Política y Administración Pública


Pensamiento político de León Trotsky


Análisis del pensamiento político de León Trotsky.

Caracas, 23 de enero de 2004.

Biografía."

Liev Davídovich Bronstein (León Trotsky) nació en Yánovka, Ucrania, en 1879, en el seno de una familia judía de pequeños propietarios agrícolas. Estudió derecho en Odessa (1888-1896), donde formó parte del círculo populista de Shvigovsky.

En 1897 formó la Unión de obreros del sur de Rusia y fundó el periódico Nashe dielo (Nuestra causa), de carácter socialdemócrata. Al año siguiente fue detenido; sufrió prisión primero en Jersón y después en Odessa. En 1900 se desterró a Ust-kut (Siberia), desde donde colaboró en la Unión socialdemócrata siberiana, y escribió para la Revista oriental (de Irkutsk). Escapó en 1902 con un pasaporte a nombre de Trotsky, antiguo carcelero suyo, a Samara. Lenin le llamó entonces a Londres para colaborar en Ishkra. Intervino en los congresos del Partido socialdemócrata de Bruselas (1902) y Londres (1903), donde se opuso a Lenin y se alineó con los mencheviques.

En 1905 volvió a Rusia y tuvo un preponderante papel en la revolución de ese año, sobre todo en San Petersburgo; fue el principal inspirador del soviet de esta ciudad, redactó sus manifiestos y dirigió su órgano de prensa, Izvestia. También codirigió el periódico Nachalo (El comienzo), que contó con la colaboración de Adler, Bebel, Kautsky, Mehring, etc. Detenido el mismo año, escribió Balance y perspectivas. Las fuerzas motrices de la revolución, donde expuso su teoría de la “revolución permanente”, ya esbozada en Nachalo.

Deportado en 1906 a Obdorsk (Siberia), logró, al llegar a Berezov, huir a Finlandia. En el congreso de su partido en Londres (1907) se enfrentó a bolcheviques y mencheviques en defensa de sus tesis de “revolución permanente”. Hasta la primera guerra mundial residió en Viena y dirigió Pravda, además de intentar la “conciliación” dentro del Partido socialdemócrata; desde allí impulsó la creación de la organización Interdistral (1913). Posteriormente, tras su renuncia a representar a los mencheviques en la conferencia internacional de los socialistas aliados y su colaboración en Nashe slovo (Nuestra palabra,1915 ), periódico en el que también escribían Antónov-Ovseienko, Lunacharsky, Manuilsky, etc., se acercó a los bolcheviques.

Expulsado de Francia, donde había intentado editar una revista pacifista (1916), pasó a España y después a Nueva York (1917), donde colaboró en Novi mir, dirigido por Bujarin. En 1917 intentó regresar a Rusia, pero, detenido en el mar por los británicos, fue internado en Halifax (Nueva Escocia) hasta que el gobierno provisional ruso consiguió su liberación. Llegó a Petrogrado en mayo de 1917 y asumió la dirección efectiva de la organización Interdistral; colaboró en el periódico de Gorki Nóvaya zhizn (Nueva vida), y fundó Vperiod (Adelante), órgano de aquella.

En el primer congreso nacional de los soviets (junio) se opuso totalmente al gobierno de coalición y, tras el llamamiento efectuado por los bolcheviques de “todo el poder a los soviets”, facilitó el ingreso de su organización en el partido bolchevique (julio). Pasó entonces a ser miembro del comité central del mismo y también de su junta de redacción de prensa; presidió el soviet de Petrogrado y su comité militar revolucionario (9 oct.).

En la reunión del comité ejecutivo bolchevique del 10 de octubre, apoyó a Lenin en defensa de la insurrección inmediata (insistiendo especialmente en su organización a través de los soviets y no del mismo partido) y fue elegido miembro del buró político. Convocó el segundo congreso de los soviets contra el comité ejecutivo de los mismos, dominado por los mencheviques, y dirigió las tareas insurreccionales de la revolución de octubre. Fue comisario de Relaciones exteriores del primer gobierno soviético y como tal dirigió las conversaciones con Alemania en Brest-Litovsk (a partir de dic. 1917); sin embargo, opuesto a Lenin, que preconizaba la inmediata firma de un tratado, Trotsky era partidario de ganar tiempo, a la espera de la revolución europea. Finalmente, cuando Lenin, tras la ruptura del armisticio por los alemanes (feb. 1918), aceptó las condiciones del invasor, Sokólnikov firmó en nombre de Trotsky el tratado (3 marzo 1918) y éste dimitió.

Nombrado comisario de la Guerra (julio 1918), organizó el ejército rojo y contribuyó decisivamente a la victoria de los soviets frente a la invasión extranjera y la contrarrevolución interna. Sin embargo, tuvo muchas dificultades en la formación del consejo de Guerra revolucionario, del que también era presidente, así como en el ejército del sur (dirigido por Voroshílov y Stalin), dada la resistencia de los viejos bolcheviques a aceptar sus directrices. Desde 1919 preconizó la militarización del trabajo e incluso de los sindicatos.

