Literatura


La muerte de Ivan Ilich; Leon Tolstoi


LA MUERTE DE IVAN ILICH - LEON Tolstoi

Comentario sobre el personaje Guerassim

En esta novela, Guerassim es el mujik que se encargará de cuidar a Ivan Ilich durante la agonía de éste hasta su muerte.

La primera mención que el autor hace de este personaje se encuentra en el Capítulo I. La misma es una mención al pasar, sin que parezca tener aparentemente trascendencia. En el episodio en cuestión, Guerassim tiene un breve contacto con Piotr, cuando este deja la casa de la familia Ilich donde se estaba celebrando el velatorio y misa de réquiem del difunto. Guerassim estaba realizando tareas sencillas: esparcir una sustancia en el suelo a fin de evitar los olores de la descomposición del cuerpo muerto, y encargado de alcanzar los abrigos y abrir las puertas a aquellos que habían asistido al evento.

Piotr recordará haber visto a Guerassim en su última visita a Ivan Ilich y el afecto que éste difunto le profesaba.

La respuesta que Guerassim dará a Piotr ante la pregunta acerca de su parecer sobre lo que estaba sucediendo, no tiene ni en su contenido ni en su significado, la sencillez que encontramos en las tareas que está realizando. En sus primeras palabras registradas en la obra, nos muestra su resignación cristiana ante la muerte (“¡Fue voluntad de Dios!”) y su intrínseco conocimiento, o mejor aún, sabiduría, de que la muerte es el destino de toda vida humana (“¡Todos le imitaremos!”).

En esta primera aparición de Guerassim, el autor nos transmite acerca del personaje, su profunda religiosidad, la que sirve de consuelo y explicación a un hecho tan abrumador como lo es la muerte, así como la inocencia y pureza con que las cosas propias de la vida, incluida la muerte, son tomadas por este mujik. Sin duda L. Tolstoi intenta mostrar a través de Guerassim, su propia concepción sobre el ser humano puro y no corrompido por la sociedad, idea que seguirá desarrollando en el personaje a lo largo de la obra. Tolstoi también describe algunas características físicas del personaje, como sus “dientes blancos, iguales, dientes de campesino”, tarea en la que se explayará más adelante, pero que ya se asocia con lo antedicho, la pureza de este ser.

En el Capítulo IV, Guerassim es mencionado nuevamente como quien va a la farmacia para buscar la medicina del enfermo.

Pero es a partir del Capítulo VII, donde este mujik tendrá un papel protagónico por su función y por el efecto que su presencia tendrá sobre Ivan Ilich.

Si bien, en la casa había otros sirvientes, es a este campesino rústico y joven, a quien encomiendan el cuidado del enfermo y las ingratas tareas que este cuidado implica.

Una vez más el autor nos muestra la frivolidad, falta de humanidad y compasión del entorno de Ivan Ilich, ese entorno humano, que eligió a un campesino para cuidar al amo de la casa y no a alguien que estuviera más alto en el escalafón social.

Este campesino parece ser la total antítesis de lo que Ivan Ilich es ahora moribundo, y lo que fue como exitoso Procurador del Palacio de Justicia.

Ante el moribundo y casi totalmente dependiente Ivan Ilich, Guerassim es presentado como “un mozo joven, fresco, rollizo, siempre alegre y de rostro claro”. Más adelante el autor agregará otros datos acerca de Guerassim como su vitalidad, su paso firme y ligero, que harán aún más marcado el contraste entre ambos. ¡Menudo contraste!

Este contraste lleva a pensar en dos resultados de vida, la de Ivan Ilich y la de Guerassim. Ivan Ilich vivió y fue “comme il faut”, y sin embargo en sus últimos días, prematuros últimos días, se encuentra debilitado, incapaz de valerse por sí mismo, solo, deprimido. En contraposición Guerassim que solo ha vivido como un campesino más, sin las aspiraciones que determinaron la vida de Ivan Ilich, se encuentra “sano, siempre alegre y de rostro claro”.

Estas menciones del autor, basadas en el contraste, resaltan lo errado de la forma de vida del protagonista y los de su clase. En contraposición con la inútil vida de Ivan Ilich, Guerassim es mostrado como un hombre simple, casi primitivo, que por su trabajo concienzudo, su atención dedicada y casi amorosa al enfermo, se presenta como un ser noble, cuya vida es digna de ser vivida. Se recalca la pureza de sentimientos de Guerassim que cuida a su amo no como a un superior, sino como a un ser desvalido y débil que necesita de él, del que no pretende aprovecharse en vista de la situación. Así, una vez más, Tolstoi nos habla de Guerassim por contraste, contraste con la familia de Ivan Ilich que ante su muerte piensa en el dinero que pueda obtenerse (su esposa), el cargo que ha quedado vacante (sus amigos) y las molestias que esta muerte acarrea (su hija).

Podemos decir que aparece en Guerassim la idealización del campesino ruso por parte del autor, que nos muestra como la vida de un campesino que está tan ligada a la tierra, a la naturaleza, a lo incontaminado, lleva en sí una conciliación con la vida y la muerte.

En un primer momento la presencia de Guerassim intimidaba a Ivan Ilich. Pero poco a poco la relación entre ambos toma otro cariz. Los cuidados de Guerassim van despertando sentimientos olvidados en el enfermo y acompañan el proceso de descubrimiento y conversión de éste, y de tal forma es esto que para el protagonista “únicamente la energía y la vitalidad de Guerassim no le mortificaban; al contrario, le servían de alivio”.

En sus últimos días, la ausencia de Guerassim se le vuelve impensable e insoportable, hasta el grado de sentir que sus dolores se alivian o desaparecen si es Guerassim quien sostiene sus piernas. A través de Ivan Ilich sentimos los esmerados cuidados de este mujik y la delicadeza en el trato, lo que hace pensar en una actitud casi paternal. Y esto es así porque tal como el propio Ivan Ilich expresa, Guerassim era el único que le comprendía y le compadecía, lo cual lo conmovía profundamente. Pero además, en toda actitud y acción de Guerassim se veía la sinceridad y la veracidad, todo lo que faltaba a los que habían sido, hasta ese momento de su vida, los allegados de Ivan Ilich.

A manera de conclusión, podemos decir que la descripción del personaje Guerassim, desde lo físico hasta lo anecdótico, muestran coherencia con la ideología que el autor pretende transmitir en esta obra: que la vida simple, en armonía con la naturaleza, y no corrompida por la sociedad, es la que lleva a la felicidad porque es la que vale la pena ser vivida. Puede agregarse que también en este personaje, como en el resto de la obra, se confirma el estilo realista de Tolstoi, ya que en la narración que gira en torno a Guerassim se evidencia el método descriptivo, conteniendo el texto detalles costumbristas (vestimenta, ambientes, sensaciones vinculadas a la tarea, etc.), el papel objetivo del autor que narra los acontecimientos como un cronista sin pretender verse involucrado, la clara intención social, en este caso de evidente crítica, y el uso de lenguaje directo carente de retórica.

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Idioma: castellano
País: Uruguay

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