Sociología

Capítulo 10: Pobreza, exclusión y bienestar social

El fenómeno de la pobreza y de la exclusión social, es quizás el problema que más ha afectado al hombre a lo largo de su historia. Actualmente, a pesar de los avances sociales y económicos en muchas zonas del planeta, todavía no se ha podido resolver.

Hay que tener en cuenta que éste es un problema que se expande por todo el planeta y, aunque con diferente intensidad, está presente en todas las sociedades.

Se han venido dando dos tipos de explicaciones a este fenómenos: la teoría funcionalista, que considera la desigualdad y la pobreza como una situación derivada de la capacidad y esfuerzo de cada uno, que jerarquiza a los individuos y sus grupos; y la teoría marxista, que explica este fenómeno desde las relaciones de producción del sistema económico capitalista, por la apropiación de la plusvalía que producen los trabajadores. A partir de estas corrientes se han desarrollado otras perspectivas que han dado mayor peso a una u otra según las diversas circunstancias y autores. Actualmente el estudio de la pobreza es una tarea complicada debido a la cantidad de factores que la afectan y a las múltiples formasen las que puede manifestarse.

El concepto de pobreza tiene dos perspectivas: la subjetiva y la objetiva. La primera presta atención a cómo las personas pobres perciben su situación económica y social y cuáles consideran que son sus necesidades básicas no cubiertas, utilizándose técnicas cualitativas para su análisis. La segunda se fundamenta en indicadores cuantitativos construidos con información procedentes de los hogares de estas personas, normalmente recogidos a partir de encuestas sobre hábitos de gasto y fuentes de ingreso.

Desde la perspectiva económica, la mayoría de países ha establecido las llamadas líneas de pobreza que son umbrales o listones económicos comparativos, con las medidas de ingresos y gastos de la población del Estado o mundiales. Las líneas de pobreza se calculan utilizando como indicador monetario el ingreso. Su ventaja es que no requieren escalas de equivalencia. Este indicador refleja el porcentaje de población que se sitúa por debajo de un nivel mínimo que le permita satisfacer sus necesidades básicas. Todas aquellas personas que se encuentren por debajo del umbral serán consideradas pobres.

Por otro lado, también se suelen distinguir entre pobreza absoluta y relativa. La primera supone carencia de bienes y servicios de primera necesidad de los hogares. Se refiere a las personas que no tienen cubiertas sus necesidades básicas.

La pobreza relativa mide las necesidades de los hogares cuando son comparados como otros similares.

Esta pobreza afecta a aquellas personas cuyos ingresos se alejan significativamente de los de la media de la sociedad en la que se insertan.

El concepto de exclusión social hace referencia a factores de pobreza no monetarios. La exclusión social se define por una acumulación de factores o déficit que se interrelacionan y retroalimentan entre sí.

En la pobreza se pueden diferenciar varias dimensiones:

La incidencia o extensión del fenómeno; la intensidad referida a la distancia entre la situación de los individuos pobres y la línea de pobreza; la desigualdad dentro del grupo de pobres o la duración de esta situación a través de estudios longitudinales.

Es un sistema social de organización en el que se procura compensar las deficiencias e injusticias de la economía de mercado con redistribuciones de renta y prestaciones sociales otorgadas a los menos favorecidos.

Los gobiernos se comprometen a asegurar una protección social y bienestar básico para sus ciudadanos. Para ello el Estado debe intervenir en el sistema de seguridad social, en los servicio sociales, en la promoción del pleno empleo y el implantación de políticas sociales que beneficien por igual a todos los ciudadanos en el campo de educación, salud, la familia y la vivienda.

Los bienes de la tierra están bastante mal distribuidos, las tendencias hacia mayores desigualdades interpersonales e interterritoriales continúan acentuándose y las carencias afectan a cada vez mayores sectores de la población.

En las regiones de Asia Oriental se nota una ligera mejoría. En las últimas décadas descendió de manera significativa el número de personas que sobrevivían son menos de un dólar al día. Sin embargo, en zonas como América Latina, el Asia meridional y el África sahariana, el número d personas pobres no ha dejado de aumentar. Otras regiones, como Europa y el Asia central, han visto multiplicar por más de veinte el número de personas que viven con menos de un dólar al día. Incluso en países a la cabeza del desarrollo mundial, como EE.UU., presentan altas cifras de pobreza.

