Literatura


Lazarillo de Tormes


El Lazarillo de Tormes

Tras el estudio de la obra, he podido comprobar que la novela tiene una serie de rasgos generales que la hacen especial y equilibrada: a pesar de ser de autor desconocido (y probablemente judío) y de formar parte de la lista de libros prohibidos de la Inquisición, el Lazarillo tuvo una buena acogida por el público (por lo que se explican la multitud de ediciones), puesto que su argumento es de una veracidad desgarradora, y su estructura pulcramente organizada, contribuye a ello. Los temas tratados son muy dispares pero nos demuestran con diáfana claridad la sociedad de la época, y usa ironía para hacer una burla general de la crudeza de aquellos tiempos. Como último, observamos que la construcción del libro se produjo tras una exhaustiva lectura de la producción de varios autores, haciendo más rico e interesante si cabe su contenido.

Autoría y ediciones

Respecto a las ediciones, he podido leer que aún se conservan las cuatro primeras distintas de la obra. Todas pertenecen al año 1554, aunque no fueron todas impresas en el mismo lugar. Burgos, Medina del Campo, Alcalá de Henares y Amberes fue donde vieron la luz por primera vez. De esta última se conservan siete ejemplares distintos, mientras que de las otras versiones sólo se dispone de uno. El más recientemente descubierto fue el de Medina del Campo, encontrando en 1992 en Barcarrota.

Sin embargo, no se descarta la posibilidad de la existencia de ediciones anteriores, de 1553 o 1552, de las que surgieron las posteriores a causa del furor provocado.

Centrándonos en el tema de la autoría, observamos la disparidad de opiniones respecto a la persona que creó tan singular obra.

El fraile Jerónimo José de Siguënza (1605) ofrece la posibilidad de que Jerónimo Fray Juan Ortega fuese el escritor de Lazarillo de Tormes. Es una hipótesis sumamente pobre, ya que dicha persona no escribió ningún libro, y por tanto, no pueden hacerse comparación de características comunes entre ambos. Ejercía un cargo de importancia, puesto que era General de los Jerónimos, por lo que se piensa que es la razón para mantener el anonimato.

Diego Hurtado de Mendoza es el segundo candidato a la autoría. Fue propuesto por Valerio Andrés Taxandro en el catálogo de escritores españoles (1607), al que posteriormente apoyaron escritores del XVII y XIX. Tampoco contamos con argumentos concluyentes que apuesten por él.

El tercero, o mejor dicho, terceros personajes propuestos para autores fueron los hermanos Valdés gracias a Morel-Fatio en el siglo XIX, y desarrollado posteriormente por Manuel J. Asensio. Recientemente, tras las investigaciones de la profesora Rosa Navarro Durán realizadas en el Diálogo de Mercurio y Carón y el Diálogo de las cosas acaecidas en Roma ( Alfonso de Valdés) se ha apoyado de nuevo la hipótesis, a pesar de que las semejanzas sólo sean léxicas y no textuales, aunque no se encuentra del todo comprobado.

Sebastián de Orozco, toro candidato a la autoría, esta vez defendida por Julio Cejador y Franca en 1914. Se apoya en un pasaje de la obra de dicho autor en el que existe un mozo ciego que recibe el nombre de Lazarillo. Más tarde Francisco Márquez Villanueva encuentra grandes semejanzas entre temas, ideas y vocabulario. Sin embargo, dichas similitudes pueden ser gracias a un origen folclórico común o porque dicha obra fuese posterior al Lazarillo de Tormes.

Como último escritor tenemos al autor teatral Lope de Rueda, pregonero en Toledo en 1538, al igual que el protagonista de la novela. Son también otros personajes propuestos Pedro de Rúa, Luis Vives y Francisco Cervantes de Salazar.

Argumento y estructura.

Respecto a la estructura de la novela, debo decir que se encuentra organizada en siete capítulos, que reciben el nombre de tratados. Esta denominación es debida a la relación con el didactismo que el autor le da irónicamente a la obra. También existe un prólogo.

Los tratados están numerados y llevan sus epígrafes. A veces la transición entre los capítulos se hace por encima del epígrafe, suprimiendo una palabra del tratado anterior.

La diferencia de extensión entre capítulos es visible. Los tres primeros son más extensos, mientras que los restantes y, en especial el IV y VI son cortos.

