Psicología


Psicología clínica


Universidad Nacional Autónoma de México

Facultad de Psicología

Psicología Clínica

RESUMEN:

“ La entrevista: técnica fundamental”

Julio, 2001

LA ENTREVISTA

La entrevista es una conversación que se sostiene con un propósito definido y no por mera satisfacción de conversar. Entre la persona que entrevista y la entrevistada existe una correspondencia mutua, y gran parte de la acción recíproca entre ambas consiste en ademanes, posturas, gestos, etc. Incluso las palabras adquieren diversos significados según su entonación y contexto. Todos estos elementos de comunicación concurren al intercambio intencionado de conceptos que constituye la entrevista. (Bingham y Moore, 1973)

La entrevista tiene un objetivo, obtener información de una persona con un fin determinado. Es diferente de una conversación. Suele seguir una pauta concreta, gira en torno a temas establecidos que son relevantes para los objetivos planteados. En esta situación se dan dos roles muy definidos: el entrevistador y el (los) entrevistado (s). El entrevistador debe tener control directo así como control de las interacciones que se establecen y hacer que ellas vayan dirigidas a obtener el objetivo propuesto.

    • La entrevista es una reunión prefijada y determinada de antemano

    • Hay dos o más partes y una de ellas ejerce el control de la misma

    • Se hacen preguntas y se dan respuestas.

La entrevista tiene las siguientes características:

    • Flexibilidad

    • Retroalimentación inmediata (comunicación verbal y no verbal)

    • Relación interpersonal (edad, sexo, empatía, etc. Sonrisa, pausas, etc.)

El éxito de la entrevista depende en gran medida de la definición de objetivos y de la habilidad para controlar su evolución. Es importante tener en cuenta que no siempre la entrevista sólo se centra en los objetivos, también suele incluir emociones, opiniones, deseos, etc.

También es importante:

  • Papel del entrevistador ! mostrar interés; la confidencialidad; el entrevistador no debe expresar emociones o problemas personales.

  • Delimitación del tema

  • Interpretación del lenguaje verbal y no verbal

  • Conclusiones

  • El entrevistador debe ser un profesional con conocimientos, habilidades y responsabilidad para conducir la situación en la cual debe obtener una determinada información. Durante la entrevista, el entrevistador debe observar no interpretar.

    MODELOS DE ENTREVISTA TERAPEUTICA

    Un cuerpo teórico se comporta como un sistema de referencia en función de la cual son interpretadas la realidad del paciente y la realidad de la situación terapéutica.

    En la psicoterapia, han predominado tres enfoques, así como también tres modelos de intervención:

    • Psicoanálisis

    • Fenomenología (humanismo)

    • Teoría del aprendizaje (conductismo)

    Bajo su influjo, la entrevista terapéutica se ha desarrollado diferencialmente, hasta constituirse en tres modos de intervención terapéutica.

    ENTREVISTA PSICOANALITICA

    El encuadre de esta se define por la eliminación de la influencia del mundo exterior, mediante el diván en que se tiende el paciente y gracias a que el terapeuta se sitúa a espaldas del cliente.

    Los canales de comunicación privilegiados son:

    • verbal

    • paralingüístico

    Y el canal de comunicación excluido en este tipo de entrevista es:

    • comunicación no verbal

    De acuerdo con la teoría psicoanalítica, esto favorece la emergencia de fantasías inconscientes, y por esta razón, cuando el paciente tolera mal la ansiedad que le genera no encarar al psicoanalista, la interacción es sustituida por una entrevista cara a cara.

    Pero el objetivo general de estas clases de entrevista es; mejorar la capacidad adaptativa del paciente a través del desarrollo de su capacidad de comprensión de él mismo. Según la teoría psicoanalítica, el origen de las dificultades del paciente consiste en un conflicto inconsciente cuya solución se encuentra en que estos salgan a la conciencia. Esta tarea le concierne al paciente; el entrevistador sólo facilita el proceso.

    Por tanto, los objetivos específicos de la entrevista psicoanalítica son por una parte, la captación emocional e intelectual del conflicto y; elaborar que implicaciones provocan estos conflictos (contenidos inconscientes) en la conducta del paciente.

    Este tipo de entrevista tiende a estructurarse de manera directiva, auque el nivel de directividad que alcance depende del entrevistador y de las exigencias del tratamiento, según cada paciente y su problema.

    Esta teoría afirma que los sentimientos, fantasías, actitudes y deseos de mayor incidencia son inconscientes, y están separados de la conciencia por mecanismos de defensa. La manifestación de la acción de estos mecanismos recibe el nombre de resistencia (conductas que alejan al entrevistado de la cura); y que estas conductas son combatidas durante el tratamiento.

    La regla de este tipo de entrevista es la asociación libre, que consiste en pedir al paciente que verbalice todo contenido que posee su mente, sin corregir ni censurar nada (sueños, lapsus linguae, parapraxis). Las intervenciones del psicoanalista se basan en el análisis de la resistencia, la transferencia y la contratransferencia; o sea, en el análisis de las conductas del paciente y de las suyas propias, en relación con los constructos de la teoría que le sirve como punto de referencia; a la forma en que el psicoanalista realiza sus hipótesis que va elaborando por el comportamiento del paciente se le llama interpretación.

    En cuanto a la relación entrevistador/ entrevistado, el entrevistador sólo hace de espejo, para el paciente y no deben tener otra relación que la entrevista.

    El psicoanálisis propone la entrevista como instrumento terapéutico único.

    ENTREVISTA FENOMENOLÓGICA

    Este tipo de entrevista tiene inicio con la obra de Carl Rogers, quien a partir de una concepción del hombre y la naturaleza de sus problemas muy influenciada por la fenomenología, propuso como método clínico la terapia centrada en el cliente.

    El objetivo principal de este tipo de entrevista es; promocionar al máximo el crecimiento psicológico de los pacientes; de tal modo que los entrevistadores se esfuerzan por promover al autoconciencia y el desarrollo del potencial humano individual de sus clientes.

