Historia


Potencias económicas


1. ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA: EL LÍDER MUNDIAL

Estados Unidos fue el Estado que salió más reforzado de la Segunda Guerra Mundial. Quedó consolidado como primera potencia económica mundial, dispuesta a ejercer el liderazgo del mundo capitalista.

  • LA SUPREMACÍA ECONÓMICA DE EEUU

En la posguerra el dólar pasó a ser la moneda de reserva en sustitución de la libra esterlina. La conferencia de BRETTON WOODS de 1944 creó el Fondo Monetario Internacional y el Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo para superar el colapso comercial que había tenido lugar durante la Gran Depresión. La Organización Internacional de Comercio impulsó el abandono de la política proteccionista, y en 1947 surgió el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio, GATT, encargado de rebajar las tarifas arancelarias.

Durante los veinte años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, EEUU experimentó una etapa de elevado crecimiento económico. Su hegemonía se debió a un conjunto muy amplio de factores cuya combinación redundó en una productividad más elevada, favorecida por una ola de innovaciones tecnológicas aplicada a la creación de bienes y servicios.

La supremacía de EEUU también se basó en la consolidación de grandes empresas multinacionales, apoyadas en el exterior por al diplomacia de los sucesivos gobiernos federales. Todo ello se tradujo en un aumento espectacular de la renta por habitante y en una gran demanda de sus productos en el ámbito mundial.

El aumento de la importancia del sector público estimuló la demanda y atenuó las recesiones, compensando las contradicciones cíclicas de la actividad privada. La aceleración del progreso científico y técnico estimuló el crecimiento de nuevos sectores. El aumento y la diversificación del sector de los servicios comportó que un porcentaje cada vez mayor de la población ocupada y del PNB estuviese relacionado con actividades que no producían bienes físicos

  • LA SOCIEDAD DE CONSUMO

La edad dorada del capitalismo estuvo basada en un aumento espectacular del consumo privado, que se dio más tempranamente y con más intensidad en Estados Unidos. Durante estos años, bienes que habían sido considerados de lujo, se convirtieron n una necesidad básica para una parte importante de la población. Este incremento de la demanda final de los consumidores incentivó a las empresas a aumentar su producción y propició la aparición de nuevos sectores destinados a cubrir estas necesidades.

La expansión del consumo estuvo vinculada a la mejora del nivel de vida de la población gracias al crecimiento de los salarios. El aumento de las ayudas públicas, tanto por desempleo como por enfermedad y jubilación, mejoraron la capacidad de compra de los sectores más desfavorecidos. La masiva incorporación de la mujer al trabajo fortaleció la renta de las familias y alteró profundamente la organización de la vida doméstica. La banca incentivó el consumo a través de créditos, mediante letras de cambio ligadas a la compra de bienes y, con la difusión de las tarjetas de crédito. El desarrollo sin precedentes de al publicidad la convirtió en un elemento determinante del consumo.

  • LAS DESIGUALDADES SOCIALES

Las transformaciones económicas alteraron la estructura social americana favoreciendo la ampliación de la clase media. Sin embargo, la sociedad de la abundancia no supuso la desaparición del desigual reparto de la renta.

En EEUU existen hoy en día grandes bolsas de pobreza y de marginación social. Hasta 1960, entre el 20 y el 25% de las familias eran pobres, de las cuales la buena parte eran de raza negra. La pobreza se concentra en determinados barrios urbanos en los cuales la marginación, la delincuencia y la droga, derivan en una tasa de violencia mucho mayor que en cualquier otra sociedad occidental.

Las desigualdades sociales y la expansión de un modelo social consumista propiciaron en los años sesenta una gran contestación social. La lucha por la igualdad de derechos de los negros tuvo su máximo exponente en Martin Luther King, defensor de la integración de la minoría negra en la sociedad americana. La aparición de Malcom X y organizaciones (panteras negras) radicalizaron el movimiento y mostraron un profundo rechazo a la sociedad americana. La protesta juvenil se materializó en el nacimiento del movimiento hippie, que renegaba del consumismo americano, al mismo tiempo que introducía hábitos rompedores. Por otro lado, los movimientos de mujeres, denunciaron el sexismo de la sociedad y reclamaron la igualdad de derechos y oportunidades.

