Literatura


No pidas sardinas fuera de temporada; Andreu Martín, Jaume Ribera


Título: No Pidas Sardina Fuera de Temporada

Editorial: Alfaguara

Autor: A. Martín / J. Ribera

Páginas: 178

Resúmenes:

Fecha: 13 de Mayo

Numero de Páginas: de la 9 a la 34

Flanagan, un niño de octavo año, tiene una “empresa” de investigación estilo detective. Él, junto a su hermana Pili, investigan pequeños casos y siguen personas a cambio de dinero.

Al principio, Flanagan le entrega un informe sobre Clara Longo, a niña más bonita de su escuela, a un compañero llamado Jorge Castell. Luego de hablar un rato y de que Flanagan consiguiera su dinero, a su casa (que era su “oficina”) llega Maria Gual, una compañera de él. María le ofrece a Flanagan un trato: como los padres de Flanagan ordenaran la casa, él se quedará sin oficina, así que María le ofrece poner de nuevo su oficina en una pequeña habitación en su casa, pero que está siendo ocupada por el hermano de María, Elías, para guardar su moto y revelar fotos. Para que Elías deje esa habitación, María le pide a Flanagan que le haga un seguimiento a Elías para que le tome fotos con los punkies del lugar en un bar llamado La Tasca y así enviarle las fotos a su padre para que se enoje con él y le obligue de vender la moto y que desocupe ese lugar, ya que en ese lugar, La Tasca, se encontraba el Puti, el líder de un grupo de heavies que hacían destrozos no mas por gusto.

Otro dato de los heavies y el Puti, es que iban a cementerios a tomar cerveza y a robar objetos de los muertos para vendérselos a un mecánico apodado Lejía, que era Tomás Longo, el padre de la famosa Clara Longo.

Al día siguiente, Flanagan empezó a seguir a Elías, y se había dado cuenta que tenía la cara como un mapa, como si hubiera tenido una feroz pelea. Según María, él le había dicho que se había tropezado con la puerta. Ese día, para acercarse a Elías, Flanagan le fue a preguntar a Elías una duda de matemáticas junto con Pili. Mientras conversaban, Flanagan le pregunto que le había pasado en la cara, lo cual puso furioso a Elías y no le respondió.

Después Flanagan fue a hablarle a María, diciéndole que iría a La Tasca, así que para alejar a Elías ella le entregaría un papel diciendo que un tipo lo citaría en cierto lugar para hablar de negocios.

Para entrar a La Tasca, Flanagan se compro ropa de heavies y así poder conversar con el Puti. Entró y le vió hablando con un sujeto. Se acercó a la barra y le pidió al camarero una cerveza y también le pidió al barman que le llevara una cerveza y aceitunas al Puti y su amigo que le decían el Piter. En un principio ellos no hicieron caso, pero después lo tomaron en cuenta. Flanagan se les acercó a ellos y les intentó conversar diciéndoles que le debía dinero a Elías, el chico con quien supuestamente había peleado anoche. El Puti le dice que él no peleó con Elías, sino un albañil que trabajaba con la perforadora, porque le molestaba mucho la moto de Elías que metía mucho ruido.

Flanagan no comprendía a personas tan poco inteligentes.

Cuando le Puti le dijo que qué pasaba con el dinero, Flanagan le dijo que en esa pelea se le había caído un billete a Elías y que se lo iba a pasar a él para que se lo devolviera. Pero en ese momento llega Elías, diciendo que el se haría cargo. Flanagan se asustó y empezó a darse cuenta de que, al parecer, Elías se había dado cuenta de todo, así que huyó.

Personajes:

Juan Anguera, Flanagan: curioso, motivado. Tenía un despacho donde hacía investigaciones sobre gente y ciertos casos.

Pili: hermana de Flanagan, le ayudaba a tratar los casos.

María Gual: una amiga de Flanagan que es hermana de Elías Gual, el tipo que Flanagan estaría siguiendo.

Elías Gual: es un tipo agresivo, muy vago e irresponsable, repitió 3 veces octavo y ahora estaba aprobando todos los exámenes sin tener que estudiar.