    A diferencia del psicoanálisis aquí se concibe como una relación interpersonal real. Cuyo objetivo es que el paciente comience a percibirse de manera más positiva cuando asuma al terapeuta como alguien que le brinda una experiencia única.

    Los contenidos de la entrevista son del presente aquí y ahora de la experiencia interpersonal. El cliente no es considerado un enfermo sólo desconoce la forma en que su peculiar manera de percibir la realidad afecta a sus conductas específicas; los temas que se tratan en este tipo de entrevista son la forma en que el paciente experimenta emocional y conceptualmente su vida cotidiana.

    Según Rogers, para que la relación entre entrevistado/ entrevistador resulte fructífera (terapéuticamente útil) el vínculo debe ser genuino. El terapeuta debe tener 3 actitudes: aceptación incondicional, empatía y congruencia.

    Aceptación incondicional. El entrevistador debe evitar sus juicios de valor; además de no aconsejar al cliente (aun cuando lo pida). Aceptar a una persona en esta terapia es confiar en su capacidad para solucionar sus dificultades por sus medios.

    Empatía. Requiere que el terapeuta se esfuerce por ponerse en los pies del cliente; a ser el reflejo de los sentimientos del cliente pero no bajo su sistema de referencia sino bajo el sistema del cliente. Esto lleva a la comprensión del terapeuta por su cliente y del cliente por él mismo.

    Congruencia. Es una actitud que pide la estabilidad en los sentimientos y conductas del terapeuta hacia el cliente; se requiere una relación de iguales; es decir, la inmediatez como una de las mejores técnicas.

    Esta concepción teórica identifica el cambio terapéutico con una mejoría generalizada del funcionamiento psicosocial del cliente; un incremento del nivel de conciencia, autoaceptación, comodidad interpersonal, flexibilidad cognoscitiva y autoconfianza.

    Esta es una entrevista no directiva.

    ENTREVISTA CONDUCTUAL

    El objetivo general de la terapia del comportamiento consiste en la modificación de conductas desadaptativas que son específicas y manifiestas, teniendo en cuenta las cogniciones y emociones que las acompañan (en caso necesario).

    Se basa en dos principios fundamentales de la teoría del aprendizaje. El primero es que existen relaciones funcionales entre las verbalizaciones de una persona y su conducta en el medio ambiente. Y el segundo que las verbalizaciones (emocionales) y su relación con el medio se vinculan con los componentes fisiológicos de las respuestas emocionales.

    Apoyándose en esto, la entrevista conductual es propuesta como una técnica auxiliar de los programas de modificación de conducta cuyas funciones son:

  • Crear un marco de interacción con el terapeuta

  • Reunir información sobre las pautas de comportamiento del paciente y su historia (filogenetica y ontogenética)

  • Evaluar estos datos para delimitar los objetivos y las técnicas a emplear

  • Evaluar momento a momento los resultados del tratamiento

  • Modificar o mantener determinadas clases de conductas

  • En la investigación conductual, la información es tratada concretamente. Los hechos que importan son: conducta verbal, conducta no verbal y respuestas fisiológicas del paciente.

    Bajo esta teoría también hay distinción entre entrevista de evaluación (cuyo objetivo es recoger información) y entrevista terapéutica (cuyo objetivo es el tratamiento). Sus técnicas son: condicionamiento verbal; modelado; instrucciones (o instigación verbal; presentación de estímulos verbales que incrementan la probabilidad de emisión de una respuesta. Dirigida a fomentar conductas {no asertivas, fobias, etc.} que fueron castigadas anteriormente); el ensayo conductual (emisión de una conducta por parte del cliente {reforzamiento o extinción}) y la retroalimentación (juicios del terapeuta acerca de conductas correctas o incorrectas que realiza el cliente; es decir, conductas asertivas o no asertivas). Además existen los sondeos (permiten encarar la información en forma activa y directiva).

    A diferencia de otras técnicas, este tipo de entrevista se centra en las conductas del presente.

    Entre el entrevistador y el entrevistado, la relación no se interesa tanto por interactuar, sin embargo reconocen la importancia de una relación cordial. En las primeras sesiones, ellos tienden a comportarse permisivos y acríticos con tal de establecer un rapport adecuado; posteriormente, cuando se aplica el tratamiento, se da la permisividad de ser menos permisivos y pasivos.

    TIPOS DE ENTREVISTA

  • HOJA EN BLANCO (NO ESTRUCTURADA)

  • Se refiere a que no concurrimos con ninguna pregunta previamente formulada para nuestro investigado o entrevistado. Se trata de que nos diga libremente lo que ocurre, porqué vino a consulta, etc.

    Sus ventajas son: que el entrevistado puede elegir el orden de la presentación de los aspectos de la personalidad o problemas que desea exponer de acuerdo con la importancia que les concede o necesidad de evitar los temas que le angustien.

    Este tipo de entrevista requiere más tiempo de indagación y limita mucho al número de personas para someter al proceso y requiere mucha preparación técnica.

  • ENTREVISTA MIXTA (SEMIESTRUCTURADA)

  • Es la más recomendable tanto porque se pueden alcanzar a investigar aspectos profundos del investigado y no alargar el tiempo del proceso.

    En este tipo de entrevista, el entrevistador previamente ha formulado las preguntas que probablemente hará de acuerdo con lo que su sensibilidad le indique de cómo marcha el proceso, para cumplir con las metas propuestas y el área a tratar. Dando oportunidad por lo abierto de sus preguntas a que el entrevistado se explaye lo suficiente y deteniéndolo cuando se estime que ya no interesa saber más sobre el tema.

  • TIPO CUESTIONARIO (ESTRUCTURADA)

  • Se preparan con anticipación las preguntas a hacer y se deja a criterio del investigador la forma de manejar las relaciones interpersonales para la apertura, el observar las comunicaciones no verbales y el cierre o clausura del proceso.

