Salud


Traumatismo abdominal


UNIVERSIDAD DE CONCEPCION

FACULTAD DE MEDICINA

DEPARTAMENTO DE ENFERMERIA

DOCENTE :

INTEGRANTES:

FECHA: 28 Mayo 2001

INTRODUCCIÓN

En las últimas décadas se ha registrado un aumento notorio en los casos de trauma, como consecuencia del desarrollo de los viajes a altas velocidades y el incremento de la violencia con el uso de armas cada vez más letales.

El trauma accidental o intencional es la causa número uno de muerte de personas jóvenes, y también es responsable de pérdidas de vida laboral en una proporción mayor que la causada por el cáncer y las enfermedades cardíacas combinadas.

Por otro lado, el trauma abdominal ha sido de importancia desde hace siglos. Aristóteles describe una contusión abdominal e Hipócrates, la primera herida abierta abdominal con compromiso intestinal. Desde entonces comenzó a estudiarse el tema para salvar la vida de estos pacientes y disminuir sus secuelas. Así, en todo el mundo se encuentran grandes logros en el diagnóstico y tratamiento del paciente traumatizado. En Chile, a su vez, la creación del Servicio de Atención Médica de Urgencia (SAMU), ha significado un avance verdadero en el manejo de este tipo de enfermos.

El trauma abdominal está presente en un 13 a 15 % de todos los accidentes fatales hasta un 44 % de las muertes tardías se deben a lesiones abdominales graves. 4% de las muertes por trauma.

En el presente trabajo se dan a conocer los tópicos más importantes del trauma abdominal, haciendo referencia inicial a aspectos generales del tema para luego el o los daños a los órganos abdominales, producto del trauma, su etiología, diagnóstico y manejo.

OBJETIVOS

  • Reconocer al traumatismo abdominal como un problema importante dentro de todos los traumatismos

  • Conocer generalidades del traumatismo abdominal

  • Conocer los traumatismos que se producen en cada órgano abdominal afectado

  • Conocer la atención de enfermería en urgencias realizadas a pacientes con traumatismo abdominal

DEFINICIÓN DE TRAUMA:

La palabra trauma deriva del griego y significa herida, que puede ser provocada por varias situaciones.

DEFINICIÒN DE TRAUMA ABDOMINAL:

Lesión de paredes y/o vísceras abdominales (desgarro parenquimatoso, rotura de órganos huecos). Esta lesión puede ser abierta (por traumatismo penetrante) o cerrada (por traumatismo abdominal) debido a la acción violenta .

EPIDEMIOLOGÍA

Defunciones causadas por diferentes traumatismos:

  • Traumatismo TGI : 6 entre 20-79 años.

  • Traumatismo de hígado: 43> % entre los 20-60 años.

  • Traumatismo de bazo: 4 entre 15-40 años.

  • Traumatismo de riñón: 3 de 15 a 19 años.

  • Traumatismo de órganos pelvianos: 27< % entre 15 a 60 años.

  • Traumatismo de otros órganos no especificados: 1.166 de 1-80 años y más.

Se encuentra mayor porcentaje de defunciones por traumatismos en el sexo masculino.

DIVISIÓN ANATÓMICA DEL ABDOMEN

Anatómicamente el abdomen, según la escuela francesa, se divide en nueve cuadrantes desde el punto de vista topográfico, y esto se hace trazando líneas imaginarias verticales y paralelas que van en la continuación de la línea medio clavicular y terminan en el centro de una diagonal que va desde la espina ilíaca anterosuperior hasta la sínfisis del pubis a ambos lados de la línea media y dos líneas paralelas y horizontales, una de ellas une los rebordes costales en su parte más inferior y la otra une ambas espinas ilíacas. Esta división deja ver los nueve cuadrantes que de derecha a izquierda y de su superior a inferior son:

Hipocondrio derecho: lóbulo derecho del hígado, fondo de la vesícula biliar, parte del colon transverso y ángulo hepático del colon, extremidad superior del riñón derecho y cápsula suprarrenal.

Epigastrio: lóbulo izquierdo del hígado, cara anterior del estómago, con parte del cuerpo, el antro y el píloro, epiplón gastrohepático con la arteria hepática, la vena porta y los conductos cístico y colédoco, segunda y tercera porción del duodeno, páncreas, arteria mesentérica superior, plexo solar y columna vertebral con la aorta, la vena cava y el conducto torácico.

Hipocondrio izquierdo: lóbulo izquierdo del hígado, tuberosidad mayor gástrica, cardias, epiplón gastroesplénico, bazo, extremidad superior del riñón izquierdo, cápsula suprarrenal, porción del colon descendente, ángulo esplénico del colon, asas del yeyuno y cola del páncreas.

Flanco derecho: parte del intestino delgado y colon derecho.

Mesogastrio: epiplón mayor, porción baja gástrica, colon transverso, asas del intestino delgado, mesenterio, cava y aorta.

Flanco izquierdo: parte del intestino delgado y colon izquierdo.

Fosa ilíaca derecha: ciego y apéndice, psoas, uréter derecho, vasos iliacos, genitales en la mujer.

Hipogastrio: epiplón mayor, parte del intestino delgado, vejiga y uréter, útero en la mujer.

Fosa iliaca izquierda: sigmoides, porción baja del colon descendente, asas delgadas, genitales en la mujer, vasos iliacos y psoas.

Por posterior tenemos las fosas o regiones lumbares que contienen riñones, pelvis renales y comienzo de los uréteres, a ambos lados de la columna vertebral.

Otra forma de dividir el abdomen según la A.T.L.S

  • la cavidad peritoneal, que se subdivide en:

  • abdomen superior, la región ubicada bajo el diafragma y la caja costal, donde se hallan el bazo, hígado, estómago y colon transverso, y

  • Abdomen inferior, la parte baja de la cavidad periotoneal que contiene el intestino delgado y el resto del colon intraabdominal.

  • El espacio retroperiotoneal, donde están ubicados la aorta, la vena cava inferior, el páncreas, los riñones y sus uréteres, algunas porciones del colon y el duodeno, las lesiones en esta área son difíciles de reconocer por el difícil acceso al examen físico.

  • La pelvis o anillo pelviano está compuesto por tres huesos, dos componentes laterales, el hueso iliaco con sus tres partes conocidas, pubis, isquium e ilium. El tercer componente, el sacro cierra el anillo por su parte posterior. Esta estructuración le da una estabilidad intrínseca a este anillo. Además está unidos por potentes ligamentos, que aparte de la estabilidad le proporcionan cierta flexibilidad y capacidad de absorción de impactos menores. En la pelvis esta el recto, la vejiga, los vasos iliacos y los genitales internos en la mujer. Por el difícil acceso en el examen físico también constituye una zona conflictiva al diagnostico precoz.

  • FISIOPATOLOGÍA DEL TRAUMA ABDOMINAL POR ÓRGANOS.

    TRAUMA PANCREÁTICO Y DUODENAL.

