Arte


Pintores barrocos españoles


PINTURA BARROCA ESPAÑOLA

El siglo XVII es el siglo de oro de la pintura española.

Características generales:

  • temática: predominantemente religiosa. Como otros géneros únicamente pueden citarse el bodegón y el retrato. Se da una carencia casi absoluta de pintura profana y mitológica ya que la clientela era religiosa en su mayor parte. Los prejuicios morales son extremados. La corte y la nobleza adquirirán los cuadros de esta temática en Italia y Flandes y la burguesía del XVII no es potente ni ilustrada. Solo Velázquez cultivará estos géneros.

  • iluminación: predomina el tenebrismo mas o menos matizado.

  • Estilo: frente a lo heroico y triunfal predomina una cierta intimidad y una humanidad poco teatral. Ausencia de sensualidad.

  • En el siglo XVII en función de su ubicación geográfica podemos hablar de tres escuelas: la valenciana, la sevillana y la madrileña.

Foco en Valencia:

RIBALTA

introductor de realismo y tenebrismo.

RIBERA

discípulo de Ribalta. Se instala posteriormente en Nápoles integrándose en el circulo de Caravaggio alcanzando gran popularidad.

Tenebrista y realista aunque evolucionara hacia una pintura mas luminosa, un colorido mas rico y matizado y una preocupación por captar la atmósfera “martirio de san Bartolomé” el cuerpo mas blanco que la cara o las manos por haber estado protegido por la ropa. Composición en diagonal, realismo..

Foco de Sevilla:

ZURBARÁN

Escuela andaluza primera mitad del XVII.

Nació en Badajoz aunque trabajo básicamente en Sevilla. Pintor muy afamado en su momento. Sus mejores clientes fueron los conventos Sevillanos y extremeños. Es el pintor menos “europeo” de los barrocos españoles, solo reconoció el arte europea a través de estampas y grabados, pero también a través de las colecciones reales.

  • Temas: religiosos, concretamente monacales. Se le conocía como el pintor de los frailes.-

  • Los aspectos que mas trabajo son: cisiones, escenas bíblicas, además cultivo otros géneros: bodegones, retratos, mitología...

  • Su estilo es sencillo, rechaza las composiciones complicadas, lo teatral y grandilocuente.

  • También el movimiento desenfrenado y los excesivos contrastes de color. Zurbaran es uno de los mejores representantes del tenebrismo español, técnica en la que se mantendrá toda su vida, aunque nunca llego a los extremos de Ribera, prefiere utilizar luces mas claras.

  • Respecto a la composición: siente preferencia por las figuras aisladas o concebidas individualmente dentro de un grupo. Sus figuras graves y serenas de perfiles nítidos y gran sentido volumétrico (Casi escultórico)

  • Sus figuras quietas, reposadas. Las expresiones son melancólicas pero no hay gestos descompuestos. Hay poco interés por el estatismo y la sobriedad compositiva.

  • Con frecuencia el marco de las escenas son espacios cerrados, los fondos son neutros (paredes de tonos lisos y monocromos), sobre los que destacan fuertemente los objetos y personajes. Incluso cuando introduce paisajes o perspectivas arquitectónicas la sensación es pobre e imperfecta.

  • Respecto al colorido, claro predominio del blanco (color hábitos) con una rica gama de matices (hueso, marfil...) también muestra riqueza cromática al representar otros tejidos: terciopelos, rasos, bordados... u objetos: libros, metales, cerámica... tratado todo con un profundo sentido realista. Es un maestro de la consecución de las calidades táctiles.

  • La luz juega un papel decisivo. Es un tenebrismo peculiar donde las figuras irradian ellas mismas una vivisima iluminación.

  • Otra característica es su interés por lo secundario: trata un pan, un cesto... con el mismo cuidado que pone en el rostro o manos de sus personajes (lo más expresivo de sus figuras). Pinto muchos bodegones.