Los ejércitos de los Urales, Cáucaso y Ucrania pasaron a ser, conseguida ya la victoria (1921), ejércitos de trabajo. Reprimió duramente la insurrección de Kronshtadt (1921) e insistió en la necesidad de que los sindicatos fueran supeditados al estado, frente a las consignas social revolucionarias de “oposición de los trabajadores” y “control de los obreros”

Opuesto desde un principio a la N.E.P., se unió a Preobrazhensky en defensa de la industrialización a ultranza. Tras la muerte de Lenin (en 1924), se endureció su lucha con Stalin; publicó Las lecciones de octubre y Nuevo curso, donde acusó de reacción burocrática y “termidoriana” el progresivo reforzamiento del aparato del partido y del estado. Stalin se apoyó en Zinóviev y Kámenev y obligó a Trotsky a la renuncia de la presidencia del congreso de Guerra (en 1925).

Pese al cambio de alianzas que se produjo en el XIV congreso del partido (dic. 1925), en el que Trotsky, Zinóviev y Kámenev atacaron las medidas favorables a los campesinos preconizadas por Stalin, éste logró la deposición de Trotsky de su cargo en el Politburó (oct. 1926). La formación, junto a Zinóviev y Kámenev, de la “oposición conjunta” permitió a Stalin de acusarle de escisionista y finalmente el comité central del partido le expulsó (nov. 1927).

Deportado a Alma Ata (en 1928), reafirmó entonces su tesis de la revolución permanente y sistematizó, sobre todo en La revolución permanente (publicada en 1930), su oposición a la política estalinista de construcción del socialismo en un solo país, a la que acusó de abandono de la causa revolucionaria mundial, basándose especialmente en el ejemplo de la primera revolución china.

Expulsado en 1929 de la U.R.S.S., marchó a Constantinopla, donde escribió Mi vida (1930) e Historia de la revolución rusa (1932). En 1933 se trasladó a Francia y entró en contacto con ciertos grupos “trotskistas”. Expulsado (1935), marchó a Noruega (1935-1937) y de allí a México. Finalmente aceptó la opinión de sus partidarios y fundó la IV internacional (1938), pero el 20 de agosto de 1940 Ramón Mercader, bajo el seudónimo de Jacques Monard, logró burlar el sistema de seguridad que tenía organizado a su alrededor y le asestó una mortal herida de la que falleció al día siguiente.

Contexto histórico.*

A sus 26 años, Trotsky vivió un momento que marcaría el resto de su vida: la revolución burguesa rusa del año 1905, donde se rompió con el antiguo régimen feudal que caracterizaba a este país, y se comenzó a realizar la industrialización del mismo. Fue al año siguiente (1906) cuando él escribió su primera gran obra: Balance y perspectivas, donde expone sus ideales marxistas sobre lo que debe venir en Rusia en los próximos años.

Luego de esto, Trotsky tuvo la oportunidad de ver (aunque no la vivió en carne propia) la Revolución Mexicana de 1910, que así como la de 1905 en Rusia, fue una revolución burguesa, sólo que este movimiento contó con la particularidad de que también fue contra los campesinos y no junto a ellos, logrando así el objetivo de derrocar a la dictadura y establecer una democracia liberal.

El otro gran evento de relevancia que vivió Trotsky fue la Primera Guerra Mundial, la cual comenzó en el año 1914, y durante la cual surgió la Revolución Rusa. De hecho esta guerra fue causa de dicha revolución, ya que el Zar Nicolás II mantuvo una postura neutral acerca de los acontecimientos ocurridos fuera de las fronteras del país, hasta que fueron atacados por los alemanes, obteniendo la victoria, pero con un golpe de mucha suerte. Trotsky fue uno de los pensadores que más aportó al partido bolchevique antes, durante y después de la Revolución, hasta que fue expulsado por Stalin.

La Revolución Rusa o Bolchevique fue la máxima expresión de la ideología marxista, aplicada por primera vez y con cierto éxito a la realidad sin quedarse en la simple abstracción de las ideas. Este movimiento fue liderizado por el partido bolchevique y sus principales líderes (como Lenin, Trotsky y Stalin) lograron derrocar a la monarquía rusa que según ellos era la principal fuente de desigualdad, explotación y atraso de la sociedad soviética.

El cambio producido gracias a este movimiento fue abrumador: Se introdujo de manera inmediata un nuevo tipo de gobierno, una nueva división del Estado, unas nuevas leyes, en fin, una completa nueva forma de pensar, que haría posible el avance de la sociedad rusa hacia la industrialización, idea expresada desde el principio por Lenin, el principal líder de la Revolución y primer presidente de la U.R.S.S., luego del aniquilamiento del Zar Nicolás II.

La Unión Soviética se fue convirtiendo, a pesar de sus atrasos, en una de las más grandes potencias del mundo oriental, absorbiendo a una serie de países que se identificaron con la ideología comunista, haciendo de esta nación, paradójicamente, el principal aliado de la Triple Entente en la primera gran derrota del ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo Trotsky no pudo presenciar esto. Antes de su muerte en 1940, pensó que la U.R.S.S. estaba totalmente debilitada debido al establecimiento de un poder burocrático por parte de Stalin.

Otro evento de gran importancia que vio Trotsky durante su vida fue la crisis del gran capitalismo (1929), con la quiebra de la Bolsa de Nueva York, que trajo consigo una serie de problemas económicos que se vieron reflejados en los países que eran gobernados por este sistema económico, con lo cual se vieron fortalecidos los países del bloque comunista.