El Puti: era el líder de una banda de heavies que hacía destrozos en la calle para demostrar su autoridad. Un tipo muy tonto y agresivo.

El Piter: amigo del Puti, perteneciente a la banda.

El camarero: un tipo que parecía desgraciado y de mal humor.

Ambientes:

Físicos: el “despacho” de Flanagan, el colegio, la Tasca.

Sicológicos: curiosidad, interés, miedo.

Fecha: 20 de Mayo

Páginas leídas: de la 34 a la 60

Después de que le dejaran, Flanagan fue hacia la construcción para hablar con el constructor de la perforadora. Este le dijo que no era él con quien se había peleado, sino con Núñez, que la mañana del día anterior no había llegado al trabajo y que ahora estaba él trabajando.

Por la noche, Flanagan le comentó lo sucedido a Pili. Era extraño que Elías tuviera esas heridas, ya que el Puti le había dicho que había sido el tal Núñez pero él había faltado ese día al trabajo.

También surgió la duda del por qué Elías aprobaba todos los exámenes si era un completo vago. Flanagan creía que estaba haciéndole un chantaje a un profesor, pero después dedujo que podría ser al conserje de la fotocopiadora ya que él administraba todos los exámenes.

Al día siguiente, Flanagan vio al conserje salir del colegio. Pensó en seguirle. Le dijo a la profesora que se sentía mal y que si podía ir al baño. Cuando salió, fue al baño y se escapó por la ventanita. Siguió al conserje y vio como iba a un banco.

Vio que se le acababa el tiempo para “ir al baño”, así que rápidamente volvió al salón y le dijo a la profesora que para la cena habían comido comida en mal estado, así que era mejor que Pili también fuera al baño. Ahí Pili aprovechó para escapar y seguir al conserje.

Cuando se encontraron de nuevo, Pili le dijo a Flanagan que solo había hecho un giro.

En el recreo, María le dio una bofetada a Flanagan diciendo que Elías la había encerrado en el ropero por mentirle sobre el tipo que lo había citado, porque el bar en que lo habían citado ya lo habían cerrado.

Después, Flanagan se dirigió a la fotocopiadora para seguir al conserje, pero el tiempo no le alcanzó para ver algo extraño entre él y Elías.

En uno de los recreos, Flanagan le dijo a Pili que le dijera a sus padres que llegaría tarde.

Siguió al conserje fuera del colegio y notó que en una bolsita de una perfumería había metido la mitad del dinero que había sacado del banco, que era demasiado.

Le había dicho a Pili que siguiera a Elías y que si iba en moto que fuera al tiro a la Tasca.

Después Maria se topó con él. Cuando le explicaba como iba el caso, Maria le interrumpió preguntándole que si iría a la fiesta del sábado, que iría Clara Longo.

Sin tomarla en cuenta, apenas tocó el timbre de salida, empezó a vigilar a Elías y al conserje. Notó que el conserje salió de su casa y se topó con Elías, y el conserje le dijo que las cosas habían cambiado, que acabó lo que se daba. Por lo tanto, Flanagan supuso que, Elías, al no tener los exámenes de matemáticas todos las semanas, al próximo le iría muy mal.

El conserje siguió caminando y entró en un restaurante y colgó la bolsita con el dinero en el perchero.

El conserje miraba constantemente la hora. Cuando llegó cierta hora, se fue al baño. Acto seguido a eso, llegó un tipo moreno de lentes (que él describía como el Moreno de la Nieve) que dejó una bolsa azul en el perchero junto a la bolsa del conserje. El tipo conversó un rato con un garzón y se retiró, pero al retirarse tomó la bolsita del conserje en ves de la suya.

Flanagan siguió al tipo y vio como se subía a un lujoso auto donde se vio una mujer muy bien vestida.

Flanagan se subió a un taxi y le dijo que siguiera a ese auto. Al seguirlo, se dio cuenta que se detuvo en los Talleres Longo, propiedad del Lejía, Tomas Longo.

Para sacar información acerca de aquellos sujetos que entraron en el taller, Flanagan decidió hacer amistad con Clara Longo.