Obras:

“bodegón”: alineados sobre una mesa lisa con fondo oscuro, separados, subrayando su individualidad y simplicidad composotiva, sereno equilibrio, realismo: son casi “naturalezas vivas”. (pobreza y austeridad en los bodegones españoles comparados con los flamencos.

“San Hugo en el refectorio”: narra un milagro: la transformación de la carne en cenizas.

“Santa Casilda” suntuosas vestiduras y alarde colorista. Gran retratista. Seguramente el de una dama que se hace retratas como santa: “retratos a lo divino”.

En 1634 se traslada a Madrid llamado por Felipe IV y le encargaran 2 cuadros de batallas para el palacio del buen retiro. “bocorro de Cádiz”

También le encargan la serie de los “10 trabajos de Hercules” de escaso valor.

Uno de los principales trabajos que realizo fue la serie para el monasterio de Guadalupe: destaca el “padre Illescas” retratado con gran dignidad, vistiendo los hábitos episcopales, sentado ante su mesa de trabajo donde junto a los papeles aparece algunos símbolos: reloj, calavera...

Conclusión: zurbaran es un pintor que busca en sus obras religiosas provocar la emoción del espectador no a través de sangrientos martirios sino a través de actitudes contemplativas y místicas.

Al final de su vida no tuvo suerte, empezaron a escasear los encargos (por culpa de Murillo) y se vio obligado a recurrir al mercado de América, fácil y poco exigente. También hizo obras de inspiración marillesca y fracaso. Murió pobre en Madrid.

MURILLO

Pertenece a la escuela andaluza, prácticamente no salió de Sevilla. Pertenece a la generación final del barroco.

Se adapto al gusto imperante y plasmó una religiosidad familiar y tierna, mística y sentimental, con gracia y amabilidad incluso en los temas de miseria... creando un estilo personal e inconfundible. Su enorme éxito atravesó fronteras. Muy cotizado durante los siglos XVIII y XIX, en el XX su fama decreció acusándole de excesiva blandura y sensiblería. Hoy se halla en proceso de revalorización.

Su carácter amable, bondadoso... se refleja en sus obras. Su amplia clientela le permitió una situación desahogada. Sus clientes eran básicamente las ordenes y conventos Sevillanos y ello condicionara su temática. Tuvo muchos discípulos y seguidores que de tanto repetir su estilo lo vulgarizaron. Aprendió en el taller de J. Del castillo y también de la contemplación de obras de Rubens, Velázquez, Zurbaran, Ribera... de los que había cuadros en Sevilla. También posiblemente viajara a Madrid. Se dedico también a la enseñanza. Su estilo se perfecciona progresivamente.

  • La luz: comienza con un acentuado tenebrismo y evoluciona hacia un equilibrio de luces y sombras.

  • El color: al principio su paleta es oscura y monótona, al final es mas variada y resplandeciente. No es amante de la sobriedad cromática como Velázquez.

  • Dibujo: cada vez mas suelto y abocetado. Fue un pintor exquisito en la técnica, con gran habilidad también en la composición.

  • Temas: obra fecunda, temática reducida. Tiene retratos y cuadros de genero pero predomina absolutamente el tema religioso. Murillo nos muestra el lado amable del catolicismo, sin sangre ni martirio, ni dolor, ni drama, ni arrebatos místicos... pretende acercar la religión a la vida cotidiana, humanizando los personajes divinos.

“Sagrada familia del pajarito” sencilla escena familiar sin alusión a lo divino, ternura, delicadeza, colores aun pobres.

Dentro del tema religioso destaca sobre todo la virgen y el niño, juntos o separados. La iconografía más típica de la virgen es la Inmaculada, de rostro aniñado, son mujeres bellas, tiernas, de gestos amables y miradas dulces, rubias, morenas, alegres, serenas... con túnica blanca y manto azul, acompañado por un tropel de angelitos juguetones, sostienen la nube que le sirve de base o forman una corona a su alrededor. En su evolución se hacen más vaporosas y esfuman perfiles.

