Historia


Modelo agro-exportador argentino


El Modelo Agro exportador

Etapa agro exportadora (1852-1930)

Entre 1852-1914 se produjo un crecimiento económico y una modernización que coloco al país dentro de las principales economías mundiales, este crecimiento se relaciono con el aumento de las exportaciones agropecuarias. La demanda de cueros y lanas proporciono la ocupación de la zona del litoral pampeano, las estancias eran la unidad productiva dedicada a la actividad ganadera, los nuevos territorios incorporados luego de la conquista del desierto también fueron ocupados por estancias.

Cuando el mercado Europeo aumentó su demanda de alimentos y los adelantos tecnológicos permitieron transportar grandes volúmenes de granos y carnes refrigeradas menor costo, la región pampeana comenzó a especializarse para satisfacer la demanda, esto fue posible por que poseía la llanura pampeana.

Para los países europeos era fundamental asegurar la provisión de alimentos en cantidad y precio conveniente para alimentar la mano de obra ocupado en sus industrias, se ocuparon de crear las condiciones necesarias para que cumplieran esta función.

Muchos capitales llegaron ala región pampeana para dotarla de los medios de trasporte y de la infraestructura portuaria. Para despachar la producción agropecuaria. Así obtenía importantes ganancias como la construcción y administración de esta infraestructura. Algunos beneficios que el país obtenía por la venta de productos agropecuarios permitían pagar la importación de los bienes manufacturados que se consumían.

Este modelo se basó en un recuro natural: Las tierras fértiles de la llanura pampeana.

La nación se organizo social y políticamente en torno de las actividades agropecuarias: se construyeron caminos, ferrocarriles y puertos; Se propicio la inmigración de mano de obra y se crearon las condiciones jurídicas que aseguraron el ingreso de capitales y bienes del exterior.

Hacia 1914 el éxito del modelo era evidente todo el país funcionaba en torno a la economía pampeana. Las economías del interior decayeron por la competencia de las manufacturas importadas y de los alimentos pampeanos más baratos, solo los acuerdos políticos consiguieron algunas protecciones y fue posible seguir produciendo (Mendoza con respecto al vino).

A fines de la década del 20 el modelo agro exportador comenzó a mostrar sus limitaciones para asegurar la continuidad del desarrollo económico, ya no había nuevas tierras para ser incorporadas a la actividad agropecuaria y el mercado interno consumía una parte cada vez mayor de la producción lo que provocaba la disminución del saldo exportable. La década de 1929 tuvo efectos negativos irreversibles sobre el modelo económico, a partir de estas crisis las grandes potencias cerraron sus economías para tratar de recuperarse. Los precios de los productos primarios tan bien disminuyeron, mientras que las manufacturas aumentaron, esto deterioro los términos de intercambio del país que no pudo asegurar los niveles de importaciones.

El comercio se organizo entre países que mantenían vínculos esenciales(Inglaterra y sus ex colonias) y el resto quedo marginado.

Aparte de la llegada de capitales otros elementos para el proyecto fue la llegada de inmigrantes que vincula a Argentina con los países europeos y se produjeron impactos en el sector social, económico y cultural, la mayoría de ellos procedían de Europa, aparte de los impactos impulso un proceso de urbanización.

La Economía Mundial y La Demanda de Bienes Exportables

El contexto internacional fue decisivo en la estrategia de crecimiento agro exportador que constituyó la base del proyecto implementado en el siglo XIX en la Argentina. La Revolución Industrial, iniciada en Inglaterra en el siglo XVIII constituyó la expansión de la producción inglesa generando una nueva organización de la economía mundial.

Hacia el siglo XIX el desarrollo de la industrialización en Europa y en los Estados Unidos definió una nueva división internacional del trabajo. Los centros industrializados comenzaron a demandar nuevos productos de los países periféricos: materias primas que necesitaban como insumos para sus industrias y alimentos para su población.

La Argentina se insertó entre los países proveedores de materias primas y alimentos y receptores de capitales, manufacturas e inmigración. Nuestro país produjo y exportó, en ciclos sucesivos, lana, trigo, carne y cereales.

