Literatura


Leyendas; Gustavo Adolfo Bécquer


ESTUDIO DE UNA LEYENDA

Autor, vida y obra:

Leyendas de Bécquer:

Este trabajo se basa en la siguiente obra: Bécquer, Gustavo Adolfo. Leyendas Edición de Pascual Izquierdo. Editorial Cátedra, del año1.998. Decimoquinta edición.

Leyendas; Gustavo Adolfo Bécquer

Originario de Sevilla, Bécquer nació el 17 de febrero de 1836 hijo de un célebre pintor sevillano que deja huérfano a Adolfo a los cinco años; comenzó sus primeros estudios en el colegio de San Antonio Abad, para luego pasar a estudiar la carrera náutica en el colegio de San Telmo.

A la edad de diecisiete años deja a su madrina (su madre había muerto) y se va a Madrid en busca de fortuna en el campo de las letras No encuentra la fortuna que busca, por lo que se ve obligado a servir de escribiente en la Dirección de Bienes Nacionales, donde su habilidad para el dibujo (una de sus principales aficiones) era admirada por sus compañeros, pero fue motivo de que fuera despedido al ser sorprendido por el Director haciendo dibujos de escenas de Shakespeare. De este modo volvió Gustavo a vivir de sus artículos literarios que eran entonces de poca demanda por lo que alternó esta actividad con la elaboración de pinturas al fresco.

Más tarde obtuvo una plaza en la redacción de "El Contemporáneo" y escribió la mayoría de sus leyendas y las "Cartas desde mi celda".

En 1862 se va a vivir con su hermano, con el que pasa una vida nada lujosa.

En septiembre de 1870 murió el hermano de Gustavo, Valeriano, cosa que supuso un duro golpe para Gustavo, que pronto enfermó sin ningún diagnóstico preciso, una pulmonía que se convirtió luego en hepatitis para tornarse en una pericarditis que pronto había de terminar con su vida el 22 de septiembre de este mismo año a los 24 años. Aunque era (y es) conocido bajo el nombre de Bécquer, su verdadero nombre es Gustavo Adolfo Domínguez Bastida.

Entre sus obras principales destacan las "Rimas" (poesía lírica) a través de las cuales deja ver lo dura que ha sido la vida consigo y con sus amores; En el género de leyendas escribió "Maese Pérez el Organista", "Los ojos verdes", "Las hojas secas" y "La rosa de pasión" entre otras. Escribió esbozos y ensayos como "La mujer de piedra", "La noche de difuntos", "Un Drama" y "El aderezo de esmeraldas". Hizo descripciones de "La basílica de Santa Leocadia", el "Solar de la Casa del Cid" y el "Enterramiento de Garcilaso de la Vega", entre otras. Por último, dentro del folklore escribió "Los dos Compadres", "Las jugadoras", la "Semana Santa en Toledo" y "El café de Fornos".

Argumento y personajes:

La ajorca de oro:

La trama versa sobre una pareja de Toledo que se profesa un gran amor pero ella es muy caprichosa y esto le ocasiona un problema a él que era valiente y supersticiosa como todos los personajes de la época. Ella se encaprichó de una ajorca de oro que tenía la virgen en sus brazos, y el hombre decidió responder a los deseos de una amada yendo a la catedral una ida de fiesta para la Virgen y aprovechando que todos los fieles se habían marchado intenta coger la ajorca. Pero estaba muy nervioso y todo ello le hacía ver cosas que en realidad no existían (las estatuas se movían, hablaban, la catedral temblaba…..) Ante esto Pedro, que así se llamaba el joven decide devolverle la ajorca a la virgen temeroso del pecado que había cometido.

Esta leyenda cuenta con dos partes bien diferenciadas, una sería cuando la amada le cuenta a Pedro su problema y la segunda, cuando sucede toda la acción narrada. La cronología es lineal y se lee fácilmente con un inicio y un desenlace más o menos previsibles.