    En la mayoría de los casos no requiere más que un encuentro y tiene como limitación principal el que pueda quedar fuera del contenido de las preguntas aspectos cruciales o importantes.

    Tiene como ventajas principales que no requiere gran preparación del investigador, no consume mucho tiempo y se puede aplicar a un gran número de personas.

  • ENTREVISTA DE ADMISIÓN

  • Esta entrevista tiene dos propósitos:

      • Determinar por qué el paciente ha llegado a la clínica o institución, y

      • Juzgar si las instalaciones, políticas y foco de competencia de la institución satisfacen las necesidades y expectativas del paciente.

    Son conducidas principalmente por un trabajador social psiquiátrico. Estas platicas son cara a cara, pero existe la tendencia a utilizar contactos telefónicos previos a la entrevista inicial.

    Otra función de la entrevista inicial consiste en informarle al paciente acerca de las funciones, horarios, políticas, procedimientos y personal de la clínica. Todos estos detalles influirán en su motivación para la terapia y disipar dudas y mitos que tenga la persona respecto de la misma.

  • ENTREVISTA DE HISTORIA CLÍNICA

  • En este tipo de entrevista se obtienen datos antecedentes personales y sociales, hay interés en hechos, fechas y eventos concretos así como en los sentimientos del paciente acerca de ellos.

    El propósito de obtención de la historia clínica consiste en proporcionar un amplio contexto y trasfondo en el cual pueda colocarse al paciente y al problema. Es esencial que los problemas del paciente se sitúen en un contexto histórico de desarrollo apropiado, de modo que pueda determinarse con mayor confiabilidad las implicaciones terapéuticas.

    La variedad que cumple sobre los antecedentes personales- sociales es amplio; cubre infancia y adultez, e incluye aspectos educativos, sexuales, médicos, paterno ambientales, religiosos y psicopatológicos. Es muy importante indicar la manera en que el paciente presenta el material (modo de verbalización, reacciones emocionales ante el observador, evasividad o apertura, etc.).

    Normalmente en la historia clínica se empieza con los temas menos conflictivos y se deja los más sensibles para el final; cuando se haya establecido un mayor grado de rapport.

  • ENTREVISTA DEL ESTADO MENTAL

  • Este tipo se realiza para evaluar la presencia de la conducta normal. Las áreas generales que cubren en estas entrevistas son:

    • Datos para la historia clínica:

      • Nombre

      • Edad

      • Sexo

      • Fecha de la entrevista

      • Terapeuta

      • Conducta durante la entrevista y descripción física

      • Problema actual

        • Naturaleza del problema

        • Eventos antecedentes

        • Determinantes situacionales actuales

        • Variantes organísmicas relevantes

        • Dimensión del problema

        • Consecuencias del problema

      • Aspectos personales relevantes

      • Objetivo para la modificación

      • Tratamiento recomendado

      • Pronóstico

    Una de las limitaciones de esta entrevista es la falta de confiabilidad dado que, con frecuencia tienen una ejecución sumamente desestructurada. Para la solución de este problema se han diseñado las entrevistas estructuradas con preguntas específicas para evaluar la conducta en diversas áreas.

  • ENTREVISTAS PREPRUEBA Y POSTPRUEBA

  • Preprueba. Tiene dos propósitos; establecer un rapport básico que ayudará a facilitar el proceso de prueba, tiene el fin de comunicarle al paciente la naturaleza de los procedimientos de prueba, es necesario enfatizar la confidencialidad de los resultados.

    Postprueba. Representa la oportunidad para corroborar hipótesis generales del curso de la prueba. La meta consistiría en producir datos que aumenten la calidad de los resultados de la prueba. Durante el periodo postprueba pueden aminorarse los temores o al menos confrontarlos.

  • ENTREVISTA EN CRISIS

  • Son útiles para la atención directa al público y estaciones telefónicas especializadas en dar consejo o apoyo en varias situaciones. El propósito consiste en enfrentarse a los problemas a medida que ocurren y proporcionar un recurso inmediato. Este tipo de entrevista requiere entrenamiento, sensibilidad y capacidad de juicio.

  • ENTREVISTA PRETERAPIA

  • Hay tres razones para utilizar las entrevistas pretratamiento: la primera consiste en explicar las bases para la recomendación del tratamiento; ¿cuáles son los problemas del paciente? y ¿por qué la terapia ofrece la oportunidad de ayuda?. La segunda consiste en explicar lo que implica el curso de la acción recomendando si se ha de institucionalizar al paciente y las implicaciones que esto tendría. El tercer propósito consiste en fomentar la motivación del paciente.

    PUNTOS DE LA ENTREVISTA

    COMUNICACIÓN

    Ovejero (1998) menciona que durante una conversación, el 65% es comunicación no verbal, mientras que el 35% restante es comunicación verbal. Y que captamos el 7% de lo que se dice; el 38% del tono de voz en que se dice y el 55% de las señales del lenguaje no verbal.

    Nosotros los seres humanos utilizamos el lenguaje como el principal medio de comunicación. La comunicación es la forma de interacción entre los hombres en el proceso de su actividad (Predvechni, 1992). Gracias a ésta intercambiamos experiencias.

    TIPOS DE COMUNICACIÓN DURANTE LA ENTREVISTA

    Es importante que el entrevistador conozca los diferentes tipos de conductas comunicativas tanto propias como del paciente que puedan presentarse durante la entrevista para interpretar de manera correcta lo que el paciente desea expresar.

    • Comunicación verbal.

    La comunicación verbal que se desarrolla durante la entrevista terapéutica difiere notablemente de las pautas habituales en una conversación cotidiana, especialmente en lo que se refiere a la conducta verbal del terapeuta.

    Es importante que un entrevistador conozca aquellas formas de comunicación que resulten contraproducentes durante una entrevista terapéutica:

    • Hablar de temas intrascendentes para un paciente que llega a la entrevista por un motivo concreto, temas como el tiempo, la política o los deportes.

