Psicología


Psicología del desarrollo


SÍNDROME DEL NIDO VACÍO

  • ÍNDICE

  • Definición de "NIDO VACÍO"

  • Causas

  • Consecuencias

    • Reacciones de los padres

    • Cambios en la pareja

    • Reacciones en otros familiares

      • Reacciones en los abuelos

      • Reacciones en los hermanos

  • Test

  • Estrategias pre y post síndrome

    • Antes

    • Después

  • Bibliografía

SÍNDROME DEL NIDO VACÍO

  • DEFINICIÓN DE "NIDO VACÍO"

El término "nido vacío” se usa mucho para referirse al período de la vida en que los niños han terminado de crecer y abandonan el hogar. Este evento, como tantos otros del ciclo de vida de una familia, es de enorme importancia para cada involucrado, ya que produce una crisis en el equilibrio familiar. Las penas, las alegrías, las decisiones, el tiempo, ya nunca más se compartirán de la misma manera. Por lo tanto, la familia debe reorganizarse y alcanzar una nueva estabilidad a partir del cambio. Aunque tanto hombres como mujeres experimentan esta transición, solamente se ha considerado estresante para las mujeres, ya que esto conlleva la pérdida de los principales componentes del rol de madre, un rol que tradicionalmente viene siendo el principal objetivo en las vidas e identidades de muchas mujeres. Tanto en la tradición popular como clínica, el "nido vacío” es a menudo visto como un cambio perjudicial en el bienestar físico o psicológico de la mujer.

Durante muchos siglos y aun hoy vivimos en un mundo en el que ser mujer está muy fuertemente relacionado con ser madre, y la relación con los hijos constituye, por lo tanto, un pilar muy importante de la identidad femenina. Es cierto que lentamente están ocurriendo algunos cambios socioculturales, como la constitución de familias atípicas o el creciente nivel de empleo de la mujer fuera del hogar. Sin embargo, muchas mujeres que trabajan también padecen el SNV. Todavía en la actualidad muchas mujeres adquieren el estatus de tales a través de su rol de madre-de-sus-hijos, relación que se funda para toda la vida, pero que cambia de forma con el transcurso del tiempo. En la medida en que los niños las necesitan menos y crean otros lazos, suele producirse este tipo específico de alteración del ánimo que se denomina SNV. La madre siente el vacío del nido como un vacío en su identidad. Al no haber construido otros espacios de desarrollo personal, muchas mujeres carecerán de actividad y hasta se sentirán inútiles al no tener ya la responsabilidad de velar por los hijos. Sensación que por lo general no sufrirán los hombres ya que la subjetividad masculina está socialmente construida sobre otros valores.

¿Qué pasa con esos crueles pichones, capaces de abandonar el nido que los alimentó y cobijó? Por lo general son conscientes del sufrimiento que su partida provoca, pero es la ley de la vida... Ellos trabajarán por una creciente independencia, lo cual los llevará a fundar su propio nido

  • CAUSAS

Hay diferentes motivos por los que los hijos abandonan el hogar.

Uno de los motivos es que se vayan a estudiar a una ciudad diferente, lo que implica pasar toda la semana ( de lunes a viernes, normalmente) fuera de casa.

En este caso, el efecto del nido vacío parece no ser tan intenso, puesto que normalmente los fines de semana vuelven a casa y además económicamente todavía dependen de los padres, lo cual les hace sentir a estos que no han perdido del todo a sus hijos. Además, el hecho de que se hayan ido a estudiar es algo que halaga a los padres, porque consideran que sus hijos hacen algo de provecho para conseguir éxito en el futuro.

Este hecho normativo suele producirse alrededor de los 18-20 años.

Otra causa por la que los hijos pueden abandonar el hogar familiar es el casamiento.Este hecho si que suele producir un intenso efecto del síndrome del nido vacío, dado que los padres se dan cuenta de que el hijo ha abandonado definitivamente el domicilio familiar para formar su propia vida y su propia familia, independientemente de la vida de sus padres.

