Literatura


Tuercas y tornillos: Una introducción a los conceptos básicos de la Ciencias Sociales; John Elster


Tuercas y tornillos: Una introducción a los conceptos básicos de la Ciencias Sociales

ELSTER, Jon (1989) Tuercas y tornillos, Barcelona, Gedisa, 1990. 178 Págs.

Metodología de les CCSS

Universidad Autónoma de Barcelona

Licenciatura en Sociología

Segundo curso, grupo 51

Universidad Autónoma de Barcelona a 6 de Enero de 2006

Índice

Introducción Pág.2

Capítulo 1 Pág. 3

Capítulo 2 Pág. 3

Capítulo 3 Pág. 4

Capítulo 4 Pág. 5

Capítulos 5 y 6 Pág. 5

Capítulo 7 Pág. 6

Capítulo 8 Pág. 7

Capítulo 9 Pág. 7

Capítulo 10 Pág. 8

Capítulo 11 Pág. 8

Capítulo 12 Pág. 9

Capítulo 13 Pág. 9

Capítulo 14 Pág. 10

Capítulo 15 Pág. 10

Capítulo 16 Pág. 11

Introducción

A modo de introducción, únicamente comentar que la obra Tuercas y tornillos. Una introducción a los conceptos básicos de las ciencias sociales; es una lectura difícil si no se entienden, al menos mínimamente, algunos conceptos básicos sobre economía. Elster utiliza una serie de ejemplos; como el varias veces citado “Dilema del prisionero”, y una seria de gráficas; como la gráfica de la oferta y la demanda, las cuales si no se ha estudiado un mínimo de economía resulta difícil de entender.

Me dispongo a comentar cada episodio, o si más no la parte que me parezca más interesante, con más o menos extensión, dependiendo de mi capacidad para poder criticar o alabar a uno de los grandes autores que han existido en el campo de las Ciencias Sociales como es Jon Elster. Espero poder conseguirlo con éxito.

1. Mecanismos

El punto más interesante, a mi parecer, en cuanto a este primer capítulo, es aquel en el que se habla de las declaraciones causales y las predicciones. Según Elster, se puede explicar sin predecir y predecir sin explicar. Y creo que tiene razón cuando comenta que entre fines explicativos causales lo que importa es el mecanismo, que proporciona comprensión. Lógicamente, para explicar alguna situación coherente y con credibilidad, importa mucho la forma de hacerlo, el mecanismo con el cual se explica, para ofrecer la comprensión que la explicación causal requiere.

La predicción por su parte ofrece control y entre varios fines predictivos no hace falta escoger. Una predicción no tiene por qué ser comprensible, más que nada porqué no se puede comprobar su certeza o credibilidad. Lo que pueda ocurrir o no en un futuro, escapa de las manos de cualquier explicación coherente, y por lo tanto de cualquier mecanismo. El hecho de que los comprensionistas intenten mirar hacia el futuro sin fijarse en lo ocurrido en el pasado, demuestra la poca credibilidad de una predicción.

Acierta Elster al decir que la predicción ofrece control, sobretodo si es una predicción creíble para los demás. El ejemplo mas notorio seria en el sondeo de unas elecciones. Si en este sondeo aparece el partido X como ganador, los del partido Y irán a votar en masa para ser vencedores. Predecir que partido va a ganar las elecciones, puede permitir el control de estas elecciones.

2. Deseos y oportunidades

En este segundo capítulo, Jon Elster se basa en el individualismo metodológico para explicar las acciones humanas. Según Elster la acción humana seria la unidad básica de la vida social. Explicar las instituciones o el cambio social, es demostrar como surgen estas acciones como resultado de la interacción. En este punto podría hacer una crítica desde el punto de vista holista, los cuales se basan en la idea que la sociedad es algo más que los individuos que la componen. Pero no me puedo centrar en esta visión por que me parece más correcta la visión individualista de ver el mundo. Elster afirma que el individualismo metodológico es bueno para las Ciencia Sociales, ya que nos proporciona explicaciones finales; explicaciones a nivel óptimo para Sociología. Además, hacen referencia a mecanismos inteligibles (los individuos), cosa que hace que se pueda conectar la Sociología, con otras ciencias.