Trotsky también presenció el surgimiento del Fascismo y el Nazismo, corrientes ideológicas contrapuestas a la socialdemocracia impuesta por los bolcheviques, viéndose afectado de manera particular, debido a sus raíces judías, religión a la que los totalitarismos atacaban fieramente, aunque nunca corrió un peligro de muerte por la persecución de los líderes de estos movimientos.

Otro gran período histórico que vivió y del que fue parte Trotsky fue los primeros pasos antes de la Revolución China (1945-1949), aportando parte de la ideología a los líderes de este movimiento radical, que tenía los mismos objetivos de implantar el socialismo que sus vecinos soviéticos habían tenido hacía 28 años atrás. Liderada por Mao Tsé-tung, este movimiento logró su objetivo de establecer una nación socialista y de colocar a todas las clases habitantes del país en la misma situación económica y lograr una dictadura del proletariado.

Trotsky también pudo observar la guerra civil española, que tuvo como principales protagonistas a los Republicanos, que eran apoyados por los comunistas y que pretendían mantenerse en el poder y a un sector del ejército, liderado por Francisco Franco, que iba en contra de los primeros y que terminó triunfando y tomando el poder el 1 de abril de 1939, trayendo así una dictadura impuesta por éste general, que después de algunos años ha sido calificada hasta de beneficiosa para España por haber alejado a este país del comunismo.

En fin, se podría decir que la época en que vivió León Trotsky fue un momento de grandes cambios para las sociedades y para los países del mundo entero. Hubo interminables conflictos, establecimiento de nuevos tipos de gobiernos, grandes guerras, replanteamiento de las relaciones internacionales, etc. Que trajeron consigo un cambio en el mundo entero y en la forma de ver las cosas.

Los principales debates que se daban eran, aparte de las causas y consecuencias de la primera y segunda guerras mundiales, los protagonizados por comunistas Vs. capitalistas o liberales, quienes tenían ideas radicalmente opuestas y luchaban para obtener el máximo poderío con respecto a las economías de los distintos países.

Los comunistas, (representados principalmente por la U.R.S.S.), tenían la concepción marxista de los proletarios en el poder, para llegar al punto en que todos los países del mundo conformarían uno solo, con un mismo sistema económico (el comunismo) que traería como consecuencia la igualdad de condiciones en el resto de los aspectos (político, social, cultural, etc.), mientras los liberales, (representados a principio del siglo XX principalmente por Inglaterra y Francia, y después de la segunda guerra mundial por Estados Unidos) sostenían la teoría de Adam Smith y su “Riqueza de las naciones” donde se le permite a cada persona la libertad económica, y que la gente podría ser diferenciada por su riqueza, entre otras ideas que iban en contra del comunismo y la socialdemocracia.

Ideas políticas de Trotsky.*

A pesar de ser un pensador netamente político, León Trotsky no se consideraba únicamente como tal, ya que le atribuía gran parte de las características del Estado a los pequeños detalles de la vida cotidiana. Como dice Isaac Deutscher:

“'No sólo de política vive el hombre...' fue el título que Trotsky le dio a un breve ensayo suyo que apareció en Pravda en el verano de 1923...”

“En estos escritos (problemas de la vida cotidiana) trató de golpear la raíz y no tan solo los síntomas que asediaban a la revolución: el atraso espiritual de la Madre Rusia, que no era menos importante que su pobreza económica. Expresó que la necesidad de la `acumulación primitiva cultural' era tan urgente como la necesidad de la acumulación industrial. Describió el terreno en que empezaba a crecer el estalinismo, y trató de cambiar el clima en el que habría de florecer. De ahí la importancia que atribuía a las costumbres y a la moralidad y a los `pequeños asuntos' de la vida cotidiana, mostrando cómo afectaban éstos a los asuntos del Estado”

Como es sabido, Trotsky tenía una concepción del estado tomada de la ideología de Karl Marx, con un gobierno liderizado por los trabajadores y su “dictadura del proletariado”, clase social que alcanzaría el poder por medio de una revolución, en este caso la revolución rusa, que ayudaría a estas personas, dándoles el impulso que necesitan, a quedarse por siempre en la dirección de la nación soviética, pero como bien lo explica Trotsky en su obra balance y perspectivas el nuevo gobierno no estaría únicamente conformado por personas pertenecientes a la clase proletaria, sino también por las otras clases que conformaban la sociedad soviética de aquella época (campesinos y burgueses) que tengan ideales revolucionarios y que puedan hacer un aporte importante para el fortalecimiento de la nueva nación.

Trotsky apoyaba la idea de Marx de que todas las revoluciones deben llegar a su tiempo, cuando la gente esté preparada para ello, porque si se realizan a la fuerza, esa revolución no iba a llegar a nada, y sólo era cuestión de tiempo para que se derrumbara todo y no se podría alcanzar el poder.

