Astronomía y Astrología


Los alimentos de los astronautas


Los alimentos de los astronautas
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

SIMÓN RODRIGUEZ

“U.N.E.S.R”

NÚCLEO SAN CARLOS

GESTIÓN DE TECNOLOGÍA

(ALIMENTOS DE LOS ASTRONAUTAS, Y CULTIVOS TRANGENITOS Y HIDROPONICOS)

SAN CARLOS MARZO AÑO 2001.

INTRODUCCIÓN

Para nadie es un secreto el alto índice de mortandad causada por la mala nutrición e inanición que afecta a muchos países del mundo. Para el hombre la alimentación es una de las necesidades más importantes que le permite el sustento de su vida y día a día lucha por mejorarla valiéndose de muchos recursos. Los huertos familiares han cubierto en gran forma la necesidad del hombre de obtener productos sanos y confiables para su nutrición diaria, pero también ha pensado en soluciones más adecuadas y eficientes que implican el manejo de tecnología y la industrialización de los alimentos. Sin ir más lejos, el hombre ha pensado en la alimentación para los astronautas y los alimentos obtenidos por manipulación genética (cultivos trangénicos).

Cada uno de los aspectos antes mencionados, comenzando por los cultivos, han sido desarrollados en el contenido de este trabajo, el cual se fue hilando dando pequeñas definiciones introducctorias a cada tópico tratado. La redacción en un lenguaje sencillo y de fácil accesibilidad, el uso de varios recursos bibliográficos y el apoyo en Internet constituyen el asidero de la investigación, cuya estructura no está hecha en capítulos por ser poco los puntos tratados, pero a pesar de ello, esto no fue limitante para desarrollar a plenitud cada uno de los aspectos de particular relevancia.

La tecnología de los alimentos apoyada en la aplicación de las ciencias físicas, químicas y biológicas ha avanzado de tal modo que no sólo se ha detenido en el procesado y conservación de los alimentos para hombres y animales en la tierra sino que también ha abarcado el espacio al desarrollar, cada vez, nuevos y mejores productos alimentarios para los hombres que gravitan en el espacio (los astronautas).

DESARROLLO

LOS CULTIVOS

Resulta casi imposible hablar de cultivos sin antes mencionar el término agricultura. Este, en su definición más sencilla se conceptúa como “labranza o cultivo de la tierra”, cuya actividad el hombre ha desarrollado desde tiempos remotos como vía expedita a su subsistencia, inclusive, se dice que ésta se desarrolló a partir de diversos focos en el Nuevo y en el Viejo Mundo, unos doce mil años a. J. C.

Con el transcurrir del tiempo esta actividad ha experimentado modificaciones en los métodos de cultivo, técnicas empleadas, etc... y se ha relacionado con otras ciencias, como: la Botánica Agrícola, la Edafología, la Climatología Agrícola, la Química Agrícola, la Filotecnia, la Zootecnia, la Taxonomía, etc... La tecnología también ha abarcado el área de la agricultura de tal modo que hoy puede hablarse de cultivos hidropónicos (cultivos sin tierras) y alimentos obtenidos por manipulación genética

Cultivos Transgénicos:

Los Cultivos Transgénicos o alimentos recombinantes son aquellos productos de las transformaciones en las cuales es necesario introducir genes foráneos en la planta o en el animal comestible y que utiliza como herramienta un vector de transformación, llamado en ingeniería genética “parásitos genéticos”.

Sobre los alimentos obtenidos por manipulación genética se dice que distan de ser seguros, y en tal sentido diferentes sectores de la sociedad se han pronunciado en torno a este tema, y sobre él han levantado interrogantes tales como: ¿qué genes se activan o desactivan a lo largo del ciclo vital de una determinada variedad de planta?, ¿cómo y por qué lo hacen?, ¿cómo influye el nuevo gen introducido en el funcionamiento del resto del genoma de la plante?, ¿cómo altera el entorno el encendido o el apagado de los genes de la planta cultivada?. Preguntas que hasta ahora no tiene respuesta.

Para entender un poco sobre los alimentos obtenidos por manipulación genética, conviene mencionar que éstos están clasificados en tres grupos, los cuales son:

  • Los organismos que se pueden utilizar como alimentos y que han sido sometidos a ingeniería genética , por ejemplo: plantas manipuladas genéticamente que se cosechan.

  • Alimentos que contienen un ingrediente a aditivo derivado de un organismo sometido a ingeniería genética.

  • Alimentos que se han producido utilizando un producto auxiliar para el procesamiento, por ejemplo: las enzimas, creado por medio de la ingeniería genética.

De este tipo de alimentos se sabe que son, a menudo, inductores de tumores y otras enfermedades como sarcoma (tumor maligno constituido del tejido conjuntivo embrionario) leucemias (enfermedad de la sangre caracterizada por la proliferación neoplástica de glóbulos blancos en la médula ósea y en los ganglios linfáticos). Aunque normalmente estos vectores se mutilan en el laboratorio para eliminar sus propiedades patógenas, se ha descrito la habilidad de estos vectores mutilados para reactivarse, pudiendo generar nuevos patógenos. Además, estos vectores llevan genes marcadores que confieren resistencias a antibióticos como la kanamicina (gen presente en el tomate transgénico de Calgene) o la ampicilina (gen presente en el maíz transgénico de Novartis), resistencias que se pueden incorporar a las poblaciones bacterianas (de nuestros intestinos, del agua o del suelo). La aparición de más cepas bacterianas patógenas resistentes a antibióticos constituye un peligro para la salud pública sobre el cual la OMS no deja de alertar en los últimos años.

Existen muchas razones para afirmar que estos alimentos no son lo suficientemente seguros para la humanidad, y como si fuera poco la comercialización de los alimentos transgénicos viene a agravar la situación.

En la medida que la economía de los pueblos avanza el acto irresponsable de las multinacionales agroquímicas crecen estimando que para el 2010 haya componentes transgénicos en un 60 a 70% de los productos comercializados.

Pero no sólo en el aspecto comercial afectaría a la sociedad sino también en los aspectos ambientales y sanitarios, puesto que la extensión de este tipo de cultivos pone en peligro la biodiversidad del planeta, potencia la erosión y la contaminación genética y potencia el uso de herbicidas (un importante foco de contaminación de las aguas y de los suelos de cultivo).

Sería lamentable volver a vivir lo que sucedió con el biocida DDT, que luego de ser promocionado en el mercado como un producto de muchas bondades, éste causó graves daños ambientales y sanitarios, originando su prohibición. La Agencia de Medio Ambiente de EE.UU. (US EPA) considera que el herbicida Roundup es el responsable de poner al borde de la extinción una gran variedad de especies vegetales de EE.UU.; inclusive se considera que es uno de los herbicidas más tóxicos para microorganismos del suelo como hongos, actinomicetos y levaduras. El escape de los genes transferidos hacia poblaciones de plantas silvestres relacionadas con los cultivos, mediante el flujo de polen, es otro peligro eminente que preocupa a los movimientos ecologistas del mundo. Otra situación que alerta a los consumidores es el que se crece cada día más ante la mirada de éstos, sin que puedan hacer nada para evitarlo, sólo llevar a sus hogares alimentos transgénicos, ya que el mercado no le ofrece la oportunidad de elegir entre los alimentos transgénicos y los naturales, pues las compañías que los comercializan se niegan a etiquetar el producto para diferenciarlos, trayendo como consecuencia la mezcla de ambos productos que al final llegan a nuestras cocinas y nuestros estómagos, muchas veces sin saberlo.