Con la definición de acción humana, el autor pretende explicar todo lo relacionado en cuanto a deseos y oportunidades, después de unos ejemplos económicos, en la línea Elsteriana.

Elster hace una crítica a sus amigos, los economistas, al asegurar que se equivocan cuando dicen que todo el mundo desea lo mismo, pero sus deseos dependen de sus oportunidades para hacerlos realidad. El autor prefiere la visión de los científicos sociales, los cuales, reconocen que todo el mundo difiere tanto en sus deseos como en sus oportunidades. Aun estando de acuerdo con Elster, debo criticar las palabras siguientes a esta afirmación: “esta opinión me parece tan obviamente correcta que no requiere mayor defensa”. Un estudioso de las ciencias sociales, no creo que deba defender sus argumentos en un tono pedante como el que aquí observamos.

Finalmente Elster dice que las oportunidades son más básicas que los deseos porqué son más observables, y se puede influir mejor en su conducta. Es más fácil cambiar las oportunidades de la gente que su manera de pensar.

3. Elección racional

Elster define, sorprendentemente, la elección racional de una forma sencilla, e inteligible: “Cuando entre varios cursos de acción la gente suele hacer lo que cree que es probable que tenga el mejor resultado” Me parece una definición muy correcta sobre la elección racional.

Las acciones son elegidas como medio eficiente para otro fin. Muchas veces la distinción entre medios y fin carece de sentido; pero a veces estas elecciones sin sentido, se asemejan a la acción instrumental (la acción está guiada por el resultado de otra acción). Es decir, un ordenamiento de preferencias. La persona escoge la preferencia a partir de la cual puede maximizar la utilidad. Aún así, no todas las formas de acción instrumental son de carácter racional.

La persona escoge lo que cree, pero esta creencia puede ser errónea, ya que un proceso racional no siempre alcanza la verdad. Aún así, la elección racional es la única forma de llegar al máximo general de una acción, ya que ofrece un margen de error; al contrario que la selección natural, la cual solo puede llegar a un máximo local, ya que la elección racional solo acepta una acción que vaya a mejor, dando siempre el máximo de sus beneficios.

Si esta acción empieza a descender la selección racional se detiene y vuelve al punto máximo experimentado hasta el momento. Pero este punto máximo no siempre es le máximo general. Muchas veces, para llegar al máximo general, antes se debe descender en la maximización de los beneficios; hecho que no permite la selección natural, pero que si lo hace la elección racional.

4. Cuando fracasa la racionalidad

Aquí Elster, se basa en Hume para buscar los fallos de la elección racional. Y utiliza una frase de Hume, el cual dice que: “la noción de deseos racionales carece de sentido. La razón no puede dictar a las pasiones cuáles deberían ser sus objetos” Me baso en la visión freudiana del mundo para rebatir esta afirmación, las pasiones si que son controladas por la racionalidad. Muchas veces deseamos algo insistentemente, pero no lo conseguimos porqué controlamos este deseo al no ser posible o no concordar con las normas sociales establecidas.

Cambiando de tercio, al final del capítulo Elster hace la siguiente afirmación: “a veces se elige la opción equivocada. Si se elige por error no es ser irracional. En cambio, si se actúa a incorrectamente siendo consciente de ello, si es ser irracional” Desde mi humilde conocimiento, para mi actuar racionalmente es actuar si se tiene razones para hacerlo. Si alguien actúa incorrectamente siendo consciente de ello, es porqué realmente tiene razones para hacerlo. En cambio si alguien actúa incorrectamente sin darse cuenta, no tiene razón alguna, simplemente porqué no sabe que está actuando mal.