    Por la ubicación retroperitoneal del páncreas y del duodeno y su íntima interrelación anatómica y funcional, se considera en forma conjunta el manejo del trauma de estos órganos. En la práctica se encuentran lesiones combinadas pancreto-duodenales. La combinación representa una de las más graves y complejas situaciones en el manejo del trauma (lo cual se traduce en mortalidad global de 30%), con la mayoría de las muertes por sepsis y falla orgánica múltiple. Debido a que se hallan protegidos en la región profunda y posterior del abdomen, son relativamente raras las lesiones de éstos órganos; la mayor parte, y las más graves, son consecuencia de trauma cerrado sobre el epigastrio por comprensión contra la rígida columna vertebral, como sucede en la persona que recibe un impacto por el volante del automóvil. El trauma cerrado incluye también desaceleración, como en accidentes vehiculares cuando la persona tiene colocado el cinturón de seguridad, efectos de desaceleración que provoca una fuerza de inercia mayor que la que mantienen al duodeno a sus ligamentos de fijación y también accidentes por agresiones de armas de fuego de mayor calibre.

    El páncreas por su ubicación retroperitoneal y proximidad a estructuras vasculares y órganos vecinos, hace extraordinariamente frecuente su asociación con lesiones hepáticas del bazo y vísceras huecas en el trauma cerrado y lesiones de aorta, vena porta o cava en lesiones penetrantes.

    Los 2/3 de los pacientes que mueren debido al trauma pancreático lo hacen en las primeras 48 horas por exanguinación y el resto de los decesos se produce posteriormente por sepsis y fallas orgánicas múltiples. Por lo tanto la prioridad en el trauma pancreático es el control de la hemorragia y evitar la contaminación bacteriana y luego realizar los mayores esfuerzos para determinar la presencia o ausencia de lesión del conducto pancreático para evitar las complicaciones postoperatorias, derivadas de un mal manejo de dicha lesión.

    La mortalidad de las lesiones traumáticas del duodeno es alta; la exanginación es la causa más frecuente en las fases tempranas, y la mortalidad tardía usualmente es el resultado de lesiones asociadas o de sepsis. Como en el caso de otros órganos, la mortalidad es más elevada en los pacientes con trauma cerrado.

    TRAUMA DEL HIGADO.

    El hígado, como el órgano intra-abdominal y subdiafragmático sólido de mayor volumen es, después del bazo, el que más frecuentemente resulta lesionado por trauma cerrado o penetrante, tanto el abdomen como el tórax.

    El trauma de magnitud suficiente para afectar al hígado usualmente resulta el lesiones de otros órganos.

    El trauma cerrado puede producir hematoma intrahepático o fracturas del órgano, mientras el trauma penetrante comúnmente produce laceraciones; en ambas situaciones puede haber desgarro, laceraciones o avulsiones vasculares.

    La gravedad de las lesiones oscila entre las mínimas (grados l y ll), que representan la gran mayoría, y las muy complejas (grados lll-V).

    Grado I, simples y que no sangran;

    Grado II, simples y que sangran;

    Grado III, lesión parenquimatosa grave que sangra activamente pero que no requiere oclusión del flujo para su control;

    Grado IV, lesión extensa del parénquima que sangra activamente;

    Grado V, lesión mayor de las venas hepáticas o d la vena cava inferior.

    La principal causa de muerte en pacientes con trauma hepático es la hemorragia masiva. La segunda es la sepsis, intra o extra-abdominal. El tratamiento está orientado al control de la hemorragia y a la prevención de infección.

    La clave del manejo del trauma hepático es adoptar una modalidad terapéutica selectiva con base en las diversas estructuras afectadas: venas hepáticas, vena cava retrohepática, ramas de la arteria hepática, ramas de la vena porta, canales biliares y parénquima hepático.

    TRAUMA DEL BAZO.

    El bazo es el órgano más habitualmente lesionado en el trauma cerrado del abdomen y frecuentemente comprometido en los traumatismos penetrantes de la parte baja del tórax, abdomen alto y flancos y es responsable de mortalidad por la severa hemorragia que produce.

    El bazo es un órgano linfo-reticular de importancia en el sistema inmunitario y se le atribuyen numerosas funciones, principalmente fagocitosis y producción de anticuerpos. La esplenectomía puede resultar en cuadros de sepsis fulminante, tanto en los niños como en los adultos.

    El bazo puede ser lesionado como resultado de un trauma cerrado o penetrante.

    TRAUMA DE COLON Y RECTO

    Las heridas del colon y recto, que están entre las lesiones más letales que pueden enfrentar un cirujano en el abdomen, pueden ser producidas tanto por trauma penetrante como por trauma cerrado, o ser provocadas por cuerpos extraños utilizados en prácticas sexuales, así por ingestión de éstas.

    Las lesiones del colon secundarias a trauma cerrado del abdomen son relativamente raras. Las causas iatrogénicas ocurren durante procedimientos operatorios complejos en pacientes con carcinomatosis, irradiación previa, perotonitis o adherencias densas y múltiples.

    Por razón de la diversidad de la flora bacteriana nativa del colon, la sepsis polimicrobiana constituye un peligro potencial en el trauma colorrectal.

    Para el manejo y elección de la técnica quirúrgica o utilización de la reparación de las lesiones del colon es importante consignar factores de riesgo que contribuyen a las complicaciones postoperatorias:

    _ shock: producto de la prolongada aumenta la mortalidad en la acción quirúrgica.

    _ Contaminación fecal.

    _ Lesiones asociadas: a mayor lesión, mayor número de complicaciones por tanto mayor riesgo de mortalidad.

    _ Tiempo transcurrido entre la lesión y la reparación; mayor retraso de la reparación, mayor aumento de la contaminación fecal.

    _ Mecanismo de lesión traumática: lesiones por proyectiles de alta velocidad producen lesiones más extensas que la por arma blanca.

    TRAUMA DE ESTÓMAGO

    Las lesiones gástricas de origen traumático son relativamente poco frecuentes, ocurriendo en un 7% a 20% en los traumas penetrantes del abdomen y en un 0.4% a 0.7% en el trauma cerrado (8,9), situación que se explica por su localización en la porción intratorácica del abdomen protegido por la jaula torácica.

    TRAUMA DEL INTESTINO DELGADO

    Las lesiones intestinales son el resultado de traumas cerrados y penetrantes del abdomen. El amplio volumen que ocupa el intestino delgado en el abdomen lo hace estar particularmente expuesto a lesiones penetrantes, con compromiso de un 80% en las heridas por arma de fuego y un 30% en las heridas por arma blanca. En los casos de trauma abdominal cerrado el intestino delgado se lesiona en un 8% a 15% de los casos.

    HERIDAS PENETRANTES: Las armas de fuego causan las mayores lesiones, las que están en directa relación a la energía cinética del proyectil. Los proyectiles de alta velocidad producen efectos de cavitación temporal, provocando daño visceral más allá del simple recorrido del proyectil, determinando perforaciones a distancia por necrosis tisular. Las heridas por arma blanca son en general menos graves, pero por la posición del intestino puede provocar daño en diferentes asas del intestino.

