Arquitectura, Obras y Construcción
Palacio de los Hilanderos en Ahmedabad de Le Corbusier
En 1951, tras unas semanas en la India, LC fue invitado a ir a Ahmedabad, centro textil del país. Allí el presidente de la asociación de Hilanderos le solicitó un proyecto para su sede.
El proyecto debía adecuarse a las condiciones exigidas por una de las elites urbanas mas sofisticadas y progresistas de la India, lo que suponía una jerarquizaron de los espacios.
La posición de los solares de LC en Ahmedabad dice mucho acerca de las aspiraciones de sus clientes. La ciudad vieja estaba en el lado oriental del río Sabarmati y posteriormente empezó a extenderse hacia el lado Oeste sobre la otra orilla que adquirió una cierta relevancia social y por tanto el edificio se sitúo en la orilla occidental enfrentado a la ciudad antigua. La asociación se había fundado para proporcionar un marco para las conexiones entre las castas. El programa practico para este edificio nunca fue muy preciso, pretendía ser un club selecto para celebrar reuniones de negocios, recepciones y conferencias. El edificio refleja la organización social de la India, ya que separa y jerarquiza claramente los accesos produciéndose el principal a través de una rampa monumental que divide el edificio en dos estratos. La planta baja esta destinada a los trabajadores que en ningún momento se mezclan con los usuarios de las partes superiores. Éstas quedan reservadas para los altos cargos de la asociación y para la casta a la que estos pertenecen.
LC lo concibió como una casa monumental atravesada por una rampa y un recorrido ceremonial reservado a las elites, siguiendo el viejo tema de “une maison, un palais”.
Si hacemos un estudio del movimiento podemos observar que: el trayecto horizontal es función de sólo dos variables: la distancia y el ángulo respecto al que se considera un objeto. Ambos van variando al acercarse el visitante al objeto considerado.
Para hacer intervenir otra variable, la altura, debe utilizarse la escalera o la rampa.
Una escalera introduce una percepción discontinua, reiteradamente interrumpida. No puede subirse una escalera manteniendo fija la atención en algo ahí enfrente. De tanto en tanto, hay que llevar la mirada a los pies, para asegurar dónde se pisa.
Eso produce una percepción nerviosa, repetidamente interrumpida, donde la visión, fugaz pero efectiva, de los escalones, se intercala al efecto que causa aquello que se mira.
Sólo el trayecto en rampa permite una percepción continuada, manteniendo la mirada fija en el objeto que nos atrae, al tiempo que es función de tres variables simultáneas: la distancia, el ángulo y la altura desde la que consideramos el objeto de nuestra atención. Esto LC lo acentúa sustituyendo la barandilla de uno de los lados por un banco corrido que introduce la dualidad dinamico-estatico. La rampa será, por tanto, el trayecto idóneo para considerar lo plástico. Martienssen, en su ensayo sobre la idea de espacio en la arquitectura griega, sugiere que el efecto del habitual camino en rampa quebrada hacia un templo dórico equivale a hacer girar y acercar el templo hacia el espectador, como considerándolo desde todos los puntos de vista.
Y así hace Le Corbusier.
Si queremos averiguar la forma de cualquiera de sus arquitecturas, hemos de identificar el dispositivo puerta-rampa, porque "arquitectura" será cuanto ocurra en ese trayecto.
La rampa y la escalera que sobresales del volumen aluden a la promenade architecturale, que tienen como propósito transmitir al usuario una secuencia de experiencias.
A medida que se va subiendo la rampa los brise-soleil se van disolviendo y la mirada es capaz de penetrar en el edificio hasta llegar a los rectángulos de cielo del lado opuesto.
El planteamiento de LC al abordar los excesos climáticos del lugar consistía en adaptar las soluciones tipo procedentes de sus propios experimentos anteriores en ambientes cálidos a las enseñanzas de las tradiciones edificatorias indias algunas de las cuales ilustraban con absoluta claridad el principio del parasol. Las viviendas indias que son en su parte inferior bajas y sombrías y según va subiendo de pisos se nota una expansión hacia el cielo y el entorno. Fue uno de los primeros experimentos con la idea del brise-soleil. El brise-soleil funciona como un filtro, es una epidermis permeable que rodea el edificio, permite la penetración espacial, suaviza el impacto formal a semejanza del peristilo que con columnas circunda el templo griego y amortigua la relación entre la masa de este y el espacio que lo envuelve.