Este poder sería alcanzado primero por medio de dos revoluciones que deben ligarse entre sí: una revolución burguesa, y después, casi al instante, una revolución proletaria. La revolución burguesa se encargaría de eliminar todo el sistema feudal, o los rastros que de él queden, formar instituciones y una política liberales, y así establecer un sistema económico capitalista e industrializado, para luego llegar casi al instante a la revolución proletaria (que debe realizarse antes de que se desarrolle mucho la industria), que haría realidad el sueño de un gobierno y un estado socialistas, ya que permitiría a los trabajadores apropiarse de las industrias. Esto era así porque en la Rusia zarista “no había ni instituciones parlamentarias ni gobiernos de gabinete” Esta combinación de ambas revoluciones era llamada por Trotsky “la ley del desarrollo combinado”.

Había dos problemas que, según George Sabine, pensaba Trotsky que había para que se diera la revolución en Rusia de la forma en que pensaba Marx:

“En primer lugar, Trotsky sostenía, la clase media rusa es tímida y débil, incapaz de compararse con la burguesía francesa de 1789. Porque la industria en Rusia dependió siempre del estado y del capital extranjero que, a su vez, confiaba en el estado para garantizar sus inversiones. Pero, en segundo lugar, la industria rusa ya había creado un proletariado, puesto que adoptó la tecnología moderna y la organización en gran escala como cosas echas. El resultado es que el industrial ruso tiene más miedo de sus trabajadores que de la autocracia”

También debía presentarse una democracia, debido a que, como sigue diciendo Sabine, este sistema político era el más adecuado (según Marx) para establecer una economía con un alto nivel de producción, necesaria para llegar al estado socialista.

Este estado, -dice Trotsky- antes en poder del monarca y luego en poder de la burguesía, no es mas que un instrumento utilizado por quienes gobiernan para poder alcanzar sus fines a través de ciertos mecanismos motores y ejecutores que hacen que el control político se mantenga en manos de la clase dominante en esa época, y preservar la paz entre las fuerzas sociales, para tratar de darle felicidad a la gran mayoría de la población, así como el medio para lograr el cambio o para mantener la tradición :

“El Estado no tiene un fin en sí mismo, sino que es el más perfecto medio de organización, desorganización y reorganización de las relaciones sociales. Según en qué manos se encuentre, puede ser la palanca para una revolución profunda o el instrumento de una paralización organizada.”

Es por esta razón que la burguesía ya no se puede mantener a la cabeza del poder en la U.R.S.S., porque al no proteger los intereses de la mayor parte de los habitantes, que son los campesinos pobres y los trabajadores explotados, éstos últimos se rebelan contra la clase propietaria y de todo ello resulta la revolución, que traería la igualdad de condiciones para todas las personas que habitan en el país.

Ahora bien, este movimiento revolucionario es realizado también por el campesinado (que ven a los trabajadores como salvadores en un principio, ya que uno de sus objetivos es eliminar a los dueños de las tierras), pero luego de llegar al poder, la clase proletaria debe desligarse de dicho campesinado, ya que poseen intereses muy distintos en el fondo y lo único que buscan es el poder burocratizado (como más tarde lo haría Stalin), además que, según Trotsky, “el campesinado es completamente incapaz de desempeñar un papel político independiente”.

Pero ¿cuáles son las condiciones necesarias para que se pueda llegar al socialismo?. En esta parte Trotsky toma de forma estricta la ideología de Marx, alegando que para que esta situación se produzca debe haber cuatro situaciones previas:

  • Un crecimiento tecnológico de las empresas, con lo cual hay también

  • Un crecimiento de la clase trabajadora, que conformaría a la gran mayoría de la población de un país, así como

  • Una parte psicológica, que traería consigo el aumento de la conciencia de los asalariados sobre la situación de explotación y expropiación de la que son las víctimas

  • Luego de todo este se debe dar el cuarto paso y el más importante, que es la Revolución de la clase trabajadora, con lo cual se puede impulsar el socialismo.

  • Un requisito fundamental que defendía Trotsky para mantener de la manera más exitosa al socialismo como sistema político, fue expuesto en su teoría de la revolución permanente, que dice que otros países, al igual que Rusia, deben iniciar una revolución de trabajadores para que todos los pueblos se unan en un solo bloque de intereses, expandiendo este movimiento por cada rincón del planeta. Pero esto se daría con mayor facilidad en los países con menor desarrollo económico capitalista, porque al tener una clase trabajadora más amplia que las grandes potencias imperialistas, la burguesía se ve reducida a un número muy pequeño y habrá una mayoría aplastante que querrá el cambio, como pasó en Rusia.

    Además, como las naciones subdesarrolladas pueden y deben tomar la tecnología de las naciones desarrolladas, éstas poseerían una industria muy avanzada tecnológicamente, pero con un tipo de sociedad y una agricultura muy atrasadas, lo cual los pondría en una situación similar a la Rusia de Nicolás II, con lo cual se puede repetir la revolución, pero tomando en cuenta factores estratégicos que caractericen a dichos países.

    En Rusia, por ser la nación que da el ejemplo de un sistema político socialista, la revolución debe llegar a un punto en que no se debe profundizar más, sino extenderse por el resto del mundo, para después llegar a sembrar su semilla y echar raíces en los países donde haya provocado un cambio radical y lograr su alcance supremo, si esto no ocurría:

    “...el resultado sería inevitablemente, no un verdadero socialismo, sino un régimen bastardo, nacional-socialista, en que una burocracia neozarista asfixiaría las auténticas fuerzas populares, por ser el pueblo ruso demasiado atrasado para poder imponer su voluntad sin la ayuda de los pueblos occidentales más maduros.”