5. Miopía y perversión 6. Egoísmo y altruismo

En este punto, conecto el capítulo 5 y 6 por qué pienso que van muy relacionados y se puede hacer perfectamente una crítica conjunta de ambos capítulos, ya que creo que se contradice, basándome en el tema del estado de la naturaleza.

Según el autor, una de las tareas de las ciencias sociales es explicar porqué no estamos en el estado de la naturaleza (aquel estado en que la gente vive en el presente y sólo se preocupa por sí mismo). Puedo estar de acuerdo, de que actualmente no estamos en el estado de la naturaleza, ya que la gente muchas veces piensa a largo plazo; como dice Elster, hace previsiones, la cuales se consideran una explicación para el dominio de uno mismo. Es mas, veo un punto interesante aquél en el que se habla de la debilidad de la voluntad. Una persona decide hacer algo, pero cuando llega el momento hace otra cosa. La explicación brillante de Elster, es que el futuro no decae (no pierde su valor desde el punto de vista del presente) a una razón constante a medida que se va alejando del presente. Para solucionar esta debilidad, se debe actuar según el conjunto de oportunidades, limitándolas para que no se puedan cambiar en un futuro próximo.

Pero no estoy de acuerdo en que no estamos de ninguna forma en el estado de la naturaleza; ya que todo el mundo piensa en sí mismo. De hecho, Elster me ayuda a criticarle cuando dice que incluso el altruismo tiene su punto egoísta. Pero vayamos por partes.

Por una parte; Jon Elster defiende que no estamos en aquel estado donde todo el mundo piensa en sí mismo; pero por otra parte, Jon Elster defiende que aunque a veces estamos dispuestos a ayudar, este altruismo deriva a la realidad en interés propio. El objetivo altruista es ofrecer placeres egoístas a los demás, pero también es satisfacer nuestros deseos. Por ejemplo, al hacer un regalo para el cumpleaños de un amigo, en el fondo queremos que nos devuelvan el regalo para nuestro cumpleaños.

Incluso, el autor se atreve a decir que el amor por una persona es interés propio. El amor que le damos a nuestro padre, a nuestra madre o a nuestro amado/a es por qué queremos recibir a cambio su amor. Pero Elster no tiene en cuenta a las personas que aman sin ser amadas.

7. Emociones

En este capítulo, la visión excesivamente economista de Elster, numeraliza algo que para mi no es numeralizable, las emociones. Los presenta como la materia de la vida. Dice que subjetivamente, se las experimenta como dominantes, ya que, no elegimos tenerlas y estamos en su poder.

Afirma que se las ve como fuente de irracionalidad y cómo obstáculo para una vida ordenada. Afirmación que me parece errónea, porqué el hecho de tener una seria de emociones no significa que se aleje a la persona de la racionalidad. Si así fuera, ninguna de las acciones que realizamos serían racionales, y viviríamos en un mundo de irracionalidad constante.

8. Selección natural y social

La selección natural, según Jon Elster, opera según los resultados reales, mientras que la elección racional se interesa por los resultados previstos de la acción. Por esto, la selección natural siempre se utiliza en las explicaciones funcionalistas. Una acción es funcional, si es un máximo local individual, respecto a la capacidad reproductiva, en un medio en que los demás organismos ya han llegado a su máximo local. Como decía en el punto 3, sobre la elección racional, la selección natural solo puede llegar al máximo local, y la elección racional es capaz de llegar al máximo general.

La selección natural opera en el presente, i la elección racional puede ser guiada por el futuro. Por esto, la selección natural es el mecanismo de acción perfecto para el estado de la naturaleza; ya que opera únicamente en el presente y mejora la aptitud del organismo individual. Aún así, también hay espacio para e altruismo

Estoy de acuerdo en la crítica que hace Elster, cuando dice que la selección natural ha obtenido pocos logros en explicar la conducta humana, ya que los humanos no se comportan de la forma rígida en la que lo hacen los animales. Además, no se tiene en cuenta la capacidad creativa del ser humano y la capacidad de resolver problemas.