La historia está contada en primera persona, narrando la vida de Lázaro González Pérez, nacido en Salamanca, cerca del río Tormes (como Amadís) en el seno de una familia pobre y monoparental (es huérfano de padre), por lo que la madre le pone al servicio de un ciego. A su lado aprendió multitud de estratagemas, que le fueron muy útiles para su supervivencia y abandono de la niñez.

Su segundo amo fue un clérigo egoísta que no le daba alimento, así que Lázaro se las ingeniaba para robarle la comida sin que él se enterara. Cuando fue descubierto perdió el empleo.

Comienza a servir a un hidalgo, con lo que empeora su situación respecto a la de su segundo empleo, ya que necesita buscarse su propio alimento y el de su amo. Simpatiza con él, aunque dura poco y vuelve a no tener trabajo tras la repentina marcha del hidalgo de la ciudad.

De su cuarto amo, un fraile mercenario, nos cuenta que no era muy amigo de la vida en convento ni de rezar, y que tenía crueles vicios como la pederastia, por lo que lo abandona.

Con su quinto amo todo es diferente: el buldero le consiente asistir como espectador a sus timos, dándose cuenta de las terribles artimañas que manejaba el susodicho. Lázaro goza de tranquilidad y recibe dinero, por lo que es feliz y su vida ya no es tan penosa.

En los tratados sucesivos se explican las posteriores relaciones del protagonista con sus amos (un capelán, un maestro de hacer panderos, un alguacil y un arcipreste), finalizando con su independencia y casamiento gracias a su cargo de pregonero. Sin embargo, la verdad oculta de dicha boda es la relación que la esposa de Lázaro mantiene con el arcipreste y la posibilidad de encubrirla con la celebración. Aunque a nadie engañaron, parece que el protagonista pretende mentirse a sí mismo haciendo oídos sordos a los rumores y fingiendo que es feliz, tal y como nos da a entender al final de la obra.

Contexto sociocultural del siglo XVI

En dicho siglo se abandona definitivamente la Edad Media y comienza la Edad Moderna con el Renacimiento. Se trata de un movimiento europeo que a lo largo de la centuria se hace uso de os ideales humanistas, aplicándolos a las actividades culturales, como literatura, bellas artes, filosofía, historia e incluso política. Su significado es “volver a nacer”, y con ello se refiere al empleo de los modelos clásicos, que se adaptan a la nueva época. Se impulsa la creación de Estados fuertes con vocación imperial, como Roma, obteniendo como resultado el suo de la lengua vulgar.

Lo diferenciamos de la Edad Media por una serie de características:

  • Política: aparecen las primeras Naciones modernas gobernadas por monarquías absolutistas, en las que el poder es divino. En la obra “El príncipe de Maquiavelo” se hace un perfecto retrato del hombre político de la época.

  • Economía: surge el capitalismo, donde el poderoso tiene dinero, pero no tierras.

  • Humanismo: del siglo XV, es una ideología antropocentrsita (hombre como centro del universo), usan los modelos y cultura grecolatina y emplean las lenguas vulgares ( cae en desuso el latín).

  • Filosofía: surgen diversos enfoques filosóficos, como es el epicureísmo (incita a vivir la vida con el placer), el estoicismo (incita a vivir la vida con resignación e impavidez), escepticismo (donde hay que “ver para creer”), ... El más importante sin duda es el neoplatonismo, inspirada en la de Platón y desarrollada por italianos como Boecio (siglo XV). Se basan en que todo es un reflejo de la Belleza ( de Dios), dando al hombre imperfección, uqe quiere elevarse por la contemplación de la belleza. Hablan del amor platónico como una relación intelectual y pura, carente de pasión.

  • Religión: hay crisis debido a la Reforma luterana (donde apoyan a la religiosidad individual, a la Biblia, etc) y la Contrarreforma (la iglesia española ataca a la Reforma). Esta última queda vigente en la literatura de la segunda mitad del siglo XVI por Fray Ruiz de León y San Juan de la Cruz. En España se siguió el erasmismo 8 de Erasmo de Rótterdam), que criticaba las costumbres degradadas de la Iglesia, proponiendo una reforma de las órdenes religiosas , dando mayor importancia a la espiritualidad y menos al rito. Al ser asociado con el luteranismo la Inquisición lo persiguió.