    TRAUMATISMO CERRADO: Este tipo de agresión provoca menos lesiones en el intestino delgado y ellas resultan especialmente en accidentes automovilísticos en que se ha postulado mecanismos directos, como es la compresión del intestino contra la columna lumbosacra; mecanismos indirectos provocados por violenta desaceleración que causa lesiones en los puntos de fijación del intestino (ligamento de Treitz, válvula ileocecal, inserción mesentérica); por último, se ha postulado como mecanismo de lesión un aumento brusco de la presión intraabdominal que puede significar la ruptura del intestino al existir un asa cerrada temporalmente.

    TRAUMA DE GRANDES VASOS ABDOMINALES

    Los grandes vasos abdominales comprenden:

  • La aorta abdominal (subdiafragmática)

  • El tronco celiaco y sus tres ramas: hepática, esplénica y gástrica izquierda.

  • La arteria mesentérica superior.

  • La arteria mesentérica inferior.

  • Las arterias renales.

  • Las arterias ilíacas.

  • La vena cava inferior.

  • Las venas renales.

  • La vena porta

  • Las venas ilíacas.

  • Las venas renales.

  • Las venas principales que acompañan a los troncos arteriales principales.

  • El trauma abdominal con compromiso vascular mayor puede ser penetrante por arma cortopunzante o por arma de fuego.

    También hay lesiones vasculares secundarias a trauma abdominal cerrado, son más frecuentes en la región superior del abdomen.

    Las heridas de los grandes vasos abdominales son esencialmente mortales; sin embargo, los pacientes sobreviven cuando son remitidos con rapidez, se logra reanimar y se hace autotransfusión o transfusiones masivas. Generalmente ingresan en estado de shock y el hallazgo del tipo de herida vascular se hace en el quirófano.

    CLASIFICACIÓN DE TRAUMATISMO ABDOMINAL

    Las lesiones traumáticas del abdomen se dividen en abierto y cerrado, entendiéndose como trauma abierto a la exposición de las viseras intrabdominales con el exterior, trauma cerrado cuando no tiene comunicación con el exterior.

    Trauma abdominal abierto.

    Puede ser resultado de la injuria por :

    • Arma blanca

    • Arma de fuego de a) alta velocidad

    b) baja velocidad

    c) escopeta

    • Otros objetos que penetren el abdomen provocando incineración.

    Trauma abdominal cerrado.

    Puede ser resultado de:

    • Contusión

    • Absorción de la onda explosiva.

    TRAUMA ABDOMINAL ABIERTO.

    El trauma penetrante es el resultado directo del objeto que produjo la penetración, a pesar que puede existir lesiones a distancia derivadas de la fuerza expansiva del proyectil y su efecto de cavitación. Las lesiones guardan relación directa entre el tamaño del cuerpo extraño, el lugar de la penetración, y la cercanía de las vísceras comprometidas. El empalamiento constituye una forma especial de trauma abdominal penetrante, y consiste en la lesión que se produce con un objeto penetrante contuso y queda en el sitio de lesión( Ej. Paciente ensartado en una reja, o arma aun ensartada en el abdomen.). En ningún caso este tipo de lesiones con el objeto en el lugar de la herida se debe movilizar ni extraer.

    En nuestro medio el trauma abdominal abierto es causado mas frecuentemente por armas blancas (Cuchillos, navajas, puñales, empalamientos) y por proyectiles de arma de fuego o esquirlas por granada.

    Heridos por arma blanca

    Las heridas por ama blanca y por empalamiento son usualmente, debido a la penetración de baja velocidad y la mortalidad esta relacionada directamente con el órgano comprometido. Solo en el 50% de este tipo de heridas hay compromiso interno l que no siempre es necesario llegar a una operación .Los efectos secundarios, como la infección , están relacionadas con la naturaleza del arma y los materiales que esta transporta a los tejidos como cuerpos extraños, trozos de ropa. etc. Por otro lado el derrame del contenido de vísceras huecas dentro de las cavidades tan bien pueden ser causa de infección.

    Heridas con arma de fuego

    Este tipo de heridas deben ser siempre abordadas quirúrgicamente ya que la mayor parte de las veces son mas perjudiciales.

    Las lesiones penetrantes por arma de fuego dependen de la balística del arma, trayectoria, del misil y los órganos involucrados.

    El poder destructivo de los proyectiles dependen también de la velocidad del arma, lo que nos lleva clasificar las heridas según la velocidad del arma que los provoca:

    Heridas por arma de alta velocidad

    Producidas por proyectiles de una velocidad de mas 100m/seg. La fuerza cinética de estos, puede hacer estallar órganos vecinos a su paso sin que el proyectil los toque. Las perforaciones que producen hacen aparecer los bordes ¡? inicialmente lo que induce a suturar las vísceras huecas, pero en un lapso de 48 a 72 hrs. Estos bordes se necrosan por un efecto de trombosis vascular tardía.

    Por otro lado los orificios de salida pueden llegar a ser de tamaño gigantesco en relación al tamaño del proyectil. Pueden llegar a traspasar el cuerpo en forma errática e impredecible y pueden estallar en su entrada , produciendo miles de esquirlas que dañan órganos a distancia simultáneamente.

    Heridas por arma de baja velocidad

    Producidas por proyectiles con una velocidad menor de 100m/seg.. como revólveres, pistolas, rifles antiguos, etc. Las lesiones que provocan estos son por el paso del proyectil mismo con las perforaciones consiguientes. El daño que producen es predominantemente por aplastamiento y desgarro.

    Heridas por escopeta

    Las lesiones producidas por este tipo de arma s son múltiples ya que a pesar de ser armas de baja velocidad los perdigones que dispersas en el trayecto producen múltiples puertas de entrada con posibilidad de lesionar varios órganos. Además el toco de los cartuchos pueden penetrar con pedazos de ropa o bien los de confección artesanal con crin de caballo u otros elementos pueden ser portadores de tétanos u otras enfermedades.

    MANEJO INICIAL DE TRAUMATISMO ABIERTO

  • Valoración inicial

  • Shock hemorrágico severo.

    I. Respiratoria.

    Agitación.

    Analgesia o sedación.

    Proteger contra enfriamiento.

  • Oxigeno de alto flujo.

  • Intubación si criterios.

  • Dos vías cortas (14 - 16 G ).

  • Administración de fluidos en función de situación hemodinámica

    • Objetivo: PAS 90 - 100mmhg

    • Monitorización (PA, FC, FR, ECG, pulsioximetria, etc.), Valorar

    • lleve capilar.

    • Cobertura aséptica de la herida.

    • Cobertura húmeda con Suero Fisiológico de asas intestinales, NUNCA REINTRODUCIRLAS.

    • Administración de analgésicos.

    • 10. Postura antialgica (posición de Fowler)

      11. Traslado al servicio asistencial

      12. Preaviso hospitalario

      MANEJO INTRAHOSPITALARIO EN PACIENTES CON TRAUMA ABIERTO QUE REQUIEREN CIRUGÌA EXPLORATORIA

      Cuando hay evisceraciones, signos peritoneales, o cuando el trauma es inestable debe hacerse la laparotomía exploratoria. También se hace cuando el traumatismo es abierto tóraco-abdominal ( herida reborde costal o diafragma) sea este estable o inestable, ya que la posibilidad de daños graves aumenta considerablemente.

