Sociología y Trabajo Social


Violencia en los estadios de Chile


Introducción

En los últimos días hemos sido mudos testigos de las más diversas

reacciones de diferentes sectores, respecto de los hechos

de violencia que se vienen registrando en los estadios de fútbol del

país. Sobre el particular, he podido escuchar y leer opiniones que me

han dejado perplejo por la simplicidad que se tiene al tratar el tema

por parte de autoridades, dirigentes yalgunos periodistas. Digo

simplicidad, porque la mayor parte de la opiniones circunscriben el

problema a que han faltado medidas eficientes por parte de los que

dirigen la actividad futbolística, tanto en los clubes como en el

organismo rector.

En lo particular, discrepo absolutamente con estas opiniones, sobre todo

con las emitidas por autoridades políticas, ya que pienso que si alguien

tiene responsabilidad sobre estos hechos son, precisamente, las

autoridades ejecutivas y legislativas de este país, quienes no han sido

capaces o no han tenido la valentía de emitir señales claras en el

sentido de reprimir en forma efectiva y responsable la violencia que

está enquistada en nuestra sociedad, en nuestra juventud y no sólo en

los estadios de

fútbol.

Sobre lo anterior, creo oportuno recordar que nuestras autoridades al

ser elegidas en votación popular, adoptan el compromiso moral de dar

seguridad a la ciudadanía, pero los hechos nos han demostrado que como

ciudadanos comunes y corrientes no tenemos ninguna esperanza de contar

con autoridades fuertes y decididas, que velen por nuestra seguridad.

Los delincuentes que cometen tropelías en los estadios, se ven

favorecidos sin esta debida seguridad, entonces tiene "chipe libre" para

actuar, ya que lo máximo que les puede pasar es ser detenidos por un

tiempo en un lugar donde pueden dormir y tienen comida gratis.

Por todo lo anterior es que considero que por la violencia en los

estadios no se le puede pasar la cuenta a los dirigentes del fútbol

solamente, ya que los seudo barristas están en el estadio no más de tres

horas, un día a la semana, y el resto del tiempo están parados en las

esquinas, matando choferes de la locomoción colectiva, asaltando

taxistas, cartereando a los transeúntes, entrando a las casas a violar y

a matar, aspirando neoprén y posteriormente quemando y asesinando a

indigentes. Por lo tanto, creo que las autoridades deben imitar las

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medidas tomadas en Europa, en paises como Inglaterra e Italia, donde los

delincuentes refugiados en el Fútbol, que en la decada de los 70´ y 80´

causaron grandes destrosos en estas ciudades. Ahora practicamente no se

ven estos delincuentes en el Fútbol.

































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Desarrollo

Barras Bravas en Chile

La compleja organización que hoy exhiben las barras, ha evolucionado a

lo largo del tiempo. Desde su formación -la Garra Blanca en 1986 y Los

de Abajo en 1988-, las hinchadas se han reestructurado, con líderes y

funciones claras, y con un campo de acción que sobrepasa el

futbolístico. Ambas barras nacieron al separarse de agrupaciones

similares, pero que tenían una estructura muy rígida (la "Barra Juvenil"

de Colo Colo e "Imperio Azul" de la "U"). Para diferenciarse, comenzaron

a alentar a su equipo con un estilo similar al de los "hooligans"

ingleses y a las hinchadas argentinas. Tomando actitudes violentas

contra los jugadores, arbitros y las barras contrarias. El primér caso

de violencia grave lo protagonizaron un grupo de hinchas colocolinos, el

año 1989 , que a la salida de un partido entre Colo-Colo y la Unión

Española, dieron muerte a puñaladas a un niño simpatzante del equipo

visitante, por solo tener la polera de la Unión Española puesta. Hay una

serie de casos de violencia en los estadios, que cada día se hacen más

habituales en nuestro fútbol, como el primer partido entre Colo-Colo y

la Universidad de Chile, que se jugó en el estadio Monumental el año

1990, horas antes al encuentro grupos de ambas barras ya peleaban verbál

y físicamente, hinchas de “los de Abajo” ingresaron al campo de juego,

donde rompieron las mayas de los arcos, el pasto y la publicidad.

Dirigentes de la Universidad Católica no dejaron que esto pasara en el

club y disolvieron la ex barra “Los del este”, por agredir al arquero de

su própio equipo (Marco Cornés)lanzandole una piedra, entonces formaron

la barra “Los Cruzados”.

Con el tiempo surgieron "líderes naturales" que comenzaron a operar no

sólo para los partidos de fútbol, sino que diariamente. En el caso de

Los de Abajo, al principio sólo se reunían dos veces por semana,

prácticamente los mismos cabecillas que hoy tienen el mando de la barra.