En este siglo todos los escritores imitan a los maestros latinos como Virgilio, horacio, Catulo y Propercio, aunque también a los italianos como Petrarca, Benbo, Sammazaro, ... A dicho recurso lo llamaban imitatio, muy distino del plagio.

Dentro de la literatura española encontramos:

POESÍA

Se sigue usando la lírica culta y tradicional ( Cristóbal de Castillejo), y se fomenta la poesía petrarquista italianizante (1526), surgida de la conversión entre Boscán y Navaggero (embajador italiano). Dichas composiciones presentan una serie de características:

-Existen toques neoplatónicos y petrarquistas en el contenido.

-Versos de once y siete, desuso del verso agudo, recurren al soneto, la lira, la estancia, la silva, ...

-Usan el imitatio.

Los autores más importantes del género los dividimos a su vez en la época en las que se escribieron sus obras y lo que contenían:

· Primera mitad del siglo XVI: en la lírica tradicional de octosílabos tenemos a Cristóbal de Castillejo, y en la lírica petrarquista encontramos a Juan Boscán, Gracilazo de la Vega y Gutierre de Cetina.

· Segunda mitad del siglo XVI: por una parte encontramos la escuela salmantina, de donde proceden Fray Luis de León, Francisco de Aldana y Francisco de la Torre. De la escuela sevillana tenemos a Fernando de Herrero y a Baltasar del Alcázar, y en último lugar, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús, pertenecientes a la mística.

PROSA DIDÁCTICA

A este género pertenecen los Diálogos, en los que varios personajes dialogan sobre un asunto teórico. Autores que lo representen son Juan de Valdés (Diálogo de la Lengua) y Alfonso Valdés.

PROSA NARRATIVA

En la narrativa surgen dos tipos de novelas muy diferentes: la primera trata de un modo ideal la “vida elevada” (inverosímil) y la segunda narra con gran realismo la “vida baja”. En los dos casos las novelas tienen “apellidos” (de caballería, pastoriles, etc):

* Novelas de caballerías: transforman los poemas medievales épicos dándoles un toque fantástico. Se censuraron por los supuestos engaños que decían los moralistas que tenían.

Como obras ilustres tenemos Amadís de Gaula (1508), producida por Garcí Rodríguez de Montalvo. También se traduce Tirant lo Blanc en 1511.

*Novela picaresca: El Lazarillo de Tormes (1554), obra anónima, es una de las máximas representantes del subgénero. Guzmán de Alfarache (1599), escrita por Mateo Alemán es otra de ellas.

*Novela pastoril: narra las aventuras amorosas protagonizada por pastores. En ellas se entremezclan continuamente la prosa y el verso. El primer representante español del subgénero no es otro que Jorge Montemayor, autor de Los siete libros de Diana (1558). Fue seguida posteriormente por Lope de Vega y Cervantes, quien nos deleitó con Galatea.

*Novela bizantina o de aventuras imaginarias: cuentan historias de personajes que se separan y que intentan reencontrarse pasando por varias adversidades. Cervantes escribió para dicho subgénero, el cual adoraba, Los trabajos de Persiles y Segismundo.

*Novela morisca: comprende tanto aventuras amorosas como guerreras, desarrolladas en las zonas fronterizas entre moros y cristianos. Tenemos de ella la Historia de Ozmín y Daraja.

TEATRO

Los dramaturgos buscan una fórmula teatral que agrade al público. Fue Lope de Vega el descubridor, llamándola “Comedia Nacional”. En la primera mitad del siglo XVI tenemos a Juan del Encina, autor de Égloga de Plácido y Victoriana. Las obras de Gil Vicente estaban plagadas de enredos, lirismo y poseían un tono burlesco. Un ejemplo de ellas es Auto de la Sibila Casandra. Como último personaje presentamos a Torres Naharo, quien hizo teorías sobre el teatro castellano.

En la segunda mitad del siglo XVI se encuentra protagonizada por los Prelopistas, entre los que destacan Lope de Rueda, autor de Pasos y piezas breves en prosa, y Juan de la Cueva, el primero que cultivó el tema histórico nacional.

