Literatura


Tipos de textos literarios


TEMA. 10. Los tipos de textos (VI).

Los textos literarios.

1. El mensaje literario

Mª del Carmen BOBES afirma que no existe ningún rasgo específicamente literario que señale límites precisos entre obras literarias y no literarias. Los criterios formales (referidos necesariamente al discurso lingüístico o a la distribución sintáctica) son insuficientes, porque nunca son específicos; se ha insistido mucho en que el texto literario tiene como rasgo más decisivo su temático -su ficcionalidad-, pero en esto coincide con el cine, el novelón no literario, las series televisivas ¡y hasta con los programas electorales!

Sí que se da en toda comunicación literaria es:

- un emisor (autor) transmite un mensaje (texto literario)

- un receptor: un destinatario (lector u oyente), que lo interpreta.

Se habla del doble proceso comunicativo que se da en las obras porque personajes de novelas, actores en las obras, etc. se dirigen entre sí y se transmiten mensajes entre ellos a esto se le llama el doble proceso comunicativo: uno externo y otro interno.

Asunto complejo es cuál es el sentido de la obra literaria: ¿cuál es su finalidad? Sin duda el autor se quiere comunicar, pero para ellos el texto literario se enriquece, subjetiviza (en la lírica, por ejemplo), se usan neologismos, figuras literarias que desean transmitir una imagen de la realidad…

El mensaje aspira a la novedad: hay un predominio de la la función poética del lenguaje.

Nunca está de más que el lector conozca cuanto pueda del contexto de la obra, su autor, creación, etc. para alcanzar una mejor comprensión del mensaje.

1.1. El lenguaje literario

Ninguno de los rasgos del lenguaje literario es específico, pues es posible hallarlos en otros tipos de textos; pero es indudable que el uso de recursos expresivos es mucho más frecuente en el texto literario que en cualquier otro. El lenguaje literario actualiza las potencialidades expresivas que brinda la lengua. En el texto literario, la acumulación de recursos suele causar ambigüedad, lo que ocasiona su polisemia o pluralidad de significados. Esto permite que las obras puedan leerse de formas diferentes en distintos lugares y épocas.

1.2. Los géneros literarios

Un género literario constituye un modelo para el autor, que lo toma como base incluso para destruido y crear uno nuevo, y un horizonte de expectativa para el lector, quien se enfrenta a los textos con una idea previa de lo que se va a hallar cuando lee en la cubierta de un libro «poesía», «novela» o «drama». Los grandes géneros literarios son la lírica, la narrativa y el drama.

2. La lírica

En la lírica es una composición en la que el autor escribe sobre aspectos inefables, difíciles de comunicar, de sus estados de ánimo, sus emociones, sus sentimientos, etc.

Son características de la lírica:

• Subjetividad, fruto de la interiorización;

• predomina la función emotiva y la poética: sentimientos y las emociones;

• no hay una historia, sino sucesos, hechos puntuales y suelen ser breves;

• No debemos identificar NUNCA, como norma, en la creación literaria lo que cuenta el autor CON SU VIDA;

• Se de la acumulación de recursos expresivos;

• Suelen presentarse en verso, aunque también existen obras de prosa lírica denominada prosa poética.

2.1. Proceso comunicativo en el texto lírico

El emisor del texto lírico -voz poética- puede asumir tres actitudes:

Aparente objetividad. Se limita a presentar una realidad aparentemente externa y desconectada del yo, usando la tercera persona.

Apelación. El destinatario lírico (segunda persona) adquiere presencia explícita: el poeta se dirige a un ; en cambio, el yo puede aparecer o no explícito.

Pura expresión: La voz poética se expresa únicamente por medio del y poético (primera persona).

Las posibilidades, no obstante son múltiples.

2.2. Temas, motivos y tópicos

El tema (de qué trata) es el eje que articula el texto, al que brinda unidad y coherencia.

La lírica aborda temas llamados universales:

La existencia del hombre como problema y sus derivados: el sufrimiento en general (por la desorientación, la angustia existencial, la falta de sentido, la pérdida de una persona, un amor…);

El amor en sus más variadas posibilidades;

El sentido de lo religioso: el Cielo, el Infierno, Dios…

La exaltación, contemplación, etc. de la naturaleza y sus elementos.

La creación poética… (metapoética): el poeta reflexiona sobre su propio quehacer poético o el de otros y sus procesos.