      El abierto estable si es por arma de fuego va casi siempre a ala laparotomía exploratoria, salvo si la bala es de calibre 22 o menos, ya que es no penetrante en la mayoría de los casos.

      Si el trauma fue por un arma blanca hay que discriminar si fue o no penetrante. Para eso hay que explorar la herida con anestesia local, y determinar si el peritoneo esta penetrado realmente. Si hay salida de liquido peritoneal por la herida se va a laparotomía exploratoria (LE). Si se comprobó que no fue penetrante se deja en observación al paciente 12 a 24 horas; caso contrario hay que hacer un lavado peritoneal diagnostico. Si sale positivo se va a la LE ; si no se deja en observación.

      ATENCIÓN DE ENFERMERIA DE URGENCIAS EN PACIENTES CON TRAUMA ABDOMINAL ABIERTO.

    • El manejo inicial debe estar dictado por el ABCDE del trauma explicado anteriormente.

    • Conservar al individuo en una camilla, ya que los movimientos pueden fomentar un coagulo de un gran vaso y producir hemorragia masiva.

      • Tomar medidas que garanticen el libre flujo de aire por las vías respiratorias y mantener la estabilidad de los aparatos respiratorios y circulatorio y sistema nervioso.

      • En individuos comatosos, inmovilizar el cuello hasta que se hayan tomado radiografías de esa zona para excluir fracturas.

      • Contar las heridas .

      • Buscar los orificios de entrada y salida de las heridas.

    • buscar signos y síntomas de hemorragia, que suelen acompañar a las lesiones penetrantes, en especial con el traumatismo de hígado y de bazo.

    • Detener la hemorragia y controlar el volumen sanguíneo hasta que se intervenga quirúrgicamente al enfermo.

      • Aplicar compresión a heridas sangrantes externas.

      • Mantener dos vías venosas periféricas de grueso calibre para reponer calibre.

      • Vigilar la aparición de shock después de la respuesta inicial a la transfusión, ya que suele ser el primer signo de hemorragia interna.

      El medico realizara paracentesis para identificar el sitio de la hemorragia.

    • Aspirar contenido gástrico con una SNG, método útil para detectar heridas de estomago , disminuir la contaminación de la cavidad peritoneal y prevenir las complicaciones pulmonares por aspiración. Se debe instalar una SNG salvo sospecha de trauma máxilo-facial (LEFORT) o fractura de base de cráneo.

    • Cubrir los órganos abdominales eviscerados con apósitos estériles humedecidos en solución fisiológica.

      • Doblar si es posible, las rodillas del paciente, posición que relaja los músculos abdominales y evita que sobresalgan todavía mas los órganos eviscerados.

      • No administrar líquidos por la boca, a fin de no estimular peristalsis y vomito.

    • Colocar una sonda a permanencia en la vejiga, procedimiento que permite establecer si hay hematuria y determinar la respuesta a al administración de líquidos intravenosos durante el proceso de reanimación, así como medir la diuresis horaria, como valioso signo de la volemia y la perfusión renal. Pero antes de realizar el cateterismo vesical debe haberse practicado el examen rectal-vaginal, a fin de excluir lesiones de la uretra que puedan contraindicar el paso de una sonda.

    • Llevar un registro constante de los signos vitales, diuresis, presión venosa central (cuando este indicado), hematocrito y estado neurológico.

    • Una vez que el paciente ingresa al servicio de urgencias se debe evaluar nuevamente con el ABCDE. La vía aérea (A), debe ser reexaminada y reasegurada, así como también la columna vertebral. Se debe evaluar la respiración (B) , si hay si hay falla respiratoria considerar la posibilidad de usar ventilación mecánica.

    • Para evaluar circulación ( C) se debe valorar la piel, el llene capilar , y el pulso. Si se detectan hemorragias , se deben detener y reponer volumen si fuera necesario. Luego hacer una rápida valoración neurológica (D) Y desvestir (E).

      Se requiere además establecer una o dos vías venosas periféricas en ambas extremidades superiores. Para calcular la cantidad de suero que se debe administrar , se puede usar la relación sangre perdida: suero 3:1 (por cada litro de sangre que se haya perdido se debe usar 3 de suero ). Los primeros 1 a 2 litros deben pasarse tan rápido como se pueda. En niños se dan 20 ml/kg de peso.

    • Preparar al paciente para efectuar la paracentesis o lavado peritoneal cuando hay incertidumbre sobre la posible hemorragia peritoneal.

    • En caso de heridas por corte o punción, se prepara al lesionado para estudio del trayecto de las mismas, a efecto de indagar si penetraron o no el peritoneo.

    • Emprender la profilaxis antitetánica según normas del MINSAL e instrucciones del médico.

    • Administrar antibióticos según prescripción médica para evitar infecciones.

    • Hacer preparativos para la cirugía si persisten las manifestaciones de choque, pérdida hemática, evisceración o hematuria. La preparación de la zona operatoria es muy importante por que además de los cuidados tradicionales; el área comprometida es del nivel de las clavículas hasta las rodillas, incluyendo los muslos en su cara anterior. Esto le brindará al cirujano acceso al tórax si requiere una toracotomía y a la región inguinal si requiere acceso femoral rápidamente.

    • Desde el ingreso hay que evitar la hipotermia del paciente, ya sea, al desvestirlo, al administrarle soluciones e.v. (sueros deben estar tibios) preparación de la piel, etc.

    • TRAUMA ABDOMINAL CERRADO

      Se consideran graves desde el comienzo y hasta que no se demuestre lo contrario, porque sus complicaciones son de difícil diagnóstico y por lo mismo son de mayor mortalidad. De acuerdo a las características o a la forma del impacto, se pueden identificar dos tipos de trauma abdominal cerrado: los provocados por atrisión y por contusión.

      Las condiciones que más frecuentemente se asocian a trauma abdominal cerrado son las colisiones en automóviles o motocicletas, el atropello por automóvil a peatones o ciclistas, las caídas de altura y los asaltos con armas contusas.

      El trauma cerrado resulta de una combinación de fuerzas de compresión, deformación, estiramiento y corte. La magnitud de la fuerza está en relación directa con la masa de los objetos involucrados, su aceleración y desaceleración y su dirección relativa durante el impacto.

      El daño se produce cuando la suma de estas fuerzas, excede las fuerzas cohesivas de los tejidos y órganos involucrados, causando una serie de contusiones, abrasiones, fracturas y rupturas de los mismos.

      El impacto directo y las fuerzas compresivas son probablemente las causas más comunes de trauma significativo. La severidad se puede estimar si uno conoce la fuerza y dirección del impacto, al igual que el área de contacto en el paciente.

      Los traumas por desaceleración se asocian más frecuentemente con los accidentes automovilísticos a altas velocidades y a caídas de altura. Se debe tener en cuente también los traumas abdominales causados por explosiones cuyo efecto principal en la absorción de la onda explosiva a través del cuerpo como una onda de percusión. Los órganos más vulnerables son aquellos que contienen gas, como los intestinos y pulmones.