A partir del último año, su cúpula se reúne todos los días en la sede de

la "U", en un horario que según los mismos barristas "supera el de

cualquier trabajador normal".

Dedicar el 100 % de sus días a la "U" no ha sido inconveniente para

ellos. El principal líder azul, "Kramer", que suspendió sus estudios de

publicidad en el tercer año de carrera, asegura que los "negocios" que

surgen en torno a la barra les alcanzan para vivir. Algunos de los

cabecillas, sin embargo, viven gracias a "pitutos" que s urgen de vez

en

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cuando, pero que ellos mismos prefieren no especificar.

Aunque, según Kramer, no existe un código establecido al interior de

Los de Abajo, sí se reconoce cierto modelo a seguir. De hecho, para que

una mujer barrista reciba el "derecho" a acompañar al equipo fuera de

Chile tiene que probar "fidelidad y aguante", así como el encargado de

tocar el bombo no puede ser una persona que tenga menos de cinco años de

antigüedad en el grupo. En cuanto a su estructura interna, los líderes

de la barra azul dicen tener un organigrama horizontal, con ciertos

cabecillas que no hacen más que asumir el aspecto "público" de la barra.

Sin embargo, la composición final se define entre los que asisten

diariamente a la sede y que, por lo mismo, se ganan el derecho a voz y

voto.

La Garra Blanca, en tanto, conservó en un comienzo la estructura de

mandos que tenía la Barra Juvenil, con un presidente que recibía la

opinión de los hinchas en reuniones periódicas y en las que, para

hablar, primero había que levantar la mano. Este modelo funcionó hasta

1994, fecha en que la principal hinchada del Cacique se dividió en

varios subgrupos comunales, claro que la dirigencia central quedó a

cargo de unos diez coordinadores. A estos últimos se les observa

diariamente en la sede del club, y dos veces a la semana se reúnen en el

Estadio Monumental con los otros 30 líderes comunales para organizar sus

actividades. La dedicación que le brindan a la barra la deben

compatibilizar con el trabajo remunerado, el que no temen perder a costa

del equipo de sus amores: "pegas hay muchas, pero equipo uno solo",

dicen.

En las cercanías de las respectivas sedes y afuera de los estadios

antes de los partidos, es común observar a los barristas de ambas

agrupaciones "macheteando" -pedir dinero-, con lo que financian gran

parte de sus actividades. Una hincha de Los de Abajo, por ejemplo,

aseguró que para la Copa Libertadores del ´96, recaudó lo suficiente

para acompañar a la "U" a Brasil, Uruguay, Ecuador y Argentina.

Además del "macheteo", hay una serie de recursos a los que los

barristas apelan para autofinanciarse. En el caso de la Garra Blanca,

una de las principales fuentes de ingreso son las rifas que realizan en

cada partido. Según el "Rodilla", "en un partido de alta concurrencia

podemos juntar como $ 300 mil". Además, los líderes "garreros" reconocen

que en épocas de elecciones en el club, los candidatos apoyan

económicamente a la hinchada, lo que más de alguna vez les trajo

problemas internos.

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Según el "Beeper", "la Garra cometió el error de apoyar distintas

candidaturas, pero aprendimos la lección. La próxima vez vamos a decidir

democráticamente dentro de la hinchada a quién vamos a apoyar. En una de

ésas, el próximo presidente sale de la misma Garra, ya que aquí también

tenemos abogados y contadores".

Los líderes albos, además, dicen no aceptar el apoyo de empresas para

costear sus actividades, como por ejemplo, la confección de la bandera

gigante que cubre todo el sector norte del Monumental.

Para Los de Abajo, en tanto, el apoyo empresarial se ha convertido

en pieza fundamental, tanto así que sus "jefes" aseguran haber filmado

comerciales para una bebida gaseosa, y anunciaron un acuerdo con la

marca de cervezas Becker, que a cambio de un cierto número de tapas, les

entregará dinero para una obra social.

Aunque evitan hablar del respaldo económico que les brinda el club, sí

es evidente que en el caso de la "U" el apoyo dirigencial juega un rol

importante. Según Los de Abajo, la Asociación Nacional de Fútbol

Profesional (ANFP) les aportó dinero para confeccionar la bandera

chilena que lucieron durante las eliminatorias y les permitió, en más de

una oportunidad, ingresar al estadio sin cancelar su entrada. Aquel es

uno de los puntos que más critican los líderes de la Garra Blanca,

quienes dicen no contar con la ayuda de dirigentes, particulares y

políticos.