LOS CULTIVOS HIDROPÓNICOS

Los Cultivos Hidropónicos son aquellos que se producen sin tierra incluyendo el cultivo de plantas en recipientes llenos de agua y cualquier otro medio distinto a la tierra Este tipo de cultivo es mejor conocido como cultivo sin suelo.

CULTIVOS HIDROPÓNICOS

LOS CULTIVOS HIDROPÓNICOS DE HORTALIZAS EXTRATEMPRANAS

Antonio L. Alarcón Vera

CONCEPTO DE HIDROPONÍA

Etimológicamente el concepto hidroponía deriva del griego y significa literalmente trabajo o cultivo (ponos) en agua (hydros). El concepto hidropónico se utiliza actualmente a tres niveles distintos dependiendo del interlocutor, cada uno de los cuales engloba al anterior:

  • Cultivo hidropónico puro, sería aquel en el que, mediante un sistema adecuado de sujeción, la planta, desarrolla sus raíces en medio líquido (agua con nutrientes disueltos) sin ningún tipo de sustrato sólido.

  • Cultivo hidropónico según la tendencia mayoritaria, es utilizado para referirnos al cultivo en agua (acuicultura) o en sustratos sólidos más o menos inertes y porosos a través de los cuales se hace circular la disolución nutritiva.

  • Cultivo hidropónico en su concepción más amplia, engloba a todo sistema de cultivo en el que las plantas completan su ciclo vegetativo sin la necesidad de emplear el suelo, suministrando la nutrición hídrica y la totalidad o parte de la nutrición mineral mediante una solución en la que van disueltos los diferentes nutrientes esenciales para su desarrollo. El concepto es equivalente al de “cultivos sin suelo”, y supone el conjunto de cultivo en sustrato más el cultivo en agua.

El término cultivo semihidropónico suele utilizarse cuando se emplean sustratos no inertes (turba, fibra de coco, corteza de pino, otros sustratos orgánicos, mezclas con fertilizantes de liberación controlada, etc.) que suministran una importante parte de los nutrientes a la planta.

SISTEMAS DE CULTIVO HIDROPÓNICO

Los sistemas de cultivo hidropónico se dividen en dos grandes grupos. Cerrados, que son aquéllos en los que la solución nutritiva se recircula aportando de forma más o menos continua los nutrientes que la planta va consumiendo y abiertos o a solución perdida, en los que los drenajes provenientes de la plantación son desechados. Dentro de estos dos grupos hay tantos sistemas como diseños de las variables de cultivo empleadas: sistema de riego (goteo, subirrigación, circulación de la solución nutriente, tuberías de exudación, contenedores estancos de solución nutritiva, etc.); sustrato empleado (agua, materiales inertes, mezclas con materiales orgánicos, etc.); tipo de aplicación fertilizante (disuelto en la solución nutritiva, empleo de fertilizantes de liberación lenta aplicados al sustrato, sustratos enriquecidos, etc.); disposición del cultivo (superficial, sacos verticales o inclinados, en bandejas situadas en diferentes planos, etc.); recipientes del sustrato (contenedores individuales o múltiples, sacos plásticos preparados, etc.). A nivel mundial los sistemas cerrados son los más extendidos, mientras que en nuestro país la práctica totalidad de las explotaciones comerciales son sistemas abiertos y que adoptan el riego por goteo (generalmente con una piqueta por planta), sin recirculación de la solución nutritiva dadas las condiciones generales de calidad de agua de riego y la exigencia de nivel técnico que tienen los sistemas cerrados.

JUSTIFICACIÓN DE LA IMPLANTACIÓN DEL CULTIVO HIDROPÓNICO DE HORTALIZAS EXTRATEMPRANAS

El deterioro progresivo del suelo de los invernaderos y de las zonas de producción hortícola en general, debido a un agotamiento, una contaminación fúngica y una salinización cada vez más extendidos, obliga a los agricultores a optar por el cultivo hidropónico como solución a dichos problemas. Por otra parte, actualmente resulta imprescindible la implantación de técnicas que nos lleven a una economización de los cada vez más escasos recursos hídricos, la técnica de cultivo hidropónico, dada su elevada tecnificación, permite consumir únicamente el agua necesaria, minimizando todo tipo de pérdidas y aportando solamente la cantidad del preciado elemento que las plantas estrictamente necesitan, ello unido a la mayor productividad y calidad logradas mediante el uso de esta técnica al tener perfectamente controladas las variables de cultivo, permite la obtención de una mayor cantidad de producto con el mínimo consumo de agua y fertilizantes. Hay que reseñar que comercialmente la totalidad de los sistemas de cultivo hidropónico en regiones templadas son protegidos para posibilitar un control de temperaturas, reducir las pérdidas de agua por evaporación, minimizar los ataques de plagas y proteger a los cultivos contra las inclemencias del tiempo como la lluvia, el granizo o el viento. La elevada tecnificación que exige la implantación de técnicas hidropónicas implica una inversión económica bastante considerable, para que exista rentabilidad, los cultivos deben mantener una producción, calidad y precio de mercado elevados. Frecuentemente la demostrada mejora de productividad y calidad de las cosechas bajo cultivo hidropónico frente al tradicional cultivo en suelo, no justifican la costosas instalaciones necesarias para esta técnica a no ser que los precios de mercado sean altos, esto ocurre con la producción de hortalizas extratempranas. El litoral del sureste español (Murcia y Almería, sobre todo), presenta las mejores condiciones climáticas (temperaturas y radiación solar) de toda Europa para un desarrollo óptimo de las hortalizas, en épocas que en el resto de Europa precisan costosas instalaciones de invernaderos con control climático, en esta zona las plantas vegetan correctamente incluso al aire libre, por tanto la proliferación de invernaderos en este área (más de 30.000 Ha) va encaminada a la producción de hortalizas tempranas, si a esto unimos unas instalaciones algo más sofisticadas para el adecuado control de cultivos sin suelo, podemos tener hortalizas extratempranas, con muy buena productividad y calidad (si se realiza un correcto manejo del cultivo), mejor aprovechamiento de los recursos (agua y fertilizantes) y buen precio que hacen perfectamente rentable la instalación.

LOS CULTIVOS HORTÍCOLAS MÁS EXTENDIDOS EN CULTIVO HIDROPÓNICO

Cualquier tipo de hortaliza es susceptible de ser cultivada en hidroponía en mayor o menor medida. De este modo, las condiciones agroclimáticas disponibles (calidad del agua de riego, microclima, época de cultivo, etc.) junto a los canales de comercialización hortícolas existentes en la zona, son los que determinan los cultivos a implantar. Podemos citar por orden de aceptación entre los cultivadores de hidroponía las hortalizas siguientes: tomate, pepino holandés, melón tipo Galia, pimiento, judía de enrame, berenjena, sandía, calabacín, melón tipo español, etc. Cada uno de estos cultivos tiene unos cuidados culturales y unas exigencias medioambientales y nutricionales específicas, aunque existen formulaciones de soluciones nutritivas con las que la mayoría de los cultivos vegetan adecuadamente, el fin que se persigue (obtención de un rendimiento lo más cercano posible al potencial del cultivo), hace que para cada plantación y según las características agroclimáticas de la misma se efectúe una nutrición hídrica y mineral a medida, como después veremos.