Lo mismo ocurre con los hijos que trabajan, porque aunque no se casen, llega un momento en el que quieren independizarse económicamente de sus padres y se van a vivir solos o con otras personas en situación similar. Esto conlleva las mismas consecuencias para los padres que el hecho de casarse.

Estos hechos normativos (casarse o independizarse por otra causa) suelen tener lugar alrededor de los 25-30 años.

También hay otras formas no normativas de abandono del hogar que pueden resultar más traumáticas.

Un hijo puede irse de casa porque la relación con sus padres o con alguno de ellos sea mala, que sean caracteres incompatibles. Esto puede deberse a que los padres no acepten el comportamiento de los hijos, o que los hijos no entiendan la forma de pensar y actuar que tienen sus padres respecto a ellos.

En este caso, el síndrome del nido vacío es relativo. Puesto que si la pelea es con ambos padres, el nido vacío es prácticamente inexistente o al menos no tiene tantas repercusiones como si el abandono fuese por otra causa. En cambio, si la marcha del hijo se produce por la pelea sólo con uno de los padres, este puede que no añore su falta, pero sin embargo, el otro padre con el que no se ha peleado, puede sentir un fuerte síndrome del nido vacío, al sentir que ha perdido a su hijo por causas ajenas y de esto culpa a su pareja, con la que poco a poco se va distanciando y se va creando un ambiente tenso entre ellos que puede acabar en separación si no se soluciona el problema con el hijo.

También cabe decir que hay padres, cuyos hijos han abandonado el hogar por una discusión con ellos, que tienen un gran sentimiento de culpabilidad, puesto que consideran que han intentado hacer las cosas bien con sus hijos y estos han reaccionado de forma contraria a la que los padres pretendían.

Este caso es un hecho no normativo.

Pero quizá la ausencia más dramática de un hijo es cuando este fallece joven. Este hecho no normativo es el más traumático, dado que la pérdida repentina de un hijo por accidente u otras causas inesperadas, produce una sensación de impotencia y desesperación contra la que no se puede luchar, porque en este caso ya es imposible recuperar al hijo.

  • CONSECUENCIAS

Primeramente, cabe comentar que las reacciones no son algo universal, sino que dependen en gran parte de la personalidad de cada sujeto, así como de la relación que tenga cada miembro de la familia con la persona que abandona el hogar. Por tanto, las reacciones son muy relativas.

  • REACCION DE LOS PADRES

Normalmente, las madres suelen ser más sensibles a este tipo de cambio, tienden más a deprimirse y se preocupan constantemente por el hijo que ya no está en casa. Esto puede deberse a que las madres, generalmente suelen dedicar más tiempo al cuidado de sus hijos y cuando éstos crecen e inevitablemente se van alejando, les cuesta aceptarlo y sienten que les falta algo. Además, influye el hecho de que normalmente esta etapa de independización de los hijos, suele coincidir con la llegada de la menopausia en las madres, y esto hace que éstas están más irritables y sensibles, y puede que proyecten el dolor de la marcha del hijo sobre ellas mismas, llegando a convertirse en hipocondríacas.

La posición contraria serían aquellas madres que se sienten liberadas con la marcha de los hijos del hogar familiar. Esto puede deberse a que haya llegado un punto en el que esté cansada de cuidar de ellos o a que sus metas en la vida no hayan sido simplemente cuidar de los hijos, sino más bien enseñarle a valerse por sí mismo y de esta manera, ella puede sentir que ha cumplido su función en la vida. Pero todo esto no significa que no les quieran.

En cuanto a las reacciones de los padres, hay quienes reaccionan con tristeza o con ansias de tener al hijo en casa, ya que les puede parecer que ya han perdido en cierta manera al hijo y no han pasado el suficiente tiempo con ellos.

Por el contrario, hay otros padres que incluso pueden llegar a sentir "celos" o cierta envidia, porque ven que sus hijos han crecido, son independientes y ya no necesitan de los padres para sobrevivir. Ven en los hijos la juventud y las oportunidades que ellos ya han perdido, y pueden llegar a no aceptar este hecho.

  • CAMBIOS EN LA RELACIÓN DE PAREJA

El hecho de que este síndrome afecte de forma individual, repercute inevitablemente en la relación de pareja.