El acuerdo entre Los de Abajo y marcas comerciales, según relatan sus

propios líderes, nació en medio de las conversaciones gestadas para

buscar respaldo en obras sociales que, según ellos, no tienen el mismo

eco que sus "acciones violentistas". El convenio con Coaniquem para la

recolección de envases, el apadrinamiento a niños enfermos, el comedor y

colegio para los hinchas más pequeños, y la Navidad Azul son sólo parte

de los proyectos que la hinchada espera seguir desarrollando.

Los albos también organizan acciones sociales, como los recitales rock

en apoyo de las comunidades mapuches. Además, según los líderes de la

Garra Blanca, desde el año pasado intentan impulsar un plan para brindar

educación a los más pequeños, pero a diferencia de los barristas azules,

no han contado con el apoyo del club para desarrollar el proyecto. La

idea de los "garreros" es brindar asistencia a los barristas que

quieren terminar sus estudios, a los que sufren problemas de

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drogadicción o violencia intrafamiliar, a través de un proyecto que

presentaron a los directivos del Cacique.

"La violencia sólo se puede parar así, desde dentro de la barra",

dicen. Según aseguraron, si es que no cuentan con el respaldo del club

para extender su campo de acción, podrían dejar sus labores en la barra,

lo que a su juicio podría ser peligroso, ya que el liderazgo de la Garra

Blanca podría quedar en manos de hinchas más violentos.

Ley de violencia en los Estadios

Aunque estas agresivas historias parecían superadas con la Ley de

Violencia en los estadios, vigente desde el 31 de agosto de 1994, lo

cierto es que eso no ha sucedido. De hecho, a partir del promulgamiento

de la ley 19. 327, que incluso sanciona con penas de cárcel los actos

vandálicos, cada año ingresan a los tribunales cerca de 10 mil causas de

este tipo, pero jamás se ha dictado una sentencia y menos de 200 casos

continúan en proceso.

Por esta razón ya se ha comenzado a criticar la eficacia que tiene la

ley de violencia en los estadios. Según datos proporcionados por un

funcionario de Carabineros de Chile, en los últimosaños el número de

procesados por esta ley ha ido en aumento, lo que a juicio de la

institución no quiere decir que hoy se registren más casos de violencia

que hasta antes del promulgamiento de la norma. Fuentes cercanas a

Carabineros confirmaron que "el número de detenidos se ha

mantenido igual que todos los años, lo que ocurre es que con esta nueva

ley se incorporó el concepto de 'procesados', que son únicamente

aquellos detenidos que atentan contra la ley de violencia".

Según expresó la fuente uniformada, "esta ley tiene ciertas fallas o

limitaciones, en el sentido que sólo puede aplicarse dentro de los

recintos deportivos. En la mayoría de los casos, los problemas se

producen fuera del estadio, en Plaza Italia u otros sectores, y eso no

cuenta en la ley".

Hay aspectos que no se consideran dentro de la ley de violencia y que,

a juicio de quienes tienen directa participación en los espectáculos de

fútbol, son causas directas de la agresividad y descontrol de los

asistentes. En la Garra Blanca, por ejemplo, el "Rodilla" -vocero de la

barra que prefiere no entregar su

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identidad- asegura que "hay muchas cosas que esta ley no contempla. De

hecho, nosotros creemos que se trata de una normativa injusta. Una ley

hecha para ricos". Según el hincha colocolino,"constantemente estamos

recibiendo agresiones de Carabineros, quienes ni siquiera llevan puesta

la placa. En el anonimato nos golpean, nos tiran los perros policiales y

gases lacrimógenos en la cara".

Otro de los puntos que más preocupa a los barristas es la desigualdad

que se produce en la aplicación de la ley. Los principales reclamos

apuntan a que entre la gente que se ubica en tribuna y galería existen

muchas diferencias a la hora de establecer un control o aplicación de la

ley. "Hemos tenido experiencias desagradables con compañeras de la

barra, que cuando entran al estadio son revisadas por policías hombres

y, obviamente, ellos se aprovechan. Además, tengo entendido que la ley

prohíbe la venta de alcohol en el estadio, y en tribuna eso no se

respeta. A nosotros nos llevan hasta por tomarnos una cerveza en un

restaurante", señala el vocero de la Garra.

Una opinión parecida tiene el líder de la barra Los de Abajo, "Kramer",

quien también denuncia y rechaza la distinción que se hace entre "la

gente con plata y la del pueblo". Según señala este hincha azul, "o se

vende alcohol en todo el estadio o sencillamente no se le da a nadie".

Respecto a la venta de alcohol en tribuna numerada -situación que se da

en el Estadio Nacional y San Carlos de Apoquindo-, el administrador del

principal coliseo deportivo del país, Iván Muñoz, dijo que se trataba de

"una medida establecida por años. Le vendemos alcohol a la gente de

tribuna porque no ha habido ningún problema con ellos. Yo, al menos,

nunca he visto a alguien ebrio o metido en algún problema producto del

alcohol. ¿Medida desigual? No, nosotros no fijamos la igualdad, eso se

fija con las costumbres y los hábitos. Históricamente se ha dado, como

una especie de moda, que sólo se vende en tribuna y así va a seguir

siendo".