SUSTRATOS

Un sustrato es el medio material donde se desarrolla el sistema radicular del cultivo. En sistemas hidropónicos, presenta un volumen físico limitado, debe encontrarse aislado del suelo y tiene como funciones mantener la adecuada relación de aire y solución nutritiva para proporcionar a la raíz el oxígeno y los nutrientes necesarios, y en el caso de sustratos sólidos ejercer de anclaje de la planta. No existe el sustrato ideal, cada uno presenta una serie de ventajas e inconvenientes y su elección dependerá de las características del cultivo a implantar y las variables ambientales y de la instalación.

La mayoría de los sustratos empleados son de origen natural. Los podemos dividir en orgánicos (turbas, serrín, corteza de pino, fibra de coco, cáscara de arroz, compost, etc.) e inorgánicos. Dentro de estos últimos distinguimos los que se usan sin ningún proceso previo aparte de la necesaria homogeneización granulométrica (gravas, arenas, puzolana, picón, etc.) y los que sufren algún tipo de tratamiento previo, generalmente a elevada temperatura, que modifica totalmente la estructura de la materia prima (lana de roca, perlita, vermiculita, arlita, arcilla expandida, etc.). Dentro de los materiales sintéticos podemos nombrar las espumas de poliuretano y el poliestireno expandido, aunque su uso está poco difundido.

Los sustratos inertes deben presentar una elevada capacidad de retención de agua fácilmente disponible (20-30% en volumen), un tamaño de partículas que posibilite una relación aire/agua adecuada, baja densidad aparente (alta porosidad, >85%), estructura y composición estables y homogéneas, capacidad de intercambio catiónico nula o muy baja, ausencia total de elementos tóxicos, hongos o esporas, bacterias y virus fitopatógenos.

Una posibilidad en cuanto a los sustratos es la utilización de materiales de desecho de actividades e industria de la zona, como pueden ser ladrillo molido, plástico molido, residuos de la industria maderera, estériles de carbón, escorias y cenizas, residuos sólidos urbanos, lodos de depuradoras, etc., adecuándolos en cuanto a granulometría y esterilizándolos.

Dentro de las explotaciones hortícolas de nuestro país, son la arena, la perlita y la lana de roca los sustratos más extendidos. La arena, muy utilizada en la provincia de Murcia, supone cerca de la mitad de las plantaciones de hortalizas en hidroponía, por su precio y porque el agricultor lo ve como un cambio menos drástico con respecto al suelo donde ha cultivado toda su vida. La lana de roca en la actualidad se emplea casi exclusivamente en Almería, por su baja inercia térmica no se adapta bien a otras zonas y necesita condiciones de cultivo (nutrición mineral e hídrica y climáticas) muy precisas para la obtención de buenos rendimientos. La perlita tiene un uso más generalizado que la lana de roca y ofrece buenos rendimientos siempre que tenga una granulometría adecuada.

EL AGUA DE RIEGO EN CULTIVO HIDROPÓNICO

La calidad del agua de riego es uno de los factores que más nos puede condicionar un cultivo hidropónico. El sistema de riego más extendido, riego por goteo, permite la utilización de aguas de mala calidad que serían inutilizables bajo otros sistemas de riego como aspersión o inundación. Ahora bien, la frecuente presencia de elementos tóxicos para las plantas como sodio, cloruros o boro en cantidades demasiado altas nos condicionan el tipo de cultivo y el manejo del mismo en cuanto a nutrición, riego y volumen de drenaje. Cada cultivo tiene una tolerancia específica a los elementos tóxicos antes citados y a la cantidad total de sales (cuantificada por la medida de la conductividad eléctrica), que puede mantener en su entorno radicular sin merma importante de rendimientos. Estos niveles no deben sobrepasarse y esto se consigue mediante el adecuado control del volumen drenado. Con agua de buena calidad los porcentajes de drenaje serán menores (mejor aprovechamiento de los recursos hídricos) mientras que aguas salinas sólo nos permitirán cultivar especies más o menos tolerantes a la salinidad (tomate, melón) y nunca especies sensibles a la misma (judía, fresa) y además habrá que dejar un mayor volumen de drenaje para evitar excesivos aumentos de C.E. en el sustrato y acumulaciones de elementos fitotóxicos.

Esta es una de las razones por las que no se emplean los sistemas cerrados en nuestro país, la pobre calidad de las aguas haría que rápidamente se acumularan elementos indeseables en la solución recirculante con lo que habría que desecharla. Para este tipo de sistemas es necesaria una calidad de agua muy alta, con una concentración de sodio y cloruros tal que el cultivo pueda asimilarlos sin presentar síntomas de toxicidad.

NUTRICIÓN HÍDRICA EN CULTIVO HIDROPÓNICO

La frecuencia y volumen de riegos debe adaptarse a los sistemas de cultivo y de riego disponibles, al tipo de sustrato usado (volumen y características físico-químicas), al cultivo (especie y estado fenológico) y a las condiciones climáticas existentes en cada momento.

Es obvio que las necesidades hídricas varían notablemente a lo largo del día y de un día para otro. En un cultivo tan tecnificado como el hidropónico no podemos permitir que las plantas sufran estrés hídrico que afecte su rendimiento final o despilfarros de solución nutritiva (agua y fertilizantes). Es necesario que las plantas reciban toda y nada más que el agua necesaria y en el momento que la precisan. La programación horaria de los riegos no es actualmente un método válido, por muy ajustados que éstos sean, un día nublado puede implicar exceso de aporte respecto a la cantidad de agua necesaria y un día excepcionalmente caluroso se traduciría en déficit hídrico temporal para la plantación. Actualmente existen en el mercado numerosos métodos capaces de solucionar este problema, son los denominados métodos de riego por demanda, sensores de radiación (solarímetros) que disparan el riego al alcanzar cierto valor de radiación acumulada, unidades evaporimétricas y tensiómetros que actúan de un modo similar, etc. El sistema más extendido y que ofrece excelentes resultados es la instalación de una bandeja de riego por demanda. Este dispositivo consta de una bandeja soporte sobre la que se sitúa el sustrato (generalmente dos unidades) con sus plantas correspondientes, el agua de drenaje se acumula en la parte más baja de la bandeja (que lleva un orificio para desalojar parte del excedente drenado) donde se sitúan uno o varios electrodos que accionan el riego cuando los procesos evaporativos y de succión directa de las raíces así lo indican. Este sistema permite la obtención del drenaje prefijado de forma uniforme lo que evita despilfarros de agua y fertilizantes o estrés salino temporal si el drenaje estimado es el idóneo, ya que el aporte hídrico se corresponderá con la evapotranspiración que en cada momento sufra la planta.

En cualquier caso interesan riegos numerosos y cortos. Si observamos el transcurso de un riego en cultivo hidropónico, al tratarse de sustratos con volumen limitado por planta y mantener siempre un estado hídrico óptimo, a los pocos segundos de comenzar a caer la solución por la piqueta de goteo, se inicia el drenaje del sustrato que lava la acumulación de sales que pueda haber tenido lugar. Llega un momento a los 1-2 minutos (si el control hídrico es bien llevado) que la solución aportada es prácticamente la misma que la de salida, el prolongar durante más tiempo el riego supone un gasto innecesario de agua y fertilizantes.

