Literatura


Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer


1ª leyenda: LA PROMESA

*Resumen:

Esta leyenda trata de una mujer que se llamaba Margarita y que tenía un amante, el cual decía ser un oscuro escudero. Él debía partir a la guerra, pero le hizo la promesa de volver para no deshonrarla, y por ello le regalo un anillo.

El día que marchaban a conquistar Sevilla las huestes del Conde de Gomara, entre las que debía estar su novio, ella reconoció a su amante como el Conde.

Tiempo más tarde, ya conquistada Sevilla, el Conde decía ver una mano por todos sitios, que incluso le había salvado la vida en una ocasión. Su paje creía que estaba loco. Un día oyó cantar a un juglar que recitaba una historia, en la que se hablaba de una joven, deshonrado por un noble, el cual era su amante, que le había hecho la promesa de volver y casarse con ella y no la cumplió. Al ser deshonrada la joven era deshonrada su familia y su hermano la mató. Ocurrió que durante el funeral y tiempo después, por mucha tierra que echasen encima, la mano en la que llevaba el anillo de la promesa la joven, nunca se enterraba.

Al oír esta canción el conde, comprendió que se trataba de Margarita, así que regresó Gomara, y se casó con el cadáver de la joven en la tumba. Cuando este le dio la mano, la mano de Margarita se hundió para siempre y descansó en paz.

Cuentan que en la porción de tierra en la que fue enterrada Margarita, cada primavera crecían espontáneamente margaritas

3ª leyenda: EL BESO

*Resumen:

En esta leyenda hablan de la llegada de un grupo de soldados franceses a la conquistada Toledo, y que no habían podido encontrar un alojamiento, y fueron a dormir a una vieja y abandonada iglesia.

Al día siguiente, el capitán del grupo, estuvo hablando con otros colegas que se encontraban en Toledo y les comentó que esa noche había estado con una mujer bellísima, y que esa mujer era una estatua de mármol de una tumba. Entonces sus amigos se rieron de él, por lo que el les invitó esa noche a tomar unas botellas de champan y a que vieran la estatua.

Cuando por la noche llegaron a la vieja iglesia, estuvieron bebiendo y emborrachándose, y el capitán comentó que habían descifrado un poco de las escrituras de la lápida, y que esa estatua era la de la mujer Doña Elvira, y que la estatua de hombre que había al lado era la de su marido. El se acercó a la estatua del hombre y le escupió bebida en la cara, diciéndole que era para que bebiese, y dijo estar enamorado de la mujer, y se quiso acercar para besarla. Cuando ya lo iba a hacer, cayó al suelo, sangrando por los ojos, la boca, la nariz, y la cara completamente destrozada. Algunos de los que había allí dicen que vieron a la estatua del hombre dándole un guantazo con su guante de mármol para que no besase los labios de Doña Elvira

5ª leyenda: LOS OJOS VERDES

*Resumen:

Esta historia habla de Fernando de Argensola, que está en una cacería de ciervos, y el único ciervo que había alcanzado se le estaba escapando hacia la fuente de los Álamos, a la cual decían que no se podía ir puesto que estaba embrujada, y la ánima que vivía allí hacía caer una terrible desgracia sobre aquellos que se atrevieran a ir. Su viejo ayo, Íñigo se puso en medio y le advirtió del peligro, pero él no le hizo casó y se adentró, hasta que consiguió cazar el ciervo.

A partir de allí Fernando iba todos los días a cazar solo al amanecer y volvía al anochecer. Íñigo lo encontraba extraño y le preguntó que le pasaba, y éste le respondió que se había enamorado de unos ojos preciosos que había creído ver en la fuente, unos ojos verdes. Íñigo le dijo que esos eran los ojos del ánima que habitaba allí, y que era muy peligrosa, pero Fernando le respondió que no podía dejarlos.

Iba todos los días y hablaba con la misteriosa mujer de los ojos verdes, que nunca le contestaba, hasta que un día le dijo que ella era un alma, y que vivía en el fondo de la fuente, y que si quería podía irse a vivir con ella al fondo de la fuente. Fernando se acercó a ella y le intentó dar un beso y cuando lo hizo resbaló y cayó al agua y no salió nunca.

6ª leyenda: EL RAYO DE LUNA

*Resumen:

En esta leyenda hablan de Manrique, un joven noble, poeta, distraído y soñador. Una noche, Manrique estaba tumbado viendo la luna, cuando de repente, vio una sombra en la alameda. Había visto desaparecer un trozo de tela blanca de un vestido que flotaba en el aire. Entonces pensó en la mujer de sus sueños y se lanzó a perseguirla, pero se perdió en la espesura de las ramas.

