Ecología y Medio Ambiente


Problemática poblacional en Latinoamérica


PROBLEMÁTICA POBLACIONAL EN AMÉRICA LATINA:

BRASIL

Medio Ambiente y Población

4º CCAA

Universidad de Córdoba

INDICE:

1.- LA PROBLEMÁTICA DE AMÉRICA LATINA 1

2.- UN CASO PARTICULAR: BRASIL 3

3.- LOS CONTRASTES REGIONALES 5

4.- LAS REGIONES METROPOLITANAS

IMPORTANTES EN BRASIL 12

5.- LOS PROBLEMAS GENERADOS

EN LAS REGIONES METROPOLITANAS 18

6.- PROYECTOS PARA PROMOVER EL

DESARROLLO EN BRASIL 27

7.- BIBLIOGRAFIA 36

1.- LA PROBLEMÁTICA DE AMÉRICA LATINA.

UNA REGIÓN EN CRISIS

En América Latina, el deterioro ambiental por sí sólo podría ser un factor desencadenante de una nueva crisis, hoy en gestación. Debido a estrategias de desarrollo que implican una utilización poco racional de los recursos naturales, estos últimos se agotan, o se consumen a un ritmo mayor que el de su capacidad de regeneración. Otros elementos del medio biofísico se degradan por efecto de contaminaciones de diversa índole. Se acumulan así efectos ambientales negativos que empobrecen la base de recursos sobre la que se fundamenta el desarrollo. El enorme potencial derivado de la más rica de las biodiversidades del planeta se destruye antes de que se conozca su valor. La calidad de vida en las grandes ciudades y en el campo se ha deteriorado en tal grado que la salud pública se encuentra amenazada con frecuencia.

Con la crisis de los años ochenta finaliza en América Latina un período de cambios espectaculares. Entre 1950 y 1988, la población regional creció de 160 a 430 millones de habitantes. Durante ese mismo periodo, el PNB se elevó de 100 a 700 millones de dólares y el consumo total de energía pasó de 50 a 250 millones de toneladas equivalentes de petróleo. Todos los países de la región, independientemente de su grado de desarrollo económico inicial, experimentaron en este periodo cambios estructurales en sus economías y modificaciones en las formas y ritmos de utilización de sus recursos naturales.

Durante el periodo señalado, se logró un progreso que se reflejó en los indicadores de salud, educación, esperanza de vida e ingreso per cápita. Amplios sectores de la población mejoraron su calidad de vida. Por otra parte, este progreso fue tan desigual que incluso se podría hablar (en términos sociales) de dos regiones: una constituida por las clases media y alta de carácter urbano, con elevados niveles de consumo, y la otra integrada por las masas que sobreviven en los nuevos asentamientos precarios, en los tugurios centrales o en las masas rurales que permanecen sumidas en una miseria ancestral. Así pues, el empleo poco racional de los recursos naturales de la región se ha conjugado con una profunda desigualdad en la distribución de la riqueza.

La exploración de estrategias alternativas de desarrollo para la región tendrá que superar los estrechos marcos de la planificación actual e incorporar dimensiones que hasta ahora se habían ignorado en la práctica. En efecto, ya no se podrá considerar como factores constantes y externos aspectos tan dinámicos como el medio ambiente, procesos poblacionales y los avances científicos y técnicos.

En relación con la temática ambiental cabría destacar las siguientes temáticas específicas:

  • DEFORESTACIÓN Y MANEJO DE BOSQUES:

En los últimos 30 años se deforestaron en América Latina unos 2 millones de km2 de bosques. Actualmente, la tasa de deforestación asciende a 50 000 km2 al año.

El gran potencial económico de estos recursos renovables se sacrifica a expensas de actividades que sólo generan beneficios a corto plazo, como la expansión insostenible de una ganadería extensiva muy poco tecnificada.

  • ECOSISTEMAS COSTEROS:

Ecosistemas locales tales como lagunas, manglares y arrecifes coralinos son objeto de una destrucción causada por el desarrollo costero, la contaminación de fuentes terrestres y los derrames de hidrocarburos, con desastrosos resultados para su potencial productivo.

  • EROSIÓN:

Las prácticas inadecuadas de conservación de suelos y la deforestación están afectando extensas áreas de la región. A principios de los años ochenta, la superficie estimada de tierras en proceso moderado o grave de desertificación abarcaba un 10% de la superficie total de la región.

  • BIODIVERSIDAD:

Es invaluable el potencial económico y científico que ofrece la diversidad biológica de la región para dar impulso a nuevos desarrollos en la industria, la agricultura y la medicina:

  • Mas del 40% de todos los fármacos utilizados son de origen vegetal.

  • La alimentación mundial básica depende actualmente de tan sólo una veintena de especies vegetales comestibles. La riqueza biológica de los trópicos (mayor en América que en el resto del mundo) ofrece un campo insospechado para la búsqueda de nuevos alimentos y la superación de esta dependencia agrícola.

  • La utilización del potencial genético de algunas especies silvestres ha tenido un enorme impacto económico al permitir mejorar los rendimientos y la resistencia a plagas de algunos cultivos importantes como el maíz y el arroz.

  • Muchas plantas tropicales han desarrollado defensas que incluyen la producción de plaguicidas naturales. La piretrinas y la rotenona derivadas de plantas africanas y sudamericanas dan lugar a negocios multimillonarios en los países industrializados.

  • PROLIFERACIÓN DE PRODUCTOS QUÍMICOS:

Desde los años cuarenta ha aumentado en varios órdenes de magnitud la cantidad de productos químico-sintéticos que se han incorporado al medio ambiente regional, incluyendo insumos para la agricultura, subproductos de procesos industriales y productos para el hogar.

Algunos de estos compuestos, en particular los agroquímicos y los subproductos de ciertas industrias, plantean riesgos cada vez mayores para la salud durante su aplicación o eliminación. Algunas veces sus efectos son drásticos e inmediatos pero, por lo general, resultan ser persistentes a largo plazo, como es el caso de las sustancias cancerígenas. Se acrecienta el riesgo de accidentes desastrosos durante su producción, transporte o disposición final.

Los ecosistemas se han visto afectados por los productos químicos que se vierten en el ambiente, en particular por los pesticidas, muchos de los cuales se utilizan al margen de cualquier normativa.

  • CALIDAD DE VIDA URBANA:

En el año 2000, cerca de un 60% de la población urbana de la región, residía en ciudades de más de 100 000 habitantes y un 30% en ciudades de más de un millón de habitantes.

El crecimiento descontrolado de las ciudades ha traído consigo grandes problemas de abastecimiento, contaminación del agua y del aire, dificultades para la eliminación de los desechos sólidos y ha acrecentado el riesgo de accidente industriales. Entre 1981 y 1985 en las áreas urbanas de la región murieron más de 1 300 personas, 5 200 resultaron heridas y 323 000 tuvieron que ser evacuadas como resultado de explosiones en instalaciones de producción y almacenaje de hidrocarburos.

Las grandes ciudades latinoamericanas se han convertido en entornos agresivos, negativos para la dignidad humana, en los que predominan áreas de asentamientos precarios, carentes con frecuencia de los servicios públicos más elementales.

Su congestionado sistema circulatorio está dominado por el automóvil privado, que absorbe una cantidad enorme de espacio y energía, y que utilizan menos del 10% de la población regional.

Los problemas provocados por la contaminación causan graves afecciones a la salud pública en ciudades como Méjico, Santiago y São Paulo. Aún cuando se carece de estudios epidemiológicos adecuados, se considera que en estas ciudades son cuantiosos los problemas de salud y los costes económicos correspondientes. El deterioro de la calidad de vida alcanza en ellas niveles alarmantes.

La lluvia ácida (producto de una intensa contaminación del aire) daña los edificios públicos y privados, en particular los monumentos históricos. En Méjico, por ejemplo, se estima que cerca de 30 000 monumentos prehispánicos y coloniales están amenazados por la contaminación.

2.- Un caso particular: BRASIL

Brasil ha pasado por dos fenómenos que merecen destacarse cuando se habla de ambientes urbanos: la rápida industrialización, experimentada a partir de la posguerra, y la urbanización acelerada que siguió. En el curso de este proceso, reflejo de las políticas desarrollistas vigentes entonces, no se respetaron o incluso no se tuvieron en cuenta una serie de reglas de protección del medio ambiente.

En los años 70, Brasil comenzó a interesarse por los temas ambientales, de saneamiento y de control de la contaminación, logrando su primer intento con el Plan Nacional de Saneamiento (Planasa), al conseguir abastecer con agua tratada a cerca del 80% de la población urbana brasileña.

A partir de entonces, los grandes problemas ambientales del país están siendo identificados y controlados, aunque no siempre con la velocidad e intensidad que merecen.

Desde los años 50, la formación de las ciudades brasileñas constituye un escenario de contrastes, típico de las grandes ciudades del Tercer Mundo. La forma en cómo se produjo la creación de la mayoría de los municipios, acabó atropellando los modelos de organización del territorio y gestión urbana tradicionalmente utilizados, y se mostró inadecuada. El resultado ha sido la aparición de ciudades sin infraestructura y disponibilidad de servicios urbanos capaces de soportar el crecimiento provocado por el contingente poblacional que emigró a las ciudades.

Entre las décadas de los 50 y 90, la proporción de población brasileña que vivía en ciudades ha crecido del 36% al 75%, de forma que en 1991 nueve regiones metropolitanas poseían más de un millón de habitantes cada una. No obstante los evidentes desequilibrios ambientales como consecuencia de este proceso, los espacios urbanos no han recibido en la misma proporción la debida atención por parte de los medios de comunicación y de los gobiernos.

Cuando se trata de lo urbano, la complejidad de lo que se denomina problemas ambientales exige tratamiento especial e interdisciplinar. Las ciudades no son sólo espacios donde se manifiestan problemas sociales. El propio ambiente construido desempeña un papel preponderante en la constitución del problema, que trasciende al medio físico contribuyendo las cuestiones culturales, económicas e históricas.

Los grandes asentamientos urbanos concentran también los mayores problemas ambientales, tales como contaminación del aire, acústica e hídrica; destrucción de los recursos naturales; desintegración social; desempleo; pérdida de identidad cultural y de productividad económica. Muchas veces, las formas de ocupación del suelo, la dotación de zonas verdes y de ocio, la atención a las zonas de riesgo, el tratamiento de aguas residuales y el destino final de la basura recogida dejan de ser tratados con la prioridad que merecen.

En las metrópolis con gran concentración industrial se agudizan los problemas de degradación ambiental, tráfico, inundaciones, chabolismo y asentamientos en lugares inundables, de riesgo y carentes de saneamiento. Como centros de producción, esas ciudades muestran saturación de industrias en zonas restringidas, causando diversos problemas a sus habitantes, provocados por los altos índices de contaminación que presentan.