      Los órganos más comúnmente involucrados son el hígado y el bazo. Por el contrario, los daño diafragmáticos, de vísceras huecas y de estructuras vasculares mayores solo representan de un 3 a un 5%. El compromiso del páncreas y del duodeno es extremadamente raro.

      TRAUMA ABDOMINAL CERRADO POR CONTUSION

      Son los que se producen por impacto directo. Una causa frecuente es la desaceleración que ocurre en un accidente automovilístico, o cuando un peatón es chocado por un vehículo, o también una caída desde gran altura.

      TRAUMA ABDOMINAL CERRDAO POR ATRISION

      Estos traumas se producen por el impacto de las fuerzas compresivas sobre el abdomen. Por ejemplo: una de un vehículo o un móvil que comprime contra un muro a alguien.

      Los primeros pueden ser menos destructivos que los segundos, pero el daño depende de la masa del móvil agresor, su velocidad, forma de contundir, lugar de contusión, etc.

      Se deben tener en cuenta también los traumas abdominales causados por explosiones, que también provocan quemaduras térmicas y penetración por misiles secundarios, el efecto principal es la absorción de la onda explosiva como una onda de percusión, esto lleva un pick de presión y una onda de impulso que causan el mayor daño.

      TRAUMATISMO ABDOMINAL CERRADO POR ABSORCION DE LA ONDA EXPLOSIVA

      Los traumas abdominales por explosiones cuyo efecto principal es la absorción de una onda explosiva a través del cuerpo como una onda de percusión. Los órganos más vulnerables son aquellos que contienen gas como los pulmones e intestinos.

      El trauma cerrado del abdomen puede pasar desapercibido, como ocurre en aquellos pacientes que han sufrido un traumatismo severo, especialmente trauma cráneo-encefálico.

      MANEJO INICIAL DEL TRAUMATISMO CERRADO ( PREHOSPITALARIO)

      1. - Hemodinámicamente estable

      • Valoración inicial ABCD.

      • Causa y mecanismo de producción.

      • Oxígenoterapia Alto Flujo.

      • Vía iv y Fluidoterapia.

      • Traslado.

      2. - Hemodinámicamente inestable

      • Valoración inicial ABCD.

      • Oxígenoterapia Alto Flujo.

      • Intubación sin criterios (ídem a TR Abierto)

      • 2 vías iv cortas(14 - 16 G)

      • Fluidoterapia en función Situación Hemodinámica.

      • Monitorización (PA, FC, FR, ECG, Pulsioximetría, Capnometría, llene capilar).

      • Fentanest amp 0,15 mg, 2 mg/Kg. iv lento. Alternativa Toradol amp 30 mg, 1 amp sc.

      • Posición antiálgica (Posición Fowler).

      • Traslado.

      • Preaviso Hospitalario.

      ATENCION DE ENFERMERIA DE URGENCIA EN PACIENTES CON TRAUMATISMO CERRADO

      1. - El manejo inicial debe estar dictado por el ABCDE del Trauma.

      2. - Practicar la valoración física constante con los métodos de inspección, auscultación, percusión y palpación del abdómen. Los cambios que se detectan en las nuevas revisiones pueden indicar alguna lesión abdominal no identificada anteriormente.

      a.- No mover al paciente hasta que haya hecho la valoración inicial, ya que todo desplazamiento puede fragmentar un gran coágulo en un gran vaso y producir hemorragia masiva.

      b.- Cabe esperar signos y síntomas muy diversos como resultado de la pérdida hemática desgarros y contusiones de órganos sólidos y salidas de secreciones de vísceras huecas del abdomen.

      c.- Buscar lesiones de tórax, en especial fracturas de las costillas inferiores.

      d.- Inspeccionar el área anterior, flancos y dorsos en busca de zonas equimóticas, asimétricas, abrasiones y contusiones.

      e.- Buscar signos y síntomas de hemorragia que acompañan con frecuencia a las lesiones abdominales, sobre todo si ha habido traumatismo de hígado y bazo. La hemorragia intraperitoneal masiva puede originar shock hipovolémico.

      f.- Auscultar en busca de ruidos hidroaéreos (su ausencia puede acompañar a la irritación peritoneal).

      g.- Advertir la pérdida de matidez sobre órganos sólidos (hígado o bazo) que indica hemoperitoneo, la matidez en vísceras huecas denota presencia de sangre en ellas.

      h.- Observar si hay dolor a la palpación o de rebote actitud de protección por contracción muscular, rigidez y espasmos. El dolor de rebote se evalúa de la siguiente forma:

      • Presionar zona de dolor máximo al tacto(el individuo debe indicarla verbalmente con un dedo).

      • Interrumpir con prontitud la presión si el dolor en la zona de referencia indica irritación peritoneal.

      i.- Buscar incremento de la distensión abdominal y medir la cintura a nivel del ombligo en el momento del ingreso para tener datos que sirvan de base y compararlos con los cambios anteriores.

      3. - Asistir en el tacto rectal o vaginal para diagnosticar las lesiones de la pelvis, vejiga o pared intestinal.

      4. - Evitar la administración de narcóticos durante el período de observación, ya que puede enmascarar el cuadro clínico.

      5. - Controlar signos vitales, que a veces son los únicos datos indicativos de la hemorragia intraabdominal.

      6. - Preparar al paciente para la ejecución de técnicas diagnósticas según sea el caso (estudios de laboratorio, radiológicos, etc.). Tomar muestras de sangre para exámenes: HTO, pruebas de coagulación, grupo y RH.

      7. - Preparar al paciente para LPD que detecta hemorragia abdominal.

      8. - La introducción de una SNG ayuda a evitar vómito y aspiración. También es útil para descomprimir el tubo digestivo por extracción de líquido o aire.

      9. - En caso que se realice intervención quirúrgica, la preparación y cuidados son iguales al caso de Trauma Abdominal Abierto.

      En el inestable, luego del ABC hay que dejar en observación al paciente y realizar un lavado peritoneal diagnóstico, instilando suero fisiológico. Si sale positivo para sangre, amilasas, infección, etc. se realiza una laparotomía exploratoria. Si sale negativo hay que investigar y tratar las causas extraabdominales.

      El trauma cerrado estable tiene el ABC bien, sin signos de shock. Se debe explorar el abdomen con un TAC (o en su defecto una ECO) y una radiografía de abdomen simple.

      Si estos exámenes salen negativos hay que dejar en observación al paciente. Si muestran que hay líquido libre (como en un hematoma mesentérico, donde se engruesa la pared del intestino) se hace laparotomía exploradora. Si hay lesión de órgano macizo, aislada, pequeña y contenida, o un hematoma encapsulado, se deja en observación al enfermo.

      CONSIDERACIONES ESPECIALES

      Trauma en la embarazada

      No podemos dejar de mencionar el trauma abdominal penetrante en la futura mamá, en la medida que el embarazo aumenta en edad gestacional las vísceras abdominales están más protegidas de este tipo de traumatismo, pero a su vez el útero con el feto en su interior aumentan sus riesgos de lesión. La consistencia y la densidad de la musculatura uterina puede absorber una gran cantidad de la energía de los proyectiles penetrantes disminuyendo la velocidad y el impacto a otras vísceras. También el líquido amniótico y el feto contribuyen a disminuir la velocidad y el impacto de los proyectiles.