El monte de las ánimas:

Cuenta la relación entre dos jóvenes noble, uno soriano y la otra extranjera. Volvían a la ciudad el día de todos los santos y ella le preguntó por un monte que era el monte de las ánimas, que contaba la leyenda que esa noche repicaban las campanas del monasterio y se levantaban las almas de lo muertos. Ellos van al castillo y después de la cena se van a una acogedora sala donde unas viejas contaban historias sobre demonios. Ellos dos no hablaban solo se miraban a los ojos. Cuando hablaron y puesto que su separación estaba cerca decidieron hacerse un regalo mutuo, Alonso le regalaría una joya y ella le daría una banda azul que había perdido en el monte esa mañana. El hombre fue a buscarla y no volvían. Beatriz se fue a la cama pero no podía dormir y de repente vio la banda todo llena de sangre y desgarrada. Gritó y los sirvientes la encontraron muerta de miedo.

Esta leyenda no remite a una estructura en tres partes claramente diferenciadas ( fuera del castillo, en el castillo y en la habitación de Beatriz) Esta obra no cuenta con una narración de episodios de gran actividad pues eso queda más para la imaginación del lector. Como la anterior es bastante moralista y de una fácil lectura.

Los ojos verdes:

En una cacería el señor Fernando de Argensola dispara a un ciervo y éste malherido se introduce en una zona del bosque donde ni los cazadores ni los perros accedían puesto que era la zona de la fuente de los Álamos y allí se decía que quien se atreviese a entrar pagaría su osadía enfrentándose a un espíritu maligno que habitaba la zona. De todos modos Fernando accedió y consiguió coger su pieza, pero desde entonces su comportamiento se volvió muy raro. Tenía aspecto pálido, se había vuelto introvertido e iba a cazar solo, pero nunca traía ninguna pieza. Su montero Íñigo estaba preocupado por su amigo y este le contó que aquel día en la fuente había visto una joven bellísima con unos ojos verdes hechizadores y, que aunque sabía que se trataba del espíritu necesitaba volver a verla. Vuelve a la fuente y allí intenta averiguar quien es la joven hablando con ella y también le confiesa su amor, y entonces la dama le habla y le dice que también lo quiere y lo abraza y lo lleva con ella al fondo del lago.

La leyenda no tiene una estructura temporal definida pues no contamos con un principio y un final limitado. No podemos hacer una división en partes y consideraremos toda la leyenda como una unidad indivisible. El amor es el motivo de todo el relato relegando el resto de sentimientos a un segundo plano.

Maese Pérez el organista:

Esta leyenda gira en torno a un pobre ciego que es organista en una pequeña iglesia sevillana. Era un hombre muy introvertido, si apenas amigos y su única ocupación era su viejo órgano. Los feligreses le adoraban no tanto por su "simpatía" sino por su destreza para tocar el instrumento. Tan bien lo hacía que el Arzobispo de Sevilla quería que fuese a la catedral a tocar, especialmente en la misa de gallo. Maese Pérez estaba muy enfermo y una Nochebuena viendo la muerte muy próxima quiso que lo llevaran a su iglesia para poder tocar y morir en paz, y así desgraciadamente sucedió. El Arzobispo nombró un sustituto que tenía una gran virtud cuando tocaba el órgano pero que era una mala persona. Al igual que con Maese Pérez le pidió que fuese a tocar a la catedral en la misa de gallo y al año siguiente así lo hizo, pero lo hizo de una forma horrible y ese mismo día sonaba una melodía angelical en la iglesia donde tocaba Maese Pérez sin nadie sentado en el órgano. Sin duda era el espíritu del pobre ciego el que hacía las delicias de los feligreses.

Al igual que en las otras leyendas el lenguaje utilizado es bastante accesible pero ya con un tono de mayor cultura, al introducir los diálogos del Arzobispo. En cuanto a la estructura hay dos partes diferenciadas, interrumpidas por la muerte del protagonista.