En las ciudades costeras con vocación al turismo, las condiciones de salubridad de las playas están siendo comprometidas cada vez más por los vertidos de aguas residuales y por las precarias condiciones de limpieza pública y recogida de basuras. En ellas es donde los intereses especulativos inmobiliarios fuerzan la ocupación de zonas de protección ambiental, desfigurando el paisaje y destruyendo ecosistemas naturales.

Ciudades históricas y religiosas como Ouro Preto (Minas Gerais), Olinda (Pernambuco) y Aparecida do Norte (São Paulo) también sufren con la especulación inmobiliaria, con el chabolismo y con el turismo indiferente a la conservación del patrimonio cultural y ambiental. En la Amazonia las actividades de extracción de minerales y el avance de la frontera agrícola han producido ciudades de crecimiento explosivo, que se convierten en paradigmas de la degradación de la calidad de vida en el medio urbano.

Los problemas ambientales y sus causas no son exclusivos de Brasil. Otros países han vivido problemas semejantes y han buscado soluciones que garanticen la calidad de vida de los ciudadanos y el crecimiento económico simultáneo. La diferencia es que, por ser un país joven, Brasil ha comenzado sólo al final del último milenio a afrontar el desafío de un desarrollo socioeconómico que respete el patrimonio natural del país para sus próximas generaciones. Los brasileños están abandonando sus antiguas posiciones para entrar en una nueva era.

La globalización de los mercados, el milagro de las telecomunicaciones y la estabilización de la economía son factores que se deben analizar cuidadosamente si el objetivo buscado es el llamado desarrollo sostenible. Brasil, por medio de acciones gubernamentales y de iniciativas de la población, está buscando alternativas que respeten el patrimonio natural del país y hagan posible el crecimiento económico.

En la búsqueda de reversión de la crisis ambiental urbana, se está llevando a cabo diversas acciones, con la participación de la sociedad civil. Se están discutiendo y aplicando políticas para saneamiento y medio ambiente en todo Brasil, desde los años 70, aunque no con la velocidad y efectividad compatibles con el crecimiento que el país viene experimentando en las últimas décadas. Este diferencial ha creado un vacío que comienza a ser llenado con una mejor y más completa comprensión por parte de la población y de los administradores respecto a los derechos, deberes y responsabilidades con el medio ambiente. El país ya reconoce sus problemas ambientales, tiene instrumentos legales para resolverlos y, sobre todo, intenta aplicarlos efectivamente.

3.- LOS CONTRASTES REGIONALES.

LA POBLACIÓN:

Con más de 150 millones de habitantes, después de haber contado con sólo 71 millones en 1960 y con menos de 4 millones en 1800, la población experimenta un rápido crecimiento, aún más acelerado desde 1950. Esta población está muy irregularmente repartida, oponiendo un Brasil poblado a un Brasil vacío. El primero es el Brasil atlántico, lo que se explica por el propio origen del grupo humano, nacido de las inmigraciones de la época colonial. Estos inmigrantes formaron núcleos de población repartidos a lo largo del litoral atlántico, que se multiplicaron después por el fenómeno del crecimiento natural resultante del exceso, cada día más importante, de los nacimientos en relación con las defunciones. A pesar de este crecimiento, las inmigraciones interiores no consiguieron invertir la situación original.

El primero de los grandes núcleos de población se sitúa en el sudeste y concentra a unos 60 millones de individuos. Allí las densidades son con frecuencia superiores a 25 habitantes por kilómetro cuadrado, e incluso, a veces, a 50 habitantes por kilómetro cuadrado. El segundo núcleo de población es el del nordeste, comprende unos 40 millones de habitantes. Finalmente, el tercero está representado por la parte meridional de Brasil.

Estos tres núcleos tienen orígenes distintos: el nordeste constituyó, en la época colonial, el punto inicial de doblamiento; el sur de Brasil fue esencialmente poblado por la segunda ola de inmigración, a finales del siglo XIX; el sudeste recibió las influencias de estas dos grandes fases de formación del grupo humano. Las zonas intermedias, que separan estas tres regiones de fuerte población en el mismo interior de Brasil atlántico, sólo representan densidades inferiores a 10 habitantes por kilómetro cuadrado, incluso 5 habitantes por kilómetro cuadrado, en el espacio comprendido entre el núcleo de población del sudeste y el del nordeste.

'Problemática poblacional en Latinoamérica'

Pero el contraste más acusado es el de este Brasil poblado con el conjunto de la Amazonia que, en una superficie que abarca aproximadamente la mitad del territorio brasileño, sólo contiene la vigésima parte de la población total del país. También la meseta interior tiene densidades rara vez superiores a 1 habitante por 2 kilómetros cuadrados, formando por ello una zona en la que la escasa población dificulta el aprovechamiento de los recursos naturales.

'Problemática poblacional en Latinoamérica'

Esta población, tan desigualmente repartida, tiene un índice de crecimiento cada vez más fuerte, a pesar de la sensible disminución de la inmigración. El índice de crecimiento natural, que se acercaba al 2 % en el período entre las dos guerras, pasó progresivamente al 2,5, al 3 y al 3,2 % entre 1945 y 1970, para descender al 2,1 % entre 1984 y 1989. Los índices de natalidad hasta 1980 fueron muy elevados (40 ‰) para descender en 1989 al 18,8 ‰. Desde 1945, la revolución de los antibióticos, la mejora de las condiciones sanitarias y la lucha contra las grandes endemias, hicieron disminuir los índices de mortalidad. La población brasileña es singularmente joven; más de la mitad de ella tiene menos de veinte años.

Evolución de la población total

1870

9 797 000

1890

14 199 000

1920

27 404 000

1940

41 236 000

1960

70 967 000

1970

93 205 000

1980

119 100 000

1990

150 100 000

El rápido aumento de población en zonas ya pobladas, origina una presión demográfica que provoca emigraciones. Éstas se producen, a veces, hacia zonas más vacías y permiten la aparición de un primer frente de roturación, como el que se apunta actualmente con la apertura de la carretera Belem- Brasilia o como los que existían muy importantes, al extenderse el cultivo de café en São Paulo y después al norte del estado de Paraná.

Una pequeña parte de esta población sobrante, tiende pues a poblar el Brasil vacío; pero la mayoría de las emigraciones se dirigen a las grandes ciudades, contribuyendo a aumentar su congestión. Y es que, en efecto, las emigraciones interiores actuales del Brasil son, ante todo, provocadas por la miseria, debidas a las precarias condiciones de vida de los campesinos sin tierras, que marchan a las ciudades con la esperanza de encontrar empleo. Ahora bien, estas ciudades son con frecuencia incapaces de dar satisfacción a esta esperanza, pues no existe relación directa entre la capacidad de atracción de la gran ciudad (debida a la mayor posibilidad de empleo) y la importancia del número de inmigrantes expulsados del campo por la miseria.

En estas condiciones, las grandes ciudades aumentan desmesuradamente y proliferan en ellas los barrios de hábitat espontáneo, de chabolas. Así, en el período de 1950 a 1960, mientras el aumento de la población brasileña fue del 34 %, el de las seis ciudades más grandes (São Paulo, Río de Janeiro, Recife, Salvador, Pôrto Alegre y Belo Horizonte) alcanzó el 80 %.

LOS CONTRASTES REGIONALES

Sin pretender agotar toda la variedad de los paisajes y de las formas de organización del territorio brasileño, se puede presentar una rápida visión de conjunto, describiendo las cinco regiones que constituyen, prácticamente, los cinco grandes tipos de terrenos característicos de Brasil. Estas grandes regiones son la Amazonia, todavía despoblada y sometida al peso de una naturaleza llena de dificultades; la meseta interior; también despoblada, a pesar de las posibilidades naturales que ofrece a la agricultura; el nordeste, donde el subdesarrollo abruma al hombre; el sudeste, zona de crecimiento y desarrollo de las actividades modernas, y el sur, cuyos caracteres originales son el resultado de las condiciones de población y de la importancia de la inmigración europea a finales del siglo XIX y principios del XX.

AMAZONIA

Es la zona de clima ecuatorial, y el dominio del gran bosque ecuatorial. El bosque oculta, bajo la exuberante vegetación, suelos muy frágiles, poco conocidos y que se deterioran pronto en cuanto se ven privados de la cobertura que los ha protegido durante mucho tiempo. A la peligrosa fauna se le añade la abundancia de microorganismos, que constituyen un factor de insalubridad.

En este bosque amazónico, enemigo del hombre, se refugiaron los indios que poblaban Brasil en tribus dispersas antes de la penetración portuguesa y que fueron expulsados de las tierras explotadas por los colonos. Por ello decimos, que si los europeos han penetrado en este bosque, jamás se han instalado en él de manera definitiva, contentándose con hacer incursiones para la tala de maderas preciosas. En la actualidad, los indios del Amazonas son poco numerosos, en torno a unos 50.000, de razas diferentes, pero comprendidos esencialmente en el grupo “tupi”.

Amazonia tuvo una población blanca más o menos diseminada y temporal en la época colonial, debido a la búsqueda de maderas preciosas, que se hizo más permanentes e intensa a finales del siglo XIX, al producirse el descubrimiento del Hevea brasiliensis, que crece en estado natural en el bosque amazónico y cuya savia produce la materia prima para la fabricación del caucho. La Amazonia media, que es donde más abundan estos árboles, experimentó entonces un gran auge económico, con la afluencia de una fuerte inmigración de mano de obra, para recoger la savia de los árboles dispersos en el bosque. La ciudad de Manaus creció rápidamente y se convirtió en la capital del caucho. Pero esta época de prosperidad fue de corta duración, pues la competencia de las plantaciones de árboles de caucho en Malasia, en el segundo decenio del siglo XX, provocó la ruina de esta explotación.

La mano de obra pobre, ante la imposibilidad de marcharse de allí, constituyó un grupo humano disperso a lo largo de los ríos (que eran el único medio de comunicación) y empezó a practicar una pequeña agricultura de subsistencia, talando el bosque en una profundidad no superior a unos cientos de metros de las orillas. Por esto Amazonia está ahora salpicada de estos grupos de población es las márgenes de los ríos.

Como el único medio de comunicación era todavía el barco en 1970- 1971, las dos grandes ciudades, Manaus y Belem, son puertos. Manaus, situada a unos 1 500 Km tierra adentro, constituye un punto de transbordo entre la flotilla de pequeñas embarcaciones tradicionales que surcan continuamente el Amazonas y los barcos modernos que remontan el río hasta aquella ciudad. El puerto moderno, equipado con diques flotantes que reciben, en mitad del río, los barcos de mediano tonelaje, contrasta con el puerto de la orilla, que acoge a las pequeñas embarcaciones fluviales.

Aunque Belem cuenta con una población mucho más importante, las dos ciudades conservan la huella de la prosperidad de finales del siglo XIX y principios del XX, por el predominio de las construcciones de esa época, mientras que el escaso número de inmuebles de más de diez pisos refleja la debilidad del desarrollo reciente de la región. Incluso en Manaus, las grandes avenidas trazadas al producirse el boom del caucho han sido invadidas de nuevo por la vegetación natural y aparecen flanqueadas por míseras chozas de paja.