Personajes:

El conserje: alias el Pantasma por su parecido a un personaje de una película. Era muy misterioso y se tenía desconfianza de él por su apariencia, aparte que se creía que, al igual que el conserje anterior, le corría mano a las niñas.

Ambientes:

Físicos: la construcción, la casa de Flanagan, el colegio, el banco, el restaurante, las calles.

Sicológicos: curiosidad, valor.

Fecha: 20 de Mayo

Páginas leídas: de la 60 a la 100

Al siguiente día, fue a buscar a María y decirle que iría a la fiesta de ese día.

Después del examen de matemáticas, a Flanagan le informaron que Elías había salido del examen porque le dolía mucho el golpe que se había dado contra la puerta, sabiendo que era teatro. Le comentó eso a María y le cobró por el seguimiento en taxi al auto de “los modernos”.

Llegando a su casa, el padre de Flanagan le dijo que tenía que recoger todas las cosas de su despacho para que los albañiles y pintores pudieran renovar todo.

Cuando fue a la fiesta vio mucho movimiento en la sala. Y finalmente vio llegar a Clara Longo. Hablaron de algunas anécdotas sobre ellos y cuando pusieron un lento empezaron a bailar. Cuando se aburrieron de la fiesta, Flanagan acompañó a Clara hasta su casa.

En el camino, Flanagan le preguntó sobre la amenaza que le tenía Elías al conserje, ay que Clara había estado saliendo con él, pero Clara no sabía que clase de amenaza le tenía.

Llegaron a su casa y se toparon con el padre de Clara.

Después de estar hablando un rato, se escucharon unas motos y unos gritos llamando al Lejía. Por la vos, Flanagan reconoció que era el Puti. El Lejía tomó una barra de hierro y fue a ver que pasaba mientras que Clara y Flanagan se quedaron dentro de la casa.

Flanagan escuchó a alguien entrar mientras escuchaba la pelea de los heavies con el Lejía, se dio cuenta que alguien había entrado en la casa. Cuando fue a ver, se dio cuenta que era Elías, y, que al ver a Flanagan, lo tomó del pelo y lo amenazó con una navaja. También se dio cuenta que llevaba un paquete envuelto en papel de embalar.

Luego de que Elías se escapara, la policía ahuyentó a los demás heavies e inmediatamente llamaron a una ambulancia para tratar las heridas del Lejía.

Clara le dijo a Flanagan que se fuera, que dejara tranquilo a su padre, que el no entendía nada.

Luego de que llegara a su casa, Flanagan empezó a ponerse deprimido por haber estado tan amigo de Clara y luego perderla, escuchando la canción que bailaron.

Al día siguiente, empezó a ordenar y desechar algunas cosas que tenía en su despacho para remodelar la habitación.

Luego llamó a María para decirle lo que ha pasado y ella le comenta que Elías había desaparecido por dos noches y que sus padres estaban como locos porque habían incendiado unas motos en la plaza, que según investigaciones los propietarios eran el Puti, el Piter y el resto de la banda.

Flanagan fue a investigar a la comisaría y escuchó de unos policías que habían encontrado al Lejía, al Puti, al Piter y el resto hablando tranquilamente en un bar. El Lejía decía que no tenía problemas con ellos y el Puti decía que le daba lo mismo Elías, que no era de ellos.

Al volver a su casa, Flanagan recibe una llamada telefónica de Elías, que, por la música que se escuchaba, dedujo que estaba en la Tasca. Elías quería decirle algo, pero Flanagan le dijo toda su deducción: que tenía acorralado al conserje, que ya le daba lo mismo la amenaza, que para conseguir pruebas de la amenaza habían ido a buscar el sobre de papel de embalaje y que había engañado a todo su grupo por lo cual ahora lo estaban buscando para matarlo. Elías le pidió ayuda a Flanagan para poder escapar, para ello, le iba a pagar cinco mil pesetas, el plan era que Elías le daba el sobre ha Flanagan y él negociaba con el Lejía para que lo dejara en paz, después el se escaparía por 2 semanas. Se juntarían en un semáforo.

