Música
Isaac Albéniz
Isaac Albéniz.
(1860-1909)
Introducción:
Isaac Albéniz (1860-1909), uno de los compositores españoles mas importantes del siglo XIX, especialmente por sus obras para piano, de inspiración nacionalista y lenguaje musical moderno.
Vida.
Nació en Camprodon (Lleida) el 29 de mayo de 1860, debutando cuatro años después como concertista de piano en el Teatro Romea de Barcelona. Al año siguiente inicia sus estudios de piano con Narciso Oliveras, trasladándose al poco tiempo a París para continuar con Marmontel. En 1867 fracasará en el intento de matricularse en el Conservatorio de París, ya que su juventud (7 años) era un impedimento para el ingreso en la Institución. Este obstáculo no existió en el Conservatorio de Madrid, hacia donde su familia marchó. Allí estudia desde 1869 con Mendizábal.
A los 9 años huyo de su casa y se embarco en la fragata Espada con destino a Puerto Rico. Durante la travesía entretuvo a los pasajeros tocando el piano para pagar el pasaje. Ya en Sudamérica trabajo como pianista en varios países; hay constancia de que estuvo en Argentina, Uruguay, Brasil y Cuba. Su andadura por América finalizo en San Francisco y en el otoño de 1872 regreso a España.
En 1872 emprende una gira de conciertos por Andalucía primero, y por América después, donde lleva una vida bohemia, aunque de hecho, la había comenzado mucho antes, pues en 1869, Albéniz huye de su hogar para tocar el piano por diversos lugares de España. A su regreso a Europa en 1874 le sigue su estancia en Leipzig, donde comienza a estudiar con Jadassohn y Reinecke. Poco después será presentado al rey Alfonso XII, quien le concede una pensión que le permitirá, unida a otra que obtiene del Conde Morphy, trasladarse al Conservatorio de Bruselas para estudiar con Gevaert y Brassin.
Entre 1875 y 1878 estudio en el Conservatorio de Bruselas y, mas tarde, se traslado a Budapest para conocer al compositor y pianista húngaro Franz Liszt (1878). Tras otra serie de viajes que le llevaron de nuevo al continente americano, en 1883 conoció en Barcelona al compositor nacionalista español Felipe Pedrell, que lo guió en la composición de una música con auténticas raíces españolas. Entre 1884 y 1892 continua viajando por ciudades como Madrid, Londres y París, y en 1890 dio por concluida su carrera como concertista.
En 1880 Albéniz recibe lecciones de Liszt, lecciones que se impartieron por toda Europa, y que el compositor español recibió al formar parte de la corte de estudiantes que acompañaban a Lizst en sus desplazamientos. La amistad que surgió de esta relación duraría hasta la muerte del húngaro en 1886. Podría decirse que Albéniz tomó el testigo de Liszt en cuanto a la integración del nacionalismo en la música, y abrió la puerta por la que entrarán músicos de la talla de Granados, Falla y Turina.
Tres años más tarde, (1883), regresa a Barcelona y contrae matrimonio con Rosina Jordana. El mismo año conoce a Felipe Pedrell que le guiará en la construcción de una verdadera música española. Gran parte del conocimiento del folclore español debe agradecerlo Albéniz a este eminente profesor que luchó durante toda su vida para que los compositores españoles no sólo compusieran zarzuelas. Por otro lado, el matrimonio
no parece que interrumpa este ir y venir del compositor, pues en 1885 vuelve a trasladarse, esta vez a Madrid.
En 1890, entregado de lleno a la composición, toma lecciones con Dukas y D'Indy. Esta labor se ve posibilitada económicamente gracias al contrato que firma con el financiero inglés Francis Burdett Money-Cutts, por medio del cual Albéniz se obliga a poner música a los mediocres versos (y libretos) del banquero. Poco después. 1893, se establece definitivamente en París, momento en el que renuncia a su carrera de concertista debido a su estado de salud y a que se concentra plenamente en la composición. En este sentido, es ya un lugar común dividir la vida compositiva de Isaac Albéniz en tres tapas: La primera estaría dedicada a la música de salón en la que predomina el piano - del que era un consumado virtuoso -, al que se dedican valses, impromptus, minuetos, pavanas, mazurcas, etc. Aquella segunda etapa dedicada a la música dramática, siendo el cénit The magic Opal y Pepita Jiménez. La tercera, iniciada a raíz de la publicación en 1890 del Cancionero de Palacio, es una etapa de madurez, en la que se combina el nacionalismo español con el impresionismo y en la que mejor se advierte la técnica como compositor de Albéniz. A ésta pertenece, y a juicio de la crítica, la más importante obra española de todos los tiempos: la Suit Iberia.
En 1893 se estableció en París, donde recibió clases de Vincent d'Indy y entro en contacto con un grupo de compositores de la vanguardia europea, entre los que se encontraban Claude Debussy y Gabriel Fauré, que influyeron de forma decisiva en su moderna técnica compositiva. Durante este primer periodo parisino, entre 1893 y 1896, fue profesor de piano en la Schola Cantorum.
En 1897 realizo un viaje a Granada que le inspiro la composición de una de sus obras mas importantes para piano, La vega. En 1902, tras la muerte de su madre, vivió en distintas ciudades francesas como Niza, Paris y Cambó-les Bains, donde falleció. Su mayor ocupación durante los últimos años de su vida fue la creación de la que se convertiría en su obra maestra y en una composición de referencia del pianismo mundial, la suite Iberia.
Albéniz murió en 1909 en Cambó-les Bains, dejando incompleta la trilogía El Rey Arturo. El Gobierno de la Republica Francesa le otorgó la Gran Cruz de la Legión de Honor.
Obras.
A parte de la suite para piano Iberia (1905-1908), del resto de su producción destacan, entre las muchas que compuso, las piezas para piano La vega, Suite española, opus 47, España (Souvenirs) y Cantos de España, Opus 232. También compuso El palo mágico (1893) y Pepita Jiménez (1896), además de zarzuelas y de Lieder. Dentro de este ultimo género destaca la obra Cuatro melodías, dedicada al compositor francés Fauré, en donde se aleja de su primer estilo. En 1899 compuso la suite orquestal de carácter nacionalista Catalonia. En 2000 se dio a conocer por primera vez la pera Merlin, primera y única parte completamente terminada y orquestada de la trilogía sobre el ciclo artúrico que el banquero y mecenas británicos.
Suite Iberia.
Sin duda se trata de su composición más importante en todos los sentidos, tanto por la riqueza y originalidad armónica y compositiva que exhibe como por las exigencias técnicas que demanda al intérprete. La componen cuatro cuadernos, cada uno de ellos formado por tres piezas. El primero contiene “Evocación”, “El puerto” y “Corpus Christi en Sevilla”; el segundo “Róndela”, “Almería” y “Triana”; el tercero “El Albaicon”, “El polo” y “Lavapiés”; y el cuarto “Málaga”, “Jerez” y “Erita a”.
nico Francis Money-Coutts encarg a Albéniz.
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Enviado por: | Xaero |
Idioma: | castellano |
País: | España |