Como el fenómeno de la pobreza en el mundo es muy amplio y no se puede reducir sólo a los niveles de la renta, las Naciones Unidas, desde 1990, vienen utilizando más indicadores. El más famoso es el Índice de Desarrollo Humano (IDH), que son utilizados en los informes sobre el desarrollo Humano (PNUD) y mide la esperanza de vida, el nivel educacional y el ingreso per capita ajustado por la igualdad del poder adquisitivo. Junto con él, y para medir exclusivamente la pobreza, se utiliza el Índice de Pobreza Humana que se aplica en los países en vías de desarrollo.

La pobreza en los países Europeos ha sido una de las cuestiones de mayor interés entre los responsables de las políticas sociales comunitarias. Ya en los años setenta se puso en marcha el primer programa de lucha contra la pobreza, pero en la actualidad existen muy pocas bases de datos actualizadas que ofrezcan información homogénea por países y que midan de manera diversa este fenómeno.

En la actualidad la fuente más utilizada, es el Panel de Hogares de la Unión Europea. Para su elaboración, la oficina estadística Europea aplica una encuesta longitudinal sobre unos setenta mil hogares de la UE, con el objetivo de realizar un seguimiento temporal de los indicadores más relevantes de gasto, ingresos, características socioeconómicas, condiciones de vida… Entre las limitaciones más importantes, sobresale la falta de datos sobre ingresos no monetarios, la ausencia de datos de consumo y bajo tamaño muestral.

Entre los últimos informes europeos, introduce otros indicadores, como son las dificultades financieras del hogar, las necesidades básicas, condiciones de vida de la vivienda, problemas de salud…

Las distribuciones de ingresos son diferentes de cada país, los niveles de pobreza deber ser interpretados teniendo en cuenta dichas distribuciones.

La tasa de pobreza en la Europa de los Quince, ha tenido un comportamiento estable. La media es de un 15% del total de la población europea bajo el umbral de la pobreza. Por encima de esa media se encuentran Portugal y Grecia con más de un 20% e Irlanda, Reino Unido, España e Italia, con más del 18%. Y por debajo del 15% el resto de países, siendo Holanda, Finlandia y Suecia los países con menos porcentaje de población en situación de pobreza. Se observan grandes diferencias entre los países de la Europa de los Quince, pero las diferencias serán aún más amplias en la Europa de los Veinticinco, lo cual muestra los importantes esfuerzos que se deben realizar para reequilibrar los niveles de pobreza en Europa.

Junto con los indicadores económicos hay otra serie de variables que están afectando a la pobreza en Europa. Entre ellas se encuentran los cambios sociodemográficos. Se está produciendo un rápido envejecimiento de la población en el continente. Las personas mayores son una categoría con riesgo de pobreza importante. Otra variable que hay que tener en cuenta es la transformación en la familia, que afecta principalmente a las mujeres. Así, el aumento de separaciones y madres solteras está dando lugar al aumento de familias monoparentales en toda Europa, grupo también con riesgo negativo de pobreza.

Otro indicador que se ha de tener en cuenta, y muy importante, es la evolución del mercado de trabajo. La precariedad de algunos tipos de contratos y sobre todo, el desempleo son factores directos de pobreza en toda la Unión Europea.

Los grupos de más riesgo suelen ser las mujeres y parados de larga duración, aunque el número de jóvenes es cada vez más significativo. Una de las muestras más impactantes del fenómeno de la pobreza de Europa es el incremento del número de personas sin hogar.

Los estudios sobre la pobreza en España son también relativamente recientes. Hay que destacar el importante papel que ha tenido la ONG Cáritas en la preocupación e investigación sobre el tema.

En 1961 Cáritas aprobó la realización del plan CCB, que fue un estudio con el que pretendía conocer las necesidades sociales e individuales existentes en nuestro país, los posibles recursos y la elaboración de un plan de asistencia para regular la situación.

Junto con ese trabaja, también hay que destacar el realizado por el Instituto de CC. Económicas, que utiliza la Encuesta de Cuentas Familiares, tratando de conocer el números de pobres absolutos en España.

La principal fuente de información será la Encuesta de Presupuestos Familiares, que será explotada en diferentes estudios e informes. Las investigaciones sobre el número total de pobres y sus condiciones de vida se centran en estos años en la desidual distribución de la renta-.

Pero el más impacto tuvo en la opinión pública fue el realizado por Cáritas en 1984, financiado por el ministerio de trabajo y de Seguridad Social, que supuso un cambio en la forma en la que Cáritas había entendido la pobreza, pues su objetivo no era analizar las causas, sino el cuantificar, medir y localizar el fenómeno de pobreza.