  • UN SISTEMA POLÍTICO FEDERAL

El sistema político norteamericano ha conocido pocas transformaciones durante sus más de dos siglos de existencia. La constitución de 1787 continúa vigente, aunque ha estado modificada por numerosas enmiendas.

Estados Unidos se constituye como un Estado federal formado por cincuenta Estados y otros territorios que son naciones libres asociadas. El sistema institucional se basa en la división de poderes: el ejecutivo, está en manos del presidente de la República, elegido cada cuatro años; el legislativo recae en el Congreso federal, formado por la cámara de Representantes y por el Senado, y el judicial tiene como órgano máximo el Tribunal Supremo. El sistema norteamericano es presidencialista, ya que el presidente disfruta de poderes excepcionales.

La estructura política federal se repite en cada uno de los Estados de la Unión. Cada Estado posee su propia Constitución, su propio gobierno y su propia ley electoral. El Estado federal se reserva las competencias en lo que respecta a las relaciones exteriores, moneda, Ejército, guerra y paz.

El sistema político americano es esencialmente bipartidista y le juego de centra en dos grandes formaciones. El Partido Republicano representa los intereses de los grandes industriales, comerciales y agricultores, y defiende una sociedad basada en la libre iniciativa. El Partido Demócrata tiene el apoyo de los sindicatos y de las minorías marginadas, y representa un programa de carácter más social, destinado a proteger a los menos favorecidos y a mitigar las diferencias sociales.

El sistema electoral tiene también sus limitaciones, entre las que destacan el abstencionismo de los electores y la gran influencia de los medios de comunicación, que en EEUU constituyen un verdadero cuarto poder. Las campañas se convierten en un gran montaje mediático en el que se valora más la imagen de la contraposición de ideas. Además, el elevado coste de una campaña electoral y la existencia de los llamados lobbies, marginan a los que no disponen de los medios económicos necesarios para competir electoralmente.

  • LA ALTERNANCIA EN EL PODER

La vida política americana ha estado desde siempre dominada por la alternancia entre los dos grandes partidos. Los gobiernos de posguerra estuvieron en manos del demócrata Harry Truman y del republicano Dwight Eisenhower, y se caracterizaron por el desarrollo de una política profundamente anticomunista, que tuvo su máximo exponente en la llamada Caza de brujas, impulsada por el senador McCarthy. El anticomunismo estuvo acompañado de un aumento del conservadurismo social lo que hizo aplazar toda una serie de leyes de carácter social.

La ola conservadora empezó a retroceder durante el segundo mandato de Eisenhower, pero fue sobre todo con la elección del demócrata John F. Kennedy cuando se inauguró una nueva etapa en la política interior americana. Kennedy impulsó un nuevo programa, la Nueva Frontera, con tres ejes de actuación preferencial: la lucha contra al pobreza y la segregación racial; el fomento del progreso científico y tecnológico para ganar la carrera espacial y el fomento de la paz.

La administración demócrata desarrolló un programa para terminar con la segregación racial de la población negra y ayudar a los menos favorecidos. La oleada de contestación social de la década de los sesenta influyó en le electorado más conservador, que en 1969 inclinó la balanza de la elección presidencial a favor del republicano Richard Nixon, quien acabó siendo destituido a raíz del asunto de espionaje llamado Watergate.

La reconstrucción de la Europa Occidental tras la Segunda Guerra Mundial tuvo lugar de forma muy rápida.

2. LA EVOLUCIÓN DE EUROPA OCCIDENTAL

  • AUMENTO DEMOGRÁFICO Y MIGRACIONES

Esta recuperación fue acompañada de un fuerte aumento demográfico. La década entre 1955 y 1965 experimentó un notable aumento de la natalidad conocido como baby boom, alcanzando tasas que se situaban alrededor del 20%. Desde los años setenta, el crecimiento de la población se fue ralentizando debido a la progresiva caída de la tasa de natalidad que alcanzaría los niveles más bajos de su historia. Esta evolución fue paralela a una disminución de las tasas de mortalidad debido a la difusión de los avances sanitarios.