A la mañana siguiente, llovía mucho y Flanagan observó que había un auto muy elegante con el limpiaparabrisas funcionando (obviamente esperando a alguien) y un tipo leyendo el diario que parecía gitano.

Vio que se acercaba Elías en su moto. Inmediatamente notó que el auto elegante prendía el motor y se dio cuenta que era aquel auto de “los modernos”. Cuando Elías se iba a acercar a Flanagan, el auto de “los modernos” lo chocó y siguió de largo. Elías salió disparado de su moto. Toda la gente se acercó a mirarlo. Llamaron una ambulancia. Flanagan se hizo camino dándole codazos a la gente y noto que el tipo q estaba leyendo el diario estaba buscando el sobre, a lo cual Flanagan gritó que le estaban robando. Antes de caer inconsciente, Elías gritó riéndose “¡sardina frees-cué!”.

Personajes:

Tomás Longo, el Lejía: era el padre de Clara Longo, tenía un taller de autos.

Clara Longo: era la niña mas bonita de la escuela, quería mucho a su padre.

Ambientes:

Físicos: el colegio, la casa de Flanagan, la sala de la fiesta, la casa de Clara, la comisaría, las calles.

Sicológicos: nervios, amor, miedo, curiosidad, tristeza, rabia.

Fecha: 21 de Mayo

Páginas leídas: de la 100 a la 132

Evadiendo las preguntas de los policías, Flanagan subió en la ambulancia junto a Elías que iba en la camilla. Al llegar al hospital, Flanagan se quedó en la sala de espera impaciente por saber como estaba Elías. Llamó a la casa de los Gual y a su casa para avisar o ocurrido. Pasado un rato, llegó la familia Gual muy nerviosos y asustados. Flanagan salió al patio del hospital para conversar con María. María le dijo que anoche Elías la había llamado y le había pedido ayuda porque se había metido en un grave problema, al cual ella le dijo que confiara en Flanagan, que llevara una caja de cartón que estaba en su armario donde tiene las fotos que él revela y que se lo llevara a La Tasca. Al llegar ahí, ella le encargó la caja al camarero. Flanagan le preguntó a María sobre que pudo haber querido decir con “sardina frees-cué”, lo único que comentó María era que, para Elías, todos los pescados que preparaba su madre era sardina, sin importar si fuera merluza, bacalao, etc.

Deduciendo sobre que compromete al conserje con Elías, sacaron que era una foto que estaba en el sobre de papel de embalaje, así que el Lejía con el Puti se habían querido aliar para encontrar a Elías y hacerle pagar, pero para ello, el conserje les pidió que destruyeran la foto. Después de eso, Flanagan fue a la Tasca para buscar la foto.

Cuando llegó a la Tasca, estaba todo muy calmado, ya que a esa hora de la mañana no estaban los heavies. Flanagan le habló al camarero y le pagó sobre las cervezas y las aceitunas de la otra ves. Luego le preguntó si sabía lo que le había pasado a Elías, lo cual el camarero no sabía. Le dijo que lo habían atropellado y que estaba gravísimo. Le preguntó si tenía el sobre, el camarero le dijo que sí. Dudó un poco en dárselo a él hasta que se lo pasó. Flanagan abrió el sobre y vio una foto en que salía el conserje mirándole la boca a una sardina y la vendedora de pescado riéndose. A sus espaldas aparecieron el Puti, el Piter y otro sujeto mas que nunca había visto y le quitaron la foto preguntándole que quería decir esa foto. Flanagan no tenía idea e intentó escapar. El Piter intentó agarrar a Flanagan pero él logró esquivar. El camarero estaba agarrado del “Tercer Simio” y este le había puesto una navaja en el cuello para que no se moviera. Para provocar a los heavies, Flanagan les dijo toda su deducción: que eran muy amigos del Lejía, pero que al momento que Elías les dijo que robándole la foto sacarían mucho dinero, no dudaron en robarle. Cuando el Lejía les quemó las motos, se dieron cuenta que él era mas fuerte que ellos así que se aliaron con él y dejaron a Elías que es más débil, y apenas el Lejía se descuida vienen a buscar la foto para querer chantajear al conserje. Flanagan salió corriendo a la parte de atrás de la Tasca y llegó a un pasillo lleno de cajas a los lados que estaba entre unos edificios. Los tres heavies le seguían, entonces Flanagan gritó “sardina frees-cué” y el Piter le respondió “¿es que quieres quedarte con nosotros?”. Flanagan trepó entre las cajas e intentó subir hasta alguna ventana de uno de los departamentos mientras que el Puti le intentaba agarrar. Flanagan se empezó a agarrar de las tuberías, lo cual, al moverlas con fuerza, provocó que el Puti se cayera. Un señor, desde una ventana, ayudó a subir a Flanagan y le dijo que ya había llamado a la policía. Cuando Flanagan bajó, apareció el auto de “los modernos” y lo secuestraron.