Otro tema básico es el infantil, bien en escenas religiosas o costumbristas.

Religiosas: con Jesús y san Juan. El buen pastor, los niños de la concha...

Profanas: niño espulgándose, niños comiendo uva... reflejan la realidad cotidiana, un mundo de pequeños mendigos y vagabundos que abundaban en aquella Sevilla, son niños alegres a pesar de las adversidades de la vida, a pesar de su pobreza siempre tiene algo que llevarse a la boca, es una visión tierna de la infancia, romántica, sentimental... Murillo es el pintor de la ingenuidad y la picaresca infantiles. (En este sentido Murillo se aparta un poco de la tradición hispana siempre amante del realismo).

También pinto como Zurbarán numerosas series.

También trato el retrato y el paisaje.

VALDÉS LEAL

Absolutamente contrario a Murillo. Hombre violento y apasionado que desdeña la belleza en aras de la expresión. Valdés ilustra la muerte con realidad estremecedora. Melodramática teatralidad y clara intención moralizante.

Hace referencia a lo fugaz de lo terrenal, a la vanidad de lo mundano. Simbolismo. Pintura literaria y efectista. Su objetivo es conmocionar espiritualmente a los fieles mediante imágenes tenebrosas y macabras.

Buen dibujante y compositor, utiliza luces contrastadas que crean imágenes de misterio y penumbra.

Postrimerías: “in ictu óculi”: en un abrir y cerrar de ojos la muerte apaga la luz de la vida y acaba con vanidades, ciencias y bienes de la tierra, nos mira y dice: in ictu óculi. “finis gloriae mundi”.

Foco Madrileño

VELAZQUEZ

Pintor principal de la pintura española del XVII y una de las grandes cimas en la historia de la pintura de todos los tiempos.

Nació en Sevilla, por entonces la ciudad más importante de España. Los años Sevillanos (1616-1623)

En 1610 formaliza contrato de aprendizaje con francisco pacheco, mediocre como artista pero muy letrado y culta en la tradición clásica. Orientó a sus alumnos hacia el naturalismo sin limitar sus capacidades y los introdujo en el ambiente cultural sevillano.

En 1617 obtiene del gremio permiso para ejercer su oficio.

En 1618 casa con Juana pacheco.

El panorama que se ofrecía a Velázquez era continuar la tradición de su suegro, dependiendo de la clientela casi exclusivamente eclesiástica: pintura religiosa, algún retrato, bodegones...

Durante esta época Velázquez se interesara por la reproducción de la realidad, sirviéndose de la novedad del tenebrismo. El bodegón será un estupendo banco de pruebas. También trata el tema religioso.

El dibujo es precioso y detallado, la pasta densa. El color es terroso y las sombras espesas, la pincelada corta. Composiciones sobrias y sencillas.

Obras:

“Cristo en casa de marta y María.”

El tema principal esta en un rincón y el espectador no distingue con claridad si se trata de una escena que transcurre en otra habitación, si es un cuadro en la pared, la imagen reflejada en un espejo... ya muestra su voluntaria ambigüedad. En primer lugar un bodegón, rostros de personas allegadas...

“La adoración de los reyes”, es como un retrato de su familia. Nada idealista, tenebrismo.

“ El aguador de Sevilla” el viejo sostiene una copa con un higo (para perfumar el agua). Interpretación: la vejez tiende a la mocedad la copa del conocimiento que a ella ya o le sirve mientras el hombre de media edad la bebe con fruición. Cuidado del dibujo y calidades de los objetos (Cántaro sudando).

“ Vieja friendo huevos” realismo, aun se nota cierta dificultad para relacionar figuras entre sí y con el espacio. En esta obra los personajes son independientes, sus miradas no se encuentran, sensación de quietud.