La fuente de Carabineros, en tanto, señaló que "siempre han existido

quejas por nuestro control policial. Es una pugna eterna entre los que

defendemos el orden público y los que quieren saltarse los controles. Lo

de la revisión de mujeres por parte de personal masculino puedo

desmentirlo terminantemente. Existen funcionarias especialmente

asignadas para esa tarea y me consta.

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Ahora bien, lo de la venta de alcohol en tribuna es algo que

desconocía. Por una cuestión de sentido común no me parece tan errado

que se permita la venta de alcohol en ese lugar, aunque sí se debiera

ser más exigente cuando se trata de un partido de alto riesgo".

Dentro del período de funcionamiento que lleva la ley de violencia en

los estadios, una eterna preocupación de sus promulgadores ha sido el

lograr que el 100 % de los barristas se empadronen. Esto significa que

dejen sus datos registrados en el club y reciban a cambio un carné que

los acredite como miembros de la barra y les permita ubicarse en un

sector especialmente destinado para esos grupos.

Hasta el momento, sólo la barra de Universidad de Chile ha cumplido con

ese requisito, aunque "Kramer" asegura que están "terriblemente

arrepentidos de haber aceptado ese sistema". Lo cierto es que en la

actualidad, empadronarse no representa ningún beneficio para el

barrista, muy por el contrario, según indica expresamente la ley, el

hecho de pertenecer a la barra puede constituir un agravante en el

delito que se cometa. El mismo líder de Los de Abajo confirma esa

posición: "Lo hicimos porque creímos en los dirigentes, en la justicia y

en los políticos. También porque queríamos reinsertarnos socialmente,

necesitábamos una oportunidad, pero no se nos respondió".

El "Rodilla", en tanto, dice que "nosotros no nos vamos a

empadronar, porque nos dimos cuenta que no sirve para nada.

Aparte que es inconstitucional que te estén filmando y grabando sin tu

autorización. Así, la policía tiene pretexto para agarrar al primero que

pillan y 'cargarlé cualquier cosa". Ese es, justamente, uno de los

problemas más serios que hasta ahora enfrenta la ley, el no contar con

los suficientes medios probatorios para identificar a los barristas y el

hecho de que los particulares, en la mayoría de los casos, no ratifiquen

sus denuncias en contra de los agresores.

Otro de los temas que están pendientes en esta ley trata sobre la

escasa rigurosidad con que se aplica la norma a los dirigentes y

jugadores. De hecho, el 19 de noviembre del año pasado los futbolistas

Sergio Vargas y Fernando Vergara se trenzaron a golpes y el 7 de febrero

los futbolistas Marcos Villaseca, de Colo-Colo, Ricardo Rojas y Luis

Musrri, ambos de Universidad de Chile, protagonizaron una gresca en uno

de los partidos de mayor interés público: el clásico "U"-Colo Colo,

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sin recibir sanción, Rojas y Villaseca fueron arrestados pero dejados

en libertad es misma noche . También está el caso del mismo portero de

la "U", que en el clásico pasado con los albos rompió la puerta del

camarín de los árbitros a patadas y tampoco recibió castigo por parte de

la justicia. Un caso aún más grave fue el del ex jugador de Huachipato

Juan Carreño, el que golpeo a dos jugadores, al arquero (dejándolo

inconsciente) y al utilero de Provincial Osorno sin recibir sanción

alguna por parte de la justicia. Al respecto, el "Tío Toño" -otro

miembro de la Garra Blanca- tiene una clara opinión: "El doctor Orozco

dijo que hay que entenderlo porque Vargas se encontraba en un momento de

ofuscación, pero ¿quién nos entiende a nosotros, que también nos

equivocamos al pasar por momentos de ofuscación?".

MANDATO INEFICAZ:

Aunque el magistrado Sergio Bruner aseguró que cerca de 10 mil causas

son pasadas a los tribunales al año, los

procesados por la Ley Né 19. 327 de Violencia en los Estadios,

promulgada el 31 de agosto de 1994, no supera los 200 casos. Estos son

los procesados por la Ley de Violencia en los Estadios desde el año de

su promulgación.

AÑO PROCESADOS

1994 10

1995 13

1996 115

1997 44

Total 182

Fuente: Carabineros de Chile.