Dentro del auto, vio a la bella mujer, al Moreno de la Nieve y el gitano.

Pasado un rato, llegaron a los talleres Longo, donde se encontraron con el Lejía. El Lejía le preguntaba dónde tenía la foto, y Flanagan le decía que no la tenía él, que se la había quitado el Puti.

El Lejía encerró a Flanagan en una habitación oscura y después le ordenó al Moreno de Nieve y al gitano que fueran buscar a los heavies. Le dijo a la mujer, Asunción, que se quedara.

En la conversación que tuvieron ellos dos, Flanagan confirmó que Elías tenía entre la espada y la pared al conserje con la foto, el Lejía había obligado a hacer algo ilegal y el dinero que sacó del banco era la liquidación de ese trabajo, pero no sabía cuál. La mujer decía que el conserje no trabajaría para ellos si no quemaban la foto. El Lejía agregó que si la policía encontraba la foto irían a por el conserje, no por ellos, lo cual confundía a Flanagan al no saber que había de malo en la foto. Luego intuyó que la foto no era la verdadera, ya que el sobre que se robó Elías estaba muy arrugado y el que le paso el camarero estaba como nuevo.

Personajes:

Asunción: una mujer muy bella que tenía un trabajo con el Lejía.

Moreno de Nieve: uno de los trabajadores del Lejía.

El Gitano: uno de los trabajadores del Lejía.

Ambientes:

Físicos: el hospital, la Tasca, el callejón, la casa de Clara.

Sicológicos: miedo, preocupación, curiosidad.

Fecha: 22 de Mayo

Páginas leídas: de la 132 a la 178

Después de que el Lejía y Asunción hablaran un rato, llegó el conserje. El conserje preguntaba si Flanagan había visto la foto, a lo cual le respondieron que la había visto pero que no la tenía. Sacaron a Flanagan de la habitación y el conserje seguía insistiendo sobre la foto, a lo cual Flanagan le dijo que la tenía el Puti cuando se lo llevó la policía. Esto hizo alterar a todos los secuestradores. La siguiente pregunta fue que como era la foto. Flanagan dijo que salía él, refiriéndose al conserje, con una sardina muy grande. El conserje le dio un gran golpe a Flanagan y se lamentaba gritando diciendo que esa era la foto. Flanagan no entendía que había de raro en la sardina. En ese momento Flanagan observó que la palabra sardina le provocaba ese miedo e histeria en el conserje. El conserje se lamentaba mientras el Lejía le decía que no se preocupara, que la policía no tenía la foto. Unos momentos después, llegaron el Moreno de Nieve y el gitano. Aclararon que el Puti si tenía una foto, pero que no era la verdadera, la que ellos habían conseguido era la misma que había visto Flanagan. Al ver la foto, todos se echaron a reír. El conserje se puso histérico de nuevo, diciendo que quería la foto o sino denunciaría a todos, a lo cual el Lejía le recordó que todos estaban arriba del mismo “caballo”. Entonces Flanagan dedujo todo. Estos tipos estaban traficando heroína, que era conocida como caballo. Entre los secuestradores surgió la duda de cómo se encontraba Elías, ya que el Moreno de Nieve informó que aun estaba en el hospital, así que obligaron a Flanagan a llamar a la casa de los Gual. Contestó María. Flanagan le preguntó sobre Elías, y María dijo que estaba bien, que estaban tan tranquilos que se habían vuelto a la casa. Cortaron. Entonces encerraron de nuevo a Flanagan y él escuchó los cuchicheos de los secuestradores. Irían al hospital Asunción y uno de los tres hombres disfrazados de doctores, entrarían a la sala donde estaba Elías y le obligarían a decir donde estaba la foto. Flanagan intentó salir de la habitación derribando la puerta, pero no podía romperla. Escuchaba como el auto de los secuestradores partía. Entonces, aun intentando salir de la habitación, Clara le abrió la puerta. El Lejía iba a abrir la puerta de la casa para buscar algo, pero Clara puso un palillo en la cerradura y lo rompió, haciendo que la cerradura se atascara. Antes de salir por una de las ventanas, Flanagan llamó a la ambulancia a cierto punto de la carretera para poder llegar al hospital mas rápido que los secuestradores.