Los muros laterales(norte y sur) se hicieron prácticamente ciegos, de ladrillo por fuera, y con un chapado de piedra rugosa por dentro. La atención se canaliza pues, hacia las otras dos fachadas. Se plantea una dualidad entre el lado compacto que da a la calle (oeste) y el abierto que da al río (este).
Los rectángulos y diagonales de la fachada principal contrastan con la culminación curva del recorrido: el auditorio. Éste tiene la forma de un bucle en el que los extremos se solapan, creando la entrada. Aparecen otras figuras similares: los servicios y el bar del segundo piso, que son también bucles de poca altura, que permiten que el forjado del techo pase por encima sin interrupción. En el auditorio se eliminan las interrupciones y el espacio explota a través del forjado de la cubierta. Se perciben como objetos dentro de un espacio y como espacios dentro de un objeto.
El techo curvo de la cubierta se comba hacia abajo en el centro, expresando así el peso del agua que tiene encima: pretende utilizar un deposito en la cubierta.
Era interesante pensar que la primera ocasión donde apareciera una rampa fuera al proyectar una galería de pintura. (casa La Roche-Jeanneret en París)
Pero puede comprobarse que Le Corbusier ya había usado, años antes, una rampa.
Esa primera rampa indica un uso inesperadamente concreto del paseo arquitectónico.
Era una rampa para animales, en un matadero.
Cuentan que los alemanes durante la ocupación nazi usaban la villa Savoye como cuadra, porque los caballos de sus oficiales podían subir y bajar por la rampa.
No fue una profanación, sino una recuperación. Las rampas habían venido usándose, en torres o campanarios y, a la inversa, bajo tierra, en minas, precisamente porque así podía emplearse la fuerza de trabajo animal, en su construcción y, más tarde, transportando material por la superficie inclinada.
En todo caso, ese debate entre la rampa, la percepción y la promenade architecturale ofrece otro posible enfoque, cuando consideramos los proyectos de LC de diciembre 1917, Matadero Frigorífico en Challuny, y de febrero de 1918, Matadero Frigorífico en Garchivy -éste último fue vuelto a presentar como Matadero Frigorífico de Bordeaux, en noviembre del mismo 1918.
Ambos son edificios modernos, que destacan de la producción contemporánea de LC, aún recubierta de una ambientación de domesticidad muy tradicional. Sorprenden por la eficaz disposición en el espacio de actividades precisas y por mostrar plenamente, uno y otro, que han salido de la misma matriz que dará sus frutos más complejos tiempo después, en el edificio de Ahmedabad.
La secuencia de movimientos que reúne los rebaños, que van llegando a pie o en tren, los lleva a los establos, de ahí al matadero, a las zonas de elaboración de las conservas o del congelado, y los distribuye finalmente como carne, tiene algo de la precisión de un ballet. Las zonas de actividad principal de cada edificio están situadas en pisos distintos. Se pasa de una actividad a otra por puentes y por una rampa. Los establos están lógicamente en la planta baja del primer edificio, el más bajo de los tres, pero la sala de matadero y la de congelación están en las plantas tercera de los otros dos edificios.
Los animales pasan del establo al matadero por una larga rampa lineal, que ocupa el eje que liga a los tres edificios, larga unos 100 metros, en dos tramos.
En el otro proyecto, el Abattoir Frigorifique de Garchizy, el funcionamiento es el mismo pero con una disposición vertical y por tanto el paralelismo con los hilanderos es aun mas claro.
Se aprietan las bestias subiendo por la rampa, hacia donde ya saben. ¿Ven cubos y cilindros frente a sí? ¿Sienten efectos primarios y secundarios de lo plástico? ¿Advierten cómo se estiliza y quintaesencia su espíritu, al ir ganando lo alto? ¿Es un heliotropismo de tipo maquinista lo que las llama? Y, a la inversa, quien sube por la rampa de la villa Savoye, quien camina hacia el Gremio de Hilanderos en Ahmedabad, ¿sabe que está repitiendo un viejo trayecto - quizás el mismo de Isaac?
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