9. Refuerzo

El problema de este capítulo, es básicamente que no define de una forma clara el concepto de refuerzo, obligando al lector a hacerse su propia idea de éste. La definición que yo he intuido, y con gran arriesgo de equivocarme seria: Síntoma que aparece con independencia de la intención propia, para reforzar ciertas emociones que puedan sentir los individuos y modificar la conducta de estos.

El acontecimiento reforzador, es más probable que modele esta conducta, cuanto más pronto se produzca, cuanto más seguro se produzca y cuanto más frecuentemente se produzca. La mayoría de situaciones sociales tienen poca regularidad para que el refuerzo modele la conducta afinadamente.

10. Consecuencias no intencionales

El autor dice con toda la razón, que las cosas no siempre resultan como esperamos, muchos acontecimientos ocurren sin ninguna intención. Del resultado intencional de una acción, puede haber otro no intencional.

También afirma que las más notables consecuencias no intencionales hacen que todo el mundo esté peor, o todo lo contrario, que todo el mundo esté mejor. Pone como ejemplo la “Mano Invisible” de Adam Smith. Pero recordemos, que la teoría de la “Mano Invisible” fallaba de forma estrepitosa cuando el estado intervenía excesivamente.

De la misma forma que esta afirmación sobre las consecuencias no intencionales puede fallar si alguien pudo prever que sucedería. Por ejemplo, y utilizando un tema que gustaría a Jon Elster, los pocos que pudieron prever el derrumbamiento de la bolsa en 1929 (Crack del 29) salvaron sus ahorros y evitaron la bancarrota de su capital; todos sufrieron condiciones negativas después e una consecuencia no intenciona, excepto estos pocos privilegiados que gozaron de condiciones positivas.

11. Equilibrio

En este capítulo, Elster nos presenta el equilibrio como una forma de mantener la elección racional. Según el autor, la teoría de la elección racional se determina en el equilibrio. Actuar racionalmente, afirma, que se entiende como una acción bien definida que maximiza la utilidad del agente.

Seguidamente argumenta, y aquí es donde discrepo, que a veces es racional actuar al azar. Si actuamos al azar, es imposible que estemos dentro del equilibrio, y menos que estemos actuando de manera racional; ya que, actuar de forma racional es maximizar al máximo la utilidad de la acción; y si actuamos al azar, es imposible saber si maximizaremos esta utilidad o simplemente llegaremos a un máximo local.

Finalmente habla sobre mecanismos de aprendizaje a utilizar, para llegar al equilibrio. Habla de las expectativas adaptativas y de las expectativas racionales. Me quiero centra exclusivamente en el segundo mecanismo.

Según Jon Elster, las expectativas racionales se basan en que: “las personas que viven en una sociedad emplean los mismos modelos y la misma información que el científico social que las estudia. Si él puede prever lo que sucederá, ellas también pueden ellas”

No estoy de acuerdo con esta afirmación, ya que primeramente se muestra al sociólogo como una especie de “líder” o “jefe”, que dicta una serie de normas que la sociedad debe seguir. Por otra parte, se sitúa a las personas al miso nivel cognitivo del sociólogo, infravalorando las aptitudes del científico social cuando dice que: “Si él puede prever lo que sucederá, también pueden ellas”

12. Normas sociales

El autor comenta, y con toda la razón, que la conducta guiada por normas se orienta hacia el resultado. Cuando la gente obedece normas, es porqué tienen un interés propio: evitar la desaprobación de los demás.

Elster dice que las normas no necesitan sanciones externas para ser efectivas. La simple actitud de los demás, es suficiente para que el individuo siga las normas. El miedo a la exclusión social del grupo es suficiente para que una persona acate las normas sociales.