En Argentina los grupos sociales con mayor poder económico y político comenzaron a organizar la economía como complemento de la de los países industrializados, particularmente de la sociedad inglesa.

A partir de 1880 los grupos dirigentes impusieron su modelo de desarrollo

Económico basado en las exportaciones crecientes de cereales y carnes. Esto generó transformaciones en la sociedad argentina.

Los diversos cambios acaecidos en la estructura económica se reflejaron en el ritmo y composición del comercio exterior. Algunas de sus características más significativas fueron, en primer lugar, que el intercambio comercial aumento constantemente durante el periodo aunque con ritmo desigual, permaneció relativamente estancado hasta el 80 luego repunto y alcanzó la máxima aceleración a partir de 1886 - 1887. En segundo lugar corresponde indicar que salvo durante el primer quinquenio las importaciones crecieron con mucha mayor rapidez que las exportaciones. De tal manera que durante la década del 80 la balanza comercial arrojo permanentes saldos negativos. En cuanto a las exportaciones el hecho mas importante fue la irrupción de los cereales que de haber presentado tan solo un 2 % del total en el quinquenio 1875-1879 pasaron a constituir algo mas del 16% en 1890.

Los productos ganaderos preponderantes continuaron siendo las lanas, los cueros y el tasajo, aunque en los años 80 comenzaron ya las exportaciones de ganado en pie y se enviaron las primeras partidas de carne enfriada (especialmente ovino).

Por su parte las importaciones de bienes destinados al consumo sufren una gradual pero continua disminución (en términos relativos) hasta 1884 (pasan de un 85% del total en 1875 a un 34% en 1884), y a partir de allí se estabilizan. Esta caída se debió al gran incremento de bienes reproductivos importados como consecuencia de las inversiones en capital social básico que tuvieron lugar durante el período.

Por último, hay que recordar que la inversión masiva de capital británico consolidó definitivamente la posición del Reino Unido como primer país exportador, aunque Alemania, Estados Unidos e Italia también aumentaron su participación (esta última como consecuencia de la demanda de sus productos creada por los inmigrantes). Francia, en cambio, disminuyó el monto de inversión en nuestro país.

Gran Bretaña también incrementó en gran medida sus compras de productos argentinos, aunque Bélgica y Francia se mantuvieron como los principales compradores de nuestra producción rural.

Productos exportables:

1874 ___ trigo y harina

1890 ___ Aumento del precio internacional del trigo, éste desplaza al maíz

1895 ___ exportación de vacunos en pie a Inglaterra y se realizaron mejorías en el sector agropecuario.

ESTRUCTURA DE LAS EXPORTACIONES ARGENTINAS

1893-94

1900-04

1910-14

Animales en pie

5,8

2,3

2.0

Carne:

Vacuna enfriada

0

0

0,6

Vacuna congelada

0,1

3,9

7,6

Ovina congelada

2.0

2,7

1,3

Tasajo

4,5

1,1

0,3

Lana

27,7

22

12,9

Trigo

25,9

20,7

19,4

Maíz

1,3

14,4

17,9

Lino

3,3

9,5

10,2

Quebracho

0.8

1,8

2,4

Fuente: C. DÍAZ ALEJANDRO. La Formación de la Argentina Moderna. Buenos Aires, Piados, 1973.

El ajuste de la oferta de los factores de producción: tierra, capital y trabajo

En la segunda mitad del siglo XIX comenzó a formarse en nuestro país una economía capitalista.

La producción de bienes y servicios en una economía capitalista se organiza a través de tres elementos básicos llamados “factores”: el trabajo, la tierra y el capital. Se habla de “mercados de factores” porque esos factores se comercian: se paga cierto dinero por la tierra, el trabajo se remunera a través del salario, y el capital reabre una retribución que es la ganancia. Estas comenzaron a formarse en la segunda mitad del siglo XIX.

En primer lugar, gran parte de la tierra que estaba en manos del Estado paso al sector privado, de esta manera, la organización de la producción quedo en manos de una clase de terratenientes.