Sin embargo, la prospección petrolífera puede tener un futuro importante en el futuro de la Amazonia (interesada también el la construcción de una carretera trans-amazónica) y transformar su fisonomía, si se confirman las esperanzas provocadas por esa fosa de subsidencia.

LA MESETA INTERIOR

Constituye la zona de clima tropical con estación seca, de la sabana más o menos poblada de árboles, de las grandes mesetas horizontales sin más accidente que la red hidrográfica o las chapadas. Al oeste de todos los núcleos de población, la meseta interior se caracteriza, en la organización de su espacio, por la falta de hombres. Al no haber sido valorada por un grupo humano importante, sirvió también de refugio a los grupos indígenas más o menos protegidos por el gobierno y que tienen el mismo género de vida y las mismas clases de relaciones con el mundo exterior que las tribus de Amazonia. Pero la meseta interior es, ante todo, el dominio de la ganadería extensiva de tipo especulativo, practicada en las mayores haciendas de Brasil.

Actualmente, a falta de actividades distintas de la ganadería y la agricultura de subsistencia de la mano de obra agrícola, las ciudades son esencialmente centros administrativos relacionados con la división de la zona en estados.

Estas capitales que, además de centros administrativos, lo son comerciales y culturales, tienen un nivel bastante modesto de vida urbana. Las otras aglomeraciones son pueblos de pequeñas dimensiones, pues el bajo nivel de vida de toda la región impide que se formen verdaderos centros de actividades terciarias. Sin embargo, dentro de esta organización tradicional del espacio, la ciudad de Brasilia, ubicada en el corazón de la meseta, puede construir un germen de transformación.

EL NORDESTE

Formado por la punta de Brasil que se adentra en el Atlántico, el nordeste comprende un número bastante grande de estados de dimensiones muy variadas. Se caracteriza ante todo por un grupo humano importante y muy pobre. Es la región de la pobreza, del éxodo rural hacia las grandes ciudades o las otras regiones; la región del hambre en los períodos de sequía particularmente acentuada; en una palabra, la región del subdesarrollo. Cierto que la mayor parte del nordeste, constituida por la zona de clima semiárido, donde a la escasez cuantitativa de lluvia anual se suma la gran irregularidad de ésta, se halla condicionada, para su explotación agrícola, por estas condiciones climáticas. Sin embargo, éstas no bastan para explicar el bajo nivel de vida de la región. En efecto, el nordeste tiene también una zona litoral cálida y húmeda, así como una zona intermedia que goza de una naturaleza aún más favorable para el hombre; pues bien estos tres medios naturales ofrecen idéntico espectáculo de miseria. Se trata, sobretodo, de la miseria rural, la miseria del hombre de la tierra, derivada de las formas de explotación resultante de la estructura heredada de la época colonial.

La zona de los llanos litorales, la zona de mata, es decir, la “zona de bosque”, es el lugar elegido para los grandes cultivos de caña de azúcar. Allí se encuentran las casas de campo tradicionales y las fábricas para la transformación de la caña de azúcar, junto a las grandes plantaciones. Pero allí vive también el obrero agrícola que no cobra salario, que mora a la orilla de la plantación, en una pobre cabaña rodeada de un pedazo de tierra concedido a título precario para sus cultivos de subsistencia, y el obrero agrícola sin tierra, instalado en barracones o en las antiguas residencias de los esclavos, y retribuido con un salario tan irrisorio que su miseria es aún mayor que la del obrero no asalariado y cuyo pedazo de tierra le asegura la comida.

La zona intermedia, la agreste, es el dominio de la ganadería, actualmente orientada a la producción de leche, o del policultivo de subsistencia, que produce excedentes comercializados de las grandes ciudades del litoral. Ciertos sectores más húmedos se dedican también a plantaciones de cafetos. En las grandes haciendas ganaderas, así como en las pequeñas propiedades dedicadas al policultivo, el nivel de vida es muy bajo debido a las relaciones de trabajo, a los modos de remuneración, a la falta de medios económicos y la falta de conocimiento técnico de los campesinos.

Por último, la zona interior del nordeste, que abarca casi el 90 % del territorio de esta región, forma el sertão, la zona seca, donde predomina la gran propiedad que practica la cría de ganado vacuno o de cabras. Al bajo nivel de vida de los trabajadores de estas grandes haciendas se añade la perpetua amenaza de una sequía más acentuada, que, al destruir los pequeños policultivos de subsistencia que aseguran la alimentación de los campesinos, provoca el éxodo de familias enteras que emigran a las grandes ciudades del litoral del nordeste (Recife y Salvador) o a otras regiones.

EL SUDESTE

Goza de condiciones naturales bastante variadas, tanto climáticas (el clima tropical de estación seca poco marcada del litoral, contrasta con el clima tropical de estación seca más marcada del interior) como topográficas con relieves de media montaña, cuenca interior y llanura litoral. El sudeste debe su unidad a los factores humanos y económicos que le convierten en el polo de atracción del Brasil.

Actualmente cuenta con unos 40 millones de habitantes, o sea, cerca de la mitad de la población total, sobre una superficie que representa la décima parte de la extensión nacional. Posee las dos ciudades más grandes, São Paulo y Río de Janeiro.

En esta región se concentran casi las tres cuartas partes del potencial industrial del país, todas las sedes sociales de las grandes empresas y todas las actividades terciarias superiores. También vive allí la aristocracia brasileña, lo que ocasiona la localización, en el interior de este espacio, de todas las raras actividades terciarias derivadas de la capacidad de consumo de este grupo humano de elevado nivel de vida.

Sin embargo, las etapas de explotación de esta región imprimieron, en su espacio, dos tipos de organización que permiten distinguir un sudeste “antiguo” y un sudeste “reciente”. El sudeste antiguo ha sido explotado desde el siglo XVIII por la búsqueda de oro en el interior, que forma el estado actual de Minas Gerais, y por el desarrollo de las plantaciones de cañas de azúcar, alrededor de Río de Janeiro en un principio, y después, en el este y en el sur de estado de Minas Gerais, antes de ganar la zona más meridional de São Paulo y de provocar la explotación de esta región convertida ahora en el nuevo sudeste.

El sudeste antiguo está dominado por la influencia de Río de Janeiro, hacia donde converge la red de carreteras y de ferrocarriles, y que es el centro principal de exportación y de importación. El café ha desaparecido prácticamente de esta parte del sudeste, debido al agotamiento del suelo, que ha vuelto a utilizarse recientemente para la cría de ganado vacuno lechero. Cerca de la costa, alrededor de Río de Janeiro, se han recuperado las tierras para grandes plantaciones de naranjos y de bananeros.

Por último, el sudeste antiguo encierra dos grandes centros industriales importantes; uno alrededor de Río de Janeiro, y el otro alrededor de Belo Horizonte, sin que ninguno de los dos pueda rivalizar con el gran centro del sudeste nuevo, alrededor de São Paulo.

Partiendo de São Paulo, se constituyó una verdadera red urbana, parecida a las que existen en las regiones de los países desarrollados. La actividad agrícola del sudeste nuevo se funda ante todo en el café; pero, desde hace algunos años, la explotación de la parte meridional de Minas Gerais, ligada al sudeste nuevo por la atracción de la ciudad de São Paulo, se efectúa en forma de una agricultura cada vez más diversificada, encaminada a alimentar los grandes mercados urbanos.

EL SUR

Es una región original por sus condiciones naturales y sus factores humanos. Presenta, en efecto, un clima caracterizado por la existencia de un invierno en marcado contraste, desde el punto de vista térmico, con la estación cálida, más próxima al clima templado y que puede explicar, en parte, la instalación en esta zona, prácticamente despoblada hasta finales del siglo XIX, de la mayoría de los europeos de la segunda ola de inmigración.

La explotación agrícola de esta región refleja los diferentes orígenes de la población. Así, las zonas de población predominantemente italiana se dedican especialmente al cultivo de árboles frutales y de la vid, asegurando la parte esencial de la producción vinícola brasileña. Las zonas de colonización alemana presentan una gama de cultivos más variada. Existen también zonas de colonización de orígenes más complejos, pero, en todas ellas, la tención particular prestada a los cultivos imprime al paisaje un aspecto diferente al de los paisajes agrícolas del resto de Brasil.

En los sectores interiores, poco afectados por esta implantación europea, domina todavía la ganadería bovina extensiva, practicada en el marco de las grandes propiedades, tendente a la producción de carne y utilizando la pradera natural que cubre esta parte del sur de Brasil. En las zonas intermedias, y en particular en la cuenca del Jacui, las grandes propiedades están dedicadas al cultivo comercializado del arroz y del trigo. Debido a que disponen de medios técnicos mediocres, obtienen rendimientos bastante bajos.

La parte meridional de Brasil, tan diversificada por sus condiciones de explotación, está dominada por la influencia de la ciudad de Pôrto Alegre.

Esta rápida visión de los contrastes regionales muestra la gran diversidad del inmenso espacio brasileño, tanto en sus medios naturales como en sus condiciones de población y de explotación. Las disparidades de nivel de desarrollo pesan fuertemente en la vida económica de Brasil, pues la zona de crecimiento tiende a transformar el resto del país en un mercado que le esté reservado y, en lo que atañe al nordeste, en una fuente de mano de obra. Por otra parte, el espacio brasileño está dominado por la oposición entre las zonas pobladas y las zonas actualmente vacías, donde se plantean agudamente los problemas de puesta en marcha de la explotación y de la población, problemas más fáciles de resolver en la meseta interior que en la Amazonia, marcada por sus duras condiciones naturales. Dada la presión demográfica, se hace cada día más apremiante acabar con la oposición entre el Brasil poblado y el Brasil vacío, y llegar a una verdadera explotación del conjunto del territorio, cuyas tres cuartas partes se encuentran al margen del desarrollo económico.

4.- REGIONES METROPOLITANAS IMPORTANTES DE BRASIL.

BRASILIA

En 1960, Brasilia sustituyó a Río de Janeiro en las funciones de capital de Brasil. Brasilia nació a partir de una decisión política encaminada a dar a Brasil una capital situada en el interior del país, con el fin de paliar el desequilibrio que presentas u red urbana. Como resultado de la época colonial, la mayoría de las grandes urbes son ciudades ubicadas en el litoral del territorio.

Brasilia está enclavada en el corazón de la planicie brasileña, en una región hasta entonces prácticamente deshabitada y cuya economía, en extremo precaria, se basaba en la cría extensiva de ganado.

Con más de 1 900 000 habitantes en la actualidad, Brasilia es ya una ciudad importante. Es ante todo una ciudad administrativa, donde se reúnen los poderes políticos y donde radica la mayoría de los diferentes ministerios, provocando de este modo la migración de los funcionarios. Esta población con ingresos relativamente altos ha generado el desarrollo de otras actividades terciarias: el comercio y servicios diversos.