Las diferencias entre hombres y mujeres puede que no sean muy distintas, aunque siempre se tiende a pensar que la mujer se vuelve más susceptible y cualquier pequeño problema o desacuerdo entre el matrimonio se puede exagerar acabando casi siempre en pelea. Por lo que la relación de pareja con el tiempo se puede ir haciendo más tensa, y esto puede llegar a repercutir en su relación con otras personas de su ambiente, como los hijos, familiares, amigos,...

El caso contrario serían aquellas parejas que con el abandono del hogar del hijo, se apoyan más el uno con el otro, consiguiendo una mejor relación entre ellos, basada en la comprensión y el apoyo mutuo. Ven que tienen más tiempo para ellos, pueden sentir como si recuperaran parte de su intimidad, o incluso de su juventud, ya que son muchas las parejas que al tener hijos dejan de viajar, de salir a cenar,... suprimiendo el tiempo que tenían para ellos e invirtiéndolo en sus hijos, de modo que cuando estos ya no están en casa, pueden volver a vivir estas experiencias que de alguna manera les rejuvenecen.

Es importante tener en cuenta el número de hijos que tiene la pareja, dado que no es lo mismo la marcha de un hijo único, que la marcha del primer hijo de varios hermanos.

La marcha del primer hijo de una familia en donde son varios hermanos, puede vivirse duramente, pero de alguna manera prepara a los padres en el camino hacia la marcha de los otros hijos. Pero a pesar de esto, nunca estarán del todo concienciados, porque con la marcha del último ven que se les han acabado las oportunidades de no quedarse solos. Sobre todo si se trata de chicas. Este aspecto es importante, puesto que por el mismo motivo por el cual, en general los padres aceptan mejor que los hijos varones empiecen a salir de noche y a volver a casa tarde cuando son adolescentes que cuando lo hacen las hijas adolescentes, también llevan peor el hecho de que sea la hija la que se va de casa.

Por otro lado, hay parejas a las que les pasa lo contrario, porque es un sentimiento generalizado que las chicas son más responsables que los chicos a esas edades, y así pues, la marcha del hijo puede resultar más dura que la de la hija, por el hecho de que los padres puedan considerar que el hijo no sea capaz de valerse por sí mismo.

  • REACCIONES DE OTROS FAMILIARES

Hay otros familiares que también residen en el domicilio familiar, que aunque no viven intensamente la marcha de los hermanos, nietos, sobrinos,... también les afecta desde 2 posiciones:

  • La relación que tuvieran con la persona que se va de casa, como mínimo se debilita por la distancia.

  • Viven las repercusiones del hecho de cómo les afecta a los padres la marcha del hijo.

    • Reacciones de los abuelos

    En general, los abuelos que viven en el hogar familiar, sienten este momento (de abandono del hogar de un nieto) con mucha tristeza. A pesar de las diferencias de caracteres entre jóvenes y mayores, porque estos últimos suelen ser muy protectores, cuando alguien deja la casa los abuelos le añoran mucho.

    Esta tristeza suele deberse a que siempre ven a sus nietos como niños, sobre todo si es el primer nieto que abandona el hogar. Pero este hecho también puede deberse a que en su juventud, ellos no tenían tanta independencia, pasaban de estar con sus padres a casarse, crear una familia,... en definitiva, a llevar una vida plenamente adulta. Por tanto, el hecho de que los nietos se vayan a estudiar o a trabajar fuera de casa (alrededor de los 18-20 años), lo ven como un suceso demasiado liberal, piensan que aún necesitan a sus padres para todo, que todavía deben estar bajo su control.

    Por eso, aunque los abuelos estén orgullosos de que sus nietos estén estudiando o trabajando, es decir, consiguiendo sus propósitos y realizándose como adultos, en el momento en que estos están en casa sienten como si tuvieran que dedicarles más tiempo que nunca, mimarles e intentar que se sientan muy agusto en el hogar familiar. Este cuidado (excesivo en algunas ocasiones), les hace sentir más importantes y piensan que en general los nietos siempre van a sentir que como en casa en ningún sitio, lo que conlleva en algunos casos a no dejar el hogar definitivamente.