    • Manifestaciones que impliquen juicios, acusaciones, criticas o insultos.

    • El sermoneo, expresiones que conllevan consejos del tipo: “Usted debería...”, “Lo que usted tiene que hacer es...”

    • Las expresiones de compadreo y manifestaciones de simpatía del tipo: “Me apena muchísimo eso que dices...”

    • Presionar, amenazar o discutir. Deben evitarse las expresiones del tipo: “¿No te lo dije yo?”, “Si no lo haces te arrepentirás”, “Usted está completamente equivocado porque...”

    • Expresiones de intolerancia y rigidez del tipo: “La única manera de solucionar su problema es...”, “Si continúas así tus dificultades aumentarán”

    • Hiperanálisis, Hiperinterpretación o intelectualización. No son aconsejables las expresiones del tipo: “En mi opinión sus actuales dificultades provienen de que usted nunca se preocupó por su desarrollo personal”

    • Bombardear al paciente con varias preguntas seguidas: ¿cuándo sucede, qué hace al respecto?

    • Auto revelaciones extensas. “Lo que usted me dice me hace pensar en mi propia situación, yo también siento lo mismo cuándo...”

    Durante una entrevista lo que el terapeuta hace o dice influye en la conducta comunicativa del paciente, ya sea como reforzador, como castigo o como discriminación.

    El efecto reforzante tiene relación con mantener o incrementar ciertas conductas comunicativas del paciente.

    El castigo se infiere cuando ciertas conductas comunicativas decrecen en su tasa o incluso desaparecen.

    El efecto discriminante se produce cuando la aparición de una intervención del entrevistador permite predecir el tipo de respuesta que elicitará el paciente.

    • Comunicación no verbal.

    Knapp (1972) la define como aquella clase de eventos comunicativos que trascienden la palabra hablada o escrita.

    La comunicación no verbal pueden ser clasificada en tres categorías:

    Kinésica: Se refiere a todo tipo de movimientos corporales como los gestos, las expresiones faciales, el contacto visual y la postura. También incluye el aspecto físico, la estatura, el peso, es decir, todos aquellos rasgos que contribuyen a dar una interpretación de la clase de persona que es aquélla que esta frente a nosotros.

    Paralingüística: SE refiere a las conductas relacionadas con aspectos vocales no lingüísticos de un mensaje como son el tono de voz, las vocalizaciones, los silencios, la fluidez de la pronunciación o los errores del habla.

    Proxémica: Son aquellas conductas ligadas al uso del espacio personal y social, como por ejemplo la distancia interpersonal, la manera de sentarse o la forma de disponer de una habitación.

    • Relaciones entre conducta verbal y conducta no verbal.

    Repetición: Tanto el mensaje verbal como el no verbal transmiten la misma información. Por ejemplo, un ligero movimiento de cabeza de arriba hacia abajo acompañado de la palabra sí.

    Contradicción: El mensaje no verbal se opone al verbal. Cuando esto sucede la mayoría acepta como valido el mensaje no verbal. Por ejemplo, la forma en que las personas suelen entender las palabras de bienvenida cuando las acompaña un gesto desagradable.

    Sustitución: La conducta no verbal ocupa el lugar de un mensaje lingüístico. Por ejemplo, cuando alguien sonríe para indicar satisfacción.

    Complementación: Una conducta no verbal complementa o finaliza a una verbal. Por ejemplo, un comunicante que dice haber abandonado un proyecto y al mismo tiempo se encoge los hombros.

    Acentuación: Los mensajes verbales se enfatizan mediante los no verbales. Por ejemplo, generalmente las emociones que acompañan a las palabras suelen expresarse a través de la cara, mientras que el resto del cuerpo tienden a expresar la intensidad de dicha expresión.

    Regulación: La conducta verbal modera el flujo de la conversación. Por ejemplo, el turno de intervención suele expresarse mediante un movimiento que compromete las cejas y la barbilla.

    La conducta no verbal de un paciente forma parte de la expresión de sí mismo. Y puesto que la comunicación no verbal es más espontánea y mucho más difícil de controlar concientemente que las palabras, puede facilitar al terapeuta la identificación de un conflicto, sin embargo si el terapeuta no da la interpretación adecuada a las conductas no verbales de su paciente puede llegar a distorsionar de manera significativa la información.

    • Directividad VS. no directividad

    Entrevistas terapéuticas directivas: son aquellas en las que el entrevistador tiende a llevar buena parte de la conversación, realizando presuntas específicas sobre temas que con frecuencia son elegidos por él, al tiempo que ofrece frecuentes informaciones o explicaciones del problema planteado por el cliente.

    Entrevistas no directivas: Se caracterizan por el hecho de que las verbalizaciones del paciente son más extensas y numerosas que las del terapeuta. Este interviene fundamentalmente cuando desea mostrar a su interlocutor que le acepta como persona y que comprende sus sentimientos, actitudes y conductas explícitas, al tiempo que refuerza las verbalizaciones del cliente que tocan estos temas.

    • FASE INICIAL

    El objetivo principal de la primera etapa de una entrevista es establecer el rapport:

      • Lograr que el paciente se sienta cómodo en presencia del terapeuta.

      • Y dispuesto a hablar lo más libremente posible de inhibiciones de cualquier índole.

    Para ello hay que tomar en cuenta distintos aspectos que contribuyen a que el paciente se sienta en confianza:

    • Las expresiones no verbales, como una sonrisa amable, un cálido apretón de manos, o una suave invitación a tomar asiento.

    • Los comentarios del terapeuta se mantienen en la misma línea de pensamiento que la desarrollada por el sujeto.

    • El terapeuta es (parece ser) totalmente apto para comprender los sentimientos del paciente.

    • El terapeuta intenta, de hecho, comprender los sentimientos del paciente.

    • El tono de voz del terapeuta expresa su capacidad para compartir los sentimientos del paciente.