13. Acción colectiva

En este punto, podemos encontrar una serie de afirmaciones interesantes sobre la acción colectiva, aunque explicadas de una forma un poco difícil, por ejemplo en este apunte: “El grupo tiene un problema de acción colectiva si es mejor para todos si algunos lo hacen, a que no lo haga nadie, pero es mejor para cada uno no hacerlo. Puede o no ser mejor para todos si todos lo hacen que si nadie lo hace. Y puede o no ser mejor si todos lo hacen” La dificultad de la oración no se encuentra en el significado si no en la forma. Entiendo que no encontramos delante de un problema de elección racional. Es mejor para todo el grupo que todos los miembros actúen para mejorar; pero desde el punto de vista individual, es mejor no actuar por el bien del grupo y que actúen los demás.

Creo humildemente, que el autor se contradice en este capítulo con el capítulo 6, cuando dice que hay dos errores cuando se habla de conducta cooperativa: 1. Creer que existe una motivación privilegiada que lo explica. 2. Cada instancia de cooperación se explica por una motivación. Afirma que no es egoístamente racional cooperar, coexisten varias motivaciones para ello, que se refuerzan las unas en las otras.

En el capitulo 6 afirmaba que el altruismo se movía por el interés propio. Para mí, la cooperación se hace de forma altruista; por lo tanto no puede afirmar el autor que no es egoístamente racional. Si un individuo coopera para una acción colectiva, lo hace para mejorar principalmente como individuo, y a continuación como colectivo social.

14. Negociación

Capítulo en la línea económica del autor, para definir la negociación. Lo que impulsa a la negociación es la maximización del beneficio, y lo que impulsa al acuerdo entre las parte negociantes, según Jon Elster, es el costo de la negociación.

Cuanto más se tarda en negociar, menos beneficios se obtienen. Si no existiera costo de negociación, las negociaciones serian interminables. A veces se prefiere llegar a un acuerdo desfavorable que a uno favorable más tarde.

Las palabras de Elster me parecen correctas, excepto que si no hubiese costo de negociación, las negociaciones serian interminables. Si se hace una negociación, es porqué se sabe que de esta forma se obtendrán una serie de beneficios. Por esto, si no se consigue el beneficio máximo, se llega a un acuerdo intermedio, pero que aun así favorece a ambas partes, por esto las negociaciones no serán interminables.

15. Instituciones sociales

Elster, eleva a las instituciones hasta el nivel de protectoras sociales, y de eliminadoras de pasiones e intereses propios; algo que me parece desmesurado.

Pero si avanzamos en el capítulo vemos que rectifica, y especifica que las instituciones son creadas por individuos con intereses propios, y que pueden ser manipuladas para satisfacer los intereses de cada uno.

Como bien dice, las instituciones tienen dos caras. Por un lado, actúan, eligen y deciden como si fueran un mandamiento individual. Por el otro, son creadas y compuestas por individuos.

Por último comentar estas palabras: “Cuando las instituciones afectan al bienestar de las personas pueden mejorar las condiciones de todos, mejorar las condiciones de algunos a expensas de los otros o hacer que todos estén peor” Si una institución es a nivel social, lo único que debería hacer es mejorar o empeorar las condiciones del grupo en su totalidad. No es lógico que una institución mejore la calidad de vida de algunos y empeore el bienestar de otros.

16. Cambio social

Sorprende cuando el autor comenta que: “La sorpresa subjetiva y no la novedad objetiva es el cuño del cambio social. En el equilibrio no hay sorpresas; por lo tanto el cambio social es un fenómeno fuera de equilibrio”

El cambio social no siempre proviene de una sorpresa subjetiva, sino que puede estar predeterminado por la sociedad. El hecho de que ciertos factores actúen en la sociedad, como pueden ser la pobreza o la falta de trabajo; puede hacer prever un cambio social drástico; como puede ser un golpe de estado a favor del pueblo.

Aún así, acaba con unas palabras de gran talento por su parte: “La capacidad de las instituciones para actuar de manera efectiva para el cambio social se ve limitada, en parte debido a la complejidad de la causalidad social. La historia es el resultado de la acción humana, no de los designios humanos”

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Enviado por:Apolo125
Idioma: castellano
País: España

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