Al mismo tiempo, los movimientos migratorios cambiaron su destino.

  • CRECIMIENTO ECONÓMICO Y MEJORA DEL NIVEL DE VIDA

A partir de 1950 tuvo lugar en el conjunto de Europa Occidental un lago periodo de prosperidad basado en unas tasas de crecimiento que superaron a las de EEUU. El incremento de la población favoreció el desarrollo económico, pero la causa principal de esta expansión sin precedentes estuvo en el aumento de la productividad entre 1950 y 1973.

La estructura sectorial de la economía se modificó con la disminución de las actividades agrícolas y el aumento de la industria y los servicios, que producían más por una unida de capital o de trabajo.

El crecimiento económico significó salarios más elevados, dada la mejora en la productividad. Así, esta etapa de expansión se tradujo no sólo en un aumento de la renta por habitante sino en una notable mejora del nivel de vida de la inmensa mayoría de los europeos. Esto permitió la plena incorporación de Europa en una sociedad de consumo que emulaba el modelo americano.

  • LA EXPANSIÓN DEL ESTADO DEL BIENESTAR

Otro hecho característico de estos años fue la generalización de la intervención del Estado en la economía. En Gran Bretaña y Francia, las nacionalizaciones aumentaron, convirtiendo al Estado en empresario, el cual desarrolló una planificación indicativa a través de planes cuatrienales que fueron imitados en otros países, como España. El objetivo de gran parte de estas intervenciones era lograr superar carencias sectoriales y también la equiparación regional del nivel de vida.

La puesta en práctica de esta política de intervención dio como resultado una disminución de los periodos de recesión económica, ya que el gasto público compensó las contradicciones de la actividad privada. Hizo posible la mejora de las grandes infraestructuras que favorecían el incremento de la productividad del sector privado.

La intervención del Estado se materializó en el aumento de las prestaciones sociales. La red de Seguridad Social para casos de enfermedad, invalidez, paro y jubilación se consolidó en las economías avanzadas como un derecho universal, mientras la financiación pública de la enseñanza, de la sanidad o de actividades culturales alcanzó niveles desconocidos hasta ese momento.

Se entiende por Estado del Bienestar la organización estatal en la cual aquellos bienes considerados socialmente prioritarios son provistos por el Estado.

  • LA CONSOLIDACIÓN DE SISTEMAS DEMOCRÁTICOS

Tras el conflicto mundial, la mayoría de los países occidentales consolidó sistemas políticos democráticos. El poder ejecutivo es ejercido por unos gobiernos responsables ante un Parlamento elegido por sufragio universal, se cuenta con constituciones parlamentaristas y se defienden los derechos individuales y colectivos.

Los países del Sur de Europa quedaron la margen de esta evolución política, debido a que mantenían regímenes dictatoriales. La dictadura de Salazar en Portugal, en 1029 se mantuvo en el poder hasta 1974, y en Grecia, la inestable democracia sufrió el golpe de Estado de los coroneles n 1967. En España, el régimen militar del general Franco, surgido de la Guerra Civil, fue perdiendo su carácter más netamente fascista al finalizar el conflicto mundial.

El espectro político de Europa es pluripartidista, con una diversidad de partidos que concurren a las elecciones, repartiéndose los escaños parlamentarios de forma proporcional. Las fuerzas que dominan el panorama político europeo desde la posguerra se pueden dividir en tres grandes tendencias:

  • los partidos conservadores y democristianos, proponen un modelo de sociedad inspirado en el cristianismo. Se denominan populares y han evolucionado desde posiciones muy conservadoras y anticomunistas hacia actitudes de reformismo social.

  • los socialistas o laboristas son una fuerza antigua en Europa. Y han sido también los grandes protagonistas de las transformaciones de os años cincuenta y setenta.

  • los comunistas estuvieron muy marcados en un principio por la coyuntura de la Guerra Fría. En los años sesenta empezaron a distanciarse de la URSS y la caída del muro de Berlín ha significado la práctica desaparición de los partidos comunistas occidentales.