Finalmente la década de los 90, se caracterizará por un aumento de fuentes para el estudio de la pobreza y por la homogeneización con los países de Europa.

La evolución de la pobreza en España muestra una disminución de la pobreza extrema y un aumento de la moderara. Se ha pasado de una pobreza tradicional a una pobreza en hogares monoparentales; ha disminuido el número de personas pobres mayores de sesenta y cinco años y ha aumentado la de los grupos más jóvenes; y finalmente, no sólo afecta a personas con bajos niveles educativos, sino que se van incorporando jóvenes con estudios de secundaria y profesionales.

La población bajo el umbral de la pobreza se concentra sobre todo en el medio urbano o semi-urbano, siendo los pobres cada vez más jóvenes, más mujeres y más niños. En cuanto a su distribución la pobreza se reparte por la geografía de modo desigual.

La distribución territorial de la pobreza muestra que las comunidades más al sur como Extremadura, Andalucía Canarias, Cauta y Melilla siguen presentando los mayores porcentajes e población pobre. Las comunidades con cifras más bajas son Navarra y Madrid. El análisis y comparación de estos datos muestran que no disminuyen las diferencias entre autonomías y religiones y que coinciden las Comunidades Autónomas con mayores niveles de pobreza con las que también presentan menor grado de bienestar.

Una serie de cambio sociales estarían contribuyendo a un crecimiento de pobreza pues la mayoría de esos hogares pobres están compuestos por gente joven menor de 25 años. La pobreza es sobre todo urbana, femenina y cada vez afecta más a inmigrantes.

El concepto de exclusión social ha surgido para expresar realidades sociológicas nuevas que difícilmente se puedan comprender con los conceptos de pobreza, clase social o infraclase.

La exclusión es un procedo de separación social, mientras que las infraclases son grupos sociales formados por las víctimas de los procesos de exclusión.

La exclusión hay que entenderla como parte de un proceso en el que se pueden identificar diferentes grados, que puede ir desde un alto grado de integración hasta la más compleja de las exclusiones sociales.

La influencia y combinación de los diferentes factores de exclusión como la integración o inclusión social pueden dar lugar a situaciones muy distintas. Teniendo en cuenta el conjunto de variables, podemos decir que una persona con un trabajo estable, con buen nivel de formación, ingresos y vivienda, buenas relaciones sociales… tiene pocas posibilidades e caer en la exclusión. Mientras que el carecer de empleo, formación y vivienda son factores de riesgos máximos de exclusión social.

No existe un único factor que explique la caída en la exclusión social, sino muchos como la falta de recursos económicos o el bajo nivel de estudios, pero el género, la edad y la étnia son las variables que más conducen en España a los individuos y grupos a situaciones de exclusión y desigualdad social.

Las mujeres presentan índices de vulnerabilidad y de exclusión social más elevada que los hombres en todos los grupos excluidos.

En el grupo de amas de casa, los factores de exclusión que más les afectan son el bajo nivel formativo, falta de experiencia laboral…

La edad es también un factor central, los jóvenes encuentran muchas dificultades para independizarse y realizarse ellos mismos. Y el caso de las personas mayores multiplica también el riesgo y las exclusiones por las condiciones sanitarias precarias, el deterioro del hábitat, falta de movilidad y autonomía…

Finalmente, en relación a la procedencia, la inmigración trae consigo como elementos de exclusión social el origen y la diferenciación, cada vez más presentes en nuestra sociedad.

EL desafío se trata de actuar para eliminar las barreras que dificultan la integración social y reducir así los casos de marginación social.

Algunos de los objetivos propuestos en el Consejo Europeo de Niza fueron:

• El fomento de participación de empleo.

• Derechos, bienes y servicios

• Prevención de riesgos de exclusión

• La movilización de todos los agentes públicos y privados interesados…

Siguiendo las recomendaciones de la cumbre en EU en Niza, España elaboró un primer Plan Nacional de Acción para la Inclusión Social del Reino de España donde se establecen una serie de objetivos a cumplir.

Y un segundo Plan para el bienio 03-05. Ambos planes remiten en todo momento a los cuatro objetivos de Niza: accesos al empleo, recursos, bienes y servicios de todos los ciudadanos.

El estado de Bienestar no se limita a garantizar los derechos inherentes a la tradición del Estado Liberal de Derecho, sino que debe ofrecer garantías de seguridad material a los ciudadanos.

El modelo de Estado de Bienestar se desarrolló sobre todo en el centro y norte de Europa. La escasa implantación del Estado de Bienestar en el sur de dicho continente (España, Portugal e Italia fue más tardía), caracterizándose por el impacto del catolicismo, el importante papel de la familia y por las pocas prestaciones sociales por parte del estado.