ª etapa madrileña (1623-29)

Al subir Felipe IV, el conde de olivares se convierte en su todopoderoso valido. La presencia del Sevilla olivares en la corte hizo que muchos artistas e intelectuales vieran en ello una posibilidad de acceder al medio cortesano.

Así pues pacheco intento que su yerno tentase fortuna en Madrid: la visita permitió a Velázquez retratar a Góngora, conocer a influyentes y ver quizá las colecciones reales de pintura.

En 1623 los contactos de Pacheco conseguirán que Velázquez retrate al rey, el retrato ecuestre tiene gran éxito y comienza así la transformación humana y artística de Velázquez. Como hombre, Velázquez, en la corte llegará a la obtención de altos puestos, culminando en la obtención del titulo de la orden de Santiago.

Como artista esta situación liberara a Velázquez de toda clientela que no sea la del soberano (de hecho casi desaparece su pintura religiosa), además le permitirá un contacto directo con las colecciones reales, podrá practicar la temática profana, le permitirá estar con sus obras y poder retocarlas y por ultimo podrá viajar a Italia, crisol de las novedades artísticas europeas. En contrapartida sus cargos palaciegos, le robaron mucho tiempo.

Obras: “los borrachos” o “el triunfo de Baco”: aspecto vulgar y cotidiano de esta mitológica escena, tan distinta de las en boga en Italia y Francia. Velázquez lo interpreta con la sensibilidad burlona y naturalista del siglo XVII.

La mitad izquierda es más mitológica, en la derecha hay 6 personajes populares. El tema es presentado de forma directa, casi ruda, sin heroicidad ni sensualidad. Se interpreta el mito desde la mas rigurosa cotidianidad.

Ya el aire libre impone sus luces y la técnica es más ligera aunque armoniza mal sus figuras y ambiente.

En 1628 conoce a Rubens que le espoleará a viajar a Italia.

Felipe IV de negro, regio en su simplicidad. Casi siempre apoya una mano en una espada (Defensa) y otra en un papel (burocracia). Retratos sobrios, sin adulación, de severidad en el vestido, pocos accesorios, distanciamiento del espectador.

Primer viaje a Italia (1629-31)

El rey y Olivares favorecen el viaje, dándole recomendaciones. En el viaje quizá conoció a Spínola. Visita Venecia, roma, Nápoles. Su estilo cambia, se abandona el tenbrismo, se clarifican las composiciones, se enriquecen y matizan los colores, se inauguran estudios de factura fugaz y esfumada...

Velázquez se interesará por el desnudo, el paisaje y la perspectiva aérea.

“La fragua de Vulcano”: donde ya se observan un gran dominio del desnudo así como la captación de sentimientos (dolor, sorpresa...), la pincelada se ha hecho más ligera. Aparecen ya varios focos de luz: Apolo, el fe candente, chimenea. El equilibrio entre figuras-ambiente es superior.

El momento que ha escogido ha sido el que delataba el punto de honra.

etapa madrileña (1631-49)

Su actividad en el palacio será intensa en esta década. Por iniciativa de Olivares sé esta construyendo el palacio del buen retiro. Concebido el palacio como una exaltación de la monarquía. Velázquez realizara una serie de soberbios retratos ecuestres de Felipe III, Felipe IV, sus esposas y el heredero para decorar el salón de reinos.

Felipe IV a caballo” de sublime y serena majestad. En todos los retratos los paisajes son del Guadarrama, de montes grises pardos, resultan de una extraordinaria vivacidad. En muchas de estas obras se advierten arrepentimientos, ya que Velázquez solía pintar a la prima (como aspiraba a la perfección absoluta, retocaba frecuentemente sus cuadros, de ahí que las cronologías sean tan inciertas).

Los caballos de los hombres en corbeta, las mujeres al paso y para guardar la simetría unos y otros están orientados en diferente dirección.

“baltasar Carlos a caballo” para una sobrepuerta, ello explica la postura forzada. Aparece como general con bengala y banda.