      • ESTABILIDAD POLÍTICA Y CONTESTACION SOCIAL

    Los regímenes políticos instalados en Europa se caracterizaron por una alternancia en el poder entre las grandes familias políticas y por el consenso en la creación de un Estado social. Los primeros gabinetes de la posguerra fueron gobiernos de coalición entre los diferentes partidos de la Resistencia.

    En la década de los cincuenta, la mayoría de los gobiernos tuvo un marcado carácter anticomunista y un predominio conservador. En estos años se inició un acelerado desarrollo económico y un acceso a la sociedad de consumo de masas.

    Los años sesenta conocieron un cierto giro a la izquierda, favorecido por al distensión en la Guerra Fría. Favoreció en acceso de los socialistas a muchos gobiernos europeos y permitió el desarrollo de políticas tendentes a un reparto más equitativo de la riqueza. Los socialdemócratas se han mantenido en el poder casi sin interrupción en los países nórdicos y han protagonizado etapas de transformaciones sociales.

    La difusión en Europa de una sociedad consumista y la homogeneización ideológica de la mayor parte de las fuerzas políticas hizo que surgieran numerosos movimientos de protesta. Surgieron numerosos grupos de extrema izquierda que se decantaron por le trotskismo o el maoísmo.

    3. EL CAMINO HACIA LA UNIDAD EUROPEA

      • LA EUROPA DE LOS SEIS

    En 1951 la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, CECA, pretendía conseguir un mercado común para estos suministros y una producción equilibrada y unificada entre sus integrantes. La propuesta fue aceptada por Francia, Alemania, Italia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo siendo rechazada por Gran Bretaña ya que la consideraba una limitación a su soberanía porque sus miembros la cedían en parte a un organismo supranacional.

    El éxito económico de la CECA potenció la idea de Robert Schuman de crear un mercado común europeo para avanzar hacia una unión política de carácter federal. Los seis países que integraban firmaron el Tratado de Roma que implicó la creación de la Comunidad Económica Europea, CEE, y de la Comunidad Europea de Energía Atómica, EURATOM. El objetivo prioritario del tratado era constituir un mercado común entre los países firmantes mediante la creación de instituciones supranacionales

    El Reino Unido no aceptó participar en este proceso e impulsó un área de libre comercio en donde las transacciones comerciales fueran realizadas sin barreras de carácter arancelario La Asociación Europea de Libre Comercio, EFTA, no contemplaba entre sus fines alcanzar la libre circulación de personas entre los integrantes ni ceder ningún tipo de soberanía.

    El éxito económico que había alcanzado los Estados integrantes de la CEE era superior al de la EFTA. Gran Bretaña dio un giro en su política exterior y solicitó el ingreso de la CEE. La unión de la EFTA con la CEE daría lugar a la Comunidad Europea, CE, a la que se unirían Gran Bretaña, Irlanda y Dinamarca en entero de 1973.

    La unificación económica avanzaba más rápidamente que la política social, los Estados miembros de la CE se fueron dotando de una serie de instituciones políticas. Se creó un Tribunal de Justicia para los asuntos referentes a la legislación comunitaria.

    • LA EUROPA DE LOS QUINCE

    La CE ha aumentado de manera continuada. A partir de 1979 ingresaron Grecia, España y Portugal, Suecia, Finlandia y Austria. La Europa de los seis quedó convertida, primero en la Europa de los Doce y después, de los Quince. Países del Este negociaron su integración e ingresan Hungría, Polonia, Chequia, Chipre, Eslovenia y Estonia

    El Parlamento Europeo aprobó por unanimidad un proyecto de Tratado para la creación de una Unión Europea. El consejo de Ministros aprobó el Acta Única que implicaba la creación de un único espacio económico y social ratificada por el Acuerdo de Maastricht. La Unión Europea nació en sustitución de la anterior Comunidad Europea para conseguir la unión política, económica y monetaria.