    • Reacciones de los hermanos

    Los lazos de sangre convierten a los hermanos en potenciales fuentes de ayuda para las personas mayores, es decir, para los padres. Las mujeres suelen tener más contacto con los padres. En algunos casos, los hermanos pueden asumir el papel de confidentes y establecer una relación próxima, con lo que se convierten en apoyo emocional mutuo, por lo que el abandono del hogar de alguno de los hermanos puede dan lugar a un estado de tristeza, melancolía y soledad del hermano que se queda en casa.

    Las relaciones entre hermanos pueden cambiar a lo largo de la vida. Con la edad, aumenta la compatibilidad y los sentimientos de proximidad y disminuye la posibilidad de rivalidad y conflicto. Sin embargo, también puede que disminuyan los intereses comunes en algunos casos.

    Los acontecimientos críticos en la vida de los hermanos, tales como el matrimonio, la enfermedad o la muerte de los padres, llevan a replantearse las relaciones que se mantienen entre hermanos, estrechándose en algunos casos o distanciándose en otros.

    La relación con el hermano/s del que se va de casa depende de varios aspectos, como son: la diferencia de entre ellos, el sexo, si compartían habitación, si el hermano que se queda es mayor o menor que el que se va de casa y si son sólo 2 hermanos o por el contrario son más de 2.

    • Relación entre hermanas con poca diferencia de edad: por lo general esta relación suele ser muy buena, dado que pueden compartir gustos, aficiones o incluso amigos. Por este motivo la separación resulta más complicada. La hermana que se queda en casa puede sentirse sola, incluso abandonada, dependiendo de la reacción de los padres o de la reacción que ella misma pueda tener al sentirse sola, ya que puede encerrarse en sí misma.

    • Relación entre hermanas con gran diferencia de edad: este tipo de relación puede variar entre hermanas, dado que puede ser desde mala hasta uy buena, o incluso indiferente. Pero también puede ser de protección, ya que la mayor puede sobreproteger a la pequeña/s, actuando casi como si fuese la madre. La separación será mucho más dura en este último caso, y no será lo mismo si la que se va de casa es la mayor o la pequeña.

    • Relación entre hermanos y hermanas con poca diferencia de edad: en estos casos, la separación se puede vivir o muy bien o muy mal, pero difícilmente será una relación indiferente. La relación será menos traumática si su relación habitual es mala o regular, llena de celos, riñas, problemas con los padres por estas causas,... Mientras que la separación será mala si su relación cotidiana es buena y sin problemas.

    • Relación entre hermanos y hermanas con gran diferencia de edad: suele ser una relación más bien indiferente, porque cada uno sigue su camino, con sus amigos, gustos, aficiones,... que suelen ser bastante distintas. Por tanto, al no tener casi relación como hermanos, no es demasiado traumático el abandono de la casa de alguno de ellos. Aunque también podría darse el caso de sobreprotección del mayor sobre el menor/es, al igual que en la relación entre hermanas con bastante diferencia de edad.

    • Relación entre hermanos con poca diferencia de edad: en general, sienten mucho el que uno se vaya de casa, ya que la relación entre estos es buena porque suelen compartir gustos, aficiones o amigos, al igual que ocurre entre hermanas de edades similares.

    • Relación entre hermanos con bastante diferencia de edad: cuando se trata de hermanos gemelos (al igual que entre gemelas chicas), suele ser la relación mucho más profunda de por sí, y la pérdida se siente mucho más, porque estos normalmente, pasan toda la vida juntos (en casa, en le grupo de amigos, escuela,...).

    • Convendría destacar si se van juntos de casa o no, ya que pueden decidir tomar caminos distintos. Este caso de gemelos/as, afectaría de un modo más significativo a los padres, porque supondría perder a 2 hijos de golpe.

    • ESTRATEGIAS PRE Y POST SÍNDROME

    Consideramos que se deben aplicar una serie de estrategias antes para prevenir el problema y también se han de aplicar después para paliar los efectos negativos del síndrome del nido vacío.