NUTRICIÓN MINERAL EN CULTIVO HIDROPÓNICO

La racional conducción de la hidroponía implica el conocimiento no sólo de los procesos fisiológicos relativos a la absorción mineral e hídrica, sino también de otros aspectos como la respiración, la fotosíntesis y la transpiración que están estrechamente ligados con los primeros. La mayoría de explotaciones hortícolas comerciales que utilizan el cultivo hidropónico emplean sustratos más o menos inertes, que apenas aportan elementos minerales al cultivo, si exceptuamos la arena de origen calcáreo que suministra cantidades considerables de calcio y magnesio. La nutrición de la planta debe aportarse por completo a través de la solución nutritiva, lo que trae consigo la posibilidad de un control preciso de la nutrición mineral según especie, momento fenológico, características climáticas, etc., para obtener la mayor rentabilidad al cultivo. Ahora bien, al tratarse de sustratos inertes carecen de capacidad tampón, equivocaciones o fallos en el control de la nutrición mineral o el ajuste del pH pueden ocasionar graves perjuicios a la plantación.

La nutrición mineral de un cultivo hidropónico debe controlarse según la demanda de la planta mediante los oportunos análisis químicos, sobre todo, de la solución drenaje o la extraída del mismo sustrato. Dependiendo del análisis del agua de riego, la especie cultivada y las condiciones climáticas se elabora la solución nutritiva de partida, a partir de entonces será el propio cultivo el que dicte las siguientes soluciones nutritivas a preparar. A continuación se muestran a título orientativo las soluciones nutritivas iniciales para tomate, melón y pepino:

Iones (mmoles/l)

NO3-

NH4+

H2PO4+

K+

Ca+2

Mg+2

SO4-2

Na+

Cl-

Tomate

12

0

1.5

6

5

2.5

2

<12

<12

Melón Galia

11

0.5

1.5

6

4.5

2

2

<10

<10

Pepino

14

0.5

1.6

5.5

4.5

2.2

2

<6

<6

A partir de estos valores o los adecuados según las características de la plantación se va ajustando periódicamente la solución nutritiva. Lo más aconsejable es analizar al menos la solución de drenaje cada 15 días. En función de lo que la planta vaya tomando, de las condiciones climáticas y el estado fenológico del cultivo se vuelve a ajustar los nutrientes a aportar. En la tabla siguiente se establecen las equivalencias entre la cantidad de los fertilizantes más comúnmente usados en hidroponía y los milimoles de los distintos nutrientes que aportan:

Iones (mmoles/g fertilizante)

NO3-

NH4+

H2PO4+

K+

Ca+2

Mg+2

SO4-2

Ácido fosfórico 75%

-

-

12.26

-

-

-

-

Ácido nítrico 59%

11.86

-

-

-

-

-

-

Nitrato Amónico 33.5%

11.96

11.96

-

-

-

-

-

Nitrato cálcio 15.5% N

10.29

0.78

-

-

4.74

-

-

Nitrato potásico (13-0-46)

9.29

-

-

9.76

-

-

-

Sulfato potásico (0-0-52)

-

-

-

11.04

-

-

5.93

Sulfato magnésico 16% MgO

-

-

-

-

-

3.97

3.96

Nitrato magnésico 11% N

7.86

-

-

-

-

3.90

-

Antes se vio la necesidad de mantener unos determinados niveles de drenaje (generalmente entre el 20 y el 50%) para evitar la acumulación de iones tóxicos y un excesivo aumento de la C.E. en la zona radicular. En sustratos inertes, cuando un determinado ion se encuentra en la misma concentración en la solución nutritiva y en la de drenaje, puede suponerse que la planta lo ha dejado “escapar” en la misma proporción que el drenaje fijado, es decir si mantenemos un drenaje del 25%, y tenemos 12 mmoles/l de nitrato en la solución de entrada y en la de salida, el 25% del nitrato aportado (3 mmoles por cada litro) se van con el agua de drenaje y el 75% restante puede suponerse como absorción bruta por parte de la planta. Por esta razón los elementos tóxicos o aportados en cantidad excesiva se acumulan en la solución de drenaje respecto a la solución nutritiva, al tomar la planta proporcionalmente más cantidad de agua que de los mismos, de la misma forma si un nutriente es absorbido proporcionalmente en más cantidad que el agua, su concentración en la solución de drenaje disminuirá respecto a la solución nutritiva. El fijarnos en las concentraciones relativas de los distintos iones en las soluciones nutritiva y de drenaje y estimar que iones se absorben en mayor o menor proporción, es un método sencillo para el ajuste periódico de la solución aportada. Claro está que para ello la solución debe estar bien equilibrada, teniendo en cuenta antagonismos y sinergismos entre los distintos iones, que algunos como el calcio se absorben de forma pasiva vía xilema hacia los órganos de mayor transpiración y apenas se retransportan vía floema, que la práctica totalidad del ion amonio aportado se absorbe pero no conviene excederse ya que es una forma fitotóxica en cantidad excesiva que fomenta en demasía el desarrollo vegetativo y que puede modificar el pH de la solución del entorno radical e interacciona negativamente con otros cationes, que con arena de origen calcáreo (mal sustrato) se producen precipitaciones de fosfatos, hierro, manganeso, etc. y se libera calcio y magnesio, y una serie larguísima de consideraciones de carácter fisiológico que inciden directamente en la correcta nutrición del cultivo.

Los microelementos no suelen ajustarse por ser un tema engorroso, se suele aportar una cantidad fija de alguna mezcla comercial de ellos, reforzando individualmente alguno cuando los análisis o la sintomatología de la plantación lo aconsejen. Entendemos por microelementos Fe, Mn, Zn, Cu, B y Mo, ya que el Cl que también es esencial se requiere en escasísima cantidad y resulta tóxico en las concentraciones que normalmente tenemos en nuestras aguas de riego.

Para la preparación de la solución nutritiva se suele concentrar 100 veces, separando los fertilizantes incompatibles entre sí, y adicionándolos al 1% al agua de riego en una cuba de mezcla donde se ajusta el pH (normalmente aportando ácido nítrico) y la C.E. Es aconsejable utilizar disoluciones nutritivas de menor concentración (manteniendo el equilibrio) en verano y más concentrada en invierno, ya que siendo similares los requerimientos nutritivos de las plantas en una u otra época, durante los meses estivales la demanda hídrica es mucho mayor.

Los alimentos de los astronautas

Los cultivos hidropónicos se estan desarrollando en Colombia.

En la actualidad, existen aproximadamente 450 has de Cultivos hidropónicos, principalmente de Clavel (ãprox 300 has). Tambien hay pequeños cultivos de Rosas, Lisianthus, Gerberas y algunas Hortalizas, principalmente Tomates.

 

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PLANTAS MADRES DE CLAVEL

EN BOGOTA COLOMBIA

Los cultivos hidropónicos se estan desarrollando en Colombia.

