos a cualquier persona que nos defina el Hockey lo podría definir como. “dícese del deporte en el cual hay 12 jugadores que se pegan por meter un disco en la portería contraria”. En este deporte son frecuente las bajas por fuertes golpes por parte del contrario, y por grandes batallas campales dentro de la pista.

Una posible solución para este tipo de violencia pasa por aumentar las sanciones deportivas a los jugadores y poner multas económicas a los jugadores.

III. La violencia en el fútbol.

1.- Introducción:

El fútbol es el deporte Rey de España y posiblemente de mundo. Analizaremos porque en este deporte es donde se ocurre el mayor porcentaje de sucesos agresivos, y como este deporte ha ido evolucionando desde su origen hasta este espectáculo, y multimillonario deporte en el que se ha convertido.

2.- Causas

“Mirándolo con malos ojos”, un encuentro de fútbol se reduce a la evoluciones de dos equipos de once jugadores cada uno que tratan de colocar un balón en la portería del adversario. Y sin embargo cualquier hincha que oyera esta definición se llevaría las manos a la cabeza. El fútbol, argumentaría, va mucho más allá de perseguir una pelota por el césped: es arte, ceremonia, en definitiva, el gran espectáculo, con mayúsculas. Y también exaltación, pasión, amor y odio. Pues tales sentimientos son los que hacen vibrar al hincha, al forofo cuando su equipo del alma se la juega en el campo. Su actitud, desde luego, resulta muy diferente de la del mero espectador que simplemente acude al estadio a pasar un buen rato.

Curiosamente, al definir la palabra hincha, se antepone la acepción de “odio, enemistad,”, a la de “partidario entusiasta de un equipo deportivo”. Y es que, en cuestiones de fervor futbolístico, el amor y el odio se alimentan mutuamente.

El forofo necesita de otros compañeros con los que se identifique y que “sienta los colores” igual que él.

Ese potente sentido de pertenencia al clan es, precisamente, el que suele disuadir al hincha de vivir su pasión futbolística en soledad. Si no ha conseguido una entrada para disfrutar en vivo del partido intentará reunirse con sus amigos para seguirlo televisado en casa o en un bar.

Si, por el contrario, tiene la suerte de acceder al estadio y sumarse a otros miles de entusiastas de su mismo equipo, unidos todos frente a los del contrario, el placer que la complicidad con los suyos será ya absoluto: gritará con ellos indignado por una injusta tarjeta amarilla, llorará como un niño con el gol del desempate o, a la par que los demás se rasgará las vestiduras cuantas veces el arbitro ignore un penalti.

En efecto, cuando comienza el partido incluso el hincha más políticamente correcto se unirá con la masa y perderá la compostura si así exige lo que ocurre en el campo. Integrado ya en el alma colectiva del graderío, insultará o clamará al cielo de tal forma que sus vecinos o compañeros de trabajo no le reconocerán. Y es que la agresividad del forofo futbolístico alcanza cotas difíciles de alcanzar en otros deporte mayoritario algo que no deja de ser un buen ejercicio de higiene mental.

Al finalizar el partido el hincha abandonará los graderíos en estado de gracia tras el encuentro, liberado de tensiones y de angustias.

Si su equipo ha salido victorioso se unirá por supuesto a su tribu para celebrar el acontecimiento. Aquí, como antes en las gradas se evidenciará su unión a través de esos signos de identificación que son los distintivos del club. Su función es la de hacer fácilmente reconocible su adscripción a tal o cual equipo, y sobre todo, exhibir con orgullo su pertenencia al club.

Generalmente, y a diferencia del mero espectador, el hincha futbolístico típico carece de sentido crítico para con la actuación de su equipo. Se produce una especie de encantamiento que le impide juzgarlo con objetividad, al igual que el enamorado es capaz de ver defecto alguno en su amada. Para explicar la derrota, el forofo siempre puede recurrir a la torpeza del nuevo entrenador o a la ceguera intencionada del arbitro.

3.- Consecuencias.

Las consecuencias más directas de la violencia en el fútbol es la vergüenza que provoca para un equipo y para una hinchada las acciones que sus compañeros realizan. Un reciente ejemplo es el desaguisado de los Ultras Sur, la peña radical de Real Madrid, que le costó a su club la vergüenza mundial y el dinero de una sustanciosa multa cuando provocaron la caída de la portería en un partido de Semifinales de la Copa de Europa; sin duda, resulta lamentable que en un espectáculo deportivo se produzcan focos de gamberrismo, que además, están en ascenso y causan alarma social. Pero se trata ya de un fenómeno universal en los países industrializados que esta siendo objeto de estudio por parte de diversas disciplinas como la sicología y la antropología. Algunas teorías señalan su relación con las desfavorables condiciones socio-laborables en las que supuestamente se desenvolverían estos jóvenes forofos, quienes buscarían con su actitud violenta un protagonismo que la sociedad les niega.