Los motivos son elementos menores de contenido y pueden abordarse varios en el mismo texto. Así, un poema puede versar sobre el tema del amor no correspondido, e incluir unidades temáticas menores (motivos) como el dolor, la desesperación, los celos, la resignación...

Un tópico, también se le llama topoi, lugar común, es un motivo o una configuración estable de varios motivos que han sido usados con cierta frecuencia por los escritores, especialmente en ciertos períodos literarios.

Algunos de los tópicos más frecuentes en la historia de la lírica han sido la falsa modestia, la captatio benevolentiae (lograr el favor del receptor), el joven sabio como un anciano, el anciano con la gracia de la juventud, el locus amoenus (lugar agradable), el carpe diem (aprovecha el día)…

3 La narrativa

La narrativa comprende aquellos textos que cuentan historias por medio de un narrador.

Los textos pertenecientes al género narrativo presentan las siguientes características:

• Desarrollan una historia -una sucesión de acciones- por lo que predomina la función referencial, además de la poética.

• La historia es contada por un narrador, que, al igual que los hechos narrados, pertenece al mundo de la ficción.

• La modalidad del discurso predominante es la prosa, aunque para narrar también se ha empleado en ocasiones, el verso (en la épica, por ejemplo).

3.1. Niveles de análisis del texto narrativo

En el análisis de un texto narrativo deben considerarse dos niveles:

el de la historia: lo que se cuenta.

el del discurso: la forma en que se cuenta, cómo se cuenta.

Historia. Consiste en una sucesión de acciones que siguen un orden causal y cronológico (tiempo de la historia), realizadas por unos personajes, en un tiempo y un espacio determinados.

Discurso. Es la manera como se cuenta la historia, y puede respetar o no el tiempo de la historia. Por ejemplo, una novela policíaca puede comenzar por un asesinato y luego ir hacia atrás para explicar las causas, a esto se le llama salto atrás o flash back.

3.2. Análisis de la historia

Al analizar la historia debemos estudiar sus cuatro elementos: las acciones, los personajes, el tiempo y el espacio.

Según su papel en la historia, los personajes pueden ser protagonistas o secundarios. Los protagonistas realizan una serie de acciones para conseguir determinados objetivos. En esas acciones intervienen otros personajes (también protagonistas o secundarios), que funcionan como aliados, si los ayudan, o como adversarios, si les dificultan la consecución de sus objetivos.

El espacio -único o diverso, abierto o cerrado, rural o urbano, realista o fantástico- condiciona siempre las acciones de los personajes.

El tiempo puede abarcar desde unas pocas horas, incluso minutos (en un relato corto), hasta muchos años (la vida de un personaje o de varias generaciones).

3.3. Análisis del discurso

En el discurso, el orden temporal o cronológico del relato puede verse alterado por tres tipos de distorsiones: comienzo in medias res -en medio de la acción-, analepsis -evocación de momentos anteriores- o prolepsis -anticipación de acontecimientos posteriores al tiempo de la historia.

Tiempo de la historia y tiempo del discurso

El tiempo de la historia (lo que duran los hechos) puede presentar una duración diferente de la del tiempo que se dedica a contarlos (tiempo del discurso). Esta circunstancia imprime cambios en el ritmo de la narración.

En el tiempo del discurso, se distinguen cuatro movimientos narrativos:

► escenas: se igualan ambos tiempos;

► resúmenes: el tiempo del discurso es menor que el de la historia;

► pausas: el tiempo de la historia es cero; y

► elipsis: el tiempo del discurso es cero, ya que se omiten partes de la historia.

El narrador y la perspectiva

El narrador puede relatar los acontecimientos en primera persona (narrador personaje, incluso protagonista) o en tercera persona (narrador testigo).

A partir del siglo XX, también se ha empleado un narrador en segunda persona. El grado de conocimiento de los hechos por parte del narrador determina la perspectiva o punto de vista, que puede cambiar a lo largo del relato.

► Perspectivas del narrador:

• El narrador puede adoptar distintas perspectivas:

Perspectiva total. Las posibilidades de conocimiento del narrador son ilimitadas. Constituye la visión privilegiada del narrador omnisciente, quien conoce los antecedentes de la historia, accede a todos los detalles e incluso penetra en la conciencia de sus personajes (sabe más que ellos).

Perspectiva interna. La perspectiva del narrador se restringe a la percepción de uno o varios personajes (sabe tanto como ellos).