Al llegar a la carretera, Clara le dijo a Flanagan que la noche anterior el Lejía tuvo una reunión con gente que ella no conocía, con el Puti y otros tipos, entre ellos, el conserje, y hablaban mucho sobre una foto. Ella, inocentemente, pensaba que su padre hacía “el trabajo” porque el conserje le obligaba, a lo que Flanagan aclaró que el conserje vendía la heroína que le proporcionaba el Lejía. Clara no quiso creerle. Empezaba a acercarse la ambulancia, por lo cual Flanagan se tiró al suelo. Las heridas que se había hecho en la persecución del Puti y los golpes que le había dado el conserje, la lluvia y el barro eran como para creerse que le habían dado una paliza. Llegaron los enfermeros y se llevaron a Flanagan, preguntándole a Clara que si le conocía. Ella respondió que no. Al llegar al hospital, Flanagan se paró de la camilla y corrió hacia donde estaba Elías. Muchos doctores le seguían por “delincuente”. En el camino se topó con Asunción y el Moreno de Nieve disfrazados de doctores. Los verdaderos doctores tomaron mas cuenta de los falsos doctores que de Flanagan, y aprovechó para ir a ver a Elías. Cuando llegó a su camilla, le preguntó donde tenía la foto, y Elías le preguntó que la tenía él, Flanagan. De pronto, Flanagan corrió a su casa. Al llegar, Pili le dijo que le había llegado un encargo del correo. Entonces dedujo que Elías le había mandado la foto por correo. Efectivamente, era la foto. Salía el conserje violando niños en el barrio de las prostitutas. Entonces Flanagan obtuvo la deducción final: Elías le había sacado esa foto al conserje y por eso podía manipularlo, entonces el Lejía le quitó la foto a Elías y la usó para que el conserje le vendiera la droga a los niños ya adictos, o a cambio de violarlos.

Luego llegó Clara a la casa de Flanagan, diciendo que se despedía ya que se iría a vivir donde su madre, ya que a su padre ya lo habían atrapado. Clara insistía en que su padre era inocente, que se lo ha dicho su padre. Defendía al conserje y a su padre, hasta que notó la foto en las manos de Flanagan. Se la quitó y en esa foto vio toda la verdad. Su corazón se destrozó. Clara salió corriendo a la calle y Flanagan le siguió. La logró detener y ella lloraba diciendo que era su padre, que siempre se había portado bien con ella. Entonces Flanagan le dijo que también lo sentía y mucho, porque la quería. Entonces sin nada mas que decir, Clara se fue.

Tres meses después, Flanagan se quedó con el cobertizo que ocupaba Elías. Ahora trabajaban junto a María. Elías se fue a trabajar para una agencia de prensa tomando fotos y a la ves estudia fotografía en el centro de Barcelona. Clara se ha ido del barrio, y Flanagan espera a que regrese.

Ambientes:

Físicos: la casa de Clara, las calles, el hospital, la casa de Flanagan.

Psicológicos: miedo, tristeza, nervios, rabia, sorpresa, amor.

Vocabulario:

Chivato: echarle la culpa a alguien de algo malo que había hecho.

Pasta: dinero.




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Enviado por:Pyro Blue
Idioma: castellano
País: Chile

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