    • El terapeuta considera al paciente como su colaborador en la resolución de un problema común.

    • El terapeuta trata a su paciente como un igual.

    • También son importantes las características físicas del lugar donde se desarrolla la entrevista (privado, cómodo, limpio, presentable, etc.).

    De igual forma hay que tomar en cuenta aquellas actitudes que se consideran disfuncionales en el establecimiento del rapport:

    • El terapeuta se presenta de tal forma que es vivido por el paciente como un castigo.

    • El terapeuta provoca en su paciente el sentimiento de ser rechazado.

    • La relación interpersonal que se establece entre paciente y terapeuta es fría.

    • El terapeuta pone al paciente “en su sitio”, con cierta frecuencia.

    • El terapeuta busca el favor del paciente.

    • El terapeuta busca impresionar al paciente haciendo alarde de su capacidad o conocimientos.

    • El terapeuta trata al paciente como si fuera un niño.

    Es importante presentar o definir la situación de entrevista, mediante la especificación de los objetivos de la interacción terapéutica y de las fases y técnicas generales de que consta el tratamiento.

    • Esto contribuye a disminuir notablemente la ansiedad del paciente, ya que se le proporcionan una serie de puntos de referencia respecto de los cuales puede estructurar tanto sus percepciones como sus expectativas.

    • Además esto da al terapeuta la oportunidad de establecer algunas hipótesis elementales en relación con la forma en que él, y sobre todo sus expresiones y actitudes menos controladas concientemente afectan al paciente (inhibiéndole, tranquilizándole, etc.); y de que tipo de persona es éste.

    ¿Cómo saber cuando la etapa inicial de una entrevista ha llegado a su fin?

    Según Sullivan (1984), el final de la primera etapa de una entrevista terapéutica llega a su fin cuando el paciente a transmitido suficiente información sobre sus dificultades, como para que su interlocutor haya podido establecer, una primera hipótesis muy general sobre la clase de problema que motiva la necesidad de tratamiento.

    Llegado este momento es aconsejable hacer un resumen donde se sinteticen aquellos elementos, que a juicio del entrevistador, sean los más significativos de los aportados por el paciente. Esto facilita una transición pausada a la siguiente etapa, pero lo más importante es que le da al paciente la oportunidad de corregir las malas interpretaciones en que hubiera podido incurrir el entrevistador.

    • FASE INTERMEDIA (desarrollo y cima)

    En el inicio de la fase intermedia conviene que el terapeuta seleccione las intervenciones verbales en función de las fluctuaciones que experimente el grado de distensión de la comunicación y la interacción, que ha establecido con su cliente.

    Es frecuente que el objetivo general se aborde mediante una combinación de técnicas directivas y no directivas, por ejemplo, cuando se trata de identificar un problema, el entrevistador primero suele revisar un tema concreto de manera no directiva, generalmente acogiéndose a un tema propuesto por el paciente, para después, profundizar en ese tema a través de preguntas del tipo qué, cuándo, cómo, dónde, etc.

    La identificación del problema requiere que el terapeuta desarrolle tres clases de habilidades:

    • Saber escuchar activamente sin interrumpir a su paciente

    • Elaborar hipótesis de la clase de problema que padece el paciente

    • Saber preguntar, es decir, controlar las pautas enunciativas susceptibles de sesgar la respuesta de su interlocutor.

    Es importante que el entrevistador sepa escuchar y atender, de lo contrario el paciente puede llegar a desmotivarse y abandonar la autoexploración, mientras que el terapeuta corre el riesgo de comprender erróneamente las dificultades de su interlocutor y de seleccionar una estrategia de intervención inadecuada.

    Algunos aspectos que tiene que eliminar el terapeuta para mantener su atención y desarrollar su capacidad de escuchar al paciente:

    • Tendencia a juzgar y evaluar los mensajes del cliente.

    • Tendencia a distraerse por factores como el ruido, las presiones del horario o el tema de la entrevista.

    • Tentación de responder a las piezas de información ausente haciendo preguntas precipitadas.

    • Tentación de proponerse a uno mismo como fuente de solución de problemas.

    • Preocupación por lo bien o mal que uno mismo se desenvuelve como profesional.

    • Formulación de preguntas adecuadas. “Saber preguntar”

    • Empleo de vocabulario adecuado. Utilizar vocabulario que el entrevistado comprenda de manera clara.

    • Asegurarse de que las preguntas son concretas y que se comprenden con facilidad.

    • En ocasiones se necesita que el entrevistado proporcione respuestas concretas, pero en ocasiones es necesario indagar más sobre algún tópico por lo que el terapeuta debe realizar preguntas abiertas.

    Por ejemplo:

    Preguntas cerradas Preguntas abiertas

    Tus padres discuten con frecuencia contigo? ¿Cómo te llevas con tus papás?

    Te enojas con facilidad? Cómo es tu carácter?

    Se deben evitar las preguntas muy largas

    (Por ejemplo: háblame de tus paspas, maestros,

    hermanos y hermanas)

    • Dirigirse personalmente al sujeto al preguntar, ya que esto origina respuestas más fiables.

    (Por ejemplo: Norma, usted vio?).

    • Utilizar de forma correcta las preguntas. Las preguntas pueden utilizarse de modo inapropiado. Dos usos inapropiados del cuestionamiento son:

  • Sondeo Aleatorio. Ocurre cuando el entrevistador no sabe qué preguntar o tiene cierta curiosidad por un aspecto particular de la vida intima del paciente, por lo que no hace preguntas objetivas dirigidas a la búsqueda del problema.

  • Cuestionamiento coercitivo. Este tipo de preguntas intentas forzar al entrevistado a ver las cosas como las ve el entrevistador.(Por ejemplo: ¿no crees que el maestro tiene cierta razón?, por qué siempre desaprueba a su hijo?). Este tipo de preguntas puede llegar a inhibir la comunicación.

    • Evitar preguntas embarazosas.