      El trauma de pelvis requiere de fuerzas mayores para producir fracturas o lesiones de los órganos en ella contenidos. Se ha estudiado que con una desaceleración anteroposterior de 45 km/Hr. Es suficiente para producir fractura de pelvis, y en el caso de los impactos laterales se necesita menos una velocidad diferencial de 25 Km/hr. En el 45 % de los peatones que mueren por atropellos, la causa de deceso es una fractura de pelvis, que se acompaña muchas veces con grandes hemorragias incontrolables aún quirúrgicamente.

      Trauma en el niño

      En el niño el trauma abdominal reviste una situación especial, son mucho más frecuentes los traumatismos contusos que los penetrantes, siendo estos últimos muy excepcionales. Los accidentes de tránsito más comunes son los atropellos, caídas de vehículos en movimientos y como pasajero de automóviles. Por las proporciones corporales del pequeño, resulta un traumatismo múltiple por ello, todo niño se considera politraumatizado, a menudo las lesiones craneales, torácicas y esqueléticas nos distraen de la potenciales lesiones intrabdominales

      COMPLICACIONES

      1.- Inmediatas: la complicación inmediata más importante es el shok hipovolémico, que puede producirse en el momento en que ocurre el trauma como despúes. Por ello es muy importante detectar sus signos y síntomas a tiempo, como también manejarlo adecuadamente.

      2.- Tardías : la complicación tardía mas importante es el shok séptico. Las infecciones intraabdominales son consideradas potencialmente letales, tales infecciones nacen de muchas fuentes posibles y pueden ocupar distintas ubicaciones anatómicas. El tratamiento de la infección implica considerar la causa inicial de la misma y la identificación de los pacientes en riesgo de sufrir un tipo particular de infección.

      La infección intraabdominal usualmente ocurre dentro de la cavidad peritoneal, pero puede ser difuso y provocar peritonitis generalizada o puede localizarse y formar uno o mas abscesos. Debido a su complejidad y forma, el espacio peritoneal provee muchas áreas aisladas en las que el líquido contaminado puede establecer una infección discreta y muchas vías por donde tal líquido puede migrar a sitios lejanos de la contaminación inicial.

      La infección también puede encontrarse dentro de vísceras sólidas como el hígado, páncreas, riñones o bazo o puede ubicarse en las cercanías de las vísceras enfermas como abscesos pericolecísticos, periapendiculares, pericólicos o tuboováricos,. Sin un diagnóstico preciso, es poco probable que se erradiquen todos los focos de infección.

      El drenaje de los abscesos es la modalidad terapéutica de mayor impacto sobre la capacidad de recuperación de un paciente con infección intraabdominal. Las bacterias presentes dentro de los abscesos pueden disminuir enormemente la cantidad de antibiótico que puede alcanzar el sitio de infección, también puede alterar la eficacia de muchos antibióticos. La necesidad de drenar la cavidad peritoneal a los órganos en ella contenidos ha sido siempre controversial.

      A pesar de los esfuerzos por alcanzar la forma ideal de tratamiento quirúrgico, del rápido desarrollo de la tecnología en cuidados intensivos, dela aparición del soporte nutricional parenteral y de nuevas generaciones de antibióticos, la mortalidad permanece entre el 20% y 80% en diferentes series.

      METODOS DIAGNOSTICOS EN TRAUMATISMO ABDOMINAL

      Historia Clínica. Anamnesis. Ella es fundamental en el diagnóstico, y si no puede ser obtenida directamente del paciente deberá obtenerse de los acompañantes, familiares, paramédicos, policías o bomberos que hayan conducido al accidentado a la unidad de emergencia. En casos de accidente vehicular se indagará sobre tamaño y estado del vehículo, velocidad aproximada de del mismo en el momento del impacto, si el golpe fue frontal, lateral, si existen víctimas fatales u otros lesionados graves, si el paciente tenía cinturón de seguridad o fue arrojado lejos del vehículo, etc., con objeto de obtener una idea aproximada de la energía que causó el trauma.

      Además deberá indagarse sobre las condiciones del paciente previas al accidente, si había ingerido alcohol o drogas, sobre sus condiciones de salud, uso de medicamentos, alergias, etc.

      En casos de trauma penetrante será necesario indagar sobre el tipo de objeto o arma que provocó la lesión (tamaño del cuchillo o estoque), características del arma de fuego, calibre aproximado, distancia y número de impactos, cantidad de sangre perdida en el lugar del asalto, etc. Si se trata de una caída consultaremos altura aproximada, superficie sobre la que cayó, si hizo contacto con algo en el trayecto, etc. En todos los casos indagaremos si el paciente fue movido de su posición inicial.

      Examen Físico: El examen físico debe puede aportar signos claros de complicación intraabdominal con indicación perentoria de intervención quirúrgica. Sin embargo, el examen físico negativo no descarta la posibilidad de una complicación; por ésta razón debe documentarse adecuadamente los signos encontrados en el momento del examen y repetir periódicamente la evaluación, que puede variar sustancialmente en las horas siguientes.

    • Inspección : el paciente debe ser examinado desnudo completamente, por su cara anterior y posterior, incluyendo el tórax y la región perineal. Abrasiones, contusiones, laceraciones y lesiones penetrantes serán cuidadosamente inspeccionadas. La presencia de sangre en el meato urinario es sospechosa de laceración uretral. A la inspección nos fijaremos en le palidez de la piel, respiración anhelante, sed de aire, sequedad de los labios, estos son signos de sospecha de hemorragia intraabdominal.

    • Auscultación : el abdomen debe ser auscultado, para determinar ausencia o presencia de ruidos intestinales. El aire, la sangre o el contenido intestinal producen habitualmente íleo y ausencia de ruidos hidroaéreos. Pueden auscultarse soplos en relación a fístulas arteriovenosas, en la embarazada tratar de auscultar latido fetal.

    • Percusión : la percusión puede dar primariamente discreta sensibilidad que puede pasar inadvertida en etapas precoces de la evolución. Puede encontrarse una pérdida de la matidez hepática por neumoperitoneo secundario a lesión de víscera hueca o aparecer timpanismo en los lugares no comunes, indicando ruptura de vísceras huecas.

    • Palpación : puede aportar hechos subjetivos y objetivos en la evaluación del paciente. Al palpar el abdomen, el paciente puede informar de dolor, su localización , magnitud e irradiación. En el primer momento el dolor visceral es mal definido; si embargo, la aparición de resistencia muscular involuntaria y los signos de irritación peritoneal señalan la presencia de una complicación intraabdominal. Deben igualmente palparse lo flancos, buscando sensibilidad, al igual que ambas crestas ilíacas y la sínfisis pubiana, para pesquizar fracturas pelvianas. En el paciente pediátrico la palpación se hará con máxima precaución tratando de ser cortes y cariñoso, si éste está consciente, inicialmente no palparemos profundamente para no aumentar el estado ansioso del niño. En la embarazada palpar buscando integridad uterina.