En segundo lugar, en el otro extremo de la escala social, a causa del crecimiento de la demanda de mano de obra, se organizo un mercado de trabajo: hombres y mujeres comenzaron a “vender” su trabajo a cambio de un determinado salario.

Finalmente también intervino el capital extranjero para financiar ciertos aspectos de esta economía de exportación.

El Modelo Agro exportador, la estructura productiva y las políticas públicas

Para responder a la nueva situación internacional, la estabilidad política era un requisito indispensable. La consolidación del Estado nacional constituyó en marco propicio para llevar adelante el proyecto. Bajo los grupos hegemónicos de los grupos de terratenientes y comerciantes bonaerenses, en combinación con grupos dominantes de las provincias tradicionales, el país se incorporó al mercado mundial y al esquema de división internacional del trabajo como proveedor de materias primas y alimentos y como consumidor de manufacturas. Al mismo tiempo, se consolidó la conformación de un mercado interno con centro en Buenos Aires y en las ciudades pampeanas, que actuó como dinamizador de la producción de distintas áreas del territorio.

En el último cuarto del siglo XIX se inició un proceso de ocupación efectiva del territorio, incorporando nuevas tierras a la producción.

Dos elementos fueron esenciales para que el proyecto político económico fuese viable ellos son: la llegada de capitales extranjeros y la de inmigrantes. Los capitales tuvieron un rol fundamental en la valorización de los recursos productivos y, especialmente, en la circulación de la producción. La mayor parte de los capitales extranjeros procedían de Gran Bretaña y se radicaron principalmente en la región Pampeana. Si bien no tuvieron una participación directa en la producción agropecuaria, su papel fue decisivo en el tendido de la red ferroviaria, en la industria (frigoríficos y molinos) y en los puertos.

El Estado argentino tomó ciertas medidas para favorecer la llegada de capitales e inmigrantes para así llevar a cabo este modelo y poder insertarse en el mercado mundial como proveedor de materas primas.

La política oficial favorecía el desarrollo agrícola, especialmente a través de la expansión de la frontera y de la construcción ferroviaria, aunque también otra serie de modelos gubernamentales tendían al mismo fin: la ley de Aduanas de 1876, que protegió la producción de trigo y la elaboración de harinas; La políticas cambiarla 0del

Gobierno, en especial bajo la presencia de Juárez, que al desvalorizarse el peso subsidio considerablemente al sector exportador, y la política crediticia del Banco Hipotecario que mediante la emisión de cedulas allego fondos al productor rural. Con estas dos últimas medidas el gobierno estimuló de modo significativo las inversiones en agricultura y ganadería, lo que en el primer redundo en un aumento considerable del porque de maquinaria agrícola.

Los Ciclos económicos:

Ciclo de expansión horizontal de la agricultura (1880 - 1914)

Alrededor del 1880 el capital extranjero intervino con más fuerza para financiar ciertos aspectos de la economía de exportación.

Uno de los más importantes indicadores del crecimiento de esta economía argentina del momento está dado por el volumen y el valor de las exportaciones.

Entre 1880 y 1914 (duración de este ciclo) el valor de las exportaciones se multiplico diez veces: de 50 millones a 500 millones de pesos oro, siendo el Reino unido el principal comprador de las mismas.

El crecimiento de las exportaciones favoreció el hecho de que se extienda el tendido férreo, que crezca la población y aumenten las importaciones. Éste crecimiento se debe a que la demanda de alimentos supero a la de textiles. Así nuestro país aprovecho la oportunidad y puso en marcha el desarrollo de los rubros cereal y carne. El trigo fue el máximo exponente de exportación a partir de que en 1870 se produjeron excedentes del mismo; su radio de expansión geográfica fue más amplio que la lana, abarcó a Buenos Aires, sur de Santa Fe y Córdoba y nordeste de La Pampa. En esa zona no solo se generaba la producción exportable sino que también se invirtió el grueso de capitales (nacionales y extranjeros) lo que trajo aparejado un acelerado crecimiento urbano.