DISTURBIO INEXPLICABLE:

El partido entre Chile y Venezuela, por las eliminatorias mundialistas,

no revestía mayores inconvenientes para la fuerza pública, por el rival

y el abultado marcador de 6-0. Pero la noche del 29 de abril en el

Estadio Monumental no estuvo exenta de incidentes. Este es el detalle de

los detenidos en esa jornada:

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CAUSA Nº DE DETENIDOS

Ingesta de alcohol 3

Comercio ambulante y 12

reventa de entradas

Robo 1

Infracción a la Ley de

Drogas 2

Desorden en la vía pública 3

Riña 3

Falta de respeto a Carabineros

3

Robo y desórdedes en Plaza Italia

38

Violencia al interior

del estadio 3

otros 2

Fuente: Carabineros de Chile.

Estadios en Chile:

Episodios de violencia en los estadios, como el que se apreció el

domingo 7 de febrero con motivo del partido entre Colo Colo y

Universidad de Chile y que terminó incluso con dos jugadores presos, no

son la única amenaza para el público del fútbol nacional.

Pese a que la Intendencia Metropolitana, en conjunto con Carabineros,

ha puesto en práctica un plan para reforzar la seguridad de los

espectadores, éste se hace estéril al conocer en detalle la estructura

que presentan los recintos deportivos en Chile. De acuerdo con la última

normativa que creó la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) para la

construcción y el mantenimiento de los estadios, ninguno de los recintos

donde se realizan partidos de primera división en Chile debiera estar

autorizado para la práctica profesional del fútbol, ni mucho menos para

ser sede de un partido internacional, cualquiera sea su carácter.

El reglamento, elaborado por la FIFA en conjunto con la Unión Europea

de Fútbol (UEFA), presenta una serie de medidas

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"recomendables", pero también incluye normas relativas a la seguridad y

comodidad a las que se les atribuye el carácter de "indispensables".

En este punto, por ejemplo, los recintos chilenos transgreden

claramente la norma. La FIFA, por ejemplo, exige que cada recinto

deportivo tenga destinado un asiento individual, numerado y con respaldo

para cada uno de los espectadores, sin importar la zona en que se

ubiquen. Asimismo, prohíbe el uso de tablones, cemento o planchas de

zinc para el uso del público, y mucho menos que existan zonas destinadas

a que el público presencie el partido de pie, como ocurre en Estadio

Monumental, donde hay un sector con esas características habilitado para

5 mil hinchas.

Si los estadios nacionales cumplieran la normativa impuesta por la

FIFA, en cuanto a que deben existir a lo menos cuatro divisiones para el

público (galería, marquesina, andes, etc. ) y cada una de ellas debe

tener su puerta exclusiva de ingreso al recinto, se podrían evitar

incidentes como los del 7 de febrero, cuando barristas de Colo Colo y

Universidad de Chile se enfrentaron al intentar ingresar por las mismas

puertas.

Pese a que, según el reglamento de la FIFA, "la seguridad de los

asistentes es factor primordial y bajo ningún tipo de circunstancias

podrá ignorarse o eludirse", en Chile quienes tienen a su cargo el

fútbol parecen no preocuparse de estos aspectos. Un error generalizado

que presentan los estadios chilenos, por ejemplo, es la escasez de

centros de primeros auxilios. La FIFA exige a lo menos uno por cada una

de las ubicaciones que tenga el estadio (galería, tribuna, etc. ), ya

que de esa forma se garantiza la rápida atención en favor del lesionado.

Tanto el Estadio Nacional como San Carlos de Apoquindo y otros recintos

de regiones sólo tienen un centro de ayuda médica. Incluso, hay

estadios, como El Cobre del Salvador y El Municipal de La Florida, que

sencillamente no tienen este tipo de servicios.

Asimismo, la ley de violencia en los estadios solicita expresamente la

instalación de una caseta y cámaras de video para el uso de Carabineros;

son pocos los estadios que cumplen con esa normativa, lo que ciertamente

disminuye las posibilidades de acción de la policía en caso de una

emergencia.

Otro de los puntos importantes que distingue el reglamento de la FIFA

tiene que ver con la evacuación del recinto. Pese a que ésta debiera

poder hacerse de manera expedita y por varios frentes, existen

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estadios, como El Teniente de Rancagua y el Francisco Sánchez Rumoroso

de Coquimbo, que únicamente tienen destinada una salida para los

automóviles, lo que provoca atochamiento y se convierte en una clara

amenaza en caso de presentarse una emergencia. Un caso similar se

observa en San Carlos de Apoquindo, que sólo posee dos salidas para

vehículos.

Una de las mayores falencias que presentan los estadios chilenos es el

aseo en restaurantes y servicios higiénicos. Aunque según la FIFA éstos

deben ser iluminados, contar con un aspecto higiénico y con la

correspondiente autorización de sanidad, la mayoría de las veces en

Chile sólo se encuentran recintos malolientes, de muy mala higiene y

comida de desconocida procedencia. Además, el reglamento exige que los

baños tengan una puerta de entrada y otra de salida, para evitar los

atochamientos, pero en Chile incluso hay estadios que tienen sólo tres

baños para todos los espectadores.