    El proceso se completó en enero de 2002 con la puesta en circulación de una moneda única, el euro para todos los países excepto Gran Bretaña, Dinamarca y Suecia y con la unión de sus bancos centrales en un sistema europeo de bancos centrales

    La creación de la CEE impulsó la difusión de una conciencia europeísta que ha consolidado una potencia capaz de competir en un mundo cada vez más globalizado. Los dirigentes políticos y los países de Europa han tomado conciencia de sus características comunes y de la necesidad de una integración para formar una alternativa frente a las grandes potencias

  • EL “MILAGRO” JAPONÉS Y LOS “DRAGONES ASIÁTICOS”

    • JAPÓN COMO POTENCIA ECONÓMICA

    Japón experimentó el ritmo de crecimiento económico más elevado convirtiéndose en la segunda potencia económica mundial. La producción industrial se triplicó y su tasa anual de crecimiento casi duplicó a la de los países de la Europa Occidental. La reconstrucción de posguerra, apoyada técnica y financieramente por EE UU dio paso a una potente economía.

    Este “milagro” japonés tuvo un papel muy importante. El sector público fomentó el crecimiento de la industria pesada, elaboró un régimen fiscal favorable al ahorro privado y a la inversión e inició una planificación eficaz. Su economía se especializó en productos de consumo de alta tecnología, consiguiendo un porcentaje importante de los mercados mundiales y la baja cotización del yen aumentó la competitividad internacional de sus productos. No se reflejaron en los salarios y la influencia de Japón fue adoptando las pautas de la sociedad de consumo

    Se pueden mencionar algunos rasgos específicos de la economía de Japón para entender su rápido crecimiento. En primer lugar su alta tasa de inversión que fue posible gracias al elevado nivel de ahorro y al gran esfuerzo de innovación tecnológica. Segundo, unas condiciones del mercado laboral muy diferentes al resto de los países capitalistas. Los trabajadores mantenían una superior estabilidad en el trabajo. Y en tercer lugar, debe destacarse la flexibilidad de su estructura empresarial.

    Japón presenta una de las más altas densidades urbanas y un elevado grado de contaminación ambiental.

    • LOS “DRAGONES ASIÁTICOS”

    Las favorables condiciones económicas internacionales propiciaron la aparición de un fenómeno excepcional en la economía mundial del siglo XX: los denominados “dragones asiáticos”: Singapur, Hong Kong, Taiwán y Corea del Sur.

    En los cuatro casos su transformación estuvo directamente vinculada a una fuerte ayuda económica y financiera de los países occidentales y de Japón. Al igual que Japón se beneficiaron de una elevada tasa de ahorro interna

    El bajo coste de la mano de obra, su cualificación y su especialización productiva en bienes de consumo o componentes para los nuevos sectores de demanda creciente, les permitió aprovechar la fuerte expansión de los países más avanzados a los que exportaron gran parte de su producción

    Con el control de las demandas salariales los costes de producción se mantuvieron muy bajos. Malasia, Tailandia e Indonesia no muestran grandes diferencias aunque su expansión ha sido mucho más modesta. El progresivo endeudamiento aceleró la subida de precios y desequilibró las relaciones comerciales. La desaceleración en Japón redujo la demanda de sus productos empeorando todavía más su desequilibrio exterior

    En 1998 estas economías sufrieron una severa crisis financiera y tuvieron que devaluar sus monedas. La falta de atención prestada a las condiciones de vida de la población constituye una amenaza para la estabilidad social futura de estas zonas.

  • LAS DIFICULTADES DE AMÉRICA LATINA

    • UN CRECIMIENTO DESIGUAL

    El aumento anual del PIB fue de un 5,5 %, una cifra superior a la de la mayor parte de los de África o Asia. Sin embargo esta fuerte tasa de aumento del PIB escondió profundas diferencias respecto a las economías industrializadas. En primer lugar el crecimiento fue mucho más reducido en cifras absolutas. En segundo lugar fue muy superior, el crecimiento del PIB estuvo marcado por el mantenimiento de grandes diferencias entre países y entre regiones de un mismo país

    La modesta competitividad de su producción exterior y la ausencia de sistemas fiscales progresivos ha provocado crisis muy graves. La expansión del gasto público ha conducido en múltiples ocasiones a una inflación acelerada que ha dificultado la obtención de los recursos financieros necesarios para pagar la elevada deuda exterior.