    Las preguntas deben formularse de manera que no se avergüence u ofenda al entrevistado (Por ejemplo: En que materias académicas has recibido calificaciones reprobatorias? Podría sustituirse por qué materias académicas son difíciles para ti?).

    • Uso de preguntas de sondeo de manera efectiva

    Durante una entrevista puede ser necesario obtener información más especifica que la que proporciona el paciente. En tales casos es necesario sondear aun más.

    Ejemplos de preguntas de sondeo:

    Platíqueme más acerca de eso

    Hay algo más?

    Cómo se sintió acerca de ello?

    Qué haría?

    • Presentar las preguntas en el momento oportuno

    La parte inicial de la entrevista se debe enfocar en áreas que no provoquen ansiedad (o que ésta sea mínima). Si las preguntas se plantean en un momento inoportuno esto puede impedir el progreso de la entrevista y desalentar la revelación de información vital.

    La relación del terapeuta con el paciente, debe guiar al primero en la presentación de las preguntas; a medida que se desarrolla una relación de mayor confianza entre ambos, se podrán introducir los temas que antes se evitaron.

    El terapeuta no debe permitir que la entrevista sea demasiado extensa o que tenga muchos silencios.

    La entrevista debe ser lo suficientemente rápida para mantener el interés, pero lo bastante lenta para permitir que el terapeuta formule adecuadamente las preguntas y/o comentarios.

    • Utilizar reflejo y retroalimentación

    Al reflejar y parafrasear ocasionalmente las comunicación del paciente, el terapeuta les proporciona una retroalimentación valiosa, les hace saber que les comprende y además les ayuda a verbalizar de manera más clara otros sentimientos y preocupaciones (Por ejemplo: “entonces usted sintió que no tenía a nadie a quien recurrir”).

    • Cambio de tema

    La decisión del cambio de tema debe basarse en l apreciación que el terapeuta tenga del paciente y en qué tantos cambios puede tolerar dicha persona.

    • Tolerancia de la conducta difícil

    No se debe permitir que progrese una situación en la que el entrevistado se desorganiza o atemoriza demasiado, porque ello ocasionaría el rompimiento de la relación terapeuta-paciente.

    Aquí, el terapeuta tiene que reconocer cuándo ya no es apropiada la conducta. El terapeuta debe desarrollar cierta tolerancia hacia la conducta que provoca ansiedad, pero también debe reconocer cuando intervenir para reducir y modificar dicha conducta, si ésta se ha vuelto intensa.

    • Manejo de los silencios

    Durante la entrevista, el terapeuta reaccionara ante muchas cosas que dice el paciente; puede sentir pena, disgusto, placer, etc. No es posible eliminar esta, pero debe ser posible controlarlo, ya que si se muestran dichas emociones, pueden interferir con las comunicaciones del entrevistado.

    El terapeuta puede reír con el paciente, pero nunca se debe reír de él.

    Para poder elaborar las hipótesis sobre cuáles son las dificultades, problemas o conflictos del entrevistado es necesario:

    • Saber observar lo que sucede dentro de la entrevista

    El terapeuta debe vigilar sus reacciones (autoobservación), esforzándose por no realizar interpretaciones inmediatas de la conducta que observa en su cliente para:

    • Desarrollar la actitud psicológica de objetividad que es necesario mantener a lo largo de la entrevista, puesto que tomar partido, a favor o en contra, de lo que alguien hace o dice, conlleva la adopción de ciertas conductas o actitudes que el paciente suele captar con facilidad, especialmente en el caso de rechazo o desaprobación.

    En relación a la conducta del cliente se debe observar:

    • El lenguaje y los conceptos utilizados que proporcionan información sobre el medio social en que se desenvuelve el paciente.

    • Comunicación verbal y no verbal

    • Deslindar la información objetiva de todo lo que dice el paciente

    Para esto es necesario tener siempre presente que cuando alguien tiene que hablar de sí mismo, lo hace de tal forma que tiende a minimizar los aspectos desfavorables para ofrecer la mejor imagen posible. Para poder objetivar la información que ofrece el paciente es necesario identificar los efectos de la ansiedad de este sobre la interacción y comunicación, así como controlar la propia ansiedad para que no desemboque en interpretaciones precipitadas o en la autodefensa tras el rol de experto. (p.98)

    • Saber abordar los cambios de la comunicación e interacción durante la entrevista

    El terapeuta debe adquirir capacidad para adecuar sus técnicas a los cambios de comunicación e interacción, lo que se haya muy ligado a la identificación que tiene que hacer sobre los factores que están produciendo ansiedad en el paciente.

    Sullivan afirma que los cambios en la actitud del paciente son una respuesta a los cambios de actitud del terapeuta ya que tal vez, este último, no esta siendo tan objetivo o no esta tan atento en el transcurso de la conversación.

    Para Sullivan la ansiedad es una señal de que algo debe ser diferente de inmediato.

    Cuando ocurren cambios en el transcurso de la entrevista, éstos pueden o no mejorar el curso de la misma. Si el paciente empieza a dudar del terapeuta, se inicia un deterioro de la interacción.

    Sullivan menciona que el terapeuta tiene que realizar una observación retrospectiva para encontrar los factores que pudieron provocar la ansiedad algunos aspectos que se deben tomar (o inspeccionar) son:

    1.- Conjunto de hecho que definen la situación. Se busca establecer si el proceso se ha desarrollado de forma insidiosa o si el cambio se ha instalado a partir de un momento determinado (Por ejemplo: un exceso de entusiasmo del terapeuta sobre un aspecto determinado, puede inducir la pasividad del paciente, o bien, que se sienta ofendido).

    2.- Factores que hayan podido contribuir al desaliento del paciente respecto a los resultados de la entrevista.

    3.- Relación entre la situación actual y la conducta del terapeuta hacia el paciente.