Otra de las normas básicas que se les exigen a los centros deportivos

es la habilitación de teléfonos públicos tanto dentro como fuera de los

estadios. Ningún recinto chileno cumple con esas disposiciones, aunque

la mayoría tiene habilitadas líneas telefónicas en los sectores donde la

entrada tiene el valor más alto.

Contrario a lo que se pueda creer, la comodidad y seguridad dentro de

un estadio de fútbol no sólo es un derecho de los espectadores, quienes

legalmente pueden exigir buena visibilidad y comodidad al pagar una

entrada, sino también de los propios jugadores y árbitros. La FIFA, por

ejemplo, prohíbe que las mallas de los arcos sean sostenidas en su parte

posterior con varas metálicas, ya que eso eventualmente podría herir a

un jugador. Ese sistema es empleado en varios recintos del país, siendo

el caso más evidente el del Estadio Nacional. El reglamento FIFA, en

todo caso, también toca aspectos más generales, tales como la

delimitación de zonas para que los jugadores puedan hacer su práctica

previa sin que sean alterados por el público, la disposición de diversos

implementos en los camarines, entre los cuales se incluyen secadores de

pelo, máquinas de afeitar eléctricas, televisores y refrigeradores. Pero

aquí también la realidad dista bastante del reglamento, pues en algunos

camarines ni siquiera se dispone de agua caliente.

La brecha que existe entre estas recomendaciones de la FIFA y el estado

de los recintos deportivos, no es exclusiva de Chile. Y parte de la

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responsabilidad la tiene la propia federación internacional, pues -a

excepción de la capacidad mínima de los estadios para encuentros

internacionales-, ésta suele no fiscalizar el cumplimiento de sus

normas.

El ejemplo Inglés

La "vista gorda" de las autoridades a las actividades de los

violentistas del fútbol terminó el domingo 27 de septiembre de 1997

cuando, tras el clásico entre Colo Colo y la "U", tres hinchas fueron

heridos -uno a bala y los otros dos con armas blancas- y el sector sur

del Estadio Monumental fue parcialmente destruido. Al día siguiente,

dirigentes y políticos que habían calificado los desmanes como "pequeños

focos de desorden" dieron un giro de 180 grados a sus discursos y

comenzaron a hablar de "soluciones reales".

Aún se siguen escuchando proposiciones, que han ido de la mano con

modificaciones a la ineficaz Ley de Violencia en los Estadios, como lo

propuso el diputado Alberto Espina (RN). Sin embargo, aún no se llega a

soluciones concretas.

Por lo mismo, el caso inglés puede ser un ejemplo. Tras sufrir durante

varios años con los hooligans, Inglaterra supo frenar el vandalismo en

los estadios con distintas medidas, que de a poco han comenzado a ser

imitadas por varios países del viejo continente, y que fueron coronadas

en 1996, cuando ese país organizóexitosamente la Eurocopa de Naciones.

Los cambios en el fútbol inglés comenzaron a gestarse en el verano de

1989, luego de que 89 personas murieran aprisionadas en un estadio de

Sheffield. Una de las primeras determinaciones fue crear una unidad

especial de inteligencia dedicada a obtener información de

los hooligans más peligrosos de Inglaterra y Gales (las medidas se

centraron solamente en estos dos países del Reino), para así prevenir

desmanes en Gran Bretaña, como también en el extranjero, donde los

hinchas ingleses eran muy temidos. En un comienzo, a este organismo se

le llamó National Football Intelligence Unit, trabajando bajo la

dirección de Scotland Yard, hasta que en 1992 fue anexado por el

recientemente creado NCIS (Servicio Nacional de Inteligencia Criminal).

La principal labor del departamento dedicado al fútbol es coordinar y

administrar toda la información de hinchas peligrosos, la

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cual es proporcionada desde distintas ciudades inglesas, gracias al

especial trabajo de un centenar de agentes que trabaja directamente con

los 92 clubes de la liga. Estos agentes son civiles y policías

descolgados de las distintas jefaturas locales, cuya principal misión es

detectar a los elementos más violentos de un determinado equipo y hacer

un completo perfil de ellos. Se estima que, en promedio, cada

institución tiene asignado cuatro inspectores.

De la buena recopilación de antecedentes depende el logro del principal

objetivo de la NCIS: evitar que las distintas barras se enfrenten. "Como

los estadios están cada vez más resguardados y en ellos hay cámaras de

televisión, los hooligans optaron por crear problemas lejos de la

cancha.