Fuentes

Tras la lectura detenida de un estudio sobre las fuentes en las que se basó el autor del Lazarillo, he resumido las de mayor trascendencia y las he incorporado a continuación:

-El arte poética, de Horacio.

Este autor usa la idea “o aprovechar... o agradar”, que vemos reflejada en la siguiente frase del Lazarillo:

“Pues podría ser que alguno que las lea halle algo que le agrade, y a los que no ahondaren tanto los deleite.”

-El asno de oro, de Apuleyo.

Bataillon (1931) señala la influencia de esta obra en el Lazarillo, y posteriormente es confirmada por Antonio Vilanova, Jean Molino y F. Rico. Vilanova asegura que el autor anónimo tomó como primer modelo a “El asno de oro”, e incluso que fue su fuente directa de inspiración.

-Amadís de Gaula

La relación entre ambos fue establecida por Aristido Rumeau al estudiar esta frase:

De toda su fuerza”

La expresión aparece siete veces en el primer libro de Amadís.

-Elogio de la estupidez de Erasmo

Dos pasajes de la obra han sido relacionados con el Lazarillo. Lázaro Carreter consideró que el marido infamado y contento (Lazarillo) es un vivo ejemplo de lo que dice Erasmo:

Sin embargo, cuando uno mira a su esposa, que comparte con muchos, es mejor que Penélope y se congratula ostensiblemente, feliz en el amor, a éste nadie le llama necio, porque se ve que esto ocurre a los maridos por doquier.”

El segundo fue descubierto por M.Bataillon:

“¿Y cuántos menos permanecerían unidos [matrimonios], si la mayor parte de lo que hacen las mujeres no quedase oculto gracias al desinterés y estupidez del marido? Y estas cosas se le atribuyen con razón a la estupidez, y en verdad es ella la que posibilita que la esposa sea agradable para su marido y el marido lo sea para su esposa, que la casa esté tranquila y que perviva la concordia.”

También influyen las palabras, como “que la casa esté tranquila” de Erasmo influyó en “tengo en paz mi casa” del Lazarillo.

-La Celestina.

Rosa Navarro relacionó dos pasajes de las distintas obras que, al parecer, poseen grandes similitudes:

“Y en viniendo el bodigo de la iglesia, por su mano era luego allí lanzado y tornaba a cerrar el arca”. (Lazarillo)

“Pues otros curas sin renta, no era ofrecido el bodigo, cuando, en besando el feligrés la estola, era del primer voleo en mi casa.”

-Obra de agricultura de Gabriel Alonso de Herrera.

Rosa Navarro ha descubierto parecidos entre esta obra y el Lazarillo por empleo en el uso de la paja del centeno:

“Mas no había piedra imán que así trajese a sí como yo con una paja larga de centeno que para aquel menester tenía hecha, la cual, metiéndola en la boca del jarro, chupando el vino lo dejaba a buenas noches.”

Se parece al siguiente fragmento de Obra de agricultura:

“Hagan en la cobertura un pequeño agujero y tomen una caña delgada tan larga que llegue al suelo de la vasija y vaya hueca y métanla hasta el fondo, teniendo tapado el agujero de arriba con el pulgar, y donde a poco quite el dedo y chupe hacia arriba hasta que vengan las heces o asiento del vino.”

La ironía

La obra se encuentra plagada de ironía, palabra que queda definida como burla ingeniosa y disimulada.

Para percibir dicho rasgo debemos atenernos únicamente al contexto, donde se encuentran reflejadas. Depende de las intenciones del emisor y de la capacidad de interpretación del interlocutor, dando la vuelta completamente al significado de la frase literal y haciendo de esto motivo de risa.

En El Lazarillo de Tormes, todos los componentes de la obra muestran su ironía, tanto el narrador, como los personajes y el propio autor.

Ironía del protagonista

El protagonista normalmente dirige la ironía hacia sí mismo, haciendo de sus frases una burla de su situación en ese instante.

Como ejemplo de ellas tenemos el episodio donde su amo escudero le da el consejo de ingerir poca cantidad de alimento, ya que asegura que si lo hace su longevidad será amplia. Como respuesta a lo dicho, Lázaro piensa hacia sus adentros que el nunca morirá, ya que siempre ha guardado esa regla con fuerza, y que en su desdicha, la seguirá guardando durante toda su vida. En este capítulo dirige una burla hacia el tema del hambre, que sufre incesablemente.