Estuvo mucho tiempo buscándola creyendo verla en algún rincón y oyendo sus pisadas.

Entonces vio entrar en la ciudad una barca y le pareció distinguir la silueta de una mujer, así que decidió seguirla. Bajo a la ciudad y vagó por todas las calles para encontrarla, pero no encontró a nadie. Cuando ya estaba desesperado llegó a una casa en la que había una luz encendida, así que decidió que sería allí. Y esperó toda la noche en la puerta hasta que al final bajó alguien. Era un criado. Le preguntó por la mujer, y el dijo que allí solo vivía su señor don Alonso de Valdecuellos, que como estaba enfermo mantenía la luz encendida toda la noche.

Manrique estuvo dos meses pensando en aquella extraña mujer y se imaginó como sería, la idealizó y se enamoró de aquella misteriosa. Una noche que estaba tumbado en el mismo sitio vio otra vez aquella porción de tejido, pero entonces se dio cuenta de que lo que había visto era un simple rayo de luna. Había pasado dos meses enamorado de un rayo de luna.

Unos años más tarde su madre le decía que porqué no se casaba, pero Manrique siempre le contestaba que el amor era un rayo de luna. Sus escuderos le decían que porqué no se iba a la guerra a conseguir gloria, y el sólo respondía que la gloría era un rayo de luna. Todo el mundo creía que estaba loco.

7ª leyenda: EL MONTE DE LAS ANIMAS

*Resumen:

Esta historia trata de dos primos, Beatriz y Alonso. Beatriz ha ido a visitar a Alonso la noche de los Difuntos. Estuvieron dando un paseo por el monte, y volvieron a casa porque estaba cayendo la noche y contaban una terrible leyenda.

Resulta que hace años un viejo convento que había allí era de los templarios. Entre los templarios y los hidalgos de la ciudad hubo una terrible batalla, y el monte quedó sembrado de cadáveres que se los comieron los lobos y el convento quedó abandonado. Y cuenta la leyenda que la noche de los Difuntos las ánimas de los guerreros vuelven a salir y a disputar la terrible batalla, matando a todo el que se encontrase allí.

Ya en la casa, Alonso le dio a Beatriz un broche como regalo de despedida, y esta le iba a dar una cinta azul con un emblema, pero se le había perdido en el monte de las Ánimas, y Alonso, por no quedar como un cobarde volvió a por ella. Esa noche mientras dormía, Beatriz, oyó ruidos extraños, y a la mañana siguiente, cuando despertó, se encontró la cinta llena de sangre y en la mesilla.

Cuando los criado fueron a anunciarle la muerte de Alonso, que había sido devorado por los lobos en el bosque, se la encontraron rígida, blanca, inmóvil, muerta de la impresión.

8ª leyenda: LA CORZA BLANCA.

*Resumen:

En esta leyenda hablan de Don Dionis, un soldado retirado que vive junto con su hija, llamada Constanaza, tan bella que le habían dado el sobrenombre de Azucena del Moncayo, en un castillo en Aragón. Un día que estaba descansando estuvieron hablando con un pastorcillo llamado Esteban. Este les contó que por aquí ya no había casi ciervos puesto que los cazaban, pero que un día vio huellas recientes de una manada, así que decidió ir esconderse por la noche para verlos, y que cuando llegaron, el juro haber oído que hablaban y habían dicho su nombre. Entonces se dio la vuelta y aseguró haber visto a una corza blanca. Don Dionis y su hija se rieron y no le creyeron, pero Garcés, un servidor de Constanza, se lo creyó.

Una noche llegó Garcés sudando y dijo delante de todo el mundo que había oído hablar de la corza blanca a más gente, y que saldría a cazarla, pero no le creyeron.

El decidió ir esa noche a cazarla para entregársela a Constanza. Estuvo esperando largo rato y se quedo dormido, hasta que algo le despertó. De pronto vio que se dirigían al río un grupo de corzas, entre ellas una blanca. Las vio quitarse su traje de ciervo y convertirse en hermosas mujeres y bañarse. Entre ellas le pareció distinguir a Constanza, pero creyendo estar delirando se levantó para cazar la corza blanca. De repente salieron corriendo todas las corzas, y la blanca quedo atrapada en unas zarzas, y cuando Garcés le iba a disparar oyó que la corza le dijo- ¿ que haces, Garcés ?- . Le pareció la voz de Constanza, pero de repente la corza salió corriendo, y él, creyendo todo lo anterior fruto de su imaginación, disparó. Cuando llegó al lugar en que debía hallarse la corza, encontró a Constanza muerta bajo su ballesta.