    Pero esa unificación de los países no debía darse por la fuerza, porque los nacionalismos de los distintos países evitarían la ocupación por parte de los ejércitos comunistas y la imposición de un nuevo Estado, estos países (específicamente la clase proletaria que en ellos residían) debían darse cuenta de las ventajas que ofrecía la socialdemocracia con respecto al capitalismo y, una vez convencidos de ello, realizar su respectiva revolución, aceptando, ahora sí, la ayuda de otros países con sus ejércitos y sus ideologías, como en el caso de Cuba y China.

    Sólo sería propicia la completa invasión de un país cuando éste atente contra los ideales revolucionarios, y los sectores afectados por esta medida soliciten abiertamente una intervención que ayude a proteger sus intereses y evite que se sigan dando ciertas condiciones de explotación. Es por esto que se pudo crear la gigantesca Unión Soviética, aunque no en todos los casos había una abierta voluntad de los países por ser invadidos.

    Debido a que esta revolución es un cambio completo en la política económica de los países, que pasan del capitalismo al comunismo, es lógico que con el aumento de naciones que adopten este sistema, los estados capitalistas se vean alarmados y no duden en hacer cambiar de opinión a los primeros. Esta es otra razón de por qué se deben unir todos los países comunistas en contra de los capitalistas, ya que si esto no sucede, ocurrirá la extinción.

    Ahora bien, una vez realizada la Revolución, el poder político, ya en manos de los trabajadores, debe ser un instrumento que permita realizar cambios radicales con respecto al Liberalismo, típico de occidente. El principal tema que debe ocupar la agenda de los gobernantes es la reforma del Estado y sus instituciones, luego el tema agrícola, (este pensamiento totalmente adaptado al poco desarrollo económico de Rusia a principios del siglo XX) ya que, como se dijo antes, el proletariado busca defender principalmente sus intereses.

    Lo primero que debe hacer el proletariado una vez en el poder es una “limpieza” del Estado:

    “Su primera operación (la de la clase en el poder) deberá consistir en expulsar del ejército y de la administración a todos aquellos que se han manchado con la sangre del pueblo y liquidar o disolver aquellas instituciones que más se hayan caracterizado en la criminal represión contra el pueblo”

    Una vez hecho esto ya se puede reorganizar el poder en manos de los verdaderos protectores de los intereses populares, los verdaderos revolucionarios, para así tener un gobierno realmente socialdemócrata, que de paso a la igualdad de condiciones para todas las personas.

    Paralelamente a esto se deben repartir las tierras igualitariamente en toda la sociedad, lo cual supone, como dice Trotsky, “la expropiación de todas las tierras, no sólo de las tierras privadas de campesinos, sino incluso de las tierras comunales” trayendo como consecuencia que la primera victima sea el campesino dueño de tierras, para así tomar una postura contradictoria a la de la clase proletaria. En este punto Trotsky no explica cómo se vuelve a obtener el apoyo del campesinado, pero a lo mejor él daba a suponer que luego de que se realizase la revolución en todos sus ámbitos, los campesinos iban a aceptar su nueva situación. Tampoco se explica cómo se va a producir esta expropiación de tierras, porque como es lógico, las personas no van a aceptar que se les quiten sus tierras sin oponer resistencia, lo más seguro es que Trotsky pensara que de ser necesaria la violencia, ésta sería utilizada sin ningún tipo de escrúpulos, debido a que el socialismo debía alcanzarse a toda costa.

    Otro paso, subsiguiente del anterior, sería la supresión del trabajo asalariado, evitando la contratación de trabajadores para las industrias o para las tierras y dándole a todas las personas, como se dijo antes, un pedazo de tierra para dedicarse a su propia economía y a su propio trabajo. Este paso vendría después, porque no basta con eliminar dicho trabajo asalariado jurídicamente por medio de leyes, sino que deben crearse condiciones óptimas para que no haya desempleo, para que cada trabajador pueda irse a trabajar en sus tierras sin ningún tipo de preocupación.

    Una vez dado todo esto, ya las cosas fluirían casi solas, habría un ejército popular, unas instituciones dirigidas por las clases revolucionarias, sin distinciones de riquezas y un Estado controlado principalmente por el proletariado, que no tendría ningún tipo de problema debido a que todas las personas se sienten en igualdad de condiciones, por lo tanto no hay injusticias

    Todo esto se realizaría en conjunto con la Internacional Comunista, que fue una institución creada con el fin de unir a todas las personas que estuvieran a favor del comunismo (valga la redundancia), siendo su objetivo principal el de educar a los individuos de todo el mundo para que tuvieran conciencia sobre lo que se estaba llevando a cabo en la U.R.S.S., y así tomar cartas en el asunto para que sucediera lo mismo en los distintos países del resto del mundo, principalmente, como se dijo, en las repúblicas menos desarrolladas del hemisferio occidental.

    Pero hubo un problema: al no ser apoyado el partido bolchevique como se pensaba, tanto Lenin como Trotsky vieron como necesaria la radicalización de su gobierno, admitiendo como único partido legal al suyo, y reprimiendo todas las manifestaciones de calle que se hicieran en contra del gobierno, con lo cual se perdía la representatividad que tanto pregonaban y desde ese momento empezaron a existir los problemas, que se fueron remarcando con el paso de los años. Pero lo que se quiere decir es que aquí, los dos líderes rusos iban en contra de sus ideales y de la revolución que ellos mismos crearon.