Además de esas actividades terciarias, Brasilia posee algunas actividades industriales, a menudo relacionadas con la construcción de la ciudad, que no está aún acabada. Tratándose, pues, de una función industrial temporal, la finalización de la ciudad planteará un delicado problema de reconversión industrial. De modo general, se puede constatar cierta falta de armonía entre las funciones de la ciudad; Brasilia, de momento, sólo vive en función de capital federal, a la que se vinculan otras actividades derivadas de esa función principal, y no unas funciones equilibradas, con sus propios factores de implantación y dinamismo.

Sin embargo, Brasilia ya está unida a la mayoría de las grandes ciudades de Brasil por medio de carreteras, algunas asfaltadas y bien conservadas (carreteras hacia Río de Janeiro, São Paulo, Pôrto Alegre), y por una carretera más precaria a Belem; otras, en proceso de construcción, permitirán a la capital federal extender sus radios hacia todo el país. Por lo pronto, esas carreteras deberían haber permitido que Brasilia se convirtiera al menos en un polo de desarrollo de la zona que la rodea. De hecho, la debilidad de la población y sin duda alguna la precariedad del suelo también han impedido hasta el momento un verdadero progreso de la agricultura en la región, que no ha tenido aún el impacto decisivo de la gran ciudad.

La ciudad ha sido construida en base a un plano que ha fijado, de modo muy preciso, la utilización de cada fracción del espacio. El lugar ha sido acondicionado por el hombre: una presa, construida más abajo del punto de confluencia de cuatro ríos, permitió inundar sus valles; así es como nació el lago con forma de dedos que rodea al promontorio en donde se levanta Brasilia.

La circulación está muy planificada. La ciudad ofrece un sistema de vías sin pasos a nivel, ya que el centro forma una encrucijada articulada en tres niveles. El eje principal está constituido por completo, con la zona de bancos y ministerios, la del comercio y la de cultura y espectáculos. Por el contrario, las dos alas residenciales están avanzadas a distintos grados. El ala sur está prácticamente acabada, mientras que el ala norte muestra menos espacio edificado. El plano piloto no da cabida a una población de bajo nivel de vida, dado el tipo de construcciones que prevé. Por eso, fuera del espacio urbano han ido creciendo unas ciudades satélite que agrupan a la mayoría de la población. Estas ciudades están hechas de chabolas o, si también han sido planificadas, tienen casitas precarias que corresponden al nivel de vida real de este vasto sector de la población que no tiene acceso a los empleos administrativos. Estas ciudades satélite cuentan con más de 400 000 habitantes, frente a los 100 000 de la ciudad misma.

En esa forma, a la ciudad planificada, organizada a la perfección, pero concebida en el marco de una sociedad desarrollada, se opone la realidad actual de un país aún subdesarrollado, en donde las desigualdades sociales se manifiestan en la organización del espacio. Brasilia será tal vez la gran metrópoli de un país económicamente equilibrado, pero por ahora no es más que la capital, un poco artificial, de un país subdesarrollado.

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Arquitectura de Brasilia

Los grandes espacios abiertos y la arquitectura vanguardista caracterizan a la ciudad de Brasilia, la capital de Brasil. El gobierno la erigió sobre un terreno despoblado durante finales de la década de 1950 y comienzos de la de 1960 con el fin de alentar el asentamiento en las regiones del interior del gigante sudamericano. La imagen muestra una escultura de la cabeza del presidente brasileño Juselino Kubitschek, durante cuyo mandato se efectuó la construcción de la ciudad, situada en la plaza de los Tres Poderes.

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SÃO PAULO

Se trata de un estado de Brasil situado en el Sudeste. Es la región más dinámica de Brasil, el estado se extiende sobre una superficie que equivale aproximadamente a la mitad de España. Durante el siglo XX ha experimentado un desarrollo económico espectacular, debido, en parte, a la revalorización agrícola de su espacio y también al extraordinario crecimiento de la ciudad de São Paulo, capital del estado.

Sobre una superficie que apenas representa el 3 % del territorio nacional, el estado de São Paulo concentra a más de la quinta parte de la población total de Brasil, más de la cuarta parte de su población urbana y más de la mitad de su producción industrial. Pero, en el interior del propio estado, casi la mitad de la población y más de dos tercios de la producción industrial están localizados en la región urbana de la capital, lo cual provoca un desequilibrio económico y demográfico dentro de este mismo espacio.

A continuación hablaremos de São Paulo como capital del estado.

Actualmente, con más de 8 millones de habitantes, São Paulo es la principal ciudad brasileña. Es asimismo el primer centro industrial del país, contribuyendo en más del 40 % del valor de la producción nacional y aglutina a más del 35 % de la población del sector secundario (casi un millón de personas). Gracias a su poderosa economía se ha convertido en la verdadera metrópoli económica de Brasil; asimismo, ejerce la función de metrópoli regional de la parte más moderna del sudeste brasileño y forma una gigantesca aglomeración urbana que presenta gravísimos problemas a los responsables de solucionar las dificultades actuales surgidas en su área metropolitana.

Al contrario que la mayoría de las otras grandes ciudades latinoamericanas que han crecido en emplazamientos a orillas del mar, São Paulo está instalada en una depresión alta y abierta rodeada por las altas tierras el Brasil tropical atlántico. Durante mucho tiempo fueron zonas pantanosas, pero el crecimiento urbano terminó por conquistarlas tras diversas obras de saneamiento.

El centro urbano sigue ocupando la colina histórica, que representa el origen de la ciudad, pero las pequeñas casa rodeadas de jardines han dado paso a grandes rascacielos que, con frecuencia se levantan en calles estrechas. Esta evolución del centro, que se ha convertido en zona principal de la actividad terciaria, ha motivado el alejamiento de los barrios ricos, primero hacia el norte de la ciudad, donde han crecido vastos sectores residenciales de viviendas individuales que reflejan, por sus dimensiones y sus características arquitectónicas, la riqueza de sus habitantes. Con la extensión de la ciudad, estas zonas del norte y del oeste se han apartado todavía más en busca de espacios tranquilos y fuera del contacto de los barrios donde se instala la población más pobre. La creciente masa de habitantes pobres y de la clase media ha motivado la extensión desmesurada en torno a la ciudad de barrios modestos que al principio sólo se localizaban al este, pero que en la actualidad proliferan en todas direcciones.

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São Paulo, Brasil

La aglomeración urbana de São Paulo, al sureste de Brasil, ha experimentado un rápido crecimiento de población desde la década de 1920 hasta convertirse en la actualidad en la ciudad más grande de América del Sur. La avenida Paulista es el centro financiero de esta gran urbe.

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En la actualidad, la ciudad de São Paulo ha quedado soldada a su periferia y constituye una auténtica región urbana de 30 Km de radio a partir del centro. Es cierto que existen todavía algunos espacios libres a pesar de la amplitud de los complejos industriales y de los núcleos de residencia, pero su acondicionamiento plantea serias dificultades a las que trata de hacer frente el servicio público responsable de la organización del espacio en esta área metropolitana. Dicho servicio trata de controlar un crecimiento que tal vez hará que, en un futuro próximo, São Paulo se convierta en la primera ciudad del mundo. A pesar de los grandes gastos de los fondos públicos y de las inversiones de infraestructuras, parece dificil enfrentarse a este crecimiento gigantesco. Ante la amenaza de asfixia, resultante del carácter ilimitado de dicho crecimiento, se ha llegado a pensar que tal vez sería preferible situar a la ciudad dentro del marco de un ordenación general del espacio regional y nacional y buscar una forma de frenar su crecimiento, en lugar de tratar únicamente su ordenamiento aceptando su ritmo actual.

RÍO DE JANEIRO

Capital del estado de Río de Janeiro (10 217 000 habitantes; 14 060 000 en el estado). Fue capital de Brasil hasta 1960, fecha en que fue reemplazada oficialmente por Brasilia.

Es una gran ciudad, situada en el sudeste, la zona más activa de la nación, que fue la primera en recibir el impacto de las formas modernas de producción y que, en la actualidad, se encuentra desplazada en cierta medida por el “nuevo sudeste”, alrededor de la ciudad de São Paulo. Desde hace más de dos décadas, esta última ha superado ampliamente a Río de Janeiro en su papel de metrópoli económica del conjunto del territorio brasileño.

Río de Janeiro está emplazada en un lugar único por su belleza natural, por los contrastes entre el mar, las playas y las montañas. Esta organización a determinado formas de urbanización muy originales, donde, a los contrastes naturales, se añaden las violentas oposiciones sociales entre ricos y pobres.

Los servicios concentrados en Río de Janeiro, la convierten en una gran metrópoli terciaria, pero los mecanismos de relación con la clientela son muy complejos. En la actualidad, los ministerios y las embajadas se encuentran en Brasilia; sin embargo, cierto número de grandes servicios administrativos han quedado en la antigua capital. En consecuencia, los servicios se dirigen en primer lugar a la clientela de la ciudad.

La ciudad de Río de Janeiro desempeña un papel particularmente importante en el campo sanitario, al igual que en el universitario. Los productos alimenticios proceden mayoritariamente de la región de Río de Janeiro, lo que ha provocado el desarrollo alrededor de la ciudad, de un verdadero cinturón agrícola, consagrado a la producción intensiva de frutas y derivados lácteos, siguiendo técnicas transformadas por la influencia del gran mercado urbano.

Río de Janeiro no es sólo una gran metrópoli terciaria; es también un gran centro industrial, que coloca a la aglomeración en el segundo lugar de Brasil, aunque muy por debajo de la aglomeración de São Paulo.

En 1972, la ciudad era nueve veces más populosa que São Paulo; en el año 1950, contaba aún con 100 000 habitantes más que la metrópoli paulista. Pero en la actualidad, Río de Janeiro ha sido ampliamente aventajada pos São Paulo, que cuenta con más de 15 000 000 de habitantes.

Sin alcanzar las tasas de las ciudades del nordeste de Brasil, la población de Río de Janeiro comprende una fracción de marginados: son adultos potencialmente activos, pero que, no pudiendo integrarse de forma permanente en la economía urbana viven de “pequeños oficios” o del salario de uno solo de los miembros de la gran familia. La presencia de esta fracción muy pobre de la población se refleja en la organización urbana por la existencia de barrios de chabolas, las favelas. Las bolsas de pobreza se formaron, básicamente, por la migración masiva de 2,5 millones de pobres procedentes de todo el Noreste.

El centro comercial de Río de Janeiro se sitúa sobre la orilla occidental de la bahía de Guanabara, un poco antes de la desembocadura del mar. En él se encuentran grandes rascacielos que albergan las funciones bancarias, comerciales y otras actividades del sector terciario.