En este ciclo, la Argentina, pasó a ser uno de los mayores abastecedores de maíz del mundo, el principal exportador de lino, de carnes enfriadas, en conserva y congeladas y de avena. La elevada tasa de exportación de trigo y la harina del mismo hicieron llamarse a la Argentina “ el Granero del mundo”.

Desde 1880 aparecieron en el país las innovaciones tecnológicas para conservar la carne y también trasladarla, fueron los modernos buques con cámaras de frío; se aplicaron en las estancias técnicas de mestizaje para mejorar las razas y se optimizaron las pasturas, así se combino el agro y la pecuaria, o lo que es igual se conjugó la cría bobina y los cereales.

El ferrocarril, estos “caminos de Hierro” financiados casi todos por empresas británicas ayudaron a la integración de todo el territorio productor y más tarde se homogeneizo a casi todas las provincias, creando así también un importante intercambio cultural en la población.

A pesar del aumento del volumen comercial el déficit de la balanza comercial Argentina no se corrigió.

Indicadores de crecimiento económico de la Argentina hasta 1914

1865-69

1910-14

Longitud de las vías férreas (Km)

503

31,104

Población (miles de habitantes)

1.709

7.271

Exportaciones de mercaderías (miles de pesos oro)

29,6

431,1

Importaciones de mercaderías (miles de pesos oro)

38,0

410,0

Fuente: C. Díaz ALEJANDRO. Ensayos sobre la historia económica argentina. Buenos Aires, Amorrortu, 1970.

Extensión de la red ferroviaria

Años

Extensión (Km)

1857

10

1860

39

1870

732

1880

2.313

1890

9.254

1900

16.767

1910

27.713

1913

33.478

Fuente: R. CORTÉS CONDE y E. GALLO. La formación de la Argentina moderna. Buenos Aires, Piados, 1973.

Ciclo de desaceleración o demora (1914-1930)

En 1914 las dificultades que generaba la agricultura extensiva llega al limite de la expansión horizontal, a esto se le suma la eclosión de la Primera Guerra Mundial, que apareja competencias y dificultades para disponer de bodegas en el embarque de granos.

La guerra además de deteriorar el volumen y el valor de las importaciones acentuó un incipiente proceso de sustitución por industrialización nacional.

El Estado implementó también, medidas de emergencia, como una feria bancaria y cambiaria, moratoria por 30 días, suspensión de la ley de conversión y la prohibición de importar oro.

Hasta 1921 descendió el área sembrada por la dificultad para comercializar los cereales. Se inicia la desaceleración del crecimiento en la economía argentina que se prolonga hasta la superación de los ribetes más agudos de la crisis estructural y orgánica de 1930.

Hacia 1918 la “cuestión social” es irreversible, ya como fenómeno que afecta a la ciudad y al campo.

Los chacareros se asocian al movimiento anarquista para presionar al Estado y así obtener la Ley de Arrendamientos Rurales, que rige las pautas de contrato para superficies arrendadas que no excedan las 300 ha.

La Primera Guerra Mundial trae aparejada la crisis ganadera de posguerra y desde el Estado se intenta retomar el camino de preguerra con resultados oscilantes, introduciendo las menores reformas posibles al sistema vigente.

El congelado de la carne vuelve a dar paso al enfriado. Los sectores vinculados al congelado no pueden colocar el stock ganadero acumulado y los precios caen precipitadamente. La Sociedad Rural Argentina reclama protección al Estado nacional, pero el presidente Yrigoyen no adopta resoluciones sobre el asunto, en cambio Alvear toma una acción decisiva frente al problema y responde a las demandas de la Sociedad Rural Argentina.

Desde la Sociedad Rural se levanta hacia 1927 el lema “comprar a quien nos compra”, en directa alusión a su rechazo hacia los nexos comerciales con Estados Unidos, los ganaderos argentinos refuerzan así su estrecha e histórica conexión con el mercado y los inversores ingleses.

Durante los años siguientes debido a los conflictos entre el Estado y las distintas producciones regionales; el Estado toma el perfil de un Estado intervensionista que avanza y se consolida.