    Evaluación crítica del pensamiento político de Trotsky.

    El pensamiento de Trotsky era, sin duda, uno de los más acertados de su época y para el momento que se estaba viviendo en Rusia. Gran parte de las revoluciones de 1905 y 1907 se basaron en sus ideas y fue él uno de los héroes de ambos movimientos.

    Junto a Lenin, Trotsky tenía un verdadero espíritu revolucionario, que incluía el beneficio para todo el pueblo y que conservaba puros siempre sus ideales, a pesar de los momentos difíciles por los que pasó.

    Se podría decir que su pensamiento era novedoso, porque jamás en la historia de ninguna nación se había planteado el problema de la revolución proletaria de manera tan universalista como lo había hecho Trotsky, ni siquiera se pensaba en lograrla, debido a que era una idea utópica que tuvo Marx en la época de ataque al capitalismo por las condiciones de deterioro que este sistema económico había traído consigo.

    Sin embargo, las ideas de Trotsky también tenían un poco de este idealismo de Marx (algo lógico, tomando en cuenta que su pensamiento tiene base en la ideología del filósofo alemán), pero, una vez en el poder el partido bolchevique, tuvo que replantearlas, al ver que no todo era como él creía que sería ni como estaba escrito en los libros: Refiriéndonos a lo que dijimos en la sección anterior, en Rusia empezaron a presentarse revueltas y protestas, lo cual obligó a tomar represiones y a establecer un gobierno autoritario, que no era el objetivo que se había planteado al principio y que iba en contra de todo lo que se había prometido.

    El pensamiento del gobierno como un medio para obtener los fines deseados y la felicidad de la mayoría es algo totalmente democrático, y que se mantiene desde hace mucho tiempo con el surgimiento del liberalismo y con la caída de las monarquías inglesa y francesa y que aún se mantiene en los más avanzados gobiernos demócratas, por lo cual se puede decir que Trotsky tenía un pensamiento acertado en ese sentido.

    Su teoría de la revolución permanente también fue un acierto, y de eso hay evidencia, debido a que la U.R.S.S. fue un “collage” de muchos países unidos en un solo bloque, gracias a lo cual pudo mantenerse por tantos años, y fue uno de los principales rivales de las naciones capitalistas, especialmente de los Estados Unidos de América.

    Uno de los principales hechos que atribuía Trotsky al triunfo de la revolución y al mantenimiento del poder fue, como se dijo, la exclusión de la clase campesina de cualquier tipo de poder, una contradicción, si se toma en cuenta que el gobierno socialdemócrata no debía excluir a nadie y que la revolución se realizaría con el apoyo de los distintos sectores sociales revolucionarios (valga la redundancia).

    La idea de Trotsky de que el gobierno no debe ser burocrático y estar en manos de todos es una idea que se ha demostrado como utópica, incluso el mismo gobierno ruso del que él formó parte debía ser burocratizado (claro que Stalin agudizó esto, y de ahí la crítica de Trotsky). Hoy en día las democracias representativas han demostrado ser sistemas políticos mucho más eficientes y benéficos para las poblaciones.

    Trotsky también pensaba en una Unión Soviética industrializada pero esto también era una contradicción de su pensamiento, porque la industria necesariamente trae consigo al proletariado, y de esto emerge la relación trabajador-dueño, que es precisamente lo que no se desea en el comunismo y que nunca ha sido aplicado por las razones antes expuestas.

    Aplicación a nuestra realidad y a nuestros días de la teoría política de Trotsky.

    Hoy en día, como se sabe, tanto las ideas comunistas de Trotsky, como las del resto de los líderes y seguidores del partido bolchevique son totalmente anacrónicas. El comunismo en donde ha estado ha sido un total fracaso, debido a que busca la igualdad entre las personas a base de hacerlas más pobres, eliminando la propiedad privada y deteriorando la industria y el comercio.

    Se sabe también que la teoría de la revolución permanente no tiene ningún sentido, ya que no hay país medianamente avanzado que pretenda adoptar el comunismo como base económica para su desarrollo, debido al atraso que trae consigo.

    Sin embargo, esta teoría podría haber sido un prefacio para lo que hoy en día son las relaciones internacionales y todo lo que tiene que ver con las comunidades económicas (que de hecho son casi lo mismo, pero adoptando el capitalismo como base económica y la democracia como base política) y con la globalización y unificación de varios países en bloques con ideales políticos parecidos.

    Hay que tener en cuenta que las teorías aplicadas tanto por Trotsky como por los demás líderes de la Revolución Rusa evitan el progreso, y esto es algo de lo que se ha tomado conciencia y se nota cada vez mas con el derrumbamiento de los gobiernos comunistas y en la imposibilidad de nuevos “revolucionarios” de implantar sus proyectos de gobiernos socialistas, que en realidad están muy alejados de los que fue la Rusia de principios del siglo XX.