Al sur del centro comercial, se han ido desarrollando en forma progresiva las zonas residenciales, donde se concentra la fracción acomodada de la población “carioca”. Los barrios ricos ocuparon los valles y, sobre todo, las playas; inicialmente, en la orilla meridional del centro comercial, en el interior de la bahía y, después en las playas a mar abierto. La playa de Copacabana fue primero una zona de villas, a ambos lados de las calles que bordeaban el litoral. Pero la estrechez del espacio libre provocó una subida del precio de los terrenos y las villas fueron reemplazadas por edificios residenciales de unos diez pisos situados en la orilla de la misma playa.

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Playa de Copacabana, Río de Janeiro

Al sur de Río de Janeiro, y a orillas del océano Atlántico, está la turística playa de Copacabana, en la que además están ubicados los barrios más elegantes de la ciudad.

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De esta manera Copacabana es hoy en día un enorme barrio, abandonado por la gente rica en provecho de la clase media acomodada. La alta burguesía se ha trasladado a las playas del sur de Copacabana. Pero no todo el espacio del sur es aprovechable para un tipo de urbanización que busca el confort y las construcciones de lujo, ya que las playas están separadas unas de otras por colinas de pendientes muy escarpadas. Éstas están ocupadas por las favelas, zonas de construcciones precarias de madera, sin urbanización ni infraestructura, cuyas chabolas constituyen un contraste muy violento con las residencias de las zonas bajas. Es el caso, entre otros, de Copacabana, donde la playa se halla apoyada en un escarpe rocoso, cubierto enteramente por chabolas.

La zona norte de Río de Janeiro es la zona industrial y también donde se encuentra la mayor concentración de favelas.

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Favelas en Río de Janeiro

Favelas de Catumbi, un distrito muy pobre de la ciudad de Río de Janeiro (Brasil). Con el nombre de Providencia surgió en 1895 la primera «favela» de Río de Janeiro. Estas «favelas» realmente son chozas hechas con hojalata y aglomerado de madera que han ido multiplicándose sobre la ladera de las colinas. En terrenos abandonados o terrenos que «recuperan», construyen sus chozas los pobres que llegan a Río en busca de futuro, trabajo o dinero. Aunque no están consideradas como comunidades «per sé», constituyen la tercera ciudad de Brasil en cuanto a población se refiere.

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5.- LOS PROBLEMAS GENERADOS EN LAS REGIONES METROPOLITANAS

La capacidad habitacional de determinadas áreas del globo terrestre ha sufrido presiones hasta casi su límite en las regiones metropolitanas. Hace décadas se produjo un evidente movimiento de urbanización, que en los días actuales ocurre con menor intensidad, tal y como demuestran estudios poblacionales recientes.

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Los inmensos abismos creados entre las diversas áreas que componen las grandes regiones metropolitanas han generado serias divisiones sociales, acentuando las carencias e induciendo a movimientos que engendran ocupaciones desordenadas de terrenos, crecimiento anómalo sin infraestructura ni planificación primaria, provocando, consecuentemente, un desequilibrio ambiental y la posibilidad evidente de la aparición de desastres sociales.

Las posiciones extremas que fueron acentuadas por esos desequilibrios ambientales crean presiones sobre el Gobierno en lo que se refiere a los servicios básicos que éste ofrece (agua, saneamiento básico, transporte, salud, etc.), no siendo posible solucionarlos en el plazo exigido y con los recursos existentes. Sin embargo, trabajar en la recuperación de áreas deterioradas en las regiones metropolitanas lleva a una mayor racionalidad en la aplicación de recursos, si lo comparamos con la urbanización de nuevas áreas.

Por lo tanto, la solución de los problemas, de forma que sea más rentable y justa, está en la organización regional de esos municipios, cuyas áreas urbanas están distribuidas en forma continua en las denominadas Regiones Metropolitanas. Se busca, de esta forma, generar un mínimo de demandas para el Gobierno, desarrollar un conjunto de acciones para disminuir los desequilibrios y las dificultades inherentes a estos grandes centros urbanos.

CIUDADES DE CRECIMIENTO EXPLOSIVO

Brasil ha vivido durante muchas décadas el fenómeno del crecimiento explosivo. El ejemplo más significativo ha tenido lugar en la Amazonia, donde las ciudades se expandieron tras la construcción de las carreteras Belém-Brasilia, Transamazónica, Cuiabá-Porto Velho, Cuiabá-Santarém y Porto Velho-Manaus. Además, ha habido una catastrófica ocupación territorial a lo largo de la carretera BR-364.

La ciudad de Altamira, en Pará, por ejemplo, tenía en 1970 (según datos del IBGE) 5 816 habitantes y, en 1993, 70 000. Itaituba, también en Pará, ha pasado de tener 3 843 a 103.000 habitantes en el mismo periodo: lo que representa crecimientos del 1.103% y 2.580%, respectivamente, en veintitrés años. Los problemas generados por estos bruscos cambios en la distribución poblacional son enormes y diversos, y a escalas tan enormes que hacen irrelevante cualquier práctica de planeamiento urbano.

Los reflejos ambientales más evidentes se refieren a la escasez de servicios sanitarios, deficiencias de viviendas y servicios básicos, falta de seguridad y degradación ambiental, además de la vulnerabilidad a accidentes y desastres naturales.

LA CONTAMINACIÓN DEL AIRE

La protección y la mejora de la calidad de los medios (aire, agua y suelo) en Brasil tienen su dirección compartida por los componentes del SISNAMA (Sistema Nacional del Medio Ambiente). El Ministerio del Medio Ambiente es el organismo central del Sistema, siendo el IBAMA (Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables) el organismo federal ejecutivo. Los demás organismos estatales y municipales también componen el SISNAMA, formando una gran red que se complementa a beneficio de la mejora ambiental del país.

La calidad del aire es producto de la interacción de una serie de factores, entre los cuales destacan la magnitud de las emisiones de las fuentes móviles (vehículos), de las emisiones de las fuentes estacionarias (industrias) y de las fuentes ocasionales (incendios, gasolineras, etc.), además también influyen la topografía y las condiciones meteorológicas de la región.

En las regiones metropolitanas brasileñas, a pesar de las restricciones impuestas por el PROCONVE (Programa de Control de la Contaminación del Aire por Vehículos Automotores - legislación federal sobre la emisión de contaminantes), el crecimiento de la producción de vehículos convierte a las fuentes móviles en el principal factor contribuyente. Se puede sumar a este escenario la constatación de los últimos informes demográficos, que han indicado un aumento de la población de las regiones metropolitanas con más receptores sujetos a los efectos dañinos de la contaminación del aire.

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El área metropolitana más grande de Sudamérica, São Paulo, abarca 39 municipios y un 10 % de la población del país. A pesar del claro proceso de cambio de centro industrial a centro de servicios, como está ocurriendo en la mayoría de las áreas metropolitanas del mundo, solamente provocó modificaciones en el perfil de conjunto de contaminantes atmosféricos. Dentro de ellos, los contaminantes denominados Oxidantes Fotoquímicos (Ozono Estratosférico) han merecido una mayor atención debido al incremento que sufrió en las grandes metrópolis y áreas cercanas.

En las tres regiones metropolitanas del Estado de São Paulo (São Paulo, Campinas y Baixada Santista), donde viven cerca de 20,8 millones de habitantes, el Gobierno del Estado, a través de la CETESB (Compañía de Tecnología de Sanidad Ambiental) ha mantenido un programa preventivo de control de las fuentes de contaminación del aire e incentiva la adopción, por parte de las industrias, de tecnologías más limpias y que produzcan impacto potencial menor que el que existe actualmente.

En el esfuerzo para mejorar el tránsito del área metropolitana de São Paulo, el Gobierno del Estado inauguró, en 2002, una parte de la Circunvalación Mário Covas que, cuando se implemente en su totalidad, deberá retirar de la red urbana, gran parte de los camiones que hoy transitan por ella. Esa retirada de fuentes móviles del centro de la región metropolitana debe acarrear mejoras en la calidad del aire de esta área.

DESTINO FINAL DE LA BASURA

La cantidad y composición de los residuos domiciliarios de una región caracterizan a su población en lo que concierne a su cultura y perfil de consumo. De este modo, con el desarrollo del país y el aumento de la población, agravada por la concentración de ésta en determinadas áreas urbanas, el problema de los residuos sólidos adquiere tal magnitud, que es considerado como uno de los más importantes parámetros de sanidad ambiental.

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Según la Encuesta Nacional de Sanidad Básica, llevada a cabo por el IBGE (Instituto Brasileño de Geografía y Estadística) en 2000, sólo un 33% de los 5475 municipios recogen el 100% de los residuos domiciliarios generados en las residencias urbanas de sus territorios.

De acuerdo a esa misma encuesta diariamente son recolectadas diariamente en el país 228 413 toneladas, distribuidas de la siguiente manera: 11067,1 t/día en la Región Norte, 41557,8 t/día en la Región Nordeste, 141616,8 t/día en la Región Sudeste, 19874,8 t/día en la Región Sur y 14296,5 t/día en la Región Centro Oeste. De ese total recolectado de residuos domiciliarios urbanos, cerca de un 20% es dejado de modo inadecuado en vertederos a cielo abierto, aproximadamente 3% son enviados a unidades de compostaje y la incineración es el destino de casi un 0,5%. Hacia los terraplenes son destinados aproximadamente un 73% del total recolectado de residuos domiciliarios urbanos.

En los grandes centros urbanos del país la conjunción de la alta densidad demográfica y la escasez de áreas para tratamiento y destino adecuado de residuos domiciliarios crean presiones de las más diversas magnitudes en los diferentes sectores de la sociedad, así como al medio ambiente.

En determinadas Regiones Metropolitanas, como la de São Paulo, no es recomendable la utilización de una única solución para resolver el problema de los residuos domiciliarios, pues el actual volumen producido, aproximadamente 14 000 toneladas diarias, exige el uso de diferentes herramientas (que se utilizan en forma asociada) en la búsqueda de una solución con mejor costo y efectividad.

Todo este escenario nos conduce a las herramientas clásicas que incluyen plantas de separación, plantas de compostaje e incineradores. Además de estas herramientas es fundamental la participación ciudadana en el proceso de reducción de residuos domiciliarios. Las industrias brasileñas ya muestran tendencias a la adopción de Tecnologías Limpias con mínima generación de residuos y economía en sus insumos.

INUNDACIONES

Tras varios estudios han quedado patentes las tres principales causas de las inundaciones que asolan las grandes áreas urbanas brasileñas: impermeabilización del suelo, erosión y eliminación inadecuada de la basura.

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Tradicionalmente, el problema de las inundaciones se ha resuelto mediante sistemas de rápida evacuación de las aguas de lluvia y de canalizaciones y rectificaciones de ríos y arroyos. Este es el procedimiento seguido en la mayoría de las ciudades brasileñas y constituye un esfuerzo más de los gobiernos por reducir los daños causados por las inundaciones. Sin embargo, con el avance de la frontera urbana y la imposibilidad de aumentar indefinidamente la velocidad de desagüe de las aguas recogidas, este tipo de solución comienza a mostrarse insuficiente, ya que traslada los puntos de inundación cada vez más cerca de las desembocaduras.