Por ultimas evaluaciones se calcula que en Colombia existen en la actualidad entre 250 y 350 hectáreas de cultivos hidropónicos. Tambien hay pequeños cultivos de Rosas, Lisianthus, Gerberas y algunas Hortalizas, principalmente Tomates. (< 150 has en total)

Clavel de distintas variedades cultivado en un sustrato compuesto de mezcla de Escorias de Carbón y Cascarilla de arroz semiquemada.

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Bancada de Cultivo Hidropónico con drenaje inferior, sin pendiente. Riego por goteo a lo largo de la bancada. No se recircula la Solución nutritiva.

Producción: 60 esquejes por planta/ciclo/ (6 meses).

Clavel de distintas variedades cultivado en un sustrato compuesto de mezcla de Escorias de Carbón y Cascarilla de arroz semiquemada.

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Vista detallada de las bancadas hidropónicas de palntas madres de Clavel

  • Tecnologías de cultivo sin suelo para la producción  comercial de hortalizas (hidroponía)

  • Fisiología y producción de hortalizas: nutrición

Los alimentos de los astronautas

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Reforma martes 15 de enero de 1999
Difundirán en Toluca cultivos hidropónicos.

Especialistas de al menos seis países dictarán el primer curso internacional de hidroponia práctica los próximos 6, 7 y 8 de mayo con el objetivo de alentar esta técnica entre agricultores, profesionistas, estudiantes y amas de casa.

Gloria Samperio, presidenta de la Asociación Mexicana Mexicana, informó que entre los ponentes se contará con representantes de la NASA y el ministro canadiense de agricultura.

La convocatoria, dijo, no sólo tratará de alentar la participación de los agricultores tradicionales, sino de todos los interesados en cultivar frutos y verduras sobre materia inerte.

La hidroponia se define como el cultivo de las plantas en soluciones acuosas, ayudándose de arena, grava, hielo seco u otros materiales que sirvan de soporte.

A nivel nacional, estimó Samperio, existen pocas personas dedicadas a la hidroponia, pues la difusión de esta técnica no ha sido suficiente para permear a amplios sectores de la población.

"Es por eso que con el evento buscaremos enseñar esta técnica a más gente, para que en algún espacio de su casa intenten construir un invernadero hidropónico", dijo.

En distintas regiones del país, agregó, las tierras laborables son limitadas y la agricultura tradicional no es suficiente para garantizar el abasto de elementos.

Por ejemplo, según estudios de la Asociación Hidropónica, durante el primer semestre de 1996, México importó frutas y verduras por un valor de 87.6 millones de dólares.

En el mismo periodo, se requirieron 794.2 millones de dólares para la compra en el exterior de frijol y maíz, con lo cual se demuestra la dependencia en materia de alimentos.

Por el contrario, comentó, con la hidroponia se podría asegurar la autosuficiencia alimentaria, ya que los cultivos hidropónicos superan con creces a los tradicionales.

"El jitomate es uno de los cultivos que más producción presenta en la hidroponia, pues en una hectárea con buena suerte se pueden cosechar de 200 a 700 toneladas, a diferencia de la agricultura tradicional, que en una hectárea obtiene alrededor de treinta toneladas de jitomate", explicó Samperio.

El curso y las conferencias a impartirse en mayo, aseveró, tratarán de difundir estos argumentos para que los asistentes se conviertan en micro, medianos o grandes productores hidropónicos.

El cultivo sobre piedras, como comúnmente se le conoce, también mejora la economía y la salud de los productores, pues a bajo costo se obtienen frutos sanos y libres de fertilizantes químicos.

"Incluso se pueden sembrar verduras o frutas que no sean de la temporada, con lo que se tienen ventajas comerciales con los otros productores", expresó.

 

Los alimentos de los astronautas

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Los conceptos básicos en hidroponia. La calidad del agua requerida. La solución nutritiva, aspectos químicos, su preparación y manejo, sus interrelaciones con los cultivos; el suministro de oxígeno. Las características y el manejo de los substratos. Los riegos y otras prácticas afines. Las fuentes de nutrimentos y los factores a considerar. Los sistemas hidropónicos modernos. Los factores ambientales: bajo condiciones de invernadero y al aire libre. Las prácticas culturales, sus interacciones con los sistemas hidropónicos y los factores ambientales. Generación de "Paquetes Tecnológicos".

LOS HUERTOS

Los Huertos son conocidos como extensiones de terrenos donde se cultivan hortalizas, verduras, legumbres e inclusive árboles frutales. Por lo general son cortas extensiones de tierra con un acondicionamiento óptimo y bien planificado por el hombre. Los huertos se clasifican en dos grupos: según sus cultivos y según su utilidad.

Según sus cultivos los huertos se clasifican en:

  • Hortícolas: hortalizas.

  • Frutícolas: frutales.

  • Mixtos: hortalizas y frutales.

Según su utilidad los huertos se clasifican en:

  • Escolares.

  • Familiares.

  • Semi-industriales.

  • Industriales.

Los Huertos Familiares

Estos huertos son todos aquellos que proporcionan productos variados y frescos para el consumo del grupo doméstico y son cultivados sólo por la familia. La poca extensión de tierra en este tipo de huerto es una ventaja para el manejo y aprovechamiento de la tierra a través de métodos rudimentarios o artesanales y métodos tecnológicos.

Los Huertos Familiares Ecológicos

Resultan innumerables las ventajas de cultivar nuestro propio huerto -sobre todo si lo hacemos con métodos ecológicos- ya que nos permite realizar regularmente un beneficioso ejercicio al aire libre, desarrolla la creatividad y la sensibilidad por la vida que nos rodea, brindándonos la posibilidad de colaborar con la naturaleza técnicas de cultivo respetuosas con el medio y el reciclado de los residuos orgánicos de la casa. Aunque quizás la razón más imperiosa de nuestros días sea la de poder consumir alimentos sanos con garantía de calidad y sin los tóxicos residuos de los pesticidas y los agroquímicos que se emplean normalmente en la agricultura convencional -química-.

De hecho, cada día existen menos dudas sobre el importante papel que desempeña la alimentación en relación con la salud, sobre todo la alimentación desequilibrada -a base de productos de mala calidad nutricional o desvitalizados- como factor de numerosos trastornos de salud y diversas patologías, que suelen mejorar o simplemente desaparecer cuando nos alimentamos correctamente, dando prioridad al consumo de productos de buena calidad nutricional y exentos de restos de sustancias tóxicas, como restos de pesticidas, agroquímicos o aditivos de dudosa inocuidad.

Por suerte para la salud en general, en los últimos años se está potenciando considerablemente la producción ecológica de alimentos y su consumo se incrementa día a día en todo el planeta por parte de personas de todas las esferas sociales, convencidas la mayoría de la importancia de tal elección. Lástima que en nuestro país la conciencia de la relevancia para la salud personal y del medio ambiente de los alimentos de producción ecológica sea aún escasa, resultado de lo cual es que más del 90 % de la producción nacional se destina a la exportación.