Por ello, cada vez que nos enteramos que estas bandas se quieren

enfrentar en un determinado lugar, enviamos las unidades policiales

locales correspondientes para disuadir a los barristas", dijo a Qué Pasa

Ashwin Kumar, vocero del NCIS.

Gracias al trabajo en inteligencia, el NCIS es el núcleo de

planificación de cualquier evento importante, como la Eurocopa de

Naciones, y así también de los distintos viajes que los hinchas ingleses

realicen al resto de Europa, ya sea para apoyar a la selección o a un

club en particular. El trabajo consiste en coordinar con la policía

local el traslado y estadía de los hooligans. Para el NCIS, los actos de

violencia protagonizados por ingleses en Marsella, durante la Copa del

Mundo, se debieron a que la policía francesa no supo manejar

correctamente la información proporcionada.

De cualquier forma, ese hecho es apenas "una mancha negra" en los

últimos años y lo prueba el que, según los datos aportados por el NCIS,

los arrestos por diversos desórdenes relativos al fútbol han disminuido

de 4. 588, en 1993, a 3. 307, en la temporada pasada. De las detenciones

efectuadas en 1997, más de 1. 168 fueron hinchas en estado de ebriedad y

sólo 52 personas fueron arrestadas por protagonizar actos violentos.

Aunque es su principal labor, el trabajo del Football Unit no se remite

exclusivamente al trabajo de inteligencia, ya que también se preocupan

de educar sobre las razones del comportamiento de las "barras bravas" y

de asistir en esta materia a otros países. Alemania y

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Holanda también crearon unidades similares tomando como modelo la labor

realizada por el NCIS.

Si bien el trabajo de esta división puede ser considerado exitoso, no

es el único elemento que explica cómo los ingleses lograron detener la

violencia en el fútbol, ya que a la par de la creación de un

departamento de inteligencia para el fútbol, se tomaron una serie de

otras medidas relacionadas con la seguridad en los estadios. Así nació,

en 1990, The Football Licensing Authority (FLA). La creación de este

organismo está directamente relacionada con la última de una serie de

leyes -todas promulgadas después de algún acto violentista de

proporciones- destinadas a resguardar la seguridad de los espectadores.

El principal objetivo del FLA era recomendar pasos a seguir al gobierno

y determinar la viabilidad de algunos estadios.

En 1994, el FLA dictó una de sus principales normas, al obligar a todos

los equipos de fútbol a que sus estadios tuvieran sólo público sentado,

eliminando las zonas para espectadores que veían el fútbol de pie y

donde usualmente se acumulaban muchos hinchas. Aunque esta ley también

fue impuesta por la FIFA, en varios países del mundo aún existen estas

zonas para que los hinchas presencien los partidos de pie. Uno de

estos casos es el Monumental de Colo Colo, y casi todos los estadios

argentinos y brasileños.

Además, en una determinación que asombró a muchos, el FLA decidió

eliminar las rejas que separaban al público de la cancha, como una

manera de lograr "una mejor atmósfera en los estadios". Claro que para

impedir que algún exaltado invadiera el campo de juego los clubes

debieron contratar un gran número de guardias de seguridad -similares a

los utilizados en Francia '98-, que además sirven de guía para los

espectadores que no encuentran su asiento. Las cifras aportadas por el

NCIS refuerzan el éxito de esta medida: en la temporada pasada sólo 243

personas, tomando en cuenta todos los partidos de las cuatro ligas

profesionales, fueron detenidas por invadir el campo de juego.

Pese a lo que pudiera pensarse, el proceso inglés para detener a los

vándalos no es ajeno a las autoridades chilenas, especialmente para

la Intendencia Metropolitana, que en 1996 envió a tres emisarios a

conocer las experiencias en distintas materias de seguridad de países

como España, Alemania y Gran Bretaña. Sin embargo, los alcances,

principales ejemplos y conclusiones que pudieran tener las autoridades

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metropolitanas no fue posible conocerlos, ya que, según se dijo a la

revista Qué Pasa, cualquier información oficial o extraoficial debe

emanar del intendente Ernesto Velasco y éste se encontraba en "luna de

miel".

ESPAÑA Manifiesto contra la violencia en el Fútbol ESPAÑA

A continuación, un articulo escrito por un amante del futbol en un

diario espanol

El asesinato del joven vasco seguidor de la Real Sociedad Aitor

Zabaleta a manos de un grupo de fascistas organizados en Madrid, ha

convulsionado el mundo del fútbol y al conjunto de la sociedad.