Este programa además de hablar de redistribución de la riqueza y de intervencionismo social, contenía medidas contra el desempleo para combatir la miseria, el ocio, la enfermedad y la ignorancia. Y ofrecía por parte del Estado, un sistema de Seguridad Social universal, sistema de salud gratuito y unos subsidios familiares para las familias con más hijos.

La participación de todos los ciudadanos en la financiación de estos servicios públicos de bienestar parece un requisito básico para garantizarla condición de ciudadanos y beneficiarios de los derechos que como tales les corresponden.

El Estado debe intervenir en la economía para garantizar altas tasas de empleo estable, combatiendo el desempleo.

Asimismo debe construir redes de protección para los ciudadanos y familias que se encuentren en situación de paro.

Igualmente el Estado debe garantizar a todos los ciudadanos un conjunto de bienes que reciben la denominación de bienes sociales. Se trata de servicios sociales universales que cubren las necesidades básicas de los ciudadanos.

Finalmente, cabe citar la extensión de una red de aseguramiento frente a los riesgos que les pueden ocurrir a los ciudadanos a lo largo de su vida con un sistema de seguros y de garantía de rentas mínimas para atender tales riesgos. Esto implica un sistema de pensiones generalizando que garantice el bienestar de todos al término de su vida laboral, los caso de enfermedad, minusvalía orfandad…

• El estado de bienestar liberal

Interviene lo mínimo posible en las leyes del mercado. Las ayudas can dirigidas principalmente a las personas sin recursos, sólo a los pobres, siendo bastantes modestas tanto la transferencias universales como el sistema de subsidios y de seguros.

Predominan la ayuda a los que se comprueba que no tienen medios, las transferencias universales modestas o los planes modestos de seguros sociales.

• Estado de bienestar conservador y corporativista.

Se desarrolló para atender a la nueva estructura post-industrial de clases. El mercado no es tan importante como en el modelo liberal protegiendo a la clase trabajadora ante el desempleo, la enfermedad o l a muerte del cabeza de familia.

Lo que predomina es la conservación de las diferencias de estatus, los derechos están vinculados a la clase y al estatus social.

• Régimen socialdemócrata.

Se llama así puesto que fue la socialdemocracia la fuerza dominante impulsora de la reforma social. Implantaron un modelo universalista basado en los derechos universales, extendiendo los derechos sociales también a las nuevas clases medias.

Los socialdemócratas buscaban un Estado del Bienestar que promoviera una igualdad entre los estándares más elevados, no una igualdad en las necesidades mínimas.

Este modelo trata de corregir, los efectos de las fuerzas del mercado, desempeñando muchas de las funciones que asumía la familia.

• Transformaciones de las economías occidentales.

Las crisis económicas pusieron de manifiesto las limitaciones de las políticas de empleo para cumplir adecuadamente el papel que había estado desempeñando. El intenso proceso de cambio tecnológico ha afectado a las relaciones de producción, a los métodos de trabajos y a las instituciones sociales.

Respecto al empleo han aparecido el desempleo estructural, la exclusión de los trabajadores con poca formación, los desempleados de larga duración, la inseguridad laboral, los empleo precarios…

• Los cambios sociodemográficos

El envejecimiento de la población incrementa el gasto público del Estado de Bienestar y dificulta su financiación, debido al descenso del cociente entre cotizantes y pensionistas.

Los cambios en la familia están reduciendo el papel de las redes de encargadas de abogar por una familia tradicional.

Las grandes masas de inmigrantes están obligando a los Estados a replantearse el alcance de los derechos sociales y de la ciudadanía que se halla en la base del concepto de Estado de Bienestar.

• Los factores ideológicos e institucionales.

En el ámbito de las políticas sociales y de integración se crítica tanto la eficacia como la eficiencia y el posible conflicto con otros objetivos, como el crecimiento económico, la competitividad… Desde otros sectores, se dice que las políticas contra la pobreza y la exclusión producen dependencia y adicción a las subvenciones, agravando aún más el problema.

CONCEPTOS IMPORTANTES

• Estado de Bienestar: Sistema social de organización en el que se procura compensar las deficiencias e injusticias de la economía de mercado con redistribuciones de renta y prestaciones sociales otorgadas a los menos favorecidos.

• Exclusión Social: Es el resultado de una acumulación de factores y se entiende como negación de derechos sociales y oportunidades vitales.

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