    ANTES (para prevenir):

    • De forma gradual han de ir dejando que sus hijos vayan valiéndose por sí mismos y acostumbrándose a que no lo pueden controlar todo y a que no siempre les pueden dar las cosas hechas como suelen hacer muchos padres, y de la misma forma asumiendo que sus hijos no pueden estar siempre pendientes de ellos.

    • Desde que el niño es pequeño, se debe evitar ser excesivamente protectores con los hijos, porque por una parte no dejan que los hijos se desarrollen como los otros dando lugar a intentos de independencia frustrada, y por otra parte, cuando llegue el momento en el que el hijo abandone el hogar, el síndrome del nido vacío será mucho más intenso si los padres están acostumbrados a controlar todo lo que hace el hijo. Por tanto, los padres, por muy duro que les resulte, deben acostumbrarse a realizar separaciones parciales con los hijos.

    DESPUÉS (para paliar los efectos negativos):

    • Tener contacto con otros familiares o amigos que hayan pasado por la misma experiencia del nido vacío y que hayan conseguido superar dicho problema con éxito.

    • La mujer que generalmente se ha dedicado única y exclusivamente al cuidado de sus hijos, es conveniente que realice actividades extra-familiares para mantener su tiempo ocupado y poder sentirse útil.

    • La pareja puede ocupar el tiempo libre que antes pasaba con los hijos, realizando alguna actividad conjunta o relacionándose más con amigos, familiares,...

    • Ser creativos y encontrar nuevos desafíos a la vida matrimonial.

    • EJEMPLOS DE CASOS REALES

    CASO 1

    Como ejemplo podríamos poner el de un matrimonio cuyo hijo de 26 años se ha independizado económicamente, lo que supone un hecho normativo dada la edad del sujeto que ha abandonado el hogar. Sin embargo, sobre ser un hecho normal, esta situación de cambio ha provocado diferentes reacciones en el padre y la madre.

    Esta diversidad de opiniones entre el padre y la madre se ha convertido en una fuente de conflictos para la pareja.

    El padre, cuando su hijo abandonó el hogar, lo tomó con mucha naturalidad, e incluso tenía ganas de que se fuera porque su hijo ya llevaba muchos años trabajando y ya tenía edad de irse de casa.

    La madre, sobre ser un caso normal, no lo ha tomado del todo bien y presenta síntomas del síndrome de nido vacío. Demuestra su añoranza por el hijo todos los días, nombrándolo o hablando de él. También tiene obsesión por llamarlo todos los días para saber de él y sigue cocinando la misma cantidad de comida que hacía cuando estaba su hijo en casa.

    Estas conductas de la madre provocan la irritabilidad del padre, lo que se convierte en una fuente de discusión y conflicto entre la pareja. La madre a la vez se siente incomprendida y piensa que su marido no quiere a su hijo, lo cual no es cierto.

    CASO 2

    En este ejemplo, el nido vacío viene dado a partir de un suceso no normativo. Un joven de 25 años muere en un accidente de coche, dejando a los padres solo, puesto que era hijo único. Desde el día que ocurrió, la madre se niega a aceptar la pérdida de su hijo, y no quiere escuchar a quien le dice que su hijo a muerto. Sigue haciendo vida como si su hijo viviera: sigue poniéndole plato en la mesa, arreglándole la habitación, e incluso sigue hablando con su hijo. La madre apenas sale de casa y se pasa el tiempo convenciéndose a sí misma de que está cuidando de su hijo.

    El padre, cansado de intentar hacer ver a la madre que su hijo ha fallecido, decide llevarla a un psicólogo, donde se le diagnostica esquizofrenia. Poco tiempo después, con 50 años se la ingresa en un manicomio, y él padre ingresa voluntariamente en una residencia de ancianos con tan sólo 55 años.

    • BIBLIOGRAFÍA:

    • "Jubilación y nido vacío: ¿Principio o fin? Un estudio evolutivo."