    De verdad no creo que haya una verdadera aplicación a nuestros días de la teoría política de Trotsky (exceptuando la de la revolución permanente, por las causas antes explicadas), porque a pesar de ser un pensamiento brillante por todas las consecuencias que trajo y las vertientes que se derivaron de él, es una teoría que podía ser aplicada sólo en esa época donde las condiciones estaban dadas para ello.

    Lo bueno que trajeron los rusos de esa época, incluyendo a Trotsky, fue la introducción totalmente novedosa, y que se sigue usando en nuestros días, de los partidos de masa con base en las clases más pobres, para así darles voz y voto a la hora de gobernar o tomar decisiones en el seno del estado, tomando en cuenta a estas clases a la hora de realizar los comicios electorales de todos los países del mundo que adopten en su seno al régimen democrático.

    Pero no todo lo que trajo la ideología de Trotsky fue bueno: con ellas vino la corriente ideológica denominada “trotskismo”, que es una tergiversación de lo que fue la teoría de la revolución permanente. Son grupos de personas que en un principio apoyaron esta idea de Trotsky y que, por lo tanto, estaban en contra de las ideas de Stalin, pero estos grupos se fueron volviendo cada vez más radicales hasta llegar al punto de convertirse en subversivos y violentos (cosa que el propio Trotsky no aprobaría), defendiendo la idea de eliminar la burocratización del poder y de llevar el comunismo a todas las partes del mundo, sin importar el uso de la violencia ni las consecuencia que ello traiga.

    Otro aspecto que sería tomado negativamente de la teoría de Trotsky es la que utilizan muchos “revolucionarios” de llevar sus dictaduras por el resto del mundo, causando una impresión anacrónica de ellos mismos, y hasta haciendo el ridículo frente a la comunidad internacional, aunque esto, más que un aporte negativo de Trotsky, es la visión de su teoría con el lente de los intereses políticos y utópicos de algunos mandatarios que hablan mucho sin saber nada.

    En definitiva, Trotsky fue un personaje con pensamientos muy contradictorios durante toda su vida, aportó grandes pensamientos para la época en la que vivió, y también para el presente que estamos viviendo hoy en día. Lo cierto es que era un intelectual brillante, que escribió infinidad de obras y que hizo un aporte considerable a la humanidad y a los pensadores de generaciones venideras.

    Libros escritos por Trotsky.*

    —————————— Principios del siglo XX ——————————

    • “Balance y perspectivas“ (1906).

    • “El consejo de los diputados obreros y la revolución“ (1906).

    • “La revolución turca y las tareas del proletariado“ (1908).

    • “La nueva Turquía“ (1909).

    • “La quiebra del terrorismo individual“ (1909).

    —————————— Década de 1910 ——————————

    • “El socialismo en los Balcanes“ (1910).

    • “Los Balcanes, la Europa capitalista y el zarismo“ (1910).

    • “Por qué los marxistas se oponen al terrorismo individual“ (1911).

    • “La Guerra y la Internacional“ (1914).

    • “Jean Jaurés“ (1915).

    • “El pacifismo como sirviente del imperialismo“ (1917).

    • “El derecho de las naciones a la autodeterminación“ (1917).

    • “Karl Liebknecht - Rosa Luxemburg“ (1919).

    —————————— Década de los 20 ——————————

    • “Respuesta al camarada Gorter“ (1920).

    • “Lenin como tipo nacional“ (1920).

    • “Las lecciones de la Comuna“ (1921).

    • “Literatura y revolución“ (1924).

    • “Introducción a "5 años de Internacional Comunista“ (1924).

    • “Carta a los obreros de la U.R.S.S.“ (1929).

    —————————— Década de los 30 ——————————

    • “Historia de la revolución rusa. (v. I)“ (1929-32).

    • “Historia de la revolución rusa. (v. II)“ (1929-32).

    • “Mi vida“ (1930).

    • “La revolución permanente“ (1930).

    • “La Revolución Española al día“ (1930-31).

    • “Thaelmann y la `Revolución Popular' “ (1931).

    • “Acerca de la plataforma del Bloque Obrero y Campesino de Cataluña“ (1931).

    • “Carta al Buró Político del Partido Comunista de Rusia“ (1931).

    • “El control obrero de la producción“ (1931).

    • “Hace falta un nuevo partido en Alemania“ (1933).

    • “Carta al Buró Político del PCUS“ (1933).

    • “Las dificultades del giro“ (1933).

    • “Preparación del congreso antifascista“ (1933).

    • “Hay que actuar rápido en las cuestiones urgentes“ (1933).

    • “¿Y Rakovsky? “ (1933).

    • “Hace falta un nuevo partido en Alemania“ (1933).

    • “Es necesario un acuerdo honesto en el partido“ (1933).

    • “La ofensiva económica de la contrarrevolución y los sindicatos“ (1933).

    • “La revolución traicionada“ (1936).

    • “¿A dónde va Francia? “ (1936).

    • “Carta a Jean Rous“ (1936).

    • “A noventa años del Manifiesto Comunista“ (1937).

    • “Bolchevismo y Stalinismo: Sobre la cuestión de las raíces teóricas e históricas de la IV Internacional“ (1937).

    • “Las expropiaciones mexicanas del petróleo“ (1938).

    • “México y el imperialismo británico“ (1938).