También es irónica la situación final de Lázaro actuando como pregonero y su propio matrimonio, que pone en entredicho su pretendida “cumbre de buena fortuna”.

Ironía de los amos

La ironía de los amos tiene como destinatario al propio Lázaro:

*El ciego: el personaje pretende dar ironía a una situación ciertamente desagradable y tensa, aunque él en el fondo no la sienta así. Me refiero al episodio en el que el privado de vista le propina al niño un jarrazo, y que como consecuencia le lava con vino las heridas ocasionadas, asegurándole que lo que le enfermó le sana y da salud.

*El clérigo de Maqueda: el tacaño hombre de Dios emplea ironía en el episodio de los huesos, que tras roerlos se los ofrece a Lázaro con cierto desdén diciéndole que los tome y que triunfe, que para él es el mundo entero.

*El escudero: el escudero es irónico en el capítulo en el que le ofrece a Lázaro el servirle, utilizando la frase “pues vente tras mí, que Dios te ha hecho merced en topar conmigo; alguna buena oración rezaste hoy” sabiendo de antemano que el pobre niño no haría otra cosa que pasar hambre a su servicio.

Ironía del autor

El autor se burla irónicamente de Lázaro cuando ya es adulto. Es en el comienzo del prólogo donde dice lo siguiente: “yo por bien tengo que cosas tan señaladas y por ventura nunca oídas ni vistas”, donde señaladas adquiere el significado de criticadas o comentadas, refiriéndose con ello al suceso acaecido de su esposa y su amo el arcipreste.

La novela picaresca

Tras una exhaustiva documentación sobre la novela picaresca, he podido comprobar que dicho género literario conlleva un profundo estudio tanto del protagonista como del resto de los personajes presentes en la obra, lo que provoca una dificultad asombrosa en cuanto a su producción.

Tal y como he podido leer en la información extraída, existen una serie de características comunes de la novela picaresca, a saber:

  • El protagonista es el pícaro: el personaje principal procede de la escala social más baja, usándolo para contradecir al ideal caballeresco. Es mentiroso, astuto y hábil en trampas llenas de ingenio. Su comportamiento no sigue la honradez propia de las clases altas de la época. Posee libertad casi infinita gracias a su ascendencia, que la narra con el fin de que el lector comprenda su vida.

  • Carácter autobiográfico: el pícaro comienza a contar su genealogía, contraria por completo a la de un caballero. Continúa contando sus propias aventuras que, en cierto modo se convierten en la trama de la obra. Su forma depende de la orientación de crítica social que tomará la picaresca; al autor le supone una grna facilidad de exponer sus propias ideas por medio de un personaje ficticio.

  • Doble temporalidad: el protagonista es tanto actor como autor. La segunda característica le permite narrar los sucesos en pasado (los cuales conoce) y situarse en el presente.

  • Estructura abierta: las historias narradas poseen un final abierto que podría continuarse, pero que el autor no lleva a cabo.

  • Carácter moralizante: el auto persigue dar una enseñanza moral sobre el comportamiento del personaje, uqe más tarde es castigada. Está influida por la retórica sacar de la época que, mediante ejemplos, narra la mala conducta de un individuo que finalmente es castigada o se arrepiente.

  • Carácter satírico: el protagonista servirá a distintas capas sociales, con lo que llega a conocer todos los sucesos de sus amos, que narra críticamente. Los malos son comunes en todas las escalas, ya que refleja una sociedad plagada de codicia y avaricia que repercute en los más desfavorecidos.

Temas fundamentales.

El tema del Lazarillo es moral, ya que arremete contra el falso sentido del honor y la hipocresía. También la dignidad es cuestionada, al igual que la virtud, dando un punto de vista bastante real de la época, por lo que se piensa que es obra de un hombre judío.

Fue por ello por lo que la novela fue incluida en el Índice de libros prohibidos de la inquisición.

*Tema picaresco: visible en el personaje del ciego y en el propio Lázaro.

*Mezquindad y avaricia: los aporta el clérigo al que sirve el Lazarillo.

*Apariencias: puede observarse en el escudero, que intenta aparentar continuamente, dando una imagen totalmente distinta a la que es realidad es.