10ª leyenda: LA CUEVA DE LA MORA

*Resumen:

En esta corta historia hablan de un castillo que había en Fitero, Navarra. Cuenta que allí, hace muchos años, un cristiano cayó preso de los moros, y estuvo encerrado varios días, a punto de morir. Al final compraron su libertad con dinero, y volvió con su familia. En el tiempo que había pasado preso había conocido a la hija del alcaide, de la cual había quedado enamorado. Estuvo mucho tiempo triste, hasta que decidió atacar el castillo y secuestrar a la mora.

Tiempo más tarde los moros le atacaron para recuperar a la mora, pero como no lo hacían por sorpresa no conseguían nada. Al final, en un ataque murió el padre de la mora y su amante cayo herido. Esta le llevo a un túnel secreto que había. El joven recobró la consciencia y sólo pedía agua, y la joven se arriesgó y salió al río a por agua, pero cuando regresaba la hirieron de gravedad. Aun así logró llegar a donde se encontraba su amado y darle el agua, pero este en vez de beberla, la uso para bautizar a la joven, y así vivir juntos toda la eternidad. Desde entonces dicen que todas las noches se ve el ánima de la joven yendo a por agua para su amado

11ª leyenda: EL MISERERE

*Resumen:

Esta leyenda habla del monasterio de Fitero, donde una noche llamó un peregrino a Santiago, pidiendo comida y alojamiento. Allí le ofrecieron y él contó que iba de peregrino a Santiago porque era músico, y había hecho mucho pecado con su música, y quería escribir un miserere, el más maravilloso, que le diera la constricción. Entonces uno que había allí le hablo de que no muy lejos estaban las ruinas de lo que antes había sido un convento. Resulta que un hombre desheredó a su hijo y dejó su herencia a los religiosos. El hijo atacó el monasterio, se llevó la fortuna, quemó el monasterio y mató a los monjes. Eso fue una noche de Jueves Santo como esta. Desde entonces dicen que todas las noches de Jueves Santo los cadáveres de los monjes cantan el Miserere de la montaña, esperando a que Dios les abra la puerta del juicio final. El peregrino no vaciló un momento y fue a verlo, pese a las advertencias de los demás. Cuando estuvo allí y ya llevaba un tiempo vio salir a los esqueletos de las aguas del río, llegar a la Iglesia y ponerse a cantar, y cuando ya iban por el final de miserere volvieron a ser de carne y hueso y entonces se abrieron las puertas del cielo y subieron.

Al día siguiente llegó el peregrino y pidió residencia y alimento para escribir el miserere que había escuchado. Los monjes accedieron y estuvo largo tiempo escribiendo allí, hasta que cuando llegó al final de la obra no le salía lo que tenía que poner, hizo miles de borradores, se empezó a volver loco, dejó de dormir y de comer y murió. La obra interminada todavía permanece allí.

12ª leyenda: LA CRUZ DEL DIABLO

*Resumen:

Esta leyenda trata de que hace muchos siglos vivía un señor feudal en las tierras del Segre que era conocido por ser cruel y malo como ninguno, y tenía aterrorizada a la población. Un día, por aburrimiento decidió irse en un ejercito cristiano a buscar la tumba de Jesucristo. Toda la población se sintió muy alegre y vivió muy bien un tiempo. Pero pasado ese tiempo el señor volvió reclamando los derechos que había vendido, pero la gente se opuso. Mantuvieron numerosas luchas en las que empezaba a ganar el temible señor. Pero un día un grupo de aldeanos llegaron por la noche a su castillo, libraron una feroz batalla y le mataron a él y a sus hombres. Entonces el pueblo volvió a respirar en paz.

Pero la cosa no quedó allí, puesto que una noche se empezaron a ver unas misteriosas luces por el castillo abandonado, empezaron a aparecer reses muertas, otras robadas, hombres asesinados. Entonces no cabría duda, un grupo de bandidos se había instalado en el castillo. La gente decía que el jefe de estos llevaba la armadura y las armas del antiguo señor feudal.

Un día consiguieron unas confesiones de uno de sus secuaces, a punto de morir. Esto les dijo que era un grupo de malavidas que se habían juntado para ir viviendo de lo que saliese, y un día decidieron ir al castillo e instalarlo como su centro. Esa misma noche estaban decidiendo quien era el jefe cuando apareció aquel hombre con la armadura y después de un intercambio de opiniones le nombraron jefe. A partir de allí todos le siguieron a él, que era cruel, sanguinario, desalmado e insensible. Nunca supieron quien era, puesto que apenas hablaba y nunca se quito la armadura. No bebía, no comía, no le interesaba el dinero, las espadas no le herían...

A partir de allí la población decidió acudir a un ermitaño que vivía en la zona para que les diese consejo y este les dijo que debían rezar una oración con la que San Bartolomé venció al diablo.