    Un fuerte crecimiento demográfico en estas décadas fue el resultado de las elevadas tasas de natalidad junto a una tasa de mortalidad en descenso. La mejora de la renta por habitante se ha reducido en cifras reales y se ha visto agravada por los efectos de la inflación. La expansión demográfica y la limitada oferta de puestos de trabajo en gran parte de su territorio han conducido a la creación de grandes núcleos urbanos y a una creciente emigración hacia EE UU o Europa.

    • LA INESTABILIDAD DE LA DEMOCRACIA

    La historia de los países latinoamericanos se ha caracterizado por una gran inestabilidad constitucional y por la fragilidad de sus sistemas democráticos que a menudo han sido sustituidos por dictaduras. La intromisión de EE UU fue una constante a lo largo de todo el siglo XX.

    En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial se extendieron las llamadas dictaduras populistas, mezcla de totalitarismo y populismo que se beneficiaron de la bonanza económica para iniciar algunas reformas.

    El triunfo de la revolución cubana tuvo un gran impacto en todo el continente americano. Entre 1959 y 1968 aparecieron numerosos movimientos armados que defendían una solución revolucionaria a los problemas latinoamericanos. Para acallar a la oposición desarrollaron una guerra sucia de una violencia extrema que no dudó en violar los derechos humanos en toda su amplitud

    En los inicios de la década de los ochenta, la situación de muchas dictaduras se hizo insostenible y en algunos países si inició un tránsito hacia la democracia. El retroceso de los regímenes militares se inició con las elecciones ecuatorianas de 1979 seguidas de la implantación de sistemas parlamentarios en Perú, Honduras, Bolivia, Argentina, Brasil y Uruguay y Chile

    Nunca como a finales del siglo XX la democracia ha estado tan extendida en América Latina. La mayoría de los Estados atraviesa dificultades económicas. Eso explica la persistencia de revueltas sociales como la protagonizada por los zapatistas en Chiapas mediante la que reivindicaban un reparto más justo de la tierra y una mayor justicia con las poblaciones indígena

    6. LA CRISIS ECONÓMICA DE 1973 Y SUS CONSECUENCIAS

    En 1973, los países de la OPEP elevaron el precio del crudo, provocando un encarecimiento generalizado de los costes de producción y una crisis mundial dominada por el crecimiento del desempleo.

    • LAS DIFICULTADES DE LOS AÑOS SESENTA

    La ralentización del ritmo de crecimiento económico de finales de los sesenta estuvo influida por la inestabilidad internacional, provocada por la crisis del dólar y el incremento de la inflación ante el alza de los precios de la materias primas.

    El aumento progresivo de la competitividad entre Europa y Japón moderó la demanda sobre los productos estadounidenses por un lado, y, por otro, EE UU se vio obligado a importar productos de estas zonas. Su histórico superávit comercial se fue reduciendo paulatinamente hasta resultar un déficit de balanza corriente a finales de los años sesenta.

    A pesar de estos cambios, Estados Unidos continuó actuando como garante de la liquidez internacional y como moneda de reserva. Las reservas de oro de la primera potencia mundial se redujeron mientras los dólares en manos de extranjeros aumentaban.

    La pérdida de confianza en el dólar se produjo con la agudización de la guerra de Vietnam. Los gastos militares hicieron aumentar espectacularmente el déficit presupuestario y ello desencadenó un proceso inflacionista

    En agosto de 1971 Nixon suspendió la convertibilidad del dólar en oro, lo que devaluó de inmediato su cotización, estableciendo al mismo tiempo un arancel del 10 % sobre todas la s importaciones para moderar el déficit comercial. La suspensión de la convertibilidad fue considerada por el resto de los países desarrollados como un abuso y una prueba de arrogancia, y deterioró el nivel de cooperación internacional

    • LA CRISIS DEL PETRÓLEO Y SUS CONSECUENCIAS

    La subida del precio del petróleo implicó una alteración brutal de la base de la estructura productiva que había permitido una larga fase de expansión: la energía barata. La inflación se intensificó, mientras la producción industrial se hundía y el paro volvía a aumentar con fuerza.