*La falsa religiosidad y corrupción del clero: es una subdivisión de las apariencias logradas por la clase clerical. Se pone en el punto de mira la falsa religiosidad y la corrupción del clero, claramente perceptible en los personajes del buldero y el alguacil que lo acompaña.

*Mendicidad: otro tema que recae plenamente sobre Lázaro y el ciego. El segundo le enseña al primero que mendigar es una forma excelente de ganarse la vida.

*Orfandad: el protagonista vive su infancia sin su padre y más tarde sin su madre, por lo que desde muy chico ya era huérfano.

*Hambre: es uno de los temas a los que más punta se le saca. Todo gira en torno al hambre que sufre el protagonista. Rompe con los esquemas literarios de la época.

Comentario crítico personal

En mi opinión, estamos frente a una obra maestra de valor incalculable. No sólo presenta con una maestría casi absoluta la crudeza de la vida de las personas de baja escala social de la época, sino que además se juzga duramente los actos y hábitos de individuos con más poder, dejando en cruel evidencia su estilo de vida.

A continuación voy a hacer un pequeño estudio de cada uno de los personajes más significativos, a mi parecer, de la obra:

Lázaro: al ser el protagonista es del que más información se tiene, y por tanto del que más se puede opinar. Diré de él que es un hombre demasiado maltratado por la vida y las circunstancias, resignado, aunque a veces no se vea claramente en la obra, a lo que le sucedió en el pasado y expectante del futuro que está por llegar. Envidio su “serenidad” constante, ya que a pesar de las adversidades sufridas no actúa haciéndose la víctima, sino elaborando una reflexión crítica sobre lo sucedido. Lázaro sufre hambre, abandono, humillación,... Y aún así mantiene cierta serenidad (que no felicidad). Hoy en día más de un sujeto con los traumas sufridos por el personaje rozaría la locura, o sino, se encontraría muy próximo a ella. Sin embargo, en la época, y especialmente en el sector, verían casi común esta serie de penurias y no se sobresaltarían en extremo. Es casi increíble que en un siglo impregnado por el antropocentrismo, donde la religión pasa a un segundo (pero no modesto) plano y la figura del hombre se ensalza, pudieran ser ideas sólo adoptadas por los más ricos y no por la sociedad al completo. A veces, cuando leo los libros que narran sucesos de siglos pasados, agradezco encarecidamente haber nacido en el XXI...

Ciego: a mi juicio, es el personaje que mejor muestra la necesidad y dureza vivida en el siglo XVI, quizá porque es el amo más desfavorecido de todos. Se puede comprobar el realismo con el que admiten que es imposible cambiar su posición social fijándonos en su filosofía de la vida: enseña a Lázaro a cómo ser astuto, tramposo y vengativo, aspectos que considera fundamentales para vivir en la calle. Supongo que sería casi imposible ser honrado y sin malicia no teniendo nada que llevarse a la boca. Y si así hubiera existido, seguramente no hubiera sobrevivida durante mucho tiempo.

Clérigo: trata con pavorosa realidad la avaricia, crueldad y tacañería de algunas personas del siglo XVI, aunque la fecha podría extenderse y llegar a la horrible conclusión de que gente egoísta habrá en el mundo hasta que nos extingamos. Es aberrante leer cómo a un niño se le restringe por completo e alimento con la finalidad de no gastar nada en aquel que te sirve gratuitamente y sólo espera de ti lo básico. Al mismo cae la idea de que el hombre que dedica su vida a Dios es todo generosidad y bondad y cuyo fin es el de ayudar al prójimo. Para mí ha sido una decepción de personaje.

Escudero: representa el “quiero y no puedo” latente en toda la historia de la Humanidad. Aunque tiene buen fondo, decepciona ver que una persona tan amigable se fije sólo en el “qué dirán”, ocupado siempre por guardar las apariencias.

Para finalizar, y dando mi opinión personal, diré que la novela me ha fascinado notablemente, no sólo por su aplastante realidad y crudeza, sino también por la multitud de valores intrínsecos en ella, que me han hecho recapacitar sobre mi persona y sobre nuestra sociedad, y aunque, aunque nos separan cinco siglos y mucho avance, la personalidad y actitud de las personas sigue siendo idéntica, aunque nos cueste admitirlo.

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Enviado por:Carmen Peralta
Idioma: castellano
País: España

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