Psicología


Investigación: El sí mismo


Relaciones Humanas y Comunicación Social

Investigación: El sí mismo

La noción del sí mismo tiene sus antecedentes en la psicología de William James, quien lo definía como “la suma total de todo aquello que un individuo puede llamar propio”. Posteriormente, Cooley lleva más allá el concepto y en 1913 George H. Mead publica en el Journal of Psychology un artículo donde presenta su concepción obre el tema.

Mead no desarrolló muy sistemáticamente sus ideas del sí mismo, en sus escritos se establece que esta noción es producto del desarrollo de los individuos en sociedad, inherentes al proceso de interacción pero organizados específicamente, de tal manera que es perfectamente posible distinguir entre el sí mismo y el propio cuerpo. Esta característica de objetivarse, propia del sí mismo, es quizás la más relevante para la comprensión de la noción y está representada en el carácter reflexivo que gramaticalmente se adopta para hablar de ella: “me” gusta “me” dicen, “me” traen, a “mi me”, yo “me” caí, pensé para “mi mismo”. Mediante ella el individuo pasa a ser un objeto para sí y ello es producto de la autoconciencia que es la responsable de otorgar impersonalidad a la razón.

Si no existe esa despersonalización objetiva, entonces habrá sólo conciencia. Tiene que asumir las actitudes que los demás tienen hacia él, siempre dentro de un contexto social. Tiene que comprender y aprender a anticipar la conducta de los otros. Representarse su propio yo desde el punto de vista de los otros. Tomar sus actitudes. Verse como un objeto, obteniendo así la unidad del sí mismo y lo que Mead llamó el “otro generalizado” y que definió como “la comunidad organizada o grupo social que da al individuo su unidad de sí mismo”.

Mead aclara que no basta con la objetivación del yo, sino que ella debería complementarse con la toma de las actitudes de los otros hacia “las diversas fases o aspectos de la actividad social común”. Sólo así es posible lograr un sí mismo completo y auténtico y sólo así los procesos sociales podrán influir en la conducta de los individuos.

Las bases para la formación del sí mismo son:

  • Proceso de socialización temprana

  • Desarrollo del lenguaje

  • Consecuencia de ese proceso de socialización es que el niño aprende cuál es su lugar en el mundo, al mismo tiempo que aprende cuál es el lugar de los otros.

  • Una breve definición de lo que es la conciencia del sí mismo sería decir que es el sentimiento de ansiedad, timidez y cortedad ante la atención desesperada en los demás.

    Podemos resumir el concepto de sí mismo como la organización dinámica de la personalidad, integrada tanto por la internalización de los valores y actitudes vigentes en el grupo que produce una adaptación individual a ellos (mi), cuanto por las reacciones de la persona sobre su ambiente (yo), y que produce una autopercepción enmarcada dentro de los límites señalados socialmente.

    Bibliografía

    Salazar, José Miguel. “Psicología social”




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    Enviado por:Heidell Barán
    Idioma: castellano
    País: España

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