A muchas personas la obtención y el consumo de alimentos sanos y ecológicos les resulta difícil, debido en ocasiones a la lejanía de su hogar de establecimientos en donde se comercialicen de forma regular y con garantías y en algunos casos son los precios de adquisición -algo más elevados- lo que los pone fuera del alcance del ajustado presupuesto doméstico. Aunque este factor es relativo y no debería analizarse aisladamente considerándolo restrictivo sin más, ya que la mayor calidad nutricional y el contenido más elevado de nutrientes por el mismo peso de producto adquirido equilibran en parte la balanza de lo pagado y lo obtenido -tengamos presente que en las prácticas habituales de la agricultura convencional se abusa de los abonos nitrogenados y de ciertas fitohormonas que obligan a la planta cultivada a acelerar su desarrollo absorbiendo grandes cantidades de agua y nitratos en detrimento del resto de macronutrientes y oligoelementos-. También debemos añadir los beneficios para la salud que suponen los menores gastos en medicación al evitar ciertos trastornos, lo cual rentabiliza la inversión.

Para quienes todavía no tienen claros los peligros del consumo de productos cultivados convencionalmente (con agroquímicos), quizás hiciese falta repasarles la lista de despropósitos de los más normales métodos de cultivo y procesado de alimentos. Una manzana golden suele recibir una media de 23 tratamientos químicos en el árbol, más dos o tres inmersiones en otras sustancias químicas para su conservación en cámaras frigoríficas, en donde permanecerán a la espera de su distribución, siendo gaseadas con etileno justo antes de su comercialización para forzar la maduración, ya que fueron cosechadas verdes. Cualquier lechuga convencional del mercado es cultivada a base de riegos con abonos nitrogenados y ácido giberélico -hormonas vegetales-, en menos de cincuenta días, cuando tradicionalmente y en los cultivos ecológicos permanece en la tierra de dos a tres meses (o más tiempo), absorbiendo sus muchos nutrientes y siendo bañada por la radiación solar que propicia la adecuada fotosíntesis, imprescindible para la elaboración de la clorofila.

Las plantas seleccionadas a través del tiempo por los campesinos, en función de sus características gustativas y nutricionales combinadas con su mayor adaptación a las condiciones del clima y el suelo donde se cultivan, han sido sustituidas por variedades híbridas de mayor producción, ávidas de abonos químicos y, la mayoría de veces, frágiles ante las inclemencias climáticas, lo que las hace vulnerables a plagas y parásitos, forzando al agricultor al empleo masivo de plaguicidas y tratamientos químicos, muchos de los cuales son residuales y serán consumidos junto a los alimentos o pasarán a contaminar la tierra o las capas freáticas, llegando a casa por las cañerías de agua potable.

La obsesión por abaratar costes de producción también lleva al abuso de herbicidas que controlen las hierbas silvestres sin necesidad de recurrir al desherbado manual o mecánico. Los herbicidas dañan irremediablemente la frágil biología de la tierra y están siendo detectados en dosis alarmantes en la mayoría de acuíferos. Para colmo de males, varias multinacionales de la agroquímica intentan imponer el cultivo de plantas manipuladas genéticamente, de las que se desconoce por completo los posibles efectos negativos para la salud a corto o largo plazo.

Algunas de estas razones y una lista que se haría interminable justifican el que apoyemos la producción ecológica de alimentos y, si ello es posible, incluso el que cultivemos nosotros mismos, con nuestras propias manos, gran parte de los alimentos que consumimos cada día, siendo el huerto familiar ecológico una de las más saludables e interesantes opciones a nuestro alcance.

Siempre es posible cultivar nuestros propios alimentos de forma sana y ecológica, aunque tan sólo sea de forma testimonial, ante la falta de espacio o de tiempo disponibles. Quienes no dispongan de una parcela en donde cultivar sanamente pueden comenzar con algunas verduras en el balcón o la terraza de casa; existen varias propuestas con el sugerente título de El balcón comestible que pueden orientarnos. Incluso cuando esto resulta complejo, siempre nos queda la opción de los germinados, alimento de primer orden, sano y nutritivo, que podemos elaborar fácilmente en un rincón de la cocina con la ayuda de un germinador -usaremos semillas de procedencia ecológica, ya que las semillas convencionales suelen estar tratadas o rebozadas con productos tóxicos antiparasitarios-.

Quienes disfrutan de una casa con jardín o con una pequeña parcela son quienes lo tienen más fácil para iniciarse en el cultivo del huerto familiar ecológico -aunque para ello haya que renunciar a una parte del estético pero antiecológico (en nuestro país) césped-. Para su creación y mantenimiento serán precisos un mínimo de herramientas, tiempo y motivación, procurando buscar el máximo de información y asesoramiento que permitan su correcto diseño y la planificación de siembras, cultivos, cosechas y rotaciones que posibiliten la máxima producción con el mínimo de problemas y manteniendo la vitalidad y fertilidad de la tierra.

A partir de una parcela de 40 m2 bien gestionada podemos obtener la mayoría de hortalizas frescas que consume normalmente una familia media.
Gracias a las asociaciones beneficiosas y al cultivo denso obtendremos el máximo de producción en el mínimo espacio disponible.

Con un buen abono orgánico o con el compost elaborado con los restos orgánicos domésticos, las hierbas del huerto y los restos de cosechas, césped o podas trituradas, daremos vida a la tierra, restituyendo los elementos que le arrancamos con las cosechas y activando la vida microbiana y la acción de las lombrices -verdaderas factorías de nutrientes asimilables por las plantas-.

Una tierra fértil y sana, unida a la diversificación de los cultivos y sus correctas rotaciones, permite el desarrollo de plantas sanas y vitales, por lo que la presencia de enfermedades o plagas devastadoras es improbable, dándose tan sólo en épocas de mal tiempo o cuando cometemos ciertos errores. Pero cuando nuestras plantas enferman o son atacadas por parásitos, no tenemos por qué recurrir a los tóxicos productos químicos, pudiendo hacer uso de plantas medicinales de efectos reforzantes que también podemos cultivar en el huerto o a insecticidas vegetales inocuos para el ser humano y sin efectos residuales. Los acolchados del suelo con paja u otras materias orgánicas evitarán la proliferación de malas hierbas y mantendrán la tierra protegida de la radiación solar, ahorrándonos riegos.

Cuando disponemos de suficiente espacio -a partir de los 100 m2- podemos plantearnos el cultivo de árboles frutales -un pequeño vergel- que completen la dieta sana y natural. Los amantes de los huevos pueden construirse un gallinero que albergue cuatro o cinco gallinas; los gallineros móviles permiten su emplazamiento sobre los bancales al finalizar los cultivos, limpiándolos de los restos de cosechas, hierbas e insectos allí presentes.

Los más audaces pueden incluso procurarse una o dos colmenas cuyas abejas se ocuparán de la correcta polinización de los frutos y, con algo de experiencia, obtendrán alguna cosecha de deliciosa y nutritiva miel.

Bondades de los Huertos Familiares Ecológicos:

Son innumerables los aspectos beneficiosos que nos aporta el huerto familiar ecológico, Quizás, dentro de los más importantes se encuentran el beneficio de permitirnos un necesario contacto regular con la naturaleza y la práctica de saludable ejercicio al aire libre. Por todo lo referido, vale la pena su práctica -si aún no se lleva a cabo-, especialmente por parte de quienes se preocupan por la calidad de lo que comen, por su salud y por la salud del planeta.