Perspectiva externa. El narrador funciona como simple observador de las acciones de los personajes, sin penetrar en ellos (sabe menos que sus personajes).

4. El drama

Al decir drama nos referimos a textos que se crean para ser representados; por tanto, hablar de drama implica hablar de la representación de un texto en un espacio teatral.

Los textos dramáticos comparten las siguientes características:

Desarrollan una historia que se presenta directamente por medio de las palabras y de las acciones de los personajes, sin la intervención de un narrador; predomina, así, la función apelativa, junto con la expresiva.

La forma de comunicación verbal relevante es el diálogo, y la modalidad discursiva puede ser tanto la prosa como el verso.

• Aunque los textos teatrales pueden ser leídos, su emisión y recepción son esencialmente colectivas (una compañía teatral y un público).

4.1. Texto principal y texto secundario

En el texto teatral se distinguen el texto principal, formado por las palabras de los personajes, y el texto secundario, constituido por las acotaciones.

El texto principal puede adoptar diversas formas:

• Diálogo. Corresponde al intercambio verbal entre los personajes y en él se produce la reversibilidad del proceso comunicativo, pues estos actúan alternativamente como emisores y receptores.

• Monólogo. Estas intervenciones presentan una extensión considerable y en ellas no existe intercambio verbal, pues el discurso del personaje no se dirige a ningún interlocutor, sino a sí mismo. Cuando el personaje medita sobre su situación, revelándosela al espectador, se denomina soliloquio.

• Aparte. Se trata de intervenciones breves, muchas veces cómicas, que un personaje formula en escena de modo que no lo oiga su interlocutor, pero sí el público (y en ocasiones otros personajes).

Las acotaciones ofrecen instrucciones sobre los aspectos no verbales de la puesta en escena (tono de la voz, movimientos, escenografía, iluminación... ).

Pueden aparecer al principio del drama (acotación inicial), al comienzo de los actos (indicando, por ejemplo, cambios en el decorado) o entre las palabras de los personajes (señalando sus movimientos y forma de actuación).

4.2. Texto teatral y representación

La representación de una obra teatral implica la existencia de un doble tipo de comunicación: la que se establece entre los personajes de la ficción representada en escena, y la que se da entre los actores y el público.

La representación de un texto dramático constituye el espectáculo teatral. Forman parte del espectáculo teatral las palabras de los personajes y los elementos no verbales (visuales y auditivos), presentes tanto en los actores como en el espacio escénico.

4.3. Análisis del texto dramático

En el drama se desarrolla una historia, es decir, una sucesión de acciones cuya base es el conflicto que se produce entre los personajes, o entre ellos y el mundo.

Los personajes pueden ser protagonistas o secundarios; y al igual que en los textos narrativas, deben considerarse el espacio y el tiempo, que puede coincidir con el de la representación o tener una duración mayor.

En diversos momentos de la historia literaria se ha respetado la llamada regla de las tres unidades, que consiste en desarrollar una única acción en un tiempo máximo de un día y en un único espacio dramático.

En el análisis del discurso, por su parte, se han de considerar el texto principal y el secundario:

• En el texto principal, el discurso de los personajes es siempre directo, ya que hablan directamente, sin la intervención de un narrador. Sus palabras sirven tanto para caracterizarlos como para hacer que avance la acción dramática. Pueden emplear distintos tipos de discurso: referencial, descriptivo, poético, valorativo, universal e indirecto (cuando refieren lo dicho por otro personaje).

• En el texto secundario, se debe dar cuenta de los elementos no verbales a los que hacen referencia las acotaciones. Por lo general, en ellas predomina la función referencial, aunque algunos autores (como Valle-Inclán, por ejemplo) realizan en ellas una gran elaboración poética.

CÓDIGOS y REPRESENTACIÓN

En los actores

Códigos visuales

Vestuario, peinado, gestos, maquillaje, movimientos.

Códigos auditivos

Parlamentos, tono.

En el espacio escénico

Códigos visuales

Escenografía, utilería, iluminación.

Códigos auditivos

Ruidos, música.

Curso de teoría de la Literatura, ed. Taurus.

códigos histórico-culturales: ideológicos, religiosos y políticos, y las normas poéticas propias del período y el género.

Atrezo: conjunto de muebles, vestuario, decorado, etc., necesarios para poner en escena una obra *teatral o cinematográfica.

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Idioma: castellano
País: España

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