El rayo de luna:

La siguiente leyenda nos remite a la vida de un hombre muy encerrado en sí mismo que era un noble numantino que apreciaba la soledad en un alto grado. Su debilidad era la poesía y por ello su carácter solitario le permitía pensar y poder ejercitar su mente. Una noche cálida de verano vio como una mujer se dirigía al monasterio de los templarios, él la siguió e intentó alcanzarla y hablar con ella, pero a pesar de sus múltiples intentos no consiguió alcanzarla hasta que llegó a la que él supuso que era su casa. Pero cuando tocó la puerta y pregunto que quién vivía allí, la persona que le atendió le dijo que era la casa de Alonso de Valdecuellos que era el montero mayor del rey y que vivía solo. Pasado un tiempo volvió a verla desde su balcón y la volvió a seguir pero mucho más de cerca y así pudo darse cuenta de que lo que veía era un rayo de luna distorsionado por la frondosidad del bosque y al que le daba voz el viento que chocaba contra los arboles. Esto sumió a nuestro protagonista en una gran melancolía pensando que la vida era un engaño y el amor era un simple rayo de luna.

En esta leyenda, en el ámbito estructural también podemos distinguir dos partes diferenciadas por las dos veces en que el protagonista cree ver a la figura femenina. En el aspecto más semántico la obra es más filosófica que las anteriores e invita al lector a una reflexión mucho más profunda con lo cual la leyenda podríamos calificarla como un poco más abrupta para nuestro rápido entendimiento, aunque una vez leída si te detienes a pensar resulta más interesante.

La corza blanca:

En este relato la historia versa sobre un noble aragonés, llamado don Dionís, que había luchado en la guerra santa y que tenía una hija, Constanza, que a su vez tenía un sirviente personal que se llamaba Garcés. Un día tras acabar la caza se reunieron todos bajo unos arboles y vino un zagal del cual le dijeron a don Dionís que no estaba muy cuerdo pues pensaba que todos los ciervos se habían aliado contra él, y también que un día buscando a los ciervos apareció un grupo de corzas lideradas por una corza blanca que al verlo huyeron despavoridas. Todos se rieron de las gracias de Esteban menos Garcés que no paraba de pensar en el relato sobre la corza blanca. Garcés amaba a Constanza, la azucena del Moncayo y pensó que si la atrapaba la corza blanca para ella, ésta caería rendida en sus brazos. Salió del castillo armado pensando que atraparía su botín y después de luchar contra todos los elementos consiguió verla junto a su manada y gracias al destino, pues la corza blanca quedó atrapada en un matorral, pudo acercarse a ella e intentar cogerla. Pero cuando iba a hacerlo la corza le habló y él quedó tan sorprendido que se liberó e intentó escapar, mas Garcés le tiró una flecha y acertó en el blanco, pero en realidad la corza era Constanza que se revolcaba en su `propia sangre tras haber sido alcanzada por la flecha de su pretendiente.

Esta leyenda presenta una estructura en tres partes. La primera cuando se produce la presentación de los personajes y la historia de Esteban, después la segunda sería el episodio en el que Garcés trama la caza de la corza y la tercera cuando sale a cazarla y al herirla hiere a su amada. En este relato se presenta una gran variedad de situaciones y ambientes y queda como la leyenda más variada de todas las que hemos leído, además el lenguaje es muy sencillo y da un carácter a la narración de facilidad comprensiva notable.

Tema y ambiente:

El tema central de todos las leyendas es el amor y en cada una de estas habría como tema secundario una idea relacionada con el mismo, es decir el amor y la religión,

la realidad del amor, la imposibilidad del amor, el amor y la muerte…

Todas las leyendas tienen aspectos religiosos, costumbristas y morales; luego en alguna hay aspectos filosóficos(El rayo de luna) pero en general el aspecto destacado es el valor que para el lector tiene de realidad lo que es una ficción. No se trata de relatos

Científicos sino que más bien tienen un valor didáctico y de ejemplo en el comportamiento.

Toda la ambientación se centra en Castilla y la época abarcada sería los últimos siglos de la edad Media. La mentalidad con la que se describe la obra es bastante abierta aunque se trate de aspectos bastantes costumbristas.