    Aquí se verifican hasta que punto el paciente provoco desagrado al entrar a la consulta, o si algún comentario de éste le molesto al terapeuta, etc. Sullivan menciona que los cambios significativos en la actitud del entrevistado (aburrimiento, irritación, enojo o diversión) indica que la entrevista comienza a deteriorarse tanto en la comunicación como en la interacción.

    4.- Inseguridad del terapeuta. El terapeuta debe verificar si existe cierta inseguridad hacia su propia persona y si ello esta afectando la comunicación. Sullivan afirma que durante todo el proceso de la entrevista, hasta en sus fases de terminación, es muy importante para el terapeuta verificar secretamente sus observaciones. Se espera que el terapeuta tenga espontaneidad en sus reacciones hacia los momentos afectivos o cambios del paciente, pero su respuesta (ya sean palabras, tonos o gestos) no deben ser automáticas, ya que de este modo el paciente podría sentirse ofendido o disgustado.

    Existen 2 estilos diferentes para rechazar las hipótesis:

    • Intuitivo. Los terapeutas que trabajan de esta forma no plantean explícitamente las hipótesis sino que establecen inferencias que regulan sus intervenciones posteriores. Esta forma de trabajo implica mucha espontaneidad pero por lo que la interacción terapéutica se puede tornar como controlada y cada vez puede ir aumentando el descontrol.

    • Explorativo. Estos tipos de terapeutas formula primeramente las hipótesis, y posteriormente se esfuerza por probarlas mediante preguntas criticas que le hacen a los pacientes y que les permiten verificarlas o desecharlas. Por ello este estilo proporciona, hasta cierto punto, mayor confiabilidad

    • Obtención de guías útiles a partir de patrones de comunicación

    Se pueden obtener guías útiles a partir de diversos patrones de comunicación en la entrevista, como son:

    • Asociaciones de ideas. Ocurren cuando el paciente se desvía del tema en discusión y comienza a asociar libremente. Esto proporciona claves útiles acerca de sentimientos o preocupaciones que no se expresaron de manera directa.

    • Cambios en conversación. Pueden proporcionar claves acerca de qué es lo que le angustia al paciente; posiblemente el tema que, el paciente, decide evitar con el cambio de tema le preocupa o incomoda.

    • Oraciones de apertura y cierre. Las afirmaciones iniciales pueden revelar la manera en que se siente el paciente acerca del terapeuta (en ocasiones puede indicar algo que tiene importancia en su vida), y las de cierre puede revelar qué es lo que significo para él dicha entrevista.

    • Referencias recurrentes. O temas que se repiten a lo largo de la entrevista, pueden proporcionar claves acerca de la principal fuente de preocupación del paciente.

    • Inconsistencias y vacíos. Pueden sugerir culpa, confusión, ambivalencia o evitación.

    • Significados ocultos. Se pueden manifestar a través de deslices, racionalizaciones o preguntas ambivalentes. Pueden sugerir áreas que deben explorarse.

    • FASE FINAL

    La tercera etapa de una entrevista se conoce con el nombre de cierre de la entrevista (o cierre del tratamiento). Su objetivo consiste en consolidar los logros alcanzados durante las etapas anteriores del proceso.

    Se inicia con una suave indicación del entrevistador respecto a que se acerca el final, indicación que debe ser seguida por un resumen de los contenidos tratados:

    • Se ofrece al paciente la oportunidad de aclarar aquellos malentendidos en que hubiera podido incurrir el entrevistador.

    • Se le brinda la posibilidad de comunicar cualquier información que hubiera quedado retenida por diversos motivos.

    Se continua esta fase con las prescripciones, que según los modelos teóricos adoptados pueden consistir en tareas a realizar por el paciente en su casa, durante el tiempo que transcurra hasta el próximo encuentro, en recomendaciones para el manejo de futuros problemas, en reasegurar al paciente respecto a su capacidad para manejarse solo, en potenciar su motivación en los temas tratados sugiriendo cómo podría abordarse la sesión próxima o en especificar como se realizará el seguimiento.

    La entrevista culmina con la despedida formal, que consiste en rituales sociales habituales en una despedida. Es recomendable que esta se desarrolle de forma breve y respetuosa, pero también cálida, de manera tal que haya un lugar para el reconocimiento del esfuerzo realizado y la manifestación de sentimientos de gratitud y afecto.

    TÉCNICAS DE INTERVENCIÓN VERBAL DURANTE LA ENTREVISTA

    • No directivas

    Se caracterizan porque todas ellas implican la atención del terapeuta ante el discurso del paciente. Por ello las intervenciones que emite el terapeuta se realizan en función del sistema de referencia del paciente.

    • Paráfrasis

    Consiste en un enunciado emitido por el terapeuta y que repite, en otras palabras, lo que dijo el paciente. Sus objetivos son:

    • Ayudar al paciente a centrar su atención en el contenido conceptual de su mensaje.

    Esta técnica favorece la ordenación y sistematización del pensamiento y le permite al terapeuta ayudar a pensar con claridad al paciente sobre un problema concreto. Por ejemplo:

    Paciente: Pienso que a estas alturas y habiendo partido de mi la iniciación de dejarlo, yo no tendría que sentirme cohibido cuando me la encuentro. Pero la verdad es que me siento incómodo, como inseguro. A veces no me atrevo ni a mirarla.

    Terapeuta: En tu opinión, tus sentimientos no se adecuan a las circunstancias.

    • Reflejo

    Intervenciones del terapeuta que recogen la parte afectiva del mensaje del paciente, incluyendo el tono emocional empleado por el paciente. Busca:

    • Animar al paciente para que exprese sus sentimientos y además favorece la toma de conciencia del paciente, en relación con la naturaleza de los sentimientos que son frecuentes en él.

    Por ejemplo:

    Paciente: Entonces todo me aprecia estupendo. Cambiar de ciudad, de casa, de amigos, de tipo de vida.... en parte me daba miedo, pero también me hacia ilusión.

    Terapeuta: Aquel cambio le asustaba y le atraía al mismo tiempo.