Por eso, se están discutiendo soluciones alternativas, como una experimentada en Francia, en la cual se procura retener el agua en vez de hacerla llegar de inmediato a los cursos de agua. Ésta queda retenida en pequeños reservorios (o incluso en grandes "piscinas", como la de São Paulo, en el barrio de Pacaembú), liberándose poco a poco, tras el pico de las lluvias. Este concepto ha sido adoptado por varios países desarrollados, que no han abandonado, sin embargo, medidas contra una impermeabilización excesiva de los suelos, el combate a la erosión, la desocupación de las zonas inundables y un destino final adecuado a su basura urbana.

SANIDAD Y SANEAMIENTO

Los indicadores de sanidad, a lo largo de la última década, indican un deterioro de los servicios prestados a la población, tanto en cantidad como en calidad. La proyección sobre la tendencia de estos servicios a medio y largo plazo revela dificultades crecientes incluso para el mantenimiento de los niveles ya alcanzados.

Constatada la precariedad de los servicios de sanidad y saneamiento en el país, situación agravada por el crecimiento significativo de la población, sobre todo en la periferia de las grandes ciudades, el gobierno brasileño ha creado el llamado Proyecto de Modernización del Sector Saneamiento (PMSS), que tiene como principales objetivos promover la modernización del sector y el retorno de las inversiones a esta área.

El proyecto (con recursos previstos del orden de 500 millones de dólares USA) se comenzó a implantar a mediados de 1993 y cuenta con el 50% de financiación del BIRD. El asunto central del proyecto no está en la naturaleza del operador, si público o privado, sino en la eficiencia con que se da la prestación del servicio. Es lo que se entiende por modernización. Al usuario no le interesa quién presta el servicio, sino el acceso al mejor producto al menor coste. En esta nueva óptica, la alternativa de las concesiones privadas se ha mostrado bastante atrayente, con algunas experiencias prometedoras.

SALUBRIDAD DE LAS PLAYAS

Son innumerables los municipios de Brasil bañados por las aguas del mar, que son un atractivo natural para los turistas que van en busca de ocio. Las playas brasileñas reciben millares de personas durante el año entero y, especialmente, durante las vacaciones de verano. Este es un buen motivo para hacer esfuerzos con el fin de preservar las condiciones ambientales de las playas y garantizar la calidad de vida de los ciudadanos. Algunos estados mantienen programas específicos de control de calidad de las aguas para evitar que los bañistas se expongan a la contaminación.

En São Paulo, por ejemplo, la Compañía de Tecnología de Saneamiento Ambiental (Cetesb), siguiendo lo determinado por la Resolución Conama 20/86, desarrolla un programa de control de la calidad de las playas que atiende a todos los municipios costeros del estado, con un total de 113 puntos de muestreo, distribuidos por cien playas. Semanalmente, las informaciones sobre las condiciones de salubridad de las playas se distribuyen entre los medios de comunicación y se publican en periódicos de gran tirada.

'Problemática poblacional en Latinoamérica'
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El servicio realiza cerca de doce mil análisis bacteriológicos, con el objetivo de determinar el número más probable de Coliformes fecales (colonias de bacterias) presentes en el agua, indicador de contaminación por vertidos. Algunas ciudades, como Santos (São Paulo) y Río de Janeiro, disponen de sistemas de señalización para alertar a los bañistas respecto de la calidad de las aguas.

POLÍTICAS DE SANEAMIENTO Y MEDIO AMBIENTE

El desarrollo de políticas ambientales en Brasil ya no es una prerrogativa sólo del gobierno. La sociedad, preocupada con el futuro, se manifiesta continuamente, creando asociaciones de protección de la naturaleza y promoviendo manifestaciones populares en defensa del medio ambiente. Además, éste es siempre un asunto destacado en los medios de comunicación.

Estas políticas, expresadas en la legislación y organización institucional, definen los instrumentos de intervención del Estado en la administración de los recursos y en la calidad del medio ambiente. En la esfera del control de la contaminación ambiental, el Segundo Plan Nacional de Desarrollo (1975-1979), en su capítulo sobre “el desarrollo urbano, control de la contaminación y conservación del medio ambiente”, definió la prioridad del control de la contaminación industrial mediante la adopción de normas anticontaminación y de una política de localización industrial en las regiones densamente urbanizadas. Este planteamiento se vio consolidado por los Decretos Federales 1.413/75 y 76.389/75, que definen las medidas de prevención y control de la contaminación generada por las industrias. La legislación autoriza la creación de sistemas de permisos en los estados y municipios para la instalación y funcionamiento de actividades potencialmente contaminantes.

El establecimiento de la Política Nacional de Medio Ambiente (Ley 6.938, de 31/8/81) inauguró una nueva fase para el tema ambiental en el país. En esta ley y en sus decretos se consolidan las actuales estrategias y ordenamientos institucionales vigentes. Entre los instrumentos adoptados para aplicar la ley destacan, por su carácter innovador, acotación y control del riesgo ambiental y la evaluación de los impactos ambientales.

Otra iniciativa importante para la conservación del medio ambiente ha sido la introducción de la responsabilidad criminal para las degradaciones ambientales, cuyos procedimientos define y regula la Ley 7.347, de 03/6/85. Esta ley crea la acción civil pública de responsabilidad para los daños provocados al medio ambiente, al consumidor y a bienes artísticos, históricos y turísticos.

Desde la aplicación de la Ley 6.938, el gobierno federal ha difundido entre la sociedad diversas Resoluciones del Consejo Nacional de Medio Ambiente (Conama) para ordenar la problemática ambiental del país. El análisis de los quince años de existencia de esta ley pone de manifiesto que el tema ambiental es valorado en Brasil, sin embargo, pocos estados han conseguido poner en práctica acciones efectivas y prepararse para afrontar una agenda orientada a la conservación de los ecosistemas, ya sean naturales o creados por la acción del hombre.

LAS FAVELAS

La favela existe, pero oficialmente no ha sido reconocida en el ámbito institucional hasta una época reciente. Hace una década uno llegaba a una ciudad brasileña y solicitaba un plano o mapa de la misma y el funcionario te entregaba un documento en el que la favela no aparecía, bien por su situación periférica o bien porque si hay favelas en los intersticios del tejido urbano formal, se omitía sin más. Aparecía el nombre geográfico o anterior a la ocupación por viviendas informales y nada en el plano te indicaba que en aquel lugar vivían quizás decenas de miles de personas. No se les reconocía la existencia, pues se consideraba que era un tipo de hábitat a erradicar, lo cual en la práctica se ha demostrado una prueba de hipocresía social.

La favela es un modo de producción de la ciudad por parte de amplios sectores de las clases populares, cuyos bajos ingresos no les permiten acceder a los barrios y a las viviendas formales. La extrema desigualdad social y la debilidad de las políticas públicas de construcción de vivienda y de urbanización básica ha hecho de la favela una respuesta real por parte de los sectores pobres, en su mayoría no marginales, como a veces el imaginario tanto local como internacional los considera.

La morfología vistosa de las favelas ubicadas en cerros y la alegría de vivir que se atribuye a sus habitantes las ha dotado de una imagen “exótica” que oscurece una dura e injusta realidad. Los habitantes de las favelas son en su gran parte familias trabajadoras, casi siempre con unos ingresos por debajo del nivel de pobreza, con dificultades para acceder a la educación y a la sanidad incluso públicas, que deben convivir con organizaciones delictivas y con el narcotráfico que contaminan su imagen.

El urbanismo no puede resolver el conjunto de esta problemática, pero sí que puede contribuir a iniciar un proceso de acceso de estos barrios y sus habitantes a la ciudadanía. El presidente Lula ha planteado directamente dos tipos de actuación: el acceso a la propiedad mediante la concesión de títulos sobre el suelo (casi siempre público) y la conexión con las redes de servicios urbanos (agua, saneamiento, eliminación de residuos, acceso viario, transporte público, dotaciones comunitarias, etc.). El reconocimiento del derecho de ocupación del suelo y la legalización de la vivienda modifica la relación de la población con su entorno físico, adquiriendo rápidamente comportamientos más cuidadosos con el espacio público y la propia vivienda. La integración en las redes de servicios les hace más ciudadanos: cuando se va a la escuela o se busca trabajo no es lo mismo decir que se vive en una favela que en una calle, con número, con transporte para llegar a ella, situada en el plano.

No estamos hablando de una minoría de población; puede ser el 20 o el 30 % de la población de la ciudad, o bastante más si consideramos la población periférica que vive en barrios afavelados, unos legalizados, otros precarios, en municipios caciquiles y con poca capacidad de gestión, alejados de los centros urbanos, más fácilmente olvidables. Esta población, territorialmente excluida, puede representar el 50 % de la población urbana, como así ocurre en Sao Paulo y en Río de Janeiro. En esta ciudad, al millón de personas que vive en favelas, podríamos añadir gran parte de los que viven en la periferia norte, la Baixada Fluminense, con sus 4 millones de habitantes.

LAS FAVELAS:

DE BOLSONES DE MISERIA A "REINOS" DEL NARCOTRÁFICO.

Sao Paulo- La falta de presencia estatal, los brotes de violencia y la clandestinidad, alimentados por la corrupción de las autoridades, hicieron de las favelas un “territorio de nadie”, donde quien tiene el dinero y las armas goza del poder y el respaldo

Sao Paulo- La falta de presencia estatal, los brotes de violencia y la clandestinidad, alimentados por la corrupción de las autoridades, hicieron de las favelas un “territorio de nadie”, donde quien tiene el dinero y las armas goza del poder y el respaldo.

Waldheim García Montoya

Notimex

Sao Paulo- Las favelas de la ciudad brasileña de Río de Janeiro dejaron atrás su pasado como bolsones de miseria para convertirse en "reinos" del narcotráfico, donde impera la ley del más fuerte y los capos ejercen un control absoluto.

La falta de presencia estatal, los brotes de violencia y la clandestinidad, alimentados por la corrupción de las autoridades, hicieron de las favelas un "territorio de nadie", donde quien tiene el dinero y las armas, goza del poder y del respaldo popular.

Referente obligado de la ciudad junto a íconos turísticos como el Cerro Pan de Azúcar, el Cristo Redentor de Corcovado o el estadio Maracaná, las favelas están incluidas dentro de las rutas turísticas que realizan las agencias con los visitantes extranjeros.

Incluso la palabra "favela" ya se usa de forma frecuente en textos escritos en inglés, español o francés, incorporándose como un extranjerismo cualquiera y ubicándose junto a otros términos brasileños universales, como "samba" y "garota" (mujer joven).