    • Tacto rectal : sangre en el recto debe suponer una lesión penetrante en el colon. Igualmente el tacto informa sobre el tono del esfínter, que informa a su vez sobre la integridad de la espinal, la posición de la próstata, que puede señalar una lesión uretral, y el dedo puede palpar fragmentos óseos intraabdominales o que comprimen extrínsecamente el recto.

    • Tacto vaginal : laceraciones de vagina pueden ocurrir directamente por heridas penetrantes o por fragmentos de huesos fracturados. El sangramiento vaginal deberá evaluarse de acuerdo a la existencia o no de embarazo.

    • Radiología. La radiología simple, que debe practicarse a todo paciente politraumatizado, compromete radiografía lateral de columna cervical, radiografía de pelvis. Aire subdiafragmático o aire extraabdominal en el retroperitoneo, señalan lesión visceral y requieren urgente laparotomía.

      Radiología contrastada con gastrografin, es utilizada para el diagnóstico de lesiones duodenales.

      Pielografía endovenosa puede utilizarse en el box de recuperación junto con la placa simple de abdomen mediante la inyección de un bolo de medio de contraste yodado (2 ml/k de peso, hasta n máximo de 100 ml) y permite evaluar la función renal y al mismo tiempo descartar lesiones traumáticas renales o del sistema excretor.

      Ecotomografía. La mayor facilidad con que se dispone de este examen y la menor complejidad para que su realización permiten su utilización en el paciente con duda diagnóstica. Puede demostrar la presencia de líquido intraperitoneal y precisar lesiones parenquimatosas o hematomas de los órganos sólidos. Está limitado por el íleo o la presencia de aire intraperitoneal.

      Tomografía axial computarizada (TAC). Este examen, que requiere de mayor complejidad y tiempo para su ejecución, tiene el valor de precisar en mejor forma las lesiones traumáticas, pero requiere de pacientes estables, conscientes y que puedan recibir medio de contraste oral y endovenoso. Es un examen de alto costo

      y requiere de 45 a 60 minutos para completar el estudio.

      En general se acepta, que es un buen elemento complementario para el diagnóstico en el paciente que se ha decidido una conducta expectante o el tratamiento no quirúrgico, pro no tiene indicación en la evaluación primaria del paciente con trauma abdominal.

      Lavado peritoneal percutaneo. Este procedimiento es fundamental en los casos en que una laparotomía urgente es difícil de decidir en un paciente politraumatizado con compromiso abdominal, porque el examen físico no es concluyente.

      Indicaciones:

      a.- Cuando las facturas costales, de pelvis o columna lumbar dificultan la interpretación del examen abdominal.

      b.- Cuando el examen abdominal no es confiable (TEC, intoxicaciones o paraplejia).

      c.- Cuando el examen abdominal es impracticable (paciente anestesiado por lesiones extraabdominales o exámenes radiológicos lentos, como angiografía).

      d.- Cuando existe una hipotensión no explicada o caída del hematocrito sin sangramiento visible.

      El lavado peritoneal percutáneo (LPP) es un procedimiento operatorio que significa alterar el examen físico posterior del paciente, de manera que debe ser practicado por el cirujano tratante.

      Si el paciente es transferido a otro centro, debe enviarse con el fluido obtenido. Debe además considerarse que es un procedimiento con baja incidencia de complicaciones, pero que al existir, obligan a extremar el cuidado de la técnica, que debe ser efectuada por cirujanos experimentados.

      La contradicción del LPP es la evidencia de una indicación de laparotomía exploradora. Contraindicaciones relativas pueden considerarse la existencia de operaciones abdominales previas, obesidad mórbida, cirrosis avanzada, coagulopatía y embarazo avanzado.

      Tecnica del lavado peritoneal percutáneo. Previo al procedimiento deben descomprimirse el estómago y vejiga mediante sonda nasogástrica y sonda Foley, respectivamente.

      Preferimos la técnica con visualización directa del peritoneo que evita lesiones iatrogénicas.

      Incisión de 1 cm de longitud previa infiltración con anestesia local en la línea media de 1 cm por debajo del ombligo. Hemostasia cuidadosa y disección hasta el peritoneo, el que se expone y tracciona con dos pinzas. Se introduce catéter de diálisis hacia la pelvis menor. Si hay aspiración de mas de 10 ml de sangre o contenido intestinal franco, el examen se detiene y se considera como reultado positivo. Si no sucede esta alternativa, se infunde a través de catéter 1 litro de suero fisiológico tibio (o 15 ml/k en los niños). Luego de 15 minutos, tiempo en que se difunde el suero en la cavidad abdominal (se puede ayudar mediante movimientos suaves de lateralización) se recupera por lo menos el 75% del fluido por xifonaje y se envía al laboratorio.

      El LPP es positivo cuando:

      1.- Aspiración de más de 10 ml de sangre o contenido intestinal.

      2.- Glóbulos Rojos > de 100.000 por mm3

      Glóbulos blancos > de 500 por mm3.

      3.- Amilasas: elevadas sobre 175 UI/I (actualmente controvertido).

      4.- Bilis confirmada bioquímicamente.

      Pueden existir resultados falsos negativos entre el 2% y 5% de los casos, en lesiones aisladas de páncreas, duodeno y diafragma. El procedimiento puede repetirse y su exactitud se estima en un 95% de los casos.

      Laparoscopia diagnóstica. Si bien el LPP tiene una gran utilidad y sensibilidad para demostrar la presencia de hemoperitoneo, la experiencia ha demostrado que no todos los lavados positivos requieren de una intervención quirúrgica; las cifras de laparotomías innecesarias fluctúan entre el 15% y 20%. La mayoría de estos pacientes corresponden a lesiones que han dejado de sangrar en el momento de la intervención, incidencia que no se ha modificado a pesar de la utilización de la TAC complementaria.

      La laparoscopia diagnóstica ha sido propuesta como una excelente alternativa diagnóstica y eventualmente terapéutica en el trauma abdominal cerrado y penetrante con resultados altamente satisfactorios y prometedores, aun cuando no existe unanimidad para usarla como método rutinario, especialmente en relación al costo del procedimiento. En todo caso, las publicaciones señalan que permite disminuir la cantidad de laparotomías innecesarias y sería una excelente modalidad de exploración de las lesiones del abdomen, especialmente en la porción intratorácica y el diafragma.

      DIAGNOSTICOS DE ENFERMERIA

      1.-Alteracion de la perfusión de los tejidos en relación con la pérdida de sangre.

      2.-Déficit de volúmen de líquido en relación con la pérdida de sangre y el tercer espacio.

      3.-Dolor abdominal relacionado con la lesión hística.

      4.-Ansiedad y temor en relación con el desconocimiento de los resultados quirúrgicos.

      5.-Elevado riesgo de infección relacionado con la contaminación fecal de la cavidad abdominal.

      6.- Daño en la integridad de la piel por lesiones penetrantes.