No son unas leyendas que podamos calificar de optimistas sino más bien todo lo contrario y que en muchos casos invitan a una reflexión más profunda que la de una simple lectura, pero también tienen un carácter indudable de entretenimiento para el lector. Enmarcaríamos las leyendas dentro de una narrativa fantástica pero con gran capacidad didáctica pues no estamos hablando de lo que hoy conocemos como ciencia-ficción.

Técnica y lenguaje:

Dependiendo de la leyenda el narrador es distinto, porque por ejemplo en la Ajorca de oro el narrador es el propio autor mientras en el monte de las ánimas narra uno de los protagonistas…… Siempre la narración aparece en primera persona con lo que se le da un carácter más personal al relato. No se puede globalizar si la narración es lenta o rápida en el total de las leyendas estudiadas, podemos señalar que cada una presenta el toque personal requerido. La narración en casi todas las partes estudiadas tiene una forma lineal, aunque introduce momentos de flash-back cuando los protagonistas quieren contar alguna historia del pasado importante para el desarrollo de la propia leyenda. Es indudable el predominio de la narración frente al dialogo y la descripción aunque también aparecen múltiples ejemplos de estas dos últimas técnicas.

El narrador se sitúa bastante aséptico frente a las historias que cuenta aunque quizá en esa asepsia se refleje su verdadera opinión para matizar el comportamiento de los lectores. El lenguaje de las leyendas tiene un carácter bastante estándar con rasgos tanto de coloquial como de culto y con un matiz muy importante de valor poético pues estaríamos hablando de lo que los especialistas llaman como el nacimiento de la leyenda lírica. El estilo del autor varía aunque se muestra partidario de la frase corta y de la explicación concisa frente al artificio de otros autores, incluso de este mismo autor en sus obras poéticas. El simbolismo de todas las leyendas es manifiesto puesto que su carácter didáctico siempre se refleja utilizando ejemplos inventados por la cultura popular.

Palabras:

Zagal: Pastor o mozo a las órdenes del Rabadán

Trochas : Veredas angostas, camino abierto en la maleza

Trocha: Camino abierto en la maleza.

Ijares: Cavidades que se hallan a uno y otro lado, simétricamente, entre las costillas falsas y los huesos de las caderas.

Lebreles: Perros.

Busilis: Punto en que estriba la dificultad del asunto que se trata.

Maese: (Maeso) cuando se anteponía a un nombre como tratamiento.

Sepulcral: Fúnebre, sombrío.

Murisma: Multitud de moros.

Tropel: Movimiento acelerado, ruidoso y desordenado de una persona o cosa.

Sillería: Conjunto hecho de piedras

Medrosa: Temeroso, pusilánime

Jaramago: Planta crucífera, común entre los escombros, de 0,5 m con hojas dispuesta en roseta basal de color amarillo.

Ardides : Valientes, intrépidos

Sílfides: Seres fantásticos, ninfas del aire.

Ninfas : Divinidades femeninas muy hermosas que vivían en las fuentes, los montes, los ríos, etc. Como las náyades, sílfides, etc.

Aposentador: Persona que da hospedaje. Oficial encargado de aposentar a las tropas en las marchas.

Témpano : Bloque o pedazo de hielo

Zafiedad: Grosería

Rabadán : Mayoral que cuida todos los hatos de una cabaña y manda a los pastores

Conclusión y crítica personal:

El libro está escrito en un lenguaje coloquial, asequible, lo que me ha facilitado la lectura, si a esto añadimos que el tema principal es el amor, generalmente desgraciado, resulta entretenido y ha despertado en mi curiosidad por conocer los sentimientos que describe el autor en sus leyendas así como por conocer su desenlace.

No se me ha hecho pesado, y me he sentido cómodo con su lectura que ha sido de mi agrado.

Mi puntuación de las Leyendas es de un 9.




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Enviado por:Gusoin
Idioma: castellano
País: España

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