El caballo, cosa excepcional, va al galope. En el fondo, tercera dimensión plenamente conseguida, sensación de profundidad creada por la perspectiva aérea (la distancia y el aire degradan y modifican los colores que pierden intensidad y limpieza y hacen perder precisión a las formas desdibujándolas, contrapone fuerzas...)

“conde-duque de olivares”: En el fondo aparece la batalla de fuenterrabia, también olivares aparece con bengala y banda. El gesto nos muestra a un duque soberbio. Pretensión y altanería. Es un retrato triunfal y grandilocuente. Dinamismo, barroquismo...

También para el salón de reinos se pintan una serie de lienzos de batallas, mostrando los triunfos de la monarquía.

“Las lanzas” o “la rendición de Breda”. Con este cuadro supero a los demás pintores de batallas. La rendición de Breda sucedió en 1625, la entrega de llaves la realizo el gobernador holandés Justino de Nassau al general jefe de los tercios españoles de Flandes Ambrosio de Spínola (el episodio se sitúa en las guerras mantenidas en los PP.BB). Para esta entrega de llaves, Velázquez, se inspira en el teatro. No conocía Breda así que debió inspirarse en grabados. El centro de la composición es la llave, detrás de Spínola los militares españoles, los soldados de los tercios... tras Justino los holandeses mas escasos y desperdigados, con las lanzas mas cortas y desordenadas. Ha desaparecido todo tenebrismo, los pigmentos no cubren toda la tela. En el fondo profundidad, transparecencias, perspectiva aérea.

Los dos espacios encierran el espacio principal.

Este cuadro es un buen ejemplo de equilibrio entre la narración y la realización. La entrega de llaves se realiza con gran serenidad y elegancia enfrentando el vencedor y vencido en un mismo plano de dignidad caballeresca. Escenifica la concordia, evitando la humillación del vencido.

Junto a las obras del buen retiro tambien trabaja para la torre de la Parada palacete de caza próximo al pardo. Para este destino, Velázquez, pinta retratos reales en traje de caza, en un escenario abierto de montañas y bosques que evocan la actividad cinegética y acompañados de sus mastines favoritos. El paisaje es la sierra de Guadarrama con sus encinares de verde polvoriento y las cumbres nevadas en plata y verde.

“Felipe IV cazador” caza y equitación formaban parte de la educación. También para la torre de la Parada se pintan temas mitológicos.

“Marte” es un soldado en derrotada fatiga, quizá en alusión a la decadencia militar de España.

También de este periodo es “el Cristo crucificado” es un cuadro sereno, con un Cristo apolineo, reposado, con 4 clavos, el cuerpo esta suavemente modelado. Carencia de retorida. Soledad, Velázquez, trata de forma digna y distante el tema religioso.

También a este periodo corresponden los retratos de bufones. Desde tiempos remotos esos “hombres de placer” habían sido retratados tanto en España, Francia... por los pintores del rey. Velázquez recoge pues una tradición. No sabemos si el pintor los realizo por propia iniciativa o a requerimiento del monarca. Es una galería impresionante de seres tristes pero tratados con una innegable condición humana. En ellos nos ha dejado audaces y expresivas posibilidades de su pincel

“el niño de vallecas”, “el bufon calabacillas” “el primo”...

2º viaje a Italia (1649-1651)

se le nombra inspector para la transformación del alcázar y esto determinara su viaje, para comprar pinturas, esculturas, contratas fresquistas...

en roma se le ofrece la ocasión de retratar al papa Inocencio x y para hacer mano le hizo el retrato a su criado Juan de Pareja.

“Inocencio X” la personalidad cruel, recelosa y vulgar del papa quiso tan fielmente reflejada que el papa al verlo dijo: “tropo vero”. Gran penetración sicologica.

“Villas medicis” 2 paisajes pintados al natural. Se conocen como la tarde y el mediodía. Antecedentes del impresionismo y de plein air. Pincelada suelta, modernismo.