Estos focos de miseria nacieron a fines de los años 60 con el conflicto rural, que llevó a muchos campesinos a desplazarse a los centros urbanos, como la entonces capital Río de Janeiro (hasta 1960), aumentando así el número de invasiones de terrenos.

Por entonces, la falta de electricidad, agua potable, televisor, nevera o un equipo de sonido eran las principales necesidades de los moradores de las favelas, de acuerdo a testimonios recogidos entre 1969 y 1972 por la antropóloga estadounidense Janice Perlman.

La autora del libro "El mito de la marginalidad", 32 años después de haber vivido seis meses dentro de las favelas, regresó a los empobrecidos barrios y encontró que esas necesidades ya eran suplidas por el Estado o por la "economía del narcotráfico”.

Hijos y nietos de esos moradores describieron ahora como sus prioridades el acceder a la universidad, obtener un empleo digno, comprar un teléfono celular, ordenador, tener Internet o un coche, con la diferencia que esas cosas ya las tienen muchos "favelados".

"Por eso en las favelas no existen desplazamientos masivos a otros lados, salvo cuando los moradores son expulsados por los jefes de pandillas, la gente teme pero prefiere seguir viviendo allí", señaló a Notimex el antropólogo argentino Ludovico Ferrer.

El investigador, quien prepara un trabajo visual y escrito sobre "el mundo de las favelas", como él mismo lo llama, sostuvo que "el 70 % de los moradores no quieren irse del lugar, porque allí los impuestos son baratos o simplemente no se pagan".

"Para los hijos, o como negocio, en las favelas se pueden hacer construcciones de hasta cuatro plantas sin tener que registrarlas o declararlas al fisco y su precio va desde 1 400 (las de sólo dos habitaciones) a 10 000 dólares (las de cuatro pisos)", explicó.

Con una vista envidiable sobre la ciudad, incluida la famosa playa de Ipanema, Mario Lucio Mendes, de 43 años y apodado "Rambo", tiene en su caverna del barrio de favelas Rocinha, una cama de matrimonio, nevera, estufa de gas y hasta aire acondicionado.

En el morro de Vidigal, Francisco Couto, de 70 años y conocido como "Chico da Pedra" vive desde hace 18 años en una gruta con luz eléctrica y dirección para recibir cartas, mientras que Severino Gomes habita al estilo "Tarzán" en las laderas del Pan de Azúcar.

'Problemática poblacional en Latinoamérica'

La desigualdad del país también se pone de manifiesto en los límites de Rocinha (la primera chabola del barrio de favelas más grande de Latinoamérica con un millón de habitantes) con el lujoso barrio de Gavea, donde encontramos una mansión con vehículos importados en su aparcamiento y los muros de seguridad en construcción de la lujosa Escuela Americana, con mensualidades entre 600 y 1 033 dólares y matrícula de 2500 dólares por alumno.

Un modesto minimercado, con alquiler mensual de 150 dólares, contiguo a la mansión y al colegio, dan comienzo a Rocinha, la favela que vivió a comienzos de año una desenfrenada guerra de pandillas por el control del tráfico y obligó a la intervención militar.

En Rocinha se hacen casi a diario prácticas de tiro al blanco por parte de los pandilleros que "cuidan" la ciudad, donde balas perdidas han cobrado la vida de inocentes, incluso de niños; y para evitar ir a hospitales los capos tienen también sus propios médicos.

En la primera semana de agosto, la policía arrestó al médico francés Alain Berthier, quien estaba de manera ilegal en el país y prestaba los servicios particulares al prófugo Erismar Rodrigues Moreira "Bem-Te-Vi", por un salario de 700 dólares, libres de renta.

Bem-Te-Vi es el sucesor de Luciano Barbosa da Silva "Lulú", muerto hace poco cuando intentaba huir de la policía y quien era famoso por su suite con piscina y todas las comodidades de élite en pleno corazón de Rocinha.

Lulú, además de benefactor y constructor de obras sociales como canchas de fútbol iluminadas, presidía todos los lunes una particular corte donde eran juzgados delitos y problemas de los moradores, como divorcios, deudas, robos y hasta asesinatos. Trabajos domésticos o entrega de bienes al perjudicado por la deuda, desalojo de la favela y, en casos extremos, la pena de muerte sentenciada por la corte, eran las condenas aplicadas por Lulú y "la gente compartía y respetaba la decisión", apuntó Ferrer.

Arsenales con todo tipo de armas, algunas de uso especializado por los militares como lanzamisiles, señales de televisión por cable con mensualidades de cinco dólares y el veto para que los políticos realicen campañas electorales son otros de los dominios del "reino".

6.- PROYECTOS PARA PROMOVER EL DESARROLLO EN BRASIL

PROYECTOS EN LAS FAVELAS

PROGRAMA FAVELA BARRIO

Es interesante comentar la experiencia de Río de Janeiro, que en el año 1994 inició el Programa Favela Barrio, que puede considerarse un precedente exitoso de lo que ahora se propone el gobierno de Lula para todo el país.

El Programa Favela-Barrio fue una iniciativa municipal, para “construir toda la infraestructura y equipamientos de servicios públicos necesarios para transformar las favelas en barrios formales de la ciudad”, no en algún aspecto puntual como se efectuó en políticas recientes, sino abarcando la totalidad de las 608 áreas y la globalidad del proceso de adaptación a la ciudad.

Sobre esta base se formuló una estrategia de intervención físico-urbanística, con la idea de que la integración formal, es decir, la normalización del espacio, favorecería la integración social, el proceso de ciudadanía plena de sus habitantes. Para ello, la alcaldía consiguió un apoyo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo, préstamo que cubrió el 60% del coste total aprobado para el programa, y que posteriormente fue complementado con una aportación de la Unión Europea.

Los criterios que han orientado la realización de este programa son los siguientes:

1- Respetar y mantener las viviendas existentes, construídas por el esfuerzo de años de las familias de las favelas, manteniendo los valores constructivos y espaciales propios de los asentamientos.

2- Complementar o configurar la estructura urbana principal (saneamiento y accesibilidad principalmente) y ofrecer condiciones físicas y ambientales para la consolidación del barrio como parte del tejido formal de la ciudad.

3- Introducir en esas áreas valores urbanísticos propios de la ciudad formal como calles, plazas, infraestructuras, servicios públicos y sociales.

4- Considerar la participación de diversos grupos sociales dentro del barrio en la formulación de las propuestas físico-urbanísticas y en los programas de equipamiento.

5- Resolver los problemas de riesgo físico-ambiental por deslizamientos de terrenos, inundaciones, etc. definiendo, en su caso, programas de realojo en el área.

¿Cuales fueron los resultados para la ciudad y para las favelas después de las intervenciones?

El balance cuantitativo señala 124 kilómetros de canalización de torrentes y de conducciones de aguas de drenaje, 800.000 metros de calles pavimentadas, 7.800 farolas de iluminación pública implantadas, 58.000 metros de superficie de laderas estabilizadas, 292.000 metros de alcantarillas para cloacas y 7.100 piezas de mobiliario urbano y señalización instaladas. Pero junto a esta normalización infraestructural, hay que destacar 351.000 metros de nuevas áreas de ocio, 6 centros de informática, un centenar de cooperativas de trabajadores locales, 3 áreas deportivas de dimensiones olímpicas y 90.000 metros edificados para escuelas, guarderías y viviendas para población a realojar (que sólo afectó a un 1% del parque total de viviendas de esas favelas).

La población que ha accedido mediante este programa a un nivel de ciudadanía es de 500.000 habitantes. Se han concedido 80.000 títulos de propiedad y se han ejecutado 100 kilómetros de nuevas calles. La dignidad ciudadana es hoy patrimonio de estos espacios. Los accesos al resto de la ciudad rompen el gueto y permiten la entrada de otros ciudadanos, de ambulancias, de bomberos, de policía. Las calles abiertas de dimensiones adecuadas, con aceras, arbolado, escaleras e iluminación pública, papeleras y buzones. Calles pavimentadas donde hay lodazales, con drenaje, cloacas, suministro de agua y electricidad, etc. En definitiva, calles como cualquier otra de la ciudad. Y todo ello por el coste aproximado de una autopista urbana de 50 kilómetros o de uno de los grandes museos del primer mundo.

Verena Andreatta es arquitecta-urbanista, ex directora del Instituto Municipal de Urbanismo de Río de Janeiro.

Jordi Borja es geógrafo-urbanista, asesor de planes estratégicos y proyectos urbanos en diversas ciudades de Brasil, como Río, São Paulo, Santo André, Recife y Porto Alegre.

PROGRAMA DE DESARROLLO INTEGRAL PARA NIÑOS Y MADRES EN SITUACIÓN DE PELIGRO EXTREMO EN LAS FAVELAS DE SAO PAULO, BRASIL.

Financiadores: Fundación Iuve - Junta de Castilla y León

Beneficiarios: 1.470 niños y 735 mujeres

Coste del proyecto: 75.967,93 €

Socio local: Asociación Tertio Millennio

Crear unas mínimas y dignas condiciones de vida para las personas más vulnerables de Sao Paulo mediante la atención integral de los niños, la inclusión de la mujer en el desarrollo socioeconómico y elevar su autoestima y el fortalecimiento de los núcleos familiares.

RESPUESTAS DE LA JUVENTUD DE LAS FAVELAS Y ZONAS PERIURBANAS A LA VIOLENCIA

En el contexto de las respuestas civiles a la violencia, se vislumbra un importante y reciente proceso de movilización de jóvenes de favelas y barrios periféricos. Éste consiste en proyectos, programas o iniciativas locales basados en acciones culturales y artísticas, con frecuencia desarrollados y coordinados por los propios jóvenes. Algunos ejemplos de esas iniciativas son el grupo Olodum, de Salvador, y los grupos Afro Reggae, Nós do Morro y Companhia Étnica de Dança, de Río de Janeiro, además de cientos de agrupaciones locales movilizadas en torno a la cultura hip hop en la periferia de São Paulo, en las villas de Porto Alegre y en barrios de Recife, Brasilia y São Luís.

Estos grupos se “disputan” a los jóvenes con el narcotráfico, ejerciendo otro tipo de seducción y valiéndose de estrategias de atracción igualmente fuertes. Están comprometidos con una cultura de paz, pero en sintonía con el espíritu y los intereses contemporáneos. Además de cultura y arte, valoran Internet, la informática, la ropa y los calzados deportivos de moda, los viajes y el intercambio regional e internacional.

Los grupos tienen, en general, cuatro características:

a) incentivan la generación de ingresos y empleo a corto plazo

b) un fuerte componente de afirmación individual, incluso la formación de artistas y líderes cuya fama y éxito sirve de ejemplo y atracción para otros jóvenes del lugar

c) un fuerte componente de afirmación territorial, y frecuentemente las letras de los temas musicales, los nombres de los grupos y sus líderes, las camisetas y otras prendas que usan reafirman los nombres de las comunidades (Vigário Geral, Cidade de Deus, Capão Redondo, Candeal) en señal de “compromiso” con el cambio en su comunidad

d) un fuerte componente de denuncia del racismo y de afirmación racial negra, ya sea en la letra de las canciones, en su apariencia (cabello y ropa afro) o en el nombre de los proyectos (Música Preta Brasileira, Afro Reggae, Companhia Étnica etc.).

