Literatura


Usos amorosos de la posguerra española; Carmen Martín Gaite


Usos amorosos de la postguerra española

RESUMEN

BENDITO ATRASO

La sociedad española de los cuarenta estaba retrasada frente a otros países mas avanzados. Todo está relacionado con el régimen de Franco. La autora se centra en la condición de la mujer en la posguerra. Carmen Martín Gaite afirma que la posición de la mujer española estaba como en la Edad Media y que Franco le arrebato todos los derechos civiles. También nos habla del escaso desarrollo de España en comparación con Estados Unidos. Una solución sería el desarrollo de la industria cinematográfica española, buscando inspiración en temas exóticos.

EN BUSCA DE COBIJO

Las jóvenes muchachas tenían vocación de monjas y las que se metían monjas los hacían porque le daba la gana y así a gente no hablaba mal de ella. Los padres y el novio podían llorar porque la echaba de menos. A las quien les había pasado `la edad de casarse', los adultos hablaban con una mezcla de piedad y desdén. Aparece el término `complejos' y a los hombres no les gustan las chicas con complejos. Se decía de una chica que tenía complejos cuando no sonreía, a los hombres no les gustaban las mujeres tristes. Surge una concepción del amor: el hombre que no se casaba es porque no quería y la mujer que no se casaba es porque no podía.

La población femenina era mucho mas numerosa que la masculina. De ahí la necesidad de educar técnica y profesionalmente a las jóvenes. Ha aumentado mucho la libertad de las mujeres jóvenes y podían trabajar fuera de sus casas. En la España de la posguerra había mucho paro, y si se estimulaba a la mujer a trabajar fuera de casa podía competir con los puestos laborales del hombre. Desde un punto de vista político, se intentó alejar a la mujer de sus labores.

EL LEGADO DE JOSÉ ANTONIO

José Antonio Primo de Rivera, líder del la Falange Española, fue siempre contrario la emancipación de la mujer. Su hermana, Pilar Primo de Rivera, apoya a la mujer y se preocupa por su futuro. Las afiliadas de la Sección Femenina, junto con Pilar, pretenden introducir la gimnasia y el deporte en la vida de la mujer española, que les ayudan a conseguir la gracia y la armonía física.

La indumentaria es muy importante para darle la belleza del cuerpo. La Sección femenina inventó en `pololo'. Era la prenda más típica de la posguerra que consistía de unos calzones oscuros que se ajustaban por encima de las rodillas.

En la década de los cuarenta surgen relaciones de amistad entre hombre y mujer. Para algunos escritores, estas relaciones con personas de sexo contrario les parecían mal, incluso el tuteo. Invocaban razones como: la mujer es distinta del hombre, y distinta tiene que ser su educación.

DISTINTA CARA DE LA MONEDA

Se desarrolló otro tipo de chica soltera: niña topolino. La palabra `topolino' significaba `ratoncito'. Las primeras alusiones burlescas a la niña topolino aparecen en “La Codorniz”, semanario humorístico dirigido por Miguel Mihura. Su contenido ha sido muy criticado por unas personas y muy querido por un amplio sector de la juventud.

Aparecen los zapatos topolino, se suela enorme y en forma de cuña, a veces con puntera descubierta. La chicas que llevaban aquellos zapatos no eran de buenas familias.

El dinero desempeñaba un papel muy importante en la juventud `topolino'. Manejaban dinero o estaban rodeadas de gente que lo manejaba. Ganarlo, en cambio, nunca se les pasó por la cabeza.

ENTRE SANTA Y SANTO, PARED DE CAL Y CANTO

Para los niños de la posguerra habían dos alternativas: el colegio religioso y el instituto. La mayoría de los padres de cierto nivel social elegían la primera. En los institutos de segunda enseñanza la matricula era mas barata que en los colegios de monjas, por tanto allí acudía gente de clase media y rural.

En Madrid surgen la prostitución clandestina y callejera que escapaba de todo control sanitario y policial. Para velar la inocencia de las niñas se pretendía prohibir con el enseñanza mixta, y educarlas en un colegio de monjas. Pero la educación del niño era mas fácil. Los comentarios familiares de donde podía llegar alguna información se formulaba en sordina.

Al hombre que llegaba virgen a la boda se le veía muy raro. La censura de la época silenciaba cualquier referencia abierta a la sexualidad. Se daba por supuesto las necesidades de los hombres, e incluso se les aconsejaba a las muchachas que no se inclinen por un jovencito inexperto sino por un hombre.

Se construyeron casas de tolerancia en lugares alejados del centro de la población y prohibía que alguna menor ejerciera este oficio. Los casos de tendencia homosexual se podía encontrar en una soltería masculina prolongada.

EL ARREGLO A HURTADILLAS

La falta de higiene, el malhumor, la incompetencia de la mujer, etc., pueden ser factores que alejan a los hombres del medio doméstico. La mujer debía de ensuavecer la vida de su marido. El mal humor, la casa revuelta, la bata para la limpieza se deben dejar para cuando no está en casa.