Los Huertos Hechos en Casa

La inquietud del hombre de tener alimentos frescos y saludables al alcance de su mano le hizo pensar en los huertos hechos en su propia casa. Si bien la actividad de cultivar se efectúa desde tiempos muy remotos, el hombre hoy por hoy sigue viendo en ella una posibilidad de sustento para toda su familia, sin que tenga la necesidad de grandes conocimientos sobre técnicas de cultivo. El hecho de que los huertos producidos en casa se encuentren en el propio espacio en que el hombre hace su hábitat diario le permite controlar la calidad de los alimentos que consumirá, mejorar su economía y planificar la producción y consumo de los mismos, así como controlar los riesgos sanitarios. Pero lo más importante de esto lo representa el contacto mismo de los miembros familiares con la naturaleza y la satisfacción que ellos sienten al verse capaces de producir sus propios alimentos, como también el hecho mismo de compartir en función de un objetivo común.

De pequeños huertos hechos en casa han surgido grandes empresas dedicadas a la comercialización de productos agrícolas e industrias alimentarias, las cuales han crecido vertiginosamente. Es posible que la idea inicial surgiera de el deseo de contribuir positivamente con la reducción del índice de mortalidad por causa de la mala nutrición e inanición que afecta en la actualidad a muchos países del mundo.

Los Huertos Comerciales

Cuando el área sembrada es de una o más hectáreas y el propósito es producir la mayor cantidad y la mejor calidad, compitiendo en el mercado cercano o distante, se tienen los huertos comerciales que se dedican casi exclusivamente a las hortalizas como actividad principal.

El huerto comercial surte diariamente a los mercados, establece contratos con mercados mayoristas, o con fábricas de elaboración de alimentos. En este tipo de huerto, el "arte artesanal" tradicional va dando paso a las técnicas y procedimientos que son producto de investigaciones y de innovaciones, donde no se dejan los resultados al azar sino que el hombre tiene un máximo control de todos los pasos. Este tipo de explotación puede ser de un propietario independiente, o de un grupo de productores asociados o firmas comerciales que usan las técnicas más avanzadas y a la vez tiene acceso a grandes mercados. Así las hortalizas, como otros productos agropecuarios, pueden llegar a ser objeto de transacciones por dinero contado en millones.

En algunos países desarrollados, la producción de hortalizas está en manos de compañías millonarias controladas por pocos individuos y también por poderosas cooperativas de agricultores que emplean un nivel muy avanzado de tecnologías. Las operaciones están mayormente mecanizadas, producen grandes volúmenes, y con siembras en distintas partes del país, suplen una parte considerable de la demanda nacional y extranjera.

Los alimentos de los astronautas

Los alimentos de los astronautas

Los alimentos de los astronautas

En muchos aspectos vivir en el espacio no es muy diferente de vivir en la tierra. En otros, es bastante diferente. Los astronautas que orbitan la tierra deben hacer en el interior de la nave espacial las mismas cosas para vivir que nosotros hacemos en la tierra. Ellos tienen que comer, trabajar en equipo, hacer ejercicio, descansar, conservar la higiene y dormir. Las únicas diferencias significativas con respecto a vivir en la tierra son que ellos deben hacer todo esto en el reducido espacio de la cabina del orbitador del Transbordador Espacial, y que todos los objetos que se encuentran en el interior de la cabina, flotan. En realidad, flotar no es el término correcto ya que para flotar, los astronautas deben tener algo sobre lo que puedan flotar. El efecto de flotar se denomina microgravedad.


La microgravedad se refiere a un ambiente en el cual los efectos locales de la gravedad hayan sido virtualmente eliminados por la caída libre. Por ejemplo, imagine que usted está con un amigo en el interior de un ascensor cuando los cables de éste se rompen. A medida que se desploman por el pozo del ascensor, usted y su amigo experimentan microgravedad. En otras palabras, ustedes caen juntos dentro de la caja del ascensor. Esto hace que ambos parezcan estar flotando.

Por supuesto, cuando usted cae, la gravedad en realidad no ha desaparecido pero sí sus efectos en el interior de la caja del ascensor. Por ejemplo, ¿qué indicará la aguja de una balanza doméstica si usted pudiera pararse sobre ella mientras cae?

A causa de la microgravedad existente en el interior del Transbordador Espacial, algunas tareas se hacen más difíciles, tal es el caso del manejo de herramientas y líquidos. Si no tienes cuidado, las cosas saldrán flotando. Comer también presenta un desafío mayor, al igual que ir al baño y dormir. Sin embargo, otras tareas resultan más fáciles. Moverse de acá para allá es muy fácil, al igual que llegar a alcanzar el último estante. Trasladar objetos pesados es muy sencillo ya que dan la sensación de no pesar nada. Pero, una vez que consigues trasladar un objeto pesado, también tienes que poder detenerlo. De lo contrario, éste chocará contra las paredes interiores de la aeronave con la misma fuerza que se empleaba para trasladarlo.

MICROGRAVEDAD
A TRAVÉS DE LA CAÍDA

MATERIALES
Vaso de papel
Hilo
Bolita de madera de color brillante (1 - 2 cm de diámetro)
Varios clips para papel
Cinta adhesiva

Los alimentos de los astronautas


PROCEDIMIENTO
Usted puede apreciar cómo los objetos parecen flotar si une una bolita de madera a un vaso de papel por medio de un hilo y los deja caer juntos. Para hacer la demostración proceda tal como se indica en la ilustración siguiente. Debido a la fricción del aire, tal vez sea necesario colocar algunos clips en el fondo del vaso para que éste caiga tan rápidamente como la bolita. Sostenga el vaso en el aire suspendiéndolo de la bolita y déjela caer al piso. Observe la bolita y el vaso cuando caen. Inténtelo nuevamente, pero esta vez sostenga el vaso por su parte inferior. ¿De qué forma demuestra esta experiencia que la caída libre genera microgravedad?

 Los alimentos de los astronautas

ESPACIOS DE TRABAJO REDUCIDOS

MATERIALES
Seis pupitres
Materiales para actividades prácticas
Bloques para construcciones
Juguetes de acción tales como sets para construcciones

Los alimentos de los astronautas

PROCEDIMIENTO
Transmita la importancia del trabajo en equipo y la cooperación creando en el aula un espacio de trabajo pequeño colocando pupitres para que formen un cuadrado, de manera de crear un pequeño espacio de trabajo en el medio, como para que quepa un pequeño sofá. Coloque los materiales para actividades prácticas, los bloques para hacer construcciones y demás elementos alrededor de las mesas. Planee varias tareas, tales como hacer un dibujo del Transbordador Espacial, hacer un avión de papel o construir una torre de bloques. Para realizar las tareas deberá ser necesario compartir las herramientas y los materiales. Seleccione a siete niños para que trabajen en el interior de ese espacio a la vez. Asígneles un límite de tiempo para finalizar todas las tareas. Haga que otros alumnos observen la actividad y que tomen nota de los problemas que observan y que consignen otras formas más eficientes de hacer las cosas. Después de que otros alumnos hayan realizado la experiencia, realice una charla grupal acerca de lo aprendido. ¿De qué manera se relaciona esta actividad con la forma de trabajo en el Transbordador Espacial?