La Actividad Industrial a fines del siglo XIX

El sistema económico liberal mundial, enfrentó entre 1873 y 1876 una grave crisis que puso en duda su eficacia, en el caso de Argentina, por la excesiva dependencia a los mercados extranjeros.

En 1873 Francia terminó de pagar la indemnización que anualmente entregaba a Alemania como consecuencia de la Guerra Franco - Prusiana. Esto originó la disminución del capital que Alemania destinaba a la compra de productos. El comercio internacional sufrió una restricción de la demanda que afectó a los países industrializados y repercutió en Argentina por su dependencia por las exportaciones y por su calidad deudora a las grandes potencias. Entonces las grandes potencias disminuyeron sus importaciones, lo cual produjo una baja generalizada de precios que afectó a las lanas y cueros.

A consecuencia de esta crisis, en Argentina renacieron los proyectos proteccionistas con una forma de diversificar la producción y liberar a la economía de la dependencia externa que la hacia vulnerable en momentos de crisis internacional.

La oportunidad se dio en 1875, al presentar el presidente Avellaneda el proyecto que dio origen a la Ley de Aduanas; la ley proponía un aumento de los derechos de importación y una disminución de los de exportación. Apuntaba a reducir la importación y a tornar favorable la balanza comercial para poder superar la crisis.

El sector proteccionista vio la oportunidad para implementar un sistema de producción industrial. El proyecto fue modificado elevando los derechos de importación al 20% para la generalidad de los productos y al 40% para los que se producían en el país. La Ley de Aduanas fue aprobada según el proyecto de Diputados.

Como consecuencia disminuyeron las importaciones y la balanza comercial registró en 1866 un saldo comercial favorable; la actividad industrial tuvo un sensible aumento.

Las industrias se vieron influenciada por la economía agropecuaria por esto se desarrollaron:

  • Industrias que procesaban materias primas para la exportación, como molinos harineros

  • Frigoríficos

  • Industrias productoras de bienes insumidos por el sector agropecuario o de transporte como talleres de reparación de material ferroviario y maquinarias agrícolas

  • Industrias de bienes perecederos como alimentos y vestidos.

La Ley de Aduana favoreció a las industrias nacionales, sin embargo, con la llegada del ferrocarril al interior, decayeron las tejedurías tradicionales que no pudieron competir con el bajo costo de los textiles europeos.

El Impacto de la Primera Guerra Mundial y el incipiente desarrollo Industrial

La relación económica que existía entre Argentina y Gran Bretaña se remontaba a los tiempos de la colonia y consistía en un intercambio, en el cual Argentina exportaba materia prima como lo hacían los demás países periféricos hacia Gran Bretaña y luego importaba las manufacturas producidas por este. La Primera Guerra Mundial puso en evidencia los límites y vulnerabilidades de este modelo.

El presidente argentino de ese entonces, Victorino De La Plaza, declaró la neutralidad del país ante el conflicto bélico; medida que continuaría Irigoyen durante su presidencia.

La Guerra traerá a Argentina la falta de muchos productos importados y una drástica baja en los ingresos aduaneros, con graves consecuencias fiscales. Entonces, el presidente, Victorino De La Plaza, ordena el cierre de la caja de conversión, evitando así la evasión del oro, y crea la Dirección de Industrias para promover la fabricación de las mercaderías que ya no vendrán de Europa.

Sin embargo, la apenas insinuante industrialización por sustitución de importaciones que promueve la Primera Guerra Mundial en nuestro país no alcanza a modificar nuestro perfil agroindustrial.

La guerra obligó a Gran Bretaña a priorizar sus necesidades domésticas por sobre sus compromisos externos. Indirectamente, esto benefició a Estados Unidos al permitirle posicionarse como el principal proveedor de manufacturas y capital para la Argentina. Entonces nuestro país necesitó cada vez más de los Estados Unidos para la colocación de sus exportaciones y para la provisión de manufacturas y capitales.




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Enviado por:Euges
Idioma: castellano
País: Argentina

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