Las chicas se solían jugar con muñecas, para que se acostumbren desde la primera edad a cuidad y adornar. Se lanzo al mercado una muñeca llamada Mariquita Pérez. El apogeo de la muñeca se vio reforzado por la aparición de su hermano, Juanín.

En esta época hubo polémica sobre algunos cambios de los vestidos de novia. Se suprimió la cola y se cortó la falda del vestido. La mujeres tardaron muchos años en ir a la peluquería porque en los años cuarenta las peinadoras venían a las casas. Este tipo de oficio fue desapareciendo poco a poco.

La relación de la mujer con sus ropa tenía mucha importancia para entender la relación con los hombres. La prenda clave era la faja, y ninguna chica decente no de podía librar de ella. Algunas más atrevidas la suprimía en el verano. A la iglesia estaba totalmente prohibido entrar sin medias o con manga corta.

Otro tema aun más polémico era la moralidad en las playas. Se prohibía tomar el sol con la espalda demasiado descubierta. O sea que la muchacha que quisiera ajustarte a este ideal no podía ser llamativa ni bien vestida.

NUBES DE COLOR DE ROSA

El sueño y la ilusión mantenían a la mujer en las nubes. Y de las nubes se caía en un noviazgo concreto. Antes de que una jovencita de buena familia fuera presentada en sociedad tenía que vestir un traje largo y podía haber aprendido a bailar.

Salir de noche y volver a casa tarde no era propio de una señorita decente. Jamás podía llevar la llave del portal ni. Todo esto estaba reservado a los hombres.

Las chicas siempre llevaban un pañuelo al cine y cuanto más humedecido, mejor les había parecido la película. Las películas q mas hacían llorar eran las que acaban mal, igual que las novelas.

LA TIRA Y AFLOJA

Cundo el hombre llevaría la muchacha ante el altar vestida de blanco, ella sabía muy poco del matrimonio. Nadie le decía las verdaderas enigmas que puede encontrar en el camino hacia el noviazgo. Primero tenía que estudiar a fondo el carácter del futuro marido y hacer que la respecte.

El amor se concebía como una batalla que requería una actitud defensiva. El amor es conquista y había que emplear siempre estas palabras: combate, victoria, estrategia.

En la España de la posguerra había un porcentaje alto de jóvenes enfermos. Algunas de estas enfermedades afectaban a los órganos sexuales. La enfermedad mas extendida era la tuberculosis que se encontraba en los barrios donde reinaba la miseria. Las sospechas de tuberculosis suponía un grave impedimento para el amor.

A la jovencita de la posguerra le encantaba escribir cartas. Así se podía mantener una correspondencia interesante con personas de género contrario. Algunas madres temían que sus hijas puede terminar enamorándose de él. Pensaban que el primer paso había que darlo siempre él.

CADA COSA A TIEMPO

Dentro de una determinada clase social , una chico no se acercaba a una muchacha ni la sacaba a bailar sin que se la hubieran presentado previamente. Se atribuía mucha importancia a la forma que un hombre tenía de dar la mano y la mirada. El código de señales más utilizado era el intercambio de miradas. La etapa de las miradas de desarrollaba generalmente al aire libre, durante las horas del paseo.

Primero el chico se convertía en acompañante y luego se podían enamorar el uno del otro. Cuando empezaban a salir el lugar oportuno era el cine. Una chica nunca iba sola al cine.

Recibir una llamada por teléfono era algo excepcional. Un joven, si no conocía a la familia, tenía que vencer una cierta timidez cuando llamaba por la primera vez a la casa. Pero una chica nunca podía llamar por teléfono al chico.

La gente se enteraba de que un chico y una chica se habían hecho novios cuando los empezaba a ver solos en el cine o tomando aperitivos. Tampoco podían volver a bailar él con otro ni ella con otro. Estaba permitido que los novio s pasearan cogidos del brazo.

Cuando los novios rompían había la costumbre de que se devolvieran los regalos y las cartas que se hubieran podido escribir. Muchas veces esta petición solía partir de la novia. A un novio con el que se rompía definitivamente, no había costumbre de volverle a hablar ni a saludar cuando se le encontraba por la calle.

OPINIÓN PERSONAL

“Usos amorosos de la postguerra española” es un ensayo que nos presenta la posición de la mujer antes de la Segunda Guerra Mundial. A través de este ensayo descubrimos la sociedad española de los años cuarenta, una sociedad con grandes restricciones para la mujer. A nivel personal me ha gustado el libro porque describe muy bien las características más importantes de esa época. A veces me parecía un poco aburrido porque nos contaba varias páginas de lo mismo. El ensayo puede gustar a todos los públicos por su carácter abierto y reflexivo.

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Enviado por:Diana
Idioma: castellano
País: España

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