Poco después apareció el hombre de la armadura atado de manos y piernas y a lomo de una burra. Se dispusieron a juzgarle cuando le quitaron la visera y descubrieron la armadura vacía, la cual se descompuso.

Encerraron la armadura en la cárcel para colgarla, por recomendación del ermitaño, y el día que se disponían a hacerlo el alcaide les confesó que se había escapado la armadura, cuando el se disponía a curiosear.

La volvieron a atrapar una y otra vez, pero siempre se escapaba, hasta que les dieron la idea de fundirla y transformarla en una cruz. Eso hicieron, no sin muchas dificultades y peligros, y al final pusieron la cruz de metal en medio del monte, la cual se gano el nombre de la cruz del diablo.

Todavía sigue allí, donde no es respetada por nada ni por nadie.

17ª leyenda: LA CREACIÓN

*Resumen:

En esta leyenda habla de Brahma, uno de los tres dioses indios que crearon todo. Un día, en el que el lo era todo y no había más cosa que él, se aburrió y decidió crear unos chiquillos a los que llamó grandharvas. Después se cansó de verlos jugar y se fue a su laboratorio a practicar la alquimia.

Sin que se diera cuenta todos los grandharvas le estuvieron observando, viendo como echaba unos mejunjes en una gran marmita hirviente, como tenía pergaminos de todas clases, bocetos de animales, personas, planetas...

Cuando se cansó se fue y echó la llave, pero sin darse cuenta cerró mal. Entonces entraron los niños y empezaron a revolverlo todo, e hicieron una gran mezcla, en lo que juntaron todo lo que tenían, desde los sentimientos a los animales, el hielo, el fuego y todo lo que encontraron. Como resultado les dio una esfera aplastada en los polos que daba vueltas sobre sí misma. Entonces llego Brahma y cuando se disponía a romperlo los niños le suplicaron que les dejara quedársela para que se divirtiesen. Él lo hizo confiando que en sus manos no iba a durar mucho tiempo.

14ª leyenda: MAESE PÉREZ EL ORGANISTA

*Resumen:

Esta leyenda habla de un músico que tocaba extremadamente bien el órgano. Su fama era reconocida por toda la cuidad y el día de Nochebuena tocaba en la iglesia de Santa Inés, en la cual se congregaba muchísima gente, desde los más pobres hasta los más influyentes y poderosos de la cuidad. Maese Pérez se negaba a tocar en un órgano que no fuese el de la iglesia de Santa Inés.

Era día de Nochebuena y se esperaba al maestro con gran impaciencia para que empezase la misa, pero se estaba retrasando, cuando entró un hombre que anunciaba que el músico ciego estaba enfermo y no podría tocar esa noche. Entonces un hombre que también tocaba el órgano, aunque lo hacía muy mal, quiso sustituirle, pero en ese momento alguien anunció la llegada de maese Pérez.

Estaba débil y a punto de morir, pero nisiquiera su hija le había podido detener para que viniese a tocar el órgano. Él decía que era su última misa y que quería tocarla.

Cuando ya llegaba el final de la misa maese Pérez murió en el órgano.

Había pasado un año exacto, y ese año la misa la tocaría aquel hombre que quiso sustituir a maese el año pasado, el organista de San Roman. La gente estaba planeando no dejarle tocar montando un gran escándalo.

Cuando ya iba a empezar las músicas en vez de oír los ruidos desacordados que esperaban oyeron una música igual a la que hacía maese Pérez, por lo que la gente cayó y dejaron tocar al organista de San Roman.

El organista bajó algo confuso del órgano cuando se acabó la música y accedió a algo que maese Pérez nunca había accedido: el año próximo tocaría el órgano en la catedral, en vez de en la iglesia de Santa Inés.

Había pasado otro año. Estaban la hija de maese y la abadesa de la iglesia en la misma. Este año no habría la asistencia de otros, toda la gente se iría a la catedral. En la iglesia iba a tocar la hija de maese. Hablando con la abadesa le confesó que ayer cuando vino a ensayar juró haber visto a su padre, pero la abadesa no le creyó. Llegó el momento de la misa y cuando la hija se fue a sentar en el banco vio a su padre. Lo dijo, y aunque nadie vio nada, el órgano estaba solo y se seguía tocando como solo maese sabía. La música de ese año en Santa Inés fue la de siempre, y dicen que lo de la catedral fue una cosa horrorosa.

El misterioso ánima siguió tocando todos los años, hasta que cambiaron el órgano. Desde entonces no se le ha vuelto a oír.




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Enviado por:Cristina cabornero ramírez
Idioma: castellano
País: España

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