    • Resumen

    Sintetiza, por medio de intervenciones del terapeuta, la información transmitida por el paciente a través de la comunicación verbal y no verbal. También actúa como feedback.

    • Permite enlazar elementos dispersos a lo largo de las comunicaciones del paciente

    • Identificar un tema o estructura común a una serie de enunciados

    • Interrumpir una divagación excesivamente larga

    Por ejemplo:

    Paciente: De verdad que lo he intentado varias veces. Me esfuerzo por concentrarme todo lo que puedo, pero nada, no me entero de lo que leo. Empiezo a removerme en la silla, me levanto, pongo la radio o me voy a charlar con alguien. Y si me quedo delante de los folios es pero. Si me empeño en estudiar me pongo muy depre, es como un peso y pienso que no merece la pena que me esfuerce, porque tampoco ahora voy a aprobar. Entonces lo dejo y me tumbo en la cama completamente harto de mí mismo

    Terapeuta: O sea, que la inquietud y la falta de confianza en sí mismo te impiden concentrarte.

    • Autorevelación

    Información que el terapeuta emite, intencionalmente al paciente, acerca de si mismo.

    • Favorece que el paciente perciba al terapeuta como un ser humano.

    • Incrementa el nivel de autorevelación del paciente.

    Debe ser moderada. Además de que se debe aprender a discriminar la cantidad y el tipo de información a revelar. Debe emplearse siempre de acuerdo a las necesidades del paciente y nunca como medio de salida de ansiedad del terapeuta. Por ejemplo:

    Paciente: A veces me siento tan mal que creo que nunca voy a poder salir de este lío. Tengo miedo de equivocar mi camino, de cometer una de esas tonterías que luego no tienen arreglo.

    Terapeuta: Yo también he pasado por situaciones como esa. Durante un tiempo dudé no sólo de si quedarme a vivir aquí, sino que también me planteé en qué forma quería ejercer mi profesión y relacionarme con otras personas.

    • Directivas

    • Sondeo

    Pregunta emitida por el terapeuta para indagar más acerca de un posible problema existente en el paciente. Se debe evitar la pregunta ¿por qué? Ya que el paciente se puede poner a la defensiva o sentirse obligado a dar una explicación o justificación de su conducta. Por ejemplo:

    Paciente: Hay algunos días que no me apetece ni ducharme. Hasta la música me molesta. Algunas cosas que pasan en casa me sacan de quicio y estallo. Empiezo a no aguantarlo

    Terapeuta: ¿A qué clase de cosas te refieres?

    • Afirmación de la capacidad

    El terapeuta resalta la capacidad habitual del paciente para realizar una actividad concreta. Busca:

    • Animar al paciente a realizar algo en aquellos casos en que carece de confianza o iniciativa

    • Ampliar la conciencia que tiene el paciente con respecto de sus capacidades o habilidades

    Esta técnica debe ser empleado con total sinceridad, sin incurrir nunca en una mentira piadosa o en un ofrecimiento de falsas esperanzas. Por ejemplo:

    Paciente: Había pensado apuntarme a un cursillo de tenis. Tendría que hacerlo ya, porque el plazo acaba esta semana. Pero cuando me imagino en la pista...no sé.....

    Terapeuta: Tú siempre has destacado en los deportes. Podrías aprender pronto. Con la fuerza y agilidad que tienes podrías hacerlo muy bien.

    • Encuadre

    Consiste en una intervención del terapeuta con la finalidad de que el paciente considere una situación o suceso desde una perspectiva determinada. Se trata de expresar una serie de creencias positivas respecto al cambio, a las posibilidades concretas que tiene el paciente de cambiar o la forma en que se puede lograr el cambio. Por ejemplo:

    Terapeuta: Nuestros esfuerzos se centrarán en dos aspectos fundamentales. En primer lugar, intentaremos aclarar cuáles son los móviles por lo que usted solicita un tratamiento, para después, establecer algunos objetivos concretos en la solución de sus dificultades. Cuando hayamos logrado estos objetivos nos plantearemos el problema de elegir el tratamiento más adecuado.

    IMPORTANCIA DE LA OBSERVACIÓN CLÍNICA

    En la entrevista, la observación ayuda a completar la información requerida; para recabar dicha información, es necesario tener en cuenta la comunicación verbal y no verbal del paciente, como se mencionó anteriormente.

    Sullivan plantea que el terapeuta no puede apartarse, sin implicarse personalmente en la operación, el observa a través de su personalidad, por lo tanto, los datos son resultado de una interacción social con el paciente; esto es, una observación participativa.

    Dependiendo del enfoque de terapia se tomaran en cuenta los datos como se menciono en la primera sección (enfoque psicoanalítico, fenomenológico y conductual). Pero independientemente del nivel de inferencia, la observación sirve como un canal poderoso de comunicación y fuente de datos suplementarios en la entrevista.

    REFERENCIAS

    Bernsteinm, D. y Nnietzel, M. (1986). Introducción a la Psicología Clínica. México: Mc

    Graw Hill.

    Bingham, W. V. D. y Moore, B. V. (1973). ¿Cómo entrevistar?. Madrid: Rialp.

    Cicero, F. M. y Moreno, S. (2000). Teoría y técnica de la entrevista. México: Impromar.

    Cormier, W. H. (2000). Estrategias de entrevista para terapeutas. Madrid: Descleé.

    Martorell, M. C. y González, R. ( ). Entrevista y consejo psicológico. Madrid:

    Síntesis.

    Phares, E. (1996). Psicología clínica. México: Manual moderno.

    Rojí, M. M. B. (1997). La entrevista terapéutica: comunicación e interacción en

    psicoterapia. Madrid: Universidad Nacional de Educación a Distancia.

    Sullivan, H. S. (1973). La entrevista psiquiátrica. Buenos Aires: Ed. Psique.




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    Enviado por:Angie J. L.
    Idioma: castellano
    País: México

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