    El encarecimiento de una materia prima utilizada masivamente supuso una elevación generalizada de los costes y un gran aumento de la inflación. El aumento del precio de la mayoría de los bienes de consumo provocó una fuerte reducción de la demanda y una disminución de la producción de la producción y un crecimiento del paro.

    En 1979 se produjo una nueva elevación de los precios que agudizó los problemas inflacionistas y redujo a la cuarta parte el ritmo anual del crecimiento mundial respecto a antes de 1973.

    La lucha contra la inflación a través del aumento de los tipos de interés encareció la inversión privada y se agravaron los efectos negativos sobre la producción y el empleo.

    En los años siguientes, el paro pasó a ser el primer problema en todas las economías. La cobertura de desempleo amortiguó los efectos sociales de la pérdida de empleo pero su cuantía y la reducción de los ingresos públicos obligó a los Estados a aumentar su endeudamiento y a elevar los tipos de interés, lo cual encarecía la financiación de la inversión privada y dificultaba la recuperación.

  • LOS PROBLEMAS ECONÓMICOS DE FINAL DEL SIGLO XX

  • EL AUMENTO DEL PARO

    La crisis obligó a un amplio proceso de reestructuración industrial. Todas las actividades se vieron obligadas a modificar sus sistemas de producción introduciendo mejoras tecnológicas para reducir el consumo de energía entre las que destacan la construcción naval y la siderurgia. La reducción del tamaño de estos sectores dejó en paro a miles de trabajadores y durante los años ochenta el desempleo superó el 10% en varios países, y el producto por habitante y la tasa de colocación siguió manteniendo grandes diferencias entre naciones

    El cambio en la estructura productiva alteró la relación entre el aumento de la producción y el empleo. Desde la crisis del petróleo, en 1973, la recuperación del PIB se ha traducido en una creación de empleo mucho menor. El desequilibrio entre el número de personas dispuestas a trabajar y los puestos de trabajo ofertados se agravó por la incorporación al mercado de trabajo de la generación del baby-boom y el deseo de muchas mujeres de trabajar fuera del hogar

    La crisis económica y monetaria en el Viejo Continente, que se acentuó por el esfuerzo económico de Alemania y una nueva recesión en los Estados Unidos volvieron a agudizar los problemas a comienzos de la década de los noventa.

    La gran difusión de nuevas formas de transmisión de información, como Internet, y el final de la burbuja bursátil de las empresas vinculadas a ellas desde finales de los noventa volvieron a generar una desaceleración económica mundial en el año 2000

    EL RETROCESO DEL ESTADO DE BIENESTAR

    Las tasas de paro continuaron altas a pesar del aumento del gasto público. De manera creciente, se pasó a considerar que el intervencionismo estatal no había sido eficaz para luchar contra el desempleo y se le consideró también responsable de la inflación. Ello condujo a gran parte de la sociedad a dudar de la eficiencia del sector público para gestionar empresas o prestar servicios, como la educación y la sanidad, tan importantes para el Estado del Bienestar en las que influyó la falta de comprensión de las principales fuerzas sindicales de algunos países que creían que los fondos públicos eran ilimitados

    La mayor presión fiscal sobre las clases medias en las economías avanzadas de Europa favoreció el apoyo a las economías avanzadas de Europa favoreció el apoyo a las propuestas de reducción de impuestos. Esto se tradujo en políticas vinculadas a la privatización de las empresas públicas y a la disminución de los gastos sociales

    El envejecimiento progresivo de la población en los países avanzados, ante la baja constante de la natalidad, hizo aumentar el peso de las prestaciones de jubilación en el total del gasto público. Hoy en día la tasa de crecimiento vegetativo es insuficiente para asegurar la actual población, de forma que es la inmigración la que, de manera creciente, contribuye a aumentar el contingente demográfico. Se hace necesario articular políticas de integración para evitar la creación de bolsas de marginalidad cultural y económica.

    Ha sido el mercado laboral donde han tenido lugar los cambios más profundos desde la crisis de 1973. Aunque sus efectos han variado según los países, los cambios frecuentes en el puesto de trabajo y la reducción del tiempo con derecho a percibir prestación en caso de pérdida del empleo han sido norma en toda Europa




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    Enviado por:La Mary
    Idioma: castellano
    País: España

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