Este hecho viene a poner de manifiesto el alto grado de

penetración y organización de grupos fascistas y racistas en los campos

de fútbol, al amparo de algunas de las llamadas Peñas Ultras de

aficionados a este deporte espectáculo.Algo que, para cualquiera que

quiera ver, lleva varios años de progresión. Tanto en la exhibición de

simbología nazi-fascista, como su protagonismo en cánticos racistas,

pintadas igualmente racistas e insultantes y en actos de violencia que,

cada vez más, tienen un contenido político evidente y trágico.

Una sociedad de participación democrática como quiere ser la

nuestra debe preguntarse cuales son las razones sociales y políticas

para que estos hechos se produzcan y, sobre todo, cuales son las

acciones y posturas que cada uno debemos impulsar para detener este

ascenso del irracionalismo violento del fascismo.

Convencidos como estamos, de que existe tanto en el fútbol

como en toda la sociedad, una mayoría social a la que le repugna este

estado de cosas y lo que significa, creemos que el momento para

demostrarlo esta más que maduro. Es hora de que en los campos de fútbol

se visibilice un rechazo activo, firme y pacífico a estos grupos y que

se manifieste cada domingo en los campos donde pretendan exhibir su

macabros símbolos de muerte o cantar sus himnos racistas.

El espíritu de participación, trabajo solidario, juego

limpio, etc. que emana de la práctica y disfrute del deporte, aún como

espectáculo, es incompatible con el irracionalismo político violento que

practica el fascismo. Es desde dentro del deporte de donde debe surgir

la respuesta. En consecuencia manifestamos nuestro compromiso en el

rechazo activo

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del fascismo en el deporte y emplazamos a las directivas de los clubes a

romper relaciones con estas peñas mientras no expulsen y depuren las

minorías de elementos fascistas que capitalizan semana tras semana los

fondos de los estadios.




































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Conclusión

Resulta lamentable tener que leer todos los días en los diarios que hay

problemas de violencia en los partidos de fútbol. Cada fin de semana se

suma a la lista un incidente más, cada fin de semana que pasa a las

familias les da más miedo ir al estadio, con razón por supuesto.

Seguramente usted se preguntará cómo. Es simple, cada uno puede aportar

un granito de arena para no seguir alimentando la violencia, no

incitando la violencia en los cánticos, educando a los más chicos para

que tomen conciencia del problema, informando adecuadamente por parte

del periodismo, aplicando las leyes y condenando a aquellos inadaptados

que arruinan la fiesta del fútbol, no dejando ingresar a los estadios

elementos que atenten contra la seguridad tanto de los simpatizantes

como de los jugadores.

La violencia en los estadios en Chile, yo la comencé a vivir de muy

pequeño, por que fue a temprana edad que empecé a asistir al fútbol,

allí pude aprender los cánticos violentos de las barras y pude observar

cada uno de sus movimientos.

Particularmente recuerdo un partido, que pude ver por televisión, donde

se enfrentaron Colo-Colo y la “U” donde hubieron graves desmanes, gran

cantidad de heridos y detenidos. Para mi ese fue el momento en que llegó

la violencia al fútbol criollo, proveniente de Inglaterra, Italia,

Escocia, Gales, Brasil y Argentina.

Debo reconocer que ver esas imágenes me causan mucha impresión y creo

que la violencia en el fútbol hay que erradicarla lo antes posible,

siguiendo ejemplos como los de Inglaterra, donde hoy en todos los

estadios no es necesaria una reja de contención, o la iniciativa de “Los

de abajo”, los que fundaron una escuela para jóvenes barristas, o la

de los directivos de la U.Católica, quienes disolvieron a tiempo la ex

barra “Los del Este” cuando le lanzaron una piedra a su propio portero.

El problema es que los parlamentarios no hacen nada al respecto,

mantienen vigente una ley de violencia en los estadios, que simplemente

no sirve. Otra ley que lleva años dando vuelta en el congreso es la del

Deporte, sin ella muchos jóvenes y niños no tienen la posibilidad de

practicar su deporte sanamente, entonces siguen el mal camino, el camino

del alcohol y las drogas.

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Bibliografía

-Revista Que Pasa

-Diario El Mercurio

- Diario Olé (España)































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Indice

Introducción.................................................................................................pag

1-2

Desarrollo........................................................................................................pag

3-17

Conclusión......................................................................................................pag

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Bibliografía.....................................................................................................pag

19

Indice..................................................................................................................pag

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Violencia

en los

ESTADIOS

Nombre:

Curso:

Profesora:

Fecha:

Nota:

*

Fotos

Un buen ejemplo para implantar en Chile es la tomada en Inglaterra, con

los Hooligans

*

En Chile esta demostrado que la ley de violencia en los estadios, no

sirve

* *

Este un tipo de desmanes que cometen las barras bravas en Chile *




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Enviado por:Raul Contreras
Idioma: castellano
País: Chile

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