De fecha controvertida son: la Venus del espejo y las Hilanderas.

“La Venus del espejo” el niño alado es cupido y la mujer, Venus, su madre, cupido sin mirar, sostiene el espejo con las manos juntas como un preso y sobre las muñecas una cinta que es con la que simbólicamente el amor se alía a la imagen de la belleza.

La Venus no se mira en el espejo sino que a través de él mira al espectador.

Fue pintado para un noble. El desnudo, siempre excepcional en la pintura española, se brinda con gozosa plenitud. El modelo es la realidad.

ª etapa madrileña (1651-1660)

Su estilo alcanza su plenitud y madurez aunque los cargos de palacio le restan cada vez mas tiempo.

Características:

  • Cultiva pocos temas, pero de forma muy personal, predominan los retratos y la pintura mitológica.

  • Composiciones complejas, en varios planos, con diversos focos de luz que iluminan con distinta intensidad la escena.

  • La luz y la perspectiva aérea magistral, serán el fundamento de su pintura

  • En lo referente al color, utiliza tonos refinadismos, aplicados con pinceladas sueltas, desunidas, ligeras, con poca pasta.

“las Hilanderas” o “la fábula de Aracne”

Pintado para un encargo privado. Nuevamente encontramos su actitud hacia la mitología. Aquí también, la acción principal (Palas convirtiendo a Aracne en araña) se desplaza al fondo (luminoso pero ambiguo), en primer plano un taller de hilanderas. Hasta 1947 no se ha interpretado correctamente la obra.

tema: la joven Aracne desafía a Palas que la convierte en araña (severa admonición para los que se atreven a desafiar la autoridad y el poder)-

Abajo 5 mujeres trabajando, arriba tres contemplan un tapiz, entre ellas una mira hacia nosotros en ese gusto barroco de comunicar las escenas con él publico.

Las figuras del taller actualizarían las de la fábula: la vieja con pierna, joven-palas. La joven tejedora-aracne... a pesar de todo hay problemas de identificación lo que nos habla de lo alambicado del tema.

La obra es una gran creación de ambiente y espacio, donde parece que se pueda respirar el polvillo del taller. Llama también la atención la representación dinámica de la rueca al girar, cuyos radios se tornan invisibles.

“las meninas” o “la familia de Felipe IV” (1650)

se ignora si el tema partió del rey o del propio pintor. No estamos seguros de lo que el artista pinta: el propio cuadro de las meninas, los reyes. Velázquez no aparece en acción de pintar, en un trabajo manual, sino en actitud de pensar.

La escena se sitúa en un aposento del alcázar madrileño, donde Velázquez tenia su taller.

En el cuadro aparece la infanta Margarita, rodeada de sus Meninas (damas de compañía), sus servidores, enanos, bufones... Velázquez, Mª Agustina sarmiento, infanta margarita, Isabel de velasco, mari barbola, nicolasito pertusat, los guardadamas, el aposentador José Nieto y en el espejo Felipe IV y mariana de Austria.

Velázquez interroga al espectador con la mirada, como si esto fuese lo que va a recoger en el lienzo (nexo realidad-aparencia). La clave la suministra el espejo. En el se reflejan los reyes bajo una cortina, son ellos lo que Velázquez pinta, los protagonistas de la composición. También el espejo es una invitación a penetrar en el ambiente del cuadro. El cuadro reclama la parte anterior de habitación, donde están los reyes y nosotros, envolviéndonos en la acción.

Velázquez pretendió hacer un retrato colectivo de la familia real sin caer en la vulgaridad. También hay una intención simbólica al presentar a la infanta, en aquellos momentos heredera de la corona, como homenaje a sus derechos. Pretexto, la infanta entra a ver a sus padres mientras posa para Velázquez, le entra sed y dª agustina sarmiento ofrece a la niña un búcaro y se arrodilla como de costumbre al servir el alimento.




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Enviado por:Irene
Idioma: castellano
País: España

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