Estos proyectos e iniciativas (heterogéneos y desarticulados entre sí, pero en constante crecimiento en varias ciudades del país) se volvieron importantes no sólo como centros de construcción de una cultura alternativa al narcotráfico, sino también como mediadores entre la juventud y los gobiernos, la prensa e incluso actores internacionales, como fundaciones y agencias de cooperación.

Estos “nuevos mediadores” están trayendo novedades al campo de las ONG's, la izquierda y los movimientos políticos, sociales, sindicales y asociativos tradicionales, como el interés en el mercado y en los emprendimientos, combinado con el compromiso comunitario, la afirmación de la identidad territorial combinada con la identidad social, la trayectoria individual, el éxito y la fama, combinado con el mundo de la cultura y el arte.

OTROS PROYECTOS

PROYECTO DE DESARROLLO INTEGRAL "MAE CRIANÇA" PARA MUJERES Y NIÑOS ENSAO PAULO, BRASIL.

Financiadores: Fundación Iuve- Generalitat Valenciana 2000

Beneficiarios: 1.470 niños y 735 mujeres

Coste del proyecto: 577.344,25 €

Socio local: Asociación Tertio Millennio

El proyecto, bautizado programa "Mae e Criança", se centra en las mujeres como bastión de la familia en el presente y en los niños como bastión de sus familias en el futuro. Este programa permite adquirir, gracias a los Centros de Desarrollo, un conocimiento de las necesidades de cada mujer de la comunidad, actuales y potenciales microempresarias, a las que se dará apoyo crediticio y de capacitación.

PLANES, PROGRAMAS Y PROYECTOS DE COOPERACIÓN Y DESARROLLO FRONTERIZO EN LA AMAZONÍA

Los países miembros encontraron en el Tratado de Cooperación Amazónica un marco adecuado para promover la cooperación binacional en las zonas fronterizas a través de proyectos de integración. A fin de establecer mecanismos para la ejecución de las acciones fronterizas, fueron suscritos acuerdos bilaterales de cooperación, los cuales sirvieron de base para la realización de estudios integrados binacionales.

Hasta el presente, los acuerdos bilaterales son: Colombia - Ecuador y Colombia - Perú, ambos suscritos en marzo de 1979; Brasil - Colombia, en marzo de 1981; Brasil - Perú, en octubre de 1979; y Bolivia - Brasil, agosto de 1988.

En términos generales, los objetivos definidos por los países para los estudios binacionales de integración fronteriza pueden ser sintetizados de la siguiente manera:

- Promover la gestión ambiental del área de los proyectos binacionales e incentivar su desarrollo autónomo y sustentable, utilizando correctamente las potencialidades y respetando las limitaciones que presentan los recursos naturales

- Contribuir a mejorar la calidad de vida de la población mediante la generación de actividades productivas y de fuentes de trabajo, así como la mejora o la instalación de infraestructuras físicas y sociales básicas que satisfagan las aspiraciones de los habitantes

- Promover la integración de cada área nacional en los respectivos países, asegurando que esa integración sirva como elemento dinamizador del desarrollo

- Realizar la zonificación ambiental como base para la ordenación territorial y para la implementación de modelos de producción que consideren la capacidad de los ecosistemas amazónicos dentro de un proceso de desarrollo sustentable en el cual participen activamente los grupos humanos asentados tradicionalmente en la región, incluyendo las comunidades indígenas y nativas

- Conservar la biodiversidad de la región

- Fortalecer los organismos nacionales vinculados a la planificación ambiental y al uso de recursos naturales e incentivar la creación de mecanismos de trabajo interinstitucional.

Todos los planes y programas binacionales responden a un mismo propósito y utilizan un proceso de planificación estructurado que incorpora los elementos más importantes que afectan el desarrollo de una región determinada, dando atención particular al manejo de la base de recursos naturales.

Para hacer efectivos estos propósitos, cada país realizó estudios básicos sobre su área incluida en el plan, que consistieron en la recopilación, organización y análisis de la información procedente de entidades nacionales relacionadas con la cartografía, uso y manejo de recursos naturales, e infraestructura física, social y económica. Como complemento, se preparó un catálogo de estudios y proyectos existentes en el área del plan o programa. En todo este proceso y aún en la etapa de elaboración del diagnóstico regional, se intensificaron los estudios sobre las diferentes variables de los ecosistemas, dada la importancia del tema para el desarrollo de la región amazónica.

En función del diagnóstico regional realizado para cada una de las áreas fronterizas y del balance de sus potencialidades y limitantes, se elaboraron las directrices políticas y las estrategias para estructurar los planes binacionales de desarrollo fronterizo.

Los procesos seguidos en cada plan o programa binacional fueron variados y se ajustaron conforme a la secuencia usada por los Comités Técnicos - creados por los países para la ejecución de los estudios - en cuanto a la definición de objetivos específicos. Se ha tenido en cuenta las perspectivas y los aspectos críticos de cada región, así como el rol que desempeña la misma en el desarrollo de los países y en el marco de las políticas regionales ya definido por los acuerdos multinacionales y binacionales.

El conjunto de las acciones en el área de cada plan o programa se rige asimismo por las políticas de los países involucrados tanto a nivel nacional como las que se refieren a la zona fronteriza correspondiente. Igualmente, en lo que concierne al manejo de los recursos naturales de la región amazónica, cada país dispone a su vez de un marco legal dentro del cual se ha venido desarrollando el proceso de planificación.

En lo que respecta a la estructura operativa, el esquema general utilizado hasta el presente para la ejecución de cada plan o programa binacional es el siguiente: la Comisión Mixta, integrada por los representantes de los Ministerios de Relaciones Exteriores de los países, que constituye el nivel superior de decisión en cuanto a la realización y coordinación de los programas; una Comisión Ejecutiva, encargada de la coordinación de la ejecución de los estudios; un Comité Técnico, que actúa como órgano bilateral de supervisión y compatibilización, y a cuyo cargo está la ejecución de actividades y el análisis e integración de los trabajos que produzcan los organismos técnicos; y las Unidades Técnicas, que funcionan en cada país, y están integradas por un grupo de especialistas nacionales de las instituciones participantes, los consultores nacionales e internacionales y personal administrativo.

Plan binacional en ejecución Brasil - Colombia:

El 12 de marzo de 1981, ambos países suscribieron el Acuerdo de Cooperación Amazónica estableciendo que, "los países contratantes deciden emprender una dinámica cooperación para la realización de acciones conjuntas y para el intercambio de sus experiencias nacionales en materia de desarrollo regional y de investigación científica y tecnológica adaptada a la región amazónica, con miras a lograr el desarrollo armónico de sus respectivos territorios amazónicos, en beneficio de sus naciones y preservando adecuadamente la ecología de la zona." En la primera reunión de la Comisión Mixta del Acuerdo de Cooperación Amazónica Colombo - Brasileño (Leticia, 1987) los países aprobaron la elaboración del Plan Modelo Colombo - Brasileño para el Desarrollo Integrado de las Comunidades Vecinas del Eje Tabatinga - Apaporis.

El área comprendida por el plan abarca cerca de 28.285 km2, de los cuales 9.635 km2 corresponden a la parte colombiana y 18.650 km2 al Brasil. El área colombiana está ubicada en el extremo Sur oriental del país, en el trapecio amazónico, y pertenece jurisdiccionalmente a los Departamentos de Amazonas y Vaupés. El área brasileña pertenece jurisdiccionalmente al Estado de Amazonas (ver Mapa 4). La zona del plan tenía en 1990 una población de 23.700 habitantes en la parte brasileña y 21.800 en la parte colombiana. Leticia (Colombia) y Tabatinga (Brasil) conforman un área urbana única y constituyen el centro demográfico y económico de la región. La población indígena representa el 40% del total o sea 18.200 habitantes.

'Problemática poblacional en Latinoamérica'

Plan binacional en ejecución Brasil - Perú

El 16 de octubre de 1979 ambos países suscribieron el Tratado de Amistad y Cooperación, en el que, con referencia a la región amazónica se establece que "Ambas Partes otorgan la más alta prioridad al cumplimiento de compromisos que la vinculan al respecto de esa Región", y manifiestan el interés en armonizar acciones en el campo bilateral. En julio de 1987 los Presidentes de Brasil y Perú suscribieron la Declaración de Río Branco y el Programa de Acción de Puerto Maldonado, estableciendo además la Comisión Mixta Brasileño - Peruana de Cooperación Amazónica para realizar estudios de interés común. En la I Reunión de la Comisión Mixta (Río Branco, Brasil, 1988) se decidió poner en marcha el Programa de Desarrollo Integrado para las Comunidades Fronterizas Peruano - Brasileñas (Iñapari y Assis - Brasil).

El total del área comprendida en este programa asciende a casi 10.320 km2, de los cuales 3.900 km2 corresponden a Brasil y 6.420 km2 a Perú. El área brasileña corresponde a toda la extensión del Municipio de Assis, Brasil (Sudeste del Estado de Acre). El área peruana está localizada en la Región Inka, Departamento de Madre de Dios, Provincia de Tahuamanu. La población asciende a 10.200 habitantes con una distribución aproximadamente igualitaria en ambos territorios. La población es predominantemente rural y con presencia conspicua de las comunidades indígenas.

'Problemática poblacional en Latinoamérica'

Plan binacional en ejecución Bolivia - Brasil:

El 2 de agosto de 1988, los Presidentes de Bolivia y Brasil formularon una Declaración en la cual resaltan la necesidad de dedicar atención constante a la cuestión ambiental de la región amazónica. Se aprobó un Programa de Acción Conjunta, por el cual se resolvió iniciar la ejecución de planes - modelo binacionales de desarrollo integrado de comunidades fronterizas, en el ámbito de la Subcomisión de Cooperación Fronteriza de la Comisión Mixta Permanente de Coordinación. Para ello, determinaron que tales planes se inicien en las siguientes microrregiones: Brasileia - Cobija; Guajaramirim - Guayaramerín; y Costa Marqués - Triángulo San Joaquín, San Ramón y Magdalena, todas en la región amazónica..

'Problemática poblacional en Latinoamérica'

Por último, existen ONGs que se dedican a desarrollar proyectos tanto en el ámbito de las favelas como en el ámbito de las comunidades más aisladas. Este es el caso del proyecto IDEEAS de Fabio Rosa. Su propuesta es la siguiente (ver página siguiente):

7.- BIBLIOGRAFÍA:




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Enviado por:Giuditta
Idioma: castellano
País: España

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