      7.-Riesgo de alteración de la temperatura corporal (hipotermia) relacionado con trauma abdominal (disminución del gasto cardíaco y pérdida de volúmen sanguíneo).

      8.- Riesgo de evisceración relacionado con traumatismo abdominal abierto.

      9.-Riesgo vital asociado PCR, estallido hepático, shock hipovolémico

      CONCLUSIÓN

      Los accidentes de tránsito, las agresiones y todo tipo de violencias han aumentado en este último tiempo, esto se ve reflejado especialmente en las grandes ciudades donde los accidentes de tránsito causan múltiples víctimas diariamente y en que las agresiones físicas son realizadas con

      armas, cada vez, de mayor poder de destrucción.

      Esto ha influido en el incremento de los traumas abdominales, afectando órganos importantes de la cavidad abdominal, tal como el bazo, hígado, estómago, duodeno, etc., comprometiendo así, en muchos casos, la vida de las personas, dependiendo de la gravedad de la lesión.

      Por lo anterior se ha hecho necesario la puesta en juego de nuevas y más sofisticadas técnicas diagnósticas, que han permitido detectar en forma más rápida y exacta todo tipo de lesiones. Así también se ha visto la necesidad de incorporar nuevas prácticas de tratamiento, siendo muy importante el manejo pre-hospitalario, proporcionado, por ejemplo por el SAMU, que ha permitido mejorar la evolución de los pacientes.

      Dentro del manejo del trauma en general, ocupa un rol esencial la enfermera. La enfermería en trauma es ahora una subespecialidad con cuerpo específico de conocimientos y destrezas especiales. Las enfermeras(os) en trauma se enfrentan continuamente al reto de satisfacer las urgentes, complejas y rápidamente cambiantes necesidades de los pacientes traumatizados. Las enfermeras proporcionan cuidados de soporte vital en trauma, como miembro clave del equipo, y son un eslabón entre el equipo de trauma, el paciente y la familia.

      A pesar de todos los avances en diagnóstico y tratamiento de los pacientes traumatizados, que ayudan a una exhaustiva valoración, manejo más adecuado y a la disminución de complicaciones mayores como shock séptico o hipovolémico, las cifras aún indican que los traumas siguen siendo un problema importante; lo anterior se ve favorecido por problemas de índole económico, es así como en algunos hospitales no se utiliza la tecnología avanzada por ser estos de alto costo.

      BIBLIOGRAFIA

      1.- Trauma la Primera Hora.

      Editorial Mediterráneo

      Autores: Dr. Mario Uribe, Dr. Carlos Carvajal, Dra. Silvia Cavallieri

      2.- Cuidados Intensivos del Paciente Politraumatizado 1996.

      Dr. Félix Munñoz Canto, Dr. Juan A. Gómez Rubí.

      Editorial Antártica S.A Santiago de Chile.

      3.- Principios y Práctica de la Enfermería Médico Quirúrgica, Beare Myers 2° Edición, v2.

      Mosby / Doyma Libros. Impreso en España-Barcelona 1998.

      4.- Manual de urgencias Médicas, editorial Mediterráneo 2° Edición.

      Autor Lorenzo Cubillos

      5.- Tratamiento Inicial del Traumatizado, DF. México Manual Moderno 1979.

      Autor: Charles F. Frei.

      6.- Normas Técnicas de Atención Médica Hospital del Trabajador, ACHS Santiago 1994, tercera edición.


      ESQUEMAS


      MANEJO DE TRAUMATISMO ABDOMINAL HOSPITAL HIGUERAS DE TALCAHUANO

      OBSERVACION

      ARMA BLANCA VALORACION

      LAPAROTOMIA

      TRAUMA ABIERTO

      ARMA DE FUEGO LAPAROTOMIA

      HEMOPERITONEO(+) LAPAROTOMIA

      TRAUMA CERRADO VALORACION RADIOGRAFIA

      HEMOPERITONEO(-) OBSERVACION

      ECOGRAFICA

      MANEJO DE TRAUMATISMO ABDOMINAL HOSPITAL CLINICO REGIONAL

      OBSERVACION

      ARMA BLANCA VALORACION

      LAPAROTOMIA

      TRAUMA ABIERTO

      ARMA DE FUEGO LAPAROTOMIA

      HEMOPERITONEO(+) LAPAROTOMIA

      TRAUMA CERRADO VALORACION RADIOGRAFIA

      HEMOPERITONEO(-) OBSERVACION

      ECOGRAFICA

      En caso de injuria peritoneal , se recomienda realizar lavado peritoneal diagnóstico, método diagnóstico más económico y certero que otros, aunque menos utilizado.

      MANEJO GENERAL TRAUMATISMO ABDOMINAL ABIERTO

      i)SIN EVIDENCIAS EXPLORACION

      DE COMPLICACIONES HERIDA

      b) ANAMNESIS

      H (-) OBSERVACIÓN

      O

      S g)HERIDA POR ARMA

      c) EX.FISICO P BLANCA (+) j) L.P.D

      I

      T

      A

      a)T.A.A L e) RESUCITACION f) EVALUACION COMPL

      I -Via aérea perm. ABDOMINAL EVIDENTE

      Z -Aporte volúmen

      A - Sonda vesical (+)

      C -Sonda nasogástrica

      I -Monit.signos vitales

      O -Antibióticos

      N -Profilaxis antitetanica

      d)EXS.LABORATORIO

      - Clasificación. Grupo RH

      - Hemograma.

      - Uremia y Glicemia. k) HERIDA POR BALA l) LAPAROTOMIA

      - Sedimento de Orina.

      - G.S.A

      - P. de coagulación

      - Amilasemia.

      - Alcoholemia.

      - Rx. Tórax.

      - Rx. Abdomen simple

      MANEJO GENERAL TRAUMATISMO ABDOMINAL CERRADO

      g)COMPL. EVIDENTE n) LAPAROTOMIA

      b) ANAMNESIS

      H h)COMPL. DUDOSA

      O

      S i) POSITIVO LPD

      c) EX.FISICO P SEC

      I LPD j) DUDOSO

      T

      A k) NEGATIVO

      a)T.A.A L e) RESUCITACION f) EVALUACION

      I -Via aérea perm. ABDOMINAL

      Z -Aporte volúmen

      A - Sonda vesical

      C -Sonda nasogástrica l)SIN EVIDENCIAS

      I -Monit.signos vitales DE COMPL.

      O -Antibióticos

      N -Profilaxis antitetanica

      OBSERVACION

      ALTA

      d)EXS.LABORATORIO

      - Clasificación. Grupo RH

      - Hemograma.

      - Uremia y Glicemia. m)SOSPECHA HEMATOMA TAC

      - Sedimento de Orina. RETROPERITONEAL ABDOMINAL

      - G.S.A

      - P. de coagulación

      - Amilasemia.

      - Alcoholemia.

      - Rx. Tórax.

      - Rx. Abdomen simple

      No olvidar que bien sea traumatismo abdominal abierto o cerrado, se deben tomar exámenes de rutina como grupo y RH, por posible transfusión y prevención de shok hipovolémico.




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    Enviado por:Cristian Neira Y Otros
    Idioma: castellano
    País: Chile

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