IV. Deportes sin violencia.

Como se viene explicando a lo largo del trabajo, en los deportes en los que no hay violencia (por parte de los aficionados) es porque no tienen importancia social, o porque no tienen mucha afición o no permite que se produzca la violencia.

Para poner otro claro ejemplo sobre violencia en el deporte, sólo hace falta recordar un noticia producida en Diciembre de 1998, el asesinato de Aitor Zabaleta, un aficionado de la Real Sociedad a manos de un hincha del Atlético de Madrid.

Con esto, y dando mi opinión, sólo decir que la violencia en el fútbol es lo peor que puede haber, y no podemos llegar hasta estos extremos en los que hemos terminado con la muerte de Aitor Zabaleta.

VIOLENCIA RACISTA

La violencia racista viene motivada por diversos factores: la raza, la clase social, la religión, la formación intelectual, etc.

Tradicionalmente, el racismo se ha identificado con la época nazi en Europa y con los episodios violentos de los años sesenta y los estados del sur de Estados Unidos.

En el primer caso, la doctrina nazi se fundamentaba en la supremacía de la raza aria y, por consiguiente, en la inferioridad del resto de las razas. La violencia racista nazi no sólo se centró en los judíos, sino que fueron perseguidos y masacrados todos aquellos cuyos rastros étnicos no coincidían con los arios. En los campos de concentración fueron a parar tanto gitanos, negros, discapacitados, como todos aquellos que, como ya se ha indicado, no entraban en los cánones del régimen.

En el segundo de los casos, la violencia racista de los blancos norteamericanos, o mejor dicho anglosajones, nació en el mismo momento que el propio Estado americano. Basta mencionar que hasta bien entrado el siglo XIX la esclavitud de los negros, especialmente en los Estados del sur, estaba plenamente legalizada. Resulta paradójico que el país que se tiene como modelo de respeto a los derechos humanos y a la democracia occidental, no sólo en los años sesenta, con la muerte de Martin Luther King como colofón de estado de violencia racista, sino actualmente con las estadísticas que leemos diariamente en la prensa sobre este tipo de violencia, permanezca inalterado sobre este aspecto.

Si bien es cierto que el racismo se identifica, esencialmente, como el sentimiento contra las personas de distinta raza de quienes hacen gala de este defecto, existen diferencias o variantes que me parecen interesante resaltar.

Como ya se ha indicado, el racismo suele aparecer contra las personas de raza distinta a la del racista. Pero no en todos los casos y en todos los lugares existe un racismo contra las personas de una misma raza. Así, mientras que en Estados Unidos el racismo se manifiesta contra los negros y los nacidos en los países sudamericanos, especialmente contra aquellos cuyos rasgos físicos no coinciden plenamente con el de los anglosajones; en Europa, el racismo se centra, fundamentalmente, contra los negros y los magrebíes. Por el contrario, los sudamericanos no han sido centro de la violencia racista, sean mestizos o de rasgos europeos.

Posiblemente la causa del racismo no solo es el color de la piel, sino también la situación económica y social de la persona afectada por el racismo, por lo que no solo podemos hablar de racismo sino de clasicismo, en la mayoría de los casos. Por ejemplo, un multimillonario inmigrante sudamericano no será igual tratado que un sudamericano de clase baja que venga en busca de trabajo.

OPINIÓN PERSONAL

He escogido el tema de la violencia, pues es uno de los más dados dentro de nuestra sociedad. Gracia a él, he aclarado algunos conceptos que confundía y a aprender lo que puede llegar a ser un acto violento que ha sido desencadenado por cualquier situación que puede parecer cotidiana. En un principio pensé hacer el trabajo de la violencia doméstica, pero creo que ya se nos da bastante información el la televisión y en la prensa como para profundizar más en el tema, y sería dar vueltas a un mismo asunto en el que el problema principal es la intolerancia y el machismo.

En cualquier caso, la violencia es algo que no se puede consentir dentro de una sociedad tan avanzada como se dice que es la americana y la occidental, y así mismo no hay excusa para realizar un acto violento.

He pedido opinión a personas cercanas a mí y me he dado cuenta que la mayoría de ellas están en contra de la violencia, de todo tipo, pero una minoría ha dicho que es un pasión desbordada en la que se pierden totalmente los nervios y en la que renace la conducta más agresiva del individuo; esta respuesta era dada a la pregunta de si la violencia en el deporte es un “sinsentido” de la vida . En mi opinión, la pasión desbordada no es ningún pretexto para la violencia y así la idea de pasión desbordada será, al igual que todo lo que rodea a la violencia, un “sinsentido” en la vida.

BIBLIOGRAFÍA

  • Violencia en el deporte extraído de la Revista electrónica de E. Física y deportes.

  • Violencia racista: Artículos periodísticos.

Sinsentidos en la vida

LA VIOLENCIA

Mª Natividad de la Fuente Alonso

Índice:

  • Definiciones: Violencia, conflicto, agresividad.

  • Violencia en el deporte.

  • Violencia racista.

  • Opinión personal.

  • Bibliografía.




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Enviado por:Natividad De La Fuente
Idioma: castellano
País: España

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