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COMIDA PARA EL ESPACIO

MATERIALES
Mezcla instantánea para hacer torta de chocolate (varias cajas)
Bolsitas de celofán con autosellador (tamaño para sándwich)
Agua
Cucharas

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PROCEDIMIENTO
Ilustre cómo se preparan en el espacio los alimentos que allí se consumen preparando una torta de chocolate. Coloque aproximadamente un cuarto del contenido de una caja de polvo instantáneo para hacer torta en una bolsita plástica. Agregue agua según las instrucciones. Selle la bolsa y comience a amasar hasta que esté lista para comer. Esta actividad ilustra cómo los astronautas preparan una mezcla deshidratada y congelan alimentos deshidratados en el espacio. Al preparar el alimento dentro de bolsitas plásticas se evita que el agua se desparrame por el interior de la cabina del Transbordador Espacial. Otros tipos de alimentos que se consumen en el espacio son frutas frescas, frutas disecadas, nueces y alimentos precocidos recubiertos con un envoltorio de plástico o de papel de aluminio.

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CÓMO DECANSAR EN EL ESPACIO

MATERIALES
Elementos diversos tales como bolitas, papel, monedas, cinta, lápices, etc.

Los alimentos de los astronautas

PROCEDIMIENTO
Pida a sus alumnos que traten de inventar juegos y otras formas de relajación que se podrían utilizar en el Transbordador Espacial durante los períodos de tiempo libre. Indíqueles que los entretenimientos que requieren piezas pequeñas podrían significar un problema en caso de que éstas quedaran a la deriva. Pruebe los entretenimientos para verificar qué tan divertidos son y si resultan apropiados para realizar en el espacio.

(07:23 AM)

La NASA encuentra evidencias de un océano en la mayor luna de Júpiter

Washington .- Científicos de la NASA han sugerido la existencia de un enorme océano de agua salada debajo de la superficie de Ganímedes, la mayor luna de Júpiter y del tamaño de planetas como Mercurio o Plutón, según las imágenes recibidas de la nave espacial Galileo, informó Eu¿ropa Press.

Con anterioridad, la misma nave fotografió los primeros indicios de la existencia de agua en otras lunas ¿Europa y Calisto¿, que giran alrededor de este planeta del Sistema Solar.

En el encuentro de científicos de la Unión Geofísica Americana de Ganímedes, se indicó que todos los indicios apuntan a la existencia de agua salada debajo de la superficie helada al fundirse parte del espeso estrato de la corteza.

La responsable de la Universidad de Los Angeles Margaret Kivelson manifestó que, con las fotos hechas por la nave Galileo el pasado mes de mayo, se puede tener «una importante certeza» de que en Ganímedes existe un océano de agua salada.

Kivelson indicó que, teniendo en cuenta el grosor exacto del espeso estrato que cubre el hipotético océano, se podría saber si ese agua tiene los mismos componentes y la cantidad de sal que los océanos de la Tierra.

Gerencia de Innovación y Competitividad Empresarial

Seminario de Normas HACCP

Del 16 al 17 de agosto de 2000 se realizó en las instalaciones de la SENACYT el Seminario "Principios Básicos del Sistema HACCP para la Industria Alimentaria". En el mismo participaron alrededor de 30 pequeñas y medianas empresas y representantes de instituciones estatales dedicadas a la regulación de la manipulación de alimentos.

Los alimentos de los astronautas

El evento fue auspiciado por la Comisión para el Desarrollo Científico y Tecnológico de Centro América y Panamá (CTCAP) de la Organización de Estados Americanos (OEA), en la ejecución del " Programa Regional de Gestión Tecnológica de Apoyo a la Pequeña y Mediana Empresa de Centro América y Panamá" y coordinado por la Gerencia de Innovación y Competitividad Empresarial de SENACYT.

El HACCP (Hazard Analysis Critical Control Point) o Análisis de Riesgos y Puntos Críticos de Control es un sistema desarrollado por la NASA para mantener los alimentos de los astronautas en estado óptimo y es el mejor en el mundo empleado para mantener la inocuidad de los alimentos desde la producción de la materia prima hasta la mesa y desde su almacenaje hasta su consumo.

El objetivo principal de este seminario fue proporcionar una guía práctica para implementar el Sistema HACCP por medio de la identificación de los puntos críticos de control, el aprendizaje de los principios básicos de este sistema y el diseño de un plan HACCP adaptado a las necesidades particulares de cada empresa.

Que las empresas panameñas incorporen el sistema HACCP a los procesos de sus empresas es de vital importancia ya que éste es un sistema respetado internacionalmente y muchos países ya han adaptado sus principios a sus códigos de salud por su aplicabilidad y carácter científico para mantener la inocuidad de los alimentos; sin mencionar la reducción de costos, debido a indemnizaciones otorgadas a consumidores cuya salud ha resultado perjudicada por alimentos en mal estado, que tendrán las empresas panameñas y el Estado.

El seminario fue presentado por la Ing. Carmela Velásquez (Costa Rica), consultora del Centro Nacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos (CITA). En la ceremonia de inauguración acompañaron a la experta el Sr. Gonzalo Córdoba, Ph.D., Secretario Nacional de la SENACYT y el Ing. Miguel Vásquez, Gerente de Innovación y Competitividad Empresarial de SENACYT.

CONCLUSION

Dentro de la temática tratada se encierran grandes verdades, tales como: El hombre no ha dejado de asombrar a la humanidad con los grandes avances alcanzados, tal es así que de simples huertos familiares o hechos en casa hoy puede hablarse también de alimentos para astronautas y cultivos sin la existencia de tierras (cultivos transgénicos). Todo este bagaje gira en torno a las temáticas de agricultura, alimentos y la aplicación de la tecnología.

La agricultura es una de las actividades productivas fundamentales para la existencia del hombre y la economía de un país, cuyo origen se remonta a tiempos pasados y tiene como base la subsistencia de la humanidad a lo largo de la historia. Si bien esta actividad se efectúa desde tiempos remotos, es preciso señalar que ha experimentado intensas modificaciones en los métodos de cultivo y técnicas empleadas. En algunos casos, apoyándose en técnicas artesanales -que no por eso dejan de ser productivas- y en otros, en técnicas más avanzadas en la que los .alcances tecnológicos y científicos han sido determinantes. Puede hablarse entonces de los

cultivo hidropónico como ciencia que estudia los cultivos sin tierra y que describe las distintas formas en las que pueden cultivarse plantas sin la existencia de tierra.

BIBLIOGRAFÍA

http://www.giga.com/~nacondor/kiwigen/

http://www.senacyt.gob.pa/senacyt/innovacion/seminario_normas_haccp.htm

http://www.hidroponia.org.mx/articulo2.htm

http://www.horticom.com/fitech1/aalarcon.html

http://www.contenidos.com/nasa/nasa5/act.htm

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Rosas Var. Classy Injertas en patrón Mannetti en cultivo hidropónico en canaletas con sustrato de Cascarilla de Arroz cruda, a 12 cm de profundidad.

Plantas sembradas en Agosto de 1998, fotografiadas en Enero de 1999.

Canaleta de Cultivo Hidropónico con 3 % de Pendiente. Riego en la Cabecera de la cama y recolección del drenaje en la parte inferior. Recirculación total de la solución nutritiva.

 

Vista panorámica de un cultivo hidropónico de palntas madres de Calvel




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Enviado por:Nailet Hernández
Idioma: castellano
País: Venezuela

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