    Autores: E. Serra Desfilis, C. Dato y C. Leal

    Editorial: AU Llibres

    • "Desarrollo adulto y envejecimiento"

    Autores: José Luís Vega y Belén Bueno

    Editorial: Síntesis psicología

    • Direcciones de internet:

    • www.jubilo.es

    • www.fun-humanismo-ciencia.es/felicidad/mujer/mujer1.htm

    • www.latinsalud.com

    • www.autoemplearse.com.ar/nidovacio.htm

    • www.cpp.com.ar/articulos/nido.htm

    • www.psicorecursos.com.ar/familiar/nido_vacio.htm

    • TEST:

    ¿Estás preparado/a para la independencia de tu hijo/a?

    1. Has educado a tus hijos...
    a. Marcándoles pautas muy concretas para evitar que cometan errores
    b. Aconsejándoles cuando lo han solicitado y dejándoles seguir su camino

    2. ¿Qué es lo más importante de tu vida?
    a. Mis hijos
    b. Mi familia, mi pareja, mi trabajo...

    3. ¿Qué haces cuando tus hijos no están en casa?
    a. Me aburro, no sé en qué invertir mi tiempo
    b. Leo, veo la TV, descanso y me relajo

    4. ¿Qué piensas cuando tu hijo/a te cuenta sus planes de futuro?
    a. No le hago mucho caso, creo que todavía las cosas pueden cambiar mucho
    b. Creo que es señal de que está madurando

    5. En relación con los horarios que siguen tus hijos, ¿eres flexible?
    a. No, creo que deben ajustarse siempre a mis indicaciones
    b. Según han ido creciendo les he dado más libertad en ese sentido

    6. ¿Cómo tomarás la decisión de tu hijo/a de abandonar tu casa?
    a. Me va a ser muy difícil acostumbrarme a la nueva situación
    b. Al principio le echaré de menos pero entiendo que es ley de vida

    7.¿A qué sueles dedicar tu tiempo libre?
    a. Suelo quedarme en casa ordenándola y organizándolo todo
    b. Salgo a pasear, voy de compras, quedo con mis amigos y descanso

    8. ¿Crees que es importante educar a los hijos para que sean autosuficientes?
    a. Sí, aunque lleva mucho tiempo, sobre todo en los tiempos que corren
    b. Sí, siempre he respetado sus iniciativas aunque se lo he hecho saber cuando no he estado de acuerdo

    9. ¿Qué piensas cuando tu hijo/a te comenta que va a pasar una noche fuera de casa?
    a. Me niego en rotundo. Es mi hijo/a y tengo derecho a saber dónde está y qué está haciendo en cada momento.
    b. Le pregunto cuáles son sus planes y escucho sus razonamientos

    10. ¿Sientes que entre tu hijo/a y tú existe alguna atadura?
    a. Por supuesto, somos padre/madre e hijo
    b. No, lo que existe es una relación muy especial de cariño y respeto


    Resultado

    Mayoría de respuestas a:
    Te resulta muy difícil asumir que tus hijos ya han crecido y que es hora de que tomen el mando de su propia vida. Por eso, es posible que lo lleves mal cuando llegue el momento de que abandonen tu hogar. Es lo que en psicología se conoce como el "Síndrome del nido vacío", que lleva asociados una serie de trastornos como desasosiego, incertidumbre y la idea de "estar de más" en el mundo. Debes empezar a aceptar cuanto antes que el hecho de que tus hijos tomen su propio camino es ley de vida y preocuparte más por ti mismo/a. Dedica más tiempo a realizar aquellas actividades que te gustan y recupera tu vida social. Así te resultará más fácil adaptarte a la nueva situación cuando llegue el momento.

    Mayoría de respuestas b:
    Lo tienes asumido. Sabes que algún día tu hijo/a te comunicará su decisión de emprender su propia vida y estás preparado/a para ello. Es normal que el hecho de pensarlo te produzca una sensación de tristeza pero lo superarás enseguida. Has educado a tus hijos para que sean autosuficientes y en el fondo sabes que el hecho de que disfruten de su independencia es también un éxito tuyo.




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    Enviado por:Álvaro Mendoza
    Idioma: castellano
    País: España

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