    • “Programa de Transición: La agonía del capitalismo y las tareas de la IV Internacional“ (1938).

    • “Carta a James P. Cannon“ (1939).

    • “La URSS en guerra“ (1939).

    • “Una y otra vez sobre la naturaleza de la URSS“ (1939).

    • “Una oposición pequeño burguesa en el Partido Socialista Obrero“ (SWP)“ (1939).

    —————————— Década de los 40 ——————————

    • “Carta abierta al camarada Burnham“ (1940).

    • “De un arañazo al peligro de gangrena“ (1940).

    • “Los moralistas pequeño burgueses y el partido proletario“ (1940).

    • “Balance de los acontecimientos en Finlandia“ (1940).

    • “Sobre el partido obrero“ (1940).

    • “Los sindicatos en la época del imperialismo“ (1940).

    • “Stalin“ (1940).

    • “Defensa del marxismo“ (1942).

    —————————— Sin fecha. ——————————

    • “Los kornilovistas y los estalinistas españoles“.

    • “Derrotismo contra defensismo (Carta a Burham y Carter)“.

    • “Observaciones adicionales sobre el régimen partidario (Carta a James P. Cannon)“.

    • “Por un régimen auténticamente democrático (Carta a Glotzer)”.

    • “Como dirigir una discusión política (Carta a Burnham)”.

    Bibliografía.

  • Trotsky, León (1906) “Balance y perspectivas”. www.marxists.org/espanol, visitada el sábado 3 de enero de 2004.

  • Trotsky, León (1930) “La revolución permanente”. www.marxists.org/espanol, visitada el sábado 3 de enero de 2004.

  • Trotsky, León (1936) “La revolución traicionada”. www.marxists.org/espanol, visitada el sábado 3 de enero de 2004.

  • Sabine, George (2002). Historia de la teoría política. Cuarta reimpresión. México, D. F. Fondo de cultura económica [1937].

  • Deutsher, Isaac. (1987). Trotsky. El profeta armado. Sexta edición en español. México, D. F. [1954] Ediciones ERA.

  • Deutsher, Isaac. (1985). Trotsky. El profeta desarmado. Quinta edición en español. México, D. F. [1959] Ediciones ERA.

  • Boersner, Demetrio. (1965). Nacionalismo y socialismo. Primera edición. Caracas. [1960]. Instituto de estudios políticos de la U.C.V.

  • Giner, Salvador. (1994). Historia del pensamiento social. Novena edición. Barcelona [1967]. Editorial Ariel, S.A.

  • Gran Enciclopedia Larousse. Decimoséxta edición (1980). Barcelona. Editorial Planeta [1972]. Décimo volumen.

  • Carr, E. H. (1998). La revolución rusa. De Lenin a Stalin, 1917 1929. Octava reimpresión. Madrid. [1981]. Alianza editorial.

  • " Biografía tomada y resumida de la Gran Enciclopedia Larousse. Decimoséxta edición (1980). Barcelona. Editorial Planeta [1972] págs. 406-407. Décimo volumen.

    • Hay que aclarar que Trotsky fue un pensador que estuvo escribiendo por el transcurso de toda su vida, por lo tanto esto, unido al muy agitado siglo XX, hace que no haya un solo contexto histórico donde se desarrollaran sus obras.

    *El análisis del pensamiento político está basado, además de otros autores, en los libros de Trotsky “Balance y perspectivas” (1906 ) y “La revolución permanente” (1930) , encontrados en la página web: www.marxist.org/espanol, visitada el sábado 3 de enero de 2004.

    Deutsher, Isaac. (1985). Trotsky. El profeta desarmado. Quinta edición en español. México, D. F. [1959] Ediciones ERA. Págs. 158, 159.

    En esta teoría chocaron las ideas de Trotsky con las de Lenin, al considerar este último que las dos revoluciones se dan por separado y en ningún momento se mezclarían, pero luego de ver el desarrollo histórico de la Revolución Rusa, Lenin se fue acercando cada vez mas a la teoría planteada mucho antes por Trotsky.

    Sabine, George (2002). Historia de la teoría política. Cuarta reimpresión. México, D. F. Fondo de cultura económica [1937]. Pág 611.

    Ibid. Pág 611.

    Trotsky, León (1906) “Balance y perspectivas”. www.marxists.org/espanol, visitada el sábado 3 de enero de 2004. Capítulo 4.

    Ibid. Capítulo 5.

    Su principal opositor fue José Stalin, quien pensaba que la Revolución tenía que alcanzar su máximo esplendor en la URSS y luego de esto ir en una misión heroica a hacer que los demás países siguieran el mismo camino, por la fuerza, de ser necesario, y sin importar el grado de desarrollo industrial que tengan estos países, ya que a la final, siempre se impondría el socialismo por ser un mejor sistema económico.

    Boersner, Demetrio. (1965). Nacionalismo y socialismo. Primera edición. Caracas. [1960]. Instituto de estudios políticos de la U.C.V.

    Trotsky, León (1906) “Balance y perspectivas”. www.marxists.org/espanol, visitada el sábado 3 de enero de 2004. Capítulo 6.

    Ibid. Capítulo 8.

    * Tomado en su totalidad de la página: www.marxists.org/espanol, visitada el sábado 3 de enero de 2004.




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    Enviado por:Saito
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